B.

Constant
Idea de representación: es la idea que permite explicar una democracia representativa. Se llama representativa
porque se eligen unos representantes. Se presupone la elección de estos. Si no participamos directamente es
porque hay un mecanismo intermediario. En la democracia directa el representante puede ser elegido por el
Congreso o el Senado y no por el pueblo.

La representación tiene dos ideas fundamentales: elección (elegimos a los que nos representan) y responsabilidad
(son responsables de lo que hacen). El volver a elegir representantes nos permite elegir responsabilidades. No les
cedemos un margen ilimitado de acción. Para que las democracias funcionen bien, nosotros tenemos que ser
conscientes del voto electoral y no olvidarnos del representante hasta las próximas elecciones. En nuestras
democracias, la implicación que queremos tener en la política o el grado que queremos controlar a nuestros
representantes depende de un control voluntario.

Si participar es una opción, para nosotros significa que el ejercicio de la libertad no es necesario para la acción
política. Nuestras democracias son representativas para proteger que la libertad no depende de la política sino de lo
individual. Si se decide que la participación sea obligatoria, primero hay que preguntarse qué grado de participación.
Esto conlleva tener información entre otros. Si esto se decide hay que restringir la disposición de los individuos para
sus propios fines para el beneficio del colectivo o de lo común. Si se decide esto, se va a ser más libre participando
(libertad política). Lo que da sentido a la libertad es la participación, porque se tiene más interés y más información.

Libertad individual, privado o público (libertad del moderno) - Libertad política, asamblea (libertas de los antiguos)

El no nos representan va ligado a la idea de elección y se opta por una libertad individual en vez de una libertad
política.

La idea de representación intenta garantizar la libertad individual.