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Surgimiento del Estado panameño y desarrollo de la conciencia nacional.

1. Gesta emancipadora de 1903.


    -Organización del Estado panameño.
    -Orden constitucional y anarquía electoral.
    -Belisario Porras y la modernización de la república.

Panamá se separó de Colombia el 3 de noviembre de 1903, a través de una


Junta Revolucionaria liderada por el Doctor Manuel Amador Guerrero. Al
separarse, no tenía un gobierno, por tal razón el nuevo estado estaría dirigido por
una Junta Provisional hasta cuando se hicieran elecciones para escoger un
presidente.
En 1904, se hizo la primera Constitución política de Panamá, siguiendo
modelo colombiano y colocando el artículo 136 nocivo para la soberanía, ya que
permitía la intervención del gobierno estadounidense en suelo patrio. Nos
preguntamos, ¿esta actitud de los gobernantes de turno era por servilismo o por
falta de sentimiento nacionalista?

Decía el Dr. Eusebio A. Morales en 1916, tal como a su vez lo expresara el


connotado jurista Dr. José Dolores Moscote, a través de un discurso en 1932,
que las causas de la ausencia de sentimientos eran históricas, porque la
nacionalidad es un sentimiento que se ‘construye ' que se ‘desarrolla y crece ' a
través de las luchas y el sufrimiento que padece un pueblo y las metas y alegrías
que logra alcanzar y compartir. Eso es totalmente cierto.

Tuvimos muchas situaciones en nuestra contra; pero principalmente el mal


de Panamá empezó cuando nos convertimos en un eje de expoliación de
riquezas, para ‘otros ', y así se convirtió a este istmo en una región
‘transitista '... hasta la actualidad.

Cuando inicia la República, el pueblo de Panamá se mantuvo unido en ‘la lucha


por su soberanía ', eso le dio cohesión, le dio su propia ética y dinámica; y
conllevó a 1964, en que los estudiantes formados en las luchas nacionalistas y el
fervor patriótico, en conjunto con el pueblo llano de las ciudades de Panamá y
Colón, se enfrentaron a la nación más poderosa del planeta y triunfaron aun dando
sus vidas por su patria.
La separación fue un resultado secundario o aleatorio que coincidió con otros
procesos de gestación y desarrollo de un anhelo de independencia frente al
centralismo colombiano y que obstaculizaba las posibilidades de desarrollo del
país, a raíz del rechazo del tratado Herrán-Hay.
Hacia finales del siglo XIX, algunos hechos fundamentales y de extraordinaria
proyección, llevaron a los panameños a pensar, una vez más, en constituirse en
estado independiente. Mencionaremos tres de esos hechos: a) El proyecto francés
de hacer el Canal a nivel, terminó en un sonado fracaso que produjo seria crisis
económica y grave desilusión entre todos los sectores de la sociedad panameña;
b) A finales de la centuria, Colombia se sumió en otra guerra civil, más cruel y
despiadada que las anteriores. Fue la llamada “Guerra de los Mil Días” (1899-
1902), en la cual participaron los panameños sosteniendo y defendiendo la causa
liberal. Esta contienda provocó la ruina de Panamá por la irracional destrucción de
riquezas y de fuerzas productivas, llevada a cabo por ambos bandos en lucha. Su
desenlace militar, o sea la derrota de la Revolución Liberal, significó para Panamá
el fin de la ilusión que se había abrigado en el sentido de lograr a través de su
incorporación a la guerra, o bien su autonomía, o bien su separación, lo que llevó
a ciertos sectores a plantear en forma franca la imposibilidad de continuar unidos a
Colombia; y c) El rechazo, por parte de Colombia, de un proyecto de Tratado con
los Estados Unidos, que el Senado colombiano estimó inaceptable y en función
del cual, Estados Unidos conseguiría la autorización legal colombiana para
construir el Canal, ya que los esfuerzos franceses habían resultado fallidos. Estos
tres hechos -entre otros de menor importancia-obligaron a muchos panameños a
plantearse –una vez más- el problema del futuro económico y político del Istmo. 

LA OLIGARQUÍA PANAMEÑA PARA 1925


Ricaurte Soler en su artículo, Panamá, Nación y oligarquía (1989), menciona que
1925 representa en la historia panameña un momento definitivo, que aclara hasta
la saciedad los compromisos, limitaciones y destino histórico de las clases
existentes.
A partir de 1924 es posible afirmar que la experiencia nacional-popular del
porrismo había agotado su ciclo. Desde 1923, en efecto, la pequeña burguesía se
empeñaba, por primera vez en la historia panameña, en crear su propia
organización política, independiente tanto de la alternativa oligárquica como de la
opción porrista. Esa organización concretó en Acción Comunal, sociedad semi-
clandestina, nacionalista. En las condiciones particulares de Panamá muchos de
estos profesionales se encontraban desplazados por personal norteamericano que
como asesor proliferaba en la administración pública. Desde 1924, por otra parte,
la clase obrera alcanzaba una nueva etapa en la lucha por su organización al
crearse el Sindicato General de Trabajadores. Estamos, por tanto, en presencia
de organizaciones incipientes que ya escapan al primer esquema populista de la
historia republicana y que constituía también fuerzas sociales de oposición a la
oligarquía.
En las específicas condiciones panameñas el poder oligárquico lo integra la
burguesía comercial y casa teniente, proyectada en el Interior a través de
terratenientes y caciquismo regionales, a partir del momento en que esa misma
burguesía, por razones internas y externas, renuncia a su proyecto histórico de
organizar el Estado Nacional en función del recurso natural de la posición
geográfica.
En 1925, en efecto, se da el primer movimiento multitudinario de
reivindicación social que registra nuestra historia republicana. Se trata de una
protesta popular contra al alza de los alquileres –movimiento inquilinario–
protesta organizada por la “Liga de Inquilinos” como sección del Sindicato General
de Trabajadores. La represión de la fuerza pública, el 10 de octubre, dio origen a
un mínimo de cuatro muertos y numerosos heridos. El ejecutivo, identificándose
con los casa teniente, no vacila en solicitar la intervención de las tropas
norteamericanas, lo cual tiene lugar el 12 del mismo mes, dando por resultado
nuevos muertos y heridos. Encarcelamientos y deportaciones siguieron a los
sucesos. El 30 de octubre Horacio F. Alfaro, Secretario de Relaciones Exteriores,
y primer presidente-fundador de la Cámara de Comercio e Industrias de Panamá,
expresa al Gobernador de la Zona del Canal su “agradecimiento por la
cooperación eficaz prestada por las fuerzas militares de los Estados Unidos para
mantener el orden de la ciudad de Panamá durante los disturbios ocurridos en el
presente mes”.

De enorme transcendencia fueron, por otra parte, las consecuencias del


movimiento inquilinario pues a la experiencia de 1925 no es ajena la repulsa
popular al proyecto del Tratado Alfaro-Kellogg en 1926, y su final rechazo por la
Asamblea Nacional en enero de 1927. La militancia de “Acción Comunal”, del
Sindicato General de Trabajadores, y los manifiestos de numerosos municipios y
asociaciones cívicas hicieron posible aquel rechazo.
Durante aquellos mismos años, como vimos, la oligarquía logró absorber a “Acción
Comunal”, diluyendo así el radicalismo de la pequeña burguesía. En estas
condiciones el poder oligarca podía expresarse en múltiples partidos sin que su
hegemonía real, económica y política, sufriese merma alguna. Los partidos
Liberal Unido, Liberal Demócrata, Liberal Renovador, Liberal Doctrinario y
Liberal Nacional constituyeron las intrascendentes y coexistentes variaciones de
la misma hegemonía.
El cuadro, sin embargo, habría de alterarse, como sucedió también a escala
latinoamericana con motivo de la segunda guerra mundial.
Desde el golpe de Estado de 1931, el Dr. Arnulfo Arias había comenzado a
hacer carrera política. En 1940 alcanza la presidencia de la República intentando
actualizar en el Partido Nacional Revolucionario (después fundará el Partido
Revolucionario Auténtico y el Partido Panameñista) el espíritu nacionalista de la
desaparecida “Acción Comunal”. Las medidas tomadas en un año de gobierno le
permiten sustentar un proyecto político de rasgos definitivamente populistas.
A través de la “nacionalización del comercio”, que implicaba el traspaso a
ciudadanos panameños de los numerosos establecimientos comerciales en manos
de inmigrantes chinos, hindúes y judíos, el régimen de Arias se aseguró el apoyo
de dos importantes sectores de la pequeña burguesía: La pequeña propiedad y la
pequeña producción. Las capas medias y el sector asalariado no productivo,
fetichizando los cánones del demo liberalismo, le será, en general, hostil. La
creación del patrimonio familiar (débil y primer intento de racionalizar la propiedad
agraria), del Seguro Social, y la resistencia a conceder bases militares a Estados
Unidos en los inicios de la segunda guerra mundial, le granjean el apoyo de clases
y sectores de clases populares cuya delimitación, como en todo populismo, es
difícil precisar. Su derrocamiento, apenas un año de iniciado su programa
reformista, contribuirá a asentar, por muchos años, el prestigio de caudillo
carismático.
La segunda experiencia populista de la historia de la República, que como factor
político recurrente prolonga su vigencia hasta 1968, obliga a inevitables
consideraciones.

MOVIMIENTOS ESTUDIANTILES EN PANAMÁ, DÉCADAS 1920 -1968.             


 El papel que ha jugado la mujer panameña consciente y revolucionaria, a través
de la historia republicana, ha sido fundamental. Su lucha ha estado presente a lo
largo del siglo XX, aunque pocas veces, los libros de historia han hecho clara su
participación.
Hoy se pueden hacer visibles  hechos y nombres de mujeres, lideresas
estudiantiles vinculadas a esa lucha por la soberanía nacional, la auto
determinación, las que hoy están ahí luchando por otras causas igualmente justas
para el pueblo panameño.
Desde sus comienzos la mujer ha incidido en la historia nacional.
Cada época marca la lucha a seguir y en Panamá durante casi todo el siglo XX, el
compromiso más trascendente, de la juventud de ese momento era la eliminación
de la quinta frontera, la nacionalización de la zona del canal, contra toda presencia
imperialista en nuestro territorio nacional.
Para lograr el objetivo patriótico anti colonial, fue necesario llevar una lucha
desigual contra el monstruo del militarismo oligárquico, de la Policía Nacional, así
como de la Guardia Nacional…por años y que desemboca en la heroica jornada
de mayo de 1958, que logra el Pacto de la Colina.
A principios del año 1942, estudiantes universitarios de la Facultad de
administración de la Universidad de Panamá, se reúnen para expresar
inconformidad por el programa curricular de sus carreras y exigían al rector de ese
entonces Dr. Jeptha Duncan un cambio en el plan de estudios, algo similar
ocurría en la Facultad de Derecho, a los que también se le unen. Dicha protesta
fue convocada por los estudiantes: Guillermina Arroyo, Elicenia González,
Adela Céspedes, entre otros.
Con el rechazo al convenio Filos-Hines en diciembre de 1947, que pretendía
prorrogar a los norteamericanos por más tiempo, la posesión de bases militares en
todo el territorio nacional. La misma contó con una fuerte y efervescente juventud
beligerante contra este nefasto convenio que pisoteaba la dignidad nacional. En
aquella ocasión, la Unión Nacional de Mujeres realizó el 16 de diciembre de
1947, una multitudinaria manifestación de 10, 000 mil mujeres ante el Palacio
Legislativo. Hicieron uso de la palabra Augusta Ayala, Ana Isabel Illueca,
Virginia Paredes de Pérez, Gilma de Lasso, Blanca de Sánchez y la gran
sindicalista Marta Matamoros.

MILITARISMO EN PANAMÁ
:
 El 11 de octubre de 1968, la Guardia Nacional derrocó a Arnulfo Arias. Este
se refugió en la Zona del Canal, que estaba controlada por el ejército
norteamericano. “Boris Martínez y Omar Torrijos lideraron este golpe de estado e
imponen una Junta provisional de Gobierno, dirigida por los Tenientes Coroneles
José María Pinilla y Bolívar Urrutia. “Se suprimen todas las libertades y derechos
políticos de la ciudadanía panameña, se deroga la constitución de 1946 e inician
transformaciones de orden político y social.
Con la muerte de Omar Torrijos H., el 31 de julio de 1981, los militares se
pasaron el mando entre varios, hasta que finalmente en agosto de 1983, Manuel
Antonio Noriega se convierte en el ‘hombre fuerte’ de Panamá.

Algunos consideran que la dictadura termina con la invasión del Ejército de


Estados Unidos en Panamá la madrugada del 20 de diciembre de 1989. Sin
embargo, la instauración de un gobierno democrático, como tal, no fue hasta
enero de 1990, cuando asume la Presidencia del país, el entonces arnulfista,
Guillermo Endara Galimany.

INVASIÓN EN PANAMÁ:
El 20 de diciembre de 1989 Estados Unidos invadía Panamá, en lo que luego se
conocería con el nombre de “Causa Justa”, una operación que involucró a 25.000
soldados estadounidenses, además de las tropas que habitualmente permanecían
en las bases cercanas al Canal de Panamá.
Su objetivo era capturar al General Manuel Antonio Noriega, militar y político que
mantenía en el país una dictadura instaurada por otros militares desde 1968. Su
mandato comenzó en 1983, sucediendo a Rubén Darío Paredes y Omar Torrijos.
De ser uno de los más fieles colaboradores de la Agencia Central de Inteligencia
(CIA) y la Administración para el Control de Drogas (DEA), Noriega pasó a
convertirse en enemigo de Washington.
El conflicto vino cuando el dictador anunció que debía abandonar el territorio la
Escuela de las Américas de EE.UU., una academia militar que había funcionado
en Panamá desde 1946, calificada por los medios como la "escuela de asesinos",
donde él mismo se había formado.
No obstante, documentos secretos revelados mucho tiempo después daban
cuenta de las verdaderas intenciones de la Casa Blanca con esta inverosímil
operación. Una de ellas era abrogar los tratados que involucraban al Canal de
Panamá, y asegurar su control más allá del año 2000, y por otra parte,
cancelar los contratos con Japón para las alternativas al Canal y cortarle su
ascenso al poder mundial.
Según datos ofrecidos por la Iglesia Católica panameña, a causa de la invasión se
produjeron 655 muertes de panameños, de los cuales 314 eran militares y 341
civiles. En cuanto a los heridos, la cifra asciende a 2.007, y de ellos solo 124
militares. Además, pérdidas económicas millonarias, saqueos y destrucción de
estructuras.

ÉPOCA DEMOCRÁTICA:
La época democrática en Panamá se inicia al ser juramentado el presidente electo
por los panameños Guillermo Endara Galimany. Se organizaron todas las
instituciones del Estado y se mejoró la economía. A partir de allí, se han escogido
los presidentes por elección popular cada 5 años, respetando la voluntad del
pueblo.
El Golpe de Estado de 2 de enero de 1931  presidente constitucional de Panamá Florencio
Harmodio Arosemena.
Fue el primer levantamiento armado en la historia republicana de Panamá, revolución cruenta
porque a pesar de su poca duración hubo algunos muertos y heridos. Con la entrada al poder
de Ricardo J. Alfaro al gobierno interino, la unidad de Acción Comunal empezó a
desmoronarse por las aspiraciones políticas y personales de algunos de su miembros. La falta
de ideología y de un programa de gobierno facilitaron su división, como se vio en la campaña
electoral de 1932, cuando el grupo se partió en tres corrientes: una apoyando a Harmodio
Arias, otra a Víctor Florencio Goytia y otra que se mantuvo neutral.

Golpe de Estado en Panamá (1941). Golpe de Estado militar perpetrado el 9 de


octubre de 1941 por Ricardo Adolfo de la Guardia contra el presidente Arnulfo Arias.

El 9 de octubre de 1941, el entonces presidente de la República, Arnulfo Arias


Madrid, quien se había ido de viaje a Cuba, fue derrocado en un golpe de Estado,
en el que se declaró como nuevo presidente a Ricardo Adolfo de la Guardia. El
evento tuvo lugar en la época en que Estados Unidos entraba a la II Guerra
Mundial, y el gobierno de Franklin D. Roosevelt había pedido al gobierno de Arias
que accediera a artillar a todos los buques mercantes panameños, a lo que Arias
se negó. Diversos observadores y autores coinciden en que los golpistas estaban
en coordinación con EE.UU
El golpe de Estado de 11 de octubre de 1968  Arnulfo Arias Madrid,

 Instalación de la Junta Provisional de Gobierno, dirigida por los coroneles José María Pinilla y Bolívar
Urrutia

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