Fue elegido el Dry Containers (DC) son el tipo de contenedor más usado en
el mundo: un 90% de mercancías enviadas por transporte marítimo se
cargan en Dry containers. Los contenedores de carga seca de 20 y 40 pies están fabricados con aluminio o acero y son adecuados. Los contenedores de aluminio permiten mayor capacidad de peso de mercancía, mientras que, por lo general, los de acero disponen de una capacidad cúbica interna ligeramente superior. Por lo que es ideal para el transporte de chocolates, ya que el proceso de conservación del chocolate es muy delicado dado que este producto y sus derivados son muy sensibles a los cambios de temperatura. Para una correcta conservación y refrigeración industrial del chocolate, y que mantenga todas sus propiedades, el chocolate debe estar de forma general como un sitio fresco y seco, a temperatura entre 14 y 18ºC, así mismo es muy importante que no sufra variaciones bruscas de temperatura, por lo que necesita un ambiente alejado de olores, el chocolate atrae el agua en forma de vapor o de líquido de su ambiente, y captará, por tanto, los olores que lo rodean, por ello es importante No conservar el chocolate en la nevera o en el congelador, ya que los cambios de temperatura pueden dar lugar a la afloración de grasa y esta grasa natural del chocolate puede absorber olores de otros alimentos, además, la humedad y el frío blanquearían la superficie del chocolate y la pondría áspera, por lo que mantener los niveles exigidos de conservación del chocolate, durante todos sus procesos de manipulación hasta ser utilizado o consumido, pueden derivar en que el chocolate sufra el llamado efecto “Fat Bloom” o eflorescencia grasa, apareciendo una capa blanquecina sobre la superficie del chocolate, y aunque es inocuo y no representa riesgo sanitario, deteriora el aspecto del chocolate y lo deja sin brillo, siendo desagradable y generando dudas sobre si es óptimo para su consumo. Esto se produce cuando el chocolate permanece a temperatura superior a 24º C, momento en que el chocolate exuda, ya que la manteca de cacao, u otro tipo de grasas que contenga el chocolate, se funde y sube a la superficie por exceso de temperatura, y posteriormente, se vuelve a solidificar cuando la temperatura desciende de nuevo.