que las lágrimas ni le brotaban aunque un torrente de penas le partieran en dos el alma. Insensible ante el dolor sus ojos jamás lloraban como si un caudal de lágrimas antes de salir se congelaran…
Ella sufrió el abandono
del hombre que más amaba, el que por irse con otra con su hijo la dejara, y ella sola para todo trabajaba y trabajaba y convertida en padre y madre a su hijo levantaba.
Después de algunos años
mientras la vida pasaba, ella volvió a enamorarse y otra vez esperanzada le ofreció el corazón a otro que un nuevo amor le mostraba, con él vivió ilusiones de mujer enamorada y vio la felicidad de cerca tal como lo soñaba, y apenas era feliz y sonreía su cara nuevamente la desgracia hasta su vida llegaba; pues una tarde calurosa su compañero la abandonaba cuando un infarto fulminante el aliento le arrancara y la muerte despiadada se llevaba su alegría y en su dolor la dejaba, pero su vida tan dura estaba ya acostumbrada y ni una sola lágrima de sus ojos le brotaban…
Y siguió sola el camino
como en épocas pasadas tragándose su dolor con el alma destrozada; sus ojos estaban secos como riachuelo sin agua y su mirada tan dura que cuando mira desgarra y dan siempre la impresión de que no sufren por nada.
Pero una noche cualquiera
de un alegre fin de semana donde el furor de las fiestas entre gritos de parranda vuelve a llegar la desgracia que a su vida se consagra cuando el parte policial a ella notificara que habían matado a su hijo cuando en la fiesta bailaba cuyo único pecado fue que su alma enamorada puso su amor y esperanza en una mujer casada pero un marido celoso al verlos juntos bailando a los dos apuñalara.
Y fue esa triste tragedia
la que su alma doblegara cuando sus incontenibles lágrimas de sus dos ojos brotara y mientras mas llanto vertían el dolor más se agrandaba y dejaba escapar sus lágrimas que en tantos años guardara porque la muerte de un hijo es difícil superarla y por fuerte que sea la madre ha de quedar derrumbada con un dolor infinito de una tristeza que vaga y le da cabida al llanto y enmudecen sus palabras y va mojando sus ojos esos que nunca lloraban por que la muerte de un hijo no es fácil asimilarla por eso ahora en el pueblo de manera descarada llaman ahora “llorona” a la que nunca lloraba.
Ensayo Sobre La Pertinencia en Venezuela de La Organizacion Internacional Del Trabajo Dada La Situación Politica, Económica y Social Que Atravieza Venezuela