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“Sí, si es Maltrato” - Lic.

En Comunicación Social - UCSE

Infante Gadan, Santillán Silva, Gurman, CapellaPágina 1


“Sí, si es Maltrato” - Lic. En Comunicación Social - UCSE

ÍNDICE

INTRODUCCIÓN.......................................................................................................................3
DESARROLLO...........................................................................................................................4
CONCLUSIÓN............................................................................................................................7

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“Sí, si es Maltrato” - Lic. En Comunicación Social - UCSE

INTRODUCCIÓN
Antes de comenzar, resulta importante resaltar el hecho de que la escena
presentada por el equipo no es más que un conjunto de experiencias contadas en primera
persona y también donde fuimos simples espectadores o quizás, conspiradores, ante
nuestra inacción.
La actuación es un fiel reflejo de la realidad de muchos hombres y mujeres que
laboran en diferentes sectores. En esta ocasión se decidió optar por un escenario
determinado en una confitería. El motivo es que normalmente el espacio donde
concurrimos a disfrutar de un buen momento es donde otras personas, es decir, los
trabajadores, se encuentran en constante hostigamiento, y, es más, en algunas ocasiones,
terminamos siendo o conspiradores o inclusivo, maltratadores. Por supuesto no
negamos la posibilidad de ser también víctimas, pero esta vez, el foco no se presentará
en relación a este aspecto.
Las instituciones sociales son el marco donde se desarrollan las interacciones
cotidianas del hombre: profesionales, educativas, sociales y políticas. Por lo tanto
establece formalmente y estructuralmente las normas y las conductas esperables y
disfuncionales que circulan en el entorno y forman parte de la cotidianidad. 
Nuestra intención es visualizar la naturalización de conductas disfuncionales en
la sociedad. Estas conductas circulan a diario en nuestro entorno y forman parte de
nuestro transcurrir diario, lo que deriva en sufrimiento provocado por un mal
intercambio comunicativo cotidiano.

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DESARROLLO
Vivimos en una sociedad que se encuentra en constante conflicto. Dentro de la
cotidianeidad de la vida se naturalizan muchas situaciones que no deberían ser
naturalizadas, haciendo así posible perpetuar su existencia e instaurarlo como lo normal.
La colectividad hace que los hechos frecuentes y no posibles de denunciar, se vuelvan
en cierto punto, aceptados e incorporados. La realidad social está construida por ¨ la
influencia de otra influencia¨ y así infinitamente. Muchas veces tendemos a creer que
ciertos actos son normales porque están naturalizados, pero no lo son.
La cultura del lugar de trabajo, entendida como la combinación de valores,
creencias, comportamientos, actitudes y hábitos reflejados en la interacción de las
partes, no escapa de los escenarios de conflicto y es visiblemente negativa en cada
aspecto que a esta le da forma, en la mayoría de los casos.
Analicemos la relación Jefe-Empleada. Es claro que es el jefe es quién posee un
mayor rango y quién lidera las relaciones posibles. Esta autoridad es la persona que
tendrá razón y derechos sobre las interacciones sin importar la manera en la que
establezca las mismas. Esto, no es solo algo que se presente de dicha manera por
“sentido común”, es un consenso social. Pero ¿Acaso el consenso social acepta como
parte también la asimetría del buen trato?, bien, aunque es complejo brindar una
respuesta a dicha duda, podemos decir a grandes rasgos, que sí. Nuestros motivos se
sustentan en las palabras de los mismos trabajadores.
Citamos a continuación oraciones referidas hacia las relaciones y condiciones
empleador-trabajador:
- ¿Y qué quieres que haga?, no lo puedo mandar a la *****, ¿de dónde voy a
comer después?. -
- Si, está mal, pero ella es la dueña de la pelota, si ella me la quita se acaba el
juego para mí y para mi familia. -
- Hace años que lo conozco, el tipo hasta a la mujer la trata así, no es nada
personal, así se maneja el en todos lados. -
- Ya me tiene re podrida, pero si le contesto y me corre, ¿de dónde voy a sacar
laburo después?. –
- A mi me importa una *****, mientras conmigo se dirija bien, no es problema
mío, es problema de mis compañeros. –
- El día que le conteste como ella a mí, me quedo sin laburo. -
Cada oración refleja las condiciones de cada individuo, como a su vez su
aceptación/resignación hacia el orden de la realidad. Esto se vuelve necesario, en
términos vulgares “hay que agachar la cabeza” porque es el único modo de seguir
formando parte de un sistema que, a pesar de hacernos víctimas y victimarios, nos
advierte que no formar parte, sería peor.

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La dominación económica es uno de los factores más pesados en tanto a


aceptación del maltrato se hable, en este caso podemos notar como “quién pone la
plata” somete a quien la necesita. Sin embargo, queremos aclarar que la no reacción no
significa aceptación en sí misma, sino que es el desenlace de lo Instituido, de esa
necesidad de agachar la cabeza ante el que posea mayor jerarquía social, que en sí está
regida por las posesiones materiales, por el dinero. y, sobre todo, si se trata del Jefe.
La sociedad actualmente ha naturalizado e incrementado el nivel de violencia.
Este proceso de naturalización contribuye a seguir las normas sociales, como si se
trataran de fenómenos naturales necesarios o inmutables, en vez de considerarlo como
resultado de construcciones socio históricas, como productos de las prácticas humanas.
Las formas de trato, destrato y maltrato son cotidianas, pero poco visualizadas y
objetivadas. Es necesario tener en claro que el buen trato o trato asertivo se fundamenta
en interactuar con el otro percibiendo su entidad y derechos, y se percibe en
situaciones hasta en situaciones casi insignificantes, como por ejemplo agradecer un
servicio, tratar con respeto y amabilidad a todas las personas. 
El destrato o Mobbing (en el ámbito laboral, es decir este caso) es la indiferencia
al prójimo, ignorar deliberadamente lo que la otra persona es, piensa, siente y decide, en
el caso de la representación se puede observar un destrato por parte del empleador hacia
su empleada, en el momento en que esta lo saluda al entrar, y este la ignora por
completo.
Cuando hablamos del maltrato en la vida cotidiana, es la revelación de la
violencia social, este puede ser evidente o imperceptible, expresándose por medio de
agresiones sutiles o aparentemente inofensivas. Sin embargo, estas actitudes pueden
perturbar o desequilibrar emocionalmente o hasta enajenar a una persona, en la
representación existen diferentes tipos de maltrato, como el maltrato verbal y
psicológico, por parte del jefe hacia su empleada y al joven que pide comida, donde
también es posible notar los rasgos discriminatorios y acusatorios que se hayan en los
modismos que utiliza el empleador. 
Es importante remarcar que aunque la cliente no se dirigía de malas formas a la
moza, sino al contrario, era posible notar una relación de afinidad y amistad, fue parte y
conspiradora en el momento donde el jefe fue a increpar de mala manera a su empleada
al ritmo de la frase: “Escúchame chiquita atendé la gente y llévame las medialunas que
te pedí, si por charlar yo no te pago.”. El hecho de que ella no interfiriera y que la
trabajadora no se viera afectada o dijera algo a su amiga acerca de por qué no la
defendió es un claro ejemplo tanto de la indiferencia hacia las realidades que nos rodean
como de la naturalización y normalización a la apatía social y la dominación en las
estructuras de las relaciones laborales.
En el caso de la última escena, donde la moza atiende gentilmente a las palabras
del joven que solo pide una ayuda para poder comer algo, podemos encontrar un claro
ejemplo de lo que en los términos del libro “La conspiración de los maltratadores” es un
buen trato. La mujer reconoce como individuo poseedor de derechos al adolescente, y le
ofrece una predisposición correcta, a pesar de ser ella víctima de malos tratos constantes
exactamente en el mismo lugar.

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Es importante para nosotros recalcar las buenas formas que adherimos al


personaje del joven que pide comida, para desmitificar y particularizar algunas frases y
acepciones de la realidad de las personas que se encuentran en situación de calle,
víctimas constantes de malos tratos como agresiones físicas, discriminatorias y
denigrantes, por su sola condición asimétrica de posibilidades.

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CONCLUSIÓN
La realidad social actual es producto de las construcciones sociales que nos citan
a los inicios de las civilizaciones en el mundo y su recorrido hasta los tiempos que hoy
nos toca transcurrir. Lo que hoy conocemos no salió de la nada y se instauro
obligatoriamente en nuestras vidas, sino que fuimos parte de manera consiente, pero sin
analizar verdaderamente las consecuencias de lo que estábamos creando a futuro.
Hoy queremos concientizar mediante nuestra actuación de lo que constituye
nuestro día a día y la forma en la que vivimos, víctimas de nuestras propias decisiones y
por sobre todo, volviendo víctimas a terceros y a las nuevas generaciones a las cuales
instituimos como forma de vivir lo que nosotros mismos en charlas de carácter hipócrita
pero políticamente correcto, aborrecemos.
Queremos citar una frase a modo de cierre, debido a que su trasparencia nos
resultó acorde a lo oculto a gritos de la situación social que nos acontece problematizar:

“Si eres neutral en situaciones injusticia, has elegido el


lado del opresor.”
-Desmond Mpilo Tutu, un clérigo y pacifista sudafricano-

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