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Circulación peatonal
Caminar por una calle con cafés, restaurantes y tiendas es mucho más agradable que por una calle en donde
hay grandes edificios comerciales que no permiten que los peatones se desplacen con comodidad y solo
tienen estacionamientos para autos.
Por esta razón, la Asociación de Investigación y Planificación Urbana de San Francisco (SPUR)explica que en
este tema influye la percepción de distancias y que, por lo mismo, las ciudades lo pueden evitar con una
medida muy simple: evitar construir manzanas llenas de edificios.
Además, las manzanas deben tener calles y pasajes para que los peatones puedan circular entre los edificios.
Si los peatones caminan por una tienda que en su entrada principal tiene estacionamientos para autos, lo más
probable es que no se interesen en entrar a ella.
Es por esto que la Asociación aconseja que las tiendas tengan sus entradas en el borde de la calle. Sobre
esto, el planificador de SPUR, Benjamin Grant, agrega que así se genera “una especie de intimidad y sentido
del lugar”.
Además, explica que los seres humanos se sienten más cómodos en espacios en los que no quedan tan
expuestos, como las plazas tradicionales, lo que denomina “instinto residual”.
Existen ciertos espacios públicos que pueden ser muy bulliciosos y, por lo mismo, se vuelven incómodos para
algunas personas. Sin embargo, es necesario reconocer que estos espacios logran atraer a los ciudadanos
que ven en ellos buenas opciones para pasar el tiempo. Un ejemplo de esto es lo que ocurre en Times
Square, en Nueva York.
Acerca de esto, Grant considera que es importante que este tipo de lugares tengan un buen equilibrio entre el
espacio disponible para que circulen los peatones y el que destinan a los kiokos o tiendas, especificando que
éstos últimos no deben ser la prioridad en cuanto al espacio.
“Todos los conductores son peatones cuando salen de sus automóviles”. Así es como Grant introduce
este punto acerca de cuál es el lugar más adecuado para construir estacionamientos para autos, sin afectar a
los peatones ni la calidad de los espacios públicos.
A esto agrega que deben ser multiusos (comerciales, de oficinas y residenciales), con accesos lógicos y que
sean seguros para los peatones, es decir, todos los ciudadanos.
El Empire State Building es un edificio que tiene 381 metros de altura, pero que no se ve como una
construcción impenetrable, ya que cuenta con accesos peatonales que hacen la diferencia. Según el libro
“Getting to Great Places” de SPUR, estos detalles lo convierten en un edificio que crea un ambiente cercano
para los peatones a nivel del suelo.
Para caminar por las plazas y los parques, los peatones deben contar con accesos que permanezcan
despejados y que estén bien definidos. Es por esto que se recomienda que los caminos y paseos estén
señalizados para motivar a la gente a recorrer un lugar. Asimismo, con estas señales se puede ayudar a los
turistas, sobre todo en aquellos lugares que son visitados por mucha gente.
Por este motivo, la guía busca recuperar estos atributos mediante la construcción de calles completas, es
decir, siguiendo un diseño urbano que se centre en aprovechar todo el potencial que tiene una calle desde
distintas funciones. Así, los ciudadanos pueden tener espacios públicos más tranquilos, en donde se puedan
tomar un café, leer un libro y moverse en bicicleta.
Con este tipo de calles, la Asociación considera que los barrios se enriquecen a través de las experiencias
que ofrecen.