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GUÍA DEL OPOSITOR

NECESITAS QUE ALGUIEN TE ORIENTE


Con las oposiciones hay que enfrentarse a una cultura de estudio específica. Aún cuando la
formación académica del aspirante sea muy buena, la transición entre alumno y opositor es un
proceso complejo. Lo más difícil es aprender a aplicar la teoría en forma práctica. Esto lo van a
pedir el día del examen, porque no olvidemos que en las oposiciones de Administrativo de la
Junta hay un segundo ejercicio de carácter práctico. Hay que aprender también a analizar a
fondo los resultados de los test y de los exámenes prácticos que se realicen, reconocer las
fortalezas y debilidades, y de esta manera decidir qué y cómo mejorar.

El primer desafío en la preparación de las oposiciones es construir un ambiente personal de


comunicación que permita abordar los contenidos de manera motivadora y fluida. El opositor
debería actuar colaborativamente, buscando apoyo y ayuda en el preparador y en sus
compañeros. El diálogo posibilitará el planteamiento de dudas y el debate; y esto facilitará la
individualización de la enseñanza, adecuándola a las necesidades de cada persona.

Se tratará de ofrecer herramientas para organizar el estudio y aprender a optimizar el tiempo.


Por lo general, cuando se planifica se es demasiado extenso y el día a día hace que el opositor
"se pierda" un poco. Hay que plantearse objetivos para cada semana, reflexionando sobre lo que
realmente se quiere conseguir, analizar errores (como fuente para aprender) y abordar
propuestas alternativas de acción para lograr un buen aprendizaje.

¿CÓMO EMPEZAR A PREPARAR LA OPOSICIÓN?


En el estudio de la oposición se deberían seguir las siguientes pautas:

1.- Lectura de la Guía del Opositor (este documento).

2.- Planificación mensual, con detalle suficiente por semanas.

3.- Estudio del tema teniendo en cuenta las orientaciones incluidas en esta Guía y los
consejos del preparador. En esta tarea es fundamental el uso de las preguntas que se han

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realizado en exámenes oficiales de años anteriores. Junto a cada tema, dispondrás de
esas preguntas resueltas y con referencia a la legislación utilizada. Esto te servirá de
orientación inicial para planificar el estudio del tema que se trate.

4.- Práctica de lo aprendido: Utiliza los ejercicios de autoevaluación tipo test que se
facilitarán. Sirven para comprobar el grado de conocimientos alcanzado respecto a un tema
o a un bloque de materias.

5.- Dudas: Pregunta lo que necesites.

6.- Repaso de lo estudiado: por temas y por bloques de temas, según planificación del
preparador.

¿Lo tienes más claro ya? Empieza por el paso número 1 de la lista anterior, esto es, sigue
leyendo esta Guía.

ORIENTACIONES PARA EL ESTUDIO


Los alumnos que tienen éxito en las oposiciones son siempre los más constantes en el
estudio. No son necesariamente los más inteligentes o los que tienen mucha memoria. Se trata
fundamentalmente de una cuestión de esfuerzo personal. Aprobarán los que tengan fuerza de
voluntad y entusiasmo diario. Los que realicen un trabajo constante sin desanimarse. Si
aguantas con buen ánimo el ritmo de preparación de las oposiciones, las aprobarás; pero hay que
estudiar con dedicación y esfuerzo diario. La idea central es que, si te lo propones de verdad,
pero “de verdad”, el éxito en la oposición estará cerca.

Hay dos reglas principales:


- Ser constante.
- Contar con un buen material de estudio, trabajado.

Cada alumno tiene que confiar en sus potencialidades, sacándole el máximo partido a sus
virtudes y tratando de minimizar sus defectos. Y todo esto centrándose en las dos pruebas que
tiene que superar. No se trata de obtener una preparación general aceptable sino una excelente
preparación especializada para el examen concreto que tienes que superar.

Prepararse para trabajar como funcionario no es lo mismo que estudiar para aprobar los
exámenes de una asignatura durante la ESO, el Bachillerato o la carrera universitaria. Allí basta
con sacar un suficiente. En la oposición hay que competir con muchos otros candidatos para

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conseguir una de las plazas que te darán acceso a la Administración pública. Como las plazas
son limitadas, y los aspirantes muchos, solo podrán conseguirlas aquellos que tengan las
mejores calificaciones. No basta con aprobar, hay que sacar más nota que los demás.

Con este objetivo en mente, te sugerimos los siguientes consejos:

1.- ¿El primer monstruo que tienes que vencer? … tú mismo.


Tienes que derrotar al desánimo. Tienes que tener confianza en ti mismo. Tienes que estar
motivado y tener los objetivos que quieres conseguir bien claros. Tienes que saber qué meta
quieres lograr y ser constante si quieres llegar a esa meta:

- Motivación y objetivo claro: ¡Quiero empezar a trabajar en la Administración como


funcionario de carrera y asegurar así mi futuro! Esto que tienes claro cuando empiezas a
estudiar, no se te puede olvidar y tendrás que recordarlo a diario si quieres tener una
motivación alta que te ayude con el enorme esfuerzo que supone estudiar una oposición.

- Constancia: el ritmo de esfuerzo de estudio tiene que ser constante. Este es el obstáculo
más difícil que tendrás que superar. La preparación requiere mucho tiempo; son meses y
meses estudiando. No te van a regalar nada. La plaza la tienes que ganar con tu esfuerzo
personal, y ese esfuerzo es aconsejable que sea diario. No es conveniente estudiar
mucho en algunos momentos para dejarlo en otros, porque de esa forma te costará más
trabajo habituarte al estudio y en poco tiempo te darás por vencido.

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2.- Lee las bases de la convocatoria de oposiciones.
Es muy importante leer detenidamente las bases de la última convocatoria. En otro documento
podrás ver esas bases, que facilitarán tu comprensión sobre cómo es el sistema de oposiciones
que sigue la Junta de Andalucía para seleccionar a los funcionarios. Si tienes alguna duda,
pregunta al preparador todo lo que necesites.

3.- Tienes que organizar tu tiempo.


Sí, tienes que organizarte, así que debes pensar en lo siguiente:

- ¿Cuánto tiempo vas a dedicar al estudio? Si pudieras estudiar a diario sería


estupendo pero si no puedes hacerlo tienes que tener programados tus días y tus horas
de estudio; y procurando que sean siempre los mismos, respetando al máximo esta
premisa. Ya hemos dicho que esto es una tarea de constancia. Tus posibles obligaciones
laborales no tienen por qué significar un obstáculo para estudiar, todo lo contrario;
incluso podríamos decir que quien compatibiliza la preparación de las oposiciones con
un trabajo se organiza mejor sus horarios de estudio.

- ¿Qué momento del día es el más apropiado para estudiar? Dependerá mucho de tus
circunstancias personales, laborales y familiares. Planifícalas en la medida de tus
posibilidades y de tus obligaciones. Tienes que encontrar “tu momento”, y respetar ese
tiempo de estudio como algo sagrado.

- La importancia de la flexibilidad: Tu plan de estudio tiene que ser flexible,


incluyendo entonces una “reserva de tiempo” para los imprevistos. Si no puedes
estudiar cuando lo tenías planificado tienes que compensar esa “pérdida de tiempo” con
el estudio en otro momento. Se trata de un compromiso personal.

- Una planificación real. Para ayudarte a planificar cuánto y cómo estudiar, el


preparador te irá dando sugerencias. De esta manera, estarás seguro de avanzar a un
ritmo constante y creciente, que te garantizará una buena preparación para superar con
éxito la oposición.

4.- ¿Cómo tengo que estudiar?


A estudiar para un examen tipo test se aprende haciendo muchos test. Te propongo que sigas las
siguientes técnicas:

a) Hay que tener las "claves del tema". Hay que estar atento a la información que te
dará el preparador acerca del tema que tienes que estudiar. El análisis de las preguntas
que se han hecho en otras convocatorias y los consejos del preparador, te servirán para
ver las partes importantes del tema que se trate.

b) Hay que leer. No puedes tener prisa para hacer la primera lectura porque ésta debe
servirte para tener una idea general del tema, esto es, de qué va, a qué bloque pertenece,
qué apartados tiene, cuáles son los puntos más importantes, etc.

A continuación tienes que realizar otro tipo de lectura, la denominada “lectura


comprensiva”, que te va a permitir analizar, dentro ya de cada apartado del tema, el
concepto principal, los subordinados, las características de lo que hay que estudiar, los
elementos importantes, los que no lo son tanto, etc.

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c) Subrayado y esquemas. Una vez que ya tienes una visión clara de lo que hay en el
apartado correspondiente, tienes que pasar al subrayado y a realizar pequeños esquemas
o resúmenes que te ayudarán a dominar el contenido. Trabajar a fondo el contenido del
tema, extrayendo los datos precisos.

No puedes olvidar que si las peguntas de los exámenes son tipo test, tienes que aprender
a estudiar tipo test. ¿Cómo se hace? Tú mismo lo vas a averiguar en cuanto empieces a
hacer test. Los primeros suelen ser, por regla general, un completo fracaso, pero no te
desanimes.

Durante la ESO, el bachillerato o la carrera universitaria apenas se hacen exámenes tipo


test. Te han enseñado a estudiar aprendiéndote un “rollo largo”, y esto ya no te vale en
estas oposiciones. Tienes que cambiar de técnica. Ahora tienes que memorizar detalles.
¿Cuáles?. Conforme vayas haciendo test lo averiguarás. Los test que recibirás están
pensados para que no pases por alto las cuestiones imprescindibles de estudio en cada
apartado del tema correspondiente.

El subrayado, los esquemas, los resúmenes, son elementos imprescindibles para estudiar
exámenes “tipo test”. No puedes aprobar unas oposiciones si no “trabajas” el contenido
de los largos temas, haciendo tus resúmenes o tus esquemas. Toma notas en el margen
del texto, subraya en varios colores, etc.

d) Estúdiate TU “precioso material”: Aprende bien los detalles de tu resumen o


esquema. Hazte preguntas del tipo: “¿Cómo me podrían preguntar esto el día del
examen?” “¿Serán preguntas teóricas o más bien prácticas las que podrían hacerme
sobre este tema?”

Otra cosa importante, la terminología administrativa tienes que dominarla bien: ¿has
entendido todas las palabras del resumen?, ¿no?, pregunta entonces al preparador.

5.- El repaso de los temas ya estudiados.


Es muy normal que a medida que vas estudiando el temario, se vayan olvidando los temas que
hace tiempo que no ves. Pero tranquilo, que no se habrán olvidado tanto como tú crees. Ya
verás como recuerdas muchas cosas que creías olvidadas si repasas esos antiguos temas. Se trata
de avanzar y avanzar, pero llevando en la mochila los conocimientos adquiridos. Es muy
importante ir repasando. Para ayudarte en el repaso de temas, se planificarán tareas de repaso, y
tendrás a tu disposición exámenes organizados por bloques de repaso, en los que tendrás
ocasión de evaluar tu grado de conocimiento de los temas ya estudiados.

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6.- Los exámenes tipo test.
Lo primero que tienes que tener claro es el tipo de examen a superar. Los exámenes tipo test,
que a priori podríamos considerar más sencillos que los exámenes de desarrollo de un tema,
realmente exigen un dominio mayor del temario de la oposición. Sin el conocimiento profundo
de la materia a estudiar no te resultará posible discriminar la respuesta correcta.

En el examen oficial, normalmente te encontrarás con algunas preguntas de nivel medio,


fácilmente acertadas por cualquier persona que se haya preparado mínimamente el temario.
También habrá preguntas difíciles, que exigirán estar preparado a fondo para poder dar con la
solución correcta. Son esas preguntas difíciles las que decidirán quienes aprueban la oposición y
quiénes no.

Un consejo: los ejercicios de autoevaluación tipo test que vayas haciendo durante toda la
preparación, deberías realizarlos como si estuvieras haciendo el examen oficial. Tómatelos en
serio, controla el tiempo que tardas en hacerlos, y procede tal y como se indica más abajo,
donde se describe qué hacer el día del examen.

Cuando hayas finalizado un test, comprueba entonces (no antes) las soluciones que se dan como
correctas. Asegúrate de entenderlas, y si tienes alguna duda, consúltala. Te aconsejo que anotes
“tus" soluciones al test en una libreta, con objeto de poder corregir y anotar allí los fallos, dudas
y aclaraciones que necesitarás recordar en el futuro.

Es fundamental que consultes como va tu progreso en el estudio. Para ello deberías comprobar
cuáles son los test que ya has realizado sobre un tema concreto, teniendo en cuenta la
retroalimentación, es decir, debes comprobar los aciertos y los errores, las aclaraciones que
hayas anotado en algunas preguntas, por qué te has equivocado, si has aclarado las dudas, etc.

Revisar los test ya corregidos y superados tiene que servirte de motivación y refuerzo (si la
evolución en el estudio es satisfactoria) o para “un tirón de orejas” (en caso negativo). Lo
importante de un test no es exclusivamente el resultado, sino que, tienes que darte cuenta que es
una herramienta de aprendizaje.

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7.- Consejos para realizar exámenes tipo test.
Contestar primero las preguntas que sabes con total seguridad que están bien. Una
vez contestadas es importante no volver sobre ellas. A veces, nos ponemos a darle
vueltas y ya no sabemos ni qué se está preguntando y, por lo general, si decidimos
cambiarlas acabamos contestando mal. Si has puesto como correcta una respuesta de
un modo claro en un primer vistazo, debes confiar en tus conocimientos.

El tiempo corre en tu contra, por lo que es importante no pararte demasiado en


preguntas que tienes muy claras, y más importante aún: NO VOLVER A
REVISARLAS.

En las preguntas dudosas, utilizaremos la técnica del descarte: debemos descartar


las respuestas que seguro que son incorrectas. Ahora llega el momento de poner en
práctica los siguientes consejos:

• Descarta las respuestas que gramaticalmente no encajan con la pregunta.

• Descarta las opciones que son totalmente desconocidas. Si has estudiado, es


muy raro que haya una respuesta que no te suene de nada.

• Fíjate muy bien en las preguntas negativas: te obligan a pensar al contrario


y seleccionar como correcta una frase que es incorrecta.

• Ten cuidado con los dobles negativos porque un doble negativo puede crear
el equivalente a una declaración positiva.

• Cuando nos preguntan sobre una cifra, descarta la más alta y la más
baja. Se ha demostrado que la persona que elabora la pregunta suele dar una
cifra más alta y más baja que la correcta.

• En las respuestas, si hay dos opciones opuestas entre sí, es probable que
una de ellas sea la correcta. Quédate con esas dos y descarta las demás.

• Si una respuesta engloba al resto (“Todas las respuestas son correctas”, o


“Ninguna es correcta”, etc) posiblemente esa sea la correcta.

• Decántate por las opciones más largas: Para la persona que confecciona la
pregunta es más difícil elaborar una respuesta falsa que una verdadera. De este
modo, si entre todas las opciones posibles hay alguna que es más larga o con
más detalles o ejemplos, esa opción suele ser la verdadera.

• Los términos tajantes como “siempre”, “nunca”, “todo”, “nada”,


“completamente” o “exclusivamente” se suelen colocar en una pregunta con
la intención de despistar. Generalmente suelen estar presentes en la
alternativa de respuesta falsa. Sin embargo, cuando se introducen términos
como “generalmente”, “apenas”, “poco”, “a veces” o “solamente” es mucho
más probable que la respuesta que los contiene sea cierta.

El enunciado de una pregunta te puede dar la respuesta de otra, por ello debes estar muy
atento a esto y leer bien todas las preguntas.

También has de tener en cuenta que, en ocasiones, la primera respuesta es un señuelo


para que la des por buena y no sigas leyendo. Es importante leer todas las respuestas.

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Recuerda que tienes las preguntas de los exámenes de otros años. Es muy
conveniente revisar esas preguntas "históricas" porque muchas veces coinciden y se
repiten un año tras otro.

8.- El día del examen.

Aprobar una oposición no depende solamente del estudio; es importante la “puesta en escena”.
Organízate bien para que el día del examen vaya todo sobre ruedas. Te ofrezco algunos consejos
para conseguirlo:

- El trayecto. Procura llegar con tiempo más que suficiente; piensa en posibles atascos,
averías del vehículo o problemas de aparcamiento. Si llegas tarde (una vez que haya
finalizado el llamamiento de opositores en la puerta del aula) es posible que no te
permitan entrar al examen.

- Entrada y teléfono móvil. Para entrar en el aula los opositores deberán presentar el
DNI, el carnet de conducir o el pasaporte. En su defecto podrán presentar resguardo de
sustracción o pérdida del DNI (certificado por la Policía Nacional) o denuncia del DNI
realizada ante la Policía Nacional en las 24 horas anteriores a la realización del examen.
Ningún otro documento tendrá validez para acceder al aula de examen.

El teléfono móvil está absolutamente prohibido en el aula. Si lo guardas en un bolsillo o


bolso te pedirán que te asegures que está apagado. Si llegara a emitir cualquier tipo de
sonido te expulsarán del aula de examen. Si se desea, el móvil se puede entregar al
personal de vigilancia, que lo guardará en un sobre cerrado con tu nombre y que te
devolverán a la salida del aula.

- Bolígrafos. Los opositores deberán ir provistos de bolígrafo azul o negro. Llévate uno
de repuesto por si te falla.

- Hoja de respuestas. Al entrar en el aula de examen se le entregará al opositor la hoja


donde debe marcar las respuestas, con instrucciones de cómo responder correctamente.
Lee con detalle estas instrucciones.

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- Lectura de las reglas de juego. El personal de la Junta de Andalucía procederá a leer
en voz alta la base de la convocatoria donde se hace referencia a las condiciones del
examen. Por ejemplo, indicarán que son 100 preguntas con 4 opciones de respuesta, que
hay 120 minutos, etc.

- Hoja de preguntas. Se repartirá a continuación el cuadernillo con las hojas de


preguntas. En la primera hoja de ese cuadernillo vienen unas instrucciones que es
importante que leas bien. En la última convocatoria, entre otras cosas, se indicaba lo
siguiente:

No abra este cuestionario hasta que se le indique…

Compruebe siempre que el número de la respuesta que señale en su


Hoja de Examen es el que corresponde al número de la pregunta del
cuestionario.

Sólo se calificarán las respuestas marcadas en las Hojas de Examen…

Cada acierto se valorará con un punto y cada contestación errónea se


penalizará con un tercio del valor de una respuesta acertada. Si cuando
se apruebe la plantilla definitiva ésta no alcanza el número de 100
preguntas establecido en las bases de la convocatoria, con el fin de
garantizar que los aspirantes puedan obtener la máxima puntuación en
el ejercicio, la Comisión de Selección utilizará las 5 preguntas de
reserva, por su orden, para completar el número de 100.

La Comisión de Selección está facultada para determinar, con


anterioridad a la identificación nominal de los opositores, el número
mínimo de aciertos netos (A-(E/3)) necesario para aprobar el primer
ejercicio. Para el segundo ejercicio, el aprobado está en 15 puntos.

El cuestionario de preguntas puede utilizarse en su totalidad como


borrador.

- Comienza el examen. El consejo general es que empieces contestando las preguntas


que sepas seguro, sin detenerte en las que tengas dudas. Las preguntas dudosas, déjalas
para el final. Sáltalas ahora. Esto es difícil de hacer porque al principio del examen
estamos empeñados en contestarlo todo, se sepa o no. Esto lo sabe la Administración, y
suele colocar preguntas difíciles en la parte inicial del examen. No caigas en la trampa.

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- El reloj y el DNI. Debes tener un reloj para controlar periódicamente (cada 15 minutos
aproximadamente) el tiempo de que dispones (120 minutos). También, deberías dejar
encima de la mesa el DNI, por si quiere comprobarlo el personal que controla el
examen. Si lo guardas, es posible que te lo pidan una y otra vez.

- Lee bien la pregunta y lee todas las respuestas. Antes de responder a una pregunta
lee detenidamente el enunciado y anticipa tu respuesta mentalmente. Lee bien todas las
respuestas para asegurarte que estás eligiendo la correcta. Repetimos: lee todas las
respuestas y no pares la lectura cuando creas haber encontrado la correcta, porque es
posible que la siguiente respuesta sea “más correcta”.

Si no lo tienes claro, usa la “técnica de la exclusión”, esto es, elimina las que creas que
son incorrectas; lo normal es que sólo te quede una, la correcta. No olvides que las
respuestas incorrectas se penalizan, así que actúa con precaución.

- Tienes un cuadernillo que es un borrador. Marca en el cuadernillo de preguntas (no


en el de respuestas) la solución que crees que es la correcta. Recuerda que el cuadernillo
de preguntas lo puedes utilizar como borrador y que puedes hacer todas las marcas o
anotaciones que quieras.

- Marcar en la hoja de respuestas y el repaso de preguntas dudosas. Si has tomado


una decisión, llega el momento de que marques la solución en la hoja de respuestas. Ten
cuidado al hacerlo porque las respuestas no señaladas en el sitio correcto de la hoja no
serán corregidas. Recuerda que la hoja de respuestas tiene indicaciones detalladas sobre
cómo usarla y que esa hoja la va a corregir una máquina.

El consejo general es que, cuando ya hayas señalado la solución en la hoja de


respuestas, no la cambies. Aunque si decides hacerlo no tendrás problema, y la misma
hoja de respuestas contiene instrucciones de cómo proceder en esos casos.

Cuando se vaya acabando el tiempo del examen (15 ó 20 minutos antes), tendrás que
revisar las preguntas dudosas (aquellas que no has contestado porque tenías dudas) de la
primera vuelta. Este es el momento donde tienes que decidir si respondes o no esas
pregunta dudosas, pero sólo repasa las dudosas. En cualquier caso, no revises las
preguntas que ya habías contestado antes, por dos motivos: primero, porque no tienes
tiempo de revisar todo el examen y, segundo, porque empezarás a dudar sobre lo que ya
has hecho y tendrás la tentación (gran error) de cambiar las soluciones que ya diste.

- Entrega la hoja de respuestas. Te darán la copia de tu hoja de respuestas, para que te


la lleves a casa.

- El resultado. El día siguiente al del examen podrás descargarte en la web del IAAP:
1) El cuadernillo con las preguntas.
2) La plantilla con las soluciones provisionales, y se abre un plazo de 5 días para
reclamaciones a las preguntas y soluciones.

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