Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Apuntes Antropología Ii
Apuntes Antropología Ii
En 1928 se publica El puesto del hombre en el cosmos, Max Scheler y Los grados de
lo orgánico en el hombre: Introducción a la antropología filosófica de Helmuth
Plessner.
1
ANTROPOLOGÍA II
Hasta la antropología filosó fica, las antropologías explícitas son las filosofías del
hombre. La predominante en occidente desde el IV a.C hasta el XIX se basa en las
siguientes ideas:
Plató n. Duplicidad alma-cuerpo reflejada en el mito del carro alado del Fedro.
La parte má s importante es el alma, que debe dominar al cuerpo.
Aristó teles. Hombre como animal racional y social. La capacidad del lenguaje
(logos) nos conmina a la vida social. Supone una definició n taxonó mica como
homo sapiens. En su ética, Aristó teles explica có mo vivir bien en sociedad a
través de las virtudes.
Estoicos. Visió n universalista, extendida en Roma. Filantropía, rechazo de la
esclavitud, cosmopolitismo (cínicos).
Cristianismo. aú na las tres ideas anteriores. Hombre como imagen de Dios, lo
que supone una revalorizació n ontoló gica del ser humano. Presupone el
humanismo renacentista y el humanismo ateo de Sartre o Levi-Strauss.
Esta visió n del ser humano entra en crisis en el XIX debido a las siguientes
corrientes:
Materialismo. Se suprime la idea de Dios.
o Filosó fico. Feuerbach, Marx. Por oposició n al espíritu absoluto de
Hegel (lo que existe no es el Espíritu Absoluto sino la materia de la
que surge ese Espíritu). Se ve lo sobrenatural como proyecció n de
deseos.
o Científico. Buchner (químico), Vogt (zoó logo, Herr Vogt de Marx),
Moleschott (materialismo científico), Haeckel. Se cuestionan la
inmortalidad del alma (proyecció n de deseos). Confían en las
ciencias positivas como sociología, historia positivista, lingü ística
comparada, antropología cultural y psicología científica.
Desde entonces aparecen obras de antropología filosó fica hasta 1943 (Ser y
la Nada), cuando empieza a ser eclipsada por otras corrientes.
Para los filó sofos se trata de reflexiones sobre la historia del hombre. Carece de
rigor para los científicos. Sin embargo, la antropología filosó fica es necesaria ya que la
interpretació n del hombre es confusa.
El estructuralismo de Foucault habla de la muerte del hombre.
El biologicismo trata al hombre como un ser que evoluciona como todo animal,
pero el ser humano evoluciona también a través de mecanismos culturales. La
reducció n ontoló gica que propone la biología cae en la falacia genética, como en el
dogmatismo científico de Peter Singer. Este autor es precursor del antiespecismo.
Habermas en Teoría de la acción comunicativa 1982 estudia los aspectos de la vida
humana en sociedad, donde se defiende que el ser humano es un ser específico, ú nico
en su género.
3
ANTROPOLOGÍA II
Rubio Carracedo habla sobre la funció n triple de la antropología filosó fica: teó rica,
crítica y utó pico-moral; con el objetivo de definir los universales antropoló gicos que
caracterizan al hombre.
A) EDAD MEDIA.
B) RENACIMIENTO.
C) ILUSTRACIÓ N.
Aparecen las primeras ciencias positivas dedicadas al estudio del ser humano.
Definició n de antropología como doctrina sobre el hombre en su doble naturaleza:
física y moral.
Hume propone la antropología como ciencia fundamental y bá sica en su
Tratado sobre la naturaleza humana.
Voltaire en su Filosofía de la historia se centra en la vida individual de cada
persona como punto de partida para la historia.
Montesquieu es precursor de la sociología. En El espíritu de las leyes busca
las leyes generales que rigen los fenó menos sociales mediante un estudio
comparativo.
Rousseau es precursor de la antropología cultural. en su Discurso sobre el
origen de la desigualdad de los hombres 1754 compara al hombre primitivo
y al civilizado en busca del origen de la desigualdad.
Aparece la economía política de Quesney, Turgot (laissez faire) y Adam
Smith.
Michaelis publica un manual sobre métodos de antropología cultural.
5
ANTROPOLOGÍA II
Se llama así a las obras sobre política e historia, donde destaca Idea para una
historia universal en clave cosmopolita (1784) o El fin de todas las cosas 1786.
Se habla del hombre como ser genérico, donde ningú n hombre agota las
posibilidades de la especie humana (no se puede ser médico, bombero,…). No hay
definició n esencial. Suple por la razó n su cará cter deficiente (autopoyesis)
La constitució n antropoló gica del ser humano nos ayuda a entrever el hilo
conductor que guía la historia.
El mecanismo de desarrollo de las potencialidades del ser humano radica en la
insociable sociabilidad, que le impide llevar una vida espontá nea como la de los
animales. El hombre es social (Aristó teles) y competitivo (Hobbes). Necesitamos
sociedades civiles organizadas políticamente, que a su vez son abarcadas por un
estado civil cosmopolita. Este es la guía de la historia que permite el desarrollo de las
las capacidades de la humanidad.
6
ANTROPOLOGÍA II
Antecedentes:
Baumgarten en Psychologia empírica.
Plattner propone estudiar al hombre en su conjunto, cuerpo y alma. El hombre
es persona. Distinto a los animales.
Dos antropologías. En el pró logo, Kant establece la antropología como una ciencia
sistemá tica del ser humano, anticipando la antropología cultural.
Distingue dos tipos:
Antropología en sentido fisioló gico. Aspectos bioló gicos del hombre
Antropología en sentido pragmá tico-cultural. Lo que el hombre hace de sí
mismo.
Definición del ser humano. El ser humano es el más digno de los seres por su
racionalidad y su conocimiento subjetivo. Se inspira en Aristó teles, o el concepto de
persona en Boecio: sustancia individual de naturaleza racional.
7
ANTROPOLOGÍA II
Feuerbach. Vida. 1804 –1872. Media entre Hegel y Marx aportando al marxismo su
concepció n materialista de la religió n.
Feuerbach nace en Baviera en 1804. Comienza estudiando teología con intenció n
de convertirse en pastor en Heidelberg. K. Davis le habla de las virtudes de la filosofía
hegeliana. Comienza entonces a estudiar filosofía en Berlín (1824-1826), donde
tendrá como maestro fundamental a Hegel (a quien se refiere como “mi segundo
padre” y “mi verdadero maestro”) y como maestro secundario a Schleiermacher. En
1826 se va a estudiar a la Universidad de Erlangen, donde escribe su tesis doctoral en
1828. Tras hacerse doctor, comienza a dar clase de historia de la filosofía, de
metafísica y de ló gica, hasta que publica un libro llamado Pensamientos sobre la
muerte y la inmortalidad 1830, donde niega la inmortalidad del alma . Como
consecuencia, es expulsado de la universidad. Comienza entonces a escribir libros de
historia de la filosofía moderna. Se casa en 1837 y a partir de ahí vive de las rentas de
su mujer. En 1841 publica La esencia del cristianismo , donde lleva a cabo su inversió n
antropoló gica de la teología. Otras de sus obras fundamentales son Tesis provisionales
para la reforma de la filosofía (1842) y Principios fundamentales de la filosofía del
futuro (1843). En 1848 es elegido diputado al Parlamento de Frankfurt como
consecuencia de la revolució n del 48, pero deja pronto la política. Considera que el
marxismo es demasiado hostil con la religió n. En 1870 entra en el Partido
Socialdemó crata Alemá n y muere en 1872, en Baviera.
Izquierda hegeliana. Fue su discípulo hasta 1839. Strauss divide a los discípulos
de Hegel en derecha e izquierda, siendo Feuerbach parte de la izquierda hegeliana.
Feuerbach sustituirá el espíritu absoluto de Hegel por el hombre.
Superar divisiones. Para Hegel la filosofía surge del intento de superar las
divisiones a nivel intelectual. La divisió n es la fuente de la necesidad de la filosofía.
Hablamos de separació n de conceptos tipo alma cuerpo, que no logran una unidad. En
Kant todavía hay esta divisió n de conceptos: fenó meno-noú meno. Esta deficiencia es
captada por los idealistas alemanes: Fichte, Schelling…
Fichte parte del sujeto o del espíritu para establecer la unidad entre objeto-
sujeto, dado que la imagen del objeto pensado está en el sujeto. Idealismo
subjetivo, o filosofía de la identidad. Intenta derivar el conjunto de lo real a
partir del yo. Fichte dirá después que no es el yo el que crea los fenó menos
sino la vida espiritual. Pero no da cuenta de forma eficaz de todo lo real.
Schelling parte del absoluto, que es la indiferencia entre lo real y lo ideal.
Esta noció n trata de unificar la conciencia con el mundo sensible. Sin
8
ANTROPOLOGÍA II
Razón universal. Feuerbach reduce este espíritu a la razó n. Plantea que la razó n
no puede ser particular de cada uno, sino que hay una razón común compartida por
todos que hace posible la transmisió n del pensamiento. (Una especie de intelecto
agente de Averroes que viene del entendimiento agente que ilumina/actualiza al
entendimiento paciente en el De Anima de Aristó teles. Para Averroes este
entendimiento agente es uno para toda la humanidad, lo cual pone en cuestió n la
supervivencia del alma individual.)
9
ANTROPOLOGÍA II
La verdadera relación entre el pensar y el ser sólo puede ser ésta: el ser es el sujeto; el
pensar el predicado. El pensamiento procede del ser, pero no el ser del pensamiento
(creación). El ser es de sí y por sí, el ser es dado sólo mediante el ser, el ser tiene su
fundamento en sí.
Hay que partir de lo real (el ser) para llegar a lo ideal (el pensamiento) y no al revés.
Ir de lo ideal a lo real solo sirve para la filosofía moral.
Humanización de Dios.
La esencia del cristianismo está dividida en dos partes. En la introducció n formula
la tesis fundamental. Se pregunta có mo surge la idea de Dios en el hombre.
10
ANTROPOLOGÍA II
11
ANTROPOLOGÍA II
Se transforma así la ontoteología de Hegel (como dice Heidegger, reflexió n sobre los
entes y sobre Dios como ente privilegiado, causa y fundamento de los entes) en
ontoantropología (ser humano como ente privilegiado).
Muchos hegelianos de izquierda (Strauss, Brauer) dicen que en Hegel ya había una
intenció n de suprimir el espíritu ya que hay una absorció n especulativa de la religió n
(pensar en Dios (hacer teología) sin sentirlo en la vida es el inicio del ateísmo
prá ctico). El autoconocimiento del hombre provoca el desarrollo del espíritu, lo cual
lleva a pensar el espíritu como creació n del hombre.
Esto es así por los resabios de idealismo en Feuerbach. Para Feuerbach todos los
hombres pertenecen a un género comú n, a una esencia comú n heredada, por lo que la
vida del hombre consiste en actualizar esta esencia. El sujeto sigue limitado por esta
esencia humana y su realizació n del ser en el Estado, que funciona como un sustituto
de Dios.
Stirner rechaza todas las abstracciones (Dios, Espíritu Absoluto, esencia del hombre,
Estado) que puedan esclavizar al yo, debilitando el sentido de la propia unicidad. El
individuo ú nico y libre solo realiza su libertad poseyendo.
12
ANTROPOLOGÍA II
Para Stirner el hombre es una nada esencial creadora, a partir de la cual el hombre se
configura a sí mismo (existencialismo).
Se le considera precursor del nihilismo de Nietzsche y del anarquismo, ya que el
hombre no está por encima del hombre.
También tiene una tendencia hedonista que justifica el individualismo burgués y será
criticada por Marx.
Marxismo.
Recoge el materialismo que entiende al hombre hecho de materia ú nicamente,
aunque Marx critica su teoría por demasiado especulativa debido a su concepto de
esencia del hombre. El hombre cambia en cada época, no posee una esencia
permanente.
Recoge también su crítica a la religió n. Feuerbach es padre del ateísmo
contemporá neo.
Concepció n prá ctica de la filosofía que se desarrolla en Marx.
13
ANTROPOLOGÍA II
Antropología filosófica.
Introduce nociones sobre el estudio del ser humano como la idea de unidad
psicofísica, ser corporal e intelectual, la importancia de las emociones o la unió n de la
filosofía y la ciencia.
14
ANTROPOLOGÍA II
Max Scheler (1874-1928) retoma el programa antropoló gico de Kant: todos los
problemas filosó ficos pueden resumirse en la antropología.
b) Contexto inmediato.
Todos estos antropó logos dirá n que el ser humano está abierto al mundo, a
reflexionar sobre todas las cosas que le rodean.
A su vez esto es producido por la indigencia bioló gica.
16
ANTROPOLOGÍA II
Nace en Munich en 1874. De madre judía, se bautiza cató lico a los 13 añ os por
influencia cató lica a su alrededor. Le llamará n el Nietzsche cató lico durante 1912-
1922.
Época fenomenológica. Conoce a Husserl 1901, con el que coincide que el concepto
de intuició n kantiano es reductivo. En esta época publica Esencia y formas de la
Simpatía (1913, crítica de la ética emotivista), El formalismo en la ética y la ética
material de los valores (1913 - 1916, ética material a priori como contraposició n a la
ética kantiana). A partir de 1913 publica obras que tienen que ver con la filosofía
(fenomenoló gica) de la religió n como De lo eterno en el hombre 1921.
17
ANTROPOLOGÍA II
18
ANTROPOLOGÍA II
Inorgánico-orgánico. Ser para sí. El primer rasgo diferencial es que tiene vida, esto
es: nace, crece, se reproduce y muere. Esta diferencia consiste en el automovimiento,
la autoformación, la autodiferenciación, la autolimitación en sentido espacial y
temporal.
19
ANTROPOLOGÍA II
20
ANTROPOLOGÍA II
Panteísmo. Acabará rechazando el teísmo para poder superar el conflicto moral del
divorcio con su segunda mujer, abrazando el panteísmo que tiene que ver con esta
noció n del Espíritu desde el punto de vista ontoló gico. El mundo de los valores a
priori es posible porque son atributos de este ser suprasensible.
21
ANTROPOLOGÍA II
Ideación.
Capacidad de captar las formas esenciales. El espíritu humano puede separar
esencia de existencia para captar las esencias a priori (al establecerlas a priori
incurre en el error que achaca Heidegger a la metafísica de partir del ser a la vista).
Para llegar a la esencia primero se anula la realidad, que nos es dada primeramente
no como imagen sino como resistencia contra un impulso vital propio. Se examina el
impulso vital desde el espíritu para inactualizar el impulso afectivo que antes nos
daba acceso a la realidad. Sublimación del impulso como en Freud.
El espíritu no crea de la nada, sino que debe refrenar su impulso creador para
realizarse en el curso impulsivo del universo en el hombre y mediante el hombre. El
poderío del espíritu no viene al principio (teísmo) sino al final, cuando el espíritu se
compenetra con el impulso.
Los vitalistas aciertan al conceder a los impulsos (libido, voluntad o necesidad
bioló gica) la fuerza y el motor de la vida, pero yerran al buscar en ellos el contenido y
el sentido de las ideas y leyes que rigen el desarrollo de la vida.
Como en Heidegger la negació n de la muerte por parte del uno: los que mueren son
los demá s.
22
ANTROPOLOGÍA II
1892-1985. Estudia con Driesch zoología. Después estudia filosofía. Hace la tesis
sobre Kant y estudia la fenomenología de Husserl. Influido por la hermenéutica de
Dilthey (le conoce gracias a Misch) orienta su filosofía a las ciencias del espíritu.
Adecú a su filosofía a las ciencias del hombre.
Para Plessner falta una filosofía humana. Hay que salir del dualismo cartesiano
para entrar en el unitarismo del hombre. Hay que estudiar al hombre desde una
filosofía de la naturaleza.
Lo inorgá nico ocupa un lugar pasivamente, y los seres vivos tienen una
posición activa en el medio. El límite de los seres vivos pertenece a ellos
mismos, al revés de lo que ocurre con los inertes.
Las plantas son una forma de organizació n abierta. La planta no es
independiente de su círculo vital. Las plantas no son indivisum sino di-
visum.
El animal tiene una forma de organizació n cerrada y céntrica. incorpora al
organismo a su entorno de forma mediata en todas sus manifestaciones y le
constituye en un trozo independiente del círculo vital que le corresponde. Esta
posició n activa se puede interpretar de dos maneras. Por un lado, como
campo posicional de objetos-estímulos con que el animal establece un
círculo de vida, y los actos que se desencadenan. Por otro lado, la
adaptació n con el campo posicional que no depende de la aleatoriedad
como en Darwin, ya que la adaptació n aleatoria no podría ser tan buena.
El hombre toma conciencia del campo posicional, tiene posició n excéntrica.
Esta doble relació n con el campo posicional se refiere también al propio
cuerpo, lo que produce una escisió n entre el yo y el cuerpo. El ser humano
padece pulsiones bioló gicas pero las reconoce como tales, lo que permite
una relació n con el mundo físico mediada por el conocimiento objetivo. Esta
reflexividad suple la indigencia bioló gica del ser humano, su media esencia.
Añ ade al hombre fuerzas espirituales.
La excentricidad posible por el mundo simbó lico, el lenguaje que nos permite
relacionarnos con el mundo a través de la cultura; no solo a partir de los estados
psicoló gicos-mundo subjetivo del animal / estímulos-mundo exterior objetivo.
23
ANTROPOLOGÍA II
Causa sorpresa comprobar, …, que la confianza ilimitada puesta sobre el hombre desde
el Renacimiento en adelante corre pareja a un progresivo abajamiento de su posición
peculiar en la naturaleza. Cuanto más se ha exaltado al hombre en abstracto, tanto más
ha sido rebajado el aprecio a su ser en concreto; y, sobre todo, tanto más se han ido
confundiendo las fronteras del mundo humano con el animal.
24
ANTROPOLOGÍA II
Nace en Leipzig. Estudia con Driesch, con el que hace la tesis. Le influencia Scheler.
También el idealismo de Fichte, y el pragmatismo de W James.
El hombre. Su naturaleza y su lugar en el mundo (1940, 1966, 1980). Sobre
antropología natural.
Hombre primitivo y cultura tardía, 1956. Sobre antropología cultural.
Moral e hipermoral (1969). Sobre antropología cultural.
Antropología filosófica, Paidó s, 1993.
Gehlen defiende una vuelta a una cultura reglada a través de las instituciones en las
cuales cristaliza la civilizació n y orientan al hombre en su conducta.
Teoría antropológica.
Carencias del ser humano. El ser humano tiene indigencia bioló gica, pero tiene una
interioridad compleja. Esta carencia se basa en:
25
ANTROPOLOGÍA II
26
ANTROPOLOGÍA II
CRÍTICA A LA ANTROPOLOGÍA
A partir de 1945 la antropología filosó fica pasa a segundo plano. Es sustituida por la
filosofía de la existencia de Heidegger y Jaspers, y el existencialismo de Sartre y
Marcel. En los 50 aparece la Escuela de Frankfurt y después el estructuralismo de
Levi-Strauss.
La Escuela de Frankfurt critica la antropología filosó fica. Horkheimer acusa a
Scheler de idealista por no tener en cuenta las variables sociales e históricas. El
hombre para Horkheimer es un ser histó rico, cambiante, sin definició n; mientras que,
para Scheler, Plessner y Gehlen hay una definición de hombre universal.
Habermas dice que los individuos viven totalmente integrados en las instituciones.
No ve la desinstitucionalizació n de Gehlen
Adorno propone llevar a cabo una antropología dialéctica en La dialéctica de la
ilustración.
Estas críticas no afectan al nú cleo de la antropología filosó fica. Los aná lisis de
Gehlen trascienden cualquier época histó rica sin dejar de generar un conocimiento
rico. Cualquier desarrollo dialéctico supone un comportamiento específicamente
humano. En el hombre hay una dialéctica entre su componente animal y su
componente humano. En El proceso de la civilización de N. Elías se trata el cambio de
lo bioló gico instintivo hacia lo cultural.
27
ANTROPOLOGÍA II
28
ANTROPOLOGÍA II
El ser debe estudiarse a partir del ente que somos nosotros mismos, ya que somos
capaces de preguntarnos por el ser.
El dasein es el ente que tiene un cará cter ontoló gico (preontoló gico) por su
capacidad de preguntar por el ser. El hombre no tiene una esencia dada, sino que su
esencia consiste en realizar su existencia dentro del mundo. El hombre es el dasein
(ser ahí, ser en el mundo) cuya esencia es su existencia (Sartre).
29
ANTROPOLOGÍA II
Pá rrafo 9.
En el resto de los entes, sus propiedades está n presentes ante los ojos. El Dasein no
es en cada momento todo lo que puede ser, sino que tiene posibilidades de ser en
cuanto que las comprende. No está completo. Es un ser posible. El Dasein es capaz de
preguntarse por el ser. Existe en el mundo, pero se da su propio modo de ser. Dasein
designa el ser, no el qué (hombre, persona).
4.2.0. LAS DETERMINACIONES ONTOLÓ GICAS DEL SER AHÍ: LOS EXISTENCIARIOS.
Existenciarios.
30
ANTROPOLOGÍA II
“Todas las notas explanativas que surgen de la analítica del “ser ahí” se ganan
dirigiendo la mirada a su estructura, la existencia. Por derivarse de la
existenciariedad, llamamos a los caracteres del “ser ahí” “existenciarios”. Hay que
distinguirlos rigurosamente de las determinaciones del ser del ente que no tienen la
forma del Dasein, las cuales llamamos “categorías”. … . Existenciarios y categorías son
las dos posibilidades fundamentales de caracteres del ser. Los entes respectivos
requieren que se le pregunte primariamente en cada caso de distinto modo: un ente
es un “quién” (existencia) o un “qué” (ser ante los ojos)” p. 56
4.2.1. EL SER EN EL MUNDO Y SER CON LOS OTROS: SER CON Y EL UNO.
Ser en el mundo.
En vez de hablar de un sujeto pensante, el sujeto se da en medio del mundo (no hay
lugar para preguntarse por un mundo exterior).
El ser ahí existe en el mundo en el sentido existenciario, en el sentido de curarse del
mundo.
Husserl y Scheler describen al hombre como objeto ante los ojos al tratarlo como ser
racional o hijo de Dios. Dilthey se aproxima má s.
El Dasein no vive en el mundo como al lado de otros entes sino que se encuentra
ocupado por ellos. De esta ocupació n nace nuestro có gito.
Mundo tiene el significado de “ser en el mundo”. Puede entenderse de tres formas:
Sentido ó ntico. Seres fuera de nosotros.
Sentido ontoló gico. Ser de un grupo de entes de ese mundo con propiedades
ontoló gicas. Mundo de las matemá ticas, biología….
Sentido preontoló gico-existencial. Lo que un Dasein vive de modo inmediato,
el mundo circundante. Puede ser social, físico, doméstico…
Sentido existenciario. Esquema espacial de las zonas del mundo circundante
en las que aparecen los seres ú tiles para el Dasein.
31
ANTROPOLOGÍA II
Hay que ver ahora có mo esta relació n con los otros, con la colectividad de los seres
ahí, condiciona la vida del ser ahí. La relació n entre el individuo y la masa. Este tema
ya lo formuló Kierkegaard. También está en Le bon La psicología de las masas y en
Freud
La masa es el “uno”. Por defecto, el ser ahí no es nunca él mismo sino lo que quiere la
masa, el “das man” (Man seft significa se dice, man deift se piensa).
Esto supone que el uno es un existenciario inevitable, inherente como fenó meno
original a la constitució n positiva del ser ahí. Se parte de una forma de pensar
colectivo que con el tiempo se puede individualizar con pensamiento crítico.
El proceso de individualizació n cuesta esfuerzo, ya que el uno tiene formas
existenciarias como la publicidad que impiden este proceso. La publicidad se
caracteriza por distanciació n, la conciencia del término medio y tiene como
consecuencia el aplanamiento de las posibilidades de ser. El uno ejerce una dictadura
sobre el ser ahí que supone la impropiedad como forma original del ser ahí.
La distanciación supone un calibrarse con los demá s, medir la distancia del término
medio para no separarse demasiado de él ya que el individuo que se singulariza
mucho es inmediatamente atacado. Este miedo a trasgredir los límites del modo de
existencia que me propone el término medio hace que me cohíba a mi mismo, lo cual
supone un aplanamiento de las posibilidades del ser. P 144
Al preguntarse por el en del ser en el mundo desarrolla una teoría del conocimiento
desde el punto de vista existenciario.
32
ANTROPOLOGÍA II
La relació n del ser ahí con el mundo es posible porque el ser ahí conlleva una
apertura cognoscitiva sin la cual sería imposible dicha relació n. El ser ahí se
caracteriza por dicha apertura, que Heidegger llama “estado de abierto”. Este estado
abierto tiene sentido físico y epistémico. Físico porque las determinaciones espaciales
de las cosas son imposibles sin la referencia al “ser ahí” y epistémico porque nos
permite un conocimiento del modo del ser del mundo.
Las condiciones existenciarias má s primitivas que forman parte de la constitució n
existenciaria del ser ahí como ser abierto son:
1. Disposició n afectiva. Estado emocional que constituye lo ó nticamente má s
conocido y cotidiano. Estado de á nimo, temple. Este estado de á nimo dificulta la
filosofía ya que no permite razonar desde la mera razó n. Los griegos desde la
admiració n, los modernos desde la duda, los contemporá neos desde el espanto. El
á nimo proporciona un preconocimiento del mundo, ya que el mundo es considerado
como una carga que o bien nos aplana o nos levanta el estado de á nimo. El ser
humano está por tanto de entrada arrojado al mundo “estado de yecto”, arrojado al
mundo. Esto le supone una dependencia ontoló gica.
33
ANTROPOLOGÍA II
El estado habitual de término medio del Dasein es la caída. El ser ahí no es él mismo,
no interpreta bien las cosas sino que cae en la dictadura del uno. Vivimos de prestado.
A crédito segú n Ortega. (Por esto le achacan a Heidegger llevar a cabo un
protestantismo en el grado cero de la secularizació n, donde la caída es el pecado)
Este estado de caída se caracteriza por las habladurías. Porque se habla mucho por
hablar sin conocer los temas. Cuñ adismo.
Este hablar por hablar va acompañ ado de una dispersió n, un pasar de una cosa a
otra sin profundizar. Esto produce la “avidez de novedades”. Diferencia en Santo
Tomá s entre la curiosidad y la estudiositas.
Todo ello conduce al estado de ambigü edad, donde nada se sabe con certeza aunque
aparentemente se sepa de todo (contra lo que lucha el tá bano de Atenas).
Caer en la ambigü edad es una tentació n constante ya que nos evita el esfuerzo de
pensar por nosotros mismos. Esto provoca que el mundo del ser ahí permanezca
cerrado.
34
ANTROPOLOGÍA II
2. SER Y TEMPORALIDAD.
Al ser la cura el fenó meno existenciario que explica de manera unitaria los
existenciarios, la temporalidad tiene que establecer una relació n constitutiva con el
ser. La cura presupone el fenó meno del tiempo.
Los animales no son conscientes de la muerte pero el hombre sí. Hay que dar una
relació n existenciaria de la muerte puesto que esta determina una diferencia radical
en el hombre.
Cita a Dilthey (La evidencia y la poesía), Simmel (Intuició n de la vida) y Jaspers
(Psicología de las concepciones del mundo. La muerte es una de las situaciones límite
en la vida del hombre).
Dilthey dirá que la muerte es fundamental para la vida.
El ser humano no está terminado hasta el momento de la muerte, por lo tanto su
comprensió n no puede ser total. Ademá s, una vez muerto no se puede comprender,
ya que esta propone una experiencia irreferible.
El fin de la vida se puede comprender en tres sentidos:
Muerte bioló gica. Llega en la madurez (como en la fruta). En el hombre no
está asociada con la madurez.
Muerte teoló gica. La muerte no tiene por qué significar el fin absoluto.
Muerte en sentido existenciario. El Dasein es un ser para la muerte o ser para
el fin.
35
ANTROPOLOGÍA II
1. La llamada de la conciencia.
Para que el ser ahí se reapropie su vida debe cambiar de perspectiva. Esto es posible
por la llamada de la conciencia.
Aquí trata Heidegger sobre la conciencia moral desde su punto de vista. La cum-
scientia es un saber añ adido, un co-saber respecto a nuestras acciones libres que
especifica su valor moral (bueno o malo). Puede ser antecedente o consecuente.
Me hace sentir mal en mi propio ser. No me puedo zafar libremente de ella hasta que
no cumpla los requisitos que me dicte la conciencia “la vocació n viene de mí y sin
embargo sobre mí” p 57. Remite a una realidad por encima de mí. Entronca con la
idea de la moral tradicional, las leyes morales objetivas que no surgen por decisió n
del hombre sino que son independientes. La conciencia llama desde el ser ahí a la
mismidad del uno mismo para salir del estado de caída. Esta llamada es algo en ti que
no se provoca deliberadamente.
Interpretaciones. Es algo sano pero ha sido desautorizado por Nietzsche o Freud,
ya que lo toma como fenó meno patoló gico que surge de reorientar hacia uno mismo
los instintos violentos reprimidos por la sociedad. Interpretació n teoló gica: la
conciencia es la voz de Dios en el alma. Hay un conocimiento innato de los principios
morales (sindéresis para Santo Tomá s). Interpretació n psicoló gica: surge por
aprendizaje social y por la capacidad de la empatía.
Interpretació n existenciaria: La ú nica
2. La conciencia y la culpa.
Entronca con el concepto de mal en San Agustín, mal como falta de bien, limitació n de
bien.
El cará cter de ser deudor es condició n existenciaria de posibilidad del bien y el mal
moral.
Tiene que ver con la metafísica tomista. Segú n ella, en todos los seres finitos hay una
distinció n entre esencia y existencia. Pero en Dios se unen, su esencia va unida a su
existencia. Los seres contingentes tienen ser porque de alguna manera su ser
36
ANTROPOLOGÍA II
participa del Ipsum ese subsisten (existencia autosustintente), del ser de Dios. Este ser
no es un ser deudor.
Tiempo existenciario.
El hombre siempre ha estado condicionado por el tiempo. El tiempo surge de medir
el cambio (Aristó teles). Pero para Dios no hay tiempo, ya tiene todo lo que puede
tener. Aquí surge la contraposició n tiempo/eternidad.
Todos tenemos una comprensió n cotidiana del tiempo, pero no sabemos qué es
Si no me lo preguntas lo sé, si me lo preguntas, no lo sé. San Agustín.
Heidegger distingue entre
Tiempo mundano o de los ahoras. Multiplicidad de momentos iguales, el que
medimos con el reloj.
Tiempo existenciario. El hombre tiene necesidad de medir el tiempo como
consecuencia de la finitud de su vida. No tiene todo el tiempo del mundo. La
vida es una cura, pero es una cura en el tiempo. La temporalidad es el
fundamento ontoló gico de la cura.
37
ANTROPOLOGÍA II
conciencia clara de la muerte. Por ser un ser “advenidero” que se apoya en el pasado
va surgiendo el presente.
Tiene que ver con la distinció n de Bergson entre tiempo de los relojes y la duració n.
Temporalidad e historicidad.
La temporalidad es también fundamento de la historia. El ser humano está
condicionado por hechos relevantes de la historia. Es necesaria la comprensió n de
hechos humanos previos para el desarrollo del Dasein. Heidegger lleva a cabo un
aná lisis existenciario de la historicidad.
La existencia es un acontecer, sucesió n de acontecimientos a lo largo del tiempo. Es
necesario mostrar la estructura existenciaria del acontecer en general. De ahí
surge el estudio de los aconteceres del pasado que condicionan los aconteceres
presentes, es decir la historia. En este sentido la historia es historia “en el mundo” o
historia mundial. Hay que tener en cuenta que el tiempo que usa la historia no es el
tiempo que mide la física, no es un tiempo cuantitativo sino cualitativo. Incluso la
forma de contar los añ os depende de la aparició n de personajes relevantes como
Buda, Cristo o Mahoma.
RECEPCIÓN
Husserl dirá que es una genialidad, aunque no es científica. Heidegger lleva a cabo de
una manera sistemá tica el estudio de todos los fenó menos que involucran la
existencia humana, incluyendo aportaciones de la historia de la metafísica. También
parece que tiene verdad.
38
ANTROPOLOGÍA II
Escuela de Frankfurt: Marcuse quiso hacer la tesis con él. Horkheimer asiste a sus
clases. Adorno le critica pero se ve influenciado. Coincide con ellos al criticar la fe
ciega en la ciencia, también desde el punto de vista ecoló gico.
Lleva a cabo una desustantivació n del sujeto (no tiene sustancia), desensecializació n
y destrascendentalizació n del sujeto (el sujeto no está independiente del mundo).
El teó logo Rudolf Wultman también lleva a cabo una desmitologizació n de las
escrituras siguiendo a Heidegger, diciendo que hay que interpretar estas escrituras en
sentido existencial.
CRÍTICAS
Ruber en Qué es el hombre 1942 le acusa de elaborar un sistema cerrado con un sujeto
solipsista que no se relaciona con los hombres ni con Dios.
Lowith dirá que ignora la corporeidad del hombre.
Adorno en Jerga de la autenticidad le acusa de decir obviedades, y de violencia
interna.
39