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Contenido

Prologo

1. Ruth Siemens: La razón de mi vida es la


obra estudiantil
2. Felicity Houghton: Una visión para el
mundo estudiantil
3. Samuel Escobar: Una vida estudiantil
con sentido de misión.
4. John Stott: Desde la universidad hacia todo el
mundo
5. Rene Padilla: Vivir la fe en medio de
realidades terrenales concretas
6. Hans Bürki: Vivir y pensar la fe
7. Roberto Young: La universidad un
nuevo campo misionero
8. Silvia Chaves: Aprendiz de cristiana
9. David Evans: De religioso a cristiano
10. Humberto Bullón: Del dicho al hecho
hay un terremoto
11. Carlos García: Cristo me encontró en la
universidad
Prólogo
¿Cómo no sentirse maravillado con el amor de Dios
a su ministerio en la universidad?, hace unos 5 años tuve
la oportunidad de conocer la comunidad bíblica
universitaria CBU-HYO, a través de una amiga, desde
aquellos años la vivencia y convivencia con los
estudiantes ha sido de gran edificación, puesto que
jamás pensé encontrar amigos, que con el tiempo se
volverían una familia. Los años comprometida me han
permitido conocer universitarios de otras ciudades y
países y junto con ello conocer los inicios del
movimiento evangélico estudiantil universitario desde
una perspectiva actual, pero con mucha riqueza del
pasado, hace años tuve el privilegio de conocer a los
hermanos Rene Padilla, Ruth Padilla, Samuel Escobar
y poder vivir la palabra de Dios a través de sus
enseñanzas, pude evidenciar cuán grande es la fidelidad
de Dios a su obra misionera universitaria. Han pasado
54 años desde que AGEUP fue afiliado a IFES y 71 de
la creación de IFES, años en los que hemos contado con
el favor de Dios.
El autor de este libro, mi gran amigo Robin,
actualmente obrero de la región Centro Oriente, ha
hecho un gran trabajo al compilar las vivencias y
experiencias de nuestros hermanos que han estado en
los inicios de esta obra en el mundo y de aquellos que
con mucho ahínco y dedicación han mostrado el amor
de Dios en las universidades de todo el mundo, poder
conocer mucho más cómo es que han vivido la fe hace
que mi piel vibre y algo dentro de mi renueva mis
fuerzas y ganas de seguir predicando al Dios de la
creación, sus vidas rebelan el verdadero amor a Dios y
a su obra misionera.
Lo que estas a punto de leer es la plena vivencia de
nuestros hermanos a través de los años en la obra
universitaria, los grandes retos afrontados, las veces que
Dios mismo ha desafiado su fe como lo hizo en la vida
de Pablo, quienes han traspasado espacios geográficos
amplios con el fin de llevar la palabra de Dios. Cada
persona tiene mucho que contar, desde que Dios llegó
a su vida y su proceso de formación, es impactante
como muchos de ellos han abandonado sus sueños para
cumplir con el propósito de Dios, y luego descubrir
como la palabra se hace vida cuando dice que Dios no
es deudor de nadie y ha compensado a sus obreros.
Estoy segura que este libro será muy edificante para
ti, pues podrás conocer las muchas formas en como
Dios actúa para hacer posible su voluntad a través de su
creación. Y reconocer una vez más que Dios te está
usando para mostrar su amor y su voluntad, así como
lo hizo con nuestros hermanos en el pasado, pues
muchos de ellos han sido retados y algunos han tenido
miedo a afrontar nuevos retos y encaminarse a lugares
desconocidos, pero el favor de Dios siempre estuvo con
ellos y una vez más la palabra se hace viva cuando dice.
“Aunque ande en valle de sombra de muerte. No temeré
mal alguno, porque tú estarás conmigo; Tu vara y tu
cayado me infundirán aliento”. La vida de nuestros
hermanos nos pondrá a meditar sobre el trabajo que
hoy se hace en las universidades, y repesar si todavía
tenemos la misma entrega para mostrar la palabra de
Dios a quienes no lo conocen. Estas son historias que
tienen gran valor en mi vida, experiencias de aquellos
que Dios llamó para hacer su obra. Pero la historia se
sigue escribiendo por ti, que cada día te esfuerzas
porque el mensaje de Jesucristo llegue a todos los
rincones de la universidad.
Quiero terminar estos escritos dando gracias a
Dios, por la vida de mi hermano Robin, por el amor
que Dios puso en su corazón, por el talento que le dio
y por el cual todos seremos bendecidos con su libro,
estoy confiada en que llegará a muchas partes del
mundo y motivará a quienes lo lean como lo hizo
conmigo.

Jhoselin Mendoza Raymundo


Presidenta de la Junta Directiva Nacional
AGEUP 2017-2018
Ruth Siemens: “la razón de mi vida es
la obra estudiantil”

Ruth es una mujer sorprendente, llena de


dones; una persona inteligente, con gran
entusiasmo y visión. Cada vez que
hablábamos de mi deseo de servir a Dios, ella
me sugería que iniciara un grupo de estudio
bíblico para mis amigos que estaban en un
proceso de búsqueda.
Rebecca Manley Pippert

La razón de su vida ha sido la obra estudiantil a la que


dedico veintiún años para IFES (Comunidad
Internacional de Estudiantes Evangélicos) en servicio
misionero en las universidades de Perú, Brasil, Portugal,
España y Australia. Estudio Educación e inglés en
California State University, Chico, donde junto a Gene
y Earline Wellsfry, y con algunos más cristianos
establecieron un grupo de testimonio de la IVCF en
esta universidad. En esta etapa aprendió de la obrera
Alice Alter el método inductivo aplicado al estudio de
la biblia. Ruth afirmaba que:
Alice Alter, en su primera visita, pasó una hora
mostrándome cómo mirar un texto de la Biblia
inductivamente. Me quedé despierta toda la noche
examinando un paso tras otro. Mi anterior hábito de
estudio se había ido y apreciar todo texto me dio nuevas
ideas. A menudo agradezco a Dios por este don que
cambia la vida la cual aprendí a través de ella, sin la cual
el resto de mi ministerio sería inconcebible1.

Ruth siguió perfeccionando este método de estudio de


la biblia en los espacios formativos que brindaba la
IVCF. Cuando ya estaba graduada crecía en su corazón
el deseo de viajar al Perú y trabajar en misión Cristiana,
cuando de repente recibió una invitación en 1954
para ser profesora del colegio Roosevelt en Lima,
Cuando partió de los Estados Unidos fue algo
repentino y era el primer viaje que realizaba fuera de su
país, no dominaba el español. Ruth narra que después
de un largo viaje al llegar al Perú se había dado cuenta
de repente que nadie le esperaba en el aeropuerto, y la
única dirección que tenía era un número de apartado
postal. Se quedó en medio del pequeño aeropuerto de
polvo, con sus maletas, preocupada de que haría a
continuación. Pero sólo unos cinco minutos ante sus
incrédulos ojos, allí estaba el misionero, Don Burns.
Cuando le dijo:
"¿Cómo sabías que iba a llegar a las 05 a.m. el vuelo de
esta mañana?" Me dijo que no lo sabía, pero había
llegado a ver a otro pasajero. De esta manera Dios me
dio una experiencia abrumadora de su presencia, su
amor y poder. Sólo cinco minutos después de mi
llegada, como si no pudiera esperar para tranquilizarme
y decirme que estoy contigo” 2.

Ya establecida en Lima, después de su jornada docente


en el Roosevelt, motivada por su pasión de formar
grupos estudiantiles evangélicos, comenzó establecer
contactos con estudiantes en las iglesia que tenía el
deseo de estudia la biblia y entender la fe cristina y en
la universidad de San Marcos cuando cursaba estudios
de español. Samuel Escobar narra su encuentro con
Ruth y su método de estudio de la biblia que ella
enseñaba de la siguiente forma:

Todavía recuerdo la primera vez que la visité. Estaba en


su sala, sentada frente a dos Biblias, un inmenso
Comentario en inglés, en un tomo, y una ruma de hojas
de papel en blanco. Inmediata-mente me invitó un café,
y ante mi interés en lo que hacía me embarcó en un
estudio bíblico de romanos. Cuando salí me di cuenta
que se nos habían ido tres horas de estudio y discusión
entusiasta: Acababa de descubrir el método inductivo,
la alegría de encontrar por cuenta propia las riquezas
del texto bíblico3.
La labor misionera en el Perú dio mucho fruto, porque
los estudiantes que captaron la visión misionera fueron
los que extendieron el evangelio y formaron nuevos
grupos en las diferentes ciudades del Perú. En 1957
Ruth Viajo a San Pablo para apoya a Roberto Young
en el trabajo misionero en las universidades de Brasil.
Para esta nueva experiencia misionera era necesario
crear nuevos modelos para una pastoral indígena, es
decir forma un liderazgo que no dependiera siempre del
cuidado pastoral de los obreros extranjeros, esto es un
distintivo de la CIEE porque no es una misión para los
estudiantes, sino un movimiento estudiantil. Ruth viaja
siempre acompañada de estudiantes para enseñarles y
darles confianza porque el deseo era que los propios
brasileños se hagan cargo del trabajo misionero. Ruth
es un ejemplo de una misionera auto sostenida porque
se dedicaba a su profesión y también a la obra
estudiantil. Seguía usando su departamento como foco
para reuniones socio-culturales-evangelistas y así captar
estudiantes y enseñarles el método inductivo, siendo así
uno de los grupos pioneros de estudiantes en Brasil. En
1968 le pidieron que se haga cargo del pionero trabajo
de con los estudiantes en España y Portugal. Cuando se
trasladó a Barcelona, no había ninguna vivienda
residencial cerca del nuevo campus universitario,
terminó con un apartamento a una cuadra del gran
hospital donde descubrió muchos evangélicos que
estaban entrenando para convertirse en médicos y
enfermeras. En Barcelona conoció a Rebecca Manley
estudiante estadounidense que estaba un año fuer a de
su país estudiando allí. Guiada por Ruth, Rebecca
apertura un grupo bíblico evangelístico para sus amigos
en la universidad. Rebecca lo recuerda de esta manera:
Cuando Ruth me animó a mí a que llevara el estudio
bíblico evangelístico en Barcelona, ¡pensé que le había
dado demasiado el sol de España! Imaginaos mi
sorpresa cuando vinieron al estudio todos los
estudiantes internacionales que había invitado, ¡y
después ellos invitaron a su vez a sus amigos! Cinco
estudiantes entregaron sus vidas a Cristo en ese estudio
y como consecuencia, mi vida cambió para siempre.
Pero eso ocurrió entonces. ¿La estrategia de Ruth
funciona aún para los posponemos? ¡Más que nunca! En
mi propio ministerio de formación evangelístico, las
personas no sólo aprenden a compartir su fe hablando
sobre la encamación, sino que también hemos visto que
han empezado estudios bíblicos evangelísticos en
América, Europa y Asia. ¡Y pensar que todo empezó
con un estudio bíblico evangelístico, en Barcelona, que
Ruth insistió que se hiciera! 4
Junto a Rebecca escribieron un libro titulado:
“Evangelism away of life” (Evangelización un estilo de
vida) producto de los encuentros bíblicos que
compartieron en la universidad. En 1977, la editorial
Certeza publica el libro: “El estudio Bíblico creativo:
Manual para la preparación de dirigentes”, que redacta
a lado de Ada Lum para que sea usada como
herramienta para capacitar a nuevos dirigentes de
encuentros bíblicos en las universidades de
Latinoamérica. En este libro se afirma que:

En el mundo académico de hoy, los estudiantes resisten


el método de puras conferencias y de mentalidad
autoritaria, quieren y responde a la investigación
personal y al estudio de grupos de amigos. Un Grupo
bíblico universitario esta siempre a una generación
estudiantil de distancia de la extinción. Cada generación
debe evaluar periódicamente su programa y sus énfasis
para estar segura de que otras actividades y
preocupaciones “relevantes” no desalojaran el estudio
bíblico de su lugar de prioridad. Los estudiantes no se
resisten al estudio bíblico serio. Quieren conocer la
biblia. El toque sensible de motivos insensibles puede
evocar la respuesta del Etíope: ” Y como podré
(entender las escrituras) entender si alguno no me
enseñare ?” ¿Quiénes son hoy los etíopes? 5

En 1975 regresa a los estados unidos y funda la


organización Global Opportunities con el fin capacitar
a mensajeros transculturales del evangelio, que se
sostienen con su propia actividad profesional o sus
conocimientos empresariales, a la vez que se ocupan de
la actividad misionera. El concepto de Tentmakers
(Fabricantes contemporáneos de tiendas de campaña)
está basada en la experiencia misionera del apóstol
Pablo quien uso su oficio de “fabricantes de tiendas de
campaña” (Hechos 18:1-3) para auto sostener su
ministerio. Tentmakers no solo busca el auto sostén del
misionero y así evitar una carga para la iglesia, sino que
en la práctica misionera esta forma podría ser la única
manera en que los cristianos puedan entrar en aquellos
países que no otorgan visas a los así llamados
“misioneros”. De esta manera su organización sigue
capacitando a iglesias y enviado misioneros a muchos
países. El 20 de diciembre del 2005, fallece a los 80
años de edad, un mes antes le celebró su cumpleaños
con una reunión donde participaron familiares, amigos
del ministerio estudiantil y colegas del trabajo, a
muchos de ellos ayudo a conocer al Señor. En una
entrevista en abril del 2004.
La gente a menudo me pregunta si no era frustrante
tener tan poco tiempo libre de sobra para Dios, pero yo
considero que todo mi tiempo es de Dios. Pronto me
di cuenta que mi trabajo es un ministerio a "tiempo
completo"... Era importante para mí poner un gran
esfuerzo en las adversidades de mi trabajo (secular),
porque Dios espera que todos los cristianos sirvan a su
empleador como si fuera Jesucristo6.
NOTAS

1. Ruth Siemens-GO Founder, The Story Behind


Global Opprtunities, pág.
2,consultar: http://globalopps.org/ruth-siemens-go-
founder/,pa 2. Ibíd., Pag.3.
3. Samuel Escobar,La chispa y la llama,Certeza,1978,
Pág. 60.
4. Lindsay Brown,Brillando como
estrellas,Andamio,España,pág.77.
5. Ada Lum y Ruth Siemens, El estudio Bíblico
creativo: Manual para la preparación de dirigentes,
Certeza, Buenos Aires, pág.13.
6. Citado en: The changing face of world
missions,Michael Pocock,Gailyn Van
Rheenen,Douglas McComell,2005,pág.216.
Filicity Houghton: Una Visión para
el mundo estudiantil
Delgada, sobria, sólidamente fundada en la
Palabra; callada, dulce, capaz de soportar la
soledad y el dolor; reflexiva; comprensiva y a
la vez dispuesta a exhortar; escritora y
lectora; silenciosamente dedicada a formar a
otros; amante de la buena música y de la
naturaleza, se reía a carcajadas; viajera
incansable en cualquier tipo de transporte;
vivía con sencillez casi monástica; perdonaba
y pedía perdón; cultivaba la oración y
compartía generosamente. Felicity
Houghton dejó tras de sí dos movimientos
estudiantiles en América Latina conducidos
por equipos de líderes. Se fue sin pedir
honores y se fue con dolor, porque dejó lo
que amaba.

Jorge Atiencia

Se puede decir que Felicity, lleva en la sangre la esencia


misionera, sus padres fueron a China como misioneros
alrededor de año de 1930, donde a lo largo de su niñez
y juventud la instruyeron en el amor a Dios y al
prójimo, sus compañeros de salón en la escuela eran
también hijos de misioneros, lo cual muestra que su vida
estaba marcada por la vocación misionera de sus padres.
Para el año de 1951 termino el colegio e ingreso a la
universidad de Londres para estudiar pedagogía en
literatura inglesa, luego trabajar dos años en su
profesión, tomando en serio la vocación misionera y
siguiendo el llamado que Dios le hacía para servir en
América Latina se dedicó a prepararse :
Por dos años asistí a un pequeño seminario evangélico
para mujeres en la ciudad de Oxford. Estando en eso,
llegue a sentirme segura del próximo paso: ofrecerme
para servir como miembro de la Sociedad misionera
Sudamericana (SAMS), una misión anglicana que en el
año 1960 tenía su personal en tres países del cono sur:
Chile, Argentina y Paraguay. Después de un maravilloso
viaje en barco de más de un mes, llegue a mi destino,
Chile. El día 1 de noviembre del mismo año
desembarque en el puerto de Valparaíso1.
Ya establecida en Chile, comenzó a entender que el
trabajo que iba a realizar lo tenía que hacer de todo
corazón y entender el costo que implica servir al Señor
y optar por un estilo de vida más sencillo, Como bien
lo recuerda:
Mis primeros dos años y medio en América Latina lo
pase en el sur de Chile, trabajando en el internado de
un pequeño colegio par hijos de campesinos que vivían
en los campos alrededor del pueblo rural de CholChol.
Nuestra alimentación era muy sencilla: arvejas partidas,
lentejas, garbanzo y arroz. Una de mis tareas era pesar
en la romana, para la cocinera, la cantidad de granos que
se necesitaban para el almuerzo de cada día. Ante esto
mi espíritu se rebelaba. Decía entre mí: ¿acaso he venido
hasta acá desde Inglaterra para dedicarme a esto? Sufría
porque no servía de buen grado, como al Señor y no a
los hombres2.
Después de esta experiencia siente el llamado y es puesta
como misionera a la disposición de la CIEE para el
trabajo entre estudiantes, En julio de 1963 participa en
la Asamblea Mundial de Nueva York donde se puso al
día en cuanto a la actividad misionera en otros países y
al regresar a Chile, concluye su trabajo en la escuela de
CholChol para dedicar se a establecer un grupo de
estudio bíblico entre los universitarios. Al principio de
las reuníos era ella la que dirigía, posteriormente
comenzó a motivar a los estudiantes a que se hicieren
cargo, pero no siempre lograban el mismo resultado que
ella. Felicity era una experta en la elaboración de guías
de encuentros bíblicos, donde invertía unas ocho horas
de trabajo. Poco a poco los estudiantes aprendieron
usar el método inductivo de estudio de la biblia. Asistió
al primer seminario de capacitación para líderes
estudiantiles auspiciado por la CIEE en la ciudad de
Lima en 1966. Este seminario se caracterizaba por que
era un encuentro generacional por un lado los más
experimentados que venían a partir de Cochabamba
1958 y por el otro la nueva generación de obreros y
líderes. Este espacio formativo buscaba transmitir
conceptos de responsabilidad social, discipulado en el
seno de la comunidad, células cristianas en la
universidad, la prioridad de la evangelización a partir de
la reflexión bíblica. Lo que más le marco en este
seminario fue el desafío que implicaba tomarse en serio
el ambiente universitario:
Yo recuerdo que Rene Padilla nos desafío a todos los
asistimos, a tener una visión para el mundo estudiantil.
Yo me sentía un poco rara porque yo no estaba
representando nada… recuerdo que subí a la terraza del
Seminario Bíblico en lima y pensé en lo que Rene dijo
de tener una visión de lo que Dos podía hacer, Luego
regresé a chile y me reuní con el mismo grupo. De allí
en adelante, los que se quedaron fueron los que
formaron la base sólida para el grupo de Santiago. Fue
algo así como un recomienzo para la GBUCh3.
Para entender más el contexto universitario, decide
asistir como alumna libre en la facultad de Filosofía y
Letras en la universidad de Chile. Su trabajo como
asesora de la GBUCh se dedicaba a la organización de
Campamentos, visitas incansables a otras regiones para
establecer contactos con estudiantes interesados para
formar nuevos núcleos de estudio bíblico, habría su
hogar (un departamento en Obispo Donoso) siempre
para reuniones con estudiantes, En cuanto al cuidado
pastoral de los estudiantes tenía muy presente la
realidad de lo que vive un joven universitario, afirma
que:
Estudiar en la universidad es hallarse en una situación
vulnerable y expuesta, la experiencia en si constituya una
crisis, común a todo estudiante, la cual fácilmente
provoca otras crisis de tipo personal. Sin embargo, por
encontrarse envuelto subjetivamente en el remolino, el
estudiante no está. Al estar en la universidad donde,
para comenzar, todo es desconocido y muchas veces
seductor o aterrador, los estudiantes necesitan que se les
ayude a orientarse, tranquilizarse y tomar decisiones
sabias. Si fuesen ovejas, diríamos que necesitamos un
pastor 4.
A partir de una reflexión bíblica establece unas bases
para una acción pastoral misionera, caracterizado por
un ministerio de la palabra y de escuchar, la oración con
estudiantes de una conversación, la integridad y el
entendimiento a partir del arrepentimiento y la
confesión de pecados.
NOTAS:

1. Felicity Houghton, 10 joyas de felicidad, Lámpara,


la paz, 1996, pág.10.
2. Ibíd., Pag.40.
3. Citado en Al sur de nuestra Historia, Paulina Ossa
M., GBU, 2011, pág.20.
4. Felicity Houghton, Guía para el cuidado pastoral de
los estudiantes, CIEE revista 24, pág.26.
Samuel Escobar: Una vida estudiantil
con sentido de Misión
Uno aprende mucho de Samuel, pero lo que
más me ha impresionado siempre, es su
sencillez. Una de las cosas que más me ha
sorprendido en la vida, es que los mayores
hombres de Dios que he conocido, son
también los más humildes. No son gente
pretenciosa y pedante, encantada de
conocerse a sí misma. Todo lo contrario. Lo
que destaca de Escobar es su gracia y
generosidad.
José de Segovia

Natural de la ciudad de Arequipa, En una entrevista que


dio a la juventud ageupina en febrero del 2018, nos
contó que la matrona que atendió a su madre, cuando
nació en su casa de Arequipa (Perú) en 1934, era una
misionera inglesa, que atendía tanto a personas que
tenían una buena posición social –ayudó a traer al
mundo al Premio Nobel, Mario Vargas Llosa– como a
familias humildes –el caso de los Escobar–. El padre de
Samuel era un oficial de policía, que se había convertido
a la fe conjuntamente con su madre. Samuel desde su
niñez recibió tanto de la escuela dominical y como en
la escuela primaria una instrucción bíblica sistemática y
cuidadosa por un equipo de maestras británicas.
En 1946 era casi el único protestante de los quinientos
que estudiaban en una escuela de instrucción católica.
Recuerda de esta manera a tres de sus maestros que
marcaron su vida: “Del colegio secundario, donde
éramos dos evangélicos en medio de una promoción de
quinientos estudiantes recuerdo el impacto de tres
maestros, de manera especial. Uno era un sacerdote de
excepción, que al descubrir mis conocimientos bíblicos
empezó a llamarme “hermano protestante”, para
asombro de los compañeros que esperaban más bien un
proceso inquisitorial contra mí. Todavía me parece
mentira que eso sucediera veinte años antes de Juan
XXIII, porque no he vuelto a encontrar otro sacerdote
católico peruano igualmente respetuoso y abierto, ni
siquiera entre los patriarcas de la llamada teología de la
liberación… el segundo también sacerdote, nos enseñó
un curso inolvidable de Apologética, del cual me quedo
la firme convicción que la fe cristiana podía defenderse
con una argumentación lógica constante. El tercero,
entusiasta de la literatura, fue quien por primera vez me
hablo de un español ilustre llamado Miguel de
Unamuno. Como el mismo nos inició en el
anticlericalismo violento del escritor peruano Manuel
González Prada, mi protestantismo incipiente empezó
a percibir la posibilidad de un cristianismo diferente,
más bíblico y autentico, aunque profundamente
latinoamericano” 1.
Desde su adolescencia manifiesta su apetito por la
lectura, un habito que le ayudará a conocer y crecer en
la vida cristiana. En la Iglesia Evangélica Peruana de
Arequipa donde participaba, existía un ambiente de
libertad que le ayudo mucho para satisfacer su
curiosidad literaria, sin ser visto como un rebelde. En
aquellos tiempos se vivía un anti-intelectualismo severo
en las iglesias, influenciado por el fundamentalismo
norteamericano. En 1951, a los diecisiete años viaja a
Lima junto con su amigo puneño Jaime Dávila para
empezar estudios universitarios en la Universidad
Nacional de San Marcos, en la facultad de Educación.
Aquel año comienzan a participar en la Iglesia
Evangélica Peruana de la Calle Los Mandamientos (hoy
IEP Maranatha en la Av. Brasil) pero la falta de un
pastor y buena predicación hace que busquen otra
iglesia, Fue Jaime quien tomo la iniciativa para que
llegasen a la iglesia Bautista en Miraflores. Así recuerda
el trato que recibieron por parte de los pastores:
Mi peregrinaje bautista empezó el último domingo de
agosto de 1951, el día en que a mis diecisiete años visité
por primera vez la Iglesia Bautista Ebenezer de
Miraflores y tuve la experiencia de una bienvenida
acogedora y fraternal de parte de los pastores David
Oates y Antonio Gamarra… Lo que ambos apreciamos
en esta iglesia naciente fue precisamente la orientación
pastoral y la buena predicación 2.
Esto hizo que se quedaran en esta iglesia y se bautizaran
el 27 de octubre de 1951. Y desde ahí, Samuel
comenzó a servir en todas las áreas ministeriales de su
iglesia: escuela dominical, evangelización callejera en los
barrios, trabajo juvenil, auxilio a la tarea pastoral.
En julio de 1953, fue elegido como delegado por su
iglesia local para participar en el Congreso Mundial de
la Juventud Bautista a desarrollarse en Brasil. Por
primera vez los bautistas del Perú estuvieron
representados en un encuentro global. Al regreso del
congreso tuvo que hacer escala en Argentina durante
una semana, y tuvo el privilegio de conocer
personalmente al teólogo presbiteriano Juan A Mackay,
quien estaba realizando algunas conferencias. Si la
lectura de El Sentido de la Vida (uno de los libros más
difundíos de Mackay) fue el catalizador de su
conversión, la entrevista que iba a tener marcaria huella
en su vida. Escobar narra de esta forma aquel encuentro:
Aun me emociona recordar que pude ser recibido por
el maestro escoces durante larga y para mi preciosa hora.
Le hice muchas preguntas a Mackay aquel día. Mi
recuerdo de sus libros y la cuidadosa atención con que
me escuchaba aquella tarde, con sus ojos azules fijos en
mí, me llevaron a prestarle todo tipo de preguntas. Me
hablo Mackay de la teología cristiana, del ecumenismo,
de las convicciones evangélicas y de su libro El Otro
Cristo Español. Casi al termino de nuestra conversación
me preguntó con profundo interés por el líder aprista
Haya de la Torre, que estaba entonces asilado en la
embajada de Colombia, víctima del régimen militar y
oligárquico del general Manuel Apolinario Odria.
Poder pasar de la riqueza teológica a los vaivenes de la
historia actual era justamente lo que yo admiraba en
Mackay y que me hizo disfrutar la tarde. Aun me arde
el corazón con la memoria3.

Vida y misión en la universidad


En su vida universitaria de aquellos tiempos, entró en la
vida política de los gremios estudiantiles. Durante el
periodo de tres años fue delegado de salón frente al
Centro Federado de la Facultad de Educación y luego
frente a la Federación Universitaria de San Marcos. Sus
convicciones políticas estuvieron fundamentadas en la
práctica democrática que aprendió dentro de la Iglesia
Bautista y a partir de los principios bíblicos de servicio
que descubrió en las Escrituras. Su primer
involucramiento en una labor misionera dentro de la
universidad fue en el Círculo Estudiantil Bautista
(CEB), incentivada por el pastor David Oates y la joven
misionera Annelu Bagby. Escobar narra este periodo de
la siguiente forma:
En 1954 la Misión Bautista hizo una gran inversión
para iniciar obra estudiantil bautista. Oates invito a la
joven Annelu Bagby, hija de una conocida familia
misionera bautista del Brasil, para trabajar en la oficina
de la misión y en el proyecto de formar un centro
estudiantil bautista. Los universitarios Oscar Ríos,
Javier Del Águila y quien escribe estas páginas, de la
Iglesia Ebenezer de Miraflores, trabajamos activamente
y se formó el Circulo Estudiantil Bautista. Este se reunía
en un salón de la oficina de la misión en la calle Antonio
Miro Quesada del centro de Lima, al que se dotó de
mesa de ping pong, juegos y facilidades para preparar
café y refresco. En este local, distante unas cinco
cuadras del edificio central de la Universidad de San
Marcos, se llegó a congregar hasta treinta universitarios,
en algunas reuniones. Por políticas internas de la
misión, esta decidió abandonar el proyecto a comienzos
de 1955, sin darnos a los participantes ninguna
explicación. Annelu Bagby regresó a los Estados
Unidos, y así los universitarios nos quedamos sin local,
sin ayuda secretarial y sin ganas de seguir adelante 4.
AL desaparecer CEB, Samuel se contactó con Ruth
Siemens, educadora norteamericana que estaba
estableciendo contactos de estudiantes en sus horas
libres, y en su departamento se reunía con un pequeño
círculo de estudiantes, ávidos de estudiar la biblia y
entender la fe cristina. Esta reunión tenía un carácter
interdenominacional. Samuel recuerda de la siguiente
manera, su primer encuentro con la misionera Ruth y
con el estudio bíblico inductivo.
Todavía recuerdo la primera vez que la visité. Estaba en
su sala, sentada frente a dos Biblias, un inmenso
comentario en inglés, en un tomo, y una ruma de hojas
de papel en blanco. Inmediatamente me invitó un café,
y ante mi interés en lo que hacía me embarcó en un
estudio bíblico del libro de Romanos. Cuando salí me
di cuenta que se nos habían ido tres horas de estudio y
discusión entusiasta: Acababa de descubrir el método
inductivo, la alegría de encontrar por cuenta propia las
riquezas del texto bíblico. Sin darme cuenta bien al
comienzo estaba aplicando los métodos de
investigación literaria que, con paciencia y rigor, nos
había enseñado Luis Jaime Cisneros en su curso de
Literatura Castellana en San Marcos. Sólo ahora
percibo como esta combinación de técnicas me
impresionó y entusiasmó. Por supuesto que volví a
visitar a Ruth. Y poco a poco fui conociendo los
pequeños núcleos y las personas con quienes ella
trabajaba noche tras noche, después de su jornada
docente en el Roosevelt 5.
Ruth motivó a los que participaban en las reuniones de
estudio a ejercer un mayor protagonismo y extender esta
experiencia a las mismas aulas universitarias. Fue así que
surgió el Circulo Bíblico Universitario para el año de
1955. Samuel recuerda con mucha nostalgia la vida en
comunidad que experimento en el CBU, en una
entrevista que le hicieron por los 50 años de AGEUP
menciona:
La experiencia en el Circulo Bíblico Universitario
(CBU), para mí, fue fundamentalmente la experiencia
de un cristianismo integral. Integral en el sentido de que
tomaba en serio toda la persona: Cuerpo, espíritu,
mente y sociabilidad. Y tuvimos en el grupo a personas
como Aida Casildo y Ezequiel Romero que venían de
un trasfondo pentecostal, gente muy piadosa y dada a
la oración, por otro lado, Enrique Giraldo que conmigo
teníamos más bien, las preocupaciones teológicas y
doctrinales. Luego vino Carlos García que encontró al
Señor en el grupo. Él venia del activismo del partido
socialista y éramos compañeros en la universidad en la
facultad de Letras, Y también estaba Bill Aish, que era
una gran deportista y nos recordaba que teníamos un
cuerpo. Así que esa experiencia de una humanidad
plena, completa, es lo que yo llamo la experiencia de un
cristianismo integral 6.
La reunión de encuentro bíblicos en la universidad fue
una forma eficaz para la evangelización, Samuel y Ruth
redactaron un pequeño manual de estudio bíblico
llamado: Estudiando la biblia, donde sistematizan el
método inductivo de estudio bíblico para que más
estudiantes puedan aprenderlo. Samuel se comprometió
con el CBU, haciéndolo conocido en las iglesias de la
capital a través de las presentaciones del “Cuarteto
musical del CBU”, grupo formado por los estudiantes
Samuel, Carlos, Enrique y Bill. En 1956 participa en el
Campamento de Ascochinga, Córdoba. Para luego
involucrarse como asesor del CBU en Lima, teniendo
un respaldo económico de solo 50 dólares mensuales.
En 1957 junto con Pedro Arana gestionaron la
proyección de la película “Martin Lutero” (película
dirigida por Irving Pichel en 1953 y censurada por la
Iglesia Católica) en el salón general de la Universidad
de San Marcos, durante varios días se impactó a cientos
de estudiantes con el mensaje evangélico de esta
película, dando lugar también a la discusión pública la
fe cristina. Para convocar a los estudiantes se usó el
eslogan “Vengan a ver la película prohibida”. Samuel
en ese mismo año participó en el Campamento del CBU
realizado en el Instituto Bíblico Peruano (hoy es la
Universidad Seminario Evangélico de Lima) donde se
tuvo también la participación de estudiantes de
Ecuador y Bolivia.
El 1 de marzo de 1958, se casa con Lilly Artola, de la
misma iglesia y juntos ya habían estado pensando en el
servicio misionero entre los estudiantes. Para esos años
en América Latina estaban surgiendo varias experiencias
misioneras en las universidades sobre todo por la
iniciativa estudiantil, y por esta misma iniciativa surge
la idea de una reunión continental para consulta,
comunión y planificación del trabajo futuro. Junto al
apoyo de la CIEE, organización fundada en 1947 se
gestionó la reunión de Cochabamba del 19 al 27 de
julio de 1958. En este evento se formó la Asociación
Universitaria de Grupos Evangélicos (AUGE) que
describía muy bien la identidad y propósitos de los
diecisiete delegados de los grupos estudiantiles
esparcidos por nueve países. A Samuel le toco presidir
esta primera asamblea continental. Las exposiciones
bíblicas estuvieron a cargo de John White (ex líder del
movimiento estudiantil británico) y David Phillips (ex
dirigente del movimiento estudiantil canadiense).
Samuel recuerda el impacto de sus exposiciones de esta
forma: Quien escribe estas páginas cree sinceramente
que las exposiciones bíblicas de estos hombres crearon
en todos los asistentes un deseo ferviente de encontrar
un modelo bíblico de liderazgo y seguirlo. La ventaja de
que las exposiciones estuvieran basadas en el texto
bíblico fue que al correr de los años muchas veces
regresaríamos a ellas para refrescar la memoria o
compartirlas con otros en las más variadas
circunstancias. Podemos bien decir que Dios nos dio de
su palabra por medio de estos dos hombres, la porción
que iba a hacer falta para la ruta en la cual nos
iniciábamos 7.
Trabajo misionero entre estudiantes
Samuel fue propuesto por Stecey Woods, para ser
asesor estudiantil en Perú, Colombia y Ecuador, pero él
quiso que dicha función fuera aprobada por el congreso
de Cochabamba, es decir por los estudiantes, y así
sucedió. En 1959 participa en la Asamblea Mundial de
la CIEE en Paris y en un curso que le siguió en Tyndale
Hause, Cambridge donde conoce de cerca a:
John Stott, Martin Lloyd-Jones, Alan Stibbs, E. M.
Blaicklock, Norman Anderson, entre otros. No solo
podíamos escuchar su palabra docente sino dialogar
extensamente con ellos, a quienes luego habríamos de
seguir en sus libros. Por esta vía se ha dado en mi caso
una formación teológica “no formal”, si se puede llamar
así. Quizás sin el rigor y el método de un curso formal,
pero eso si con la funcionalidad y la pertinencia de las
exigencias del ministerio 8.
Entre 1960-1962 se estableció en Argentina para
apoyar al grupo estudiantil de aquel país y trabajar en
la revista Certeza y Certeza ediciones, bajo la tutela de
Alejandro Clifford a quien consideraba como un padre
adoptivo. El trabajo misionero no es ajeno a las pruebas,
pruebas que Dios permite para forma un carácter de
aquel que llama. En 1962 fallece su primer hijo a los
diez meses de nacido, algo muy difícil de afrontar para
una pareja joven, tanto Samuel como su esposa Lilly
recibieron fuerza de la comunión fraterna de los
hermanos de la Iglesia Bautista de Bajo Alberdi
pastoreado por Jacobo Vartanian. En ese mismo año
escribió su primer libro: Del hampa al pulpito, basado
en la vida de JimVaus, convirtiéndose en el libro con
más ediciones hasta la fecha. Su trabajo en certeza era
que tanto la revista como la editorial buscase que el
evangelio de Jesucristo llegase al universitario de manera
pertinente, en buen castellano. Y sin perder la garra
evangelizadora.
Después de la experiencia en Argentina el ministerio
estudiantil lo llevo a trabajar a Brasil de 1963 a 1964.
Su trabajo en la CIEE tuvo un carácter comunitario, era
un trabajo entre compañeros de misión que toman en
serio su tierra de misión y encarnado, quedando
reflejado en los muchos viajes que realizaba, visitando a
varios grupos en las universidades y ejerciendo una
pastoral misionera. La experiencia misionera de Escobar
y sus compañeros de misión tenía un estilo peculiar:
Es evidente que la mayor parte del ministerio de los
obreros transcurre en un trabajo pastoral y de enseñanza
intensiva. Visitas en hogares, pequeños retiros de fin de
semana, encuentros en comedores o patios
universitarios, viajes en ómnibus o tren, constituyen el
marco en el cual se da este proceso de discipulado
“hombre a hombre” … Estos largos recorridos en
ómnibus, colectivos, trenes y excepcionalmente avión,
dieron a los obreros un conociendo de primera mano
de la realidad nacional de estos países, el cual sumado a
las demandas crecientes de los estudiantes por
orientación llevo eventualmente a hacer de la
preocupación social un ingrediente de su ministerio9.
Para el equipo de la CIEE, en el cual con Padilla y
Arana compartíamos tareas con colegas británicos y
norteamericanos en pie de igualdad, estos años fueron
de recorrido intenso por los caminos de América. Cada
uno en una región diferente, tratábamos de formar
núcleos de universitarios creyentes, realizábamos una
tarea de evangelización personal intensiva en pensiones
y residencias universitarias o en los patios y las aulas, y
cuando era posibles proclamábamos públicamente el
Evangelio en la misma universidad. Fuimos además
conociendo pastores, lideres denominacionales y
misioneros, llegando así a lo que veo como una triple
preocupación que se ha expresado de una u otra manera
en nuestra reflexión teológica .
Literatura para estudiantes
Como misionero en el mundo estudiantil en América
Latina, se empapó del contexto y las preguntas de los
estudiantes universitarios, al cual siempre trataba de dar
respuestas desde una reflexión bíblica seria y pertinente.
En 1964 es publicado en el número 22 de la revista
certeza, un artículo llamado: “Amar a Dios con la mente
También”, donde mostraba la necesidad de jóvenes
maduros que piensen por sí mismos como pensaría
Cristo; que, partiendo de la revelación, de la palabra, se
lancen armados de la verdad de Dios a la conquista de
nuevos horizontes científicos, literarios y artísticos para
su Señor, y que puedan cautivar con el mensaje
libertador de Cristo a las nuevas generaciones de este
país. Afirmaba también:
“La tarea de desarrollar una mente cristina y de amar a
Cristo con toda esa mente está en las manos de aquellos
creyentes que, en el mundo, en su tarea estudiantil, están
entregados, precisamente, a usar sus mentes. Esta
actividad no es superior a los ojos de Dios, pero no por
ello deja de ser una responsabilidad”10.
En 1967 es publicado por su amigo Pedro Arana el
libro: “Dialogo entre Cristo y Marx y otros ensayos”.
Este libro es el producto de los resúmenes de las
conferencias que dio en universidades en Argentina,
Bolivia. Samuel recuerda que:
“En los 60 la cultura latinoamericana que afrontamos
se veía influenciada en distintos niveles por los
pensadores occidentales que Jacques Ellul describió
como los “maestros de la sospecha”, es decir Marx,
Freud y Nietzsche. Pero debido al impacto de la
revolución cubana que triunfó en 1959, el más
influyente pasó a ser Marx. Por lo que la evangelización
en las universidades debía responder a las preguntas que
surgían del marxismo. Había un ambiente intelectual y
una fuerte conciencia del peso de la historia que
estuvieron marcados por las expectativas utópicas del
socialismo como una forma de vida en lugar de una
meta hacia la que debía moverse la revolución social.
Esta era la fuente de la que surgían las preguntas a la
que los evangelistas que había entre los estudiantes
debían responder. Ese era el contexto en el que
teníamos que leer y desarrollar nuestro texto.”11
Este libro se usaba como una herramienta en las
universidades durante el programa de Evangelismo a
Fondo en Perú (1967) y se vendieron miles de copias
durante ese año. En 1969 participa en el Congreso
Latinoamericano de Evangelización (CLADE I) donde
participa con la ponencia: “La responsabilidad social de
la iglesia”. Esta ponencia fue resultado de las diferentes
conferencia y diálogos que vivió durante sus visitas a las
universidades de Latinoamérica. Al respecto del servicio
cristiano que debe desarrollar el estudiante evangélico
manifiesta:
"Dar de comer al hambriento" puede significar no sólo
dar un pan a un mendigo sino también introducir
técnicas modernas de cultivo del trigo en una
comunidad campesina de los Andes. Quiere decir que
"dar un vaso de agua" puede significar para un grupo
de universitarios evangélicos instalar un pozo artesano
o un sistema de riego en un pueblo de la selva del Brasil.
Esto quiere decir también que en la Biblia no están las
respuestas particulares para los complejos problemas de
una sociedad industrial o pre-industrial como las
nuestras. Parte del servicio cristiano puede ser
precisamente explorar las posibilidades que la técnica y
la ciencia van poniendo a nuestra disposición. Poner los
adelantos técnicos en manos de los necesitados es
también una forma de servicio cristiano. 12
En 1972 es publicado: “Decadencia de la religión”
fruto de un continuo dialogo con universitarios de
varios países latinoamericanos, entre 1963 y 1970. En
estas páginas animaba a los estudiantes de la siguiente
forma:
“El universitario latinoamericano de hoy debe saber,
para empezar, que hay mucho más peso de evidencia
histórica para Jesucristo que para cualquiera de las otras
figuras de su época. Los evangelios han sido sometidos
al examen y la crítica de amigos y enemigos, y cuando
la honestidad y la objetividad histórica se aplican, el
respeto por el valor de estos documentos aumenta. El
estudiante inteligente, el buscador sincero, no puede
recurrir al subterfugio fácil de intentar deshacerse de
Cristo partiendo de prejuicios”13.
Trabajos misioneros en España y Canadá
Entre 1966 y 1967, Samuel realizó un intervalo de
estudios doctorales en España. Cuenta esta vivencia de
la siguiente forma:
Puesto a escoger entre iniciar una carrera teológica o
avanzar en mi carrera de letras y educación, opté por lo
último, en la Universidad Central de Madrid. En parte
quería hundirme un poco en las raíces ibéricas de las
cuales había venido haciéndome más y más consiente en
mis estudios históricos con Alec Clifford. En la
universidad completé los cursos del doctorado y
dediqué especial atención a Unamuno y Raimundo
Lulio. Seguí también con cuidado a dos filósofos
españoles contemporáneos: Zubiri y Aranguren. Quizás
la experiencia más valiosa fue, sin embargo, el contacto
con los evangélicos españoles. Trabajé de cerca con
Ernesto Trenchard, Pablo Wickham y Juan Solé y
aprendí mucho del intenso y sistemático ministerio
bíblico de todos ellos. Los viajes por la península fueron
el reencuentro con mucho de lo que había leído cuando
era estudiante secundario y universitario 14.
Mientras desarrolla sus estudios doctorales, también
organizaba estudios bíblicos para estudiantes
universitarios los fines de semana. Al final de sus
estudios en España solicitó a la CIEE, el envío de Ruth
Siemens a España para iniciar la obra estudiantil. David
Burt calculó, a su llegada en 1967, que habría unos 12
universitarios evangélicos en todo el país.
Para el año 1970, Samuel era el director de la revista
Certeza, y fue invitado a participar en Urbana 70
(conferencia misionera estudiantil que se lleva a cabo en
la ciudad de Urbana en los Estados Unidos) para dirigir
la palabra y dialogar con los estudiantes. En total eran
como un centenar de estudiantes latinoamericanos que
participaron. Samuel habló sobre la reducción del
evangelio a una ideología de clase media, que se advierte
en vastos sectores evangélicos. La característica más
resaltante de este evento fue la nota de autocrítica que
en ese momento empezaba a fermentarse en las filas de
los evangélicos alrededor del mundo.
En aquel tiempo el movimiento estudiantil canadiense
estaba pasando por una crisis y no tenía un director
general. En marzo de 1970, invitaron a Eugene
Thomas, un trabajador estadounidense experimentado
y orador popular, a tomar el cargo de director general,
pero Thomas después de una larga deliberación decidió
no hacerlo. El comité ejecutivo asumió el liderazgo
hasta encontrar un buen candidato. El discurso que
manifestó Samuel Escobar en Urbana 70 y su
experiencia en América Latina, llamo la atención del
comité de IVCF considerándolo para asumir el cargo
de director general de la IVCF de Canadá en 1972, por
un periodo de tres años:
Este concilio interino fue sucedido en 1972, por un
nombramiento inusual en la oficina del director general.
Samuel Escobar, un peruano que trabaja con la
Comunidad Internacional de Estudiantes Evangélicos
en América Latina, había sido conocido en América del
Norte especialmente por su discurso en Urbana 70. Las
tensiones en Canadá se intensificaron durante los
últimos años del liderazgo de Wilber Sutherland, por
lo que la junta pensó en Escobar en alguien que podría
dar un enfoque nuevo. Así que Escobar llegó como
director general con el entendimiento de que cumpliría
un mandato de tres años. Escobar hizo muchos amigos
en Canadá dentro y fuera de la confraternidad. Ayudó
a recuperar parte del apoyo entre los evangélicos
canadienses perdidos por Sutherland, y reafirmó la
necesidad de la confraternidad de capacitación en
liderazgo y su compromiso con las misiones 15.
En el periodo de Escobar, se vivió un ambiente de paz,
aunque superficial por los problemas que se arrastraba
desde los fines de los sesenta en el movimiento
estudiantil de Canadá. En su corto liderazgo no se
podría resolver todos los problemas que perturbaban al
movimiento.
Después de esta experiencia volvió al Perú y residió de
1979 a 1985, teniendo el cargo de secretario general
CIEE para la región de América Latina, siendo
remplazado por el brasileño Dieter Brepohl. Escobar
trabajó durante veintisiete años en la obra estudiantil.
El resume su acción misionera de la siguiente forma :
Desde 1959, mi esposa Lilly y yo dedicamos nuestra
vida a llevar a estudiantes universitarios a una vida de
discípulos activos de Jesucristo en varios países
latinoamericanos, España y el Canadá, cooperando con
la Comunidad Internacional de Estudiantes
Evangélicos. Guiábamos a estudiantes en el aprendizaje
de una vida estudiantil vivida con sentido de misión,
con la convicción de que su presencia en la universidad
tenía un propósito en los planes de Dios para el mundo.
Después de graduarse algunos de estos discípulos
llegaron a ser misioneros en sus propios países y en
otras partes del mundo. De esta manera hemos tenido
el privilegio de animar a latinoamericanos que han
empezado a participar en la acción misionera y en la
reflexión teológica acerca de ella. Dios nos ha permitido
experimentar de primera mano la realidad de una iglesia
global.16
En el 2015 participó en la Asamblea Mundial de la
CIEE en México, dio una conferencia sobre: “La
infraestructura afectiva del ministerio cristiano”,
basado en Filipenses 2 :19-30 donde una vez más
resaltó la importancia de los grupos pequeños de
reflexión bíblica y el cuidado pastoral afectivo.
En esta Asamblea hemos visto el valor de los grupos
pequeños para la reflexión y la aplicación de la
enseñanza. Nuestros movimientos estudiantiles han
recuperado esta práctica. Cuando estudiamos la historia
de la iglesia comprobamos que en tiempos de
renovación se ha dado una complementación creativa
entre la multitud y la pequeña comunidad. Hoy en día
los grupos hogareños, los llamados oikos o células
pueden ser el nivel de vida de la iglesia en el cual se
experimenta el cariño mutuo. En todo caso el modelo
de Pablo y los filipenses apunta a una dimensión de vida
y misión de la cual no debemos olvidarnos: la
infraestructura afectiva del ministerio. Pidamos al
Señor que al regresar de esta Asamblea nuestra práctica
de servicio y ministerio tenga también esta marca la
infraestructura afectiva del ministerio 17.
Samuel actualmente radica en Valencia, desarrollando
actividades de enseñanza en seminarios y predicación en
las iglesias en España y América Lantina. Aún sigue vivo
en él, su labor como escritor. Hace poco en Lima
manifestó que uno de sus últimos trabajos que venía
realizando era una actualización de su libro: La chispa
y la Llama; donde piensa detallar hasta la actualidad la
historia misionera del movimiento estudiantil.
El peregrinaje misionero de Samuel Escobar, nos invita
a comprometernos más con la extensión del reino de
Dios en diferentes universidades. Termino esta breve
historia misionera con uno de sus poemas poco
difundidos titulado: “Peregrino” escrito en 1990.
He llegado a mil destinos, peregrino.
Siempre se halla una sonrisa, algún rostro se ilumina,
te hace hermano, te hace humano:
un retazo de esta misma humanidad adolorida,
pensativa, esperanzada,
cruel, genial, alborozada, sospechosa, fatigada.
¡Yo la he visto en mil destinos, peregrino!
Una tarde allá en la aldea, me escapé.
Desde entonces, madre mía, tú me
esperas y regreso, y no regreso.
Debo andar de pueblo en pueblo, ir en pos de mil destinos,
peregrino a la procura de la mano y la sonrisa de mi padre
que se fue con su fusil, con sus libros, recorriendo
mil destinos por los pueblos del Perú.
Y lo busco por el mundo…
He llegado a mil destinos, peregrino.
He llevado la Palabra, la del Padre que va al frente:
nube grata en el calor de los desiertos,
llama ardiente en lo más negro de la noche:
Siempre al frente y yo le sigo a mil destinos.18
NOTAS

1. C. Rene Padilla. Editor, Hacia una teología evangélica


latinoamericana, Caribe, Costa Rica,1984, págs. 52-53.
2. Samuel Escobar. Un pueblo en tiempo de misión, Puma, Lima,
2016.pag.12
3. Ibíd., Pags.20-21.
4. Ibíd., Pags.24.
5. Samuel Escobar. Pre historia de AGEUP, pág. 4.
6.https://www.youtube.com/watch?v=hZ8Yw0BiuR0&t=42
5s
7. Samuel Escobar, La chispa y la Llama, Certeza, San Juan,
1978, pag.60.
8. C. Rene Padilla. Editor, Hacia una teología evangélica
latinoamericana, Caribe, Costa Rica,1984, págs. 58.
9. Samuel Escobar, La chispa y la Llama, Certeza, San Juan,
1978, pag.71.
10. C. Rene Padilla. Editor, Hacia una teología evangélica
latinoamericana, Caribe, Costa Rica,1984, págs. 59.
11. Samuel Escobar, La Biblia, el comunismo y el totalitarismo
en la América Latina de los años 60, en:
https://es.ifesjournal.org/la-biblia-elcomunismo-y-el-
totalitarismo-en-la-américa-latina-de-los-años-
6043a04ba42dc9
12.http://encuentrosdeparticipacion.blogspot.pe/2012/04/d
ocumentohistorico-samuel-escobar-y-la.html
13. Samuel Escobar, Decadencia de la religión, Certeza, Buenos
Aires,1972, págs. 65-66.
14. C. Rene Padilla. Editor, Hacia una teología evangélica
latinoamericana, Caribe, Costa Rica,1984, págs. 62.
15. Una buena información sobre el liderazgo asumido por
Samuel Escobar lo encontramos en el capítulo 9 en, John G,
Stackhause, Jr., Canadian Evangelicalism in the Twentieth
Century: An introduction to Its carácter, Regent College
Publishing, USA,1990, págs. 138-139.
16. Samuel Escobar, Como comprender la misión, Certeza
Unida,2008, pag,11.
17. Asamblea Mundial IFES 2015 – julio 29 (closing evening)
Samuel Escobar conferencia sobre Filipenses 2 :19-30: “La
infraestructura afectiva del ministerio cristiano”
18.https://protestantedigital.com/magacin/13051/Invitacion
_a_Jesus_Samuel_Escobar_peregrino
Rene Padilla: Vivir la fe en medio de
realidades concretas

Carlos René Padilla nació el 13 de octubre de 1932, en


Quito, Ecuador. Su familia provenía de un origen
pobre, su padre era obrero manual. Por la década de
1930, su familia se muda para la ciudad de Santa Fe de
Bogotá (antiguo nombre de la capital Bogotá) en
Colombia con fines de buscar una mejor condición de
vida, ahí René realiza sus estudios fundamentales. Fue
su padre quien lo inicia en la lectura y en la teología,
Rene recuerda así a su padre:

De El heredé el amor a la lectura. Pese a sus escasos


recursos económicos, tenía una pequeña biblioteca a la
cual recurría cada vez que sus obligaciones de obrero
manual se lo permitían. Todavía recuerdo algunos
títulos: El cura, la mujer y el confesionario, Pepa y la
Virgen, El Padrenuestro, Diccionario de la Santa Biblia.
¡Qué tiempos aquellos, en que las bibliotecas de hogares
evangélicos eran todo un arsenal de armas para la
polémica contra la intolerante “religión oficial” que
siglos antes nos trajeran los conquistadores! De mi
padre herede también la preocupación por la
evangelización. Nuestro hogar fue siempre un centro de
difusión del mensaje de Cristo.

Todavía me acompaña el recuerdo de las largas


discusiones de mi padre con vecinos para los cuales, en
la muy católica Santa fe de Bogotá (donde pase mi
niñez) era inconcebible que él, un hombre de bien, fuese
un “hereje” protestante. Asimismo, el de las amenazas
de muerte, los insultos, las vejaciones y pedradas de que
éramos objeto los “evangelistas” (como nos llamaban)
en esos tiempos 1.

Aunque nació en un hogar cristiano, fue recién los 16


años de edad manifestó su decisión de ser cristiano
evangélico. Cuando un estudiaba la secundaria empezó
a llevar cursos por radio en la academia Cristiana del
Aire de la emisora HCJB y que más adelante llego a
predicar por la misma, también comenzó a predicar a
los presos en el Penal García Moreno y al aire libre.
A los 21 años, después de culminar sus estudios
secundarios decidió viajar a Estados Unidos para
estudiar en una universidad cristiana (considerada la
Harvard cristiana de esos tiempos) “Wheaton College”,
donde también había estudiado el famoso predicado
Billy Graham. Rene recuerda:

Había sido aceptado como estudiante regular en


“Wheaton College”, una universidad evangélica en
Wheaton, Illinois. Para el pasaje conseguí un préstamo
de uno de los diáconos de mi congregación y recibí
ayuda de mi hermano Washington, que en ese entonces
estaba estudiando en Denver, Colorado. Los primeros
meses en Wheaton estuvimos dedicados al aprendizaje
del idioma, la adaptación cultural y largas horas de
trabajo en el comedor estudiantil para pagar las deudas
y reunir los fondos necesarios para iniciar los estudios
en enero de 1954. Los seis años que pase en Wheaton
fueron decisivos en mi formación teológica. Varios de
mis profesores me mostraron la posibilidad de ser
cristiano sin cometer un suicidio intelectual. El estudio
de filosofía y literatura, griego y hebreo. Biblia y
teología, me proveyó herramientas para la tarea que
tenía por delante. Sin embargo, toda esta preparación
hubiese sido incompleta sin la experiencia ministerial
que adquirí en contacto regular con inmigrantes
mexicanos y puertorriqueños, primero en Chicago y
luego en Elgin. Casi no pasó una semana en que no
tuviera la oportunidad de compartir el Evangelio con
un grupo de obreros de los muchos que llegaban a la
gran ciudad en busca de mejor fortuna 2.

Sus primeros contactos con IFES, fueron cuando


participo como estudiante en las conferencias
misioneras en Urbana en 1954 y 1957, patrocinadas
por la Inter Varsity (nombre del movimiento
estudiantil en los Estados Unidos). En una entrevista
dada a Paul A. Ericksen menciona:

Creo que en 1954 las necesidades del mundo de los


estudiantes me desafiaron. De hecho, comencé a pensar
en la posibilidad de ir a España a estudiar en lugar de
permanecer en los Estados Unidos, pero con la clara
idea de ayudar en el trabajo de los estudiantes. Me
alegro de no haberlo hecho. Principalmente, fue un
deseo que se desarrolló, y durante toda la universidad
comencé a investigar la posibilidad de trabajar con los
estudiantes en América Latina. Luego, en 1957, se me
acercó uno de los pioneros del trabajo estudiantil en
América Latina, Bob Young, que formó parte del
personal de IFES. Él había trabajado con el IVCF
(Inter-Varsity Christian Fellowship) en este país, y me
dijo: "Bueno, Rene, espero que te unas al personal tan
pronto como te gradúes". Y justo después de eso, recibí
una carta de Stacey Woods, que era la Secretaria
General de IFES, invitándome a unirme al personal de
inmediato. Así que él quería una respuesta para el 31 de
enero de 1958. Y él me dijo: "Únete al personal e
ingresa a América Central de inmediato". Él quería que
fuera a Honduras. Y, bueno, ya estaba empezando la
Graduate School (Maestría en Teología) aquí. Y yo, el
31 de enero lo llamé y le dije: "Bueno, ningún ángel del
cielo me ha dicho que debería dejar mis estudios. Así
que me quedaré aquí". "Bueno", dijo, "no necesitas más
estudios. ¿Por qué simplemente no vas? Aprenderás más
haciendo". Y dije: "Bueno, Stacey, solo dame tiempo"
3
. Aunque aún no decidía involucrarse en el trabajo de
la CIEE en América Latina. Padilla participo en el
Congreso de Cochabamba a mediados de 1958, fue su
primer contacto con las iniciativas misioneras en
América Latina. Recién en 1959 se integró
formalmente al equipo de obreros de la CIEE, En
calidad de secretario viajero para Venezuela, Colombia,
Ecuador y Perú. Su trabajo se caracterizó en poner los
primeros cimientos y respaldar a los pequeños grupos
que surgían en aquel tiempo. En algunos momentos en
su misionar literalmente no tenía donde recostar la
cabeza, pero la gracia y el respaldo de Dios muchas
veces se ven expresadas en la hospitalidad de los
hermanos de la fe y en el compañerismo misionero. Así
narrara sus primeras experiencias:

Mi primera tarea fue, bueno, como secretarío itinerante


de cuatro países: Venezuela, Colombia, Ecuador y Perú.
No había estudiantes trabajando en ninguno de esos
países establecidos como tales. Bueno, en los comienzos
había un inicio en Perú, y en Venezuela había un grupo
de estudiantes en Mérida. Así que mi tarea era tratar de
encontrar estudiantes cristianos en las iglesias y
alentarlos y entrenarlos para formar grupos en las
universidades. Y durante dos años, en realidad, yo no
tenía hogar, todas mis pertenencias, a excepción de los
libros, estaban conmigo en mi maleta. Yo era un gitano
y viajaba arriba y abajo en estos cuatro países, con un
salario de cien dólares, y, bueno, tenía amigos que me
habían recibido. algunas veces en sus hogares, por lo que
los gastos se redujeron al mínimo. Pero fue una
experiencia tremenda 4.

A medida que se desarrollaba como misionero,


comenzó a notar el poco respaldo de las iglesias locales
y los pocos misioneros que querían comprometerse con
la misión en la universidad, muchas veces porque no la
miraban como una tierra de misión. A pesar de esto,
Dios manifestaba su poder y siempre había cosecha.
René recuerda el poco respaldo de los líderes de las
iglesias (en Venezuela) de aquellos tiempos, pero
también la fidelidad de Dios en buscar y hallar a los más
fieros opositores.
Por lo general, los pastores no estaban muy abiertos a
la idea de un grupo de estudiantes de diferentes
denominaciones. Hubo muy pocos misioneros
interesados en este tipo de ministerio. Pero en muchos
sentidos también fue alentador. Vimos la forma en que
los grupos se formaron y comenzaron a crecer. Vimos
la conversión de personas, personas muy, muy capaces.
Puedo pensar en algunos incluso ahora. Por ejemplo, en
1959, inmediatamente después de llegar a América
Latina, tuve contacto con un compañero muy
competente que estudiaba ingeniería en Mérida,
Venezuela. Venía de un entorno católico romano, pero
se llamaba “agnóstico”. Solía burlarse de los cristianos
evangélicos que se reunían para el estudio de la Biblia, e
iba allí y hacía todo tipo de preguntas difíciles. Y estaba
encantado de ver cómo no podían responder a sus
preguntas. Entonces, fue mi primera visita a Mérida y
algunos de los estudiantes cristianos, me dijeron: "Nos
gustaría que hables con este hombre. Es muy capaz. Es
el mejor estudiante de su clase. Pero se hace llamar a sí
mismo. un agnóstico. ¿Podrías hablar con él?” 5
Este Joven, a quien lo tildaban de “agnóstico” o
“pequeño filosofo” era Luis Santiago Botero, René
detalla su conversión de la siguiente forma:

Había caído casi por casualidad en el pequeño círculo


que se reunía a estudiar la Biblia en la sala del profesor
de inglés. Era una manera de matar la nostalgia. Pero
también a él, intelectual nato, le divertía hacer preguntas
difíciles a aquellos buenos e ingenuos muchachos que
se atrevían a hablar de su fe en Jesucristo. Lentamente
Jesús lo cautivó. El pequeño filósofo se desconocía
leyendo por su cuenta, entusiasmado, las páginas de los
Evangelios. ¿Quién era al fin y al cabo este Jesús? ¿Un
oportunista? ¿Un fanático religioso? La figura que iba
emergiendo de la lectura atenta lo obsesionaba.
Intentaba defenderse recurriendo a los argumentos de
Bertrand Rusell en ¿Por qué no soy cristiano? Pero éstos
se venían abajo. Uno a uno. Y entonces percibió el
desafío. Si esto era verdad exigía un compromiso. De
cuando en cuando Rene visitaba Mérida. Y entonces
allí conversaban por horas. Así llegó a entender no sólo
el contenido de la fe sino la necesidad de un paso
existencial de entrega a Cristo. Y llegó el día. ¿Cómo
pudo él, refinado burgués colombiano, meterse en
aquella humilde casa donde se celebrada un culto
evangélico? No se lo explica. Tampoco explica cómo
venció su timidez y al final de la reunión se paró y dijo:
"Quiero seguir a Jesucristo y ser hermano de ustedes en
la fe". Sabe que una mano potente lo dirigió entonces y
lo guía ahora. No se olvida aquella fecha: 30 de
noviembre de 1959.6

Después de esta experiencia de conversión Luis


Santiago Comenzó a invitar a sus amigos a la iglesia
donde predicaba René y testificaba de su fe en
Jesucristo.

Solo dos semanas después me dijo: "Entiendo que estés


predicando en la iglesia mañana". (Era un sábado.)
Entonces dije: "Sí, estoy predicando". Él dijo: "Me
pregunto si al final de tu sermón me permitirías decir
algunas palabras". Yo dije: "¿Qué vas a decir?" Él dijo:
"Bueno, solo quiero dar testimonio de mi fe en
Jesucristo. Quiero decirle a la gente cómo me he
convertido en cristiano". "Realmente, eso es
tremendo", ya sabes. Quiero decir, fue por su propia
iniciativa. Entonces yo ... Prediqué sobre las palabras de
Jesús, "Si alguien me confiesa antes que el hombre, lo
confesaré delante de mi Padre que está en el cielo".
(Mateo 10:32) Y entonces dije: "Bueno, y hay un
hombre joven aquí que quiere hacer eso". Había
invitado ... a unos diez, doce de sus amigos agnósticos
de la universidad para que vinieran al servicio y estaban
allí. Eso realmente tuvo un impacto tremendo en la
universidad y, por supuesto, en el pequeño grupo. Pero
ese tipo de experiencia fue muy alentador 7.

A los veintinueve años de edad en el año 1961, René


Padilla se casa con Catalina Feser, que también había
estudiado en Wheaton College y trabajado con la Inter-
Varsity Christian Fellowship; tuvieron 6 hijos: Rubens,
Ruth, Sara, Elisa, Margarita y René. Así como René era
un gran maestro, Catalina también era una excelente
maestra de teología, oficio que pudo ejercer en muchas
instituciones teológicas. Sus primeras experiencias en el
trabajo con los estudiantes (en el periodo de 1959 a
1962), le mostró la necesidad de una mejor preparación
en función a las necesidades del estudiante
latinoamericano, era necesarios responder las preguntas
que le planteaban en aquel entonces, era urgente
responder desde una teología evangélica Latinoamérica.

La misión integral surgió primero en la comunidad


internacional de estudiantes evangélicos (el trabajo con
estudiantes universitarios). Cuando se inició este
ministerio, se nos planteó una gran pregunta: ¿Cuál sería
la apologética que los estudiantes evangélicos
interesados en dar testimonio de Jesucristo en la
universidad, usarían para contestar preguntas, que los
estudiantes en su gran mayoría estaban planteando en
muchas universidades de América Latina? Yo comencé
con el movimiento estudiantil en 1959. Y en ese
momento había fiebre marxista. La revolución cubana
había triunfado, el primero de enero de 1959, El Che
Guevara y Fidel Castro entraron en la habana y en
muchas ciudades de América Latina y especialmente en
los centros universitarios había fiebre marxista.
Teníamos oportunidad los obreros de la comunidad de
hablar en reuniones públicas en las universidades …
había varias universidades donde se estaban formando
o recién se habían formado grupos estudiantiles
universitarios evangélicos y en algunos lugares era
posible organizar una serie de conferencias públicas, y
vez tras vez encontrábamos haya atrás un grupo de
estudiantes que hacían preguntas muy serias: ¿Que
diecen los evangélicos sobre la justicia social? ¿les
importa la pobreza? ¿la explotación? ¿el abuzo de poder?
¿Qué dicen? ¿Qué dicen?

…Yo había venido de los Estados Unidos, después de


haber recibido una maestría en teología. Durante mis
años en la universidad jamás tocamos el tema de la
“justicia social”; jamás dialogamos acerca de la
responsabilidad política de los cristianos… yo doy
gracias a Dios por que, en el movimiento estudiantil,
teníamos libertad para pensar y para desarrollar un
ministerio de acuerdo a las necesidades, que
encontrábamos en la universidad. Y especialmente entre
los estudiantes, a quienes queríamos entrenar para dar
testimonio de su fe en la universidad, entre sus
compañeros.8 En agosto de 1963, se establece en
Manchester acompañado de su familia, para hacer un
Doctorado en Ciencias Bíblicas bajo la tutela del
erudito evangélico, F.F. Bruce. Su tesis presentada en la
Universidad de Manchester llevaba el siguiente título:
“La iglesia y el mundo: un estudio de la relación entre
la iglesia y el Mundo en la enseñanza del Apóstol
Pablo”.

A su regreso a América Latina en 1966, asumió el cargo


de Secretario General de la CIEE para el área
latinoamericana (reemplazando a John White quien
estuvo en el cargo de 1959 a 1964). Su trabajo en esta
etapa estaba orientado a desarrollar una pastoral
misionera y capacitar a los jóvenes secretarios generales
de los países donde ya había movimientos estudiantiles.

Mi preocupación era el desarrollo de una pastoral


universitaria que no solo respondiera a las inquietudes
intelectuales que se planteaban en el ámbito académico,
sino que a la vez encarara el desafío social, político y
económico de América Latina desde una perspectiva
cristiana. Poco a poco fue tomando forma en mi la
convicción de que la tarea del movimiento estudiantil
evangélico con el cual estaba vinculado no podía
limitarse al entrenamiento de estudiantes en métodos de
evangelización. Si el movimiento iba a ser fiel al
Evangelio y pertinente a la situación latinoamericana,
tenía que ocuparse de la formación de discípulos
dispuestos a vivir la fe en medio de realidades terrenales
concretas. Esto significa, entre otras cosas, que los
asesores estudiantiles deberíamos tener la libertad
institucional que nos permitiera trabajar creativamente,
sin sentirnos obligados a producir una copia Xerox de
la “Inter-Varsity Christian Fellowship” de los Estados
Unidos o de algún movimiento europeo afiliado a la
CIEE. Y demandaba la articulación de una teología
pastoral que proveyera la base para un estilo de
ministerio diferente del que comúnmente practican las
iglesias en nuestro medio. 9

Por más de veinte años, hasta 1981, trabajó con la


Comunidad Internacional de Estudiantes Evangélicos
(CIEE), evangelizando y formando discípulos en las
universidades. Residió con su familia en Bogotá, luego
en Lima, y finalmente en Buenos Aires. Al salir de la
Comunidad Internacional siguió sirviendo en el campo
de la Literatura. Estuvo trabajando con editorial
“Caribe” y posteriormente se le invitó para que
trabajara como Secretario Ejecutivo de la Fraternidad
Teológica Latinoamericana de la cual él había sido
miembro fundador. Actualmente es Secretario de
Publicaciones de la Fraternidad Teológica y Presidente
de la Fundación Kairós, en Argentina. Además, viene
ejerciendo el pastorado por varios años. Actualmente
miembro de un equipo pastoral, para ser exacto, en una
iglesia pequeña del barrio de San Fernando, en Buenos
Aires.
NOTAS
1. C. Rene Padilla. Editor, Hacia una teología
evangélica latinoamericana, Caribe, Costa Rica,1984,
págs. 113-114
2. Ibíd., Pags.114.
3.
http://www2.wheaton.edu/bgc/archives/trans/361t
02.htm
4.
http://www2.wheaton.edu/bgc/archives/trans/361t
02.htm
5.
http://www2.wheaton.edu/bgc/archives/trans/361t
02.htm
6. Samuel Escobar, La chispa y la llama, Certeza,
Buenos Aires,1978, pág. 45.
7.
http://www2.wheaton.edu/bgc/archives/trans/361t
02.htm
8. Conferencia sobre :la iglesia como agente de
transformación; en la iglesia Batistas da Grande
Curitiba,
https://www.youtube.com/watch?v=qrFKpMGyDso
9. C. Rene Padilla. Editor, Hacia una teología
evangélica latinoamericana, Caribe, Costa Rica,1984,
págs. 116.
John Stott: Desde la universidad hacia
todo el mundo

Su destreza excepcional como expositor de la biblia; su


impresionante conocimiento de las escrituras, del mundo y de
la Universidad; sus dones como apologeta y escritor; y su
amistad. __Todo ello le permitió influenciar a académicos
cristianos de cualquier trasfondo y disciplina, en prácticamente
todos los rincones del mundo__.
Daniel Bourdanné

Un Estudiante evangélico en la universidad de


Cambridge

El domingo 13 de febrero de 1938, pocas semanas de


cumplir 17 años. John había sido invitado por John
Bridger a la reunión organizado por la CICCU (el
movimiento estudiantil en Inglaterra). La persona
invitada para dar los estudios bíblicos fue Eric Nash. El
tema central del día trataba de la pregunta formulada
por Pilatos: ¿Qué debo hacer, pues, con este Jesús
llamado el Cristo? Nash insistía aquel día de forma
segada, pero con una fuerza interior tremenda, que
todos y cada uno de nosotros tenemos algo que hacer
respecto a Jesús. O bien se imita a Pilato, rechazando a
Jesús, o le aceptas personalmente y le sigues. Al día
siguiente John le escribo a Nash para decirle que había
abierto su corazón a Cristo, y desde aquel día nació una
relación al estilo de Pablo y Timoteo entre ellos.
Durante los veranos de 1941 hasta 1945 se desempeñó
como asistente principal de E. J. Nash en la Misión de
Servicios Especiales para Niños, campamentos
cristianos para niños y niñas organizados en todo Gran
Bretaña. Tanto Nash como su madre le habían dado los
fundamentos para desarrollar la vocación por el estudio
de la palabra. Así lo afirmaba en una entrevista: Esta
vocación comenzó con mi madre. Ella había sido criada
en un hogar luterano muy piadoso, y nos enseñó a mis
hermanas y a mí a leer un fragmento de la Biblia a
diario. Continué con esta disciplina por amor a ella y
como rutina para nosotros, pero sin entender lo que
estaba leyendo. Sólo después de mi conversión a los
diecisiete años, es cuando la Biblia comienza a tener
sentido para mí. Posteriormente, el reverendo E. J. H.
Nash, quien me llevó a Cristo, siguió alentándome en
esta disciplina y me transmitió algo de su propio amor
por la Biblia. Encontré un gozo y un deleite cada vez
mayores en ella, de acuerdo con las palabras en el Salmo
119. Se convirtió en mi comida y bebida diarios. El
señor Nash también me dio la oportunidad de exponer
la Palabra en campamentos o en fiestas caseras que él
organizaba para los jóvenes. Anhelaba ayudar a otras
personas a descubrir las verdades de la salvación en la
Palabra de Dios, las cuales habían sido inalcanzables
para mí durante tanto tiempo 1.

A la edad de 19 años había conseguido superar con


éxito la prueba de becas para estudiar lenguas
contemporáneas en el Trinity College de Cambridge
(fundada por el Rey Enrique VIII en 1546). El Trinity
College es un gran propietario de terrenos, incluyendo
propiedades en el Puerto de Felixstowe, y el Parque de
la ciencia de Cambridge. El Trinity College tiene una
gran tradición académica, teniendo miembros que han
ganado 31 Premios Nobel (más que muchos países,
exceptuando a los Estados Unidos, Alemania y Francia,
y sin contar al Reino Unido), cinco Medallas Fields (de
matemáticas), un Premio Abel (matemáticas) y dos
Premios Templeton (religión). El Trinity College tiene
muchos alumnos distinguidos. El más importante de
ellos fue Sir Isaac Newton. También ha educado a seis
Primeros Ministros de Inglaterra, más que ningún otro
College de Cambridge.

El primer año en Trinity John recibió la orden de su


padre Arnold Stott de no integrarse a la Cambridge
Inter-Collegiate Christian Union (CICCU) por los
prejuicios y mal entendidos que tenia de aquella
organización. “Pero, aun plegándose al deseo de su
padre y no llegar nunca técnicamente ser miembro
oficial de CICCU, John se dedicó en cuerpo y alma a
colaborar en todas sus actividades nada más
incorporándose al curso académico. A título personal,
el énfasis de la CICCU en la centralidad de la cruz y la
doctrina de la expiación y la justificación por la fe le
atraían mucho”2. Ya hace algunos años la CICCU se
desafilio del Movimiento Estudiantil Cristiano (MEC)
debido a la negación de la centralidad de la Cruz por
parte de ellos. Como lo expresaron Daniel Dick y
Norman Grubb (presidente y secretario de la CICCU
en ese entonces): “Jamás no uniríamos a ninguna
organización que no mantuviera la centralidad de la
sangre expiatoria de Jesucristo; y así nos separamos
definitivamente” 3.

“En aquellos primeros tiempos de su estancia en


Trinity, John adquirió el hábito de madrugar,
convirtiéndose desde entonces en norma para el resto
de toda su vida. El despertador sonaba a las 6:00
(adelantándolo las 5:00 posteriormente), dedicando
una hora y media al estudio de la biblia, y un devocional
de oración, para acto seguido presentarse en el comedor
comunal para el desayuno. A continuación, cruzaba el
gran patio central camino a la biblioteca, con paso firme
y decidido y la toga ondeante (como bien recordaran
sus compañeros)” 4.

El segundo año de estudio John se entregó afondo en


lo concerniente a sus estudios como asimismo en su
trabajo en la CICCU y en las visitas a las iglesias de la
zona. Acostumbraba visitar con frecuencia la biblioteca.
“Entraba sin apenas hacer ruido, se dirigía de inmediato
a su rincón de costumbre, tomaba los mismos libros del
mismo sitio y en la misma zona, y se ponía de inmediato
a estudiar con concentración absoluta, sin parecer darse
cuenta alguna de lo que pudiera pasar alrededor suyo”5.
Junto a su amigo Oliver Barclay pertenecían al coro de
la capilla de Trinity, lugar donde cantaban los
domingos por la tarde antes de la cena, para después ir
a la charla evangelista del CICCU en la iglesia del Holy
Trinity.

Cuando John cursaba sus estudios de posgrado en


Cambridge, seguía trabajando de manera voluntaria e
informal para CICCU haciendo conocer acerca del
grupo estudiantil a los nuevos jóvenes que llegaban a la
universidad.

“Corría ya el año 1944. En el mes de octubre, un


estudiante nuevo de Pembroke College diviso a John en
el recinto de su facultad. Los dos habían sido
presentados en cierta ocasión, pero no esperaba que
John, que iba montado en bici, le reconociera. Pero lo
cierto es que John se detuvo al verle e intercambiaron
unas palabras: ¿Tienes pensado asistir a las reuniones de
fin de estudios del CICCU?, le pregunto John. No sé
nada de esas reuniones, replico el novato. Le puso
entonces al corriente de la organización y sus
actividades. La primera reunión es esta misma tarde en
Trinity OCR – o sea, en la sala Old Combination
Roon, por encima del Great Court. ¿Sabes dónde está
eso? El novato negó con la cabeza. Tras consultar su
reloj. John apoyo la bici en la pared. Y dijo: Yo te
enseño donde es. No se tarda más de siete minutos y
medio”6. Durante este tiempo “se hizo cargo de
diversos estudios bíblicos en distintos colleges,
manteniéndose al mismo tiempo leal a las reuniones
semanales del CICCU en la iglesia de Holy Trinity.
Myra Chaves-Jones le recordaba como responsable,
muy digno y atractivo con su amplia toga de graduado.
Y siempre era muy agradable ocupar un sitio a su
lado”7.
Un evangelista en las universidades del mundo

John Stott lideró muchas misiones en la universidad en


el Reino Unido, y alrededor del mundo. Él fue dotado
altamente como un evangelista de la universidad. Él
amaba recordarles a los estudiantes que una
presentación clara y razonable del evangelio actúa como
una base o fundamento para la fe. No es un reemplazo
para la obra del Espíritu Santo, sino un vehículo del
Espíritu Santo, un medio por el cual la verdad objetiva
de Dios puede quedar clara. John tenía una rara
combinación de dones para el ministerio entre
estudiantes. Él era un evangelista, un profesor y un
apologista capaz y paciente. Él solía proclamar la
verdad cristiana en las noches, al exponer pasajes de los
evangelios; luego, en contextos más pequeños, a
menudo en una facultad o departamento, él escuchaba
las preguntas de los estudiantes, regresaba nuevamente
a trabajar con los estudiantes la premisa de esas
preguntas, entablando un diálogo razonado, modelando
una mente cristiana sólida8.

En 1952, John se puso al frente de una misión


organizada por el CICCU en la Universidad de
Cambridge. Las multitudes fueron tan grandes en esa
ocasión, primera de una serie continuada que John
habría de liderar, que los capilleros tenían de continuo
que añadir sillas supletorias en el interior de la iglesia
Great St Mary’s, sede de las conferencias. Años más
tarde, Owen Chadwick, historiador emérito, le dijo a
John que “el más completo sermón que yo haya oído en
mi vida fue el primero de la serie de Great St Mary’s
con motivo de tu campaña misionera”. La asistencia a
la última de esas predicaciones misioneras fue tan
numerosa, que muchas personas tuvieron que quedarse
fuera9.

El 4 de noviembre de 1956 Stott viaja a Canadá y


Estados Unidos para llevar a cabo una serie de
campañas en distintas universidades de ambos países.
En sus diferentes campañas evangelistas en las
universidades estaba llena de estudiantes que querían
escuchar los argumentes de aquel predicador inglés con
acento peculiar. Unos 500 estudiantes hicieron su
aparición la primera tarde en el inmenso auditorio del
Convocation Hall con motivo de su campaña en la
Universidad de Toronto. Dos días después, fueron casi
un millar los que acudieron a oírle hablar sobre el tema
“The Fact of Sin” (‘El factor pecado’). EL PECADO
AUMENTA LA ASISTENCIA Y CUATRO DE
LOS PRESENTES RECIBEN A CRISTO, así decía
el titular del periódico estudiantil al día siguiente. Por
espacio de una semana, se pudo oír a diario el muy
británico acento de Stott en charlas radiofónicas
retransmitidas desde los estudios CBC. Al llegar a su fin
los encuentros, más de una veintena de estudiantes
habían hecho profesión de fe 10.

En Estados Unidos una de sus campañas contó con la


participación más significativa de estudiantes en todo
aquel viaje misionero. Es narrada de la siguiente manera:
“La última campaña previa a la navidad fue en Ann
Arbor, donde unos 22000 estudiantes procedentes de
la Universidad de Michigan constituían prácticamente
la mitad de la población. John llego en medio de una
fuerte nevada, teniendo lugar las butacas como las de
los cines. Las conversaciones personales fueron
continuas”11.

En la Universidad de la Columbia Británica de


Vancouver (Canadá), fue entrevistado para el periódico
universitario The Ubyssey donde expreso cual era el
propósito de su actividad misionera. "Son muchas las
personas que rechazan el cristianismo sin haberse
detenido a examinarlo honestamente" aseguro. "Lo
rechazan como una religión que está bien para cuando
se es niños, y posteriormente se deshacen de ella como
con los juguetes de la niñez, sin analizarla de forma
imparcial con mente adulta. Pero lo cierto es que el
cristianismo cuenta con una sólida base intelectual. Es
más, los presupuestos que la respaldan son sólidos y
convincentes. Su doctrina resiste la prueba del
escrutinio. El propósito que aquí nos alimenta es el
presentar ante los miembros de la universidad, que se
han tomado la molestia de acudir a la reunión y
escuchar su contenido, un análisis razonado de la fe
cristiana... creo firmemente que Jesucristo es la única
persona, y su mensaje el único mensaje, digno de ser
escuchado y ponderado con toda entrega"(12)

Cabe resaltar sus participaciones en las conferencias


misioneras realizadas en la ciudad de Urbana
(URBANA MISSIONARY CONVENTIONS)
organizadas por IVCF de Estados Unidos. Fue uno de
sus oradores más frecuentes, participando en las
reuniones de 1964, 1967, 1970, 1973, 1976, 1979 y
2003.

Un libro de gran impacto

Sin duda la labor de misionero en las universidades del


mundo y su presentación del evangelio siguiendo los
principios de fidelidad al mensaje bíblico y al mismo
tiempo contemporáneo ha hecho de Stott un referente
para la práctica misionera pertinente en las
universidades de hoy. Su trabajo como evangelista,
maestro, líder y pastor también ha quedado plasmado
en sus libros, los cuales tienen un estilo sencillo y
profundo de comunicar el evangelio. Uno de los
primeros libros que John escribió en The Hookses fue
Cristianismo Básico. Fue elaborado como material para
discipulado y formación de los estudiantes, uso todas
las charlas y conferencias dadas a los estudiantes
universitarios en la década de los 5013.Cristianismo
Básico se convirtió en uno de los libros cristianos de
mayor éxito del siglo XX. Leído por todos los rincones
del mundo, las personas se entregaban a Cristo al acabar
su lectura. Según el testimonio de un ciudadano
australiano, que leyó y releyó, y volvió a leer ese libro,
hasta que se quedó absolutamente convencido de que
era imposible ponerle escusa alguna, y dio por fin el
paso de entregarse a Cristo. Muchos lectores le
escribieron a Stott, diciéndole:

“Mi vida ha cambiado por completo. Ahora veo que


Dios tiene un propósito en todo y eso me ha llenado de
gozo y esperanza. Gracias de todo corazón por haber
escrito un libro que pueda ayudar a cambiar vidas”.14
Samuel Escobar, líder estudiantil en América Latina,
recuerda su primer encuentro con aquel libro con estas
palabras:

Hago memoria de mi primer contacto con Stott y


recuerdo que fue su libro Cristianismo Básico que
acababa de aparecer en inglés, y que mi mentor y amigo
Roberto Young me regaló en marzo de 1959. El libro
me cautivó, y recuerdo todavía que viajábamos por
tierra de Quito, Ecuador, a Ipiales en Colombia, en una
carretera no pavimentada. A pesar de los continuos
saltos del bus no podía dejar de leer. La claridad,
convicción y calidez del estilo no te dejaba soltar el
libro Poco más adelante, en agosto de ese mismo año lo
conocí personalmente.15

Fue Rene Padilla quien tradujo “cristianismo básico” al


español para el año de 1959, siendo uno de los
primeros títulos de Ediciones Certeza, que en cierta
manera definían la naturaleza del movimiento que
surgía. Aun los grupos estudiantiles de todo el mundo
siguen usando este hermoso libro, en sus cursos de
capacitación y autoformación. Esto lo confirma los más
de 50 idiomas al cual fue traducido y los 2.5 millones
de copias vendidas en todo el mundo.

Una fe sencilla

John no solo resalto en el trabajo con estudiantes


universitarios, sin que también sus participaciones en
diferentes congresos de evangelización, ha impactado a
muchos líderes. Cabe resalta su especial aporte en la
redacción del documento final del 1 Congreso
Internacional sobre la Evangelización en el Mundo
llevado a cabo en ciudad suiza de Lausanne.
Específicamente el párrafo 9 del documento manifiesta
su especial atención de demandar un estilo de vida
sencillo.

“La meta debe ser, por todos los medios disponibles y


en el más corto plazo posible, que toda persona tenga
la oportunidad de escuchar, entender y recibir la Buena
Nueva. No podemos esperar alcanzar esta meta sin
sacrificio. Todos nos sentimos sacudidos por la
pobreza de millones de personas y perturbados por las
injusticias que la causan. Los que vivimos en situaciones
de riqueza aceptamos nuestro deber de desarrollar un
estilo de vida simple a fin de contribuir más
generosamente tanto a la ayuda material como a la
evangelización”16.

Aunque algunos demandaban que quitare este párrafo


del pacto, porque lo consideraban exagerado. Stott
mantuvo su posición porque entendía que una vida
sencilla es un reflejo de una vida conforme al evangelio.

“Estaba absolutamente convencido de lo equivocado de


comer en exceso, de malgastar de hecho la comida,
sobre todo a la vista del hambre en el mundo. En cuanto
a las posesiones materiales, un criterio aplicable a la
hora de decidir si algo es o no necesario era su utilidad
personal, pues es algo evidente que no puede ser
necesario lo que no usamos. De ahí que él consideraba
una buena idea pasar revista anual a nuestras posesiones
personales con el fin de descartar todo aquello a lo que
no estuviéramos dando una finalidad práctica”17.
Él podría haber sido millonario con los derechos de
autor de sus libros, pero donó la mayoría de ellos. Su
estilo de vida abarcada desde su forma de vestir, comer,
vivienda, etc. Viva preocupado por una correcta
mayordomía de la creación con lo afirma el siguiente
testimonio:

La magnitud del problema es enorme y potencialmente


paralizante, pero hay cosas sencillas y prácticas que
podemos hacer. Podemos comprar menos, comer
menos, reciclar más, apagar las cosas eléctricas que no
necesitamos. Podemos observar más el mundo natural,
dar gracias por él, estudiarlo, y hacer todo lo posible
por cuidar de él. Todos estos principios se reflejaban en
el sencillo estilo de vida de John. Por lo que yo sé, no
se preparaba sus propios cereales ni cultivaba tomates
orgánicos en el alféizar de su ventana londinense. Pero
comía con sencillez, y rara vez iba de compras. Sus
posesiones eran pocas y preciosas, ya que eran en su
mayoría regalos de amigos de todo el mundo. Sus
paredes estaban forradas de libros, pero que estaban en
uso constante y sin duda también en circulación.
¡También escribió muchos él mismo! Comprar ropas
representaba una menor tentación para él que para mí,
pero este caballero inglés vestía siempre de manera
impecable. Sabemos que poseía dos trajes, ambos de
color azul claro y, milagrosamente, a prueba de arrugas.
Tenía atuendos sorprendente mente coloridos, camisas
y corbatas de África y Asia. También tenía un llamativo
sombrero para el sol de color azul y verde que apareció,
al igual que los azafranes, en aquella ladera turca
pedregosa.18
NOTAS

1. Conversando con John Stott, 15 e mayo del 2015


en: http://doulosgroup.org/conversando-con-john-
stott/
2. Roger Steer, John Stott: Un hombre de Dios
Excepcional, Andamio, 2011., p.66.
3. John Stott, la cruz de cristo, Certeza, 1996, p.13.
4. Roger Steer, John Stott: Un hombre de Dios
Excepcional, Andamio, 2011, p.
57.
5. Roger Steer, op.cit, p.69.
6. Ibíd., p.79.
7. Ibíd., p.80.
8. Julia Cameron, John Stott Pastor, leader and friend,
Oxford, 2011, pp. 22-23.
9. Roger Steer, op.cit, p.140.
10. Ibíd., pp. 148-149.
11. Ibíd., p.149.
12. Ibíd., pp.152-153.
13. Ibíd., p.157
14. Ibíd., pp.159-160.
15. Samuel Escobar, De camino con John Stott,
http://protestantedigital.com/blogs/4097/De_cami
no_con_John_Stott
16.https://www.lausanne.org/es/contenido/pacto-
de-lausana/pacto
17. Roger Steer, John Stott: Un hombre de Dios
Excepcional, Andamio, 2011, p. 236.
18. Los cinco compromisos básicos de A Rocha vividos
por John Stott – 2: Conservación, en:
http://blog.arocha.org/es/compromisos-de-a-rocha-
por-john-stott-2-conservacion/
Hans Bürki: Vivir y pensar la fe
Su estilo de exposición, su manera de
acercarse al texto bíblico, su vasta cultura
literaria y filosófica, así como su capacidad
pastoral para involucrar a cada interlocutor
en un dialogo existencial y personal, eran
algo inédito en las aulas universitarias.
Samuel Escobar

Desde que era seminarista a los 20 años de edad, Hans


Bürki , ya había fundado un grupo de estudio bíblico
en la escuela secundaria de Küsnacht en las afueras de
Zúrich en 1944. Para el año de 1946, visitaba en su
bicicleta otras escuelas secundarias donde ayudó en la
activación de grupos bíblicos y el primer día se
reunieron los estudiantes que ya eran representantes de
11 grupos en la ciudad de Brugg. Hans Bürki estudió
idiomas modernos, pedagogía, psicología y teología en
Suiza y Estados Unidos. En 1949 recibió su
doctorado en Filosofía y Pedagogía por la universidad
de Zúrich, con la disertación sobre "El conflicto del
humanismo y el cristianismo en Pestalozzi". Y ese
mismo año se convirtió en el secretario general
fundador del movimiento estudiantil evangélico suizo,
United Bible Groups. (hoy llamada Groupes Bibliques
des Ecoles et Universités GBEU) Así quedo registrado
los inicios de su ministerio:
En 1948, se organizó una gran conferencia
internacional en Vennes sur Lausanne:
participaron 280 estudiantes de veintiséis
nacionalidades diferentes. Hay dos puntos
que vale la pena mencionar en este contexto:
la importancia de Hans Bürki como ponente,
que será nombrado secretario de tiempo
completo para toda Suiza a fines de 1949 y
que contribuirá en gran medida al apoyo del
desarrollo del ministerio en la Suiza
francófona, como ya lo hizo en la Suiza de
habla alemana durante varios años. 1.

En 1953, él y su esposa se mudaron para coordinar un


ministerio de United Bible Groups y IFES en el Hotel
Casa Moscia en el lago Maggiore, cerca del pueblo
suizo italiano de Ascona. Desde aquí organizo grupos
de estudios bíblicos, discipulado y asesoramiento en la
evangelizacion, y escuelas de capacitación de personal
para movimientos estudiantiles en toda Europa,
asistieron miles de jóvenes, en sucesivas generaciones
de estudiantes y personal. En las siguientes dos
décadas, Bürki también viajó a otros movimientos
estudiantiles de todo el mundo, dando seminarios
basados en retiros o hablando en conferencias
evangelistas, y en viajes que duran hasta tres meses.

Diálogos en las universidades

En 1963 se convirtió en secretario literario de la


"International Fellowship of Evangelical Students", y
comenzó a realiza numerosos viajes a América Latina
y otros países más. Del 29 de abril hasta el 30 de junio
de 1965, visito cinco países: Argentina, Brasil,
Venezuela, Costa Rica y México. Su participación en
cada uno de los eventos que se desarrollaron en estos
diferentes países tenía un peculiar carácter:
En cada lugar, este tuvo oportunidad de
dialogar con los estudiantes creyentes como
preparación al esfuerzo evangelizador, Su
estilo de exposición, su manera de acercarse al
texto bíblico, su vasta cultura literaria y
filosófica, así como su capacidad pastoral
para involucrar a cada interlocutor en un
dialogo existencial y personal, eran algo
inédito en las aulas universitarias. En cada
país, los auditorios formados por estudiantes,
profesores y graduados escucharon
entusiastas, dialogaron intensamente, y
algunos llegaron a la entrega personal a
Jesucristo… Burki no estaba solo hablando
para desafiar al creyente a vivir y pensar su fe
con más profundidad y seriedad.2
En Argentina, se dio el primer esfuerzo evangelistico
coordinado en varias universidades, y teniendo como
expositor principal a Hans Burki, Su visita tuvo un
impacto en los estudiantes, dejándole la convicción de
que era necesario y posible entrar abiertamente en las
universidades con el mensaje bíblico. Su visita termino
con un campamento en Tucumán con la participación
de estudiantes de otras provincias. Samuel Escobar
narra con detalle la temática que toco mientras
realizaba sus conferencias evangelistas en cinco
universidades argentinas:

Se imprimió carteles atractivos que se usaron en


las cinco universidades donde hablo. El titulo
general de la serie era ¿Todavía Cristo? y los
temas: “fe bíblica y existencialismo”, “ética
cristina y psicología actual”, “cristo y el nuevo
humanismo”, “Nihilismo: reto a la fe cristiana”,
“Pestalozzi: humanismo y cristianismo en
conflicto”. Burki también improviso
exposiciones sobre ética sexual, creatividad en la
educación y el pensamiento de Nietzsche3.
En ese mismo año llego a Brasil, siguiendo el mismo
modelo de llegar a estudiantes cristianos y no cristianos
en las universidades, recorriendo junto con Ruth
Siemens la inmensidad de Brasil, presentando
conferencias en diversas universidades brasileñas.
Alrededor de doce ciudades recibieron la visita del Dr.
Burki. Las conferencias realizadas en las facultades
tuvieron el nombre de “Misión Universitaria”, pues
fueron un esfuerzo especial que tuvo en cuenta las
necesidades de los universitarios. Generalmente las
conferencias podrían clasificarse como
preevangelísticas, tratando temas muy académicos,
pero incluyendo siempre los puntos del Evangelio para
despertar en los oyentes el interés por el mensaje total
del evangelio4.

Las conferencias del Dr. Bürki no consistía en


informaciones intelectualizadas, sino que alcanzaban el
núcleo de la vida de los estudiantes, rompiendo
estructuras mentales, costumbres adquiridas en la
tradición evangélica, alcanzando el corazón de los
estudiantes y, por lo tanto, no siempre el grupo estaba
preparado para recibir todo lo que intentaba
transmitir. Pero, aunque los resultados no fueron
inmediatos, los participantes tomaron en serio los
estudios, que marcaron muchas vidas: de asesores, de
estudiantes y de profesionales.
Hans cuenta en su diario que se quedaba admirado de
que con qué frecuencia los estudiantes individuales
llegaron a tener una fe personal en Cristo. En Saó
Paulo, Burki describe una de las tantas conversiones
personales que fue testigo:
Después de la conferencia en el curso de la
discusión, una estudiante ... pregunta qué
concepto de hombre es posible para el educado
si uno no cree en la existencia de Dios. ¿Cuál es
la esencia del hombre sin Dios? Hablamos por
dos horas. Comenzando con el ateísmo,
finalmente terminó con una oración implorante
a Dios, quien nos creó y nos redimió. Otra
persona ha caminado hacia Cristo. Es abrumador
acompañar a alguien en esta peregrinación paso
a paso5.

En México, tuvo una de las reuniones más numerosas


llegando a reunir a unas 500 personas en uno de los
auditorios de la Universidad Nacional Autónoma.
Esto genero la oposición de algunos sectores
estudiantiles que lanzaron gases lacrimógenos en el
sistema de calefacción del auditorio. A pesar de esta
experiencia hostil escribe en su Diario en cuanto a la
diferencia entre la atmosfera de la iglesia y la sala de
conferencia en las universidades:

Debo decir que prefiero el auditorio de la


universidad debido a la extraordinaria apertura
de los oyentes6

Las conferencias que realizo Hans, hizo ver la


profunda necesidad de capacitación por parte del
liderazgo autóctono. Debido a esto en setiembre de
1965, abrió las puertas del Seminario de Moscia que
dirigía en Suiza. Participo un grupo selecto de treinta
estudiantes de Europa y del Tercer Mundo. De
América Latina estuvieron presentes Felicity
Houghton, René Padilla, Pedro Arana, Samuel
Escobar, Luis Santiago Botero y Rene Castro, es decir,
tres estudiantes y tres asesores. Para su segunda visita a
América Latina se desarrollaron cuatro cursos de
capacitación durante el periodo, del 25 de enero al 13
de abril de 1966.

En setiembre de 1968 se realizó Curso de Capacitación


de la Pan African Fellowship of Evangelical Students
(PAFES) en la Universidad de Ghana. Sesenta y cinco
líderes estudiantiles de cinco países de África
occidental países se reunieron para la exposición de la
Biblia y seminarios de liderazgo. Osei-‐Mensah
recuerda la forma en que Bürki enseñó teología:

El Dr. Hans Bürki tuvo un ministerio


sobresaliente entre los estudiantes. Cuando
comenzó sus charlas en el curso, muchos
estudiantes quedaron gratamente sorprendidos.
Aproximadamente un mes antes del curso, se
enviaron copias mimeografiadas de varios de sus
artículos y documentos a cada delegado7.

En el periodo de 1976 a 1979 fue secretario general


asociado de IFES. Siendo también uno de los más
grandes representantes del movimiento estudiantil en
el Congreso Evangélico de Evangelismo en Berlín, en
octubre de 1966, y en el Congreso Internacional sobre
Evangelización Mundial en Lausana, en 1974.

Su influencia literaria
El comité general de IFES, organizo en el año de 1963,
dos grupos de estudio sobre los temas “cristianismo y
Cultura” y “Cuestiones Publicas”, Al término de las
discusiones, y ante los respectivos informes, el
secretario general del comité ordeno que se redactase
una declaración, con el propósito de estimular el
pensamiento y acción, y en 1967 surgió el libro El
cristiano y el
mundo que unía los estudios de ambos grupos.
Aunque tuvo mucha aceptación y difusión en los
grupos estudiantiles, algunas afirmaciones del autor no
merecerán la aprobación unánime de todas las iglesias
evangélicas de habla hispana; otras, serán rechazadas
por muchos. Pero, en cualquier caso, se trata de una
introducción, en ocasiones un bosquejo, a temas que,
acaso, hayamos tenido olvidados en demasía. Los
temas tratados en el libro son: La actividades sociales
y culturales del cristiano como verdadera y plena
vocación de Dios, hacia una teología de la sociedad
y las responsabilidades cívicas del cristiano. Burki
afirma en su libro:

La cuestión más candente es esta: ¿se permitirá a


Jesucristo ejercer su señorío en las grandes
metrópolis del mundo que se levantan por
doquier? Si así sucede será porque los
participantes en el pacto de la gracia, como tú y
yo estamos dispuestos a dominar las artes y las
ciencias, incluyendo en ellas las ciencias
económicas, para ponerlas al servicio del mundo
mediante nuestro Señor. No hay ni que pensar
en la aparente impersonalidad de tales ciencias o
en la falta de compasión de la economía. El
cristiano mira a su mundo de un modo personal,
viendo en el producto de la sabiduría de nuestro
amante Creador, y asimismo el campo de acción
de la obra redentora de nuestro misericordioso
Salvador8.

NOTAS

1. .https://translate.google.com.pe/translate?hl=es4
19&sl=fr&u=http://w ww.gbeu.ch/ls-gbeu/qui-
sommes-nous/historique.html&prev=search 2.
Samuel Escobar, La chispa y la llama, Certeza,
Buenos Aires,1978, pag.79.
2. Ibíd., Pags.79-80.
3. Neuza Itioka, Encarnando a palabra
liberadora,ABU,Sao
a. Paulo,1981,pag.10,
4. H. Bürki, “Latin American Journal”, I.F.E.S. Journal
no. 3 (1965), pag,.25.
5. Ibíd., Pag.33.
6. Gottfried Osei-‐Mensah, “Legon in Retrospect: An
Evaluation of the PAFES West Africa Training Course,
7-‐28 September, 1968”, I.F.E.S. Journal 22, no. 2
(1968), 18.
7. Hans Burki, El cristiano y el mundo, EEE,
Barcelona,1971, pag.64.
Robert Young: La universidad un
nuevo campo misionero

Sorprendido, le pregunté si ya no era hora de


descansar. Él me respondió: "Todavía tengo
en mí el mismo sueño, visión y vigor de la
juventud, de ver la obra estudiantil
establecida en cada país". Mientras nos
despedíamos me recordaba el pasaje de la
Escritura que dice que Caleb, ante el desafío
de conquistar el Monte Hebrón, en los altos
de sus 80 años, afirmó que aún tenía el vigor
y disposición de los 40 años de edad.
Ziel Machado

En 1949, Robert es nombrado por la directiva de la


recién fundada Comunidad Internacional de
Estudiantes Evangélicos (CIEE) como misionero para
América Latina. Durante diez años Young viajó por el
continente, promoviendo la inquietud por la obra
universitaria, “un nuevo campo misionero donde el
estudiante debe actuar respaldado por la iglesia”, según
su propia expresión. Después de dejar su trabajo con
los grupos de IVCF (Inter-Varsity Christian
Fellowship) de Estados Unidos, sintió el llamado a
trabajar en las universidades del Sur de América.
Renunciando a su posición en IVCF de los Estados
Unidos al final de aquel año académico, hizo
preparativos para dirigirse hacia el sur, primero a Costa
Rica en 1953 y Argentina, en 1954.

Cuando estaba en la Argentina, todo era un nuevo reto


para él, estaba lejos de casa y no conocía bien el idioma,
la estrategia que uso fue en primer lugar aprender el
idioma para una mejor interrelación con los
estudiantes y luego apoyar a los grupos que surgían en
las universidades. En aquellos grupos era notables la
participación fundamentalmente de estudiantes
provenientes de Iglesias de los Hermanos Libres,
aunque los grupos tenían un carácter
interdenominacional. Samuel Escobar recuerda así los
inicios misioneros de Young:

Luego de estudiar castellano se inscribió


en la universidad de Eva Perón (que era como
se llamaba entonces la ciudad argentina de La
Plata) y trato de dar una mano a los grupos
aislados que entonces existían en tres
ciudades argentinas. La peña bíblica de
Buenos Aires… continuaba creciendo e
inclusive por medio de sus campamentos
ofrecía apoyo a estudiantes de otros países.
Desde su base Argentina Roberto Young,
sostenido por la Comunidad, hizo algunos
viajes por el continente, estableciendo nuevos
contactos, compartiendo su visión y
consiguiendo animar a algunos
latinoamericanos a lanzarse por fe a un
ministerio de dedicación exclusiva entre
universitarios1.

Para fines de 1955 ya encontramos un artículo escrito


por Young, trata el tema de la obra estudiantil,
llevando el título: “Un nuevo campo misionero: la
Universidad”, este artículo fue reproducido y
difundido por la Peña Bíblica Universitaria (PBU). Por
la iniciativa de Robert Young asistieron cuatro
argentinos a la Asamblea Mundial de la CIEE, en
1956. Luis Perfetti, Fredy Berk y otros dos miembros
de la peña de Buenos Aires tuvieron el privilegio de
conocer el programa y los líderes de grupos
estudiantiles de distintas partes del mundo. Young
tenía la visión de que la universidad era un nuevo
campo misionero donde el estudiante debería ser
respaldado por su iglesia local. Pero en la práctica no
pudo contagiar su visión para el mundo universitario a
la gran parte de los líderes y misioneros de las iglesias
locales, porque las iglesias de aquellos tiempos no
estaban abiertas a un trabajo hacia afuera de ellas
mismas y sus programas. También tenían sospechas y
prejuicios de Young, por el hecho de que era
norteamericano.
En 1957, Robert Young conjuntamente con Ruth
Siemens dieron inicio a la misión entre los
universitarios brasileños. Young entregara dos años de
su vida en la apertura de esta obra misionera. El
informe de Paché y Young presentaron en la Asamblea
General hizo que aumentara el interés por las tierras
latinoamericanas, la intercesión por ellas y el impulso
misionero en las filas de la CIEE.

Robert Young llegó a Brasil en 1957, como asesor


pionero, con el fin de despertar en los estudiantes
brasileños la visión y la tarea de llevar el mensaje de
Jesucristo en la Universidad. Es interesante leer un
fragmento de la carta escrita por el propio Robert
Young, dirigida a Wayne Bragg en febrero de 1958:

Fue en octubre de 1954 que por primera vez


tuve el privilegio de pisar el suelo del "país
del futuro". Estuve en Santos, en São Paulo,
en Río y en Recife. El primer cristiano
brasileño que me alentó a comenzar el trabajo
estudiantil en Brasil fue Dirk Van Eyeken.
Nos encontramos en Schenestady (Nueva
York) y oramos por su tierra natal. Más
tarde, el profesor Ross Douglas y su esposa
fueron invitados a venir a enseñar en São
Paulo. Ruth Siemens, ya una pionera fija en
Perú, fue llamada a Brasil. Yo volví muy feliz,
el 1 de mayo de 1956, saliendo de la ciudad
de Corumbá. Con la convicción de que Dios
ha dado a los estudiantes que le pertenecen
una visión simple y un mensaje básico: "Si
usted está en esta universidad por la voluntad
de Dios, entonces ella es un campo misionero
y usted es misionero de él aquí. Los
estudiantes fueron alentados a reunirse con
sus amigos interesados y así comenzaron los
estudios bíblicos. "Cristo en Ti" tal vez fue
el estudio que dio a los estudiantes un
principio de lo que significaba caminar con
Dios. Así, comenzó lo que se podría llamar
"los primeros grupos" … …El primer
campamento estudiantil en Brasil se dio en
enero de 1958, en las montañas frías y
lluviosas de Campos do Jordão. El predicador
fue el Rev. Walter Kaschel, de Curitiba.
Había quince estudiantes. Ruth Siemens fue
la que se encargó "de las muchachas" y los
muchachos durmieron en un garaje. Fue el
último campamento en época de frío para el
cual los nordestinos fueron invitados, porque
los representantes de Maceió casi murieron
de frío en esas noches. Como resultado de ese
encuentro el grupo de Curitiba comenzó a
funcionar. Un retiro fue realizado en aquel
año, y un campamento evangelístico fue
hecho con treinta y cinco participantes, en
una playa de Paraná. Más tarde hubo otro
importante campamento en Natal, para
despertar interés en los estudiantes en el norte
del país. En el invierno de 1959, agosto, salí
a París y al campo de la IFES. Mi papel
terminó ahí2.
Los trabajos misioneros en las universidades de
Latinoamérica comenzaba a dar ya sus frutos. Para
1958 se realizará el congreso de Cochabamba, una idea
e iniciativa que había surgido en el corazón de los
estudiantes. Young a través de sus viajes que realizaba,
ayudo en la gestación y la difusión del deseo que tenían
los estudiantes latinoamericanos para la realización del
congreso.

Robert Young fue el portador de las ideas en


sus viajes del año 1957, y se preocupó de
detectar cuidadosamente las inquietudes de
cada lugar que visitaba, las iniciativas
estudiantiles, las ideas acerca de programa,
naturaleza de la reunión, fecha y lugares más
convenientes3.
Uno de los frutos del Congreso, fue el establecimiento
de una estrategia misionera a nivel continental,
dándose la organización de un Equipo de asesoría
conformado por: C Stancey Woods, John White,
Robert Young y Samuel Escobar a quien había
ayudado a comprometerse como obrero local en su
paso por Lima. Ziel Machado cuenta la historia de
sacrificio y apoyo para la gestación de nueva sangre
misionera de esta forma:

Cuando Robert recibió el llamado de venir a


América Latina para iniciar la obra estudiantil
(durante su tiempo de oración en un
campamento del movimiento americano), él
compartió la visión con sus amigos y ellos
decidieron apoyarlo de dos formas: recaudando
recursos para comprar el pasaje y
comprometiéndose con una ayuda mensual de
100 dólares. Así, deja el grupo y se dirige a
América Latina. En el camino a Brasil pasa por
Perú y allí encuentra a un estudiante de
Pedagogía (Samuel Escobar) con quien
comparte la visión de la obra estudiantil y decide
desafiarlo a convertirse en obrero. ¿Cómo
entonces sostener a este obrero? La decisión
tomada fue dividir con él lo que él recibía de su
grupo de apoyo, y así, con apenas 50 dólares
llegó a Brasil para iniciar el ministerio de la ABU.
Él se establece en São Paulo y descubre que con
sólo 50 dólares él sólo conseguía mantenerse por
dos semanas, pero no desiste y encuentra una
alternativa: plátanos. Eso mismo, dos semanas
alimentándose con plátanos. Ese era el precio
que su obediencia misionera le exigió en aquel
momento4.
Después de esta experiencia en Sudamérica, Se dirige
como misionero en Francia, Irak, Sudáfrica y en Irán
para establecer nuevos contactos estudiantiles donde
para aquel tiempo aún no había presencia de la CIEE.
Aun hasta una edad avanzada Robert mantenía viva el
visón de establecer un grupo estudiantil en cada país,
aunque las fuerzas por causa de la edad ya no eran las
misma, mantenía el espíritu vivo, vivo por alcanzar más
estudiantes para cristo. Ziel Machado nos narra un
encuentro que tuvo con Young, donde le cuenta sus
planes para seguir haciendo la obra estudiantil.

São Paulo, década de los 90. Pronto llegue a la


oficina nacional. Cuando lo encontré, noté que
su vigor y ánimo contrastaban con sus cabellos
completamente blancos y pregunté sobre sus
planes futuros. Pensé que me hablar de su vida
de abuelo y de cómo estaba pensando en
disfrutar de su jubilación. ¡Ledo engaño! Bob e
Inga, su esposa, estaban de maletas listas para
Kiev - Ucrania. Se habían presentado como
profesores voluntarios para la universidad de
Kiev, él de Psicología y ella de inglés. Yo viviré
en la residencia estudiantil y así poder iniciar
otro movimiento estudiantil, así como lo habían
hecho en Irak, en Sudáfrica y en Irán (países
donde habían nacido cada uno de sus hijos).
Sorprendido, le pregunté si ya no era hora de
descansar. Él me respondió: "Todavía tengo en
mí el mismo sueño, visión y vigor de la juventud,
de ver la obra estudiantil establecida en cada
país". Mientras nos despedíamos me recordaba
el pasaje de la Escritura que dice que Caleb, ante
el desafío de conquistar el Monte Hebrón, en los
altos de sus 80 años, afirmó que aún tenía el
vigor y disposición de los 40 años de edad. Pensé
en la música Forever Young y canté bajito.
"Quiero ser como este Bob Young, Forever
Young". La última vez que nos vimos fue en
Cochabamba 1998, y él continuaba lo mismo5.
Robert Young fallece el 19 de abril de 2010, a los 87
años de edad.
NOTAS

1. Samuel Escobar, La chispa y la llama, certeza, Buenos Aires,1978,


pags.52-53.
2. Neuza Itioka, Encarnado a palabra libertadora, ABU, Sao
Pablo,1981, pag.5-6.
3. Samuel Escobar, La chispa y la llama, certeza, Buenos Aires,1978,
pags.60-61.
4. http://www.ultimato.com.br/editora/conteudo/o-pioneiro-
dos-pioneiros
5. http://www.ultimato.com.br/editora/conteudo/o-pioneiro-
dos-pioneiros
Silvia Chaves: Aprendiz de cristina
Revista Certeza 64, octubre-diciembre 1976.

Siempre simpatice con la mujer samaritana del


evangelio de Juan que en una ocasión se encuentra con
Jesús sin saber en absoluto quien es el. En un primer
momento lo identifica como judío, pero a medida que
avanza la conversación le parece que es también un
maestro o quizás un profeta. Finalmente se pregunta si
acaso ese hombre no es “el Cristo”
Cuando trato de entender mi propia historia,
recuerdo que todo comenzó cuando conocí a ese
mismo hombre de nacionalidad judía, pero que luego
me pareció un maestro, una persona muy diferente a
muchas otras que he conocido y a quien admiraba a
través de mis clases de escuela dominical de la iglesia
que asistía. Sin embargo, mi encuentro con ese hombre
no pasaba de ser dominical: lo veía nada más que en la
iglesia… hasta que un día (como en la historia de la
mujer samaritana) ese hombre hizo con mi propia vida
algo que me despertó repentinamente a una nueva
realidad.
Fue en el mes de junio de 1972. Un virus (¡así llaman
los médicos a cualquier enfermedad que no conocen!)
me produjo un cuadro encefálico agudo. Yo tenía
veinte años y estaba cursando mi segundo año de
Economía Política en la Universidad de Bahía Blanca.
Al parecer, el cuadro clínico se presentaba tan grave
que los cuadros médicos de consulta concluyeron que
no había posibilidades de vida. Durante una semana
permanecí inconsciente hasta que, a pesar de los
vaticinios y predicciones de los mejores especialistas,
comenzó la recuperación. De todos modos, podían
quedar serios vestigios, como parálisis, hemiplejía,
ceguera… Un mes y medio después de haber dejado el
hospital, cuando le llevamos al médico un
electroencefalograma reciente, no puedo menos que
preguntarme si yo tenía una hermana gemela o si
realmente me lo habían tomado a mi “¡Esto parece un
milagro!”, dijo el doctor. Y estaba en lo cierto.
John Stott dice en uno de sus libros “primero uno tiene
que desengañarse de sí mismo para ver la verdadera
dimensión de su necesidad de Dios”. Recuerdo muy
bien que en aquel entonces me pregunte: “¿Por qué no
he muerto? ¿Por qué y para que esta nueva oportunidad
de vivir?” Ese día el Señor no me contesto; tampoco lo
hizo después y es probablemente que todavía me daba
algunas respuestas. De todas maneras, ese día descubrí
que aquel admirado maestro, aquel hombre a quien
había comenzado a conocer desde mucho antes, estaba
adquiriendo una nueva dimensión, ¡Se había
transformado en el Señor de mi vida y de mi muerte!
Los hermanos en la fe habían orado e intercedido por
mi salud y por mi familia, y el Señor había sido
misericordioso.
Cinco meses después de este acontecimiento tuve la
oportunidad de participar, como representante de la
Asociación Bíblica Universitaria Argentina, en el V
Seminario Continental de Capacitación en Lima.
Recuerdo que Horacio, mi compañero de viaje, llevaba
consigo una carta donde se explicaba mi problema
infeccioso, por si algo ocurría. Al llegar a Lima todo
resultaba novedoso y desafiante, y allí estaban también
dos personas que Dios había puesto en mi vida para
compartir en oración y amistad la novedad del
cristianismo. ¡Doy gracias a Dios por ese seminario en
Lima, y por Meche y Guty, las amigas que tanto me
ayudaron! Todo aquello fue una nueva confirmación
de que el Señor me daba vida para que yo se la
entregara a él.
Ya han pasado cuatro años desde aquel invierno. Mi
vida en estos cuatro años no ha sido siempre como un
andar sobre rieles; he tenido que comenzar y crecer una
y otra vez, y a menudo con golpes y caídas. Pero
Jesucristo ya no es un bastón en el cual me he apoyado
alguna vez. Ahora es la columna vertebral que me
sostiene, y sigo aprendiendo de él porque es mi Señor
y Salvador. Soy una simple aprendiz de cristina.
David Evans: De religioso a cristiano

Desde los años más tiernos solía asistir a la iglesia.


Según la tradición de mi denominación, cumplí con sus
demandas, me sometí a sus ritos con buena voluntad.
Según las apariencias, actué como un buen cristiano
más. Pero Dios no mira las apariencias; sus ojos llegan
a discernir las necesidades más profundas de nuestro
ser. Y en mi caso había una realidad que no
correspondía a la relativa calma exterior.
Me acuerdo bien que durante todos esos años de
cristianismo nominal existía una tensión entre dos
sentimientos opuestos. Por un lado, el sentimiento
constante, por vago, de gratitud a Dios por su bondad
experimentada en el seno de mi familia. Por otro lado,
el sentimiento cada vez mayor de culpabilidad por
fracasos morales en la vida personal. Me da miedo hoy
pensar que me fuera posible asistir tantos años a las
reuniones de una iglesia sin encontrarme con Cristo.
Pero también me doy cuenta de lo perfecto que es el
plan divino; de como Dios mismo me había preparado
para encontrar a Cristo en la Universidad. Llegue a
Cambridge a la edad de 21 años, después de cumplir
dos años de servicio militar; dos años que habían
acentuado el conflicto interno que padecía desde hacía
mucho tiempo: conflicto interno que padecía desde
hacía mucho tiempo: conflictos entre una vida
aparentemente exitosa en los estudios, en la cancha y
en la sociedad, y una vida de fracaso moral. Al ingresar
a la Universidad traía conmigo la experiencia de las
ofertas engañosas y decepcionantes del mundo, y el
anhelo de encontrar una manera más satisfactoria de
vivir.
Me impresiono bastante en los primeros días la visita
de un universitario creyente que se presentó en mi
pieza con la oferta de orientarme en cuanto a los
tramites de la iniciación del año y con la invitación a
escuchar un sermón especialmente dirigido a los que
estaban comenzando los estudios en la universidad. No
fui a escuchar al predicador John Stott. Sin duda surgió
algún compromiso que juzgue de más importancia.
¡Que hábil es el adversario Satanás!
Todavía hoy estoy profundamente agradecido al
universitario que me mostro suficiente perseverancia
como para visitarme otra vez y averiguar mi reacción al
sermón. Se mostró algo decepcionado cuando le
explique que no había asistido, pero me dejo algunas
palabras que se me grabaron en la mente. Palabras
sencillas, pero palabras que Dios uso para darme un
sacudón. Fue un pensamiento de Stott: “Después de
terminar tu carrera universitaria vas a seguir por el
mismo camino toda tu vida. Si quieres un cambio de
rumbo, hay que buscarlo aquí y ahora” Estas palabras
representaban un análisis exacto de mi situación y sentí
el dedo divino, por decirlo así, en la llaga de mi
necesidad. Desde ese momento conscientemente me
lance en una búsqueda verdadera de la solución de mis
problemas.
Una semana más tarde estaba tomando te en el cuarto
del mismo universitario (y ahora sabía que pertenecía
al grupo bíblico universitario de Cambridge).
Charlamos mucho, pero lo que recuerdo mejor es su
manera de hablar de Cristo como de un amigo
personal, no como de una persona perdida en las
neblinas de la historia. Recuerdo también que había un
ambiente cargado de un sentido de la presencia de
Alguien. Había tal realidad y autenticidad en este
testimonio, que vi a las claras lo que me correspondía
así, en la intimidad de mi cuarto, me entregué a Cristo,
pidiendo perdón por mi pasado y poder para vivir más
de acuerdo con mis propios deseos y con las pautas de
la palabra.
Dos personas más ayudaron en esta experiencia inicial
de la gracia de Dios. Un miembro del grupo me presto
el libro Cristianismo Básico, que me aclaro las
enseñanzas del Evangelio y me ayudo a definir mi
relación con el Señor.
Dos personas más ayudaron en esta experiencia inicial
de la gracia de Dios. Un miembro del grupo me presto
el libro Cristianismo Básico, que me aclaro las
enseñanzas del Evangelio y me ayudo a definir mi
relación con el Señor. Un miembro de la religión
establecida me invito a un retiro de varios días al
terminar el primer trimestre, a fin de ordenar un poco
el conglomerado de experiencias nuevas adquiridas en
el ambiente universitario. Allí, en la tranquilidad de un
seminario teológico, Dios supo sanarme de una
conciencia demasiado cargada de un sentimiento de
culpa. Me confesé a un hermano de una fraternidad
religiosa- algo que nunca volví a hacer, pero que en ese
momento me ayudó muchísimo. El alivio fue tan
grande que parecía casi físico. Por primera vez, como
cristiano en El progreso del peregrino de Juan Bunyan,
pude enderezar la espalda y mirar a las personas cara a
cara. ¡La carga de la culpa había desaparecido
completamente de un día para otro! Por cierto, sabía
que Dios estaba actuando en mí.
Pero en su bondad el me dio una señal para fortalecer
mis pasos en el camino cristiano. No fue nada
espectacular, pero destaco para mí la nueva realidad de
estar personalmente en contacto con el . En el grupo
bíblico universitario estábamos estudiando la carta de
Santiago y las siguientes palabras hicieron impacto en
mí: “La religión pura y sin mancha delante de Dios el
Padre es esta: visitar a los huérfanos y a las viudas en
sus tribulaciones” (1:27)
Antes de partir de Cambridge de vuelta a mi hogar,
pedí a Dios en oración que, según el significado de este
versículo, el me diese una tarea practica durante las
vacaciones. En cuanto llegué a casa, recibí la visita de
una viuda conocida que andaba con problemas por un
accidente que le impidió sacar de paseo a su perro. En
seguida me di cuenta de que esta era la respuesta a mi
petición. Todavía recuerdo con cuanta alegría a la vez
que reverencia dije en oración: “Gracias, Señor”
Humberto Bullón: Del dicho al
hecho hay un terremoto.

Entrevista realizada por Samuel Escobar,


Certeza, número 41, 1970

El 31 de mayo un terremoto sacudió la sierra norte del


Perú, en Todo el Mundo se Movilizaron personas y
recursos para ayudar a las víctimas, esta es una historia
sencilla de amor fraterno, igualdad a otros miles que se
dieron en esos días.
El sábado 30 de mayo Humberto Bullón participaba
con una docena de estudiantes en un tranquilo estudio
en grupo del Circulo bíblico Universitario. El tema era
juan capítulo 13. “Jesús lava los pies de sus discípulos”.
El miércoles 3 de junio, cuatro días después Humberto
en la altura y frio de la serranía peruana lavaba los pies
de un campesino indígena a fin de que el medico
pudiera proceder con la gangrena. Se había cerrado el
ciclo entre la teoría y la práctica. “Ejemplo os he dado”
dijo Jesús. Un discípulo obedecía emocionado, 20
siglos después.
Humberto Bullón apenas bordeaba la veintena. Estudia
agronomía en la Universidad Agraria de la Molina,
cerca de Lima. Lo conocí hace varios años, pues fue mi
alumno en primero y segundo de primaria. Hoy con su
metro 75 de estatura y sus anchas espaldas tiene sin
embargo el mismo brillo en los ojos y la sonrisa fácil.
Es miembro de la iglesia del Nazareno y Secretario de
Organización del Circulo Bíblico Universitario de
Lima.
¿Cómo llegaste hasta la zona del desastre?
El lunes primero de junio por la mañana, habiendo
oído de los efectos del terremoto en Ancash, los
estudiantes de mi universidad se organizaron
espontáneamente en unas veinte brigadas, al frete de
una de las cuales me pusieron a mí por voto de mis
compañeros. Las autoridades accedieron a la
suspensión de clases y pedimos también que se nos
diese un curso relámpago de primeros auxilios, lo cual
hizo la Cruz Roja. Nos agenciamos frazadas, víveres,
agua y un medio de transporte: un camión que quiso
llevarnos. Era imposible en otra forma ya que la Cruz
Roja solo podía ofrecer los aviones disponibles a
quienes iban en misión oficial. A pocos kilómetros de
Lima ya encontramos la carretera seriamente afectada
y difícil. Pero to Terrible fue cuando llegamos a
Casma, 359 kilómetros al norte de Lima. La ciudad
estaba completamente destrozada. Parecía una ciudad
bombardeada. Bajamos del camión y dimos una mano
en esfuerzos que se hacían para restablecer la provisión
de electricidad. Todos los postes estaban por el sueldo.
También en Casma se terminaba la carretera
transitable.
¿Qué hicieron entonces?
En Casma ya había mucha gente ayudando, de modo
que empezamos a investigar la situación y uno mismo
de nuestro grupo sugirió que fuésemos a Quillo,
pueblo ubicado a 45 Kilómetros al este de Casma. En
dirección a la sierra, alrededor del cual había unos
veinte caseríos indígenas de campesinos. Así fue como
nuestra brigada empezó a marchar a las doce y media
del día dos de junio. Íbamos a ser una “punta de lanza”
abriendo la marcha hacia esa zona, ya que nadie todavía
la había emprendido. Provistos de nuestras mochilas,
un equipo mínimo de comestibles y agua y grandes
deseos de ayudar, caminamos ese día hasta las siete de
la noche y decidimos dormir en el caserío de Kunca, a
mitad de camino. A la mañana siguiente empezamos la
marcha a las siete y a eso de las catorce horas llegamos
a Quillo. Me imagino el cansancio de ese grupo de
limeños
No hubo tiempo de pensar en cansancio. En cuanto
llegamos la gente del pueblo nos avisó que en los
caseríos aledaños había muchos heridos, así que
inmediatamente nos dimos a la tarea de construir una
posta medica ahí en Quillo. En seguida organizamos a
la gente del pueblo que con nuestra presencia no
contábamos con médicos un enfermero de la Cruz
Roja se nos había sumado. Decidimos ir juntando los
heridos en Quillo y luego regresar en búsqueda de
ayuda. Uno de los primeros heridos que trajimos era
un hombre que tenía aplastada la región abdominal
inferior y que hacía dos días que no podía orinar.
Como era el caso de mayor urgencia decidimos que un
grupo lo llevara en una camilla improvisada en
dirección hacia Casma, en busca de médico. Dejé la
gente trabajando en Quillo y empecé la marcha con el
herido hacia Casma. Llevábamos ya varios Kilómetros
de camino cuando nos encontramos con un equipo de
cuatro personas que venía en dirección a Quillo.
Uno de ellos era médico y de inmediato le aplico una
sonda al herido. Había con él una enfermera y dos
personas más. Después me di cuenta que se trataba del
Dr., Davies, Sra., de Jones, Sr Aramayo y Sr. Speed,
todos ellos miembros del Comité de Ayuda Social
Evangélica (CASE), que había salido en la misma
dirección que nosotros, y que ahora Dios ponía
providencialmente en nuestro camino.
¿Crees realmente que el Señor te estaba dirigiendo?
Claro que sí. Al salir de lima tuve un momento de
vacilación. Estábamos organizando un retiro del
Circulo Bíblico Universitario con motivo de la llegada
de Samuel Escobar y Rene Padilla, y yo tenía los
arreglos a mi cargo. Al ser nombrado por mis
compañeros de curso vacile. Pero luego de orar
brevemente ya que urgía una decisión de mi parte pensé
que en ese momento el resto del CBU podía organizar
el retiro y mi presencia en el norte era un testimonio
también. Con esa seguridad actué y el encuentro con
los hermanos del Comité de Ayuda Social
Evangélica vino a confirmarme que el Señor está
ayudándome.
Posteriormente también lo vi en acción. Faltaba
alimentos en Quillo. En el camino encontramos un
grupo de estudiantes de la Universidad Católica que
tenían una gran provisión y no sabían cómo repartirla.
Como ya estábamos organizados en Quillo los dejaron
en nuestras manos. Asimismo, nos faltaba un intérprete
que hablase quechua. Como caído del cielo llego un
policía bilingüe.
¿En qué más consistió el testimonio?
Era hora de trabajar, no de hacer cultos. El Dr. Davies
trabajo casi sin parar durante una semana, lo mismo
que la enfermera, lo Sra. De Jones. Me que asombrado
también de ver al misionero Speed de la Unión
Evangélica que a sus años desplego una actividad física
increíble. Por las noches, sin embargo, hacíamos una
fogata para animarnos y animar al pueblo. En esa
oportunidad, conmovidos todos podíamos decir
algunas palabras sobre el Señor, que salían del corazón
y eran también escuchadas por corazones ávidos. La
noche en que nos despedimos para regresar a Lima, el
pueblo se congrego y agradecían emocionados y
llorando. EL Dr. Davies canto un himno cuyo mensaje
conmovió a todos igualmente.

¿Qué ha significado esta experiencia para ti?


En primer lugar, le doy gracias a Dios por haber
aprendido a servir y haber agradecido a servir y haber
hecho realidad lo que aquel sábado estudiamos en el
Evangelio de Juan. Cuando algunos compañeros se
desanimaban a mitad de camino y venia ese estado de
cansancio y depresión propio de tales situaciones en
quien no está acostumbrado el esfuerzo, Dios me dio
palabras precisas para animar a mi brigada mostrando
fibra que es necesaria para poner en practica ese amor
que tanto declamamos. Ha sido una gran satisfacción
estar entre los primeros que se lanzaron a pie para
ayudar a los peruanos que sufrían, y más aún hacerlo
como testimonio de mi fe en Cristo.
Carlos García: Cristo me
encontró en la universidad

Devoto católico y milítate socialista, oyó la voz de


cristo en el torbellino de la cuatricentenaria universidad
limeña, Revisita certeza número 40, 1970.

Efectivamente fue así, Cristo me encontró en la


Universidad, y no se trata de un simple título
llamativo, es un hecho que corresponde a la experiencia
más grande de mi vida, aunque los medios que Jesús
utilizo para hacerlo puedan parecer extraños. Y
después de quince años de habernos encontrado tengo
la seguridad suficiente para firmar que los caminos de
Dios son inescrutables y siempre nos llevan al
cumplimiento de sus sabios propósitos.
¡No puede ser! ¡No es posible!, si él ha sido siempre un
buen católico, miembro de la Hermandad de la Virgen
del Perpetuo Socorro, acolito, “¿cómo puede cambiar
tanto?”. Con estas palabras reacciono mi madre cuando
supo lo de mi conversión. En cambio, mi padre no le
dio mayor importancia, simplemente dijo: “ya se le
pasara, son cosas d estudiante”. Cuán lejos estaban
ellos de imaginar la realidad de mi profunda
experiencia con Jesucristo y todo lo que esto
significaba para mí. La verdad es que yo mismo no
alcanzaba a comprender la tremenda transcendencia
que mi fe en Cristo tendría para mi futuro, ni la forma
como iba a cambiar y dirigir mi vida por caminos
inesperados.
Habiendo nacido en un hogar católico, lógicamente
durante la niñez asistía fielmente al catecismo; gran
parte de la instrucción primaria la estudie en una
escuela cuyo propietario y director era sacerdote.
Siendo adolecente me confesaba y comulgaba el primer
domingo de cada mes; era parte de mi deber como
miembro de una cofradía o hermandad religiosa.
Durante los seis años de la instrucción secundaria
también recibí la enseñanza del curso de religión. Pero
vino la juventud con todas sus inversiones, muy
propias de quietudes, problemas, y mi errado concepto
de “gozar la vida”. Toda la formación religiosa que
había recibido no fue suficiente para darme una sólida
base moral y espiritual capaz de resistir esas presiones
muy típicas del medio y dela manera en que
desenvolvía mi vida, ni tampoco una perspectiva
correcta de la misma, así que toda mi actividad
religiosa se redujo a asistir regularmente a la misa.
Por razones económicas tuve que trabajar durante el
día y estudiar la secundaria durante las noches, sin
embargo, me las arreglaba para dedicarme a las
actividades políticas. Por aquella época mi mente y
lealtad fueron atraídas por ideas socialistas y participe
activamente en la juventud del Partido Socialista, uno
de cuyos fuertes bastiones era mi ciudad natal, Piura,
en el norte peruano.
Al terminar los estudios secundarios viaje a lima, la
capital de mi país, e ingrese a la Universidad Nacional
Mayor de San Marcos con el propósito de cursar
estudios en la Facultad de Derecho y Ciencias
Políticas. ¡Que nobleza ideal al comenzar los estudios
superiores! Pensaba en defender a los pobres y a los
débiles, luchar contra la injusticia y abogar por las
causas nobles. Hasta ahora recuerdo con que pasión
discutíamos los estudiantes sobre la inhumana
condición de los indios y la explotación de los
campesinos en nuestra patria. Aunque la verdad es que
muchos de los que hablábamos nunca habíamos vivido
ni compartido personalmente la miseria de ellos. ¡Puras
palabras! Pero habíamos sido impactados por las frases
de clise, comunes en esos tiempos.
A medida que pasaban los años en la Universidad mi
mente se fue enriqueciendo con nuevos conocimientos,
preparándome cada vez más para mi futura profesión.
Pero mi vida espiritual era vacía, no la cultivaba, estaba
atrofiándose. Algo semejante sucedió con los nobles
ideales con que empecé los estudios superiores. Ahora
era más practico- o algo parecido-, debido,
posiblemente, a la cercana perspectiva de culminar mis
estudios, el anhelo más grande de mi vida. Mis deseos
más inmediatos eran graduarme lo más pronto,
establecerme en un buen trabajo jurídico, ganar todo el
dinero posible, y sobre todo ganar fama y prestigio
profesional.
Era el mes de setiembre de 1955 y cursaba ya el quinto
año de universidad, cuando una compañera de estudios
me invito a unas reuniones de estudio bíblico. Después
de reiteradas invitaciones asistí a una der las citadas
reuniones en casa de una maestra entusiasta y dinámica:
Ruth Siemens, donde me encontré con un pequeño
grupo de alegres y amables universitarios.
Hasta hora recuerdo que en la primera reunión
tuvieron que ayudarme a localizar la cita bíblica ya que
yo no sabía cómo hacerlo. ¡Increíble! Educado
religiosamente desde mi primera infancia; luego la
primaria en escuela religiosa; posteriormente estudie
religión durante toda la segundaria, ¡casi veinte años
instruido en religión y sin embargo no conocía la
Biblia! En los estudios universitarios tampoco tuve
ocasión de tener contacto con las sagradas escrituras.
Recuerdo muy bien que la única referencia que escuche
acerca de Jesucristo fue hecha por un catedrático de
Historia Universal, mencionándolo justamente con
Buda, Confucio, Mahoma y otros fundadores de
religiones.
Es decir, una referencia tangencial, fría, sin convicción,
propia de un profesor marxista. Así que para mí este
primer contacto con la Biblia significo un gran
descubrimiento. Además, la atmosfera de
compañerismo y amistad del grupo contribuyeron a
reforzar mi naciente interés por los estudios bíblicos.
Uno de los estudiantes, también compañero de
estudios - cuyo nombre es más conocido por ser hoy
director de Certeza- me invito a las reuniones de su
iglesia, a lo cual accedí gustoso. Después de unas
semanas de asistir y escuchar la predicación de la biblia,
llegue a la convicción de que ese mensaje era un
llamado a la reconciliación con Dios. Lo acepte y me
entregue a él con toda fe de que era capaz entrando así
a una vida de comunión íntima con Jesucristo, a quien
acepte como mi Señor y Salvador.
Debo decir, en homenaje a la verdad que mi conversión
no estuvo acompañaba de hechos extraordinarios, ni el
cambio de mi vida fue instantáneo. Fue más bien algo
gradual, silencioso y persuasivo. Fue grande eso sí, la
batalla de los primeros días contra los hábitos, las
costumbres, el sistema de vida establecido. El señor en
su providencia tenía preparado algo especial que iba a
ayudarme de manera decisiva, afirmándome en la
incipiente fe a la cual acababa de nacer, En enero de
1956, la Peña Bíblica Universitaria de Buenos Aires,
Argentina, organizo un campamento internacional
para estudiantes en la ciudad de Córdoba y tuve el
privilegio de asistir con otros tres peruanos.
Las experiencias vividas durante aquellos días fueron
tremendas, tanto por la calidad de los estudios y la vida
devocional como por la amistad y el compañerismo
con estudiantes de otros países. Es decir, la influencia
que recibí resulto definitiva para mi vida y crecimiento
espiritual. Al regresar a mi patria me parecía que las
cosas, los hombres y la vida misma habían adquirido
una dimensión y un valor nuestro. No cabía duda. Dios
había comenzado su obra en mí, aunque yo no sabía
hasta donde iba a llevarme esta entrega, esta nueva
lealtad.
A mediados de ese mismo año fui bautizado y tuve el
privilegio de servir en diversas funciones en mi iglesia.
En tiempo de graduarme se aproximaba y ya hacia
planes para el futuro. En esos planes contaba ahora con
Dios a quien deseaba servir, lo mismo que a mis
semejantes, mediante la profesión legal. Pero había
otros planes para mí. A fines de 1957, cuando ya
terminaba mis estudios, durante unas reuniones
juveniles. Dios puso ante mí la terrible necesidad moral
y espiritual que tienen millones de personas en mi
propio país y en todo el mundo: viven sin Dios, sin
esperanza, sin conocer y gozar la nueva y abundante
vida que yo había encontrado. Esta necesidad vino a
ser como un enorme peso sobre mi conciencia. Dios
me estaba llamando para un servicio especial, tenía que
dedicarme por entero a la proclamación de las Buenas
Nuevas.
Durante varios meses estuve tratando de resistir a ese
llamado. Pensaba demasiado en mí mismo: el brillo del
título universitario que estaba por conseguir, los años
de esfuerzo y sacrificio que había costado, el atractivo
económico de la profesión. Ello contribuía a que no
me fuera fácil dejar todo por un futuro que yo veía
incierto. Pensaba en medio de mis dudas en que
muchos otros podrían dedicarse a la predicación y yo
sería más útil en la actividad secular. Pero el llamado
era urgente y era para mí. Finalmente, en un
campamento, en julio de 1958, deje de poner
obstáculos y renunciando a cuanto no había querido
dejar, entregue mi vida a la causa del Señor,
poniéndome en sus manos con las palabras del profeta
Isaías: “heme aquí, Señor, envíame a mi”
Para defender la justicia y la ley de los hombres me
había preparado durante siete largos años. Ahora ´para
predicar el Evangelio de la rendición y servir mejor a
Jesucristo necesitaba también una buena preparación,
por lo cual era necesario cursar algunos estudios
teológicos.
En dos escasos meses tuve que llevar a cabo la
sustentación de mi tesis para graduarme, los trámites
para casarme y las gestiones para salir del país. Gracias
a Dios la señorita con quien estaba de novio era de mi
misma iglesia y compartía los mismos anhelos de servir
a Cristo, Dos semanas después de habernos casado
salimos de viaje hacia la ciudad de Cali, Colombia, e
ingresamos como alumnos del Seminario Teológico
Bautista Internacional.
Después de graduarme como licenciado en Teología,
regrese a mi país en 1962 y aquí actualmente sirvo
como pastor de una iglesia de la capital peruana. Tengo
también tareas docentes en la universidad y procuro
apoyar la labor de los Círculos Bíblicos Universitarios,
pues creo firmemente que es necesario presentar el
mensaje de Cristo a los estudiantes y profesionales de
mi país.
Mucho ha hecho el Señor con aquel joven estudiante
que en los patios de la vieja universidad limeña fue
invitado a un estudio bíblico. ¡Y pensar que muchas
veces nos falta valor para hablar de Jesucristo y visión
para mirar a los demás no como lo que son sino como
lo que pueden llegar a ser en las manos de Dios! Doy
gracias a Dios por la compañera que me invito a los
estudios bíblicos, por el grupo de estudiantes con
quienes tuve mi primer contacto, por el amigo que me
llevo a su iglesia, por los que hicieron posible mi
asistencia al campamento argentino. Por todos los que
en una u otra forma Dios uso para hacerme llegar
donde estoy ahora.
Así fue como Cristo me encontró en la Universidad. Y
creo que no existe privilegio más grande que ser un
colaborador en la gloriosa tarea que Jesucristo mismo
vino a comenzar: reconciliar a los hombres con Dios,
Al participar en esta labor mi vida tiene dimensiones
eternas, Percibo que cuanto más me entrego a él y a mis
semejantes, más recibo de Él y de los demás y así mi
vida se enriquece cada día. Mi anhelo supremo es llegar
a experimentar y decir lo que el Apóstol Pablo.” Por
eso ya no soy yo el que vive; es Cristo el que vive en
mí. La vida que yo vivo en el cuerpo, la vivo por medio
de mi fe en el hijo de Dios que me amo y se entregó a
la muerte por mi”

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