Está en la página 1de 6

Relactancia y Lactancia

inducida como Intervenciones


para Alimentar Bebes
Liga Internacional de la Leche
Elizabeth Hormann, EDM, IBCLC

Líder de la Liga de La Leche.

Asesora de la Iniciativa de Hospitales Amigos de la Infancia

Relactar es renovar la producción de leche de una mujer que dejó de


amamantar, meses o años antes. Lactancia inducida es lograr la
producción de leche en una mujer que nunca ha estado embarazada.
Ambas son consideradas posibles pero improbables, tal vez con
excepción del mundo en desarrollo. Una revisión de la Organización
Mundial de la Salud1 realizada en 1998, abre luces para que estas
prácticas sean usadas como estrategias útiles para alimentar bebés en
multiplicidad de circunstancias.

Manejo de bebés enfermos. En los países en desarrollo, la interrupción


de la lactancia a menudo lleva a enfermedad del bebé, haciendo
necesaria su hospitalización. Clínicas de relactancia establecidas en
Uganda en los años sesenta por Jelliffe y sus colegas2 manejaron el
fracaso de la lactancia con una combinación de consejería,
amamantamiento frecuente y «aceptación mágica». Cada madre recibió
también 50 mg de Clorpromazina tres veces diarias durante siete días.
El éxito de estas clínicas para reversar la suspensión de la lactancia y
mejorar la salud de los bebés inspiró muchos proyectos y estudios
subsecuentes3,4.

Bebés con bajo peso incapaces de succionar eficientemente. Bebés con


bajo peso al nacer a menudo no son capaces de succionar
eficientemente hasta unas semanas después.
Sus madres, bombean o extraen su leche por períodos prolongados, y al
cabo de un tiempo pueden experimentar una significativa reducción en
la producción de leche. Algunos estudios muestran que los galactogogos
farmacológicos efectivamente aumentan la producción de leche, dando
como resultado una relactancia parcial en estas madres5,6.
Un estudio fue llevado a cabo en Estados Unidos con seis madres
incapaces de amamantar o que fueron aconsejadas para no hacerlo con
sus bebés prematuros o enfermos. Hubo intervención para relactar
incluyendo apoyo, consejo, amamantamiento frecuente y el uso de un
aparato para alimentación suplementaria (Lact-Aid).

Tres madres produjeron leche suficiente para alimentar exclusivamente


a sus bebés; dos madres produjeron al menos la mitad de las
necesidades nutricionales de sus bebés7.
Bebés con dificultad para amamantar. Muchas mujeres dejan de
amamantar debido a problemas que les parecen imposibles de superar.
La revisión de la OMS cita bebés con problemas anatómicos
(frenillo/paladar hendido), problemas de manejo de la lactancia
(deficiente agarre) y problemas de comportamiento en el bebé (llanto
excesivo). Auerbach y Avery8 mencionan como causas la introducción
temprana de biberones, la percepción de insuficiente producción de
leche y las recomendaciones de los médicos para destetar. Una vez
identificados, los problemas relacionados con el bebé deben ser
resueltos, pues en caso contrario, la relactancia será decepcionante. El
apoyo especializado y el tratamiento pueden requerirse para solucionar
problemas médicos.

Bebés separados de sus madres. De cerca de 366 mujeres relactantes


reportadas por Auerbach y Avery9, 75 fueron separadas de sus bebés
de una a doce semanas a raíz de una hospitalización repentina. Sus
experiencias fueron descritas en una monografía10 en la cual 61% de
las madres reportaron que sus bebés regresaron al seno al primer
intento y el 82% estaba succionando a los diez días. La gran mayoría
(76%) requería de líquidos suplementarios; el 12% continuó con
líquidos suplementarios durante el período de lactancia. Muchas madres
reportaron haber reestablecido su producción de leche por ensayo y
error, con mínimo apoyo profesional. Esto sugiere que con información
adecuada y apoyo adecuado la relactancia puede ser a menudo una
intervención exitosa después de una traumática separación madre-hijo.

Emergencias. En el transcurso de emergencias, tanto naturales como


humanas, la nutrición es solo uno de los factores de presión a los que se
enfrentan las familias y los voluntarios de ayuda humanitaria. A pesar
del reconocimiento teórico de que la continuación de la lactancia o la
relactancia aseguran de mejor manera la seguridad de la alimentación
infantil durante la crisis11, este conocimiento es rara vez puesto en
práctica. Durante los últimos meses de la guerra de Vietnam, en
desarrollo de un proyecto, se reclutaron mujeres para adelantar
lactancia inducida de uno o dos huérfanos cada una12. El caos al final
de la guerra interrumpió el proyecto.

A pesar de los muchos estudios y políticas que recomiendan la lactancia


como una estrategia en emergencias13,14,15 no es comúnmente vista
como una opción viable. Las situaciones en las cuales la relactancia
puede ser un factor esencial de supervivencia infantil, requieren al
menos probable contar con información adecuada, experiencia y apoyo.
Aún en donde se ha intentado, a menudo solo ha tenido mínimo
éxito16,17. Un centro de alimentación terapéutica en Liberia es una feliz
excepción18.
Después de un promedio de trece días de amamantamiento frecuente y
comidas suplementarias en el seno, el 76% de los niños estudiados, con
severa desnutrición, fueron dados de alta con lactancia exclusiva.

Cada madre tuvo intensa ayuda para el manejo de la lactancia, para


restablecer la confianza y contar con tiempo suficiente. Se hizo
seguimiento a los bebés para asegurar adecuada ganancia de peso tanto
para mantenimiento como para aumento de peso.

El Módulo 1 de Entrenamiento en Redes de Nutrición de Emergencia


para la alimentación de bebés, indica condiciones mínimas para apoyar
la relactancia19. El Módulo 2 tiene información más extensa para el
apoyo de madres relactantes.

Situaciones individuales incluyendo la adopción. Muchas relactancias y


todas las lactancias inducidas involucran bebés cuyas madres no los han
dado a luz.

En ocasiones, un profesional médico sugiere amamantar por razones de


salud. Cuando la iniciativa parte de la madre, el énfasis está a menudo
en el vínculo madre hijo, y la leche tiene un interés secundario9.

La producción de leche varía considerablemente. Reporte de casos de


países en desarrollo van desde algunas gotas hasta 32 onzas (946 ml.)
diarias.22,23,24,25 En cerca de 240 madres adoptivas seguidas por
Auerbach y Avery226, el 63% redujo los suplementos a 454 g. por día.
Cerca de la mitad de los requerimientos de un niño de 6 kilos. Datos de
los países en desarrollo a menudo usan términos descriptivos en lugar
de cuantificar la producción de leche En un estudio de la India232 dos
madres lograron «lactancia completa»; tres alcanzaron «lactancia
parcial». Un estudio realizado en Papúa, Nueva Guinea21 reportó que 24
de 28 mujeres que completaron el programa de lactancia inducida
fueron dadas de alta «amamantando exitosamente bebés bien
nutridos». Trece de dieciséis mujeres que habían lactado anteriormente,
«lograron lactancia adecuada» entre cinco y diez días después de
empezar el tratamiento con clorpromazina o metoclopramida. Once de
doce mujeres que no habían amamantado previamente, lograron
alcanzar una lactancia «adecuada» entre cinco y trece días.

La norma para determinar la leche materna para alimentar


adecuadamente un bebé es 150 ml. por kilo de peso al día27. Si de esta
figura se sustrae la cantidad de suplementos, se tiene un estimativo de
qué tanta cantidad de leche está produciendo la madre (asumiendo que
el bebé está ganando buen peso).
Alimentación sustituta. La alimentación sustituta o mediante nodrizas,
fue común cuando la madre estaba enferma, había muerto o había
decidido no amamantar. La costumbre dejó de ser popular cuando las
leches de fórmula se volvieron de fácil adquisición. No obstante, la
alimentación con nodrizas se revive en muchas situaciones. Brown12,
Banapurmath20 y Nemba21 incluyen nodrizas en sus estudios. En este
sentido, equipos que trabajan en la transmisión de VIH de la madre al
niño han usado «fluidos aspirados del pezón» (NAF por el nombre en
inglés) de abuelas sero negativas o nodrizas para suplementar la
fórmula dada a niños sero negativos con madres cero positivas28.
Reportan que los fluidos de mujeres mayores de 70 años «contienen
muchos componentes de inmunidad innata típicamente presentes en la
leche materna».

Manejo Práctico
La estimulación frecuente del seno y una fuerte convicción de que la
madre puede producir leche son comunes al éxito de la relactancia y la
lactancia inducida. El apoyo y el suministro temporal de suplementos,
sin biberón, son también estrategias esenciales de manejo29. El apoyo
eficiente incluye desde la evaluación de la situación, incluyendo
barreras, nivel de apoyo disponible, la motivación de la madre,
información confiable tanto para la madre como para la familia, trabajo
de apoyo, y disponibilidad de apoyo y ayuda experimentadas.

El generoso contacto piel a piel estimula la secreción de prolactina y


ayuda a establecer el vínculo madre- hijo31,32 y la producción de
leche33. Estimula al bebé a mirar y tocar el seno inmediatamente
después del parto34 por todo el tiempo que el reflejo de reptar está
intacto. Para el bebé que inicialmente se resiste a prenderse al seno, el
contacto piel a piel repetido y extendido y/o el baño conjunto35 lo
pueden alentar a reconsiderar su actitud.

La succión sin restricción de tiempo de un bebé bien afianzado al seno


es usualmente la más efectiva manera de estimular la producción. Debe
succionar tan a menudo como lo desee, cada hora o cada dos horas si
es posible, pero al menos ocho (8) a doce (12) veces en 24 horas.
Compartir la cama permite un fácil acceso nocturno al seno, cuando los
niveles de prolactina están altos. Si el bebé rehúsa a prenderse al seno,
la expresión manual o con bomba puede estimular la producción.

Aún en casos en que el bebé muestra avidez al prenderse al seno,


puede necesitar alimentación suplementaria, mientras la producción de
su madre aumenta. Asegurar que permanezca adecuadamente
alimentado es crucial tanto para su salud como para mantener su
habilidad de succionar. De otra manera, un adecuado sustituto
nutricional de la leche materna debe ser usado tanto tiempo como sea
necesario.

También podría gustarte