Está en la página 1de 37

La defensa de Pablo ante Agripa (Hch.

26:1-23)

Consideraciones generales

Pablo defiende su causa ante el rey Agripa:


Relata su vida anterior a su conversión:

El tiempo en que fue perseguidor de los cristianos:


Su conversión, su obediencia a la visión:
Y finalmente insta al rey Agripa a creer en el Señor.

Esta defensa no es algo improvisado:


Como la que pronunció desde la escalera:

De la fortaleza de Antonia frente a los judíos:


En el patio del Templo.

El distinguido auditorio, gracias a la modalidad especial:


Que Festo había dado a la convocatoria:

Estaba dispuesto a escuchar:


Aun cuando no fuese más que por pura curiosidad.

Muy seguramente había corazones sedientos de la verdad:


Entre los oyentes tan ricamente ataviados:

Y que la penetrante palabra apostólica:


Llegaría a la conciencia y la voluntad de algunos:
Despertándoles el arrepentimiento y la fe.

Fue por tales medios que el Evangelio penetraba:


En las más encumbradas esferas del Imperio durante el primer siglo.

Exordio del discurso 

(Vr.2-3) 2Me tengo por dichoso, oh rey Agripa, de que haya de defenderme hoy delante
de ti de todas las cosas de que soy acusado por los judíos.   3Mayormente porque tú
conoces todas las costumbres y cuestiones que hay entre los judíos; por lo cual te
ruego que me oigas con paciencia.

La voz empleada aquí para “dichoso” es el término “makarios” makarios:

Que hallamos en el Evangelio de Mateo 5:3:


Y cuyo significado es “sumamente feliz”, “extraordinariamente dichoso y afortunado”.

Pablo llama a Agripa “gnósten”, gnosten literalmente “conocedor”.

Recordemos lo que ya se dijo:

1
Sobre el exordio (o introducción):
De discursos de acusación o de defensa:
Ante los procuradores romanos:

En los que se buscaba agradar el oído:


Y captar la simpatía del magistrado.

Como siempre, Pablo halla frases corteses:


Que no se desvían un ápice de la más estricta verdad.

Se consideraba afortunado por tener la oportunidad:


De hacer su defensa delante del rey Agripa:

Y mayormente por saber que el monarca era judío por religión:


Conocedor de todas las costumbres nacionales:
Y estudiante de las cuestiones que se discutían en aquella época.

Tras atinadas frases:


Pidió que el monarca le escuchase con paciencia.

La vida de Saulo como fariseo 

(Vr.4-5) 4Mi vida, pues, desde mi juventud, la cual desde el principio pasé en mi
nación, en Jerusalén, la conocen todos los judíos;   5los cuales también saben que yo
desde el principio, si quieren testificarlo, conforme a la más rigurosa secta de nuestra
religión, viví fariseo.

Pablo afirma ser conocido:


Por su manera de vida farisaica desde el principio: Había
llegado a Jerusalén siendo muy joven.

Anteriormente, mientras vivió en Tarso:


Había sido instruido meticulosamente:
En los principios del judaísmo dese su niñez.

La referencia a haber pasado su vida desde el principio en “su nación”:


No debe entenderse como que había vivido en Israel:

En su sentido territorial, desde el principio:


Sino que había vivido entre los hebreos:
En la ciudad pagana en que había nacido.

Muchos de los dirigentes judíos habían conocido a Pablo:


Quien siendo muy joven había sido admitido en el Sanedrín:

Sin duda a causa de la espléndida formación:


Recibida en sus estudios a los pies de Gamaliel.

Además, su reputación como perseguidor de la secta nazarena:

2
Se debía haber extendido ampliamente.

Pablo vuelve a su primera juventud, que aún en la ciudad de Tarso:


Se distinguía por su fidelidad a "los de su nación":

Y confirmándose tales principios más tarde:


Por su educación y actuación:
Como fariseo celoso en Jerusalén.

Era figura destacada, bien conocida por sus contemporáneos.

Este principio de su discurso es doblemente importante:


Ya que hace ver que no había en él predisposición:
De dejarse llevar por extrañas herejías:
Sino todo lo contrario.

Al mismo tiempo:
La insistencia en su credo de fariseo:

Le conduce al punto principal de su argumento:


La doctrina de la resurrección:
Y su cumplimiento en la Persona de Cristo.

La promesa y la resurrección 

(Vr.6-8) 6Y ahora, por la esperanza de la promesa que hizo Dios a nuestros padres soy
llamado a juicio;  7promesa cuyo cumplimiento esperan que han de alcanzar nuestras
doce tribus, sirviendo constantemente a Dios de día y de noche. Por esta esperanza, oh
rey Agripa, soy acusado por los judíos.   8¡Qué! ¿Se juzga entre vosotros cosa increíble
que Dios resucite a los muertos?

Para Pablo, la venida de Cristo Jesús como Mesías Sufriente:


Era el cumplimiento de la promesa de Dios a los padres.

Aquella había sido la promesa por excelencia:


La esperanza de Israel como luz:
Para todos los pueblos por medio de su Mesías.

En dicha esperanza estaba comprendida:


La resurrección de entre los muertos:

(Isaías 53:10-12) 10. Con todo eso, Jehová quiso quebrantarlo, sujetándole a
padecimiento. Cuando haya puesto su vida en expiación por el pecado, verá linaje,
vivirá por largos días, y la voluntad de Jehová será en su mano prosperada. 11. Verá
el fruto de la aflicción de su alma, y quedará satisfecho; por su conocimiento
justificará mi siervo justo a muchos, y llevará las iniquidades de ellos. 12. Por tanto,
yo le daré parte con los grandes, y con los fuertes repartirá despojos; por cuanto
derramó su vida hasta la muerte, y fue contado con los pecadores, habiendo él llevado
el pecado de muchos, y orado por los transgresores.

3
(1ª Corintios 15:12-13) 12. Pero si se predica de Cristo que resucitó de los muertos, ¿cómo
dicen algunos entre vosotros que no hay resurrección de muertos? 13. Porque si no hay
resurrección de muertos, tampoco Cristo resucitó.

(Filipenses 3:10-11) 10. a fin de conocerle, y el poder de su resurrección, y la


participación de sus padecimientos, llegando a ser semejante a él en su muerte, 11. si
en alguna manera llegase a la resurrección de entre los muertos.

(1ª Tesalonicenses 4:13-18) 13. Tampoco queremos, hermanos, que ignoréis acerca de los que
duermen, para que no os entristezcáis como los otros que no tienen esperanza. 14. Porque si
creemos que Jesús murió y resucitó, así también traerá Dios con Jesús a los que durmieron en
él. 15. Por lo cual os decimos esto en palabra del Señor: que nosotros que vivimos, que
habremos quedado hasta la venida del Señor, no precederemos a los que durmieron. 16.
Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios,
descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero. 17. Luego nosotros los que
vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes
para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor. 18. Por tanto, alentaos
los unos a los otros con estas palabras.

(Tito 2:13) aguardando la esperanza bienaventurada y la manifestación gloriosa de


nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo,

El serio problema para Israel respecto a la persona del Mesías:


Radicaba, y así sigue siendo hasta nuestros días:

En que al no hacer una distinción:


Entre el Mesías Sufriente y el Mesías Triunfante:

Muchos no podían aceptar la mesianidad de Jesús de Nazaret:


Crucificado por los romanos invasores.

Pablo, sin embargo, sabía que el Mesías Sufriente:


Había de sufrir y morir por los pecados del pueblo:
Y por toda la humanidad:

(Daniel 9:26) Y después de las sesenta y dos semanas se quitará la vida al Mesías, mas no por
sí; y el pueblo de un príncipe que ha de venir destruirá la ciudad y el santuario; y su fin será
con inundación, y hasta el fin de la guerra durarán las devastaciones.

(Lucas 4:18-19) 18. El Espíritu del Señor está sobre mí, Por cuanto me ha ungido
para dar buenas nuevas a los pobres; Me ha enviado a sanar a los quebrantados de
corazón; A pregonar libertad a los cautivos, Y vista a los ciegos; A poner en libertad a
los oprimidos; 19. A predicar el año agradable del Señor.

Y que las promesas de restauración y de gloria:


Se cumplirían en la Segunda Venida del Señor:
Como Mesías Triunfante en el Gran Día de Dios:

(1ª Corintios 15:51-54) 51. He aquí, os digo un misterio: No todos dormiremos; pero
todos seremos transformados, 52. en un momento, en un abrir y cerrar de ojos, a la

4
final trompeta; porque se tocará la trompeta, y los muertos serán resucitados
incorruptibles, y nosotros seremos transformados. 53. Porque es necesario que esto
corruptible se vista de incorrupción, y esto mortal se vista de inmortalidad. 54. Y
cuando esto corruptible se haya vestido de incorrupción, y esto mortal se haya vestido
de inmortalidad, entonces se cumplirá la palabra que está escrita: Sorbida es la
muerte en victoria.

(hebreos 9:27-28) 27. Y de la manera que está establecido para los hombres que mueran una
sola vez, y después de esto el juicio, 28. así también Cristo fue ofrecido una sola vez para llevar
los pecados de muchos; y aparecerá por segunda vez, sin relación con el pecado, para salvar a
los que le esperan.

Meditemos bien las palabras de Pablo aquí:


Pues nos proveen de la clave de su pensamiento y de su argumento:

Él se considera como el heredero y el portavoz:


De la "esperanza de la promesa que Dios hizo a nuestros padres"
(Génesis capítulos 12-15).

Motivándose las acusaciones:


No por el abandono de la fe de sus padres:
Sino por mantenerla y proclamarla en su pureza.

La forma de enlazar la "promesa de Israel"


Con la "resurrección de los muertos" es muy interesante:

Recordándonos el argumento del mismo apóstol:


En su epístola a los romanos:

Ya que Abraham y Sara, progenitores de la nación escogida:


Siendo ya ancianos, no pudieron ver el cumplimiento de la promesa:
Aparte de la operación del "Dios que resucita a los muertos".

(Ro 4:16-25) 16Por tanto, es por fe, para que sea por gracia, a fin de que la promesa
sea firme para toda su descendencia; no solamente para la que es de la ley, sino
también para la que es de la fe de Abraham, el cual es padre de todos
nosotros.  17(como está escrito: Te he puesto por padre de muchas gentes) delante de
Dios, a quien creyó, el cual da vida a los muertos, y llama las cosas que no son, como
si fuesen.  18El creyó en esperanza contra esperanza, para llegar a ser padre de muchas
gentes, conforme a lo que se le había dicho: Así será tu descendencia.   19Y no se
debilitó en la fe al considerar su cuerpo, que estaba ya como muerto (siendo de casi
cien años), o la esterilidad de la matriz de Sara.   20Tampoco dudó, por incredulidad, de
la promesa de Dios, sino que se fortaleció en fe, dando gloria a Dios,   21plenamente
convencido de que era también poderoso para hacer todo lo que había
prometido;  22por lo cual también su fe le fue contada por justicia.   23Y no solamente con
respecto a él se escribió que le fue contada,   24sino también con respecto a nosotros a
quienes ha de ser contada, esto es, a los que creemos en el que levantó de los muertos
a Jesús, Señor nuestro,  25el cual fue entregado por nuestras transgresiones, y
resucitado para nuestra justificación.

5
Más tarde Isaac, el heredero elegido, fue extendido sobre el altar: Y
de allí fue levantado por un proceso simbólico de resurrección:

(He 11:17-19) 17. Por la fe Abraham, cuando fue probado, ofreció a Isaac; y el que había
recibido las promesas ofrecía su unigénito, 18. habiéndosele dicho: En Isaac te será llamada
descendencia; 19. pensando que Dios es poderoso para levantar aun de entre los muertos, de
donde, en sentido figurado, también le volvió a recibir.

Teóricamente, los fariseos estarían de acuerdo:


Con la doctrina de la resurrección:

Pero cuando la doctrina se hizo "Persona":


Y llegó a su realización histórica:
En la Resurrección de Cristo:

Los "teóricos" se unieron con los saduceos materialistas:


En negar la veracidad y el significado del hecho.

Es Pablo, pues, el llamado "hereje":


Quien proclama la verdad que era el principio vivificador:
De todo el testimonio de Israel.

El servicio de la nación ideal 

(Vr.7) promesa cuyo cumplimiento esperan que han de alcanzar nuestras doce tribus,
sirviendo constantemente a Dios de día y de noche. Por esta esperanza, oh rey Agripa,
soy acusado por los judíos.

La promesa es que el Mesías vendría para la consolación de Israel:


Y para beneficio de todos los pueblos de la tierra.

Dicha promesa fue la hecha al patriarca Abraham:


Y repetida a sus descendientes:
Generación tras generación.

(Génesis 12:1-2) 1. Pero Jehová había dicho a Abram: Vete de tu tierra y de tu parentela, y de
la casa de tu padre, a la tierra que te mostraré. 2. Y haré de ti una nación grande, y te
bendeciré, y engrandeceré tu nombre, y serás bendición.

Las “Doce Tribus” es una designación genérica:


Para referirse a la plenitud del pueblo de Israel:

Si bien diez de ellas habían sido esparcidas entre las naciones:


Donde habían sido llevadas cautivas en la Diáspora:

(1º Reyes 19:18) Y yo haré que queden en Israel siete mil, cuyas rodillas no se
doblaron ante Baal, y cuyas bocas no lo besaron.

6
No obstante, a pesar de dicha dispersión: La
Iglesia naciente conservaba el sentir:
De la realidad de las Doce Tribus hebreas:

Como se desprende de las palabras del Apóstol Santiago:

(Santiago1:1) Santiago, siervo de Dios y del Señor Jesucristo, a las doce tribus que
están en la dispersión: Salud.

La expresión “de día y de noche”:


Es una clara referencia al celo hebreo:

Por servir a Dios en la esperanza:


De la intervención prometida por el Señor:
Respecto a la restauración de todas las cosas.

Para el Apóstol Pablo, la persona de Jesús de Nazaret:


Era la personificación y el cumplimiento:
De aquella promesa bienaventurada:

(Romanos 4:12-13) 12. y padre de la circuncisión, para los que no solamente son de la
circuncisión, sino que también siguen las pisadas de la fe que tuvo nuestro padre
Abraham antes de ser circuncidado. 13. Porque no por la ley fue dada a Abraham o a
su descendencia la promesa de que sería heredero del mundo, sino por la justicia de la
fe.

(1ª Corintios 1:30) Mas por él estáis vosotros en Cristo Jesús, el cual nos ha sido hecho por
Dios sabiduría, justificación, santificación y redención;

Al igual que para nosotros hoy dicha promesa:


Es la Segunda Venida de nuestro Divino Redentor:

(Tito 2:11-15) 11. Porque la gracia de Dios se ha manifestado para salvación a todos los
hombres, 12. enseñándonos que, renunciando a la impiedad y a los deseos mundanos, vivamos
en este siglo sobria, justa y piadosamente, 13. aguardando la esperanza bienaventurada y la
manifestación gloriosa de nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo, 14. quien se dio a sí mismo
por nosotros para redimirnos de toda iniquidad y purificar para sí un pueblo propio, celoso de
buenas obras. 15. Esto habla, y exhorta y reprende con toda autoridad. Nadie te menosprecie.

La historia de la nación de Israel es confusa:

Fracasando su testimonio en su parte externa:


Pero Pablo contempla al pueblo escogido:
Desde el punto de vista de los designios de Dios:
Que forzosamente tienen que cumplirse.

A través del "resto fiel" de almas piadosas y sumisas:


Dentro de la nación externa:

Dios había mantenido su Israel:


7
En el que podía agradarse:

Y que le glorificaba en medio de la apostasía:


No faltando nunca miembros:
De todas las "doce tribus" entre los fieles:

(Lc.2:36-38) 36. Estaba también allí Ana, profetisa, hija de Fanuel, de la tribu de
Aser, de edad muy avanzada, pues había vivido con su marido siete años desde su
virginidad, 37. y era viuda hacía ochenta y cuatro años; y no se apartaba del templo,
sirviendo de noche y de día con ayunos y oraciones. 38. Esta, presentándose en la
misma hora, daba gracias a Dios, y hablaba del niño a todos los que esperaban la
redención en Jerusalén.

Pablo no se lamenta sobre las "diez tribus perdidas"


Sino que queda extasiado ante el alto servicio:

De las "doce tribus" del Israel verdadero:


Que sigue cumpliéndose por las providencias de Dios:

(Vr.7) promesa cuyo cumplimiento esperan que han de alcanzar nuestras doce tribus,
sirviendo constantemente a Dios de día y de noche. Por esta esperanza, oh rey Agripa, soy
acusado por los judíos.

La estructura externa de la nación había de desmoronarse:


Pero el propósito de Dios quedaba firme:

Y Pablo se gozaba en reiterar la antigua promesa hecha historia:


Por la Resurrección de Jesucristo.

Saulo el perseguidor 

(Vr.9-11)   9Yo ciertamente había creído mi deber hacer muchas cosas contra el
nombre de Jesús de Nazaret;  10lo cual también hice en Jerusalén. Yo encerré en
cárceles a muchos de los santos, habiendo recibido poderes de los principales
sacerdotes; y cuando los mataron, yo di mi voto.   11Y muchas veces, castigándolos en
todas las sinagogas, los forcé a blasfemar; y enfurecido sobremanera contra ellos, los
perseguí hasta en las ciudades extranjeras.

8
Pablo reconoce abiertamente los daños producidos a los cristianos:
Durante su tiempo de respirar amenazas de muerte.

Pablo hace referencia a haber dado su voto:


Para el sacrificio de muchos hermanos.

Y si llegó a ser miembro del Sanedrín:


Eso implicaría que Pablo habría estado casado:
Y ser padre de familia:

Ya que era una de las condiciones:


Para formar parte del Alto Tribunal.

Sin embargo, por lo que se desprende de 1ª Corintios: Pudiera


ser que “dar su voto” sea una referencia:

A su consentimiento moral de aprobación:


A las ejecuciones de los hermanos:
Y no necesariamente a dar su voto de manera formal:

(1Corintios 7:7-8) 7. Quisiera más bien que todos los hombres fuesen como yo; pero cada uno
tiene su propio don de Dios, uno a la verdad de un modo, y otro de otro. 8. Digo, pues, a los
solteros y a las viudas, que bueno les fuera quedarse como yo;

Pero aún otros piensan que:


“el quedarse como yo” de 1ª Corintios:
Pudiera referirse a haber enviudado posteriormente:
Y haber optado por no volverse a casar.

La designación de “los santos”, gr. “ton agión” ton agion:


Para referirse a los discípulos de Jesús: Su
sentido es el de “apartados para Dios”.

La referencia a “todas las sinagogas”:


Demuestra que los primeros cristianos hebreos: No
se apartaron de las sinagogas:

Que aquí no hemos de entender como lugares de culto:


Sino como comunidades judías:
Y que al principio continuaron:
Rindiendo culto a Dios con los demás:

(Hechos 2:46) Y perseverando unánimes cada día en el templo, y partiendo el pan en las
casas, comían juntos con alegría y sencillez de corazón,

Todo parece indicar que en aquel clima de amenazas y odio:


Fue en el que Dios intervino en la vida de Saulo de Tarso:
Convirtiendo su corazón a Jesucristo.

9
Con referencia a las sinagogas:
Como lugares de castigo, vayamos a:

(Mateo 10:17) Y guardaos de los hombres, porque os entregarán a los concilios, y en


sus sinagogas os azotarán;

(Mateo 23:34) Por tanto, he aquí yo os envío profetas y sabios y escribas; y de ellos, a unos
mataréis y crucificaréis, y a otros azotaréis en vuestras sinagogas, y perseguiréis de ciudad en
ciudad;

(Marcos 13:9) Pero mirad por vosotros mismos; porque os entregarán a los concilios,
y en las sinagogas os azotarán; y delante de gobernadores y de reyes os llevarán por
causa de mí, para testimonio a ellos.

(Lucas 12:11) Cuando os trajeren a las sinagogas, y ante los magistrados y las autoridades, no
os preocupéis por cómo o qué habréis de responder, o qué habréis de decir;

Parece que esta actitud de intransigencia fue en aumento:


Por Tertuliano, en el año 205 d.C.:

Sabemos que algunas sinagogas llegaron a ser conocidas:


Como “fuentes de persecución”.
(Tertuliano, “Scorpiace” X).

En el momento que nos ocupa en nuestro estudio:


Los judíos se sentían muy mal:
Ante el progreso de los cristianos:

Principalmente a causa de su temor:


De que pudieran despertar un odio mayor:

De parte de los romanos:


Y que aquello pudiera producir males para su nación.

A esto hemos de añadir el resentimiento:


Hacia los discípulos de Jesucristo:
Por abrir sus puertas a gentiles.

De ese modo, en años posteriores:


Se promulgaron disposiciones legales:
Cada vez más severas contra las comunidades cristianas:

Pasando de ser reacciones esporádicas:


Con ataques fruto del odio, el rencor, el resentimiento:

Incluso el capricho de los emperadores:


Y otros dignatarios del Imperio Romano:

10
A convertirse en legislación formalmente establecida:
Principalmente durante los reinados:
De Nerón (64 d.C.) y de Domiciano (95 d.C.).

Así que con la intención de hacer resaltar:


Más dramáticamente la maravilla de su conversión:
Y comisión por su encuentro con Cristo resucitado:

Pablo recuerda una vez más los tristes días:


Cuando asolaba la Iglesia de Dios.

Entonces se sentía movido por su fanatismo a:


"Hacer muchas cosas contra el Nombre de Jesús el Nazareno"

Título que hace eco de su actitud de entonces:


Y, habiendo recibido autoridad:
De los jefes de los sacerdotes (quizá la referencia es al Sanedrín):

Encarcelaba a los santos:


Daba su voto en contra de ellos:
Cuando se trataba de sentencias condenatorias:

Llegando a extender su actividad: A


todas las sinagogas de Jerusalén.

Se le ve como el verdadero inspirador y guía:


De la nefanda obra de perseguir a los creyentes:
Procurando forzarles a blasfemar:
El precioso Nombre de su Salvador.

No contento con eso, su loco fanatismo:


Le impulsó a buscar la autoridad de los jefes del judaísmo:

Con el fin de acosar a los creyentes en Jesús:


Aun entre las sinagogas del extranjero.

Este párrafo añade algunas pinceladas más:


Al triste cuadro de Saulo el perseguidor:

Pero el propósito del recuerdo es obvio:


El de destacar el hecho que cambió:
Al célebre y fanático rabino en apóstol de Jesús el Nazareno:
Al cual había aborrecido.

11
Si no se tratara de un ataque de demencia:
El acontecimiento tenía que ser:
Forzosamente de gran interés e importancia:

Destacándose como una intervención divina:


De gran valor probatorio.

Por estas referencias biográficas:


Y por la insistencia en la "promesa" y la "resurrección":

Pablo preparó su auditorio para escuchar:


El relato de su encuentro con el Cristo Glorificado:
Como también el detalle de la comisión que de él recibió.

El encuentro en el camino a Damasco 

(Vr.12-15) 12Ocupado en esto, iba yo a Damasco con poderes y en comisión de los


principales sacerdotes,  13cuando a mediodía, oh rey, yendo por el camino, vi una luz
del cielo que sobrepasaba el resplandor del sol, la cual me rodeó a mí y a los que iban
conmigo.  14Y habiendo caído todos nosotros en tierra, oí una voz que me hablaba, y
decía en lengua hebrea: Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues? Dura cosa te es dar
coces contra el aguijón.  15Yo entonces dije: ¿Quién eres, Señor? Y el Señor dijo: Yo
soy Jesús, a quien tú persigues.

Por la insistencia en la "promesa" y la "resurrección":


Pablo preparó su auditorio para escuchar:

El relato de su encuentro con el Cristo Glorificado:


Como también el detalle de la comisión que de él recibió.

Pablo como fariseo había sido comisionado: para


perseguir a los cristianos:
Incluso fuera de las fronteras de Israel.

Y en tal actividad, camino de Damasco:


Donde ya existían comunidades cristianas:
Se produjo su encuentro transformador:
Con Jesucristo resucitado.

De nuevo relata Pablo su conversión.

12
Las peculiaridades de este tercer relato: De
su conversión son las siguientes:

 (Vr.13) “Una luz del cielo que sobrepasaba el resplandor del sol”.
 (Vr.14) La caída al suelo también de todos los que acompañaban a Pablo.
 El hecho de que el Señor se dirigiera a Pablo en lengua hebrea.
 Y la admonición: “Dura cosa te es dar coces contra el aguijón”.

La voz “aguijón”, gr. “kentrón” kentron:

Es literalmente el gancho puntiagudo:

Denominado en castellano “aguijada”:

Con el que el boyero pincha a los bueyes que arrastran el arado:


Con el propósito de acelerarles el lento paso.

Es la tercera vez que leemos esta hermosa historia:


De la conversión de Saulo en Los Hechos:

Una vez narrada por el historiador Lucas (Hechos 9):


Saulo mismo a los judíos (Hechos 22):
Y ahora ante este auditorio tan diferente:
Compuesto de gentiles en su mayor parte (Hechos 26).

Aparte de los detalles, la historia es igual:


Pero podemos notar que solamente aquí aprendemos:

Que todos los acompañantes de Saulo:


Cayeron en tierra al ser rodeados de la Luz.

(Hechos 9:7) Y los hombres que iban con Saulo se pararon atónitos, oyendo a la verdad la voz,
más sin ver a nadie.

(Hechos 22:9) Y los que estaban conmigo vieron a la verdad la luz, y se espantaron; pero no
entendieron la voz del que hablaba conmigo.

(Hechos 26:13-14) 13. cuando a mediodía, oh rey, yendo por el camino, vi una luz del cielo
que sobrepasaba el resplandor del sol, la cual me rodeó a mí y a los que iban conmigo. 14. Y
habiendo caído todos nosotros en tierra, oí una voz que me hablaba, y decía en lengua hebrea:
Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues? Dura cosa te es dar coces contra el aguijón.

La frase proverbial: "Dura cosa te es dar coces contra el aguijón".

Pablo recuerda que el Resucitado había percibido:


La lucha que se libraba en su corazón:
Aun en medio de su furia perseguidora:

13
Sin duda, el mensaje de Esteban había producido un efecto profundo:
A pesar de la determinación del joven fariseo:

De acallar la voz de la conciencia:


En aras de doctrinas que creía intangibles.

Todo agricultor experto en el arado con bueyes:


Apreciará la fuerza gráfica de la metáfora:

Y verá a Saulo esforzarse, cual un buey refractario:


Por dar coces inútiles contra el aguijón:
Sin querer entrar aún en el camino de la obediencia.

La gloria celestial 

(Vr.13) cuando a mediodía, oh rey, yendo por el camino, vi una luz del cielo que
sobrepasaba el resplandor del sol, la cual me rodeó a mí y a los que iban conmigo.

Al comentar la misma historia según se halla en los capítulos 9 y 22:


Resaltamos que la única luz que sobrepujaba la del sol a mediodía:
Era la de la gloria de Dios:

La gloria que llenaba el Tabernáculo y el Templo:


Y la que veía Ezequiel en sus simbólicas visiones:
Luz que señalaba la presencia de Dios.

El hecho crucial para Pablo:


Que quiere que comprendan sus distintos auditorios:

Es que vio realmente a Jesús de Nazaret:


Rodeado de la gloria que era propia:
De Jehová del Antiguo Testamento.

Hace un parangón (comparación) implícito:


Entre su experiencia y la de varios profetas del Antiguo Testamento:

Que vieron manifestaciones de la gloria de Jehová:


Oyendo palabras que constituyeron su comisión.

El acontecimiento que convirtió al fanático rabino Saulo:


En Pablo el apóstol de Jesucristo:

Se expresa en términos comprensibles:


A todo aquel que hubiera leído:
Los primeros capítulos de las profecías:
De Isaías, Jeremías y Ezequiel.

(Isaías 1:1) Visión de Isaías hijo de Amoz, la cual vio acerca de Judá y Jerusalén en días de
Uzías, Jotam, Acaz y Ezequías, reyes de Judá.

14
(Jeremías 1:4-7) 4. Vino, pues, palabra de Jehová a mí, diciendo: 5. Antes que te formase en
el vientre te conocí, y antes que nacieses te santifiqué, te di por profeta a las naciones. 6. Y yo
dije: ¡Ah! ¡ah, Señor Jehová! He aquí, no sé hablar, porque soy niño. 7. Y me dijo Jehová: No
digas: Soy un niño; porque a todo lo que te envíe irás tú, y dirás todo lo que te mande.

(Ezequiel 1:1) Aconteció en el año treinta, en el mes cuarto, a los cinco días del mes, que
estando yo en medio de los cautivos junto al río Quebar, los cielos se abrieron, y vi visiones de
Dios.

Agripa comprendería el significado de todo en seguida, bien que Festo, el pagano


romano, no percibía más que palabras de un místico, iluminado quizá por los dioses.

La comisión 

(Vr.16-20) 16Pero levántate, y ponte sobre tus pies; porque para esto he aparecido a ti,
para ponerte por ministro y testigo de las cosas que has visto, y de aquellas en que me
apareceré a ti,  17librándote de tu pueblo, y de los gentiles, a quienes ahora te
envío,  18para que abras sus ojos, para que se conviertan de las tinieblas a la luz, y de la
potestad de Satanás a Dios; para que reciban, por la fe que es en mí, perdón de
pecados y herencia entre los santificados. 19Por lo cual, oh rey Agripa, no fui rebelde a
la visión celestial,  20sino que anuncié primeramente a los que están en Damasco, y
Jerusalén, y por toda la tierra de Judea, y a los gentiles, que se arrepintiesen y se
convirtiesen a Dios, haciendo obras dignas de arrepentimiento.

No nos debe de extrañar ni escandalizar el hecho de que Pablo:


Ante un auditorio que no se interesaba:

En el detalle de la vida de los judíos:


Y que estaba acostumbrado a la famosa brevedad romana:

Hiciera un resumen:
De cuanto había recibido del Señor mismo en el camino:

(Vr.16-18) 16Pero levántate, y ponte sobre tus pies; porque para esto he aparecido a ti,
para ponerte por ministro y testigo de las cosas que has visto, y de aquellas en que me
apareceré a ti,  17librándote de tu pueblo, y de los gentiles, a quienes ahora te
envío,  18para que abras sus ojos, para que se conviertan de las tinieblas a la luz, y de la
potestad de Satanás a Dios; para que reciban, por la fe que es en mí, perdón de
pecados y herencia entre los santificados.

Juntamente con el mensaje de Ananías de Damasco:


Incluyendo también el que recibió en el Templo:

(Hch.22:21) Pero me dijo: Ve, porque yo te enviaré lejos a los gentiles.

El resumen se ajusta perfectamente: A


los términos de la comisión: Siendo
tan clara su expresión.

15
La expresión “ministro y testigo” es una afirmación del apostolado:
Al que Pablo es llamado por Jesucristo:

Quien en repetidas ocasiones volverá a aparecerse al Apóstol:


Para su consolación, ánimo y toma de decisiones:

(Hechos 18:9-10) 9. Entonces el Señor dijo a Pablo en visión de noche: No temas, sino
habla, y no calles; 10. porque yo estoy contigo, y ninguno pondrá sobre ti la mano
para hacerte mal, porque yo tengo mucho pueblo en esta ciudad.

(Hechos 22:17-21) 17. Y me aconteció, vuelto a Jerusalén, que orando en el templo me


sobrevino un éxtasis. 18. Y le vi que me decía: Date prisa, y sal prontamente de Jerusalén;
porque no recibirán tu testimonio acerca de mí. 19. Yo dije: Señor, ellos saben que yo
encarcelaba y azotaba en todas las sinagogas a los que creían en ti; 20. y cuando se
derramaba la sangre de Esteban tu testigo, yo mismo también estaba presente, y consentía en
su muerte, y guardaba las ropas de los que le mataban. 21. Pero me dijo: Vé, porque yo te
enviaré lejos a los gentiles.

(Hechos 23:11) A la noche siguiente se le presentó el Señor y le dijo: Ten ánimo,


Pablo, pues como has testificado de mí en Jerusalén, así es necesario que testifiques
también en Roma.

(1ª Corintios 11:23) Porque yo recibí del Señor lo que también os he enseñado: Que el Señor
Jesús, la noche que fue entregado, tomó pan;

(2ª Corintios 12:1-5) 1. Ciertamente no me conviene gloriarme; pero vendré a las


visiones y a las revelaciones del Señor. 2. Conozco a un hombre en Cristo, que hace
catorce años (si en el cuerpo, no lo sé; si fuera del cuerpo, no lo sé; Dios lo sabe) fue
arrebatado hasta el tercer cielo. 3. Y conozco al tal hombre (si en el cuerpo, o fuera
del cuerpo, no lo sé; Dios lo sabe), 4. que fue arrebatado al paraíso, donde oyó
palabras inefables que no le es dado al hombre expresar. 5. De tal hombre me
gloriaré; pero de mí mismo en nada me gloriaré, sino en mis debilidades.

La promesa de librarle de los judíos y de los gentiles:


Es algo que Pablo no mencionó:
En los dos relatos anteriores de su conversión.

El Señor no le prometió librarle de los peligros:


En el sentido de que no los encontrara en su camino:
Sino que en medio de ellos estaría el Señor presente.

Aquí hallamos la comisión del Señor para el apostolado de Pablo:

Abrir los ojos de judíos y gentiles:


Para que se conviertan de las tinieblas a la luz:
Y de la potestad del maligno a Dios nuestro Señor:

Para recibir mediante la fe en Jesucristo:


El perdón de los pecados y la vida eterna:

16
Es decir, herencia entre los santificados:

(1ª Pedro 2:9-10) 9. Mas vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa,
pueblo adquirido por Dios, para que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de
las tinieblas a su luz admirable; 10. vosotros que en otro tiempo no erais pueblo, pero
que ahora sois pueblo de Dios; que en otro tiempo no habíais alcanzado misericordia,
pero ahora habéis alcanzado misericordia.

Estas son las características:


De todo apostolado cristiano para todos los tiempos.

Recordemos que “apóstol”, del griego “apóstolos” apostolos:


Significa “uno comisionado y enviado con un mensaje”.

El testimonio de Pablo a Agripa:


Contiene los elementos de ese apostolado:

Comenzó a predicar el Evangelio de Jesucristo en Damasco:


Paradójicamente inició su obra evangelizadora:
En el lugar hacia el que se dirigía dispuesto:
A arrasar a los hermanos.

Después, pasados unos tres años, regresó a Jerusalén:

(Gálatas 1:18) Después, pasados tres años, subí a Jerusalén para ver a Pedro, y
permanecí con él quince días;

Donde arriesgando su vida predicó el Evangelio entre los judíos:


Quienes como hemos visto se enfurecieron contra él:

Parece que especialmente los helenistas y las autoridades del Templo:

(Hechos 6:1) En aquellos días, como creciera el número de los discípulos, hubo
murmuración de los griegos contra los hebreos, de que las viudas de aquéllos eran
desatendidas en la distribución diaria.

(Hechos 9:29) y hablaba denodadamente en el nombre del Señor, y disputaba con los griegos;
pero éstos procuraban matarle.

(Hechos 14:1) Aconteció en Iconio que entraron juntos en la sinagoga de los judíos, y
hablaron de tal manera que creyó una gran multitud de judíos, y asimismo de griegos.

Respecto a la referencia de haber predicado el Evangelio:


Por toda la tierra de Judea:

No sabemos exactamente:
Los momentos en que realizó esta labor.
Debió de ser durante los intervalos:
Entre sus varias visitas a Jerusalén.

17
La alusión a la predicación del Evangelio a los gentiles:
Debió de ser lo que más indignación despertó entre sus acusadores.

Tal labor había comenzado en Antioquía de Siria:


Unos nueve o diez años más tarde:

(Hechos 11:25-26) 25. Después fue Bernabé a Tarso para buscar a Saulo; y hallándole, le
trajo a Antioquía. 26. Y se congregaron allí todo un año con la iglesia, y enseñaron a mucha
gente; y a los discípulos se les llamó cristianos por primera vez en Antioquía.

(Hechos 13:1-4) 1. Había entonces en la iglesia que estaba en Antioquía, profetas y


maestros: Bernabé, Simón el que se llamaba Niger, Lucio de Cirene, Manaén el que
se había criado junto con Herodes el tetrarca, y Saulo. 2. Ministrando éstos al Señor, y
ayunando, dijo el Espíritu Santo: Apartadme a Bernabé y a Saulo para la obra a que
los he llamado. 3. Entonces, habiendo ayunado y orado, les impusieron las manos y
los despidieron. 4. Ellos, entonces, enviados por el Espíritu Santo, descendieron a
Seleucia, y de allí navegaron a Chipre.

El orden en la misión de Pablo refleja perfectamente:


La encomienda de nuestro Señor Jesucristo en su Gran Comisión:

(Mateo 28:18-20) 18. Y Jesús se acercó y les habló diciendo: Toda potestad me es dada en el
cielo y en la tierra. 19. Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en
el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; 20. enseñándoles que guarden todas las
cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del
mundo. Amén.

(Marcos 16:15-16) 15. Y les dijo: Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda
criatura. 16. El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será
condenado.

(Juan 20:21) Entonces Jesús les dijo otra vez: Paz a vosotros. Como me envió el Padre, así
también yo os envío.

(Hechos 1:6-8) 6. Entonces los que se habían reunido le preguntaron, diciendo:


Señor, ¿restaurarás el reino a Israel en este tiempo? 7. Y les dijo: No os toca a
vosotros saber los tiempos o las sazones, que el Padre puso en su sola potestad; 8. pero
recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis
testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra.

Los elementos de la predicación del Evangelio:


Quedan destacados en la descripción:
Que Pablo hace en su defensa:

1) Dando testimonio a pequeños y a grandes:


Es decir, no haciendo acepción de personas.

18
(Vr.22a) Pero habiendo obtenido auxilio de Dios, persevero hasta el día de hoy, dando
testimonio a pequeños y a grandes,

2) No diciendo nada fuera de lo que los profetas y Moisés:


Dijeron que había de suceder; es decir:

Hablando donde las Sagradas Escrituras hablan:


Y callando donde ellas callan.

(Vr.22b) no diciendo nada fuera de las cosas que los profetas y Moisés dijeron que habían de
suceder:

3) Que el Cristo, el Mesías Sufriente, había de padecer:


Y ser el primero en la resurrección de los muertos.

(Vr.23a) Que el Cristo había de padecer, y ser el primero de la resurrección de los


muertos,

4) Anunciando luz al pueblo de Israel y a los gentiles:

(Vr.23b) para anunciar luz al pueblo y a los gentiles.

(Isaías 42:6) Yo Jehová te he llamado en justicia, y te sostendré por la mano; te guardaré y te


pondré por pacto al pueblo, por luz de las naciones,

(Isaías 49:6) dice: Poco es para mí que tú seas mi siervo para levantar las tribus de
Jacob, y para que restaures el remanente de Israel; también te di por luz de las
naciones, para que seas mi salvación hasta lo postrero de la tierra.

5) Proclamando a todos que se arrepintiesen y se convirtiesen a Dios:


Haciendo obras dignas de arrepentimiento.

(Vr.20) sino que anuncié primeramente a los que están en Damasco, y Jerusalén, y
por toda la tierra de Judea, y a los gentiles, que se arrepintiesen y se convirtiesen a
Dios, haciendo obras dignas de arrepentimiento

El Apóstol Pablo, siguiendo el ejemplo de nuestro Señor Jesucristo:


Dirige su predicación del Evangelio:

Anunciando la necesidad del arrepentimiento del pecado:


De las obras muertas, y la fe en Cristo.

No aboga por la justificación por las obras:


Como elementos meritorios delante de Dios nuestro Señor:

Sino por la fe que obra por el amor:


Como pruebas de una vida nueva en Cristo Jesús:
Como expresiones de una nueva naturaleza recibida de Dios:
Al entregar el corazón a su Hijo Jesucristo.

19
Esta es la justicia por la fe en Cristo:

Pablo no está insinuando que es posible alcanzar esa justicia:


Mediante nuestro estricto cumplimiento:
De los Mandamientos de la Ley de Dios:

Cosa imposible para el corazón no regenerado:


Sino que por la gracia divina se manifiestan:
Las obras inherentes a dicha gracia:

Por la que los Mandamientos


Nos resultaban pesadas cargas

Ahora son deleites en los que anhelamos:


Vivir en obediencia a Dios nuestro Señor:

(Romanos 3:21-22) 21  Pero ahora, aparte de la ley, se ha manifestado la justicia de Dios,
testificada por la ley y por los profetas; 22  la justicia de Dios por medio de la fe en Jesucristo,
para todos los que creen en él. Porque no hay diferencia, 

(Efesios 2:5-8) 5  aun estando nosotros muertos en pecados, nos dio vida juntamente
con Cristo (por gracia sois salvos),  6  y juntamente con él nos resucitó, y asimismo nos
hizo sentar en los lugares celestiales con Cristo Jesús, 7  para mostrar en los siglos
venideros las abundantes riquezas de su gracia en su bondad para con nosotros en
Cristo Jesús. 8  Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros,
pues es don de Dios;

No es de la Ley de Dios:

De lo que hemos sido liberados:


Por el sacrificio de nuestro Señor Jesucristo.

Sino que hemos sido liberados de:


La “ley del pecado y de la muerte”:

Somos creados de nuevo en Cristo Jesús:


Con el propósito de que caminemos:
En novedad de vida bajo la gracia de Dios:

En las buenas obras que nuestro Señor:


Ha puesto delante de nosotros:
Para que andemos en ellas:

(Efesios 2:9-10) 9  no por obras, para que nadie se gloríe. 10  Porque somos hechura
suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano
para que anduviésemos en ellas.

20
De ahí que siempre que el Apóstol Pablo:
Enseña la bendita realidad:
De la justificación por la fe en Jesucristo:

También hace referencia a las buenas obras:


Ninguna fuera de la obediencia a los Mandamientos de Dios:

Como manifestaciones inequívocas:


Del genuino arrepentimiento y la fe en Jesucristo:

Como demostración fidedigna:


Del arrepentimiento según Dios:

(Romanos 3:31) ¿Luego por la fe invalidamos la ley? En ninguna manera, sino que
confirmamos la ley.

(Romanos 8:1-4) 1  Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús,
los que no andan conforme a la carne, sino conforme al Espíritu. 2  Porque la ley del Espíritu
de vida en Cristo Jesús me ha librado de la ley del pecado y de la muerte. 3  Porque lo que era
imposible para la ley, por cuanto era débil por la carne, Dios, enviando a su Hijo en
semejanza de carne de pecado y a causa del pecado, condenó al pecado en la carne; 4  para que
la justicia de la ley se cumpliese en nosotros, que no andamos conforme a la carne, sino
conforme al Espíritu.

De manera que la justificación Divina:


Por la fe de Cristo y en Cristo:
Se manifestará en una manera de obrar:
En conformidad con los Mandamientos de Dios:

De ahí la declaración contundente del Apóstol Santiago:

(Santiago 2:14-24) 14  Hermanos míos, ¿de qué aprovechará si alguno dice que tiene fe, y no
tiene obras? ¿Podrá la fe salvarle? 15  Y si un hermano o una hermana están desnudos, y
tienen necesidad del mantenimiento de cada día, 16  y alguno de vosotros les dice: Id en paz,
calentaos y saciaos, pero no les dais las cosas que son necesarias para el cuerpo, ¿de qué
aprovecha? 17  Así también la fe, si no tiene obras, es muerta en sí misma. 18  Pero alguno dirá:
Tú tienes fe, y yo tengo obras. Muéstrame tu fe sin tus obras, y yo te mostraré mi fe por mis
obras. 19  Tú crees que Dios es uno; bien haces. También los demonios creen, y tiemblan.
20 
¿Mas quieres saber, hombre vano, que la fe sin obras es muerta? 21  ¿No fue justificado por
las obras Abraham nuestro padre, cuando ofreció a su hijo Isaac sobre el altar?  22  ¿No ves
que la fe actuó juntamente con sus obras, y que la fe se perfeccionó por las obras? 23  Y se
cumplió la Escritura que dice: Abraham creyó a Dios, y le fue contado por justicia, y fue
llamado amigo de Dios. 24  Vosotros veis, pues, que el hombre es justificado por las obras, y no
solamente por la fe.

21
La persona y obra del siervo

(Vr.16-23) 16  Pero levántate, y ponte sobre tus pies; porque para esto he aparecido a ti, para
ponerte por ministro y testigo de las cosas que has visto, y de aquellas en que me apareceré a
ti, 17  librándote de tu pueblo, y de los gentiles, a quienes ahora te envío, 18  para que abras sus
ojos, para que se conviertan de las tinieblas a la luz, y de la potestad de Satanás a Dios; para
que reciban, por la fe que es en mí, perdón de pecados y herencia entre los santificados. 19  Por
lo cual, oh rey Agripa, no fui rebelde a la visión celestial, 20  sino que anuncié primeramente a
los que están en Damasco, y Jerusalén, y por toda la tierra de Judea, y a los gentiles, que se
arrepintiesen y se convirtiesen a Dios, haciendo obras dignas de arrepentimiento.  21  Por
causa de esto los judíos, prendiéndome en el templo, intentaron matarme. 22  Pero habiendo
obtenido auxilio de Dios, persevero hasta el día de hoy, dando testimonio a pequeños y a
grandes, no diciendo nada fuera de las cosas que los profetas y Moisés dijeron que habían de
suceder: 23  Que el Cristo había de padecer, y ser el primero de la resurrección de los muertos,
para anunciar luz al pueblo y a los gentiles. 

El mandato "Levántate y ponte sobre tus pies"  Vr.16:

Nos recuerda palabras parecidas dirigidas a Ezequiel:

(Ez 2:1) Me dijo: Hijo de hombre, ponte sobre tus pies, y hablaré contigo.

Y a Daniel:

(Dn.10:10-11) 10Y he aquí una mano me tocó, e hizo que me pusiese sobre mis rodillas
y sobre las palmas de mis manos.   11Y me dijo: Daniel, varón muy amado, está atento a
las palabras que te hablaré, y ponte en pie; porque a ti he sido enviado ahora.
Mientras hablaba esto conmigo, me puse en pie temblando. 

Y mantiene el parangón (Comparación):


Entre la comisión de los profetas y la de Saulo:

a) Pablo había de ser "ministro y testigo" de continuadas revelaciones:

(Vr.16) Pero levántate, y ponte sobre tus pies; porque para esto he aparecido a ti, para
ponerte por ministro y testigo de las cosas que has visto, y de aquellas en que me
apareceré a ti,

La palabra traducida "ministro" es ὑπηρέτης juperétes:

Remero, es decir (generalmente) subordinado (ayudante, sacristán, Policía), alguacil,


ministro, servidor.

Son términos que denotan "siervos" o "ministros" en el N. T.


Señalando la relación entre el siervo y su Señor.

Saulo ya no tenía que buscar la autoridad:


De los principales de los sacerdotes:
Sino estar a las órdenes de Jesús glorificado.

22
Sobre el término:

"Testigo" μάρτυς mártus:

Testigo (literalmente [judicialmente] o figuradamente [generalmente]); por analogía


“mártir”

Pablo no podía ser "apóstol" :


Sin haber visto personalmente al Señor:
Escuchando su voz (ser testigo).

La diferencia entre Pablo y los Doce:


Es que éstos vieron al Verbo encarnado en la tierra:

(1Jn 1:1-3) 1Lo que era desde el principio, lo que hemos oído, lo que hemos visto con
nuestros ojos, lo que hemos contemplado, y palparon nuestras manos tocante al Verbo
de vida  2(porque la vida fue manifestada, y la hemos visto, y testificamos, y os
anunciamos la vida eterna, la cual estaba con el Padre, y se nos manifestó);   3lo que
hemos visto y oído, eso os anunciamos, para que también vosotros tengáis comunión
con nosotros; y nuestra comunión verdaderamente es con el Padre, y con su Hijo
Jesucristo.

Mientras que Pablo tuvo su encuentro especial:


Con el Señor ya glorificado:

Primeramente en el camino:
Y luego en ocasiones sucesivas:

Notemos bien la frase:

"porque para esto he aparecido a ti" (Vr.16)

b) La obediencia del siervo 

(Vr.19) Por lo cual, oh rey Agripa, no fui rebelde a la visión celestial,

En el camino Saulo dejó de portarse como buey obstinado: Que


da coces contra el aguijón:

Para someterse a la voluntad:


De quien ya reconocía como el Mesías, el Dios-Hombre.

Su testimonio "No fui rebelde a la visión celestial":


Corresponde a su humilde pregunta:
23
"Señor, ¿qué quieres que yo haga?".

Por excelsa que fuese la visión:


Y por trascendental que fuera el mensaje recibido:
Todo habría sido en vano sin la obediencia del siervo.

Hagamos un alto para preguntarnos a nosotros mismos:


Si hemos sido fieles a la luz que hemos recibido.

Seguramente la visión ha sido clarísima en nuestro caso también:


Como hermosas las palabras que hemos escuchado:

Pero quizá no habrán surtido su debido efecto en nosotros:


Por la falta de un espíritu sumiso y obediente.

c) La protección y el socorro del siervo

(Vr.17,22) 17  librándote de tu pueblo, y de los gentiles, a quienes ahora te envío, 22  Pero
habiendo obtenido auxilio de Dios, persevero hasta el día de hoy, dando testimonio a
pequeños y a grandes, no diciendo nada fuera de las cosas que los profetas y Moisés
dijeron que habían de suceder:

Al joven Jeremías, quien no comprendía cómo podría:


Comunicar mensajes de fuerte condenación a los jefes de la nación:

Jehová declaró:

(Jeremías 1:18) Porque he aquí que yo te he puesto en este día como ciudad
fortificada, como columna de hierro, y como muro de bronce contra toda esta tierra,
contra los reyes de Judá, sus príncipes, sus sacerdotes, y el pueblo de la tierra.

De igual modo da seguridades a Saulo al comisionarle:


Para mensajes que habían de levantar contra él:
La furia de los judíos fanáticos:

Y por fin la férrea oposición de Roma:

(Vr.17) librándote de tu pueblo, y de los gentiles, a quienes ahora te envío,

La protección divina no había faltado:


De modo que, ante los grandes de la tierra:

Pablo pudo dar su testimonio a la fidelidad de Dios:

(Vr.22) Pero habiendo obtenido auxilio de Dios, persevero hasta el día de hoy, dando
testimonio a pequeños y a grandes, no diciendo nada fuera de las cosas que los
profetas y Moisés dijeron que habían de suceder:

La historia de Pablo nos hace ver que la protección de Dios:


No significa un camino fácil para el siervo:

24
Sino que le garantiza el socorro divino:
En medio de las inevitables dificultades y tribulaciones.

d) Las declaraciones proféticas sobre el Mesías que padeciera

(Vr.22-23) 22Pero habiendo obtenido auxilio de Dios, persevero hasta el día de hoy,
dando testimonio a pequeños y a grandes, no diciendo nada fuera de las cosas que los
profetas y Moisés dijeron que habían de suceder:   23Que el Cristo había de padecer, y
ser el primero de la resurrección de los muertos, para anunciar luz al pueblo y a los
gentiles.

Igual que el apóstol Pedro, Pablo hace ver siempre:


Que los portavoces del Evangelio:

Continuaban el mensaje profético:


(De Moisés y de los Profetas):
De los cuales el judaísmo de sus tiempos se había apartado.

La referencia al "Mesías, sujeto a padecimiento":


Se enlaza con las aclaraciones:
Que dio el Señor a los suyos después de su Resurrección:

(Lc.24:26-27, 44-46) 26  ¿No era necesario que el Cristo padeciera estas cosas, y que
entrara en su gloria? 27  Y comenzando desde Moisés, y siguiendo por todos los
profetas, les declaraba en todas las Escrituras lo que de él decían. 44  Y les dijo: Estas
son las palabras que os hablé, estando aún con vosotros: que era necesario que se
cumpliese todo lo que está escrito de mí en la ley de Moisés, en los profetas y en los
salmos. 45  Entonces les abrió el entendimiento, para que comprendiesen las
Escrituras; 46  y les dijo: Así está escrito, y así fue necesario que el Cristo padeciese, y
resucitase de los muertos al tercer día; 

Pablo, pues, no era un sectario:


Que minaba los fundamentos de la fe de su nación:

Sino un expositor que procuraba dar el sentido verdadero:


A pasajes que los judíos no querían entender:
En su claro sentido profético.

Desde luego, hemos de comprender:


Que la verdad sobre el Cristo:

Que ofrece su vida en sacrificio expiatorio:


Con el fin de satisfacer las exigencias del Trono de Dios:
Volviendo luego a vivir:
Poderoso para vivificar a toda alma sumisa y creyente:

25
Es tan ajena a la mente carnal (natural):
Que sólo puede ser comprendida y aceptada:
Por la operación del Espíritu de Dios.

Nosotros hemos sido enseñados en cuanto a esta verdad:


Sustancia misma del Evangelio:
Desde el primer día que lo oímos:

Pero tenemos que comprender:


Que encerraba un profundo misterio:
Para quienes escuchaban a Pablo en Cesarea.

e) La esperanza de Israel, que se realiza por la resurrección 

(Vr.23) Que el Cristo había de padecer, y ser el primero de la resurrección de los


muertos, para anunciar luz al pueblo y a los gentiles.

La comisión de Pablo se relacionaba con las grandes promesas:


Que Dios había dado a los patriarcas:
Y que sólo podían cumplirse por medio de la resurrección.

El principio de la "vida que surge de la muerte":


Por el poder del Dios que levanta a los muertos:

Fue aprendido por Abraham en su día:


Y llega a ser la norma de todos los creyentes:

(Ro 4:24) sino también con respecto a nosotros a quienes ha de ser contada, esto es, a
los que creemos en el que levantó de los muertos a Jesús, Señor nuestro,

(Vr.6-8) 6Y ahora, por la esperanza de la promesa que hizo Dios a nuestros padres soy llamado
a juicio;  7promesa cuyo cumplimiento esperan que han de alcanzar nuestras doce tribus,
sirviendo constantemente a Dios de día y de noche. Por esta esperanza, oh rey Agripa, soy
acusado por los judíos.  8¡Qué! ¿Se juzga entre vosotros cosa increíble que Dios resucite a los
muertos?

El Mesías, "sujeto a padecimiento (de muerte)"


Según las profecías, es el primero que:
Habiendo vencido el pecado, raíz de la muerte:

Anunció la luz de la inmortalidad tanto a los judíos como a los gentiles:


Por su Resurrección de entre los muertos:

(Vr.23) Que el Cristo había de padecer, y ser el primero de la resurrección de los


muertos, para anunciar luz al pueblo y a los gentiles.

26
Es el pensamiento básico de la revelación especial:
Que fue concedida a Pablo:

Y se resume hermosamente en el último de sus escritos:


Que ha sido conservado:

(2Ti 1:10) pero que ahora ha sido manifestada por la aparición de nuestro Salvador
Jesucristo, el cual quitó la muerte y sacó a luz la vida y la inmortalidad por el evangelio,

Resumiendo, la comisión de Pablo:


Tenía por base una revelación:
Del tipo ya conocido en el Antiguo Testamento:

El mensaje que había de proclamar:


No era una novedad peligrosa:

Sino la exposición de las escrituras proféticas:


Sobre la Muerte y la Resurrección del Mesías:

Ya venido; encerraba la antigua promesa a Israel:


Que en manera alguna podía hallar su cumplimiento:
Y su consumación aparte de la resurrección:

Que, según Pablo, ya se había realizado:


Por el levantamiento del Señor Jesucristo de entre los muertos.

El contenido de la comisión apostólica

(Vr.18-23) 18  para que abras sus ojos, para que se conviertan de las tinieblas a la luz, y
de la potestad de Satanás a Dios; para que reciban, por la fe que es en mí, perdón de
pecados y herencia entre los santificados. 23  Que el Cristo había de padecer, y ser el
primero de la resurrección de los muertos, para anunciar luz al pueblo y a los
gentiles. 

El contenido de la comisión apostólica

Es un mensaje de iluminación:

"Para que abras sus ojos, para que se conviertan de las tinieblas a la luz"... "Cristo...
había de ser el primero...para anunciar luz...".

En la epístola de pablo a los colosenses:


Hallamos ecos de los conceptos de este Vr.18:

Lo que confirma que el pensamiento:


A pesar de circunstancias muy diferentes:
Es siempre el de Pablo, inspirado por el Espíritu Santo:

27
(Col 1:12-14) 12  con gozo dando gracias al Padre que nos hizo aptos para participar de la
herencia de los santos en luz; 13  el cual nos ha librado de la potestad de las tinieblas, y
trasladado al reino de su amado Hijo, 14  en quien tenemos redención por su sangre, el perdón
de pecados. 

Desde luego el parangón (comparación):


Entre "tinieblas" y el reino del mal es tan natural:

Que se halla muchas veces:


Tanto en la Biblia como fuera de ella:

Como sucede también:


Con el pensamiento complementario de la "luz" que simboliza el bien: Bíblicamente,
esta luz procede sólo de Dios.

La fe cristiana descansa sobre una revelación:

Y rechaza siempre la posibilidad:


De que la razón humana pueda disipar las tinieblas:
Sean morales o intelectuales:
Aparte del auxilio de la gracia de Dios.

En los capítulos anteriores:


Que detallaban los grandes viajes misioneros de Pablo:

Hemos visto de qué manera el mensaje divino:


Administrado en el poder del Espíritu Santo:

"Abría los ojos" tanto de judíos como de gentiles:


Lo mismo de los sencillos como de los sabios:

Proporcionándoles la visión salvadora:


De Cristo muerto y resucitado.

El contenido de la comisión apostólica

Es un mensaje de liberación 

(Vr.18) para que abras sus ojos, para que se conviertan de las tinieblas a la luz, y de la
potestad de Satanás a Dios; para que reciban, por la fe que es en mí, perdón de
pecados y herencia entre los santificados.

"Para que se conviertan de la potestad de Satanás a Dios".

La Biblia insiste en que el hombre pecador:


Se halla sujeto por las cuerdas de su pecado:

28
Por el temor a la muerte:
Por la vanidad de este presente siglo malo:
Y por la ley que no puede cumplir.

Todo eso se puede resumir:


Por notar su sujeción a Satanás:
Inicuo autor de su mal:

(Jn.8:34) Jesús les respondió: De cierto, de cierto os digo, que todo aquel que hace
pecado, esclavo es del pecado.

(He 2:14-15)  14  Así que, por cuanto los hijos participaron de carne y sangre, él también
participó de lo mismo, para destruir por medio de la muerte al que tenía el imperio de la
muerte, esto es, al diablo, 15  y librar a todos los que por el temor de la muerte estaban durante
toda la vida sujetos a servidumbre.

(1 P 1:18-19)  18  sabiendo que fuisteis rescatados de vuestra vana manera de vivir, la
cual recibisteis de vuestros padres, no con cosas corruptibles, como oro o plata, 19  sino
con la sangre preciosa de Cristo, como de un cordero sin mancha y sin
contaminación,

(Mt 10:28) Y no temáis a los que matan el cuerpo, más el alma no pueden matar; temed más
bien a aquel que puede destruir el alma y el cuerpo en el infierno.

(Ga 1:3-4) 3  Gracia y paz sean a vosotros, de Dios el Padre y de nuestro Señor
Jesucristo, 4  el cual se dio a sí mismo por nuestros pecados para librarnos del presente
siglo malo, conforme a la voluntad de nuestro Dios y Padre,

Así que la Biblia insiste en que el hombre pecador:


Se halla sujeto por las cuerdas de su pecado:

Pero también la Biblia insiste:


Que el Evangelio anuncia la redención:
O la liberación de la esclavitud del pecado.

Satanás es poderoso, pero el alma que acude contrita a Cristo:


Vencedor del diablo, siente que se le caen las cadenas:

¡Cuánto necesitaban los habitantes:


Del mundo grecorromano:

Sin hablar de los judíos:


Tan sujetos a sus propias tradiciones:
El mensaje libertador de Cristo!

¡Cuánto necesita el mundo hoy este mensaje!

Es el aspecto triunfal del Evangelio:


Que debe proclamarse a voz en cuello:
A los hombres de esta generación:
29
Quienes, ante el desencadenamiento de fuerzas naturales:
Más allá del control eficaz del hombre:

Y frente al resurgir de olas de mal de incalculable potencia:


Sienten que sus corazones se secan de temor:
Por "la expectación de las cosas que sobrevendrán en la tierra" 

(Lc.21:25-27) 25  Entonces habrá señales en el sol, en la luna y en las estrellas, y en la


tierra angustia de las gentes, confundidas a causa del bramido del mar y de las olas;
26 
desfalleciendo los hombres por el temor y la expectación de las cosas que
sobrevendrán en la tierra; porque las potencias de los cielos serán conmovidas.
27 
Entonces verán al Hijo del Hombre, que vendrá en una nube con poder y gran
gloria.

El contenido de la comisión apostólica

Es un mensaje de remisión de pecado 

(Vr.18) para que abras sus ojos, para que se conviertan de las tinieblas a la luz, y de la
potestad de Satanás a Dios; para que reciban, por la fe que es en mí, perdón de
pecados y herencia entre los santificados.

Muchas religiones no quieren reconocer el hecho del pecado:


O, excusando graves faltas morales, hacen creer que el "pecado"

Es solo cuestión de “ofender a los dioses":


Por dejar de halagarles con atenciones y dones.

Pero la conciencia funciona:


A pesar de los intentos del diablo de enmudecer su voz:
Y sólo el Evangelio puede "limpiar vuestras conciencias de obras de muerte" 

(He 9:14) ¿cuánto más la sangre de Cristo, el cual mediante el Espíritu eterno se
ofreció a sí mismo sin mancha a Dios, limpiará vuestras conciencias de obras muertas
para que sirváis al Dios vivo?

¡Qué alivio para el pecador, abrumado por su pecado y su culpabilidad:


Cuando por fin vislumbra la Cruz expiatoria y:
Comprendiendo que "Cristo murió por los impíos"

Se da cuenta de que las cuerdas:


De la pesada carga se han soltado!

¡El peso ya no le agobia y puede elevar su mirada al Cielo:


Sabiendo que nada impide ya la comunión con su Dios!

El contenido de la comisión apostólica

Es un mensaje de santificación 

30
(Vr.18) para que abras sus ojos, para que se conviertan de las tinieblas a la luz, y de la
potestad de Satanás a Dios; para que reciban, por la fe que es en mí, perdón de
pecados y herencia entre los santificados.

Este resumen del Evangelio es muy breve, pero a la vez muy completo.

No basta que el creyente:


Sea iluminado, liberado y que disfrute del perdón de sus pecados:
Ha de ser "apartado para Dios":
Que es el significado de la "santificación".

Dios ha de "limpiar para sí un pueblo propio celoso de buenas obras" 

(Tit.2:13-14) 13  aguardando la esperanza bienaventurada y la manifestación gloriosa


de nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo, 14  quien se dio a sí mismo por nosotros
para redimirnos de toda iniquidad y purificar para sí un pueblo propio, celoso de
buenas obras. 

Hallándose estrechamente unidos: "el que santifica" y los "santificados" 

(He 2:11-12) 11  Porque el que santifica y los que son santificados, de uno son todos;
por lo cual no se avergüenza de llamarlos hermanos, 12  diciendo: Anunciaré a mis
hermanos tu nombre, En medio de la congregación te alabaré. 

Todo verdadero creyente es un "santo" posicional en Cristo:


Por estar apartado para Dios en Cristo:

Pero a cada cual le corresponde manifestar la santidad:


Por el poder del Espíritu Santo en su vida diaria (santificación).

El contenido de la comisión apostólica

Es un mensaje que promete una herencia 

(Vr.18) para que abras sus ojos, para que se conviertan de las tinieblas a la luz, y de la
potestad de Satanás a Dios; para que reciban, por la fe que es en mí, perdón de
pecados y herencia entre los santificados.

El concepto de una herencia se enlaza con el de la "santificación":


Ya que los "apartados para Dios" (santos):

Son aquellos que disfrutan:


De las posesiones espirituales en Cristo ahora:
Esperando ser introducidos en la herencia eterna:
Preparada para ellos en la consumación de todas las cosas:

(Ef.1:3-4, 12-14)  3Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos bendijo
con toda bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo,   4según nos escogió en él
antes de la fundación del mundo, para que fuésemos santos y sin mancha delante de él,   12a fin
de que seamos para alabanza de su gloria, nosotros los que primeramente esperábamos en

31
Cristo.  13En él también vosotros, habiendo oído la palabra de verdad, el evangelio de vuestra
salvación, y habiendo creído en él, fuisteis sellados con el Espíritu Santo de la promesa,   14que
es las arras de nuestra herencia hasta la redención de la posesión adquirida, para alabanza de
su gloria.

(1 P 1:3-5) 3Bendito el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que según su grande
misericordia nos hizo renacer para una esperanza viva, por la resurrección de
Jesucristo de los muertos,  4para una herencia incorruptible, incontaminada e
inmarcesible, reservada en los cielos para vosotros,   5que sois guardados por el poder
de Dios mediante la fe, para alcanzar la salvación que está preparada para ser
manifestada en el tiempo postrero.

No podemos dejar de citar Colosenses 1:12-14: Ya que subraya tan hermosamente:


Estos mismos conceptos fundamentales del Evangelio:

(Colosenses 1:12-14) 12  con gozo dando gracias al Padre que nos hizo aptos para
participar de la herencia de los santos en luz; 13  el cual nos ha librado de la potestad
de las tinieblas, y trasladado al reino de su amado Hijo, 14  en quien tenemos redención
por su sangre, el perdón de pecados. 

10. Los oyentes del mensaje

La comisión subraya la fe en Cristo (Hch 26:18) como condición esencial para que el


pecador pueda ser librado de sus muchos males y hecho heredero con los santos en luz.
Ya sabemos que la fe salvadora consiste en la confianza total del alma que descansa en
Cristo.

El arrepentimiento (Hch 26:20) precede y acompaña la fe y hemos de entender por el


verbo "metanoein" aquel "cambio de actitud" que rechaza toda esperanza anterior, que
aborrece los pecados pasados y que vuelve el alma a Cristo.

Se produce el hecho de la conversión en todo verdadero creyente, que es el acto de


cambiar totalmente de rumbo, como los tesalonicenses a quienes escribió Pablo: "os
convertisteis de los ídolos a Dios, para servir al Dios vivo y verdadero" (1 Ts 1:9).

El arrepentimiento ha de producir su verdadero fruto de obras buenas. Compárese (Ef


2:8-10). Otra vez quedamos asombrados ante la riqueza doctrinal de este resumen, ya
que esta verdad, tan poco comprendida, halla lugar en el breve discurso frente a Agripa.
Las obras no salvan, pero es inútil que nadie pretenda haber recibido de Dios la plenitud
de su salvación en Cristo si no produce "obras dignas del arrepentimiento": aquellas
obras para las cuales Dios nos ha ordenado en Cristo desde la eternidad.

11. La esfera del ministerio del siervo (Hch 26:20,22-23)

32
Las varias frases referentes a la esfera del servicio de Pablo que hallamos en este
resumen de su comisión, hablan elocuentemente de la universalidad de su esfuerzo
misionero, coincidiendo con pasajes como (Ro 1:14-15): "A griegos y a no griegos, a
sabios y a no sabios soy deudor. Así que... pronto estoy a anunciaros el evangelio
también a vosotros que estáis en Roma". Compárese el ideal de la evangelización en
"toda la creación" que hallamos en (Col 1:23). El Evangelio, proclamado según la
comisión de Pablo, no conocía limitaciones raciales, ya que fue anunciado tanto al
pueblo judío como a los gentiles (Hch 26:23). Con todo, se destaca la misión especial de
Pablo a los gentiles que fue cumplida según el resumen de (Ro 15:15-24). La comisión
hacía caso omiso de las diferentes categorías de la sociedad, pues Pablo persistía en dar
su testimonio a "pequeños y a grandes" (Hch 26:22), abundando en la narración de su
obra las evidencias de esta imparcialidad. Todos los hombres tienen almas inmortales y
por todos murió Cristo, de modo que Pablo era deudor a todos hasta darles el mensaje de
vida. Si la evangelización del mundo tropieza con tantas dificultades hoy, es porque los
creyentes, "deudores" igual que Pablo, se han olvidado de su obligación de testificar
delante de "pequeños y grandes", "sabios e indoctos", según los términos de la comisión
que también, en su medida, han recibido del Señor glorificado.

La primera esfera de testimonio fue Damasco, donde, luego de su conversión, empezó a


proclamar en las sinagogas que Jesús era el Hijo de Dios (Hch 9:20). Después de su
estancia en Arabia subió a Jerusalén, donde también testificó en las sinagogas de los
judíos helenistas (Hch 9:26-29), hallándose el resumen de este principio de su obra en el
versículo 20 de nuestro pasaje. Sigue hablando de un extenso ministerio en Judea (Hch
26:20), lo que presenta cierta dificultad, pues a raíz de su testimonio en Jerusalén su vida
peligraba a causa de la violenta reacción de los judíos helenistas, por lo cual los
hermanos le enviaron a su ciudad de Tarso donde —por todo lo que podemos saber
permaneció hasta ser llamado por Bernabé para ayudar en la obra en Antioquía. Quizá
hemos de entender períodos de testimonio durante sus visitas a Jerusalén, al pasar por
distintos pueblos de Judea.

El epílogo del discurso (Hch 26:24-32)

Nos gustaría hallar evidencias de arrepentimiento y de conversión entre los oyentes de


Pablo aquel día; es de suponer que tal mensaje no dejaría de producir su fruto, pero el
propósito de Lucas es el de hacernos ver las reacciones de los representantes del poder de
Roma. En la parte legal el resultado fue bueno, influyendo seguramente en la
presentación del informe oficial para la consideración del César. Los únicos que hablan,
Festo y Agripa, quedaron evidentemente bien impresionados por la sinceridad y la
elocuencia de Pablo, como también por su dominio de los extraños temas que trataba;
pero no tenemos noticia de almas que se rindieran ante la poderosa proclamación del
embajador en cadenas, quien hablaba en el Nombre del Señor resucitado y glorificado.

1. La exclamación de Festo (Hch 26:24-25)

La reacción de Festo a las palabras de Pablo no se deja esperar: “Las muchas letras te
están volviendo loco”. No sabemos si Festo fue sincero al manifestar aquello o si la
palabra del Apóstol había impactado su corazón que se endurecía al no querer aceptar el

33
testimonio de Pablo. Por otra parte, hemos de tener presente que la predicación de la
Cruz de Jesucristo es “locura” para quienes se resisten a reconocerse pecadores, a
arrepentirse y a entregar su corazón a Jesús de Nazaret: 1ª Corintios 1:23.

Pablo insta al rey Agripa a creer, pues sabe que tiene conocimiento de las Sagradas
Escrituras y que el mensaje de los profetas no era nuevo para él. El ministerio de
Jesucristo, sus milagros y portentos, su pasión, muerte y resurrección, así como el
episodio de Pentecostés, y los milagros y señales hechas por medio de los apóstoles a
partir de aquel momento, la asombrosa conversión de Saulo y su transformación de
perseguidor de los cristianos en predicador incansable del Evangelio, no eran
acontecimientos acaecidos en un rincón oculto, sino a plena luz del día, cuya noticia se
había extendido como un reguero de pólvora. La prueba la tenemos en que los fariseos se
habían quejado de que el mensaje de los apóstoles y discípulos estaba “trastornando al
mundo entero”: Hechos 17:6.

Esta exclamación de Festo "a gran voz" es uno de los varios indicios de que el ambiente
se iba cargando en la medida en que Pablo presentaba su defensa y proclamaba su
mensaje. El auditorio había esperado otra cosa: presenciar con cierta fría curiosidad y
limitado interés un proceso que giraba alrededor de la figura, ya bastante conocida, de un
líder de los nazarenos. Estaban dispuestos a manifestar más o menos simpatía, más o
menos antipatía, según sus distintos temperamentos y crianza, pero pensaban que su
interés no pasaría de ser el de unos espectadores distanciados totalmente del preso y de
sus creencias. Muchos darían muestras de desdén frente al fanático que malgastaba dotes
considerables en la defensa de fantásticas ideas supersticiosas. Pero poco a poco el cínico
alejamiento de la mayoría se iba transformando en interés personal. El preso hablaba de
algo que interesaba a todos, "pequeños y grandes", y por fin empezaba a insinuarse la
idea en la mente de muchos que ellos también tenían que llegar a hacer decisiones frente
a aquel Jesús, que Pablo afirmaba ser el Hijo de Dios hecho Hombre, muerto y
resucitado. Pablo se expresaba bien; no podían tildarle de nada en cuanto a su cultura y
sus conocimientos, pero más que eso, hablaba con extraño poder, de tal forma que las
palabras suyas se metían como flechas por las junturas de la armadura de su indiferencia,
su filosofía, su superstición y su materialismo.

Festo, el sólido romano, cumplidor de la religión oficial como deber social, se hallaba en
un ambiente desconocido, y, no queriendo ceder a las nuevas influencias que empezaban
a conmoverle, lanzó su grito por el que admitía la gran cultura de Pablo, atribuyendo su
manifiesta inspiración, y la tensión eléctrica que emanaba de sus palabras, a la sagrada
locura de los videntes que interpretaban los oráculos de los dioses. Nuestras traducciones
—"las muchas letras te vuelven loco"— dan la idea de una interrupción insultante, pero
hemos de tener en cuenta que los antiguos respetaban los arrebatos de los "inspirados",
por lo que la combinación de "muchas letras" con "locura" indica que tal fue la actitud de
Festo, sin que por eso quisiera que la "inspiración" surtiera mayores efectos en su vida o
ante su tribunal.

Pablo no quería admitir las asociaciones que predominaban en la mente de Festo;


rechazó cortésmente la sugerencia, recalcando que sus palabras eran "de verdad y de

34
cordura", fruto de la obra del Espíritu Santo que siempre une la potencia con la
templanza (Ga 5:22-23).

2. El intercambio con Agripa (Hch 26:26-29)

Las referencias a los "profetas", a una "visión celestial" y a la "resurrección", habían


hecho a Festo pensar en una "divina locura", pero Pablo se dirigió directamente a Agripa
sabiendo que el vocabulario y los conceptos que acababa de emplear no eran
desconocidos por el vástago de la dinastía herodiana, enseñado tanto en las Escrituras
como en las tradiciones de los judíos. No sólo eso, sino que el ministerio de Jesucristo
había dejado honda huella en la memoria de los habitantes de Jerusalén, y aun los
incrédulos en cuanto a la misión mesiánica de Jesús reconocían que alguien "poderoso en
palabra y hecho" había recorrido los caminos de Galilea y de Judea y que extraños
acontecimientos, que nunca se habían explicado satisfactoriamente, se habían llevado a
cabo en Israel; el testimonio de Jesucristo y de sus apóstoles no se había realizado "en
algún rincón", sino a la vista de todo el pueblo, desde los grandes hasta los pequeños.
Pablo volvió al gran punto crucial de la Fe: el testimonio de los profetas y su
cumplimiento en Cristo: "¿Crees, oh rey Agripa, a los profetas? Yo sé que crees". No
cabe duda de que el monarca fue conmovido y que Pablo sabía que podía hacer su
afirmación sin miedo a la contradicción. Pero Agripa, comprendiendo que el mensaje de
Cristo era incompatible con el judaísmo, quiso salvar su pobre prestigio por desviar la
flecha de la Palabra ante los muchos que ya le miraban con interés. "¡Por poco me
persuades a ser cristiano!"

La expresión de Agripa “por poco me persuades a ser cristiano” es de naturaleza


sumamente irónica, como burlándose de la exhortación de Pablo, o como mecanismo de
defensa para ocultar el impacto que la Palabra de Dios estaba haciendo en su corazón.

Pablo se habrá entristecido por el rechazamiento, algo cínico, del rey, pero con todo supo
convertir la evasiva en ocasión para la magnífica confesión y llamamiento que dio fin a
la sesión: "¡Quisiera Dios que por poco o por mucho, no sólo tú, sino también todos los
que hoy me oyen, fueseis hechos tales cual yo soy, excepto estas cadenas!". Por los
profetas se llegaba a Cristo, y en Cristo se hallaba el secreto de toda bendición, que, con
más o menos esfuerzo por su parte, Pablo hubiese querido compartir con todos sus
oyentes, tan necesitados espiritualmente a pesar de lo privilegiado de su posición social.

Quedamos asombrados ante la dignidad y el poder de este "llamamiento", después de una


"defensa" de su vida y ministerio, que se había convertido en una magnífica presentación
del Evangelio frente a la aristocracia del país. "Cadenas aparte", Pablo se consideraba
tanto más feliz que ninguno de los grandes y anhelaba que todos dejasen sus ídolos, sus
pensamientos personales y limitados, para postrarse ante aquel que estaba dispuesto a
revelarse en sus corazones, tal como lo había hecho a Saulo el rabino perseguidor en el
camino a Damasco.

Literalmente: “En pequeño y en grande”, es decir, con pocas o con muchas palabras, lo
presentado por el Apóstol había sido suficiente para que Agripa se hubiera rendido a las
evidencias de la mesianidad de Jesucristo. Un hebreo informado, conocedor del mensaje

35
de los profetas, podía comprender la veracidad del testimonio del Apóstol, quien estaba
dispuesto a dar cualquier cosa con tal que Festo, Agripa, Berenice y todos los presentes
en aquel acto fueran como él, es decir, discípulos de Jesucristo, y estuvieran en el lugar
que el apóstol estaba, excepto con sus cadenas. El Apóstol Pablo, lejos de atemorizarse
por estar ante la presencia de aquellos poderosos, continúa exhortándoles al
arrepentimiento y a la fe en Jesucristo.

3. Las consecuencias legales de la defensa (Hch 26:30-32)

Lucas nombra a estos tres personajes siguiendo el orden de su rango: El rey, el


gobernador y Berenice. Dialogan, no hallan delito alguno en Pablo, sino que por el
contexto todo parece indicar que le consideran un loco, como se desprende de los
versículos 24 y 25. Finalmente, concluyen

que el apóstol habría podido ser puesto en libertad si no hubiera apelado al César. Pero
aquella apelación era irrevocable según el Derecho Romano.

Notamos arriba que los resultados de la defensa distaban mucho de ser nulos. Festo, en
consulta con Agripa y sus consejeros, formularon oficialmente la opinión de que
"ninguna cosa digna de muerte ni de prisión ha hecho este hombre" (Hch 26:31), pero
Festo ya tenía las manos atadas por la apelación de Pablo a Roma, no pasando la
dramática sesión en el salón del pretorio de Herodes en Cesarea de ser, en su aspecto
legal, un interrogatorio con el fin de redactar el informe que se había de llevar a Roma.
Según la opinión de Agripa, Festo habría podido libertar a Pablo si no hubiese apelado ya
a César, pero hemos visto que tal apelación surgió de las vacilaciones anteriores de Festo
frente a la insistencia y la violencia de los jefes del judaísmo. La sentencia absolutoria se
pronunció demasiado tarde para librar a Pablo en Cesarea, pero sin duda influyó en su
liberación después de su primer encarcelamiento en Roma.

Temas para meditar y recapacitar

1. Discurra sobre los tres puntos del resumen de la defensa de Pablo ante Festo en (Hch
25:8).

2. Explique la "apelación al César" de (Hch 25:11-12), y señale los motivos de Pablo al


querer ser juzgado ante el Emperador.

3. Comente sobre la historia y el carácter de: a) Festo; b) Herodes Agripa II; c) Berenice.

4. Destáquese la importancia del tema de la resurrección en el discurso de Pablo ante


Agripa.

5. Haga un resumen de las grandes doctrinas que Pablo menciona en su defensa ante
Agripa, con referencia especial a (Hch 26:18,23).

6. ¿Cuáles fueron los resultados del interrogatorio ante Agripa: a) en la esfera legal; b) en
la esfera espiritual?

36
37

También podría gustarte