Licenciatura en Educacion
e Innovacion Pedagogica rm
Unidad 1
El no de la aventura
Para Satil Juarez
1 Borges, un chavo de la banda, decia que.la timidez es
algo con lo que uno tiene que aprender a vivir y —com-
pleto yo, en-muchos casos, a sobrevivir. '
Los timidos tenemos en comun el haber pagado por
adelantado un titipuchal de culpas, todas imaginarias; inventa-
das por una conciencia de delantai blanco o vestida con unifor-
me de policia. Digamos que siempre seremos sospechosos de
algo, quién sabe qué tan ruin o qué tan extrano.
Hay quienes han dicho que los timidos no estamos aptos_
para correr aventuras debido a que nuestra natural cortedad nos
impediria tomar los riesgos necesarios para llevar a buen térmi-
no cualquier empresa. Quién sabe, porque hay un punto en el que
la timidez se quiebra para convertirse, generalmente,'en osadia.
Este punto de ruptura es una rebelion ante la tirania
del miedo al ridiculo: esa pequeria tragedia que suele aconte-
£l no de la aventura O 23cernos en el momento menos oportuno y, lo peor, frente a otras
personas. Lo _avisa el silencio de los otros y lo confirman sus
risas: el sonrojo es su marca y el escape su unica y fiel tenta-
ci6n. Asi, cuando se supera este temor, aunque sea por acci-
dente, casi siempre estamos a punto de iniciar una ‘aventura
aunque, lo mas seguro, sera secreta, virtualmente intima.
De ahi que_las mejores aventuras para _un timido sean
las que no tienen ni nombre ni firma. Me pregunto si esta cir-
cunstancia podria explicar el antifaz de, digamos, el Llanero So-
litario o fa mascara de Batman o algtin pasamontarias que anda
suelto por ahi. éSera que los héroes son, también, timidos?
éSera que hemos pagado tantos pecados por adelanta-
do que, cuando nos cansamos, se_nos ocurre ajustar cuentas
con ese policia que llevamos dentro y, de paso, con los otros,
con aquellos que nos pusieron apodos, nos reprobaron, nos re-
clamaron no estudiar mas, nos pegaron colitas de papel en don-
de la espalda pierde su_ buen y santo nombre, es decir,
nalgas; pérsonajes del oprobio que nos cobraron las tortas que
no_nos comimos, sedujeron_a Jas mujeres que mas nos gusta-
ban y anularon el gol de ultimo minuto que nos hubiera hecho
sentir no distintos, sino semeijantes a ellos?
A veces, la aventura es una rebelién, un “no” con una
“o" grande, redonda y contundente; sonora y desvergonzada.
Jubilosa.
“Yo he escuchado ese “jno!" sdlo dos veces en mi vida;
sin embargo, esas Ilamadas han sido irresistibles. Quizas fue el
comienzo de mi carrera delictiva.
Pensé en ello mientras marcaba el nimero del gerente
del banco desde mi punto de observacién: un local en Ja esquina.
24 Ml Gerardo Amancio« De hecho no podia-verlo muy.bien a pesar de-los binocu-:
lares; alcanzaba a distinguir parte de su nuca.y de su cuello
blanco. No su corbata ni su.semblante; pero me bastaba con su
yoz,-al principio escéptica_y, después, francamente_nerviosa,
sobre todo, después de comprobar la posicién de los frascos
colocados en las ventanas exteriores.
Eran tres recipientes pequenos, pero de un. poder formi-
dable porque. fueron cargados con nitroglicerina; eso fue lo que
le dije al gerente, un hombre calvo, bajito y de bigote recortado.
Sin embargo, el asunto'no terminaba ahi porque ¢de
qué servirian sin un detonador? Por ese motivo-le solicité de la
manera mds.atenta que mirara: hacia-el edificio. de enfrente
para que descubriera a micompanero, situado exactamente en
la terraza del cuarto. piso y muy, aplicado en apuntar con un ri-
fle con mira telesc6pica-a uno de los tres frascos: la explosion
derrumbaria, seguramente, el edifico entero. i
Bueno: si, acepto que ‘todo-el-asunto es rebuscado,
como la vez-en que usé peluca por primera vez. Fue.a propésito
de hacerme pasar por mi amigo Ernesto para presentar un exa-
men final por.él. Lo.que sucede es que fue muy convincente: de
no pasar el examen extraordinario de Probabilidad y Estadisti-
ca Dos; su padre seguramente lo-enviaria a repetir’ toda la
prepa en una escuela militarizada. Ernesto no soportaba la sim-
ple idea de cortarse al rape una cabellera que le costé cuidar
tres arfios, que le.otorgé toda una personalidad entre la banda
de cuates y las chavas Avidas de emociones: fuertes, como
dejarse dar una vuelta por la colonia a cien o mas por hora en
su moto. : . :
Lo peor es que, para Neto; sumar dos-mas dos siempre
£l no de la aventura @ 25le cuadraba en cincg Ahora que, de una _u otra mariera, me
converti en el responsable de su educaciéri,_o sea, a cambio de
hacerle sus examenes:me _protegia de cualquier atentado con-
tra_mi_persona_y dignidad_por parte de. los miembros de la
porra. Eso si, de lo unico que no me pudo salvar fle de mi apo-
do. La Gallina, cuyo origeny y pertinencia siempre fue _un_mis--
terio para mi.
En otras palabras... lo converti en el Frankenstein dela
ignorancia y yo en-el virtual responsable.de la pérdida de tres
afios de su vida, sin olvidar su largo y negro cabello.
Digamos, también,'que salimos de.ésa por los pelos, de
la misma manera en que esperaba salirmé con la mia a la hora
de embaucar, i rente,“quien ya habia mandado Ila-
mar a.una cajera morena que,-de acuerdo alo que pude ver con
los binoculares, estaba cambiandole un cheque a un viejito.
Como que puso cara:de ay Dios mio; cuando el-gordito
empez6-a manotear frente a ella, sefialando al edificio de en-
frente. Entonces su cara cambio! a day de eme da permiso de ir al
bario?. « - 4
Parece que si se lo dio, porque salié corriendo con una
mano en-la boca. - 2
También tuve esa sensacién de nausea aquella mariana
en que me probé !a peluca dela mama de Neto, limpiamente
sustraida de su recamara con sigilo e inipudicia cuando se en-
contraba dormida. \oudea era narecerme lo mas posible amy
laria_mis rasgos con unos _anteojos oscuros_y afiadiria_una
chamarra que el Neto siempre usaba.
Por si acaso, llevaria conmigo el permiso de manejar
26 & Gerardo Amancio *vencido de mi_complice y canchanchan. Pero, entre todos los
preparativos, el que me falt6 fue estudiar. Ni modo, se me olvid6.
Recuerdo que metimos todo én: una-bolsa y salimos
para la escuela; igualmente, tenia miedo, rio sé si de hacer lo
que ibaa Hacer o de arreperitirme. Pensé que !as gallinas tam:
bién se enojan de vez en cuando y hacen cosas raras.
“Otra vez él ridiculo'estaba Gerca. Ademas ya alguien ha
dicho por ahi que Io'malo no es ser ladrén, sino que lo pesquen.
Debia poner atericién a‘ mi tared:: la cajera regresé
palida pero un poco'mas ‘compuesta’ Volvi a marcar él ntimero’
del gerente para ‘pregiintarle si'ya habia puesto en anteceden-
tes a la muchacha,lo que ificluia la instruccion de ‘transportar
el dinero en bolsas de mandado. : ‘
Algo debio: haber pasado ‘porque treinta segundos
después un muchacho encérbatado y en mangas dé camisa
sali6 corriendo de la-sucursal. Cinco minutos después regres6
con dos bolsas grandes de ixtlé. an
Casi estaba consumadd. Sélo‘faltaba que la muchacha
saliera con el botin. Estaba sintiendo casi lo mismo que hacia
muchos anos, cuando términaba de contestar la ultima pre-
gunta de aquel examen, luego de haber burlado al encargado
de _cuidar el grupo, quien habia aceptado mi identificacion con
un poco de escepticismo; igtial’ queé’salir ileso de la ronda que
Ja maestra Escalante habia hecho a‘la-mitad del examen.
Sudaba:‘La-media que me habia: colocado én la cabeza
me apretaba como‘un par de’férceps. No aguantaba la chama-
rra ni el calor, ‘ni la’ vergiienza porque crealmenieestaha enga-
Fando a alguien? . a
La mujer salié a la calle. Miré a ambos lados de la avé-
El no de la aventura m 27nida tratando, de no leyantar Ja.vista hacia, la terraza desde
donde mi cémplice apuntaba- a Jos, frascos, de :nitroglicerina.
Como si estuviera huyendo; empezo a’ caminar apresurada-
mente hacia Santo Domingo.,En algun momento casi se fue de
bruces, cuando uno, de sus tacones se > ators, ‘en un hoyo de la
acera. 8 Looe,
, Pobre, tendria el fundado temor de que alguien la asal-
tara, algo que, de una u otra forma, sucederia tarde,o temprano.,
Me habria gustado poder decirle que no tuviera miedo,
que no hay que temer a los-obedientes muriecos que, sin :pes-
tariear, pueden_apuntar_con_un ‘palo. de escoba_ pintado _de
negro a tres frasquitos Ilenos de agua; tampoco a les timidos
Que juegan a asaltar bancos y hacer exdmenes por otros.
Le habria contado muchas cosas,,aunque no le /hubieran
importado; por ejemplo, que Ernesto jamas en-su vida tuvo-que
pisar.una escuela, militarizada. y, que,- alejado, de. mi:mala in-
fluencia aprendi6 é a estudiar por si.
reto, eljuego dela aventura. jee ta
no Sabia que tarde o temprano me atraparian, pero habia
perdido el miedo. Antes de darle alcange y tocar-levemente su
hombro para que se-detuvierg, pedirle que dejara las bolsas en
el piso y siguiera caminando, sin mirar para atras, no. podia de-
jar de preguntarme_algo aparentemente insignificante y que
siempre acudia a mi mente al recordar lo que sucedi6,después
de aquel examen: desde aquel dia, por alguna razon que no al-,
canzo a comprender,-para los demas dejé.de ser La Gallina para
convertirme en E! Pelucas, indicio de que no hay crimenes
perfectos. .
28 ™ Gerardo Amancio