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Tema:

¿De qué voy a escribir?

Importancia de las emociones en la educación del niño.

Destinatarios:
¿A quién voy a escribir?

A toda la comunidad educativa.

http://www.revistadeeducacion.cl/amanda-cespedes-neuropsiquiatra-infanto-juvenil/

https://www.compartirpalabramaestra.org/actualidad/articulos-informativos/por-que-los-
espacios-seguros-son-criticos-en-las-aulas-de-hoy-en-dia

Finalidad:
¿Para qué voy a escribir?

Para comunicar la importancia de las emociones y como trabajarlas con el niño


en su proceso de enseñanza-aprendizaje.

Contexto:
¿En qué situación voy a escribir?

Académica.

Tipo de texto: Informativo.

Subtipo: Problema - Solución.

“Planteamiento: La importancia de que los educadores generen ambientes


seguros para los niños”.

Problema: Los profesores no generan ambientes seguros en el aula para sus


educandos.

Solución: Generar espacios armónicos y seguros para el aprendizaje


significativo de los niños y niñas.

Introducción: El texto trata principalmente sobre la importancia que tienen los


espacios o ambientes seguros para los educandos, en el trascurso de su
desarrollo personal, social y procesos de aprendizajes. Dando hincapié en
como los educadores deben facilitar herramientas para que los niños y niñas
puedan desenvolverse dentro del aula de una manera segura, donde además
se dé espacio a la calma, a la atención de los propios sentimientos y
emociones. Por lo que de este modo puedan adquirir aprendizajes y
experiencias lúdicas y significativas juntos a sus pares, logrando un óptimo
desarrollo integral.
Texto
La mayoría de los profesores no fomentan actividades que incrementen la
imaginación de los niños. Por lo que las salas de clases se han vuelto un lugar
poco seguro emocionalmente y motivador para ellos. No se dedica tiempo a la
música, el arte, los juegos, el movimiento y la creatividad. Lo que se vuelve
algo rutinario.
Los docentes no son capacitados para aprender sobre las emociones, es
importante incrementar la educación emocional tanto para ellos como guías o
mediadores del aprendizaje, como hacia los niños que son nuestra futura
generación.
El no enfatizar en las emocionas de sí mismo es perjudicial a la hora de querer
brindar conocimiento a los estudiantes. Ya que si uno no está bien o estable
emocionalmente, los niños no se sentirán seguros y podrán intuir que algo no
está bien, por lo que no adquirirán experiencias significativas que fortalezcan
su desarrollo integral en el aula y fuera de esta.
Por lo que Amanda Céspedes menciona en una de sus entrevistas para la
revista de educación, la importancia de la inteligencia emocional en los
procesos de enseñanza-aprendizaje. Además comenta que es un error
entregar y entregar contenidos a los niños sin haberse preocupado primero del
aspecto emocional.
Otro de los errores de los docentes y adultos a cargo de estos menores, es
fomentar el mal uso de los aparatos tecnológicos. Y si se puede usar la
tecnología digital, pero se tiene que saber usar para que esté al servicio de la
imaginación, de la creatividad, del desarrollo lingüístico y matemático. Esto no
es lo mismo que pasar a los niños una Tablet para que juegue, porque ahí él no
crea, no imagina.

En 1995, Sandra L.Bloom, MD, publicó su investigación, “Creating Sanctuary in


the School”, (Creando Santuarios en las Escuelas), en la cual describe el
proceso de crear espacios seguros y recuperar el ambiente para los niños.

Ella escribe, “Los niños no solo son capaces de aprender sin un contexto de
protección y seguridad. Pero para muchos niños hoy, ni sus hogares ni sus
escuelas son lugares seguros para vivir, mucho menos para aprender” Ahora
más de 20 años después, el incidente de las experiencias de adversidad en los
jóvenes y sus devastadores impactos solo ha incrementado y de ninguna
manera está restringido a ciertos grupos socioeconómicos o étnicos. El trauma
estudiantil se puede generar por violencia doméstica; física, sexual o abuso
emocional; pobreza; divorcio; o enfermedades mentales en los padres,
encarcelamiento, o una dependencia sustancial.

Tiffany Lane cree en los espacios seguros, los cuales llama también espacio de
llamados a mantener la calma, aprendizaje de soporte social y emocional,
ayudándoles a los niños a poner atención a sus sentimientos y aprender cómo
manejarlos. “No puedes esperar que los niños solo sepan cómo mantener la
calma”, dice Lane. “Nosotros como profesores podemos hacer nuestra parte
dándoles estas herramientas”.
Lane es una profesora en aulas de cuarto y quinto grado en la Faubion School
en Portland, Oregon, y ella es una gran promotora de los espacios seguros en
los salones. Pero, ¿qué son los espacios seguros exactamente? Lane los
describe como áreas donde los niños pueden elegir ir para calmarse, tomar
tiempo para procesar, o solo estar solos.

“Los espacios seguros pueden enseñar respeto, inclusión, empatía y a


recuperarse”.

Los espacios seguros no tienen nada que hacer con la culpa o la pena o la
marginalización. Estos están centrados en creer que todo el mundo pertenece.
“No hay una talla que encaje, al contrario es para cualquier niño,” dice la
profesora Tiffany Lane. “Todos necesitamos diferentes cosas.”

Aquí es donde la herramienta de administración de un salón práctico puede


hacer una gran diferencia en el bienestar de los estudiantes. Los espacios
seguros representan un cambio en el pensamiento educador desde que está
haciendo el niño para alterar el salón de clases a lo que puede causar la
conducta. Lori Sánchez, director de Master of Education Programs en
Concordia University, fue un profesor por muchos años. Ella ahora trabaja con
los futuros profesores en la universidad para entender e implementar espacios
seguros.

Para crear una experiencia positiva para todos, Sánchez recomienda tener un
diálogo abierto acerca de lo que significa tener un espacio seguro en clase,
cuando usarlo, y como reconocer si lo necesitas. Ella enfatiza que no es usarlo
como un castigo o una táctica de evasión, pero es una oportunidad. “Quiere
que los estudiantes sean capaces de elegir cuándo usar el espacio para que se
puedan auto-regular y luego volver para unirse a la clase o a la actividad
cuando estén listos,” dice Sánchez. “Todos los estudiantes deben saber que los
espacios seguros están disponibles para ellos,” ella agrega. “No es solo para
algunos”.

Conclusión: Para dar finalización a la lectura del texto, quiero enfatizar en que
es esencial generar espacios emocionalmente seguros para los niños y niñas,
ya que estos pueden enseñar el respeto, inclusión y empatía entre pares y
docentes a cargo. Lo que nos lleva a reflexionar sobre la importancia que tiene
la inteligencia emocional en los procesos de enseñanza-aprendizaje y en como
esta influye en desarrollo personal y social de los educandos. Por lo que es
primordial que los educadores brinden las herramientas necesarias para que
ellos y ellas reconozcan sus emociones y logren manejarlas, desarrollando
paulatinamente un autocontrol y conocimiento de sí mismos.

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