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Propuesta para gamificar en aula.

El samaritano del dron.


Resumen:
Durante la catástrofe de La Palma, un vecino usaba su dron para informar a los vecinos de
cómo estaban sus casas. La Guardia Civil se lo decomisa y multa. Los ciudadanos protestan.

Propuesta:
Análisis legal y ético del caso, en grupo. El portavoz expone y defiende ante otros grupos.

Enlaces:
https://www.elmundo.es/papel/historias/2021/09/24/614cc5befc6c833d258b45a6.html

https://elpais.com/tecnologia/2021-09-24/rebelion-vecinal-en-la-palma-en-defensa-del-dron-
de-antonio-eran-nuestros-ojos.html

Textos:
El Mundo:
VOLCÁN EN LA PALMA

El samaritano del dron de La Palma: "Me dicen 'por favor, saca la casa de mi abuela'"

El agricultor Antonio Carrillo graba vídeos aéreos de las viviendas frente al avance de la lava
con los que intenta reconfortar a sus vecinos. "Es mi forma de echar una mano en la
desgracia", comenta el documentalista aficionado

Cuando reventó el Cumbre Vieja, Antonio Carrillo estaba con su hija en casa viendo dibujos
animados en YouTube. Esa noche, era él mismo quien subía contenido a la plataforma. «Me
acababan de regalar un dron por mi 40 cumpleaños. Explotó el volcán y me dio por grabarlo»,
cuenta Carrillo, que vive a tres kilómetros de la zona cero de El Paraíso. «Compartí los vídeos
con amigos para que los vieran, pero más gente los vio y me empezó a llamar. Me pedían: por
favor, enfoca la casa de mi abuela, saca la casa de mis padres... Pensé que era mi manera de
echar una mano en la desgracia».

Desde entonces, Carrillo, encargado de varias plantaciones de plátano en La Palma, se ha


convertido en el samaritano del dron, en el único habitante de la isla capaz de ofrecer a los
vecinos evacuados por la erupción alguna pista sobre el estado de sus viviendas y otras
propiedades mientras el acceso a los municipios más afectados se encuentra cortado.

Su canal en YouTube roza las 100.000 visualizaciones desde el pasado domingo. La casi
veintena de grabaciones aéreas alojadas representa la última esperanza para muchos. «Me
han llamado de Francia, de Alemania... Hay personas que no saben si su casa sigue en pie o no.
La gente aquí construye al lado de los padres, de los hermanos, de los primos, así que hay
familias enteras que se han quedado sin nada», señala el documentalista que jamás se planteó
serlo.
¿Y qué se ve desde las alturas? «Que donde antes había campo y casas ahora hay una mancha
negra que lo engulle todo y que avanza y avanza. Cuando enfocas hacia lo que queda por
destruir se te parte el corazón...», confiesa quien aprendió solo a manejar su DJI Mini 2,
valorado en 500 euros y que llegó a sus manos por su afición a correr por el monte.

Carrillo saca cada día un poco de tiempo de sus quehaceres agrícolas para grabar dos o tres
vídeos. Atiende a las peticiones que le van llegando y traza un itinerario para confirmar los
peores presagios o proporcionar alivio a la población desalojada. Algo que a veces, y dado el
estado cambiante de la situación, sólo consigue en primera instancia. «A uno que tenía la casa
en buen estado le escribí y le dije: 'Tu casa parece que se va a salvar'. Al día siguiente volví a
volar y ya no había casa. Estaba bajo 30 metros de lava».

Las imágenes de Carrillo son duras y no están sonorizadas. En ellas se percibe la catástrofe a
palo seco, sin más adornos que los mínimos ajustes del ángulo de la cámara. «Los medios sólo
enfocan o a la boca del volcán o a una tragedia, pero no hacen un plano cenital del avance de
la lava», comenta sin querer corregir la plana a nadie. De hecho, no ha puesto ningún
problema a que cadenas de televisión como La Sexta usen sus imágenes.

La vocación de servicio público de Carrillo le ha hecho acreedor de innumerables muestras de


agradecimiento, aunque su labor se vio interrumpida a primera hora de la mañana del jueves.
La Policía procedió a la confiscación del dron. «Me han dicho que no podía volarlo porque
había restricciones debido a la visita de los Reyes. No me había enterado. Me acaban de llamar
de un puesto avanzado que hay en la zona de El Paso para que lo recoja con la
correspondiente sanción», apuntaba a última hora de la tarde.

Ni siquiera la posibilidad de una denuncia le haría dejar de grabar, admite. «Por ayudar me he
metido en un problema. Me da igual, lo voy a seguir haciendo». En su canal algún seguidor se
ofrecía a financiarle vía Bizum o PayPal. O, directamente, a comprar otro dron. «Yo no quiero
nada», rechazaba la propuesta. «Si alguien quiere hacer un ingreso, que lo haga en alguna
cuenta creada para la gente que lo ha perdido todo».

El País:
Rebelión vecinal en La Palma en defensa del dron de Antonio: “Eran nuestros ojos”

La Guardia Civil prohíbe a un agricultor de la isla seguir volando el aparato con el que informa a
los damnificados por el volcán si sus casas seguían en pie

Antonio Carrillo recibió el pasado 21 de agosto por su 40 cumpleaños un regalo muy especial:
un pequeño dron de apenas 249 gramos dotado de una cámara de 12 megapíxeles. Entonces
este agricultor palmero, que gestiona varias fincas de su familia en Tazacorte y El Remo, a
pocos kilómetros de la zona donde ha estallado el volcán, no tenía mucha idea de cómo pilotar
estos aparatos. Y asegura que sigue sin saber demasiado. “Apenas sé volarlo”, admite mientras
espera la llegada de los Reyes de España en una plaza en el barrio de La Laguna, en el
municipio Los Llanos de Aridane.

Sin embargo, apenas un mes después su DJI Mini2 le ha convertido en un pequeño héroe para
muchos de sus vecinos y en un referente fuera de ella por quienes buscan imágenes sobre la
erupción del volcán Cabeza de Vaca. Primero a Carrillo se le ocurrió hacer volar el aparato
sobre las zonas afectadas. Luego, un amigo le sugirió que lo pusiera en Youtube. “Y eso se
convirtió en innumerables peticiones de vecinos que me pedían que volase encima de su casa,
que mirase a qué distancia está de sus fincas… Gente de La Palma, pero también de La
Gomera, Alemania y hasta de Francia”. En pocos días su dron se había convertido en una
herramienta indispensable para cientos de personas que, desalojadas de sus viviendas, querían
saber cómo se encontraban sus propiedades. De 95 seguidores su cuenta en la plataforma de
vídeos pasó a 1.500.

Hasta este jueves. “Estaba volando el dron y, de repente, me tocaron detrás de la espalda”. Era
la Guardia Civil, que le conminaba a bajar inmediatamente el aparato. “Les expliqué que esto
lo hacía por ayudar a la gente desesperada que está viviendo un infierno”. Pero no hubo caso.
Carrillo hizo aterrizar el aparato. Los agentes lo confiscaron y le tomaron los datos. “Me dijeron
que si la gente quiere información, que acudiesen a los cauces oficiales”. El cuerpo armado le
devolvió el dispositivo en pocas horas, pero le impusieron una multa de 90 euros con la
advertencia de que no lo volviese a hacer volar en la zona. Él se lo está pensando. “Tengo el
miedo en el cuerpo”.

A medida se difundía la noticia de la confiscación del dron, las redes se llenaron con decenas
de mensajes de protesta y solidaridad con Carrillo. Varias de ellas coincidían casi literalmente
en el mismo mensaje: su dron “eran nuestros ojos”. En un tuit dirigido a la Guardia Civil,
Joantxo Llantada (@joantxo), aseguraba: “Entiendan que los vecinos de Todoque necesitamos
saber como avanza la lava y el estado de nuestras propiedades. Nadie lo está haciendo, solo él.
Devuelvan el dron a Antonio Carrillo. Por solidaridad y empatía”. En la misma red se expresaba
así Teresa Serrano (@SanquinTeresa ): “Devuélvanle el dron decomisado a Antonio Carrillo! Se
lo habéis quitado y es el único que nos ofrece imágenes del avance de la lava hacia nuestras
casas! Nuestra preocupación va en aumento”. “Esto es un despropósito. El dron de Antonio
eran los ojos de estos vecinos, alivio y esperanza en su sinvivir, y la policía se lo ha quitado”,
decía Zoza Novo (@acrapoesia).

El mismo tono tienen las decenas de mensajes que los seguidores de Carrillo han publicado en
su cuenta de Youtube. “ANTONIO, mantennos informados y entre todos haremos mucha
presión. Inestimable labor, hay páginas especializadas que han usado tus imágenes para ver,
predecir y esquematizar las coladas amen de la gente afectada para ver que ocurre con sus
viviendas. Te comprendo muy bien el cabreo pues yo fui el primero que voló con un dron en
esta isla cuando no existía tanta legislación”, aseguraba uno de los mensajes, firmado por
Armando Rodríguez Frías. Además de su utilidad para los vecinos, Carrillo cedió sus imágenes a
varios de medios de forma gratuita, entre ellos a EL PAÍS, según confirma el subdirector de
vídeo de este periódico, Carlos de Vega.

Carrillo apenas sabe nada de esta rebelión vecinal en favor de su causa, porque no tiene redes
sociales. “Yo no quiero protagonismo ni nada, toda mi intención era la de ayudar a la gente
que lo está pasando mal”. La ley en todo caso, no le ampara. Enaire, la entidad pública
empresarial gestora de la navegación aérea en España, ha declarado zona de exclusión toda el
área afectada por el volcán, según ha explicado a EL PAÍS un agente del Equipo de Seguridad y
Protección Aérea de la Policía Nacional. En condiciones normales, cualquier usuario podría
hacer volar un aparato dotado de cámara que pese menos de 250 gramos. Pero para ello
habría que registrarlo obligatoriamente ante la Agencia Estatal de Seguridad Aérea (AESA).
Además, hay que tener en cuenta que La Palma es Reserva de la Biosfera y para sobrevolar
zonas protegidas por su flora o fauna habría que solicitar permiso al Cabildo de la isla.

Joantxo Llantada, experto en marketing digital, valenciano de madre palmera, se encontraba


en la isla visitando a sus padres cuando estalló el volcán y fueron desalojados de su casa en
Todoque, uno de los barrios más golpeados. Por teléfono, explica a EL PAÍS la importancia del
trabajo de Carrillo: “Este chaval se ha pegado una currada brutal. Los medios informan hacia
fuera, pero Carrillo informa a los afectados. Los vecinos le comentamos por correo electrónico
qué zonas nos interesaba que sobrevolara y él diseñó los recorridos para que tuviéramos
controladas nuestras propiedades”. Llantada ha impulsado una colecta para pagar a Carrillo
otro dron y reclama que, si no puede ser él, sean las autoridades quienes realicen esa labor.
“Trabajo en la administración y sé lo que son las normas, pero esto son dramas humanos muy
reales. Y si en este mundo 2.0 existe esta tecnología tan accesible para reducir la ansiedad de
la gente, debe utilizarse”, concluye.

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