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Existe una gran variedad de ellos, debido a la complejidad que representa cada procedimiento
quirúrgico, estos se encuentran íntimamente relacionados con los procesos de sanación de los
mismos por los que resulta necesario identificar los tipos de suturas que se realizan después de un
procedimiento quirúrgico, para el cual se utilizan diferentes tipos de suturas y tipos de hilo.
Debemos conocer los diferentes tipos de antisépticos y desinfectantes usados en el quirófano para
realizar una operación en las condiciones sanitarias ideales para el paciente y también las
condiciones en las que podemos usar cada uno de estos.
Se detalla a groso modo algunas de las pociones mas utilizadas en el quirófano; el presente álbum
intenta abarcar de forma compleja y resumida algunos de los instrumentos quirúrgicos, antisépticos
y desinfectantes usados, suturas y sus características, métodos de esterilización que existen y sus
especificaciones, cualidades de los anestésicos brindados a los pacientes; todo esto se detalla a
continuación.
INSTRUMENTOS BÁSICOS QUIRURGICOS
Según su composición
Acero inoxidable: el acero inoxidable es una aleación de hierro, cromo y carbón; también
puede contener níquel, manganeso, silicón, molibdeno, azufre y otros elementos con el fin
de prevenir la corrosión o añadir fuerza tensil. Los instrumentos de acero inoxidable son
sometidos a un proceso de pasivación que tiene como finalidad proteger su superficie y
minimizar la corrosión.
Tipos de terminados:
El terminado de espejo es brillante y refleja la luz. El resplandor puede distraer al cirujano o
dificultar la visibilidad. Tiende a resistir la corrosión de la superficie.
El terminado adonizado es mate y a prueba de resplandor. Para reducir el resplandor se depositan
capas protectoras de níquel y cromo, en forma electrolítica; a esto se le conoce como terminado
satinado. Este terminado de la superficie es un poco más susceptible a la corrosión que cuando está
muy pulida, pero esta corrosión con frecuencia se remueve con facilidad. El terminado de ébano
es negro, lo que elimina el resplandor; la superficie se oscurece por medio de un proceso de
oxidación química. Los instrumentos con terminado de ébano se utilizan en cirugía láser para
impedir el reflejo del rayo; en otras operaciones, brindan al cirujano mejor color de contraste ya
que no reflejan el color de los tejidos.
Tijeras de Littauer
Pinza Judd-Allis
Las pinzas Allis suelen tener las ramas
curvadas ligeramente. La terminación
de las ramas es una fila de pequeños
dientes dispuestos transversalmente y
justamente estos dientes son lo que las
caracterizan. Estas pinzas se usan para
aguantar y sostener vísceras o bordes
de piel, etc. Estas pinzas ejercen una
presión moderada en los tejidos y por
lo que son consideradas atraumáticas.
(Instrumental Quirúrgico. 2016).
Pinzas foerster
Pinzas foerster rectas
Las pinzas Foerster tienen la
particularidad de llamarse también
pinzas de aro, ya que precisamente en
el extremo de sus mandíbulas en lugar
de tener puntas lisas o con dientes,
están compuestas en cada extremo por
unos aros que cumplen la función de
sujetar muy bien cualquier material
quirúrgico como lo puede ser una gasa.
Pinza mixter
Separador de Farabeuf
Separador de Deaver
Separador Volkmann
Separador Balfour
De síntesis
Porta agujas
Los porta-agujas agarran la aguja entre
garras especialmente diseñadas,
incluyendo frecuentemente un cierre
dentado para mantener la aguja
agarrada con tensión. Son dirigidos
mediante movimientos de prono-
supinación del antebrazo (OCM. 2014).
De campleo
Clamps Bakey
Pinza clamp vascular de satinsky
oclusión tangencial, empleada para
tomar los vasos o los órganos sin
agredirlos, empleado en cirugía de
tórax, en fistulas arterio venosas
(Catálogos para proveedores de salud.
2019).
Clamps Cooley
Es un tipo de clamp utilizado en
cirugías para venas y pediatría, puede
ser curva, y de tamaños que van entre
82mm a 17cm, caracterizada por el
dentado de Cooley (HEBU-
MEDICAL. 2021).
De aspiración
MATERIAL NECESARIO
Caja instrumental pequeña de cirugía general:
4 Mosquitos: 2 curvos y 2 rectos.
4 pinzas Criller.
4 pinzas Pean.
4 coger: 2 con dientes y 2 sin dientes.
2 disectores: 1 grande y 1 pequeño.
2 pinzas de Allis.
1 Duval.
2 pinzas de Babcock.
3 portatorundas.
2 mangos de bisturí.
3 tijeras: 1 de Mayo recta (suturas), 1 de Mayo curva (suturas) y 1 de Metzenbaum (tejidos).
4 pinzas de disección: 2 con
dientes y 2 sin dientes.
2 portaagujas.
5 separadores: 2 Farabeuf y 3
Roux (1 pequeño y 2
grandes).
2 Volkmann.
2 Langenbeck.
2 cápsulas.
Bisturí eléctrico.
1 hoja quirúrgica estéril de acero al carbono de un solo uso del nº 23.
Suero fisiológico al 0,9%, solo para irrigar, no inyectar.
Malla de polipropileno, no absorbible.
Sutura quirúrgica de polipropileno, monofilamento, no absorbible (2/0, trocar),
Grapadora.
Un apósito quirúrgico autoadhesivo estéril (pequeño, 9×15 cm).
Banda adhesiva (vendaje compresivo).
Presentaciones
El compuesto más usado es la povidona yodada (polivinil pirrolidona). Las presentaciones
disponibles en el mercado son: povidona yodada en base acuosa con concentraciones entre 5 y
10% (esta última, la más utilizada, contiene un 1% de yodo disponible o libre), solución de base
alcohólica (etanol 70% combinada con povidona yodada 10%) y solución jabonosa de povidona
yodada con 7,5-10% (la povidona yodada al 7,5% es la más empleada).
Aplicaciones y modo de empleo
1. Antisepsia de piel: pequeñas heridas, erosiones, quemaduras leves y rozaduras, solución
acuosa. Se debe lavar y secar la piel y, posteriormente, aplicar sobre la zona afectada. Es
recomendable tapar la zona tratada con una gasa.
2. Preparación de la piel para punciones venosas o intervenciones quirúrgicas6-8.
3. Aplicar sobre la piel sana, limpia y seca hasta humedecer la zona. Posteriormente, dejar
secar la aplicación, no es necesario frotar.
4. Lavado de manos3,5. Solución jabonosa. Aplicar y frotar 3-5 min hasta obtener espuma;
posteriormente, aclarar con abundante agua o con una gasa estéril empapada en agua.
Precauciones y efectos secundarios
Debe evitarse el uso regular o prolongado de este medicamento en niños menores de 30 meses,
pacientes con quemaduras de más del 20% de la superficie corporal, heridas grandes o abiertas,
insuficiencia renal o hepática, trastornos tiroideos y en pacientes a tratamiento con litio. Si es
necesario el uso prolongado de povidona yodada o deba aplicarse en quemaduras o áreas extensas
de la piel, deberá monitorizarse la función tiroidea. No se debe aplicar en ojos, oídos o mucosas.
No se debe aplicar povidona yodada con productos que contengan derivados mercuriales, ya que
se forman compuestos irritantes.
Clorhexidina
La clorhexidina es un compuesto catiónico clorofenil biguanida, perteneciente al grupo químico
de las biguanidas. Se trata de una base fuerte, poco soluble en agua, por lo que se utiliza en forma
de sal (diacetato, diclorhidrato y digluconato). De las 3, la más soluble en agua y alcoholes es el
digluconato de clorhexidina.
La clorhexidina difunde de forma pasiva a través de las membranas celulares bacterianas. Dentro
de la célula, altera la permeabilidad de la membrana e inhibe las enzimas del espacio periplásmico.
A concentraciones más elevadas provoca la precipitación de proteínas y ácidos nucleicos.
Sus principales ventajas son su rápida acción germicida y su efecto residual prolongado (entre 6 y
48 h). Es un antiséptico muy seguro, cuya absorción a través de la piel es mínima, además, si se
absorbe, la eliminación es renal o a través de la bilis, sin metabolitos intermedios.
Espectro
Presentaciones
Clorhexidina alcohólica.
Clorhexidina acuosa.
Clorhexidina jabonosa.
La concentración de clorhexidina en cada uno de ellos oscila entre el 0,5 y el 4%. Además, existen
colutorios de clorhexidina con una concentración entre el 0,12 y el 0,2%, y también toallitas
impregnadas de clorhexidina. La clorhexidina alcohólica combina la rapidez en el inicio de acción
del alcohol (inmediato) con el efecto residual de la clorhexidina.
Es incompatible con los derivados aniónicos (como los jabones), ya que es un catión y precipita a
pH superior a 8 en presencia de aniones. Debe evitarse el empleo con otros antisépticos (excepto
con otros compuestos catiónicos, como pueden ser los amonios cuaternarios).
Los efectos secundarios más frecuentes son la irritación de la piel o la mucosa sobre la que se
aplica. Puede producir reacciones de hipersensibilidad o fotosensibilidad. No aplicar sobre el ojo
ni el oído medio, tampoco sobre estructuras neurales. No debe emplearse para realizar técnicas
como la punción lumbar por riesgo de irritación meníngea. A pesar de que se consideró
contraindicado en neonatos, actualmente se emplea en este grupo de población, sin observarse
mayor riesgo de efectos adversos.
Triclosán
Espectro
Eficaz frente a bacterias grampositivas (incluyendo a Staphylococcus aureus [S. aureus] resistente
a meticilina) y menos frente a bacterias gramnegativas (no activo frente a Pseudomonas
aeruginosa [P. aeruginosa]). Activo también frente a micobacterias y levaduras; sin embargo,
apenas es eficaz frente a hongos filamentosos4. La actividad frente a gramnegativos y levaduras
aumenta al combinarse con ácido etilendiaminotetraacético.
Su principal aplicación es el lavado de manos, con formulaciones unidas a jabones, con una
concentración entre el 0,2 y el 0,5%.
No causa irritación. Su efectividad puede verse afectada por el pH y los surfactantes base,
emolientes y humectantes. Actualmente se recomienda evitar los jabones de triclosán debido al
riesgo de emergencia de resistencias y dudas acerca de su impacto ambiental3.
TensioactivosAniónicos o jabones
Se trata de compuestos de amonio en los que el átomo de nitrógeno presenta 4valencias sustituidas
por radicales alquil o heterocíclicos y una valencia sustituida por un radical sulfato o similar. Se
presentan en forma de sales. Son sustancias solubles en agua y en alcohol. Su acción se ve inhibida
por las proteínas. Actúan inactivando enzimas y desnaturalizando proteínas citoplasmáticas
esenciales para el microorganismo. Su actividad es mayor en medio alcalino. Es activo en
presencia de sangre.
Espectro
Tienen efecto bactericida para bacterias grampositivas y gramnegativas (mayor actividad frente a
grampositivas). Su espectro incluye hongos y también virus lipofílicos. No actúan frente a
micobacterias ni esporas4.
Aplicaciones
Peróxido de hidrógeno
Espectro
Presentaciones
No usar en cavidades cerradas pues existe riesgo de provocar lesiones tisulares o embolias
gaseosos. No usar combinado con agentes reductores, yoduros u oxidantes fuertes. Debido a su
corta duración de acción, no se recomienda su empleo como único antiséptico. En soluciones
concentradas puede producir quemaduras irritantes en la piel o mucosas. Evitar el contacto con los
ojos.
Los iones Ag+tienen un fuerte efecto antimicrobiano: se unen a las paredes bacterianas,
provocando la rotura de la pared, se unen a las enzimas bacterianas e impiden que estas realicen
su función, y se unen al ADN bacteriano, interfiriendo con la división y replicación celular. El
compuesto más empleado es la sulfadiazina argéntica.
Espectro
La sulfadiazina es bacteriostático (inhibe la síntesis ácido fólico) y, como hemos visto, el ion
Ag+es bactericida. La sulfadiazina argéntica actúa frente a bacterias grampositivas y
gramnegativas, particularmente frente a S. aureus, P. aeruginosa, Aerobacter
aerogenes y Klebsiella pneumoniae, también frente a hongos como Candida spp.
Presentaciones
Los compuestos de sulfadiazina argéntica y nitrato de cerio presentan riesgo de insuficiencia renal
y hepática, así como de lesiones del parénquima hepático. Debemos evitar su aplicación en lesiones
de gran superficie o abiertas, especialmente úlceras. Además, existe riesgo de reacciones cutáneas,
como el síndrome de Steven Johnson o la necrólisis epidérmica tóxica. Existe riesgo de
decoloración cutánea con la luz solar.
Mercuriales
Son compuestos derivados del mercurio y se han utilizado ampliamente durante años, pero debe
tenerse en cuenta que los derivados mercuriales inorgánicos son sumamente tóxicos produciendo
reacciones de hipersensibilidad y los derivados orgánicos tienen una débil actividad bacteriostática
y fungostática, y son inactivos frente a virus, micobacterias y esporas. Si se aplican en superficies
extensas de la piel y se absorben, pueden producir problemas a nivel renal. Otro inconveniente es
que se inactivan en presencia de materia orgánica. Han sido superados por otros productos para su
utilización como antisépticos (Río-Carbajo, L. 2018).
Los desinfectantes intervienen en algunas etapas de la vida microbiana. Los mecanismos de acción
desinfectante son complejos. La acción puede ejercerse principalmente sobre una función
comprometiéndose luego otra, algunas veces reversible y otras irreversible. Dentro de los
principales mecanismos de acción de los desinfectantes se encuentran:
Este aspecto establece una base para relacionar las características de calidad y actividad del
producto. Las características por analizar son:
ÁCIDOS
Dos representantes de este grupo son el ácido acético medicinal y el ácido bórico.
Ácido acético medicinal: Se trata del ácido acético glacial diluido al 33% con agua
destilada, que al 5% es bactericida y a concentraciones inferiores bacteriostático. Según la
concentración tiene diferentes usos. Así, al 0,25-1%, se usa para realizar irrigaciones
vaginales en el tratamiento de infecciones producidas por Candida,
Tichomonas y Haemophilus; al 1%, en apósitos y vendajes quirúrgicos; al 0,25%, para
irrigaciones de la vejiga; al 5%, en quemaduras extensas, y al 2%, en alcohol de 70º para
tratar otitis externas causadas por Candida, Aspergillus y Pseudomonas. Puede resultar
irritante y se debe manipular con precaución, sobre todo al aplicarlo sobre mucosa (vagina)
o sobre quemaduras.
Ácido bórico: Tiene acción antiséptica débil, al 5% es bactericida y a concentraciones
inferiores bacteriostático, también es antifúngico. Se utilizaba como antiséptico al 0,1-5%
en heridas y quemaduras, pero actualmente está en desuso por los problemas de toxicidad
que puede presentar su absorción sistémica, sobre todo en niños. Un antiséptico debe
poseer un amplio espectro antimicrobiano que abarque bacterias grampositivas, bacterias
gramnegativas, hongos y virus.
Se emplea al 2-5% en alcohol de 60º (una formulación típica es el alcohol boricado a
saturación) en otitis externas y otorreas y durante cortos períodos de tiempo. El Consejo de
Comunidades Europeas limita su concentración a 0,5% en colutorios para higiene bucal, al
5% en talcos y al 3% en otros preparados. En la etiqueta debe constar «no utilizar en niños».
ALCOHOLES
Los representantes de este grupo son dos productos bactericidas de potencia intermedia, el alcohol
etílico y el alcohol isopropílico. No son activos frente a esporas (no deben utilizarse en
desinfección de material quirúrgico o dental), y en lo que respecta a hongos y virus su actividad es
variable, aunque son eficaces sobre la mayoría de microorganismos presentes en la piel. El
mecanismo de acción es por desnaturalización de las proteínas plasmáticas (FONT, E. 2001).
Ambos alcoholes son inflamables y sus aplicaciones de forma continua pueden resecar la piel. La
inhalación de sus vapores puede causar mareo, vómitos y dolor de cabeza.
ALDEHÍDOS
AGENTES OXIDANTES
BIGUANIDAS
Se utiliza ampliamente como antiséptico de piel y mucosas ya que presenta muy pocas reacciones
de hipersensibilidad, es un bactericida relativamente de amplio espectro, con acción rápida y baja
toxicidad sistémica, aunque antes de proceder a una antisépsia con clorhexidina debemos aclarar
correctamente la piel y mucosas, porque se inactiva en presencia de jabones y detergentes
aniónicos. No se debe aplicar en ojos ni orejas ya que es ototóxica. El alcohol aumenta su eficacia
y el pH idóneo es el neutro o ligeramente alcalino. Existen diversas sales de clorhexidina, el
gluconato, el acetato y el diclorhidrato, aunque la más utilizada es el gluconato de clorhexidina.
Sus usos son los siguientes: al 0,5% en etanol o isopropanol de 70º para desinfección preoperatoria
de la piel; en solución al 0,05%, en agua para desinfección de heridas y quemaduras, y las
soluciones al 0,02% para conservar material estéril (con 0,1% de nitrito sódico como
anticorrosivo). Las pastillas contra la tos son al 0,05%; para enjuagues bucales, al 0,2% (actividad
antiplaca dental); para las irrigaciones oculares, al 0,25%; para las irrigaciones de vejiga, al 0,02%,
y en glicerina al 0,05% para lubricar catéteres. Como emulsión al 4%, junto con un agente
espumante no iónico, se utiliza para el lavado prequirúrgico de manos y como antiséptico general
para profilaxis. Otras biguanidas menos utilizadas son la alexidina y las polihexametilenbiguanidas
(FONT, E. 2001).
DERIVADOS CLORADOS
Los derivados del cloro basan su acción en la liberación lenta de cloro activo.
Un compuesto orgánico del cloro es la cloramina T o tosilcloramida sódica, menos activo que el
anterior al liberar cloro más lentamente pero menos irritante para la piel. Se utiliza para irrigaciones
vaginales en solución caliente de 1-5 g/l; en desinfección de material quirúrgico, al 0,5%; en lavado
de heridas, al 2%, y en desinfección de manos, al 0,25-0,5%.
Otras moléculas orgánicas con cloro son la halazona, la succinclorimida y la clorazodina. Los
derivados clorados se utilizan para potabilizar el agua. La cantidad que se debe adicionar
corresponde a 1 mg de cloro activo por litro de agua (FONT, E. 2001).
El yodo metaloide posee un espectro de acción muy amplio y potente, abarcando bacterias, virus,
hongos y levaduras y con actividad moderada frente esporas y micobacterias. Penetra en la célula
y libera el yodo. Pierde actividad en presencia de sangre y pus. Como tal, es muy poco soluble en
agua.
Iodóforos: Son complejos moleculares que contienen yodo, como la povidona yodada
(contiene entre el 9 y el 12% de yodo disponible), que mancha menos la piel y es menos
irritante que los diferentes tipos de soluciones que contienen yodo, aunque es menos eficaz
al liberar el yodo lentamente y no se descartan reacciones de sensibilización en personas
sensibles al yodo. El yodo liberado actúa por medio de reacciones de oxidación-reducción
alterando moléculas vitales para la supervivencia de los microorganismos como lípidos,
proteínas, almidón, glucosa, etc. La disolución aumenta la liberación del yodo, de modo
que las soluciones acuosas al 10% son útiles en la desinfección de heridas y quemaduras,
en las soluciones alcohólicas a la misma concentración en piel intacta como en zonas de
punción y en la solución jabonosa al 7,5% para lavados quirúrgicos de las manos. En
irrigación de zonas sépticas se utilizan disoluciones entre el 2 y el 10% en suero fisiológico;
también existen comercializadas pomadas al 10% (FONT, E. 2001).
Se ha observado que las soluciones menos concentradas poseen más actividad
antimicrobiana. No se debe utilizar en grandes quemados (puede absorberse e inducir
toxicidad renal) ni junto con derivados de mercurio (puede formar precipitados muy
tóxicos).
Iones yoduro: En forma de soluciones, como la solución alcohólica diluida de yodo,
también llamada alcohol yodado o tintura de yodo mitigada. Al 2% es una solución de yodo
metaloide en alcohol de 50º; al 2,5%, es de potasio yoduro, que aumenta la solubilidad del
yodo y la estabilidad de la solución. Se utiliza para desinfectar la piel en úlceras, heridas y
quemaduras o en infecciones cutáneas producidas por hongos (Tinea capitis, candidiasis
orales y vaginales) y por bacterias. Otra es la solución alcohólica concentrada de yodo, al
6,5% en alcohol de 90º y 2,5% de potasio yoduro, utilizándose como desinfectante de
objetos inanimados. En soluciones acuosas al 2% de yodo, se usa para desinfectar
abrasiones y heridas (al 0,1%, para irrigaciones). Con glicerina al 2%, se usa para asepsia
de membranas mucosas (FONT, E. 2001).
Derivados del yodo: Como el yodoformo (triyodometano) que, al ponerse en contacto con
los líquidos orgánicos, libera el yodo y se utiliza como antiséptico local para el tratamiento
de úlceras, heridas y quemaduras. Es incompatible con álcalis, agentes oxidantes, sales de
plata y mercurio. Otro derivado es el vioformo (clioquinol), incompatible con agentes
oxidantes y con el aluminio y sus sales cuando se formula en cremas acuosas. Posee
propiedades antifúngicas y antibacterianas y se usa como antiséptico de eccemas,
quemaduras y úlceras varicosas (FONT, E. 2001).
DETERGENTES CATIÓNICOS
Son de acción rápida y amplio espectro. Utilizados en las dosis establecidas no son irritantes, pero
tienen algunos inconvenientes, como la formación de una capa superior polarizada al aplicarlos
sobre la piel, con mucho poder bactericida y en la que pueden crecer microorganismos por debajo.
Pierden su eficacia antiséptica al ponerse en contacto con gomas, material poroso y algunos
plásticos, ya que son absorbidos por estos materiales. También se debe tener la precaución de
utilizar un antioxidante si se quiere desinfectar instrumental metálico (FONT, E. 2001).
COLORANTES
Están casi en desuso. El representante es la violeta de genciana o cristal violeta, derivado del
trifenilmetano, con acción bactericida frente a bacterias grampositivas y sobre algunos hongos
como Candida. No posee actividad sobre esporas ni sobre micobacterias. Se utiliza en micosis
cutáneas al 0,02-1% en solución acuosa o alcohólica (FONT, E. 2001).
FENOL Y DERIVADOS
El fenol (ácido fénico) ya no se utiliza en la asepsia de la piel por ser muy irritante y presentar
problemas de olor y de toxicidad. Sólo se emplea en desinfección de excrementos al 5% y en
desinfección de material y de superficies con uso limitado. Es bactericida (1,5%,
aproximadamente) y bacteriostático a menores concentraciones (entre el 0,02-1%), actuando
también frente algunos hongos y virus, pero no tiene acción sobre esporas.
Existen muchos derivados del fenol: los alquilfenoles (timol, cresol, xilenol), los bifenoles
(triclosan), nitrofenoles (ácido pícrico), fenolsalicílicos (ácido salicílico), fenoles con halógenos
(hexaclorofeno) y polifenoles (resorcina, guayacol) (FONT, E. 2001).
DERIVADOS DE PLATA
Los preparados de plata, junto con los de mercurio, fueron pioneros en el campo de los antisépticos
y se habían usado ampliamente. Actualmente se prefiere utilizar moléculas menos tóxicas.
DERIVADOS DE MERCURIO
Las sales inorgánicas de mercurio, como el mercurio bicloruro o los óxidos de mercurio, están casi
en desuso y restringidos a causa de su toxicidad. Por ello, se utilizan los derivados
organomercuriales como el tiomersal o el mercurocromo para minimizarla, aunque son
bacterisostáticos y fungistáticos de baja potencia y no se descartan efectos de sensibilización ni
absorción sistémica si se aplican en zonas extensas de la piel (FONT, E. 2001).
Agujas quirúrgicas
Los parámetros más importantes en una aguja quirúrgica de sutura son los siguientes:
1. Penetración.
2. Agudeza/geometría de la aguja.
3. Resistencia al doblado.
4. Resistencia a la rotura (ductilidad).
Otro factor importante es la aleación de la que están hechas, que determinará sus propiedades.
1. Penetración: La aguja debe causar el mínimo trauma al penetrar el tejido. Para ello debe tener
recubrimiento de silicona que reduce significativamente la fuerza necesaria para que la punta
penetre el tejido y para que el cuerpo lo atraviese. Además, una buena aguja debe tener
capacidad de penetración inicial y repetida. La capacidad de penetración inicial indica la
facilidad con la que la aguja atraviesa los tejidos en el primer punto y la capacidad de
penetración repetida evalúa este mismo parámetro cuando ya se han realizado 10 puntos con
esa misma aguja (B, Braun. 2020).
2. Agudeza: La agudeza o afilado de la aguja viene determinado por:
Geometría de la punta.
Ángulo del filo en las agujas cortantes.
Ángulo de la punta en las no cortantes.
Las agujas más afiladas requieren menos fuerza, lo que significa menos trauma para el
tejido y menos deformación de la aguja.
3. Resistencia al doblado
La resistencia al doblado es otro parámetro clave. La aguja no se debe doblar cuando pase por
los tejidos. Si la aguja se dobla:
Se puede provocar trauma de los tejidos.
Se pueden lesionar los tejidos circundantes.
Se realiza el punto en un sitio no adecuado.
La ductilidad es un aspecto importante que se relaciona con la seguridad, ya que una aguja rota
significa un fragmento libre que puede ser un cuerpo extraño. Si se aplica una fuerza excesiva
sobre ella, una aguja dúctil se doblará antes de romperse (B, Braun. 2020).
Anatomía de la aguja
Curvatura
A su vez los multifilares pueden someterse a procesos de torsión o trenzado, o bien, en ocasiones,
ser cubiertos por una vaina del mismo polímero que constituye los filamentos, adquiriendo
apariencia de monofilamento. Se les denominará en función del proceso al que hayan sido
sometidos (OCLM. 2016).
Material ORIGEN COMPORTAMIENTO ESTRUCTURA
ANIMAL:
Catgut simple Intestino de REABSORBIBLE MULTIFILAR TORCIDO
oveja o buey
ANIMAL:
Catgut MULTIFILAR TORCIDO
Intestino de REABSORBIBLE
cromado CROMADO
oveja o buey
ANIMAL:
Seda NO REABSORBIBLE MULTIFILAR TORCIDO
Gusano de seda
Lino VEGETAL NO REABSORBIBLE MULTIFILAR TORCIDO
Algodón VEGETAL NO REABSORBIBLE
MONO/MULTIFILAR TORCIDO
Poliamida SINTETICA NO REABSORBIBLE
o TRENZADO o RECUBIERTO
Ácido
SINTETICA REABSORBIBLE MULTIFILAR RECUBIERTO
poliglicólico
Poliglactín 910 SINTETICA REABSORBIBLE MULTIFILAR RECUBIERTO
Polipropileno SINTETICA NO REABSORBIBLE MONOFILAR
Polietileno SINTETICA NO REABSORBIBLE MULTIFILAR TRENZADO
SUTURA
Unión quirúrgica que se realiza con hilos, grapas u otros materiales para cerrar una herida o para
unir tejidos u órganos. El objetivo principal de una sutura es aproximar los tejidos de las mismas
características con el fin de que cicatricen correctamente (Arribas, J. Castelló, J. Rodríguez, N.
Sánchez, A & Marín, M. 2002).
1. Evitar la tensión. Cerrar una herida a tensión disminuye la vascularización de sus bordes,
incrementando los problemas de
cicatrización y el riesgo de
infección. La disección de la piel de
los planos más profundos con
frecuencia permite un cierre sin
tensión; en caso contrario, puede ser
preciso emplear técnicas más
complejas, como injertos o colgajos.
Por otro lado, una manipulación poco cuidadosa de los tejidos o la utilización de
instrumental inadecuado (p. ej., pinzas sin dientes para tirar de la piel) pueden condicionar
también un mal resultado quirúrgico.
2. Eversión de los bordes de la herida. Debido a la tendencia de las cicatrices a contraerse con
el tiempo, unos bordes quirúrgicos ligeramente elevados sobre el plano de la piel, irán
aplanándose con el tiempo y proporcionarán un resultado estéticamente más aceptable. De
igual modo, las heridas que no se revierten durante el cierre producirán una cicatriz
invertida o deprimida. Una de las claves para conseguir una correcta eversión de los bordes
quirúrgicos es introducir la aguja formando un ángulo de 90° con el plano cutáneo para que
el recorrido del hilo, tras ser anudado, eleve la piel. Otra forma de conseguir una eversión
adecuada es emplear suturas de colchonero.
3. Cierre por planos. La mayoría de las intervenciones en cirugía menor sólo precisan un
cierre en un plano, el cutáneo. Sin embargo, si existe tensión, si la herida es muy profunda
e implica a varios planos o si hay mucho espacio muerto, puede ser necesario el cierre en
varios planos. Para ello, es necesario que haya fascia o una dermis gruesa que permitan la
colocación de suturas internas, ya que la grasa soporta muy mal las suturas.
4. Tipo de sutura. Es un factor menos importante que los otros principios de sutura. Si una
sutura se mantiene demasiado tiempo produce cicatrices en las zonas de entrada y salida
de la sutura ("marcas de puntos"). Para evitarlas, se deben retirar los puntos tan pronto
como sea posible. La elección del material de sutura y el grosor del hilo también son
factores a considerar (Arribas, J. Castelló, J. Rodríguez, N. Sánchez, A & Marín, M. 2002).
Suturas discontinuas: Son aquellas en las que cada punto realizado es independiente del
siguiente. Son las más apropiadas en cirugía menor, pues es más fácil distribuir la tensión,
favorecen el drenaje de la herida y los puntos se retiran con más facilidad.
Punto simple (percutáneo)
Es la sutura de elección para suturar la piel en cirugía menor y se emplea sola o en
combinación con puntos enterrados, si la herida es más profunda. Este punto de sutura es
sencillo en su ejecución y debe abarcar la piel y una porción de dermis-tejido subcutáneo,
y deberá quedar tan ancho como profundo, con el anudado en el exterior. La aguja se
introduce primero desde la epidermis hasta el tejido subcutáneo (de un labio de la herida)
y el siguiente movimiento de la aguja será desde el tejido subcutáneo hasta salir por la
epidermis, del otro borde de la herida. Recordar el manejo del portaagujas que se describe
en la primera parte de esta sección de la revista ("Cirugía menor I") (Arribas, J. Castelló,
J. Rodríguez, N. Sánchez, A & Marín, M. 2002).
Punto simple con el nudo invertido (enterrado)
Se emplea para aproximar los planos profundos, disminuyendo la tensión, y para obliterar
espacios muertos, antes de suturar la piel; no es necesario en heridas superficiales. Se
emplea material reabsorbible y se realiza de tal manera (inverso al descrito en el punto
simple) que el nudo queda en la profundidad de la herida, disminuyendo la posibilidad de
que el punto se exponga a través de la incisión. El nudo se corta al ras, para disminuir la
cantidad de material extraño en el interior de la herida (Arribas, J. Castelló, J. Rodríguez,
N. Sánchez, A & Marín, M. 2002).
Punto de colchonero o en U
Son puntos que se inician desde un borde hasta el otro, similar a lo descrito en el punto
simple, y consecutivamente se realiza nueva maniobra de punto simple desde este borde
hasta el inicial, de modo que los dos cabos del hilo se anudan en el mismo borde de la
herida. Existen 3 modalidades:
Punto de colchonero vertical. Es una sutura útil en zonas de piel laxa (dorso de la mano,
codo), donde los bordes de la herida tienen tendencia a invaginarse. Además de
proporcionar una buena eversión de los bordes de la herida, esta sutura tiene la
característica de obliterar adecuadamente espacios muertos, evitando la necesidad de
colocar puntos enterrados en heridas que no tienen la suficiente profundidad (Arribas,
J. Castelló, J. Rodríguez, N. Sánchez, A & Marín, M. 2002).
Punto de colchonero horizontal. Este tipo de sutura también proporciona una buena
eversión de los bordes de la herida, sobre todo en zonas donde la dermis es gruesa (p.
ej, espalda, palma y planta del pie).
Punto de colchonero horizontal semienterrado. Se emplea para suturar esquinas de
heridas o bordes quirúrgicos de distinto espesor.
Suturas continuas: Dificultan el drenaje de la herida, por lo que están contraindicadas si hay
sospecha de infección o en heridas muy contaminadas. Los puntos se retiran con más dificultad,
no existiendo la posibilidad de retirarlos en varias sesiones (Arribas, J. Castelló, J. Rodríguez, N.
Sánchez, A & Marín, M. 2002).
Sutura continua simple: Es una sucesión de puntos con un nudo inicial y otro final. Es muy
rápida de ejecutar, pero es difícil ajustar su tensión y no siempre proporciona una adecuada
eversión de los bordes. Se emplea poco en cirugía menor.
Sutura continua intradérmica (subcuticular).
Este tipo de sutura permite realizar una sutura sin atravesar la piel, evitando las cicatrices
por "marcas de puntos" y proporcionando un resultado estético óptimo. Se realiza pasando
la sutura por la dermis en sentido horizontal, a lo largo de toda la herida; en los extremos la
sutura puede salir fuera de la piel (sutura intradérmica extraíble), en cuyo caso se realiza
con material irreabsorbible monofilamento (p. ej., Prolene®) o anudarse en el interior de la
herida (sutura intradérmica no extraíble), en cuyo caso se realiza con material reabsorbible.
En esta sutura el material multifilamento, como la seda, está contraindicado, puesto que
sería muy difícil retirar el material de sutura. Se emplea en heridas donde va a ser preciso
mantener mucho tiempo la sutura (más de 15 días) y no está indicada cuando exista tensión
en la herida. En cirugía menor su utilidad es limitada (Arribas, J. Castelló, J. Rodríguez, N.
Sánchez, A & Marín, M. 2002).
ANESTESIA
La anestesia consiste en la privación total o parcial de la sensibilidad a través de fármacos, con
una finalidad médica. Se trata de un estado de sedación que se logra a través de la administración
de medicamentos, en el que puede haber una disminución o pérdida de la sensación de dolor de
una parte o la totalidad del cuerpo. Si te administran anestesia general durante una operación, no
percibirás ni recordarás lo que sucede
durante la misma (MSDsalud. 2018).
Tipos de anestesia
Cada tipo de operación, requiere un tipo
de anestesia.
Existen tres tipos principales:
1) Anestesia general: con este tipo de
anestesia, que se emplea en cirugías
mayores, el paciente duerme
profundamente durante la intervención. Si te administran este tipo de anestesia,
permanecerás inconsciente y no tendrás ningún tipo de sensación de lo que te rodea. La
anestesia general suele comprender un número variable de fármacos. Dependiendo del
tipo de operación, se inyectan por vía intravenosa o intramuscular, o bien se inhalan
(MSDsalud. 2018).
2) Anestesia regional: si te aplican una anestesia regional, notarás cómo una gran área de tu
cuerpo se adormece, mientras tú permaneces despierto. Lo que hará el anestesista será
inyectar el medicamento en una región próxima a la espina dorsal, piernas o brazos,
dependiendo del área que necesite ser anestesiada. Si te pone nervioso estar despierto
durante la intervención, siempre puedes solicitar un calmante que te ayude a relajarte. De
todas formas, recuerda que puedes estar tranquilo ya que no sentirás ningún dolor. Existen
varios tipos de anestesia regional, aunque las más empleadas son la epidural y la espinal
(raquinestesia), en las que se anula la sensibilidad de la parte inferior del cuerpo.
3) Anestesia local: este tipo de anestesia se utiliza para cirugías menores, como por ejemplo
las biopsias cerca de la superficie del cuerpo. En estos casos, el medicamento se inyecta
directamente sobre los tejidos de la zona que van a ser intervenidos. En ocasiones, la
anestesia se puede aplicar de manera tópica en vez de hacerlo en forma de inyección,
untando o rociando parte de la superficie del cuerpo, como ocurre cuando se pretende
adormecer la garganta antes de introducir algún instrumento para llegar al estómago o los
pulmones (MSDsalud. 2018).
Será el anestesiólogo quien decida el tipo de anestesia que se te aplicará tras estudiar tu caso y en
función de la cirugía que se te va a practicar. Hay algunas intervenciones que se pueden realizar
con diferentes tipos de anestesia (lo cual no ocurre siempre), en cuyo caso podrías elegir la que
más te convenza. En ese caso, el anestesiólogo te aconsejará cuál es la más adecuada después de
informarte de las ventajas y los inconvenientes de cada una de las opciones.
Tratamientos anestésicos
Existen varios medicamentos que se utilizan para la anestesia durante las intervenciones
quirúrgicas. Por regla general, y para evitarle riesgos al paciente, se emplean varios tipos de
anestésicos. Es conveniente asociar dos, tres o más fármacos en las dosis indicadas con el objetivo
de que sumen sus efectos.
Entre los fármacos más utilizados en anestesia general, se encuentran los siguientes:
d. Agentes anestésicos volátiles: se inhalan en una mezcla gaseosa que contiene oxígeno.
e. Otros medicamentos: entre los otros fármacos que se pueden emplear en la anestesia, se
encuentran los antieméticos (para proteger contra las náuseas y los vómitos), relajantes
musculares (llamados también bloqueantes neuromusculares), medicamentos para
controlar la presión arterial o la frecuencia cardíaca, y antiinflamatorios no esteroideos
(AINE) (MSDsalud. 2018).
Los efectos secundarios y las reacciones alérgicas graves como consecuencia de la anestesia son
raras. Luego de la sedación o de la anestesia general, algunos pacientes podrían experimentar
náuseas, vómitos, mareos, dolor de cabeza, irritación de la garganta, cambios en la presión
sanguínea y dolor. Estos efectos secundarios son generalmente moderados, cortos y tratables.
Algunos pacientes, tanto adultos como niños, podrían no alcanzar los niveles adecuados de
sedación. El médico hará los arreglos para repetir en otra oportunidad el procedimiento con
anestesia general (Radiology. 2021).
Las complicaciones más graves de la anestesia son raras. Es más probable que ocurran en pacientes
con condiciones médicas graves y complejas.
13) DECÚBITO SUPINO CON PIERNAS ABIERTAS: Paciente en posición supina, con
la cabeza alineada con el tronco y acomodada sobre una almohadilla, y extremidades
superiores sobre apoyabrazos. Las extremidades inferiores quedarán abiertas y bajas, bien
articulando las dos placas inferiores sobre las que descansan en la mesa quirúrgica o bien
añadiendo dos perneras y colocando las piernas abiertas y bajas. Con ello conseguimos que
un tercer cirujano pueda acceder al hueco dejado entre ambas extremidades inferiores a la
vez que permite maniobrar en la zona anal y púbica (ATENSALUD. 2021).
Intervenciones: Resección de colon, colecistectomía laparoscópica, quistectomía
laparoscópica.
14) DECÚBITO SUPINO: Paciente en posición supina, con ambas extremidades inferiores
extendidas y juntas, cabeza y tronco acomodados y alineados, y extremidades superiores
bien paralelas al cuerpo y pegadas a él, bien acomodadas sobre apoyabrazos en el ángulo
respecto del tronco más conveniente (teniendo siempre en cuenta no superar los 90-100º
para evitar lesiones) (ATENSALUD. 2021).
Intervenciones: Amigdalectomía, sialoadenectomía, cordales, fractura mandibular, gl-
sectomía, cirugía ortognática, herniorrafia, apendicectomía, esplenectomía, trepanotomía,
mamoplastia, TRAMP, colgajo, hidrocele, prostatectomía total, fimosis, vasectomía,
varicocele, hallux-valgus, fractura de miembros inferiores, simpatectomía, aneurisma
abdominal, safenectomía, by-pass periférico, by-pass abdominal, taponamiento cardíaco,
sustitución de válvulas cardíacas.
15) FOWLER O SENTADA: Posición supina, con el tronco incorporado y las rodillas
ligeramente flexionadas para buscar la posición más natural y ergonómica posible. Brazos
y cabeza acomodados y fijados (ATENSALUD. 2021).
Intervenciones: Rinoplastia.
16) FOWLER CON HOMBRO LIBERADO: Posición de Fowler, es decir, paciente
semisentado con la cabeza y la extremidad superior que no se va a intervenir acomodadas
y fijadas, extrayendo la pieza de la mesa que libera el hombro objeto del acto quirúrgico.
Intervenciones: Patología de hombro, acromioplastia (ATENSALUD. 2021).
PREOPERATORIO
Los cuidados por parte de Enfermería en el área preoperatoria son el conjunto de actividades
destinadas a la preparación física y psicológica del paciente, también comprenden aquellas
dirigidas a organizar la historia clínica. Además, se pretende identificar condiciones que puedan
alterar los resultados de la intervención y la prevención de posibles complicaciones quirúrgicas.
Podemos dividir el preoperatorio en dos fases:
1. Mediato: Desde que el paciente decide intervenirse hasta 12 horas antes de la intervención.
2. Inmediato: Desde las 2-4 horas antes de la intervención hasta la sala de operaciones.
(Valiente, S., Jara, F., & Romero, M. 2017).
Dentro del periodo mediato, se originan una serie de intervenciones en el paciente entre las que
debemos destacar: