El observador, es la forma propia que tenemos las personas de ver las cosas, es nuestra

realidad en base a nuestras creencias, nuestra cultura, nuestra educación, nuestras vivencias,
lo que se ha convertido en nuestro modelo mental.

La forma de dirigir una empresa aumenta o disminuye en el rendimiento de la misma. Cuando

hablamos de los modelos mentales que acompañan a los directivos de una organización,
podemos entender que estos están atados a sus creencias de acuerdo a sus propias
experiencias en el transcurso de su vida laboral.

Los modelos mentales son difíciles de cambiar, aunque no imposible, es poder desaprender
para volver a aprender. Ahora, la importancia del observador es poder desarrollar la
capacidad de mirar y entender que no todo lo que se ve, es como se ve, que la realidad que
vemos y que es para nosotros, posiblemente para otro es diferente, ahora como ejemplo
quisiera citar una pequeña historia que hace algunos días leí, y que lastimosamente no se de
quien es.

“ un hombre sube a un autobús y mira un muchacho estilo hippie, se sienta a su lado y al cabo
de unos minutos se da cuenta que le hace falta un zapato, y le dice….. Amigo veo que perdió
un zapato, el joven le contesta, no, encontré un zapato.”

Evidentemente vemos dos diferentes realidades de un mismo hecho. Es por eso que es
necesario que el cambio comience por uno mismo.