UNA CORRECTA COMPRENSION DE LA REENCARNACION

6. MEMORIA DE VIDAS PASADAS.

La gente a menudo pregunta: "Si la reencarnación es verdadera, ¿por qué no

recordamos nuestras vidas anteriores o al menos algunos detalles de ellos?"

La pregunta podría hacerse a cambio: "¿Por qué no recuerdas los detalles de lo que
estabas haciendo en esta fecha hace diez años?" Obviamente tenemos un nuevo cerebro en
cada nueva vida porque tenemos un nuevo cuerpo físico. Si el cerebro de una persona no
puede ayudarlos a recordar muchas de sus propias acciones, pensamientos y experiencias de la
vida actual, ¡entonces difícilmente pueden esperar justificadamente recordar acciones,
experiencias y circunstancias de vidas anteriores, en cada una de las cuales tuvieron un cerebro
completamente diferente!

La memoria completa y precisa de todas nuestras vidas anteriores se almacena en el

alma. Obviamente no está almacenado en nuestro cerebro actual. La receptividad de nuestro
cerebro a nuestra alma está determinada en gran medida por el grado de conciencia espiritual
y la conciencia que hemos adquirido en vidas anteriores. Pero incluso en nuestra vida actual, a
medida que hacemos que nuestra vida sea cada vez más pura, buena y espiritual, tenemos más
probabilidades de mejorar la receptividad de nuestro cerebro a nuestra alma y memoria del
alma.

Hay algunas personas que recuerdan que han vivido antes y se ha encontrado que miles
de estos casos son completamente precisos en las descripciones dadas de detalles, nombres,
fechas y eventos del pasado. No es raro que los niños pequeños, que se reencarnan solo,
recuerden y mencionen detalles de una vida pasada, generalmente la que precede
directamente a la actual. Desafortunadamente, aquí, en el Occidente escéptico y materialista,
muchos padres y maestros ignoran esas cosas y lo descartan como una mera imaginación
infantil.

Se ha descubierto que los recuerdos de vidas pasadas que ocurren espontáneamente

generalmente son mucho más precisos y confiables, cuando se investigan más a fondo, que los
"recuerdos" instigados por métodos tales como la terapia de regresión de vidas pasadas.
Muchos han concluido que los recuerdos aparentes producidos a través de técnicas de
regresión son a menudo poco más que imaginación, contenido de la mente subconsciente o
detalles e imágenes recogidos del "inconsciente colectivo" o "luz astral" en la terminología
teosófica. También deberíamos estar agradecidos de que las escenas y detalles de nuestras
vidas anteriores se nos oculten, ya que una vez que hayamos visto y conocido algunos de ellos,
¡podríamos desear que no lo hubiéramos hecho!

7. SEGÚN NUESTRAS ACCIONES Y NUESTRAS NECESIDADES.

La naturaleza de cada cuerpo en el que el alma se reencarna es "de acuerdo con

nuestros actos y nuestras necesidades", en palabras de los Upanishads, que son las escrituras
fundamentales de la filosofía hindú. Nuestras acciones del pasado han determinado el cuerpo,
la capa exterior, que tenemos que soportar para esta vida presente y también es el cuerpo más
adecuado para ayudar a satisfacer las necesidades del alma para su evolución interna,
desarrollo y aprendizaje de sus lecciones en esta vida.

El karma no comete errores. Nuestro cuerpo en esta vida puede ser débil, propenso a
problemas de salud o incluso discapacitados…pero eso está de acuerdo con nuestros hechos y
nuestras necesidades. Nuestro cuerpo puede ser inherentemente fuerte y robusto, lo que nos
permite lograr todo tipo de cosas en el nivel físico… De nuevo, esto está de acuerdo con los
hechos y las necesidades del alma para su avance en este punto particular de su evolución.

Algunas personas sienten que son una mujer atrapada en el cuerpo de un hombre o
viceversa. Esto tiende a indicar o sugerir que esa alma ha pasado varias de sus vidas más
recientes en una sucesión continua de cuerpos que pertenecen a un género en particular. Por lo
tanto, el alma se habrá feminizado o masculinizado en particular, según el género que haya sido.
Debemos recordar que en realidad el alma no es ni hombre ni mujer.

Es comprensible que un alma muy feminizada odie encontrarse en un cuerpo masculino,

ya que parecerá muy antinatural y extraño. Pero si el alma feminizada ahora está en un cuerpo
masculino o el alma masculinizada ahora en un cuerpo femenino, esto es de acuerdo con sus
acciones y sus necesidades y una de estas necesidades aparentemente sería "ajustar el
equilibrio", ya que nunca podremos proceso real o continuo simplemente por ser únicamente
una mujer o un solo hombre en todas nuestras encarnaciones físicas. Sin embargo, aquellos que
sienten que no pueden permanecer en el género de su nacimiento y, por lo tanto, deciden
cambiarlo, no deben ser criticados, juzgados o condenados, ya que solo aquellos en esa
situación particular pueden realmente saber cómo se siente.

8. LA INDIVIDUALIDAD PERMANENTE Y LA PERSONALIDAD ACTUAL.

Es importante recordar siempre que hay una distinción entre la personalidad actual y la
individualidad permanente. La personalidad, o personalidad terrenal, como John Smith o Mary
Williams, por ejemplo, nunca se reencarnará.

Pero el alma, la individualidad espiritual, que vivió una vida en la tierra en y a través de
la personalidad de John Smith o Mary Williams reencarnará, a través de otra nueva
personalidad. Entonces no debemos cometer el error de pensar que nuestra alma es idéntica a
nuestra personalidad terrenal. No lo es.

Algunos aspectos y cualidades de nuestra alma, aspectos y cualidades que se han

adquirido en vidas anteriores, cuando se encarna en personalidades anteriores, son
ciertamente activos y prevalentes en nuestra vida en la Tierra hoy en día, pero la personalidad
actual no debe considerarse como completa o incluso reflejo particularmente preciso de la
individualidad permanente. Esa personalidad temporal de John Smith o Mary Williams equivalía
a solo un capítulo, o incluso solo una página, en todo el "libro de las vidas" de esa alma.

El alma, la individualidad permanente, se llama el Ego en las enseñanzas de la Teosofía,

usando ese término "Ego" en su sentido verdadero y literal de significado "yo." El alma
reencarnada es el verdadero "yo" de nuestro ser.

9. REENCARNACIÓN Y POBLACIÓN MUNDIAL.

La población mundial ha aumentado en casi 6 mil millones en los últimos 120 años y
todavía está en aumento, aunque se espera que aumente entre 2025 y 2050. Una de las
principales causas de este dramático aumento de la población es que las personas en general
están hoy en día reencarnando mucho antes, mucho más rápido que hace 100 años. Esta es una
deducción basada en el hecho de que, según la Teosofía, el número de almas humanas
conectadas con nuestro planeta se ha "arreglado" y establecido desde la Raza Raíz anterior, sin
almas entrando ahora desde el reino animal ni desde otros planetas. En este caso, la explosión
demográfica masiva solo puede explicarse por lo que se acaba de decir.

La duración del tiempo del alma en su estado de Devachan entre vidas siempre está
determinada en parte por cuán "espiritualizada" esté el alma. Cuanto más atea, agnóstica o
materialista sea una persona, más corto y menos definido será ese período intermedio.

Es innegable que hay una disminución general en todo el mundo en la espiritualidad y

en el pensamiento superior durante el siglo pasado. A fines del siglo XIX, la mayoría de las
personas en todo el mundo todavía tenían al menos algún grado de inclinación y creencia
espiritual o religiosa y, por lo tanto, sus almas fueron "espiritualizadas" al menos en cierta
medida y al menos parte de su conciencia fue dirigida, aunque solo sea ocasionalmente, hacia
asuntos superiores. Esto permitió prolongar el tiempo del alma en el estado espiritual de
Devachan después de la muerte.

En Occidente, la caída de la Iglesia cristiana y el surgimiento paralelo de la ciencia

materialista tuvieron el efecto combinado de crear generaciones de agnósticos, ateos,
materialistas y sensualistas, ya que no había nada que llenara el vacío para la conciencia
humana entre la fe religiosa ciega que insistió en que la Biblia es la Palabra de Dios, infalible y
literal, y las proclamas ateas de los científicos, quienes declararon, y continúan declarando, que
no hay nada más que materia y que no hay tal cosa como alma, espíritu o ningún propósito real
o significado para cualquier cosa.

Uno de los propósitos de la fundación del Movimiento Teosófico en ese momento era
ayudar a cerrar la brecha y presentar a la humanidad con una espiritualidad inteligente y
razonada, basada en la Filosofía Esotérica del Este. Desafortunadamente, después de la muerte
de H. P. Blavatsky, las enseñanzas y el enfoque de la Teosofía fueron distorsionados y alterados
a propósito por ciertos líderes dentro de la Sociedad Teosófica y el grado de respeto y
efectividad que la Teosofía había logrado lograr en Occidente se perdió en gran medida.

Hoy, el occidental promedio es un agnóstico, sino un ateo, y acepta y cree

incuestionablemente los puntos de vista y los pronunciamientos de la ciencia tan
incuestionablemente y ciegamente como sus antepasados aceptaron y creyeron los
pronunciamientos del sacerdote. Gran parte del Este también se dirige ahora en la misma
dirección, aunque no en la misma medida.

Una cosmovisión verdadera y totalmente atea o materialista conduce naturalmente a

una disminución completa de la espiritualidad y la ética y un aumento de la sensualidad y la
superficialidad. Entonces, no es realmente sorprendente que una gran proporción de almas,
que no hayan desarrollado inclinaciones o cualidades espirituales en sus encarnaciones más
recientes debido a lo anterior, no tengan nada dentro de ellas en este momento para
proporcionar mucho, si es que hay algo, en el camino de un intervalo Devachánico para ellos y,
por lo tanto, están volviendo a la vida terrestre con una rapidez desconcertante.

Y cuanto más a menudo y con frecuencia regresan, más tiempo y oportunidad tienen
para procrear nuevamente y así ayudar a que otras almas vuelvan a encarnarse. Como la
ciencia y el sexo son los dioses del siglo XXI, este problema no muestra signos de disminuir.
Todos los problemas principales y problemáticos que afectan al mundo de hoy son problemas
espirituales, en su naturaleza subyacente, y hasta que las personas espirituales tengan la
inteligencia y la iniciativa para abordarlos de una manera sana, desinteresada e inteligente, los
problemas de la humanidad seguirán aumentando. Simplemente decir "Amor y luz, amor y luz"
y "Todos somos uno" no hará el trabajo.

10. EL FIN DE LA REENCARNACIÓN.

Cuando el alma se ha perfeccionado, se ha purificado, ha resuelto todas sus cuentas

kármicas, y se ha reunido conscientemente y se ha fusionado con su Ser Superior, Espíritu
eterno puro, entonces, y solo entonces, se puede decir que el ciclo de nacimiento, muerte y
renacimiento han llegado a su fin. Es seguro decir que muy pocos de nosotros, si alguno de
nosotros, estamos cerca de llegar a esa etapa todavía.

El ciclo o círculo o rueda de nacimiento, muerte y renacimiento se llama "Samsara" en el

hinduismo y el budismo, que significa "el mar del sufrimiento" y "el océano de la existencia
condicionada." Cuando el alma individual o Ego ha terminado de atravesar el océano de la
existencia condicionada y ha alcanzado la Budeidad, a falta de una mejor frase, entonces puede
entrar en el océano infinito de la no existencia incondicionada: el Nirvana.

Esto no significa que el alma deje de existir y sea aniquilada o "apagada", sino que se
fusiona y se reabsorbe en lo Absoluto, convirtiéndose verdaderamente y literalmente en UNO
con Él. En realidad, siempre ha sido Uno con Él, pero tuvo que olvidar para poder volver a saber.

Pero más grande que el que con alegría y sin vacilar entra en la eterna e indescriptible
dicha del Nirvana es el que, habiendo alcanzado su umbral, le da la espalda y renuncia al
Nirvana para reencarnarse conscientemente en esta Tierra una y otra vez, siempre que toda la
vida continúa, para ayudar y servir a la humanidad sufriente. El que entra alegremente en el
Nirvana, dejando así todo lo demás para siempre, se describe en el budismo y la teosofía como
un "Buda Pratyeka", un Buda del egoísmo. El que hace la gran renuncia y se convierte así en
uno de los salvadores de la humanidad se llama un "Bodhisattva", un Buda de la Compasión.