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Antecedentes de la investigación

Alcaraz (2011) lo identifica como una persona capaz de revelar oportunidades y


poseedor de habilidades necesarias para elaborar y desarrollar un nuevo concepto de
negocio; esto es, tiene la virtud de detectar y manejar problemas y oportunidades
mediante el aprovechamiento de capacidades y de los recursos a su alcance, gracias a su
autoconfianza.
En definitiva, se sustenta que el espíritu emprendedor es evidentemente una actitud
personal. A la vez, que es una conducta que se motiva y estimula desde determinadas
variables sociales. En consecuencia, hay elementos contextuales cuyo análisis resulta de
gran utilidad a la hora tanto de predecir, como de explicar comportamientos
innovadores dentro de la empresa.
En los factores del entorno que una vez identificados y convenientemente estimulados
pueden ser provechosos en la incentivación del emprendedor y del autoempleo. Si a
todo esto le unimos el hecho de que existe una conexión entre las características de las
empresas y lo que influye en la opción de emprender, el círculo se cierra en una
perspectiva muy interesante para la investigación y la acción social.
Sin embargo, en los factores sociales y perfil emprendedor entendemos que hay ciertos
aspectos sociales que explican una firme predisposición a emprender, y que pueden
motivar una conducta emprendedora. Es decir, partimos del convencimiento de que en
una actitud emprendedora es el resultado de factores sociales y personales, más aún, que
las características de cada empresa enlazan directamente con un determinado perfil
emprendedor.
Hay estudios sobre el emprendedor que enfatizan determinados rasgos de su conducta,
tales como la capacidad para asumir riesgos y responsabilidades (Carsrud. Olm, y Eddy,
1986; Shapero, 1975), la tendencia a presentar actitudes proclives a la innovación
(Schumpeter. 19421o la actitud creativa (Renau. 1994). Rasgos que marcan la diferencia
entre éste y el empresario.

El rol de emprendedores de negocios implica identificar una oportunidad de negocio,


muestra una iniciativa, creatividad y flexibilidad, son independientes y afrontan riesgos
(Thompson, J., 1999).
Según muchas investigaciones a lo largo de los años se dice que existen muchos tipos
de emprendedores, pero hay algunas características que los ayuda a conseguir el éxito,
entre ellas tenemos, independencia, iniciativa, innovación, pasión y resistencia.
El McClelland (1961) encontró que una de las principales características que debe tener
el emprendedor es la “alta necesidad de logro” Otros investigadores afirman que para
describir al emprendedor se deben tener en cuenta no sólo los atributos personales, sino
también los aspectos motivacionales (Raposo, Paco & Ferreira, 2008).
López, Santos y Bueno (2004) realizaron una investigación con 80 emprendedores
españoles donde concluyeron que los rasgos que mas identifican a un emprendedor de
negocios son: perseverancia, compromiso, liderazgo, tolerancia a cambios, necesidad y
reconocimiento de logro, percepción de beneficio económico, capacidad de análisis del
ambiente, responsabilidad personal.
En conclusión, según las investigaciones deducimos que emprender un negocio,
requiere mucha resiliencia, adaptabilidad, organización y productividad.

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