convertido en un gato de muchos colores! Tenía la cabeza roja, el cuerpo amarillo, la cola rosa, unos largos bigotes azules y cuatro patitas de color lila. Pero sus ojos seguían siendo verdes.
Ahora Brunilda veía a Bruno cuando
se sentaba en la silla, cuando se tumbaba en la alfombra y cuando se tendía en el césped del jardín.