Derecho penal y sociedad: perspectivas desde la sociología del derecho
El derecho penal moderno se ha desarrollado a partir de la idea que
lo instala como un “protector de bienes jurídicos”. De acuerdo con esto:“ El legislador amenaza con pena las acciones que vulneran (o ponen en peligro) determinados intereses de una sociedad determinada. La vida, la libertad, la propiedad, etcétera, son intereses o finalidades de la sociedad que el legislador quiere proteger amenazando a quienes los ataquen con la aplicación de una pena” .Tras esto, es posible afirmar que el derecho penal es un mecanismo que busca obtener determinados comportamientos individuales en la vida social, a través de la declaración de ciertos comportamientos como indeseables y amenazando su realización con sanciones de estricto rigor.
A) Orden moral y derecho penal: Durkheim frente al derecho
Violar el orden moral de una sociedad determina la obtención de una sanción. En este tema destaca la distinción que desarrolla Durkheim (1995) entre sanciones represivas y restitutivas. Las represivas, castigan al agresor con un mal que se considera proporcional a la acción realizada como transgresora dela norma. En cambio, la sanción restitutiva reconduce a cargo del transgresor la situación violada al estado en que se encontraba antes. Durkheim propone correlaciones entre estos tipos de sanciones y sus consecuentes derechos y solidaridades: las sanciones represivas prevalecen en las sociedades poco diferenciadas, que corresponden a un tipo de solidaridad mecánica; mientras que las sanciones restitutivas predominan en sociedades diferenciadas, determinadas por una solidaridad orgánica. El sociólogo francés estudia la solidaridad social a partir del derecho, planteando que la solidaridades un hecho interno que se escapa al individuo; por otro lado, el orden jurídico es un hecho externo que puede ser estudiado: “la vida social, en todo lugar donde existe en forma duradera, tiende inevitablemente a tomar una forma definida y a organizarse, y el derecho es sólo esta organización misma en lo que tiene de más estable y preciso” (Durkheim, 1995: 63). A partir de esto la vida social tiende a asumir una forma definitiva y organizada, y es el derecho esa organización en su forma más estable y definida. Tras presentar la visión del derecho en Durkheim, es esencial volver al tema de las sanciones represivas. Estas consisten en el sufrimiento (castigo) infligido al individuo que escapa del orden moral. Este tipo de sanciones son las que constituyen el derecho penal. En cambio, las restitutivas no implican obligatoriamente sufrimiento para el agente, sino que consisten en el restablecimiento de las relaciones a su estado normal. Durkheim establece que cualquier acto que sacude la conciencia colectiva de una sociedad se considera un crimen. Con el avance de la modernidad, la perspectiva de Durkheim supondría un constante incremento delas sanciones restitutivas sobre las represivas, por ejemplo, debido al desarrollo del derecho civil y comercial. Pero en la sociedad contemporánea no se ha abandonado la práctica de sanciones represivas, ya que estas últimas conforman el campo de transgresiones consideradas intolerables en la sociedad.
b) El derecho como garante normativo: la visión funcionalista-
sistémica de Parsons
Parsons (1976),al igual que Durkheim, concibe la sociedad como un
conjunto de individuos o “ actores” que interactúan respondiendo a expectativas sociales conectadas con status y roles que controlan la sociedad. Desde esta perspectiva, ser un sujeto social determina expectativas por parte del mismo individuo como también de parte de aquellos que entran en relación con él. Los roles que se sitúan como expectativas sociales constituyen para Parsons una trama básica, la estructura de un sistema social. No es posible negar que estos roles puedan entrar en pugna, sin embargo, son las instituciones en las que la organización social se articula (familia, escuela, jurisdicción, entre otros) las que influyen en estos conflictos, manteniendo así la estructura en su mejor estado (Parsons 1976). Por tanto, la institución “sistema jurídico” desempeña una función integradora en cuanto hace más seguras y menos conflictivas las relaciones de roles, favoreciendo así la cohesión social. La relación de los postulados de Parsons con el derecho penal, establece que los comportamientos desviados se encuentran estrechamente vinculados al control social mediante órganos establecidos. Es por esto que el derecho penal, desde esta perspectiva, cumple una función restauradora del equilibrio en un sistema social: “Tiene que haber una proporción suficiente de sus actores componentes, adecuadamente motivados para actuar de acuerdo con las exigencias de sus sistemas de roles, positivamente en la realización delas expectativas y negativamente en la abstención de toda conducta demasiado lesiva, es decir, desviada.” (Parsons, 1976:46).Por lo tanto, desde la perspectiva funcionalista sistémica la función del derecho penal es garantizar las normas sociales. El derecho penal se encuentra vinculado con el control social de los comportamientos desviados, conductas que el Estado amenaza con sanciones concretas.
c) La postura sistémica de Luhmann: el derecho como sistema social
La teoría de Luhmann va más allá que Parsons, dando énfasis no a los individuos que actúan, sino a los modos simbólicos de su interacción. Esta teoría representa la sociedad ya no como un conjunto de seres humanos relacionados por roles y status, sino como una “red de sistemas compuestos por actos de comunicación dotados de un sentido social” (Luhmann, 1991:28). El sistema social del derecho (igual que el político, económico, etc.) interviene en el ambiente para reducir su complejidad y para hacer menos contingentes las expectativas del los individuos. La sociedad moderna se caracteriza por la diferenciación en sistemas funcionales. Dentro de estos sistemas, el jurídico ha ganado autonomía gracias a su evolución, alcanzando un nivel de autopoiesis, el cual tiene (mantiene) sus límites funcionales y auto produce sus problemas, como el de las expectativas normativas, a través del código: legal / no legal. (Cadenas, 2006). Esta idea se desprende de la visión del derecho en Luhmann, en relación a su capacidad de auto producción: “Al construir y modificar estructuras, los sistemas autopoiéticos pueden utilizar los impulsos contingentes del entorno, que aparecen y desaparecen constantemente, así como los errores en la reproducción de sus propias operaciones. Por lo general, las posibilidades están mas restringidas por las exigencias de consistencia interna que por los problemas de supervivencia del entorno” (Luhmann,1989:80).
El sistema jurídico al discriminar entre lo lícito e ilícito, se sitúa como un medio para decidir entre expectativas incompatibles y para estabilizar socialmente esas expectativas. Estas últimas, son aquellas que encontrando apoyo en alguna norma no estamos dispuestos a abandonar, o sea, son expectativas que se definen como normativas y que se contraponen a las expectativas cognitivas, las que por el contrario se pueden abandonar en caso de decepción: “La función del sistema legal es asegurar una determinada expectativa de conducta, las expectativas normativas. Las expectativas normativas que trata el derecho son las expectativas legales, es decir, expectativas de que la conducta humana se adecue al derecho vigente” (Cadenas, 2006: 266)Desde Luhmann, el derecho posee una alta complejidad evolutiva debido a su positivización en las sociedades modernas. Por tanto, sólo se puede hablar de sociedad cuando el derecho garantiza al sujeto un determinado horizonte de expectativas al interior del sistema social, garantía jurídica que se concretiza con las “expectativas normativas”: “Como sistema social, el derecho puede responder a las pretensiones de validez de individuos racionales y condensar dichas pretensiones en disposiciones de contenido normativo. En el derecho se pueden depositar los anhelos de justicia o igualdad de una comunidad cualquiera. Mas el derecho traducirá siempre estas exigencias en comunicación válida legalmente” (Cadenas, 2006: 279-280).El derecho penal en Luhmann se desataría cuando uno se situase el lado del no derecho (ilícito).Para esta teoría, la finalidad de la pena en el derecho penal no es evitar la violación de los bienes jurídicos, sino reafirmar la vigencia de la norma que ha sido desautorizada al interior del sistema. La finalidad de la pena no es sancionar la profanación del bien jurídico, sino reafirmar la vigencia de las normas establecidas en el código legal, como modelos de conducta a seguir. Para la sociedad, el delitos ignifica que las cosas podrían ser de otra manera (contingencia), es por esto que las posibilidades de contacto están en relación directa con la confianza que los individuos depositan en las normas.
Introducción al derecho internacional privado: Tomo III: Conflictos de jurisdicciones, arbitraje internacional y sujetos de las relaciones privadas internacionales
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