Hoy es un día sumamente especial para todos nosotros.
Es el cumpleaños de nuestro pilar, nuestro
amor más puro, el que da todo sin condición. Todos hemos recibido de ella desde un pan hasta sus besos y abrazos. En lo particular, siempre veló por mí y mis hermanos cuando más lo necesitábamos. Verla a los ojos es encontrar esperanza y paz, amor y alegría. Son 94 años llenos de fuerza, trabajo y dedicación, y es el mejor legado que podemos recibir. Doy gracias a Dios por permitir que esté con nosotros, que aún pueda llamarnos por nuestro nombre, regañarnos y decirnos que nos ama. Es un día especial, lleno de dicha, y solo quiero desearle un muy feliz cumpleaños a mi abuelita Tila.