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INDICE

El arte barroco…………………………………………………………….…. 2

Características…………………………………………………………….… 3

Época………………………………………………………………………….. 7

Representantes………………………………………………………………. 8

Poemas…………………………………………………………………..…… 13

Conclusión…………………………………………………………………… 17

Bibliografía…………………………………………………………………… 18
HISTORIA
EL ARTE BARROCO
1600–1750

El Barroco trasciende del arte. Fue un período cultural, científico, tecnológico, filosófico,
político, económico… Aunque probablemente sea en el arte donde mejor se ilustra el
clima del momento.
El siglo XVII nace con cambios políticos (los estados modernos), religiosos (la
contrarreforma), tecnológicos (el telescopio), económicos (crisis) y sociales (la
burguesía). Con esa atmósfera surge un estilo anti-clásico, menos racional y más
apasionado, una reacción contra lo anterior como suele -y debe- pasar a lo largo de la
historia del arte.
El arte se volvió dinámico, teatral, efectista. Busca sorprender, asombrar. Eso no quiere
decir que se elimine el realismo. Todo lo contrario: se recrudece. En esa época de crisis
económica, el hombre se enfrenta de forma más radical a la realidad.
Aun así, se distorsiona todo, se violenta. Se potencian los contrastes (el tenebrismo) y
el desequilibrio.
El barroco se puede definir como el “arte de parecer”, ya en las artes, ya en la literatura.
Tres elementos pueden ser considerados fundamentales de su estética: el efectismo, la
espectacularidad y la emocionalidad.
El término barroco se usó por primera vez a mediados del siglo XVIII en pleno contexto
de la Ilustración o Iluminismo. Originalmente, el significado de barroco fue tomado de
portugués antiguo, pues "barroco" designaba un tipo de perla de forma irregular.
En la época de la Ilustración, los iluministas Diderot y Rousseau usaron esta palabra
para describir de manera peyorativa el arte de ese período, al que consideraban
estrambótico y confuso. Sin embargo, la historiografía posterior ha reivindicado el valor
estético de este período.

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CARACTERISTICAS

1. Expone el gusto por lo elegante y lo extravagante

Borromini: cúpula de la iglesia Sant’Ivo alla


Sapienza (1624-1660).

La estética del arte barroco se caracterizó por ser etérea, elegante y extravagante,
especialmente en las obras arquitectónicas.

Las obras tienen una manera particular de representar el equilibrio y simetría de los
espacios. Por ejemplo, el uso de columnas recargadas de adornos, cúpulas con gran
cantidad de ventanas, columnas con formas curvilíneas, entre otros

2. Valorización del detalle y exceso de ornamento

Iglesia de la Merced, Guatemala (1749-1767).

Se hizo un uso excesivo de recursos con el fin de dar mayor dramatismo a las
representaciones artísticas y conmover al espectador.

Esto se puede apreciar, especialmente, en la arquitectura y la pintura, donde podemos


ver obras a veces recargadas de adornos.

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3. Búsqueda de la espiritualidad, de las sensaciones y las pasiones
internas

Pozzo: Apoteosis de Hércules (1704-1708).

Los artistas del barroco buscaban exponer emotividad en sus obras para conmover a
los espectadores.

Por esta razón hubo una gran exposición de los temas religiosos, del uso del
claroscuro, del realismo y de la representación del movimiento con líneas curvas para
acentuar las sensaciones En la música se intensificaron los sonidos, en la literatura el
sentido de las palabras, en la arquitectura las formas y el equilibrio y, en la pintura el
uso de sombras y luces.

4. Dualismo y contradicción
Los artistas del barroco demostraron su gusto por exponer el dualismo y la
contradicción de los sentimientos del ser humano. Es decir, de lo celestial con lo
terrenal, de la vida y de la muerte, entre otros.

Por ejemplo, en la literatura los poetas hicieron un uso excesivo de las figuras retóricas
para exponer con mayor detalle el dualismo y la contradicción de los sentimientos
humanos.

5. Contraste entre luces y sombras

Caravaggio: La cena de Emaús (1606).

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En las diferentes expresiones artísticas del barroco se hace notorio el gusto por el
contraste de luces y sombras. En la pintura el uso del claroscuro es mucho más notorio,
ya que la luz sirve para destacar la figura principal y el tenebrismo para opacar al resto
de los personajes, espacios o figuras.

El tenebrismo es contraste marcado de luces y sombras a través de la iluminación


forzada, como si una especie de foco iluminara un espacio en medio de la oscuridad
con un rayo de luz diagonal. En la escultura, por ejemplo, el relieve y las texturas
permiten que sea notable los efectos de la luz y la sombra.

6. Sentido del movimiento

Bernini: El éxtasis de Santa Teresa (1647-1652).

El uso de colores, los juegos de luz y de sombras, así como el uso de líneas
curvilíneas, cóncavas y el nuevo equilibrio estético implementado, dieron a las obras
mayor sentido del movimiento.

Los artistas del barroco también consiguieron hacer diversos juegos ópticos
dependiendo de la posición del observador.

7. Oscuridad, complejidad y sensualismo

Diego Velázquez: Las Meninas (1656).

Los representantes del arte barroco, en sus diversas expresiones, representaron en sus
obras la complejidad, el sensualismo y los temperamentos de sus personajes. En la
pintura, los rostros y las miradas representadas expresan gran diversidad de
sentimientos y sensaciones que transmiten intensidad.

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8. Pesimismo y desengaño
La literatura barroca se caracteriza por exponer el desengaño, es decir, se muestra la
distancia que hay entre aquello que se imagina y lo que es la realidad. Los poetas
exponen en sus obras la angustia de vivir entre la realidad y la imaginación.

Asimismo, en las obras se siente un gran pesimismo y tristeza originado por las difíciles
circunstancias sociales, en especial la desigualdad, que se vivían en la época. Existe
gran preocupación por la velocidad fugaz con la que pasa el tiempo, acercándonos muy
rápido a la vejez y la muerte.

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ÉPOCA

Se denomina Barroco al movimiento artístico y cultural que se desarrolla durante el


siglo XVII. Desde un punto de vista temático, en esta época se mantienen los temas y
tópicos del Renacimiento, pero tratados con un profundo pesimismo existencial
derivado de la enorme crisis económica y social de la época. Por ello, el tema de la
brevedad de la vida y la idea de la muerte es una constante en esta literatura.

La estética barroca busca el dinamismo, el contraste y la exageración. El lenguaje


literario rechaza la sencillez y el equilibrio renacentista a cambio de expresiones
cargadas de ingenio y originalidad. Destaca el gusto por imágenes que muestran la
oposición de contrarios, la acumulación de recursos retóricos, los juegos verbales o las
exageraciones llegando incluso a la deformación o caricaturización de la realidad.

En la poesía barroca se distinguen dos grandes tendencias estilísticas:

CULTERANISMO, representada por Luis de Góngora.

CONCEPTISMO, cuyo máximo representante es Francisco de Quevedo. Otro prolífico e


importante autor de esta época que cultivo poemas conceptistas, aunque reconociendo
el valor de los culteranos, fue Lope de Vega.

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REPRESENTANTES
Nicolaes Maes. Países Bajos, 1634–1693
Nicolaes Maes, hijo de un comerciante de seda, nace en
el siglo de oro holandés, cuando la prosperidad
económica da lugar a una prosperidad cultural pareja. El
buen hacer comercial de los holandeses y la falta de
escrúpulos en sus incursiones imperialistas,
especialmente en las Islas de las Especias, con la
creación de la Compañía Neerlandesa de las Indias,
darán lugar a uno de los países donde mejor se viviría.

Maes tuvo la suerte de nacer en el lugar adecuado, en el mejor momento y en ese


espacio tiempo también estaba Rembrandt, eso sí que es suerte! A los catorce años se
traslada de Dordrecht, su localidad natal, a Amsterdam donde entrará a formarse en el
taller de Rembrandt. Aprovechó tan bien, con tanto talento sus enseñanzas que incluso
algún cuadro fue polémica la autoría entre ambos artistas.

Los colores, el uso de La Luz, los claroscuros, son algunas de las influencias de
Rembrandt, de la nueva Escuela Flamenca, de los pintores de Delft (Vermeer, de
Hooch…) adopta los temas de interiores, íntimos y costumbristas. Interiores que nos
muestran los hogares de la burguesía holandesa, sus costumbres, sus criados, sus
objetos, cerámicas, alfombras, mapas, objetos exóticos procedentes de la expansión
comercial y sobretodo muchos libros, sabemos que sólo en la ciudad de Amsterdam
hubo al menos 250 impresores. La Biblia fue el más vendido y también el más
representado.

Después Maes se popularizaría como retratista, seguramente encontró en la pintura por


encargo una remuneración más adecuada, no sé si a sus necesidades o a sus deseos,
pero al margen de la excelente calidad de sus retratos, no podrán competir con el
encanto de sus escenas de interior.

El cambio entre una y otra época es tan grande que no se descarta la teoría de la
existencia de otro pintor Maes, de ser cierto nos quedamos con el Maes de 1655–56,
con sus viejas rezando o dormitando sobre la Biblia, con las criadas hilando o llorando

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por el descalabro de la loza por causa de un gato travieso, nos quedamos con la cotilla,
con esa etapa más cercana a la escuela de Delft.

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Artemisia Gentileschi
Italia, 1593–1656
Artemisia Gentileschi, una de las más artistas
italianas más importantes del siglo XVII… Y también
una de las más desconocidas. Suponemos que el
hecho de ser mujer no jugó a su favor, pese a ser
claramente superior a muchos de sus compañeros.

Evidentemente caravaggista, su estilo barroco tomó


el dramatismo de su ídolo en ambiciosos cuadros
históricos y religiosos (géneros inadecuados para el
espíritu femenino en esa época de claroscuros).

Gentileschi nació en Roma. Su padre Orazio también era artista, así que creció en una
familia rodeada de pintores y escultores en los últimos coletazos del Renacimiento, en
la mejor ciudad posible para el arte. A los 16 años decidió hacerse aprendiz de su
padre, pese a que era impensable que una mujer ejerciera tal oficio. Orazio, orgulloso, y
sabedor que la chica era ya mejor que él y el resto de pintores de Roma, accedió a
darle nociones académicas.

Así que Gentileschi vivió una juventud feliz y plena. Todo perfecto hasta un día en el
que con 19 años fue violada por un violador en serie, que se suponía iba a ser su
maestro.

Por si esto fuera poco, la chica fue torturada en el juicio (entre otras cosas sufrió un
humillante examen ginecológico), para ver si decía la verdad o estaba mintiendo. El
criminal fue condenado a un año de cárcel.

Desde entonces su obra cambió radicalmente. Más oscura y violenta, su pintura pareció
centrarse en fantasías de venganza contra su violador.

Tragedias aparte, la artista es hoy considerada no sólo una de las más notables artistas
del barroco italiano, sino una adelantada al feminismo. Supo pintar y representar la
pintura simbólicamente, logrando un esfuerzo extraordinario de identidad en una época
que ser mujer en el mundo del arte era una limitación: personajes bíblicos como Judith
o Susana poblaron sus cuadros como símbolos de lucha ante el patriarcado.

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Jacob Jordaens

Flandes, 1593–1678

Jacob Jordaens fue uno de los más importantes y


originales pintores del barroco flamenco. Es
especialmente valorado su manejo dramático de
la luz, la solidez y sensualidad de su obra, su
talento para la escenografía y sus temáticas que
siempre captan el espíritu popular, aún en sus
obras religiosas y mitológicas.

Nacido en Amberes, empezó como pintor a los 21


años, o al menos hay un documento del gremio de
pintores de la ciudad que así lo prueba.

Tuvo la suerte de participar durante una temporada en el taller de Rubens, esa «fábrica
de arte» que producía lo mejorcito de la época en Europa. Tras esto trabajó para reyes,
burgueses, clero y nobles que valoraron muy positivamente su trabajo.

Carlos I de Inglaterra, la reina Cristina de Suecia o Felipe IV de España eran algunos de


sus clientes y fans, que le encargaban cuadros cada vez que podían. Así, su carrera se
desarrollaba y su fortuna y fama fueron creciendo (al parecer Jordaens era uno de los
cuatrocientos ciudadanos más acaudalados de Amberes).

Jordaens fue uno de los artistas abiertamente protestantes en el Flandes católico e


incluso se le condenó a pagar una elevada multa por publicar escritos heréticos. El
artista y su familia llevaban años siendo protestantes en secreto.

Murió el 18 de octubre de 1678, probablemente víctima de la peste que azotaba la


ciudad. Su hija Elizabeth falleció el mismo día.

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José de Ribera
España, 1591–1652

José de Ribera y Cucó fue en realidad un artista


italiano, ya que desarrolló casi toda su producción en
este país. Por ello es también conocido como
Giuseppe Ribera o Lo Spagnoletto («El Españolito»),
debido a su baja estatura. Fue el más grande pintor
de la escuela napolitana y sus obras tuvieron una
enorme influencia en otros españoles como
Velázquez y Murillo, y en autores posteriores que
llegan hasta Matisse.

La obra de Ribera tiene fama de truculenta y sombría, casi de terror. «Ribera empapaba
el pincel en la sangre de los santos…», dijo Lord Byron. Será por los innumerables
cuadros de martirios y el tenebrismo que usó en buena parte de su producción, si bien
es verdad que era el estilo de la época.

Hijo de zapatero, marchó muy joven a Italia para aprender el oficio de la pintura. Ahí se
convirtió en uno de los primeros seguidores de Caravaggio, diciendo algunos
historiadores que llegaron a conocerse. De Roma marchó a Nápoles (española,
recordémoslo) donde se vivía un gran esplendor cultural. Ribera era considerado ya,
pese a su juventud, un maestro.

La Iglesia católica y acaudalados coleccionistas privados serían sus principales clientes.

Aun así, su obra fue adquirida masivamente por españoles (eso explica su fuerte
presencia en El Museo del Prado) y muy admirada por sus coetáneos de toda Europa.
Rembrandt en concreto admiraba más que nada sus grabados.

En Italia se habló mucho de las actividades mafiosas del pintor, ejerciendo de


«Padrino» napolitano, prestamista truculento y rompe huesos ocasional.

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Gian Lorenzo Bernini
Italia, 1598–1680
Arquitecto, dibujante, pintor… Bernini fue un
verdadero hombre del renacimiento en el barroco,
y rozó la genialidad en todas las artes que cultivó.
Pero si en algo destacó este artista básico de la
historia del arte universal fue en el terreno de la
escultura. De hecho, Bernini no tuvo rival en esa
disciplina durante el siglo XVII, aunque desde
luego es sonada la rivalidad con Borromini, el otro
gran artista romano de la época, que se dice que
era más arisco y menos carismático.

En su obra, donde se pone un visible acento en el dramatismo de la narrativa, se


muestra de forma clara la psicología de los personajes, ya sean mitológicos o
religiosos. Esta caracterización psicológica de los retratados, que Bernini esculpe
repletos de fuerza interior, junto a la delicadeza de los acabados, dan un naturalismo
extraordinario. El frío mármol parece cobrar vida en manos del artista.

Es evidente la influencia de de los clásicos y Miguel Angel, pero también del


naturalismo de sus colegas barrocos, incluso pintores como Caravaggio del que admira
su materialidad y sus claroscuros que él adopta para la escultura como si no hubiera
barreras entre las diferentes disciplinas artísticas. Fue uno de esos artistas que inició la
revolución desde la tradición. Sus santas en éxtasis son lo que hoy en día vemos en
modelos erotizadas de publicidad.

Porque Bernini fue un revolucionario en muchos campos del ámbito escultórico. Para
empezar, fue el que acercó la obra al espectador, haciéndolo partícipe de la acción,
rompiendo las fronteras tradicionales del arte. Como buen barroco, gustó del
movimiento. Sus ropajes, por ejemplo, ya no caen en grandes pliegues a la manera
clásica, sinó que los retuerce y deforma para incrementar el dinamismo y la agitación.
También resultan sumamente novedosas las complejas relaciones entre la escultura y
el espacio circundante. Bernini concibió muchas de ellas para ser observadas desde un
punto determinado.

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POEMAS
1. Cuando imagino mis días breves - Lope de Vega
Si bien la literatura barroca da continuidad a las formas e intereses de la literatura
renacentista, se registra un cambio de sensibilidad importante, expresado en su manera
pesimista o desengañada de mirarlos. Aparecen la crítica satírica, el sarcasmo, el
cultismo y el uso exacerbado de figuras literarias o retóricas, lo mismo en la narrativa
que en el teatro y la poesía.

Los mayores exponentes corresponden a autores de lengua hispana, por lo que el


periodo ha sido denominado Siglo de Oro español.

En este soneto, Lope de Vega (1562-1635) representa el amor desde una mirada
decepcionada ante sus vanas seducciones. Quedan reflejadas en el poema las
tensiones entre la razón y el deseo.

Cuando imagino de mis breves días


los muchos que el tirano amor me debe
y en mi cabello anticipar la nieve
más que los años las tristezas mías,

veo que son sus falsas alegrías


veneno que en el cristal la razón bebe
por quien el apetito se le atreve
vestido de mis dulces fantasías.

¿Qué hierbas del olvido ha dado el gusto


a la razón que sin hacer su oficio
quiere contra razón satisfacelle?

Mas consolarse quiere mi disgusto,


que es el deseo del remedio indicio
y el remedio de amor querer vencelle.

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2. Conoce las fuerzas del tiempo, y el ser ejecutivo cobrador de la
muerte - Francisco de Quevedo

En la poesía, los escritores aprovecharon las formas heredadas del renacimiento: el


soneto, la silva, la octava. Usaron también las formas poéticas populares como los
romances, las seguidillas o los cantos de trabajo. Todo esto fue tocado y transformado
por la nueva sensibilidad barroca que buscaba hacer alarde del ingenio.

La muerte es un tema recurrente en el barroco. Francisco de Quevedo (1580-1645) se


lamenta sobre el paso del tiempo, que anuncia el cruel destino de todos. Este soneto
reflexiona sobre un tópico de la literatura: tempo fugit. El tiempo se va, corre, y nada
puede detenerlo.

¡Cómo de entre mis manos te resbalas!


¡Oh, cómo te deslizas, edad mía!
¡Qué mudos pasos traes, oh muerte fría,
pues con callado pie todo lo igualas!

Feroz de tierra el débil muro escalas,


en quien lozana juventud se fía;
mas ya mi corazón del postrer día
atiende el vuelo, sin mirar las alas.

¡Oh condición mortal! ¡Oh dura suerte!


¡Que no puedo querer vivir mañana,
sin la pensión de procurar mi muerte!

¡Cualquier instante de la vida humana


es nueva ejecución, con que me advierte
cuán frágil es, cuán mísera, cuán vana.

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3. Inútil y débil victoria del amor, en el que ya es vencido amante -
Francisco de Quevedo

El término barroco se aplicó por primera vez en el siglo XVIII a las artes plásticas. Hacía
alusión a un arte extravagante, recargado y dinámico que desafiaba los valores del
renacimiento.

Con el tiempo, ha llegado a valorarse el estilo recargado. De ello se desarrollan dos


grandes tendencias en este período: el culteranismo y el conceptismo. El primero,
abocado a las formas del discurso, es decir, al esplendor de estilo; el segundo, abocado
a la expresión de las ideas

El amor es otro de sus grandes temas y en estos versos el poeta señala las
contradicciones de los sentimientos de enamorado que, rendido, ve inútiles los
esfuerzos del amor por doblegarlo.

Mucho de valeroso y esforzado,


y viéneslo a mostrar en un rendido;
básteme, amor, haberte agradecido
penas, de que me puedo haber quejado.

¿Qué sangre de mis venas no te he dado?


¿Qué flechas de tu aljaba no he sentido?
Mira, que la paciencia del sufrido
suele vencer las armas del airado.

Con otro de tu igual quisiera verte,


que yo me siento arder de tal manera,
que mayor fuera el mal de hacerme fuerte.

¿De qué sirve encender al que es hoguera?


Si no es que quieres dar muerte a la muerte,
introduciendo en mí que el muerto muera.

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4. Soneto CLXVI - Luis de Góngora

Góngora (1561-1627) se inscribe en la línea del culteranismo, en el que destacó de tal


suerte que se acuñó el término gongorismo. En este soneto que presentamos, Góngora
repasa vívidas imágenes de la juventud y belleza lozanas de la mujer admirada, a quien
recuerda el deber de gozar de la vida, pues muy a pesar de cualquier esfuerzo, pronto
las virtudes de la juventud, como la vida misma, se verán convertidas en nada.

El autor sintetiza en este poema la representación de los grandes tópicos de la


literatura. En primer lugar, el collige virgo rosas, que se traduce como 'corta las rosas,
doncella' dirigidos concretamente a las mujeres jóvenes que han de aprovechar su
juventud. En segundo lugar, el carpe diem, que implica la valoración de cada instante.
En tercer lugar, y para dar fin al poema, Góngora introduce el tempo fugit, que recuerda
la inevitabilidad del paso del tiempo y de la llegada de la muerte.

Mientras por competir con tu cabello,


oro bruñido al sol relumbra en vano;
mientras con menosprecio en medio el llano
mira tu blanca frente el lilio bello;

mientras a cada labio, por cogello,


siguen más ojos que al clavel temprano;
y mientras triunfa con desdén lozano
del luciente cristal tu gentil cuello;

goza cuello, cabello, labio y frente,


antes que lo que fue en tu edad dorada
oro, lilio, clavel, cristal luciente,

no sólo en plata o viola troncada


se vuelva, mas tú y ello juntamente
en tierra, en humo, en polvo, en sombra, en nada.

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CONCLUSIÓN

El arte barroco en sus más amplias manifestaciones artísticas es un fenómeno


complejo
de índole social, político y religioso.

El barroco es la continuación al manierismo italiano que prevalece durante la primera


mitad del siglo XVI.

Si el manierismo comienza a usar los cánones clásicos con artificiosidad, el barroco que
le sucede abandona la serenidad clásica para expresar un mundo en movimiento y
agitación de los sentidos.

Por tanto, la tendencia del barroco es a la exageración y la ostentación.

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BIBLIOGRAFÍA

https://historia-arte.com/movimientos/barroco

https://www.culturagenial.com/es/barroco/#:~:text=B%C3%BAsqueda%20del
%20contraste,e%2C%20incluso%2C%20la%20literatura.

https://www.todamateria.com/barroco/

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