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Ceguera Espiritual
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14. Y era día de reposo cuando Jesús había hecho el lodo, y le había abierto los ojos.
15. Volvieron, pues, a preguntarle también los fariseos cómo había recibido la vista.
El les dijo: Me puso lodo sobre los ojos, y me lavé, y veo.
16. Entonces algunos de los fariseos decían: Ese hombre no procede de Dios, porque
no guarda el día de reposo. Otros decían: ¿Cómo puede un hombre pecador hacer
estas señales? Y había disensión entre ellos.
17. Entonces volvieron a decirle al ciego: ¿Qué dices tú del que te abrió los ojos? Y él
dijo: Que es profeta.
18. Pero los judíos no creían que él había sido ciego, y que había recibido la vista,
hasta que llamaron a los padres del que había recibido la vista,
19. y les preguntaron, diciendo: ¿Es éste vuestro hijo, el que vosotros decís que nació
ciego? ¿Cómo, pues, ve ahora?
20. Sus padres respondieron y les dijeron: Sabemos que éste es nuestro hijo, y que
nació ciego;
21. pero cómo vea ahora, no lo sabemos; o quién le haya abierto los ojos, nosotros
tampoco lo sabemos; edad tiene, preguntadle a él; él hablará por sí mismo.
22. Esto dijeron sus padres, porque tenían miedo de los judíos, por cuanto los judíos
ya habían acordado que si alguno confesase que Jesús era el Mesías, fuera expulsado
de la sinagoga.
23. Por eso dijeron sus padres: Edad tiene, preguntadle a él.
24. Entonces volvieron a llamar al hombre que había sido ciego, y le dijeron: Da
gloria a Dios; nosotros sabemos que ese hombre es pecador.
25. Entonces él respondió y dijo: Si es pecador, no lo sé; una cosa sé, que habiendo
yo sido ciego, ahora veo.
27. El les respondió: Ya os lo he dicho, y no habéis querido oír; ¿por qué lo queréis
oír otra vez? ¿Queréis también vosotros haceros sus discípulos?
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29. Nosotros sabemos que Dios ha hablado a Moisés; pero respecto a ése, no sabemos
de dónde sea.
30. Respondió el hombre, y les dijo: Pues esto es lo maravilloso, que vosotros no
sepáis de dónde sea, y a mí me abrió los ojos.
31. Y sabemos que Dios no oye a los pecadores; pero si alguno es temeroso de Dios, y
hace su voluntad, a ése oye.
32. Desde el principio no se ha oído decir que alguno abriese los ojos a uno que nació
ciego.
35. Oyó Jesús que le habían expulsado; y hallándole, le dijo: ¿Crees tú en el Hijo de
Dios?
36. Respondió él y dijo: ¿Quién es, Señor, para que crea en él?
37. Le dijo Jesús: Pues le has visto, y el que habla contigo, él es.
39. Dijo Jesús: Para juicio he venido yo a este mundo; para que los que no ven, vean,
y los que ven, sean cegados.
40. Entonces algunos de los fariseos que estaban con él, al oír esto, le dijeron: ¿Acaso
nosotros somos también ciegos?
41. Jesús les respondió: Si fuerais ciegos, no tendríais pecado; mas ahora, porque
decís: Vemos, vuestro pecado permanece.
En el estudio anterior consideramos el milagro que el Señor Jesucristo hizo cuando sanó
a un hombre ciego de nacimiento.
Ahora tendremos ocasión de ver las reacciones de distintas personas y grupos ante lo
ocurrido:
El hombre en el que se había hecho el milagro tenía que ser bien conocido:
Porque durante años se había sentado a mendigar en algún lugar cerca del templo.
Sin embargo:
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En su nueva condición, su aspecto tuvo que haber cambiado drásticamente.
Quizá por esta razón, cuando el que había sido ciego se encontró con sus vecinos
surgieron algunas dudas:
Si aquel hombre que ahora veía había sido realmente ciego desde su nacimiento.
Y si era el mismo que conocían como el que se sentaba a mendigar.
o (V.8-9) "Entonces los vecinos, y los que antes le habían visto que era
ciego, decían: ¿No es éste el que se sentaba y mendigaba? 9 Unos
decían: El es; y otros: A él se parece. El decía: Yo soy."
El hombre hace una fiel confesión de los hechos relacionados con su curación.
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Y del que de momento sabía muy poco:
El que había sido ciego no podía decir nada más acerca de Jesús:
13. Llevaron ante los fariseos al que había sido ciego. 14. Y era día de reposo cuando
Jesús había hecho el lodo, y le había abierto los ojos. 15. Volvieron, pues, a
preguntarle también los fariseos cómo había recibido la vista. El les dijo: Me puso
lodo sobre los ojos, y me lavé, y veo. 16. Entonces algunos de los fariseos decían: Ese
hombre no procede de Dios, porque no guarda el día de reposo. Otros decían: ¿Cómo
puede un hombre pecador hacer estas señales? Y había disensión entre ellos. 17.
Entonces volvieron a decirle al ciego: ¿Qué dices tú del que te abrió los ojos? Y él
dijo: Que es profeta”.
Ahora bien, las obras del Señor ya habían despertado una fuerte oposición:
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Entre los líderes religiosos judíos en otras ocasiones.
Como líderes religiosos tenían que dar un veredicto acerca de este milagro.
Y también acerca de Jesús.
o "era día de reposo cuando Jesús había hecho el lodo, y le había abierto
los ojos".
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Era la única norma auténtica de fe y conducta.
Y por otro lado, para el Señor hacer obras de misericordia era prioritario.
o Y no iba a dejar de hacerlas ni siquiera en el día de reposo.
o (Jn 5:17-18) “17. Y Jesús les respondió: Mi Padre hasta ahora trabaja,
y yo trabajo. 18. Por esto los judíos aun más procuraban matarle,
porque no sólo quebrantaba el día de reposo, sino que también decía
que Dios era su propio Padre, haciéndose igual a Dios.”
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Pero esto aun sería mucho más descabellado.
Aunque ya lo habían hecho en otras ocasiones:
Pero así ocurre con frecuencia con muchas personas de nuestro tiempo:
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y le dijo: Rabí, sabemos que has venido de Dios como maestro; porque
nadie puede hacer estas señales que tú haces, si no está Dios con él.”
16. Entonces algunos de los fariseos decían: Ese hombre no procede de Dios, porque
no guarda el día de reposo. Otros decían: ¿Cómo puede un hombre pecador hacer
estas señales? Y había disensión entre ellos.
Así que, una vez más "había disensión entre ellos" acerca de quién era Jesús.
Interrogaron a los padres porque NO creían que aquel hombre hubiera sido ciego.
o (Jn 9:22) “22. Esto dijeron sus padres, porque tenían miedo de los
judíos, por cuanto los judíos ya habían acordado que si alguno
confesase que Jesús era el Mesías, fuera expulsado de la sinagoga.”
¿Desacreditaría a Jesús para evitar de este modo entrar en un conflicto con los
líderes religiosos del judaísmo?
Pero:
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Esto habría supuesto una gran victoria para ellos.
o (Mt 21:46) “46. Pero al buscar cómo echarle mano, temían al pueblo,
porque éste le tenía por profeta.”
o (Lc 24:19) “19. Entonces él les dijo: ¿Qué cosas? Y ellos le dijeron: De
Jesús nazareno, que fue varón profeta, poderoso en obra y en palabra
delante de Dios y de todo el pueblo;”
18. “Pero los judíos no creían que él había sido ciego, y que había recibido la vista,
hasta que llamaron a los padres del que había recibido la vista, 19. y les preguntaron,
diciendo: ¿Es éste vuestro hijo, el que vosotros decís que nació ciego? ¿Cómo, pues,
ve ahora? 20. Sus padres respondieron y les dijeron: Sabemos que éste es nuestro
hijo, y que nació ciego; 21. pero cómo vea ahora, no lo sabemos; o quién le haya
abierto los ojos, nosotros tampoco lo sabemos; edad tiene, preguntadle a él; él
hablará por sí mismo. 22. Esto dijeron sus padres, porque tenían miedo de los judíos,
por cuanto los judíos ya habían acordado que si alguno confesase que Jesús era el
Mesías, fuera expulsado de la sinagoga. 23. Por eso dijeron sus padres: Edad tiene,
preguntadle a él”.
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El interrogatorio al ciego sanado:
o "Pero los judíos no creían que él había sido ciego, y que había recibido
la vista, hasta que llamaron a los padres del que había recibido la
vista".
Por eso, aunque una persona llegara a ver muchos milagros de parte de Dios:
No hay ninguna garantía de que finalmente rinda su vida a Él.
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El pueblo de Israel vio infinidad de intervenciones sobrenaturales de Dios:
o (Hebreos 3:15-19) “15. entre tanto que se dice: Si oyereis hoy su voz,
No endurezcáis vuestros corazones, como en la provocación. 16.
¿Quiénes fueron los que, habiendo oído, le provocaron? ¿No fueron
todos los que salieron de Egipto por mano de Moisés? 17. ¿Y con
quiénes estuvo él disgustado cuarenta años? ¿No fue con los que
pecaron, cuyos cuerpos cayeron en el desierto? 18. ¿Y a quiénes juró
que no entrarían en su reposo, sino a aquellos que desobedecieron? 19.
Y vemos que no pudieron entrar a causa de incredulidad”.
Y estos fariseos de la época de Jesús seguían siendo tan incrédulos como sus
antepasados.
Y por esa razón llamaron a los padres del que había sido ciego:
En un nuevo intento de encontrar algo que les ayudara a justificar su
incredulidad.
Parecía insinuar que pensaban que tanto los padres como su hijo:
Y lo único que estaban dispuestos a hacer era reconocer que aquel era su hijo.
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Pero lo que no iban a hacer era tomar parte en la controversia:
Era el temor hacia aquel tribunal religioso ante el que se sentían indefensos.
El temor los paralizaba.
o "Esto dijeron sus padres, porque tenían miedo de los judíos, por
cuanto los judíos ya habían acordado que si alguno confesare que
Jesús era el Mesías, fuera expulsado de la sinagoga".
o “no lo sabemos".
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La actitud de estos líderes religiosos era realmente muy grave.
El evangelio de Juan nos dice que hubo muchos que por este temor a los judíos:
o (Jn 7:13) “13. Pero ninguno hablaba abiertamente de él, por miedo a
los judíos.”
o (Jn 12:42) “42. Con todo eso, aun de los gobernantes, muchos
creyeron en él; pero a causa de los fariseos no lo confesaban, para no
ser expulsados de la sinagoga.”
o (Jn 19:38) “38. Después de todo esto, José de Arimatea, que era
discípulo de Jesús, pero secretamente por miedo de los judíos, rogó a
Pilato que le permitiese llevarse el cuerpo de Jesús; y Pilato se lo
concedió. Entonces vino, y se llevó el cuerpo de Jesús.”
o (Lc 12:4-5) “4. Mas os digo, amigos míos: No temáis a los que matan
el cuerpo, y después nada más pueden hacer. 5. Pero os enseñaré a
quién debéis temer: Temed a aquel que después de haber quitado la
vida, tiene poder de echar en el infierno; sí, os digo, a éste temed”.
Los judíos habían determinado que el hecho de confesar a Jesús como el Cristo:
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Sino también para cualquier judío:
Que en el día de hoy se convierta al cristianismo.
¡Cuántas cosas miserables podemos llegar a hacer por el miedo a los hombres!
24. Entonces volvieron a llamar al hombre que había sido ciego, y le dijeron: Da
gloria a Dios; nosotros sabemos que ese hombre es pecador. 25. Entonces él
respondió y dijo: Si es pecador, no lo sé; una cosa sé, que habiendo yo sido ciego,
ahora veo. 26. Le volvieron a decir: ¿Qué te hizo? ¿Cómo te abrió los ojos? 27. El les
respondió: Ya os lo he dicho, y no habéis querido oír; ¿por qué lo queréis oír otra
vez? ¿Queréis también vosotros haceros sus discípulos? 28. Y le injuriaron, y dijeron:
Tú eres su discípulo; pero nosotros, discípulos de Moisés somos. 29. Nosotros
sabemos que Dios ha hablado a Moisés; pero respecto a ése, no sabemos de dónde
sea. 30. Respondió el hombre, y les dijo: Pues esto es lo maravilloso, que vosotros no
sepáis de dónde sea, y a mí me abrió los ojos. 31. Y sabemos que Dios no oye a los
pecadores; pero si alguno es temeroso de Dios, y hace su voluntad, a ése oye. 32.
Desde el principio no se ha oído decir que alguno abriese los ojos a uno que nació
ciego. 33. Si éste no viniera de Dios, nada podría hacer. 34. Respondieron y le
dijeron: Tú naciste del todo en pecado, ¿y nos enseñas a nosotros? Y le expulsaron.”
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Su táctica ahora va a a consistir en intentar intimidar:
También al que había sido ciego.
En este sentido vemos cierto paralelismo con las palabras de Josué a Acán:
o (Jos 7:19) “19. Entonces Josué dijo a Acán: Hijo mío, da gloria a
Jehová el Dios de Israel, y dale alabanza, y declárame ahora lo que has
hecho; no me lo encubras.”
De hacerle confesar que aquel milagro había sido hecho por Dios.
Yque el hombre que le había untado los ojos con lodo:
NO había tenido nada que ver con él.
Pero aun así siguen dando por hecho que es un hombre pecador.
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Y de ningún modo iban a sacar de sus labios:
La afirmación de que Jesús era un hombre pecador:
(Vr.25) "Entonces él respondió y dijo: Si es pecador, no lo sé; una cosa sé,
que habiendo yo sido ciego, ahora veo."
Pero nada pueden hacer contra la realidad de nuestra nueva vida en Cristo.
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Después de todo:
¿Qué sentido tenía volver a repetir las mismas cosas que no querían oír?
Acerca de la posibilidad:
De que ellos llegaran a ser discípulos de Jesús:
Despertó sus iras.
Consciente o inconscientemente:
Quizá les tomó desprevenidos porque no esperaban que aquel pobre hombre:
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o "Y le injuriaron, y le dijeron: Tú eres su discípulo; pero nosotros,
discípulos de Moisés somos".
En cualquier caso:
Pero sin embargo, veía mucho más que los orgullosos gobernantes judíos con toda su
ciencia.
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Entonces los fariseos se defendieron diciendo que ellos eran discípulos de Moisés.
Frente a estos personajes tan importantes del pasado, ¿quién era Jesús?
Pero:
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Y lo mismo hicieron con su precursor, con Juan el Bautista:
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Su palabrería no convencía al que había sido ciego:
Y volvió a la carga:
o (Vr.31) "Y sabemos que Dios no oye a los pecadores; pero si alguno es
temeroso de Dios, y hace su voluntad, a ése oye".
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El que había sido ciego continúa con su razonamiento:
Era algo que estaba muy por encima de las facultades humanas.
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Lo que siguiendo su lógica:
Antes habían querido matar a Jesús, y ahora expulsan a los que creen en él.
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Como ya lo había advertido Jesús:
o (Mr 2:22) "nadie echa vino nuevo en odres viejos; de otra manera, el
vino nuevo rompe los odres, y el vino se derrama, y los odres se
pierden: pero el vino nuevo en odres nuevos se ha de echar".
Nosotros también, como cristianos que vivimos dos mil años después:
35. Oyó Jesús que le habían expulsado; y hallándole, le dijo: ¿Crees tú en el Hijo de
Dios?
36. Respondió él y dijo: ¿Quién es, Señor, para que crea en él?
37. Le dijo Jesús: Pues le has visto, y el que habla contigo, él es.
39. Dijo Jesús: Para juicio he venido yo a este mundo; para que los que no ven, vean,
y los que ven, sean cegados.
40. Entonces algunos de los fariseos que estaban con él, al oír esto, le dijeron: ¿Acaso
nosotros somos también ciegos?
41. Jesús les respondió: Si fuerais ciegos, no tendríais pecado; mas ahora, porque
decís: Vemos, vuestro pecado permanece.
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Aquel nuevo discípulo de Cristo no debía preocuparse por haber sido expulsado.
El Señor está formando su rebaño con aquellas personas que eran expulsadas de
la religión judía.
o Y recibe a todo aquel que era desechado por ella.
Jesús buscó al que había sido ciego tan pronto fue expulsado por los judíos.
El Señor lo buscó porque sabía que necesitaba tener una visión más clara de
quién era él:
Para que pudiera seguir enfrentando las pruebas que vendrían después.
En este nuevo encuentro el Señor le hace una pregunta clave en este evangelio:
Le habían hecho crecer muy rápidamente y que estaba listo para dar el gran
paso:
Entender quién era Jesús realmente.
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Notemos que Jesús se presenta aquí como el objeto de la fe.
Y ésa no podía ser otra que conocer a Jesús como el Hijo de Dios:
Cualquier milagro que NO nos lleve a reconocer a Cristo como el Hijo de Dios:
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Ante situaciones similares los apóstoles o incluso los ángeles, rechazaron la adoración
de los hombres:
(Job 1:20-21) “20. Entonces Job se levantó, y rasgó su manto, y rasuró su cabeza, y
se postró en tierra y adoró, 21. y dijo: Desnudo salí del vientre de mi madre, y
desnudo volveré allá. Jehová dio, y Jehová quitó; sea el nombre de Jehová bendito”.
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A partir de este momento, el que había sido ciego ya no sólo era un hombre sanado,
Podemos decir que en este versículo encontramos todo aquello que caracteriza la vida
de un verdadero creyente:
o (Vr.11) “11. Respondió él y dijo: Aquel hombre que se llama Jesús hizo
lodo, me untó los ojos, y me dijo: Vé al Siloé, y lávate; y fui, y me lavé,
y recibí la vista.”
Cuando los fariseos lo interrogaron dijo que Jesús tenía que ser "un profeta":
Es decir, alguien que hablaba de parte de Dios:
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Y finalmente, cuando se encontró nuevamente con Jesús:
Le reconoció como el "Señor" y el "Hijo de Dios",
Cayendo inmediatamente a sus pies para adorarle:
(Vr.39) "Dijo Jesús: Para juicio he venido yo a este mundo; para que los que no ven,
vean, y los que ven, sean cegados"
Jesús hizo esta declaración como conclusión a todo lo que acababa de ocurrir.
Es cierto que en una ocasión anterior había dicho que él no había venido al mundo para
condenarlo, sino para salvarlo:
o (Jn 3:16-17) “16. Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha
dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se
pierda, mas tenga vida eterna. 17. Porque no envió Dios a su Hijo al
mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por
él.”
Pero esto no podía evitar que cuando cada hombre era confrontado con Jesús:
Los que creían en él, como el hombre que había sido ciego:
Cada vez veían las cosas con mayor claridad.
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El propósito de Cristo al venir al mundo:
(Vr.40) "Entonces algunos de los fariseos que estaban con él, al oír esto, le dijeron:
¿Acaso nosotros somos también ciegos?"
¿Cómo iba a ser que ellos, que se consideraban doctores de la ley, fueran ciegos?
o (Ro 2:19) "Confías en que eres guía de los ciegos, luz de los que están
en tinieblas".
Pero Jesús ya les había dicho en otras ocasiones que eran guías ciegos:
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Habría sido mucho mejor que hubieran confesado su ceguera:
Con el fin de recibir la luz del Señor.
Mientras que los que insisten en que ven perfectamente sin necesidad del Señor
Jesús:
Quedan confirmados en su ceguera.
La luz sólo puede iluminar a los que admiten su ceguera y desean ser iluminados.
(Vr.41) "Jesús les respondió: Si fuerais ciegos, no tendríais pecado; mas ahora,
porque decís: Vemos, vuestro pecado permanece"
Era que reconocieran que estaban ciegos y que necesitaban ayuda, por eso les dice:
En ese caso el Señor les habría dado luz y perdón de sus pecados.
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