El aula de Marcela

En la Unidad Educativa “ITSUP” de la ciudad de Portoviejo, trabaja Marcela, una docente de Bachillerato.
En su aula se puede apreciar una gran diversidad de estudiantes, lo que plantea un reto para el proceso
de enseñanza y aprendizaje. En su ejercicio laboral, este docente se ha encontrado con varios
estudiantes que demuestran fortalezas y destrezas para realizar ciertas actividades, así como también
requieren apoyo adicional en otras áreas.

Dentro del aula de Marcela, está Said, un joven de 16 años quien llegó al Ecuador con su familia hace
pocos meses después de haber vivido y estudiado su etapa de la niñez y adolescencia en los Estados
Unidos, dando a conocer su sorprendente manera de hablar en más de 4 idiomas, un chico dinámico,
proactivo, extrovertido, estas características de su personalidad le ayudan a hacer más llevadero el
cambio de contexto.

Algunos compañeros de Said se han mostrado interesados en él, pues han tomado la ventaja de que
Said les empiece a enseñar un poco de lo que sabe, más otros se han mostrado poco empáticos frente a
la situación de ser un compañero nuevo y extraño.

Isabela también forma parte del aula de Marcela, cuenta con fortalezas, tales como las manualidades y
una gran capacidad de memorización, tiene gran habilidad en el mundo del arte, ella se siente cómoda
trabajando en rutinas. Acoplarse al trabajo con sus compañeros le cuesta más que a los otros. La familia
de Dana es muy colaboradora y trabajan coordinadamente con el personal de la institución educativa, se
muestran interesados en ayudar y ser parte de todas las actividades que la misma institución opte por
desarrollar, se muestran preocupados por llevar puntualmente a Dana a sus tareas dirigidas ya que la
joven presente en ciertas ocasiones frustración por las matemáticas.

En la clase también esta Cesar quien gusta mucho por las matemáticas, le dicen el hijo de Baldor,
cualquier ejercicio matemático o físico que se ponga en pizarra él lo termina resolviendo primero, su
mamá es tutora de refuerzos de matemática por las tardes de los estudiantes que quieran y puedan
obtener dichas tutorías con ella en su domicilio, sus padres se encuentran preocupados y siempre
pendientes de llevar a Cesar puntualmente a su terapia ya que fue diagnosticado con trastorno del
espectro autista.

Jean Carlos también forma parte del aula de Marcela, es un estudiante quien encanta del futbol y el
ajedrez, en clases presenta periodos muy cortos de atención respecto a sus demás compañeros, se
distrae fácilmente y no terminar de copiar las instrucciones del pizarrón. Cuando tiene que responder las
preguntas que le realiza la profesora, lo hace de manera impulsiva, llegando a fallar en sus respuestas,
no da la importancia necesaria a los estudios. Le gusta siempre estar activo, no quedarse quieto, pero es
muy amable, cariñoso y respetuoso con sus compañeros.

German y Tatiana son jóvenes bastantes alegre pero demasiado hiperactivos y traviesos, nunca están
quietos, ambos están pasando por problemas en hogares disfuncionales, a veces suelen molestar a los
compañeros que toman un poco más de tiempo para realizar las actividades, o que no han asimilado
contenidos en un primer intento. Marcela sostiene que en su aula se encuentran varias fortalezas,
como, por ejemplo, en las actividades grupales existe entusiasmo, participación y colaboración por parte
de todos los estudiantes. Un ejemplo es el caso de Iván, un joven con dificultad visual usuario de lentes
muy gruesos de alta medidas. Sus compañeros se muestran colaboradores y empáticos al momento de
realizar actividades en las que se es difícil distinguir notas en la pizarra.

El trabajo de Marcela es cada día un nuevo reto. El apoyo por parte de las familias no es muy evidente,
cuando convoca a reuniones para las necesidades y buscar soluciones en conjunto los padres no
colaboran, justificando su inasistencia por cuestiones laborales.