Cuando El Amor Sucede - MAYJO

Machine Translated by Google

Copyright © 2022 MAYJO 2ª

edición
Capa: MAYJO
Reseña: Reseña de Imperius
Título original: Cuando el amor sucede
Esta es una obra de ficción. Su propósito es entretener a la gente. Los nombres, personajes, lugares y
eventos descritos son producto de la imaginación del autor. Cualquier parecido con nombres, fechas y eventos
reales es pura coincidencia.
Este trabajo sigue las reglas de la Nueva Ortografía de la Lengua Portuguesa.
Todos los derechos reservados.

Se prohíbe el almacenamiento y/o reproducción de cualquier parte de este trabajo, por cualquier medio, tangible o
intangible, sin el consentimiento por escrito del autor.
Creado en Brasil.
La violación de los derechos de autor es un delito tipificado en la ley núm. 9.610/98 y sancionado por el art.
184 del Código Penal.
RECONOCIMIENTO
CAPITULO 01
CAPITULO 02
CAPÍTULO 03
CAPITULO 04
CAPÍTULO 05
CAPITULO 06
CAPITULO 07
CAPÍTULO 08
CAPITULO 09
CAPÍTULO 10
CAPÍTULO 11
CAPÍTULO 12
CAPÍTULO 13
CAPÍTULO 14
CAPÍTULO 15
CAPÍTULO 16
CAPÍTULO 17
CAPÍTULO 18
CAPÍTULO 19
CAPÍTULO 20
CAPÍTULO 21
CAPÍTULO 22
CAPÍTULO 23
CAPÍTULO 24
CAPÍTULO 25
CAPÍTULO 26
CAPÍTULO 27
CAPÍTULO 28
CAPÍTULO 29
CAPÍTULO 30
CAPÍTULO 31
CAPÍTULO 32
CAPÍTULO 33
CAPÍTULO 34
CAPÍTULO 35
CAPÍTULO 36
EPÍLOGO
BONO CARLA Y SAULO
OTROS LIBROS DEL AUTOR
De enemigos a amantes + Hot + CEO ogro

¡Él no quiere a este niño!
Ella quiere mucho!
Julia Mason, planeó su embarazo hasta el más mínimo detalle. Padre anónimo.
Inseminación artificial y todo sería perfecto. Ser madre soltera no fue problema, de hecho, esa
fue la mejor parte. Pero no todo sale como ella esperaba.
Un error en la clínica de cría y ahora tu bebé tiene padre.

Ahora Julia tendrá que compartir a su hijo con un extraño. ¡Él no tenía ningún derecho
sobre el bebé en su vientre! No es lo mismo.
Jason Lewis no quiere un hijo en absoluto, pero ahora va a ser padre. Acostumbrado
a tener todo a su manera, se acerca a Julia e intenta que cambie de opinión acerca de tener
el bebé. Sin embargo, la cercanía con la mujer fuerte y decidida hace que él quiera formar
parte de la vida del bebé.
¿La guerra entre los dos acaba de comenzar, o el amor puede hacer que todo sea aún más
complicado?
Una historia que conquistó millones de lecturas en internet. Mejor libro electrónico -
Vendedor de Amazon
RECONOCIMIENTO
A todos los que han sido parte de este sueño desde el lanzamiento de Quando
Love Happens en 2015 y sigue siguiéndome hasta ahora.
Gracias a todos los que me animan y me dan fuerzas.
¡Besos!
MAYJO
CAPITULO 01
São Paulo, 2013
"ASÍ JULIA", DIJO MI GINECÓLOGO. - Todo está en orden.

con tus examenes
— Eso está bien, Dra. Wilson, me alegra mucho saberlo.- De verdad, la felicidad me
define en este momento; Finalmente puse mis planes en acción.
— ¿Cuándo programarán mi primer procedimiento? Pregunté ansiosamente, con una
sonrisa plasmada en mi rostro.
"Bueno…" el doctor vaciló. - Sé que ya te hiciste todas las pruebas psicológicas que
requerimos, pero ¿estás absolutamente segura de tu decisión, Julia? Ser madre es para
siempre, no hay vuelta atrás.
"Absolutamente, doctor, nunca había estado tan seguro como ahora", le respondí
sin asombrarme, ya que ya había tomado la decisión y nada me haría cambiar de opinión.
Mi vida era como yo la quería, solo necesitaba un hijo, y eso era lo que buscaba en esa
clínica de obstetricia/inseminación artificial.
No quiero renunciar a mi independencia, casarme solo para tener un hijo, eso era
cosa del pasado. Las mujeres en estos días muy bien podrían tener a sus hijos solas. No
quiero tener ningún hombre para compartir la custodia de mi hijo, soy la dueña de mi
destino.
¿Quizás alguien me pregunta por qué estoy haciendo una inseminación? Respondo
sin dudarlo: no quiero a mi hijo en un juicio en el que su padre y yo peleemos por su
custodia. quiero paz y
criar a mi hijo sola es algo que puedo hacer. Bueno, todo lo que siempre quiero es
poder sostener un bebé en mis brazos antes de los temidos treinta.
Sonrío por dentro. ¿Qué mujer no querría elegir a mano las características del
padre de su hijo? Entonces, la inseminación de donante anónimo era ideal, y yo era
muy específica y exigente con mi donante.
Lo sé, ante esta decisión, la gente puede estar pensando: ¿por qué no adopto a
un niño con tantos por ahí que necesitan un hogar? Pero, ¿qué mujer no sueña con
tener a su propio bebé en brazos? Yo soy esa mujer, no renuncio a tener mi propio
hijo. Llámame egoísta por eso.
Ya tengo una habitación en mi casa esperando a mi princesita.

Por supuesto, espero que sea una niña bonita.
Después de terminar la consulta con el Dr. Wilson, salí de la clínica más feliz que
nada en el mundo. De todos modos, ¡qué maravillosa noticia! Quería celebrarlo con mi
mejor amiga, Carla, solo que ella no era precisamente partidaria de mi idea.
Bueno, dentro de una semana sería el gran día, la primera inseminación. Paso
la semana con una dieta equilibrada, para que todo salga bien.
Por supuesto, cualquier ayuda es bienvenida, ¿no dicen que los alimentos ayudan con
la fertilidad? Entonces, hago todo de acuerdo con el disfraz.
El día del procedimiento bajo al séptimo piso del edificio donde está la clínica.
Salgo del ascensor nerviosa y ansiosa, pasándome las manos por la falda lápiz a rayas
y choco contra una pared frente a mí.
La "pared" sostiene ambos brazos para mantener el equilibrio y...
¡Oh Dios! Olía divinamente bien, debía ser una colonia de menta para hombres,
un aroma masculino limpio. Miré hacia arriba y literalmente me quedé boquiabierto
ante el espécimen macho frente a mí. “¡Jesús, ven aquí!” De acuerdo, va a sonar a
cliché, lo sé, ¡pero el hombre era demasiado guapo! Debía de medir un metro ochenta
y parecía bastante fuerte bajo su traje gris plomo, probablemente hecho a la medida.
Era castaño claro, con cabello negro que se sentía suave al tacto, y los ojos del hombre
realmente eran algo hermoso de contemplar. Ojos de un gris plateado que nunca había
visto antes; tan intensa y que me miraban con una ligera impaciencia en sus hermosos
rasgos. “¡Debe ser encontrado el Dios Griego!” Y lo peor fue.
Noté que todavía me estaba abrazando, y eso me hizo sentir una contracción en
el bajo vientre que no había sentido en mucho tiempo. Debe ser nerviosismo, nada que
ver con este bombón en frente de mí.

- ¿Estás bien? — Dios mío, tenía que tener esa hermosa voz. El tipo
voz "Te voy a follar aquí y ahora".
"Sí, gracias", respondí a regañadientes. De hecho, podría decir que me iba a
desmayar para ver si el “Dios griego” me ponía en su regazo. Retiró sus manos de
mis brazos y asintió, luego caminó hacia el ascensor del que acababa de salir. Lo
seguí con la mirada y revisé su trasero. Hmm... Ay... Ay... Está bien, nunca le dije
a nadie que era un santo, ¿verdad?
Caminé hasta la recepción de la clínica, que ese día estaba muy concurrida.
Muy extraño, nunca había notado este gran flujo de personas aquí.
Esperé en el mostrador de recepción a que la recepcionista terminara de contestar.

otro paciente Parecía nerviosa con tanta gente alrededor.
"Lo siento", dijo mientras se dirigía a mí.
- Sin problemas. ¿Por qué tanta gente? pregunté con curiosidad.
“Se están llevando a cabo dos partos en este momento, y el Dr. wilson es
solo, atendiendo a sus pacientes y a otros dos médicos”, dijo.
— Mi nombre es Julia Mason y tengo una cita con el Dr. Wilson. - A
recepcionista tecleó en la computadora frente a ella, luego se dirigió a mí.
"Está bien, solo espera un momento, te llamaremos pronto", dijo con una
sonrisa. Miré a mi alrededor, buscando un lugar para sentarme, pero casi todos los
asientos estaban ocupados. Tardaron unos veinte minutos en pronunciar mi
nombre. Me llevaron a una habitación estéril, con camilla, donde me esperaba una
enfermera.
- Hola. Julia Mason, ¿verdad? preguntó con una sonrisa.
- Sí.
"Puedes quitarte la ropa y ponerte ese camisón, en un rato Dr.
Wilson vendrá a verte”, dijo amablemente, señalando un camisón en una bolsa.
Hmm... es ahora, Julia Mason. Me dije ansiosamente.
Esperé en la cama después de quitarme la ropa y ponerme esa sexy bata de

hospital. Miré al techo y recordé al hombre guapo de hace un momento. Ni siquiera
me importaba tener un hijo con él y en el modus operandi normal . Me reí para mis
adentros, deliraba ante la idea de compartir mi cachorro. La puerta se abrió y entró
un médico, y no era el Dr. Wilson.
— Buenos días, señorita. Mason”, dijo con una sonrisa.
— Y la Dra. wilson? Yo pregunté.

“Lo llamaron de emergencia, esto es un caos hoy.
Por cierto, soy el Dr. Pedro Henrique y yo te vamos a hacer el procedimiento —dijo,
rebuscando en un expediente, de esos de hospital. "Bueno... ¿aún quieres
continuar?" ¿Por qué todos piensan que voy a cambiar de opinión?
"Por supuesto, doctora", respondí con vehemencia.

— ¿Es consciente de que la clínica no se hace responsable de posibles
problemas del bebé en el futuro? - Asentí, ya había pasado por todas las pruebas y
consejería, sé que seré responsable de la vida que generaré y me encantaba ese
sentimiento. “Está bien, así que vamos.
A las dos horas salí de la clínica toda feliz y, si Dios quiere, con mi bebé dentro
de mi barriga.
Parecía un niño con ese pequeño grito de guerra, pero ¿a quién le importa?
te importa? Era feliz y eso era todo lo que me importaba.
Tomé la decisión correcta. Una vasectomía era la mejor opción para un

hombre que no quería ser padre, con más dinero del que nadie podría gastar
jamás. Todos los estafadores de turno estarían frustrados.
Si todos pensaran como yo... Pero antes de tomar esa decisión, pensé si realmente
nunca querría tener hijos. Y ahora aquí estaba yo, en esta reconocida clínica de
la zona, para recolectar mi semen. Lo sé, parece contradictorio, pero puede que
cambie de opinión en el futuro, después de todo, no son solo las mujeres las que
tienen la prerrogativa de cambiar de opinión a veces.
Para una clínica de renombre, el negocio estaba lejos de estar organizado.
Odio estos disturbios y la falta de organización. Había tanta gente alrededor, pero
me atendieron a la colección relativamente rápido. ¡Esa cosa aburrida de venir en
un tubo de ensayo! “Su gran idea, Sr. ¡Saberlo todo!" Pero fue por una buena
causa, ¿no?
Salí de la habitación donde un profesional me había explicado todos los
procedimientos, firmé unos papeles autorizando a la clínica a almacenar mi
preciado semen y caminé hacia los ascensores. No podía esperar para salir de
aquí. Presioné el botón para llamar al ascensor y esperé con impaciencia. Cuando
las puertas se abrieron, una morena con una falda ajustada, más que cualquiera
que hubiera visto, caminó directamente hacia mí. La sostuve por los brazos, para
que no perdiera el equilibrio en esos tacones de aguja. ¿Por qué las mujeres usan
estas cosas puntiagudas?
Levantó la cabeza para mirarme y quedé fascinado por su belleza.
Bueno, he visto mujeres más lindas que ella, saliendo con supermodelos y
actrices, todas hermosas, pero esta tiene algo de encantador. Sus cristalinos ojos
verde esmeralda tenían un dejo de malicia, y sus labios… Eran labios que la mujer
que los poseía debía tener prohibido salir a la calle.
Una boca como esa me hizo pensar en pensamientos pecaminosos, con esos
labios envueltos alrededor de mi pene, que estaba muy despierto en este momento.
“Sigue mirándome así, zorra”, pensé.
- ¿Estás bien? Yo pregunté. Ella se puso roja, y me pregunté qué
qué estaba pasando en su mente para que ella se sonrojara así.
- Gracias Sí. Su voz era ronca y sexy como la mierda. Retiré mis
manos de ella, asentí y caminé hacia el elevador sin mirar atrás, después
de todo, ella era solo una mujer más y podía tener a la que eligiera. Fui
directamente a mi oficina, que estaba cerca. Estaba en el negocio de la
tecnología y era un adicto al trabajo declarado . ¿Hacer lo que? Me
encantaba mi trabajo.
Seis semanas después del primer procedimiento, regresé a la clínica. De

hecho, no sé por qué me llamaron de urgencia, pero mi felicidad era tan grande
que ni siquiera me importaba. A la vuelta, pasaba por las tiendas de ropa de bebé,
para empezar a comprar. Me encanta el olor de un bebé y no veo la hora de tener
a mi cachorro en mis brazos.
Me acaricié la barriga, que todavía estaba plana, por supuesto, solo tenía seis
semanas. Sonríe como un tonto. Esos espermatozoides eran realmente fuertes.
Bajé al 7° piso, el movimiento de mujeres era menor que el último día que
estuve ahí. Caminé hasta la recepción y me atendió de inmediato la recepcionista,
quien me dijo que me esperaban. ¡Que raro!
Me dirigieron a una sala de reuniones y entré para encontrar varios hombres
alrededor de la mesa: Dr. wilson, dr. Pedro Henrique y otros tres. Dos de ellos
nunca los había visto y el tercero ya. Con esos hermosos ojos, era imposible
olvidar. ¿Qué estaba haciendo allí? ¿Qué estaba pasando aquí?
el medico Wilson se levantó y me saludó con un apretón de manos.

— ¿Cómo estás, Julia? — preguntó, amable como siempre, pero un poco
nervioso.
"Bueno", respondí con una sonrisa.

- Que bien. Por favor, siéntate”, dijo, señalando una silla.
Me senté y miré las caras frente a mí, curiosa. el medico Wilson se aclaró la
garganta, captando mi atención. Mordí mi labio inferior con inquietud, tratando de
ignorar el repentino mal presentimiento que me invadió.
“Caballeros, esta es mi paciente, Julia Mason. Julia, esta es la Dra.
Pedro Henrique, debes recordarlo - Asentí y él continuó: - Este es el Sr. Lewis,
otro cliente aquí en la clínica”, dijo, señalando al hombre de los ojos hermosos. “Y
estos son nuestros respectivos abogados. - ¿Abogados? ¿Me perdí algo aquí?
Ahora el miedo humedecía mi piel. “Bueno, debes tener curiosidad por qué te
llamamos aquí. "¿Fui yo o el Dr. ¿Wilson estaba sudando?
— Sí, doctor, hable de una vez. - Dijo ojos plateados con impaciencia. “Sí,
díganos cómo su clínica es tan eficiente. - Eso fue
¿sarcasmo? Lo miro y trago saliva. ¿Qué tiene que ver este hombre conmigo?
“Bueno, hubo mucha prisa el día de su procedimiento, y en la confusión, se

cometieron errores. - El Médico. Wilson me miró un poco avergonzado.
"Sí, ¿y eso qué tiene que ver conmigo?" pregunté ansiosamente.

— No usamos el semen del donante anónimo que elegiste, Julia, pero el
Sr. Lewis”, dijo en un suspiro.
- ¿Qué? El shock se apoderó de mí. ¿Era esto algún tipo de broma extraña?
Oh, Dios mío... Traté de respirar, pero era difícil y todo se oscureció.
CAPITULO 02
DESPIERTA EN UNA HABITACIÓN EXTRAÑA. ¡¿Dónde diablos estaba?! Lo

último que recuerdo es que estaba en la sala de reuniones con...
¡Oh Dios mio! Traté de levantarme, pero sentí que mi cabeza daba vueltas y
volví a la cama. El horror me llenó cuando toda la situación tomó forma en mi cabeza
y un escalofrío me recorrió la espalda. Todo lo que más temía me pasó ahora. El
padre de mi bebé tenía rostro, nombre, dirección. Dios mío, esto no me puede estar
pasando a mí. No puede. Necesitaba un abogado urgente.
La puerta se abrió y la Dra. Wilson entró.

"Dígame que no es verdad, doctora", le dije, sintiendo que la desesperación me
invadía. Dime que no es cierto. Mi voz ahora era lo suficientemente fuerte como para
ser escuchada al otro lado del Atlántico. Estoy histérica.
"Cálmate, Julia, recuerda tu condición", dijo con condescendencia.

Intenta calmarme, pero la situación me choca.
— ¿Tranquilo doctor? ¿Cómo quieres que me quede tranquilo si tu clínica no es
lo suficientemente confiable para hacer una inseminación anónima? — 'Ese señor se
va a querer llevar a mi hijo, pensé desesperada, tengo que irme de aquí. De Estado.
¡No! Del campo, donde nadie pudiera encontrarme.
"Lamento este inconveniente, Julia", dijo el Dr. Wilson. "¿Podemos llegar a un
acuerdo con el Sr. Luis...
"No conozco a ningún Sr. Lewis, Doctor, así que no quiero llegar a un acuerdo
con él ni con nadie más.” Interrumpí al Dr. Wilson. “Solo quiero irme a casa ahora.
- El señor. Lewis es nuestro cliente. Lo miré fijamente. “Bueno, en realidad, él no

quiere al bebé.
- ¿No quiero? El alivio se apoderó de mí, pero era demasiado pronto para mí.
celebrar.
“Solo quería mantener su esperma en nuestro banco. Quiere que interrumpas el

embarazo, no el niño.
Por primera vez me quedé sin palabras. ¿Ese bastardo quería matar a mi hijo?
¡Justo encima de mi cadáver, hijo de puta! Cuando recuperé mi voz, dije, casi ahogándome
con una rabia ciega:
- YO. No. Voy. Sacar. Mío. Cariño, puntué cada palabra para que no hubiera
confusión.
"Hablemos todos y lleguemos a un acuerdo", dijo el Dr. Wilson parecía avergonzado,
y debería haberlo estado. Que falta de responsabilidad por parte de la clínica y de los
profesionales que allí trabajaban, para cometer un error de esa envergadura. - ¿Te sientes
mejor?
“Sí, lo soy”, dije. “Todavía un poco mareado, pero está bien.
“¿Podemos volver a la sala de reuniones, donde el Sr. ¿Lewis nos espera?
"¿Qué pasó, doctora?" ¿Cómo puede una clínica con esa reputación cometer un
error tan colosal? Hice la pregunta que había estado en mi mente desde que desperté.
'¿Que pasará ahora?'
“Bueno, la clínica no podrá hacer nada sobre la decisión que ustedes dos tomarán.
No quieres llevarte al bebé y al Sr. Lewis no quiere al niño. Estamos en un callejón sin
salida”, dijo el Dr. Wilson, resignado. Casi sentí pena por él... casi.
Todo esto fue surrealista. Ese loco de piedra que se atreve a querer quitarme
bebidas! Qué horrible ser humano es este, gente, ¿cómo puede ser esto?
Después de revisar mi presión arterial, el Dr. Wilson nos pidió que volviéramos a la
sala de reuniones. Pero yo no quería volver allí, el miedo se apoderó de mí. Sabía que lo
que iba a escuchar en esta reunión no le gustaría nada.
"¿Puedo ir al baño, doctora?" Pregunté con voz fina. “Por supuesto,

Julia, te esperaremos en la sala de estar cuando hayas terminado.
“Sí, estaré allí pronto.
Me dirigí al baño más cercano, fuera de la sala. Por supuesto que no iba al baño de
la habitación donde estaba, quería estar lo más cerca posible de la puerta de salida. Está
bien, es una actitud cobarde. Sí, soy un cobarde. Proteger
mi hijo si escuchara mierda de la boca de ese hombre, huiría de allí lo antes posible.
Seguramente mi perrito ya estaba escuchando todo. ¿Lo será? Creo que esta
historia me está volviendo loco. Entré al baño y fui al lavabo.
Mojé mis muñecas, me miré en el espejo frente a mí y revisé mi apariencia: estaba
pálida y tenía ojeras. No era así cuando salí de mi casa esta mañana. De hecho,
nunca he estado mejor que estos días. Mi piel, que antes era radiante, ahora se
veía arrugada. ¡Culpe a esta clínica del infierno! "Oops, no dije eso, hijo..."
Sonrío ante la idea. Oh, ya me estaba viendo en el futuro, obligándome a no jurar.
Bueno, en realidad ni siquiera hablo, excepto cuando estoy realmente enojado, y
ahora era pura y simple ira lo que sentía. Yo no me llevaría a mi hijo, ningún juez lo
permitiría, ¿verdad? ¿O si?
¡Oh Dios mio! No sabía que necesitaría un abogado cuando me convocaron a

esa reunión, pero aparentemente el chico guapo vino advertido. Mierda, tenía que
ser el bombón de inmediato, ¡guau! Pues que no se atreva a querer hacerle daño a
mi hijo. Caliente o no, mataré al malo.
Me sequé las manos con una toalla de papel y respiré hondo. Era ahora o
nunca. Abrí la puerta del baño lentamente y miré alrededor. Nadie me prestó
atención, así que me alejé lentamente para no llamar la atención y busqué el
ascensor más cercano. Entré en el primero que encontré, presioné el botón y sentí
que el alivio me invadía cuando las puertas se cerraron. Bajé las escaleras y caminé
hacia mi auto en el estacionamiento.
Sabía que era solo cuestión de tiempo antes de que me extrañaran, pero en este
momento, no estaba lista para lidiar con nada. Pasaban muchas cosas a la vez.
Primero me calmaría y luego buscaría un abogado, que me oriente. Sentí que me
dolían las extremidades, como si me hubieran golpeado.
Ay, Julia, solo tú para planear todo y pasa lo peor.

Ese bastardo de un solo tiro tuvo que ir a la clínica el mismo día que
¿YO? Es muy mala suerte para él, porque mi hijo crecería fuerte y sano.
Llegué a mi condominio en media hora, y después de subir a mi apartamento,
que estaba en el último piso, fui directo a mi habitación.
Necesitaba descansar un poco, sabía que el estrés no le haría ningún bien a mi
pequeño, que no tenía nada que ver con este lío. pobre mio
bebidas! Me quité la ropa y caí en la cama con solo mi ropa interior

puesta. Me sentía exhausto, tal vez una siesta me ayudaría a poner las
cosas en orden. La clínica tenía mi dirección y probablemente me
buscarán pronto, pero mientras tanto...
Decir que estaba cabreado fue el eufemismo del año. Estaba echando
humo de rabia. ¿Cómo demonios iba a ser padre? ¡Clínica de mierda! Cuando
recibí esa maldita llamada telefónica, no tenía idea de que mi maldita vida se
convertiría en este lío, solo he estado maldiciendo desde temprano en la mañana.
Voy a demandar a esta clínica de mierda. ¿Usar mi esperma en un extraño sin
mi consentimiento? Para aquellos que no querían un hijo, el mío venía demasiado
rápido. Dentro de ocho meses, para ser exactos. Debe ser un castigo por siquiera
pensar en hacerse una vasectomía. Voy a hacer que Saul, mi abogado, saque
cada centavo de esta clínica de aficionados. Mierda, la habitación me estaba
asfixiando, se sentía como si se estuviera acercando a mí. ¿Dónde está la
criatura que llevaba mis genes, que no llegó a la reunión? ¡Mujeres! ¿No saben
llegar a tiempo? Seguro que hasta para el velatorio llegan tarde.
Me volví hacia el Dr. Wilson, que era uno de los socios de la clínica, y yo
dije entre dientes: — Quiero que se interrumpa este embarazo. Me miró,
frunciendo el ceño.
- Señor. Lewis, no es así...

"Si no recuerdo mal, doctora ", lo interrumpí, enfatizando el título de mierda.
su. "Fue para evitar cosas como...
"Cálmate, Jason", interrumpió Saul, a mi lado.
- ¿Calma? Fijé mi dura mirada en el Dr. Wilson. “Si hubiera querido un hijo,
lo habría hecho de la manera tradicional, no venir en un tubo de ensayo. Fue
precisamente para evitar embarazos accidentales, en una mujer desconocida,
que busqué su clínica y pagué caro el servicio. Le disparé con los ojos llenos de
rabia asesina. Tengo ganas de empezar a dar puñetazos hasta que mi frustración
desaparezca.
— Los errores ocurren, Sr. Lewis, comenzó a responder, pero lo interrumpí.
otra vez.
"No de ese tipo", me quejé, y estaba a punto de continuar cuando llamaron
a la puerta de la sala de estar y escuché al Dr. Wilson. Sí, lo quiero cagando en
los pantalones de todos modos. Resoplé.
La recepcionista abrió la puerta y dejó pasar a una mujer. Recordaba a esa mujer
en particular. De hecho, recordé su boca, que era muy bonita. Cabello largo, castaño
claro, y ella no era tan baja, tal vez metro setenta y cinco; hermosos ojos verdes... Hmm,
se topó conmigo cuando estaba en la clínica. el medico Wilson se puso de pie y recibió
a la mujer, estrechándole la mano.
— ¿Cómo estás, Julia? Él la saludó.

"Bueno", dijo con una sonrisa.
- Que bien. Por favor, siéntate”, dijo, llevándola a la mesa y señalando una silla.
“Caballeros, esta es mi paciente, Julia Mason. Julia, esta es la Dra.

Pedro Henrique, tal vez te acuerdes. Este de aquí es el Sr. Lewis, otro cliente aquí en la
clínica”, dijo, señalándome, “y estos son nuestros respectivos abogados”. La niña ahora
se veía verde. "Sí, querida, prepárate para lo peor", pensé. - Bueno, debes tener
curiosidad por haberla llamado aquí - ¿Por qué no llegó inmediatamente a las manos?
"Sí, doctor, hable de una vez", le dije con impaciencia. - Si, cuéntanos
¿Cómo es su clínica tan eficiente?
“Bueno, hubo mucho ajetreo y bullicio el día de su procedimiento, y el
confusión, se cometieron errores, debe estar bromeando.
"Sí, ¿y eso qué tiene que ver conmigo?" Su voz era suave, pero
Detecté miedo en tu tono.
—No usamos semen del donante anónimo que elegiste, Julia, pero el Sr. Luis. “Sí,
mi precioso esperma.
La niña parecía que se iba a desmayar.

- ¿Qué? susurró, y vi como todo el color desaparecía de su rostro.
Me levanté rápidamente para evitar que se cayera y la sostuve en mis brazos. el medico
Wilson debió pensar lo mismo, porque él también se inclinó hacia ella.
¿Dónde hay una habitación? Yo pregunté. — Creo que sería ideal acostarla,
¿no es? El sarcasmo rezumaba de mi tono.
El Doctor le pidió que lo siguiera a una enfermería, donde la coloqué suavemente
sobre la cama. Lo miré y noté que estaba bastante sabroso, por cierto, y se veía frágil.
Me di una bofetada mental. ¡Pensó poco en el lío en el que estaba y todavía deseando
a una mujer moribunda! Vale, no exactamente una mujer moribunda.
"Puede esperar en la sala de estar, Sr. ¿Luis? preguntó el doctor detrás

de mí, sacándome de mi incómoda ensoñación.
“Con mucho gusto”. Salí de la sala, pero antes de irme, dije:
“Simplemente no tarde mucho, doctor. — No esperé respuesta, fui a la sala
de juntas. Solo Saulo estaba allí. ¿Dónde se habían ido los idiotas?
"Ya se han escapado, ¿verdad?" — Saulo, además de ser mi abogado, era mi amigo.
Habíamos estudiado al mismo tiempo y habíamos estado en mi círculo de
amigos durante mucho tiempo, y él sabía que ahora estaba en mi límite.
— ¿Cómo está la niña? preguntó Saúl.
“Pálido y frágil. Creo que fue el shock —me quejé de mala gana.
Saulo me miró burlonamente. - ¿Qué?
"Nada", dijo con una sonrisa. “Pareces preocupado por ella… raro.
Lo miré con cara de pocos amigos. Levantó los brazos en modo de

rendición.
"Solo digo," dijo, ahora riéndose abiertamente.
¿Qué abogado eres? Esto es muy serio, Saúl, y tú estás
¡Creo que es divertido, maldita sea!
Después de todo, somos amigos, Jason, y perder la calma no resolverá
nada. Ahora hablaba en serio. Bueno, ya era hora de que tomara su servicio
en serio, después de todo, le pagué una fortuna. "Pero esta es una situación
inusual, por no decir delicada, amigo mío", continuó. — La clínica no puede
obligar a la niña a sacar al bebé.
“Su nombre es Julia.
- ¿Qué? - Saulo miró confundido, luego sonrió con una sonrisita
estúpida. "Ya estamos en los nombres de pila, ¿eh?"
“Cíñete a las cosas serias, idiota. “El tipo no tenía límites. — No estoy
obligado a aceptar esta situación, ni un hijo que ni quería ni quiero.
"Sí, pero ¿por qué no piensas en hacer un trato con la chica, quiero
decir, Julia?"
- ¿Despierta? ¡Joder, no hay trato! Resoplé. “Demandala a ella también.
“Puede que haga calor, pero eso no cambió mi determinación de interrumpir
el embarazo en lo más mínimo.
"¿Alguna vez pensó que él también es su hijo, su propia sangre, Sr.
¿Intransigente? "Estaba bromeando, ¿no?"
"Saul, si no te has dado cuenta, te pago para que desaparezcan mis

problemas, y ahora pareces un marica", le dije con desdén. “Es como tu abogado
del que estoy hablando, Jason, ningún juez te ganará y obligará a esta chica
a abortar. Un trato con ella será tu mejor opción”, dijo con calma.
'¿Mejor para quién?' Para mi no lo es. “He tenido suficiente de esta

conversación, que no iba a ninguna parte. Le rechiné los dientes a Saúl.
“Yo no pedí hijos.
“Pareces un puto llorón, no un hombre adulto.
Nadie dijo que estás obligado a criar o tomar a este niño. De todos modos, Julia
iba a tener a este niño sola, y tuviste la mala suerte de que los incompetentes de
esta clínica no hicieran su trabajo con cuidado y competencia. Lo miré, ofendido.
¿A quién estaba defendiendo, de todos modos? Pero aparentemente el hijo de
puta no había terminado. “Si encuentras un compromiso en medio de este lío, será
lo mejor para ti y la chica. Aquí lo único correcto para ti será demandar a la clínica
por mala praxis”, finalizó.
—Estás despedido —dije, y él tuvo el descaro de reírse, el estúpido bastardo.

"¡Es como si fueras su abogado!" Hmm... debe haberse enamorado de los
hermosos ojos verdes.
“No sabía que te fijaras tanto en la chica, Jason. - libertinaje
llenó su voz.
"¿Puedes creer que lo encontré aquí el día que vine a recogerlo?" - dije, pero
enseguida me arrepentí, el burro se echó a reír. - ¿Que pasó ahora?
"¿Estás seguro de que no tuviste sexo con ella en algún cuarto oscuro?"
Se rió como una maldita hiena.
— Saulo, qué divertido eres, estás siendo de gran ayuda, ¡gran abogado! —
ser una burla del propio defensor fue genial — Hablando de eso, ¿no crees que se
están demorando demasiado? ¿Julia no está bien? Y antes de que digas una
mierda, no estoy preocupado por ella.
— El abogado debe estar tratando de contener el daño.
Lo que deberías estar haciendo tú también, en lugar de quedarte aquí parado
burlándote de tu único cliente. Le sonrío falsamente.
“Ya que no quieres a este hijo, Jason, ¿por qué no lo dejas?
¿Julia no iba a criar al niño sola? Así que simplemente suelta el
ser padres y resolver la mitad de nuestros problemas: creo que mi abogado fue
secuestrado y este idiota apareció en su lugar.
— Saulo, ¿qué parte de 'no querer tener un hijo' no entiendes, amigo?
“Simplemente no quiero tener una causa perdida en mi currículum cuando mi

único cliente me despide”, se rió, “pero en tú.
como serio, Jason,
Deja piénsalo;
de mirarte ella es tan
el ombligo, víctima
hombre,
imagina la repercusión de esta historia en los medios. Quien saldría de villano por
intentar obligar a la chica a abortar eres tú. ¿Y tu negocio, amigo mío?
"Al diablo con mi negocio, simplemente no quiero un hijo con un extraño", le

dije, todavía enojado. Sabía que podría tener razón, pero esta historia me estaba
sacando del control de mi vida. El control que tanto apreciaba.
“Te entiendo, amigo mío. Solo que esto no se trata solo de ti y lo que quieres,
piensa en esta chica. Tenía razón. Julia también debe haber estado sintiendo la
presión de todo eso. Hablando de eso, ¿dónde diablos habían estado todos?
“Creo que deberías ver lo que pasó. ¿La Bella Durmiente ya está despierta?
Estuvimos en silencio durante unos minutos, esperando, y después de unos

cinco minutos, la puerta se abrió y el Dr. Wilson entró con los demás.
"Ya era hora", me quejé. — ¿Y Julia? Me di cuenta de que ella no venía.
"Va a venir enseguida" Dr. Wilson dijo mientras se sentaba frente a mí. “Fue
solo una bajada de presión, no mucho, llegará pronto”, reiteró.
Saulo inició una conversación discreta con el abogado de la clínica y yo

tamborileé con los dedos sobre la mesa con impaciencia. Hoy era el día internacional
de la espera, estaba cansada de todo. Después de lo que parecieron horas y la Bella
Durmiente no había llegado, el Dr. Wilson decidió ir tras ella; poco después regresa
sin la niña.
— Señores, me temo que esta reunión se pospondrá — ¿en serio? — No sé
qué pasó, pero a Julia no la encontramos por ningún lado, creo que se ha ido.
"Mierda", grité, enojado. “¿Esta maldita clínica no tiene control sobre nada?
- Señor. ¡Lewis, tus palabrotas no cambiarán las cosas! La niña pidió ir al baño,
nunca imaginé que saldría corriendo — el doctor estaba rojo.
¿Dónde diablos voy a encontrar a ese pequeño... ladrón?

"¿Supongo que tienes su dirección en el sistema?" — Dirigí la pregunta al médico,
deberían tener esto.
- Sí, lo hacemos, Sr. Lewis, pero va en contra de la regulación reportar datos
de nuestros clientes”, dijo.
¿Qué? ¿Este doctor de mierda me está negando la dirección de ese sabelotodo?
“Deberían haber pensado en eso cuando usaron, sin mi consentimiento, mi semen

en esta mujer. — Estaba rojo ahora, quería golpear a ese médico incompetente. Quiero
su maldita dirección.
"Lo siento, señor...

Salí de esa habitación o me iban a arrestar por agresión. Y esa sabia sabría,
cuando la encontrara, de lo que era capaz...
CAPÍTULO 03
DESPUÉS DE SALIR DE LA CLÍNICA como una dama victoriana, me subí a

mi auto y respiré profundamente.
¡Maldición! Estaba perdiendo el control de mis acciones, necesitaba detenerme
y analizar las cosas con calma. Comprendió que Julia Mason saliera y dejara a todos
allí como idiotas. Estaba en un dilema. Sabía que exigirle que interrumpiera el
embarazo era un delito, el aborto era ilegal, como bien recordaba Saulo, que a pesar
de sus bromas conmigo, era un abogado muy bueno y concentrado. Tenía que pensar
en una manera de resolver este problema. Demandar a la clínica, eso serviría, ¡nunca
he visto tanta falta de organización y descuido! ¿Cómo sucede algo así?
Tomé mi teléfono y llamé a un amigo que también era mío.

detective. Lo necesitaba para encontrar a Julia. Necesitaba hablar con ella.
"¡Habla, gran Jason!" — Raúl era un ex policía. Ahora era detective privado ya
veces utilizaba sus servicios. — ¿Qué dices, amigo?
— Habla, Raúl, ¿cómo estás? - saludé. - Necesito

la información de una persona. Fui directo al grano.
Después de que le dijera el nombre de Julia, se suponía que se pondría en
contacto conmigo más tarde hoy. Bueno, estaba sintiendo que poco a poco estaba
recuperando el control de mi vida.
Fui a la oficina y traté de concentrarme en algo que no fuera la maldita situación
en la que me encontraba. Llevaba más de dos horas tratando de trabajar cuando
Saulo apareció en mi sala, entró y se sentó en el sofá.
- ¿Estas mas calmo? preguntó, y su voz declaró que estaba conteniendo la risa.
— ¿Te tomaste el día para hacerme un infierno, Saulo? dije en broma. "¿Qué
pasó después de que salí de esa mierda?"
“Bueno, ellos son conscientes de que tú y la chica pueden follarlos. Ahora, tu
problema con Julia Mason es otra historia, así que, como ya te dije, trata de hacer un
trato con ella. Honestamente, solo responde una pregunta: ¿realmente quieres que
aborte? ¿Tendrías la conciencia tranquila si eso sucediera? ¿Hipotéticamente?
"¿No era solo una pregunta?" Y no sé, no creo que esta historia sea genial,
necesito pensar en ello —dije, y lo decía en serio. — Llamé a Raúl, pedí saber dónde
vive.
"Realmente no pierdes el tiempo, eh", suspiró. — Bueno, me tengo que ir, tengo
mucho trabajo esperándome. A pesar de tener solo un cliente.” Se rió y se puso de
pie. “No hagas nada que yo no haría. Va con calma. De nada sirve emocionarse,
gritar, porque con eso nada va a cambiar. Deja de ser terco, hombre.
"Sabes que tenemos un viaje programado para mañana, a California, ¿no?" Lo

recordé, ignorando su sermón. Este viaje era importante, me estaba asociando con
una empresa de Silicon Valley en los EE. UU. y lo necesitaba allí conmigo.
- Bien recordado, con esta confusión ya ni me acordaba de eso.

“Quería tener las cosas bajo control aquí antes de viajar, pero a la señorita Julia
Fujona Mason le pareció más prudente desaparecer.
"¿Qué vas a hacer cuando la encuentres?"
"Todavía no lo sé", respondí.
“Bueno, me voy. ¡Vaya! Ve a casa, relájate, llama a una de esas chicas calientes
que te persiguen y resuelve todos tus problemas.” Se rió entre dientes mientras
caminaba hacia la puerta. Lo miré fijamente y traté de ignorar sus payasadas.
Cuando se fue, apoyé la cabeza en la silla y suspiré. ¡Esta pesadilla parece no

tener fin! Me levanté, fui a la barra que estaba en la esquina de mi habitación y me
serví un trago de whisky Dalmore, mi favorito, y me bebí el trago de una vez y me
serví otro. Mi cabeza latía.
Caminé hacia la ventana con una vista panorámica de toda la ciudad. Cada vez que
me paraba allí, mirando todo desde arriba, pensaba que estaba en el poder. Ahora esto
el sentimiento estaba lejos. Lo gracioso de todo esto es que ni siquiera me había hecho
la vasectomía que me metió en este lío.
Trabajé hasta las cinco de la tarde, y sin noticias de Raúl. Decidí irme a casa,
después de todo no estaba haciendo nada útil.
Estaba casi en mi apartamento cuando sonó mi teléfono celular.
y automáticamente fue al altavoz.
"¿Jasón?" “Era Raúl, por fin. - No descubrí casi nada sobre el
persona investigada, pero como queria saber direccion y telefono...
- ¿Después? Me animé, y me dio la dirección donde vivía y sus números de
teléfono. También descubrió que ella era propietaria de una boutique en un centro
comercial.
“ Ma Belle es el nombre de la boutique”, continuó. ¿Qué ha estado haciendo la
chica? ¿Pateaste ese trasero arrogante tuyo?
"Por casualidad, tú y Saulo están conspirando contra mí, ¿verdad?" Me quejé, y él
se rió.
— Saulo siempre se mete contigo, Jason, eso ya ni siquiera tiene gracia. Cuánto
cuanto más te pones serio, más te molesta.
Tenía razón, Saúl era un karma. Me despedí de él y decidí ir a su apartamento,
que estaba en otro barrio. Cuando llegué y le pedí al portero que hablara con ella, me
informó que la Sra. Julia se había ido.
Miré el reloj y vi que eran más de las nueve. Maldición.
¿Sabes a qué hora vuelve? Yo pregunté.
"No lo sé, señor, pero puede dejarme un mensaje", dijo amablemente y me sonrió.
¡Qué carajo! ¿Nunca conociste a esa maldita mujer?
- Muchas gracias, pero no dejaré mensaje - Salí de allí y fui al centro comercial.
Me sentía como un acosador, pero el impacto de saber que iba a ser padre fue demasiado
para mí. Llámame idiota por eso. Tenía mis razones para no querer tener hijos. Esta
decisión la tomé muy temprano en mi vida. Simplemente creo que traer un hijo al mundo
fue una gran responsabilidad, y mucha gente no tiene esa característica. A pesar de ser
un hombre responsable de miles de empleados, un hijo era otra historia completamente
diferente.
Aparqué y me dirigí a la tienda, simplemente escaneando los alrededores. La

boutique Ma Belle era grande, bien organizada y dirigida al público femenino. Entré y
apareció una chica, servicial.
"Buenas noches, ¿en qué puedo ayudarlo, señor?" dijo amablemente.
"Señorita Julia Mason, ¿está?" - Yo sonrío.

"Lo siento, señor, pero ella no está aquí en este momento", dijo con una
sonrisa.
'¿Dónde puedo encontrarte?' Pregunté, todavía con una sonrisa encantadora.
“Como ella no vino a la tienda hoy, no puedo decirle, señor.” Parecía molesta,
tal vez porque pensó que se había perdido una buena venta. Estaba a punto de
preguntar con quién podía hablar, cuando apareció una rubia elegantemente
vestida.
- ¿Algún problema? le preguntó a la vendedora.
- ¿Y quien eres tu? Levanté una ceja hacia ella.
— Melissa Walter, soy la gerente, ¿puedo ayudarlos en algo? él sonrió.
“Necesito hablar con Julia Mason, pero su empleado me ha informado que no

está aquí. ¿Dónde puedo encontrarte?
“Lo siento, pero Julia ya no vendrá hoy.
-Pues que mal, gracias- mascullé un gracias, y cuando estaba a punto de
irme, vi que la rubia se había ido al fondo de la tienda y controlé el impulso de
seguirla. Bueno, ella podría estar allí. Por la forma en que salió temprano de la
clínica, no quería verme, pensé. Que me espere. Fui a mi auto y me fui a casa,
necesitaba relajarme. Mi penthouse de 1500m², en Jardim Paulista, era imponente
y lujoso. Pero a veces me preguntaba por qué compré una propiedad tan grande
para un hombre soltero, si no estaba pensando en casarme y tener hijos. Bueno,
pero parece que el tema del niño ya se ha solucionado... Resoplé.
Entré a mi departamento y Selma, mi ama de llaves, la única mujer en el

mundo que vive en mi casa, salió de la cocina.
- Hijo, no has informado en todo el día, ¿qué pasó? Me acerqué a ella y la
besé en la frente. Siempre llamaba durante el día, pues ya era una señora mayor
y tenía problemas de presión arterial. Solo que hoy realmente no me acordé de
llamar para ver cómo estaba.
"Nada de qué preocupar a esa cabecita". Voy a bañarme.
¡Vaya! Prepárame algo ligero —le recomendé y me dirigí directamente a la ducha.
Después de ducharme, me pongo unos cómodos pantalones de pijama de
algodón blanco y voy a ver qué ha hecho Selma para la cena. Después de comer
un sándwich natural que ella preparó y dejó sobre la mesa, agarré mi vino, salí al
balcón, me acosté en una cómoda tumbona y disfruté de la vista. Llevaba un rato
allí cuando escuché sonar el teléfono. fue Saulo,
queriendo saber si había conseguido la dirección de Julia. Dije que le haría

una visita mañana.
“Solo un consejo, amigo mío: no hagas nada que yo no haría. No
amenaces a la niña, porque tienes derecho a rechazar este embarazo por
haber usado tu "precioso" esperma sin tu autorización, pero no puedes
exigirle nada, como quitarle el bebé, porque sería ilegal. - el avisó.
- OK. No dije que iba a amenazar a nadie ", dijo, con una sonrisa
maliciosa. "Solo quiero decirle que tener a mi bebé es el peor trato que
hará en su vida. - Saúl se rió del otro lado.
'Tienes razón sobre eso. Dígale que si ella quiere un padre para el
bebé, lo solicitaré, ya que usted no lo hace”, dijo entre risas. Hablaré
contigo mañana, papá. Ah, y sería una buena recompensa, ¿no crees?
Colgó antes de escuchar mi respuesta. Tuvo que dejar de lado sus bromas.
Negué con la cabeza y volví a sentarme. Esta noche sería demasiado larga.
Dormí mal, me desperté temprano y fui a hacer ejercicio. Tenía mucha
adrenalina acumulada y necesitaba desahogarme. Hice una hora de
boxeo, y después de ducharme, fui a la cocina a desayunar. Selma ya
estaba activa.
“Buenos días, Selma”, la saludé y me senté a la mesa mientras me
servía.
"Pareces de mejor humor hoy", comentó.
- ¿Crees? Le dediqué una sonrisa. Estaba realmente de buen humor,
iba a atrapar un hermoso pájaro hoy. Sonrío al pensar en Julia Mason en
una jaula. Debe ser tan tímido...
Me desperté con el teléfono sonando en alguna parte. Maldita sea, me quedé dormido.
Miré el reloj de la mesita de noche y noté que eran más de las tres de la tarde.
Wow, ¿nadie puede dormir tranquilo en esta casa? Busqué de dónde venía el
sonido y recogí mi bolso del suelo donde lo había dejado cuando llegué.
Tomé mi celular, vi que era mi amiga Carla y suspiré. Sabía que se le ocurriría
esa historia de "¿no te lo advertí?" cuando le contó lo que estaba pasando.
- Oye.
—Julia, ¿eres tú? El tono alegre del otro lado fue bueno, para despejar
el aire pesado de mi vida.
“Carla, ¿quién más estaría contestando mi teléfono? pregunté, riendo.
"Nunca se sabe, ¿verdad, amigo?" dijo en ese tono irreverente que le

era tan peculiar. — ¿Dónde estás, desaparecido? No te he visto en días, y
esta cosa del embarazo te está volviendo tan suave. Gemí, sabiendo que esta
letanía era interminable, y no habían pasado tantos días desde que nos vimos.
- ¿Donde estas?
"En casa, ¿por qué no vienes aquí?" Hago tu comida favorita... o no.
“Julia Mason, no hagas promesas que no cumplirás.

- ¿Como no? Tengo algo serio que decirte —dije, la risa desvaneciéndose
dentro de mí. "Algo terrible ha sucedido", me lamenté.
— Terrible ¿cómo? ¿Estás bien, cariño? Su tono ahora era de
preocupación. “Iré allí de inmediato, estaré allí en… diez minutos, y tendré la
cena lista. Colgar... Entonces me cuentas todo.
Después de colgar, me duché y solo me puse una bata de seda. Fui a
ver qué se podía hacer para la cena, sabiendo que al final acabaría saliendo
a comer fuera. Recordé que no había almorzado ese día.
¡Nuestro! No le haría ningún bien a mi pequeño. Me di palmaditas en la barriga
con cariño y caminé hacia mi cocina, que era espaciosa y funcional. Me
encantó todo mi apartamento, lo compré hace dos años. A los veintinueve
años, mi vida ya estaba completamente estabilizada: yo era el dueño de Ma
Belle, una boutique de ropa de mujer, donde vendía marcas exclusivas. La tienda
está ubicada dentro del centro comercial, en el centro.
Vivía lejos de mi familia y Carla era la única persona cercana a mí.
Sabía que ella me apoyaría en este momento catastrófico que estaba pasando, a
pesar de que estaba en contra de la idea de que tuviera un hijo. Ella no me
entendía y seguía preguntando por qué lo deseaba tanto. Fue mi elección, ¡no
quería ser madre a una edad mayor! No es que ser madre después de los treinta
y cinco años esté mal. Solo pensé que este era el momento.
Y quería tener mi propia familia, a mi manera, pero era familia de todos
modos.
Creo que estaba en un estado de negación hasta ahora con la situación. Sé
que necesito un abogado de la corte familiar y averiguar qué puedo hacer. Pero
por ahora, no quería lidiar con eso, hasta que descubrí todo sobre mi donante no
tan anónimo, Jason Lewis.
Como aún era temprano para la cena, bebí un poco de yogur mientras
revisaba mi refrigerador. Vi que no tenía nada interesante que cocinar. Hmm,
mejor ordenar listo. Después de que ella llegara, consultaría con ella si haríamos
un pedido o saldríamos a comer.
Después de beber mi yogur, fui a una de las habitaciones que tenía como
oficina en casa y busqué en mi diario el número de teléfono de mi abogado. Pero
ella no pudo atenderme en ese momento.
Hice una cita a primera hora de la mañana siguiente y traté de calmar mi corazón
acelerado. ¡Maldito Jason Lewis! ¿Qué quería él de todos modos? ¿Había hecho
bien en dejar la reunión así? No salir, huir como un cobarde. Bueno, de todos
modos, ya estaba hecho. Me dirigía a la cocina cuando sonó el timbre.
Probablemente fue Carla. Abrí la puerta del departamento y ella entró como un
huracán.
"Derrama todo", dijo mientras pasaba a mi lado.
“Hola a ti también.” Sonrío. Ella se gira y me abraza.
- ¿Estás bien? Me tomó más tiempo de lo que pensé”, dice, yendo a mi sala
de estar y dejándose caer en el sofá blanco en forma de L.
“No tomó tanto tiempo, considerando que para ir a la esquina
desde tu casa tienes que aplicarte labial, rímel y tacones —bromeé.
- Amigo, nunca sabemos cuando nos encontraremos con nuestro príncipe,
puede pasar en la esquina de tu casa – dijo riendo. Me encantaba ese espíritu
juguetón suyo. loca. '¿Entonces qué pasó?' ¿Qué te está molestando?
Ni siquiera te lo diré. Me senté a su lado. “Fui a una reunión hoy en la clínica

donde hice la inseminación, y no tienes idea de lo que pasó”. Le conté todos los
detalles de lo que había sucedido. Del canje del donante y de que no quería tener el
hijo. “Solo sé su nombre: Jason Lewis. Ah, y que es un psicópata —terminé.
— Vaya, que lío, esta clínica fue muy negligente, nunca había visto tal cosa. ¿Y
qué pasa ahora? — ella, como yo, estaba sorprendida por el descuido de mi
procedimiento.
“Bueno, no pude comunicarme con Sylvia, pero programé una cita con ella
mañana por la mañana temprano. Ella me guiará en eso, porque honestamente no sé
qué hacer. Suspiré.
¡Ay, amigo mío, qué horror! ¿Es el chico?
“Un idiota que, según el Dr. Wilson, quiere que interrumpa mi embarazo. Debe
ser el caballo más grande. ¡Dios mío, mi hijo heredará sus genes! - ella rió.
Averigüemos todo sobre él. ¿Dónde está tu cuaderno? - Preguntó, levantándose

del sofá y yendo a la oficina a buscarlo. Este amigo mío estaba loco. Volvió poco
después, se sentó y se puso a teclear furiosamente, ¡la loca! — ¡Vaya, Julia! ¡No
dijiste que estaba tremendamente caliente, y lo pusiste caliente! el exclamó. “Rico,
guapo y sexy.” Levantó la cabeza y me miró. "¿De qué te estás quejando realmente?"
Él se rió con una cara de suficiencia. Solo Carla haría divertida una situación drástica.
“Él quiere interrumpir el embarazo”, le recordé.

'Tenía que ser defectuoso, ¿no?' Pero al parecer, las mujeres no deberían
encontrarle ningún defecto, amigo, ni tiene una figura repetida. No hay mucha
información sobre su vida personal aquí. Solo dice que está en el negocio de la
tecnología y que tiene treinta y cinco años, es soltero y aparentemente le gustan
muchas mujeres”, dijo. — Nadie sabe sus orígenes, hay un artículo sobre él aquí, en
un sitio web. ¿Cuándo vas a hablar con él?
"No hasta que hable con Sylvia," suspiré. me di cuenta de que estaba
haciendo eso mucho hoy: suspirar.
"¿Crees que podría estar buscándote?"
— No sé, pero se me hace raro que no me hayan llamado de la clínica.
aun así, después de haberme escabullido de allí —dije
con pesar. "Deberías haberte quedado, ¿no?"
"Ay, Julia, yo hubiera hecho lo mismo si alguien me amenazara con algo así",
me tranquilizó. "Entonces, ¿qué pasa con esta cena?" Me lo prometiste, ¿recuerdas?
- ¿Qué tal si salimos? Realmente no tengo ganas de cocinar. Me reí entre dientes al
ver la cara caída del perro por el cambio que había hecho. "Oh, vamos, ¿quién es la
embarazada aquí?" Menos mal que no empezaron las náuseas, tengo que disfrutarlo.
“Me convenciste, pequeño demonio.
“Estaré lista en cinco minutos,” dije y corrí al dormitorio.
Me puse un vestido corto y delicado con estampados florales y sandalias.
Me apliqué un poco de maquillaje y me solté el pelo. Veinte minutos después, estaba lista
para irse.
Fuimos a un restaurante cerca de casa porque no quería volver tan tarde.
Estaba en medio de la cena cuando escuché sonar mi teléfono celular en mi bolso. Lo
recogí, miré la pantalla y vi que era el gerente de mi tienda.
"Hola Melissa, ¿hay algún problema?" — Rara vez llamaba cuando estaba fuera de
la tienda. Eso solo pasaba cuando era algo que solo yo podía manejar.
"Hola, Julia, ¿estás en casa?"

“Cenando con Carla. ¿Me necesitas? “Hay un hombre aquí
buscándote, y por la expresión de su rostro, creo que debe ser un cliente totalmente
insatisfecho.
¿Hombre?
- ¿Lo que el quiere? — ahora sentía mariposas en el estómago; mi voz salió
un poco inestable
“Hablando contigo, la buscó, y como dijimos que no estaba, se fue. Al menos creo
que lo fue.
“Maldita sea.” Debe haber sido Jason. El idiota debe haberme buscado en Internet.
“Melissa, si vuelve a aparecer, pídele que deje su teléfono y lo llamaré, ¿de acuerdo?
“Pensé que eras un cliente insatisfecho.

"No lo creo, mantenme informado".
“Está bien, ya que no eres un cliente insatisfecho, también podríamos tenerte en
nuestra cartera de clientes. Apuesto como es, debe tener una legión de mujeres detrás de
él. Me quedaría sin existencias en poco tiempo, regalando tu harén”, bromeó.
“Menos, Melissa, ¿incluso tú? Creo que tú y Carla necesitan novios —me río.
“Cualquier cosa, te llamo. Hasta luego”, dijo, y luego colgó.

Mi Nuestra Señora de las mujeres inseminadas por donantes

acosador, ¿me ha encontrado el hombre, y tan rápido?
Cuando colgué, Carla quería saber qué había pasado.
“El padre de mi bebé me está cazando.
— Shiiii, amigo, el hombre no pierde el tiempo. Mejor ser cuidadoso.
Un poco más de media hora después, decidimos salir del restaurante e irnos a
casa. Terminé quedándome más tiempo del programado porque Carla y yo
hablábamos demasiado. En la entrada del edificio, descubrí que un hombre también
había venido a buscarme allí. ¡Santa Madre! Me estaba convirtiendo en un tremendo
acosador. Pero ya esperaba que viniera a buscarme, así que vendría.
Dormí muy mal esa noche, ya las siete de la mañana ya estaba en la oficina de
Sylvia.
—¿Café, Julia? me ofreció mientras me sentaba frente a su escritorio.
“No gracias, estoy evitando la cafeína.
"Oh, sí, pediré un poco de té mientras me dices qué está pasando".
pasando - pidió té y café al asistente. “Ahora habla.
Le expliqué todo lo que pasó.
'Bueno, el caso es realmente bastante inusual, y aparentemente la ley no
contempla nada de eso.' Su donante tiene todo el derecho de negarse a tener el
niño, por no haber dado autorización para el uso. Ya estás en tu vida también, por
haber pagado los servicios de la clínica y ya estar embarazada. Incluso podría haber
ganado el caso, pero si se analiza la vida, será un aborto, y eso la ley no lo permite
-aclaró. — Ustedes dos pueden demandar a la clínica, eso es un hecho, no hay nada
que discutir.
— No sé si quiero pelear en los tribunales contra la clínica, y es más, tampoco
puedo aceptar interrumpir mi embarazo.
— Julia, estoy bastante seguro de que ningún juez haría eso. El señor. Luis
también puede renunciar a la paternidad si no quiere asumir al niño.
“Pero ahí lo tienes, no quiero que él tenga ningún derecho sobre mi bebé”, gemí
y sentí lágrimas en mis ojos. ¿Qué diablos, es este momento para emocionarse?
"Puedo hablar con su abogado, llegar a un acuerdo", dijo.

continúa — Pero no te desesperes, Julia, ya arreglaremos esto.
Hablamos durante casi una hora sobre las posibles formas de resolver mi caso.
De todos modos, estaba más tranquilo. esperaba que
ella podría obtener algo del abogado del señor "todopoderoso" .

Fui directo a casa, no iba a pasar por la boutique hasta la tarde, y al parecer él no
volvió a ir a buscarme. Entré al condominio y estacioné.
Salí del auto y estaba encendiendo la alarma del auto cuando sentí que se me erizaba
el vello de la nuca. Me giré lentamente para ver a Jason Lewis justo en frente de mí.
¡Realmente es algo hermoso de contemplar! Estaba vestido de manera informal:

jeans, una camisa de punto azul claro y anteojos de sol de aviador. Parecía comestible.
¡Nuestra señora de las mujeres desamparadas, ayúdame!
- Hola Julia. Su voz era ronca, sexy y masculina. ¿De dónde diablos salió, el
portero lo dejó entrar? “Déjame presentarme apropiadamente.” Extendió su mano.
“Jason Lewis.
Miré su mano por no sé cuánto tiempo. Me aclaré la garganta, me estiré
mi mano y sostuve la tuya.
— Julia Masón. Su mano envolvió la mía y sus dedos se cerraron alrededor de
los míos en un agarre firme. Sentí calor por todo mi cuerpo y cada pequeño cabello se
erizó al tocarlo. '¿Cómo entraste aquí?' “Eso fue todo lo que se me ocurrió preguntar.
"Su amable portero me permitió esperarlo", dijo, con una sonrisa.

sonrisa en la comisura de los labios.
- ¿Qué es lo qué quieres? — Sabía lo que quería.
- Quiero hablar con usted. Convéncela de que es una mala idea tener a mi bebé.
Miró a su alrededor. ¿Por qué no vamos a algún lugar cómodo?
¡Jesús! ¿Cómo me desharé de él?
CAPITULO 04
¡JESÚS!
Encontrar a Jason allí fue inesperado y no quería llevarlo a mi apartamento.

Pero era eso o el café frente al edificio. Bueno, como él estaba allí, y como sabía que
no íbamos a tener una conversación precisamente cordial, me decidí por mi
apartamento.
"Está bien, vamos arriba entonces", invité. Ser hostil con él no serviría de nada,
así que "mantén a tus amigos cerca ya tus enemigos más cerca".
Ese era el dicho, ¿no?
Él le indicó que siguiera adelante. Me dirigí hacia el ascensor con él
siguiéndome, sintiendo que me miraba. Presioné el botón del último piso y él levantó
una ceja.
"Puedo ver que nos llevaremos bien, Julia". Pensó que eso era poco probable,
pero..." "Al menos nos gustan los ingredientes". Había una sonrisa sexy en la
comisura de sus labios. Sí, estaba seguro de que nuestros ingredientes eran bastante
diferentes.
Abrí la puerta, le pedí que entrara y entramos en la sala de estar.
"¿Por qué no se sienta, Sr. ¿Luis? - Yo invité.
—Jason. Me chame de Jason.
- Claro que sí. ¿Toma algo? Pregunté, pero ¿quién realmente?
Yo estaba sediento.
- No gracias. Pero siéntete libre. Lo miré como un idiota. Exudaba magnetismo,
poder y sexo. Y ahora me está enfocando con esos magníficos ojos claros,
haciéndome sonrojar. "Puaj. ¡Contrólate, descerebrado!”, me abofeteé mentalmente.
"¿El hombre está aquí queriendo llevarse a tu hijo y lo estás deseando?" Él era
impresionante. Me imaginé cómo sería nuestro hijo. ¿Se parecería a él?
Ponte cómodo. Fui a la cocina, tomé un vaso de agua y volví a la sala de estar.
Estaba mirando fotos donde yo estaba con mi familia. Me aclaré la garganta para llamar
su atención y se sentó como si estuviera en su propia casa. No me senté enseguida y él
sonrió.
Yo no muerdo, Julia, a menos que me inviten a hacerlo.
era una cuestión de opinión.
“Bueno, hablando de morder, ¿por qué estás aquí de todos modos? - digo cuando
Lo es. “Nuestros abogados podrían resolver nuestra situación.
— Respecto al tema que me trae por aquí, Julia, ya lo debes saber: no quiero tener
hijos y eso es un hecho — dijo y tragó saliva. Estúpido. “Bueno, seré claro contigo.” Me
miró fijamente. - ¿Cuánto quieres llevar al bebé?
¡Oh Dios mio! ¿Este hombre está loco?

"¿Estás loco, idiota?" I grité. "¿Tienes alguna idea de lo que estás pidiendo, maldita
sea?"
"Excepto, señorita Mason..."
"¡Fuera de mi casa, ahora!" Me levanté completamente aterrorizado. “O llamaré a la
policía para que te saquen de aquí.” Estaba temblando incontrolablemente, ahora por
pura ira y disgusto por este ser.
Me levanté con tanta fuerza que me dio vueltas la cabeza y volví a la cama.
siéntate en el sofá detrás de mí.
- ¿Estás bien? Se había levantado y vino a sentarse a mi lado, tocándome la cara
con sus largos y elegantes dedos.
"Como si te importara", murmuré. Las náuseas se apoderaron
mí y tenía ganas de vomitar sobre el estúpido petimetre criminal.
“No seas dramático, solo estoy siendo honesto contigo.
Corrí al baño, las náuseas me golpeaban. Salí del baño unos minutos más tarde
para encontrar a Jason esperando, apoyado contra la pared opuesta. Me miró y yo lo miré
a los ojos. Parecía una especie de culpa, remordimiento o lo que sea que vi.
- ¿Estás bien? Parecía realmente preocupado. Demasiado tarde para tu buena fe,
pensé.
“Solo quiero que te vayas,” dije, y mi voz sonaba cansada, las lágrimas amenazaban
en cualquier momento. los últimos eventos
me estaban agobiando y dejando mis emociones hechas jirones. Solo quería

acurrucarme en un rincón y dormir.
Caminé hacia la puerta, la abrí y esperé a que saliera. En lugar de hacer lo
que le pedí, caminó hacia mí y cerró la puerta.
“No te dejaré solo en este estado.
"Estoy acostumbrado, Sr. Lewis, solo he vivido mucho tiempo.
“No estar embarazada.” Caminó hacia la cocina, y yo me quedé allí como
una idiota, sin saber qué hacer para que se fuera. En cambio, lo seguí y lo
encontré hurgando en los armarios. ¿No bebes té? preguntó, y le mostré dónde
estaba. Hizo una taza y la puso sobre la mesa frente a donde yo estaba sentada.
Lo vi caminar por mi cocina como si fuera el dueño del lugar. “Voy a viajar esta
tarde y estaré fuera por casi una semana. Quería arreglar las cosas contigo.
"Solo diré esto una vez, Sr. Lewis: No me haré un aborto”, dijo, siseando
indignado. “Y solo para que conste, puedes presentar una demanda en mi contra
si quieres.
- OK. Tengo otra propuesta para ti, oh no, sabía que no te gustaría eso.
"Como quieres continuar con el embarazo, te propongo que me lo des cuando
nazca".
— Tu egoísmo es tan grande que no ves ni un centímetro frente a tu nariz
arrogante — honestamente, no tomaré en cuenta nada de lo que diga ese
hombre. "¡No te entregaré a mi bebé, probablemente lo ahogaría en la bañera!"
Dije sin pensar, y parece que ofendí al gran hombre.
"Creo que estás yendo demasiado lejos, Julia", gruñó.

"Oh, ¿no fuiste tú quien, no hace ni diez minutos, estaba sugiriendo... no,
pagándome para sacar al bebé?" Pregunté con insolencia. Se sostuvo el puente
de la nariz y respiró hondo.
"¿Por qué no piensas en mi propuesta mientras estoy fuera?"
Podrías tener otros hijos si quisieras ", continuó. "Simplemente no quiero tener a
mis hijos dispersos.
¡Qué exagerado!
"¿Cuántas mujeres embarazadas de ustedes están por ahí, para tener
tantos niños desperdigados?" me burlé Me miró serio.
"¿Alguna vez has considerado la posibilidad de ser cuatrillizos?" — al
parecer también le gustaba hacer bromas. “¡Imagina, cuatro copias mías! Había
un indicio de una sonrisa en sus labios.
“Ni siquiera lo digas en broma”, dije horrorizada, no por los cuatrillizos, pero tener
cuatro “arrogantes” más a mi alrededor sería demasiado. Borré la imagen de mi mente
de cuatro pequeñas criaturas malvadas más y lo miré. — ¿Conoces mi sugerencia?
Renunciar a la paternidad, y lo criaré por mi cuenta, como ya lo haría —digo, tomando
un sorbo de té. "Si no lo hace, estamos en un callejón sin salida, Sr. Luis.
“Criar a un niño, Julia, no es un paseo por el parque.

“Sí, dijo el experto en familias, a quien le gusta comer niños pequeños en el
desayuno.” El desprecio goteaba de mis palabras. No hizo ningún comentario durante
un rato, solo me miró, luego se puso de pie y dijo:
"Está bien, no querrás hablar como los adultos que somos". Caminó hacia la puerta
y se dio la vuelta. "Nos vemos en la corte. Prepárate, porque no voy a estar tan bien
como hasta ahora.” Me dio la espalda para salir del apartamento.
Salí de la parálisis en la que estaba y fui tras él.

"Espera", le grité, pero él ya había salido por la puerta principal. - ser un adulto
y vuelve aquí —dijo, cuando llegó a la puerta y él estaba esperando el ascensor.
- ¡Adiós! - E izquierda.
"No puedes ir así, maldito idiota", le grité a la puerta del ascensor que se cerraba.
—¡Maldito hombre!
Para aquellos que no querían antagonizar, jugué un papel excelente. ¡Qué carajo!
Ni siquiera tenía su número de teléfono, podría disculparme por el comentario

innecesario. A veces me equivoco de ira. ¿Y no me había enojado porque él quería a mi
bebé? La volubilidad de este hombre era visible. ¡Ahora quiere el aborto, ahora quiere el
bebé para él!
Regresé a la cocina, preparé otro té relajante y fui a llamar a Sylvia para
contar los acontecimientos.
'¿Quiere al niño ahora?' preguntó ella, sorprendida. — Entonces las cosas son
diferentes, Julia, él tendrá los mismos derechos que los tuyos y, probablemente, la
custodia compartida.
- ¿Serio? Está pasando todo lo que no quería —me lamenté. —
Bueno, ¿no hay alternativa? - no podía perder la esperanza.
"Bueno, si él no cambia de opinión otra vez…" Ella suspiró. — Pónganse de
acuerdo, sean adultos y dejen de actuar pensando en sus propios intereses — ¡Guau!
“Piensa en el bebé, que es el mayor interesado en todo esto. Te olvidas que hay otra
vida de por medio
en esta guerra sin sentido? Porque eso es lo que veo, Julia. Actuemos como adultos,
¿de acuerdo?
“Hmm.” Me quedé sin palabras ante la conferencia de Sylvia. - Tú tienes
razón —dije, resignada. "Pero se fue de aquí todo gruñón".
"Siempre tengo razón", se rió. "¿Por qué no lo llamas, luego los dos se sientan y
hablan?" Preferiblemente con un mediador, porque así es como uno no estrangula al
otro. Cualquier cosa, llámame.
Después de colgar, caminé inquieta por el apartamento vacío. Maldición. Encendí
la computadora portátil y busqué la información que Carla había encontrado ayer. Sólo
estaba el número de teléfono de su empresa. Bueno, llamaría allí, era la única manera.
Marqué el número y esperé a que me contestaran.
Una voz femenina respondió e informó que el Sr. Lewis viajaba hoy y no volvería
hasta dentro de tres o cuatro días. Oh, maldición, había dicho algo sobre viajar. No sabía
qué hacer, así que le dejé un mensaje, diciéndole que me gustaría que me llamara, y
también le dejé mi número de celular.
Como el embarazo me daba sueño, me fui a dormir un poco antes de ir a la

boutique. No había estado allí en tres días y no me gustaba estar fuera tanto tiempo.
Pasé la tarde preocupada, cuando llegué a casa por la noche estaba nerviosa.
Traté de dormir temprano, pero el sueño parecía haberse evaporado. Cuando logré
conciliar el sueño, fue para tener una pesadilla en la que Jason se llevaba a mi hijo y se
lo llevaba. Amanecí sudoroso, asustado y con ligeros dolores en el estómago.
Mierda. Miré la hora, comprobando que solo eran las 2:10 am.
Me levanté para beber agua, luego fui a orinar. Mirando mis bragas, descubrí que estaban
sangrando. ¡¡Oh Dios mio!! No podía perder a mi bebé.
¿Sería mejor ver a un médico? A estas alturas, mi obstetra estaría durmiendo.

Sería mejor buscar un hospital, y eso fue lo que hice. Me cambié de ropa en un tiempo
récord y me fui. Llamé a Carla cuando subí al auto.
"El negocio tiene que ser muy urgente para que me despiertes en este momento".
tiempo —murmuró cuando contestó.
"Carla, voy al hospital, creo que podría estar perdiendo a mi bebé", le dije, con la
voz entrecortada por el llanto reprimido.
- ¿Qué? Ahora parecía que se había despertado para siempre. - Qué
estuvo ahi amigo? La oí maldecir y un ruido sordo al otro lado.
- ¿Estás bien?
"Oh, sí, perdí la distancia cuando me levanté de la cama", dijo sin aliento.
“Vengo a quedarme contigo, dime a qué hospital vas.
Le dije a dónde iba y colgué.
"Oh, hijito, agárrate fuerte, no puedo perderte ahora..."
¿Sabías que probabilidad, el porcentaje de aborto involuntario en el
primer trimestre es treinta por ciento. Sentí que las lágrimas me picaban los
ojos y comenzaban a caer.
Me atendieron muy rápido en el hospital, y sí, estaba perdiendo a mi
bebé. Iban a intentar sujetarlo, pero las próximas horas serían cruciales.
Debe haber sido todo el estrés por el que había estado pasando estos últimos días.
Encontré a mi amigo en una habitación de hospital. No se parecía en nada a la

Julia que él conocía, independiente y llena de vida. Esta locura de tener hijos iba más
allá de los límites, más con este loco que era el donante no tan anónimo. Él era el
mayor culpable de todo este estrés.
Quería encontrarlo y darle una buena bofetada. ¡La cara más tonta!
"¿Ahora que me dices que lo conociste ayer, Julia?" dijo, enojado, cuando ella
le contó lo que había sucedido. “Lo encontraré y le diré algunos buenos.
"Ni siquiera vayas por ese camino, Carla", dijo, con la voz ronca por las
lágrimas. “Solo empeorará las cosas.
"Nunca te había visto así, y lo único que quieres es estrangularte".
Jasón Lewis. ¿Qué dijo el doctor?
“Como estoy adolorida y sangrando, me mantendrán aquí.
hasta que…” No pudo continuar, emocionada.
"Oye" Me senté en la cama junto a ella y la abracé. “Lo superarás, ¿de acuerdo?
En ocho meses tendrás un hermoso niño.
“O una niña bonita.” Apareció un atisbo de sonrisa.
Le devuelvo la sonrisa.
Después de unos veinte minutos, Julia se durmió. Me acosté en el sofá en la

esquina de la habitación. Mañana el semental donante de semen sabría quién era
Carla Spinoza. Júlia amaneció sin dolor, que ya era grande, pero aun así corría el
riesgo de abortar. Le dije que tenía que irme a casa, cambiarme de ropa y
volver enseguida. Por supuesto, eso era solo una excusa para irse.
Llegué a la empresa del semental reproductor y me enteré por la recepcionista

rubia y acicalada que estaba de viaje.
"¿Y cuándo regresa su majestad?" - me burlé.
"No tengo esa información, señora", dijo el pájaro cantor, con una sonrisa.
sonrisa falsa. No fui con su cara.
- OK. ¿Tiene asistente, secretaria o lo que sea?
“Por supuesto que sí, señora.

"Entonces pregúntale a ella, por favor". Es una cuestión de vida o muerte, y
cuando digo muerte, lo digo literalmente, exageré.
- ¿Lo que está sucediendo aquí? —dijo una voz masculina detrás de él.
yo. Me di la vuelta y vi a una rubia con traje. Lo alcancé.
— Carla Spinoza, necesito hablar urgentemente con el Sr. Jasón Lewis.
— Thiago Gómez. Pero Jason está de viaje. Mostró una hermosa sonrisa.
“Tal vez puedas ayudarme” bajé mi voz en un tono confiado “Necesito que él
sepa que su novia está perdiendo a su bebé” mentí sobre la 'novia'. Pero él no lo
sabía, ¿verdad?
"Esa fue buena, Jason no tiene novia ni hijos" fruncí el ceño.
y lo miré fijamente.
“¡Estás mal informado, eh, querido! Su novia está en el hospital en este

momento. ¿Por casualidad quieres que te culpen por no saberlo? ¿Tener la
información y no haberla transmitido?
Cinco minutos después, estaba hablando con Susan, la asistente de Jason.
- ¿Cuándo vuelve? ¿Conseguiste hablar con él? — Me gustó este. Era uno de
esos elegantes y eficientes.
“Podría perder mi trabajo por esto”. Cogió el teléfono, marcó, esperó un
momento y luego habló con la persona del otro lado. "Saul, ¿puedes hablar ahora?"
ESTÁ BIEN. Hay una chica aquí que dice que necesita hablar con Jason sobre su
hijo. Me escuchó y me miró.
— Esta se llama Carla Spinoza... Dijo que es su amiga, que está en el hospital...
Déjame confirmar. — Y dirigiéndose a mí: — ¿Cómo se llama realmente tu amigo?
"Julia Mason, y necesito hablar con el semental reproductor".

Regresé al teléfono, ignorando mi pedido.
"¿Vas a hablar con él...?" Está bien.” Ella colgó.
— Pero necesitaba hablar con él, no entiendes la gravedad de la situación…
— Wow, estaba flipando aquí. Después de que ella dijo que su abogado entregaría
el mensaje, no tuve más remedio que irme.
Me levanté y caminé hacia la puerta. Maldita sea, al menos lo intenté. Tenía que ir a
mi apartamento y volver para estar cerca de Julia.
Estamos explorando las instalaciones de la empresa, antes de la primera reunión

con los estadounidenses, y mi cabeza no está aquí. Estuve en Brasil, precisamente en
Júlia Mason.
Desde ayer, cuando salí de su casa, ella no se ha ido de mi mente ni un solo
momento. ¡Maldición! Tocarla fue divertido, sentir el toque de esta mujer fue suficiente
para revisar mis impresiones sobre ella. El grito de necesidad de mi cuerpo fue
inesperado, totalmente desagradable e inconveniente en su intensidad, no necesito
decir por qué. Había forzado mi cuerpo y mis emociones a un segundo plano. Pero
mientras la seguía hasta el ascensor, no pude evitar notar el balanceo de su sexy trasero
mientras caminaba. Esta atracción por ella estaba totalmente fuera de lugar.
Un toque, y algo había comenzado a pelear dentro de mí, con sentimientos

encontrados, que me hacía querer y no querer; era como caminar sobre una cuerda floja.
Pero al poco rato, ya en su apartamento, la cagué en lugar de hablar como un

adulto. Había salido de allí como un estúpido adolescente. ¿De dónde había salido la
maldita idea de pagarle para que me entregara el bebé?
Nuestro bebé, para ser honesto, será su madre después de todo.
Estaba ablandando mi corazón demasiado rápido, pero realmente estaba
con remordimiento por haberla tratado tan mal.
Aun distraído, vi a Saulo sacar su celular del bolsillo de su traje y señalar que
necesitaba contestar. Poco después de su regreso, me susurró al oído.
- Necesito hablar contigo.

'¿Tiene que ser ahora?'
“Sí, fue Susan, y tienes un problema, o no, ya que eso es lo que tanto deseabas,
amigo mío”. Lo miré perplejo y me volví hacia Brian Davis.
"Davis, ¿nos disculpas por un minuto?" - Solicité. Cuando estabamos

Lejos de ser escuchado, pregunté: —
¿Qué pasó?
— Una amiga de Júlia estaba en la empresa, diciendo que ella está en el hospital y
que podría perder al bebé — dijo Saulo en voz baja.
- ¿Qué? ¿Perder al bebé? — No me lo creía y tuve que repetirlo.
¡Mierda! Fue mi culpa. Debo haberla presionado demasiado. Si le pasa algo a ella o al
bebé, no me lo perdonaré. A pesar de nuestras diferencias, no quiero que le pase nada
malo. “Tengo que volver, quiero que termines aquí”. Saulo me mira incrédulo mientras
camino hacia Davis y le digo que dejaré todo en manos de Saulo.
"¿Estás seguro de eso, Jason?" - pregunta Saúl cuando paso por su lado,
y el ojo con el ceño fruncido — Llama si necesitas algo.
- ¡Gracias! Te agradezco y me voy. Durante el vuelo, la culpa y
las preocupaciones me corroen.
Llamó a Susan y preguntó en qué hospital estaba Julia.
Entonces, cuando me bajé del avión al amanecer, fui directamente allí. Antes de verla,
traté de informarme sobre el estado de salud de ella y del bebé. Me aseguraron que solo
estaba bajo observación. Me sentí aliviado de que no hubiera perdido al bebé. No me
preguntes por qué, ni siquiera sabía la respuesta.
La encontré durmiendo y me senté en el sillón al lado de la cama. Debió sentir que
alguien la miraba, porque poco después abrió los ojos y, por lo visto, estaba muy enfadada
conmigo.
- ¿Hola, cómo estás? Pregunté en voz baja, pero ella no respondió.
- Estaba preocupado contigo.
"¿Has venido para asegurarte de que realmente perdí a mi hijo?" siseó.
"Claro que no, vine a ver si estás bien" Ella lo miró incrédula.
"¿No estabas de viaje?" ¿Cómo sabías que estaba aquí?
Tengo mis contactos. Sonreí, pero ella permaneció seria. “Puede que no lo creas,
pero cuando pensé que podría perder al bebé, realmente no quería que eso sucediera”.
Levanté mi mano y tomé la de ella, que ella trató de jalar, pero la sujeté con fuerza.
Acaricié el dorso de su mano con mi pulgar, sintiendo las vibraciones recorrerme con el
acto, y creo que ella también lo sintió, porque se estremeció visiblemente y su respiración
se aceleró. Nos estábamos mirando el uno al otro. Mi impulso era inclinarme y besar su
hermosa boca. Quería saber cómo sabía, saber si sería tan suave y delicioso como
parecía. Sentí que me ponía duro con la excitación, y mi sangre debe haber ido
directamente a la parte sur de mi cuerpo.
¡Maldición! ¿Qué diablos estabas pensando? Eso fue un maldito tiro en el

¡pie! Solté su mano y me puse de pie.
¡Vaya! Pensé que me iba a besar. Y cuando no fue así, la decepción se apoderó
de mí. Y esto entre nosotros, esta inesperada atracción pura e intensa, no terminaría
bien. Si fuera en cualquier otra circunstancia, no lo pensaría dos veces y saltaría de
cabeza.
Despertar y encontrarlo mirándome fue raro, ni siquiera sabía cómo actuar, y mi
enojo con él, ¿dónde terminó? Ni siquiera le di tanta importancia, soy demasiado
blanda, como dice Carla. Lo vi ponerse de pie, luciendo tan "comible". Aparentemente,
mi enojo con Jason solo sale cuando él no está cerca de mí.
"¿Vas a quedarte ahí el resto de la noche?" Yo pregunté. ¿Me tenías miedo,

por casualidad? Casi me río al pensar en un hombre de este tamaño asustado de
una mujer.
- ¿De que te ríes? No me di cuenta de que en realidad estaba sonriendo hasta
que me preguntó: "¿Cuándo te darán de alta?".
“Mañana, probablemente.” El médico había dicho que me dejaría ir, siempre y
cuando me mantuviera callado durante las próximas semanas. “Quiero decir, más
tarde, después de todo, es casi el amanecer.” Se volvió a sentar y yo me relajé en mi silla.
cama.
Debo haberme quedado dormido porque cuando volví a abrir los ojos, estaba
solo en la habitación. Me levanté y fui al baño, encontrando a Jason, cuando volví,
esperándome junto con el doctor.
— Buenos días, Julia, ¿cómo te sientes hoy? — preguntó el doctor — Buenos
días, estoy bien Doctor.
— Estaba hablando con tu prometido de que ya puedes irte a casa, mientras
descanses. - ¿Novio? Lo miré y su cara de jugador de póquer no me reveló nada.
“Entonces eres libre de irte. Haré tu liberación”, dijo mientras salía de la habitación.
- ¿Novio? dijo tan pronto como el doctor se fue. '¿Te has vuelto loco?'
“Quería saber qué era suyo, así que solo dijo que era su padre.
hijo. El que inventó al novio.” Se rió inocentemente.
Dos horas después, estaba entrando a mi departamento acompañada por
Jason, quien insistió en llevarme. Iba a llamar a Carla, pero él
argumentó, alegando que ya que él estaba allí, no estaría de más llevarme.

"Ahora puedes irte", le digo tan pronto como entramos en mi apartamento.
"¿Quién se queda aquí contigo?" preguntó, y yo lo miré.
'Como dije una vez, siempre he estado solo, Sr. Lewis, muchas gracias', le
respondí.
- Esto no es correcto. Escuchaste al médico: descanso total, me acompañó a
la sala, y cuando me senté, vino a ayudarme, colocando una almohada detrás de
mi espalda. ¡Incluso parecía que no era válido! - ¿Necesitar algo?
"¿Eres por casualidad el hermano gemelo de Jason?" No pude más y pregunté.

Fue muy extraño, fue todo servicial y cuidadoso. “Estoy bien, ahora puedes irte.” Se
inclinó cerca de mí.
"Tengo la sensación de que me quieres a mis espaldas", susurró.
Podía olerlo, lo cerca que estaba de mí ahora, haciendo que mi cuerpo se pusiera
rígido. Levanté la cabeza para mirarlo a los ojos y mi corazón se aceleró. Debe
saber que me está afectando por la forma en que sus ojos están en mi boca.
Cuando vuelve a mirarme a los ojos, el hambre y la lujuria son visibles en los iris
grises. Lo siguiente que siento son sus labios sobre los míos.
Me roba el aliento mientras invade mi boca, su lengua busca la mía. No

pretendo estar rogando, devuelvo el beso de buena gana. Mis brazos se envuelven
alrededor de su cuello, profundizando el beso. Su boca está caliente y nuestras
lenguas se baten en duelo. Nos besamos por unos momentos. Cuando me suelta,
dejo escapar un gemido. ¿Qué? ¿Así de rápido?
"Disculpe", dijo, alejándose, su respiración se volvió demasiado rápida. ¡No te

detengas, quería gritar!
El estado de ánimo había cambiado después del beso, que terminó muy
rápido, debo decir. ¿Podría sentirme cachondo por mi enemigo? Todo mi cuerpo
está hormigueando. ¡Oh Jesus! Estaba en serios problemas.
"¿Quieres que llame a alguien para que se quede contigo?" Su voz era ronca
y no me miraba a los ojos. Caray, ¿estaba avergonzado el rudo Jason Lewis? "Tu
amigo, el que vino a mi empresa ayer, ¿no puedes quedarte contigo?"
— ¿Quién fue a tu empresa? Pregunté, sorprendida. Carla no hizo eso,

¿verdad? Mataré al bandido muy lentamente. "Está bien, la llamaré, no.
Preocúpate —digo, y él, que estaba tan preocupado por no dejarme sola,
asintió y se alejó.
Vaya, eso fue raro...
CAPÍTULO 05
ERA MAS DE LO QUE ME IMAGINABA BESAR A JULIA. Y un error también.

¿No fue suficiente la complicación en la que nos encontramos, todavía tengo que
desearla?
¡Al diablo esto! ¡Al diablo esto! ¡Al diablo esto!
Salí de su casa hace una hora y su gusto parece arraigado en mí.

Maldita sea, estaba tan delicioso. ¡Y estoy jodido! Salí corriendo de allí, era cierto.
Sería terrible involucrarse con ella, y mucho menos tener un hijo en medio de eso.
Sé que no quiero involucrarme seriamente con ninguna mujer. Lo que más me
gusta es saber que tengo uno o más disponibles esperándome.
A la mierda y vete. Siempre ha sido mi lema, no joder a una mujer que estaba
esperando a mi hijo. Hijo que ni siquiera hice, debo recordar. ¡Semen! Ojalá lo
hubiera hecho, al menos hubiera sido agradable.
Tenía que salir de allí o habría hecho algo de lo que me arrepentiría, sobre
todo porque estaba embarazada y corría el riesgo de perder al bebé. Pero a mi
maldita polla ni siquiera le importaba si ella me estaba prohibida. Maldición,
necesitaba follar a una mujer lo antes posible y sacarse esa maldita boca sexy de su mente.
Estaba acostado, tratando de dormir, había estado dormido durante más de
24 horas y no podía. Me levanto y decido ir a la oficina, tengo que hablar con Saulo
sobre las negociaciones allá en USA. Cuando volviera, hablaría de mi decisión de
pedir la custodia de mi hijo. Sabía que sería una pelea sin fin con Julia, pero esta
fue mi decisión.
Era ya entrada la tarde cuando tuve el coraje de llamar y averiguar si su amiga
había ido a quedarse con ella. Sé que he sido tan idiota, pero estaba preocupado
por ella. De hecho, ni siquiera entiendo esta mierda.
“Hola.” Su voz es suave. —Es

Jason —digo cuando responde— ¿Cómo estás?
“Hmm… estoy bien. ¿Por qué está llamando? - Preguntó. guau, ella
fue molesto y grosero, pero yo también, así que...
"Tal vez estoy preocupado por ti, solo en casa", dijo y
eso era cierto.
“No estoy solo, no tienes que preocuparte por mí.
"¿Tu amigo está contigo?" — ¿Por qué le costó tanto dar información? "Si no me
dices, voy para allá", amenacé, pero iba a pasar de todos modos.
“No, ella ha estado aquí y ahora se ha ido. Ella también tiene una vida, pero yo
estoy más que bien.
Después de colgar, decidí ir allí. No era un hombre que huyera de un desafío.
Aunque uno podría pensar que huí de ella ayer, pero fue por su propio bien.
Llegué a tu casa a las nueve. Llamé al timbre y esperé.

Esto me hizo pensar que necesitaba una llave y que obtendría una copia de inmediato.
Sí, soy así de presuntuoso. Cuando quería algo, casi nunca lo conseguía. Abrió la
puerta, frunciendo el ceño.
"Qué terco eres", murmuró, pero abrió más la puerta y
Déjalo ir. Sonrío por dentro. No fue tan malo.
"¿Por casualidad vas a dormir aquí?" preguntó y se cruzó de brazos en una
postura defensiva.
"Si quieres…" La dejé pensar que ella decidiría dónde iba a dormir, no me voy a ir
a ningún lado. - ¿Ya cenaste? — Fui a su cocina, donde arreglaría mi cena y la de ella.
¿Qué estás haciendo, Jasón? preguntó, siguiéndome.

— Julia, mi pequeña flor de invernadero — Sonrío —, yo voy a hacer el mio
y su cena — Levanté las cejas hacia ella, abrí su refrigerador, viendo las opciones, y
luego comencé a preparar la cena, mientras ella me observaba con una cara poco
amistosa.
"Flor de invernadero mi trasero", dijo en voz baja. - Estúpido.
- ¿Que dijiste? - Yo sonrío.
"Te sientes demasiado cómodo en mi casa, para mi gusto". Que yo sepa, ni
siquiera somos amigos.
Fue bueno para ella acostumbrarse, porque no me alejaría de ella hasta que tuviera
mi hijo conmigo. Cueste lo que cueste.
Había hablado con Saul antes. No le hablé de mi decisión de

pedir la custodia de mi hijo, solo de las negociaciones, que iban bien
con Davis. Cuando volviera, empezaría a lidiar con eso. No le permitiría
tener a mi hijo. Como me vi obligado a tener uno, sería creado por mí.
Durante el último mes, me he sentido como un prisionero en mi propia casa.

Jason-Stalker-Lewis fue el carcelero más terrible del universo, tengo
certeza.
Prácticamente vino a vivir conmigo y se nombró mi tutor.
Me despertaba y dormía para encontrarlo en mi casa, pero entre esos intervalos,
él iba a su propia casa, porque siempre estaba impecable, fragante y
absolutamente hermosa.
Me pareció muy extraño que de repente hubiera cambiado acerca de tener
un hijo. Para nada como el hombre que le ofreció dinero para un aborto.
Sorprendente, a veces pensaba que estaba siendo amable conmigo y luego me
tomaba con la guardia baja con algo que podría estar tramando. Pero no había
hecho nada sospechoso.
“Tu desayuno”, dije, colocando un tazón de cereal y fruta frente a mí, “y tus
vitaminas, ¿en serio? ¿Alguna vez se detiene? Después de ese primer día llegué
a casa del hospital y me besó, prácticamente me ignoró en ese sentido. Solo
unas pocas veces noté su mirada llena de lujuria, y me mojé solo de pensar en
besarlo de nuevo.
— ¿A qué hora es tu médico? — hoy tenía cita con mi obstetra y me iban a
hacer una ecografía. Como siempre, quería saberlo todo. Para los que no querían
un hijo, estaba muy interesado en el mío. Muy extraño estar embarazada de un
hombre que prácticamente no conoces y con el que ni siquiera has tenido sexo
sudoroso. Humpf, ahí va mi mente pervertida tomando ese camino otra vez. Pero
eso fue lo que más pensé estos días, de hecho, parece cierto que la libido
aumenta durante el embarazo, porque, sinceramente, yo tenía un problema grave
o era culpa del hombre que rondaba mi casa como si fuera suya. Estaba
cachondo las 24 horas del día y Jason no parecía darse cuenta, o fingía, porque
había momentos en los que prácticamente me encontraba babeando por él.
Y además, entraba y salía a su antojo. “Robó” la llave de repuesto de mi

llavero, y cuando me quejé, me ignoró
completamente. Definitivamente, el hombre estaba loco. Pero también podrías besarme

a voluntad. — A las nueve, ¿por qué? Dije mientras comía mi desayuno.
"Iré contigo", dijo con calma. ¿Qué? ¿Se está volviendo loco?
No lo llevaré a mi obstetra.
— No lo creo, compañero. ¿No te basta estar a mis pies día y noche? Y ya invité a
Carla, era mentira, pero él no necesitaba saberlo, ¿verdad? Él me miró.
"Si no te has dado cuenta, el hijo también es mío, y quiero saber cómo
lo es”, dijo.
"¡Hijo que no quieres!" De hecho, ni siquiera debería estar aquí en mi casa para
empezar.
"¿Tienes a alguien más para quedarse contigo?" - Como el era
¡irritante! Tuvimos esta conversación varias veces este mes.
— He dicho mil veces que siempre he vivido y seguiré viviendo sola — Me levanté
y llevé los platos usados al fregadero. “No estoy enferma y ni siquiera corro el riesgo de
perder a mi hija nunca más.
"¿Cómo sabes que es una niña?" Sabía ignorar algunos
cosas y centrarse en lo menos importante.
"No lo sé, pero será una niña hermosa y la llamaré Apolonia", le dije y me eché a
reír al ver su cara de horror.
— ¿Apolonia? Un hijo mío no tendrá ese nombre.
“Entonces sé cómo hacer que renuncies a la mía”, dije en voz baja.
- ¿Qué?
- Cualquier cosa.
"También podría ser un niño, como su padre", respondió.

al tema y estaba sonriendo ahora.
Espero que no se parezca tanto a su padre. De hecho, espero que no herede la
mitad que se refiere a su cerebro porque, pobre hijito, se va a meter en serios problemas
—bromeé—.
“Qué linda es usted, señorita Mason.
Al poco tiempo nos fuimos y él insistió en acompañarme. Maldito testarudo,
siempre me ganaba.
Mi consulta transcurrió sin problemas, a pesar de tener una compañía indeseable
conmigo. el medico Edgar, después de la ecografía, dijo que todo estaba bien con mi
pequeña y me soltó para hacer lo que quisiera. Y me morí de vergüenza cuando dije:
“Sé que no estás teniendo sexo por la amenaza de aborto espontáneo, pero si
quieres retomar tu vida sexual, es aún mejor en el momento del parto, ya que
optaste por un parto normal.
Me puse roja como un tomate mientras el doctor continuaba hablando.
Cuando salimos de la oficina, Jason me dejó en casa, donde me subí a mi

auto y conduje hasta Ma Belle. Podría haber ido directamente desde allí, pero el
obstinado solo quería las cosas a su manera. Estúpido. Tal vez pensó que estaría
en casa todo el día, y no fue así.
Necesitaba quedarme más tiempo en Ma Belle, el verano comenzaba y la
nueva colección tenía que estar perfecta en el escaparate. He estado fuera mucho
últimamente, debido a mi cuidado del embarazo, necesitaba volver a ocuparme de
mi negocio.
Pasé el resto del día con Melissa, organizando algunas cosas, y ni siquiera
noté el paso del tiempo. Eran como las cuatro cuando escuché sonar mi celular,
recibiendo una llamada de Carla, la “traidora”.
“Hola, cariño ” , respondí. Ella ya la había “agarrado por las orejas” por ir a ver
a Jason cuando estaba en el hospital, y dijo que lo hizo solo para que se diera
cuenta de lo horrible que estaba siendo conmigo. Sí, parece haber tenido un efecto,
sí, ya que él era tan dulce y me trataba como si fuera un cristal.
“Hola, mamá, ¿cómo estás?”, pregunta desde el otro lado.

- Muy bien. Hoy fui al médico y me dijo que puedo hacer lo que quiera —digo
con una sonrisa.
"¡Ay, qué bien, Julia! Así que celebremos. ¿Qué tal una balada?
¿Beber unos tequilas asesinos?
"Hola, ¿olvidaste que no puedo beber, loca?"
- Wow, que aburrido te pusiste, ¿quién sale conmigo ahora? Su voz se volvió
irregular. “De ahora en adelante voy a ser una dama decrépita en casa, sin amigos,
tan dramática como siempre.
- ¿Tú? No, creo, me río porque la conocía muy bien y no era una santa, no.
"¿Qué pasa con el dios griego que ahora vive bajo tu techo?" Se rió del otro
lado.
"Ni siquiera me hables de él". Tuvo el coraje de ir al Dr. Edgar conmigo hoy,
sentí la mayor vergüenza.
“Él es el padre de tu hijo, Julia.
—Dices eso porque no eres tú quien vive con él y ni siquiera hiciste ese hijo
- el anuncio.
— Ay, si me lo quieres pasar, aquí estoy. ¿OK?
—Puedes quedarte —dije, pero cuando pensé en mi amiga u otra mujer con Jason,
sentí que mi buen humor se evaporaba. Argh. Estaba pasando demasiado tiempo con él, y
esta atracción entre nosotros empeoró todo. Tenía miedo de terminar enamorada de él si
seguíamos tan cerca.
"No gracias, el ogro es todo tuyo", bromeó. - ¿Qué tal si vamos a cenar?
para celebrar la victoria de Junior?
“Bien, estoy en la tienda. ¿Qué tal si vienes y nos vamos de aquí? y es un
chica, deja de llamarla así.
"De acuerdo, bebé, estaré allí a las siete en punto".
Fuimos a un restaurante italiano. Me encanta la pasta, y solo tenía ganas de tomar
una copa de vino, pero al final, no pude resistirme y tomé un sorbo.
Nadie está hecho de hierro y no le harían daño a Nicole. Ese era el nombre que podría
haberle dado, no Apollonia como le dije a Jason y el tonto creyó.
“Entonces, ¿cómo es vivir con el dios griego?” preguntó Carla.
“Aparte de las veces que quiero matarlo y las veces que quiero follarlo, todo es genial”,
digo serio, y Carla se ríe a carcajadas, llamando la atención de las personas a su alrededor.
Después de muchas conversaciones y risas, ni siquiera vimos pasar el tiempo.

Cuando nos dimos cuenta, ya eran las 23:00 y nos levantamos para irnos a casa. Media hora
más tarde entré en mi apartamento, encontrándolo completamente en el
oscuro.
"Creo que mi carcelero se tomó el día libre hoy, uf".
Entré quitándome los tacones y casi me caigo de culo cuando escuché la voz en la
oscuridad.
“¿Dónde diablos estabas? tronó. "Arrrth", grité
alarmado. "¿Quieres matarme de miedo, neandertal?" Jadeé, y la luz se encendió para
mostrar a Jason apoyado en la puerta de la sala de estar.
- ¿Donde estabas? repitió con el ceño fruncido.

"¿Y eso es asunto tuyo?" Y tú, ¿qué haces todavía aquí, de todos modos? Caminé
hasta la cocina y bebí un poco de agua para aliviar el susto. “Pensé que ibas a vivir tu vida.
Hablando de la vida, tienes uno, ¿no? Pregunté y me di la vuelta para encontrarlo
prácticamente pegado a mí.
"¿Has olvidado que estás embarazada?" preguntó, la ira rezumando ahora de

él como una fuerza invisible.
—No lo he olvidado, y si lo hiciera, estarías feliz de recordármelo —dije,
tratando de pasar por delante de él, pero me agarró del brazo, sosteniéndome en el
lugar. Lo miré a los ojos y perdí el aliento. Joder, esto sucedía cada vez que nuestros
ojos se encontraban. “¿Puedes liberarme ahora? Mi voz era entrecortada y ronca.
'¿Has estado bebiendo?' Su aliento fresco invadió mis fosas nasales y sentí
que mi vagina se tensaba con el impulso de presionar mi boca contra la suya.
Oh diablos, aquí vamos de nuevo de esta manera. '¿Has perdido la cabeza?' Sal a
beber en tu estado!
“No es que sea de tu incumbencia, pero fue solo un sorbo, ¿de acuerdo? - dijo.
“No tienes que entrometerte en mi vida. Estoy vacunado y soy lo suficientemente
grande como para escuchar tu sermón. Tiré con fuerza de mi brazo y logré liberarme.
Dejé el vaso en el fregadero y me dirigí al dormitorio. "¡Y sal de mi casa, pendejo!",
le grité, entrando ya en la habitación. Simplemente no fui lo suficientemente rápido,
porque empujó la puerta del dormitorio, la estrelló contra la pared y entró como un
rayo.
“El diablo no tengo nada que ver con tu vida. ¡Mientras tengas a mi bebé en tu
barriga, tengo mucho que hacer! se enfureció.
Se había pegado a mí mientras hablaba. Nuestras respiraciones se mezclaron. La
ira que estaba sintiendo por él luciendo como un perro rabioso por nada se evaporó
cuando sentí sus manos agarrar mis brazos. El deseo me invade y jadeo,
olvidándome por completo de quién era ese hombre que me vuelve loca, a veces de
rabia, a veces de lujuria. En este momento, ni siquiera recuerdo quién soy. Seguí mi
instinto y lo besé con todo lo que tenía, y al diablo con las consecuencias.
Pegué mi boca a la suya. Mi lengua invadió su boca, pero dominé la situación

por unos segundos porque me empujó contra la puerta y me devolvió el beso,
comiendo mi boca con avidez. Un escalofrío de puro deseo recorrió mi cuerpo, los
músculos de mi vientre se tensaron y temblaron cuando apartó su boca de la mía y
me susurró al oído con una voz ronca y masculina:
“Te voy a follar tan completamente que no querrás a ningún otro hombre
después de que te ponga las manos encima.” Su mano agarra mi cabello, tirando de
mi cabeza hacia atrás, y su boca ahora muerde mi cuello, deslizando su lengua.
hacia mí, a los pechos, a los
mis doloridos pezones pidiendo atención. Me desabrocha la camisa tan

rápido que debe tener años de práctica, pero ¿a quién le importa eso
ahora? Yo no.
—¿Estás segura de eso, Julia? ¿Quieres recorrer este camino
conmigo? pregunta, y yo, en respuesta, empiezo a arrancarle la camisa.
Quiero tus dedos, tu toque en mi piel. Tiene un olor delicioso. Jason toma
mis manos, impidiendo que le quite la camisa, y él mismo lo hace más
rápido. “Eres tan hermosa, cariño.” Su mirada es tan intensa, cargada de
lujuria. Después de quitarse su propia camisa, se acerca y me quita el
sostén, tirándolo a la basura.
Gimo con anticipación cuando se arrodilla frente a mí y me quita la
falda. Solo uso mi tanga rosa de encaje. Siento su boca en mi vientre
mientras traza deliciosos círculos alrededor de mi ombligo con su lengua.
Desliza mis bragas hacia abajo, y el gemido ronco que emana de sus labios
revela: él quiere esto tanto como yo. Esto es imposible y, sin embargo, es
tan cierto como mi propio deseo. Su dedo se sumerge en mis pliegues
húmedos, probando mi excitación resbaladiza, haciéndome gemir tan fuerte
que presiono mi mano contra mi boca. Levanta los ojos y los fija en los
míos mientras sus dedos me invaden. Me estoy convirtiendo en plastilina
en sus manos, y si continúa me voy a caer porque mis piernas se están
volviendo de gelatina.
"Joder", dice, acercando su boca a mi clítoris. El toque de su lengua
envía cortes de placer a través de mi cuerpo mientras sus dedos hacen
maravillas dentro de mí con movimientos lentos, haciendo ondular mis
caderas. - Usted es tan caliente.
Se pone de pie, haciéndome gemir de frustración. Luego me lleva a la
cama, haciéndome acostar boca arriba, y se acerca a mí, besándome en la
boca. Puedo saborearme en él y mi excitación aumenta a picos
estratosféricos cuando baja la boca y chupa un pezón con fuerza en su
boca caliente mientras sus dedos pellizcan el otro pezón duro y arrugado.
Es demasiado, y me encuentro rebosante de sensaciones, que se sienten
como un cortocircuito con tanta electricidad salpicada por todo mi cuerpo,
mientras el orgasmo me atraviesa. “¡Aaah, oh, mierda! Con mi grito,
probablemente desperté a mi vecino de abajo, pero ¿a quién le importa?
Cuando regreso al planeta Tierra, es para encontrar a Jason de pie,
desabrochándose los pantalones y quitándose la ropa interior, y luego
empujándolos rápidamente a los dos hacia abajo. Tengo mi corazón martillando
mi garganta al verlo. Toda mi confianza me abandona en un instante. Él es magnífico,

enorme y hermoso. Esto definitivamente lastimará a mi bebé. Intento levantarme
cuando me detiene con un gesto de la mano.
"¿Tienes idea de lo increíble que es la vista que tengo desde aquí?" Una
sonrisa traviesa aparece en su boca mientras me mira y se acaricia lentamente.
Oh, maldita sea, se me hace agua la boca mientras lo miro. Se pone serio de
repente. - ¿Estás seguro de eso? ¿Es seguro para el bebé? - impaciente, y ya
olvidando que yo tenía el mismo miedo, me arrastro hacia él, deslizo mis manos por
su musculoso pecho y bajo por su vientre. Agarro su polla con mis ansiosas manos
y lo masturbo suavemente, mirándolo a los ojos. Baja la cabeza, capturando mis
labios en un beso lento y delicioso. Lentamente me empuja de vuelta a la cama y
viene encima, todavía con su boca pegada a la mía. Mis piernas se abren,
acurrucándolo, puedo sentir sus dedos probándome. “Se siente como seda líquida
en mis dedos, increíblemente húmedo. ¿Tienes idea de cuánto he pensado en
follarte así? - susurra.
Cuando mueve su cuerpo y se cierne sobre mí, listo para invadir el mío, lo
siento guiar su polla hacia mi sexo y permitir que su cabeza se deslice contra mi
entrada, lo que me hace inhalar profundamente.
“Oye, tomémoslo con calma, ¿de acuerdo? Sé que tenemos que tener cuidado
con nuestro bebé”, dice con la respiración entrecortada, demostrando que se está
conteniendo para tomárselo con calma. Maldita sea, no te haré daño, querida.
“Síiii”, fue todo lo que alcancé a decir antes de que me invadiera lenta y
completamente, dejándome llena, moviéndose lentamente en un delicioso vaivén.
"¡Oh, Jason, oh Dios!" Gimoteo, derritiéndome en sensaciones extraordinarias; mi
respiración era jadeante y temblorosa. “Por favor, no te detengas. No quiero que te
detengas. Oh, mierda.
Su ceño se frunce mientras me mira.
“¿No te estoy haciendo daño? No quiero lastimarte, cariño.
Niego con la cabeza desesperadamente. Quiero eso. No siento dolor ni
molestias. Incluso si lo fuera, no me rendiré, no con este hombre.
Me mira durante largos minutos mientras trato de calmar mi rostro, enfriar el rubor
en mis mejillas. Deja mi cuerpo lentamente, todavía estudiando mis ojos y buscando
algo, y cuando empuja de nuevo, mucho más lento esta vez, escucho su gemido
ronco de placer. Él
continúa chocando contra mí, empujón tras empujón en mi apretado coño.

Lo encuentro fácilmente, me siento en llamas en este momento. Se siente
tan bien sentirlo completamente dentro de mí. Cuando el orgasmo vuelve a
apoderarse de mi cuerpo, y tan rápido, en espasmos incontrolables que me
levantan completamente del suelo, puedo sentir su orgasmo venir justo
después del mío, y un gruñido gutural sale de su garganta en respuesta al mío.
Los dos estamos jodidos, literalmente.
CAPITULO 06
¡PERO QUE MAL! NO FUE PARA QUE ESO SUCEDIERA.
Me levanté lentamente para no despertar a Julia, fui al baño, entré a la ducha y me

di una ducha rápida. Cuando volví a la habitación, ella seguía igual que cuando la dejé.
Necesitaba salir de aquí, esta mierda se estaba poniendo demasiado seria.
Me puse mi ropa, porque necesitaba irme a casa, después de todo, tenía que irme
de todos modos. Se que alguien podría decirme que fui un gran pendejo por salir y dejarla,
pero así fui, no dormí en toda la noche con ninguna mujer y no empezaría ahora.
Esta mujer me estaba asustando muchísimo.
Es casi el amanecer y todavía estoy en la sala de mi apartamento, pensando en el

error que cometí. no había podido dormir. Tener sexo con Julia no era algo de lo que estar
orgulloso, porque sé que no va a terminar bien.
Me fui después de que ella se durmió. Nunca duermo con mujeres después del
sexo, demasiada intimidad no es para mí.
Este último mes ha sido difícil. Vivir prácticamente junto a una mujer, aunque no
fuera mía en absoluto, era asfixiante. Pero un hombre podría morir solo por sentir su dulce
y húmedo calor. Maldita sea, ser amable con ella era insoportable, no entrar en su cuerpo
con todas las ganas que tenía era frustrante. Tenía fantasías y todas incluían a Julia tirada
en mi cama, haciéndola correrse gritando mi nombre una y otra vez. respiré
profundamente, tratando de calmar mi cuerpo. Era difícil imaginar esa boca

caliente que no había hecho un uso adecuado de ella, su calor apretándose a
mi alrededor. ¡Oh, mierda, estaba jodido!
"Joder, necesito tomar otra maldita ducha fría".
Debería haberme quedado allí y haberme dado un festín con su cuerpo a primera hora de la mañana.
¡Maldita sea, ella era dulce como la mierda!
Dejé los pensamientos lujuriosos a un lado y fui a hacer ejercicio. Luego
me duchaba antes de ir a trabajar.
Me uní a la empresa unas horas más tarde. Cuando pasé por el escritorio
de Susan, le dije que no estaba aquí por nadie hoy. Me sumergí en el trabajo
toda la mañana sin interrupción. Estaba terminando de revisar un contrato
cuando se abre la puerta y aparece Saulo.
¿Nunca llamas? - dijo mientras se sentaba en la silla frente a la
mi mesa.
- ¿Para que? Si entro de todos modos, no tengo miedo de tu cara fea.” Su
expresión era burlona, como siempre.
- ¿Qué es lo qué quieres? digo, cerrando una carpeta de documentos y
recostándome en mi silla.
"Voy a almorzar", dijo. Pero tengo algo de que hablar contigo. Así que
saca tu trasero de ahí y vámonos.” Acepté, porque tenía hambre.
En el restaurante, Saulo continuó la conversación:

— Quería hablar contigo, porque el juez ya programó la primera audiencia
del caso contra la clínica. Será en quince días. Y, en los próximos días, el otro
saldrá contra Julia. Creo que es dificil que ganes este amigo, por lo general las
madres son las beneficiadas... - Joder, tenia que salir con este tema hoy?
Cuando no dije nada, me miró.
“¿Estás bien, hombre? Es raro. Debe ser porque has vivido como un monje
estas últimas veces, ser papi te está jodiendo. ¡Nunca pensé ver al gran Jason
en esta situación!
"No lo llenes, Saulo", refunfuñé. No sabes la mierda que he estado
haciendo.
— Dime, soy todo oídos. Para eso estoy, después de todo.
"Tuve sexo con Julia", le dije. “Sé lo que vas a decir, pero te puedo
garantizar que no volverá a suceder. Me miraba con los ojos muy abiertos.
“¡Maldita sea, Jason! Hombre, te gustan las cosas complicadas, mi amigo, él

no estaba ayudando en absoluto en esto. "¿Cuánto tiempo has estado teniendo sexo
con ella?"
“No importa,” dije. “Solo te lo digo porque eres mi abogado y no quiero sorpresas
en el futuro, después de todo vamos a terminar cara a cara con un juez muy pronto.
Pero esta conversación no desaparece.
"¿Ella sabe que vas a pedir la custodia total del bebé cuando nazca?" preguntó
seriamente. En serio, Saúl no era bueno en absoluto.
“No le he dicho nada hasta ahora. No podía hablar de eso con ella teniendo
problemas con su embarazo temprano, eso sería demasiado insensible de mi parte.
Por primera vez en mi vida, tenía miedo de hablar de un tema de mi interés con
una persona. Y Júlia no era una persona cualquiera, era la madre de mi hijo. Incluso
en la situación que fue concebida y sin mencionar que ella me estaba embarazando
de una manera que me asustó. Vivía con ella en la cabeza.
"Ahora que estás en una relación, ¿cuándo vas a decir cuándo?"
“¡No estamos en una puta relación! Era solo sexo —dijo irritado—. "¡Fue un
lapso que no se repetirá, maldita sea!"
“Bueno, no engañes a la niña, ella podría confundir las cosas porque eres el
padre del bebé.
“No parece de esas mujeres que se engañan a sí mismas, Saulo, no es una
adolescente.” Tampoco creí mis palabras.
“Quién sabe.” Tomó un sorbo de agua y frunció el ceño cuando me quedé en
silencio. Luego comenzó a hablar sobre la audiencia y me perdí en pensamientos
contradictorios durante el resto del almuerzo, apenas escuchándolo.
Cuando salíamos del restaurante, Saulo me invitó: — ¿Qué tal si
salimos hoy, como en los viejos tiempos? Tengo ganas de ir a un nuevo club
nocturno que acaba de abrir. Tú también deberías ir.” Él se rió. — Alejarte de Julia te
hará bien, al fin y al cabo te estás enamorando.
Cierra la maldita boca. Le fruncí el ceño. "¿Soy un hombre del que enamorarse?"
Esto es cosa de adolescentes llenos de hormonas.
"Oh, hay una primera vez para todo", dijo.
Sí, las cosas estaban tomando un giro que no le gustaba en absoluto. Mi
maldita reacción ayer sobre su marcha fue exagerada. No tenía
Tenía la intención de esperar hasta tarde en la oscuridad y hacer una escena

desagradable, pero me preguntaba adónde podría haber ido, con quién había salido.
Llamé a la tienda y su gerente dijo que estaba saliendo con alguien.
Estaba enojado.
Parecía un maldito novio celoso, pero me dije que estaba preocupada por mi
hijo, eso era todo. Y cuando llegó y olí su aliento con olor a vino, estaba muy, muy
enojado con ella. ¡Y había perdido totalmente el control, maldita sea!
"Entonces, ¿vas a salir o no?" — Saulo estaba hablando.

— Está bien, vamos a ver este lugar — Decidí que este contacto con Julia no
iba a terminar bien y era hora de hacer lo que siempre he hecho.
Me estiré lánguidamente en mi cama, sintiéndome genial. Cada célula de

mi cuerpo quería empezar de nuevo todo lo que había hecho la noche anterior.
Todavía podía olerlo en mi piel. ¡Oh Dios mío! Fue divinamente bueno.
Extendí mi brazo, tratando de encontrar al culpable de estas sensaciones, y
encontré el vacío.
Levanté la cabeza de la almohada e intenté detectar algún sonido en el
apartamento. Cualquier cosa. Miré el reloj de la mesita de noche y vi que ya
eran las siete de la mañana. ¿Estaba en la cocina haciendo esos terribles
desayunos? ¡Argh! Lo quería aquí, sí, para que pudiéramos continuar donde lo
dejamos. Anoche me había sentido increíble. Sonrío y espero a que aparezca...
Y nada. ¡¿Adónde diablos se ha ido, eh?!
Decidí levantarme y mirar. Pronto descubrí que estaba solo. ¿Se había
ido? ¿Había pasado los últimos años aquí y ahora había encontrado conveniente
irse? ¡Increíble!
¡Hijo de puta!
Pero estaba bien, no quería que pensara que después de esa noche, algo
podría cambiar en nuestra relación. No iria. "Necesitaba convencerme de eso".
Vale, no soy una soñadora que vivía con la cabeza en el mundo de la luna
ni nada, pero no sé qué pensar ahora, estoy tan confundida. Nunca me había
sentido así antes, era tan... bueno, intenso. Había sido tan cariñoso, dejando
de lado su lado grueso y siendo cuidadoso, gentil, con nuestro bebé. Esbocé
una sonrisa. Quería parecer un tipo duro, pero no lo era. Sé que puedo estar
equivocada, después de todo, no tengo tanta suerte con los hombres y siempre
resultan mentirosos.
Pero bien podría haberse quedado, estaba disfrutando despertarse y tener
mi desayuno listo. Me duché y luego fui a Ma Belle a trabajar y me olvidé de
Jason Lewis. Fue lo mejor que se pudo hacer.
Pasé el día ocupado con las entregas de la nueva colección de verano, y mis
pensamientos a veces se desviaban hacia la noche anterior. Y lo peor: ningún contacto
de Jason. Extraño, siempre llamaba o enviaba mensajes de texto para ver cómo estaba
y hoy ¿ni una sola llamada telefónica? Cualquier cosa.
No es que estuviera desesperada, no. Pero un hombre durmiendo contigo y luego
desapareciendo fue grosero por decir lo menos.
Tenía que concentrarme más en mi embarazo que en ese ogro petimetre caliente.
Olvidé ese mes y por qué estábamos en esta situación. En primer lugar, no le había
comunicado a Sylvia sobre este contacto con Jason. Sabía que ella no querría saberlo,
pero tenía otras cosas en mente. Honestamente, no sé cómo terminaría esto.
Al final del día tenía muchas ganas de volver a casa y relajarme. Tampoco había
hablado con Carla hoy, y como era viernes, probablemente iría a un club oa un happy
hour. Yo también podría irme, estaba embarazada, no muerta. Simplemente no iría
porque todavía tenía miedo de tener otro susto. Salí de Ma Belle a las seis y, de camino
al estacionamiento para buscar mi auto, llamé a Carla: “Hola.
"Hola, ¿qué haces hoy?" Yo pregunté.

“Hay una apertura de un nuevo club superior y voy con la gente de la oficina”, dijo.
“Pero como eres una señora, madre de familia, ni te llamo”, se rió.
"Solo quería saber de ti, me voy a casa a leer un libro", le digo.

— ¿Nos arreglamos para ir de compras mañana? ¡Mi bebé terminará naciendo y
desnudándose!
Después de quedar para encontrarnos al día siguiente, me fui a casa. Cuando abrí
la puerta de mi apartamento, me di cuenta de que tenía compañía. En el estéreo sonaba
James Blunt. Amo su música, y aparentemente Jason también.
Lo encontré en la cocina, revolviendo las ollas. Cuando entré, se giró para mirarme.
“Hola, ahí estás.” Sonrió, mostrando sus hermosos dientes blancos, su mirada
intensa, mirándome fijamente.
-¿Hola Qué estás haciendo? Pregunté, pero era obvio. Me quedé inmóvil en el
umbral de la puerta, sin saber qué hacer a continuación. Fruncí el ceño. Demonios, me
sentía raro en mi propia casa. No había dado señales de vida en todo el día y ahora
estaba allí, en mi cocina, a gusto.
"Como sé que probablemente no comiste durante el día, pensé

Mejor ven a hacer tu cena.
¿Qué? ¿Está ahora preocupado? Salió como un perro con el rabo entre
las piernas en medio de la noche, se pasó el día sin dar noticias, ni siquiera
para saber si su hijo estaba bien, ¿ahora estás preocupada? Este hombre
está más loco de lo que imaginaba. Solo lo miré fijamente, en serio.
“Entonces siéntate que te sirvo.” Regresó a la estufa.
Terminé sentado y esperando. Pero lo solté y casi me mordí la lengua por la
ira.
- ¿Porque te fuiste? — oh, mi bocota, parecía
Le estaba exigiendo algo, no quería dar esa impresión.
"Um, yo…" vaciló. “En realidad, quería hablar contigo sobre eso.” Sirvió
mi cena y, después de sentarse frente a mí, continuó: “No sé cómo decir
esto”. él, como solía hacer cuando estaba aquí. .
¿Por qué no hablas de inmediato? digo, saboreando la ensalada.

que él había puesto para mí.
“Lo de anoche fue un error, Julia. No quiero que se lleven una impresión
equivocada, no soy bueno en las relaciones y tampoco estoy buscando una”,
dijo.
"Así que somos dos", dije, pero sentí que algo se rompía dentro de mí,
y no me gustó nada la sensación. "Mierda, mierda, mierda". Sin darme cuenta,
lo dejé entrar en mi vida y ahora me está dando un pase sin siquiera empezar
algo. No le dejaría saber que estaba un poco herida por su despido tan rápido.
No hizo nada por el ego femenino.
Empujé mi ensalada de un lado a otro en mi plato, sin apetito.

"¿No te gustó la ensalada?" preguntó, y lo miré a los ojos. Mierda, eran
tan claros y hermosos cuando me miraban, como lo son ahora. Intenso.
Sentí una opresión en el bajo vientre. Maldita sea, sin siquiera intentarlo, me puso
cachondo como la mierda.
“No tengo hambre,” digo. "¿Y tú, no vas a cenar?"
"No, me voy pronto", continuó mirándome. “Lo siento, no he llamado en
todo el día, he estado muy ocupado.
¿Por qué no le creíste? ¿No podrías perder un minuto?
de su precioso tiempo para enviar un mensaje?
“No importa,” dije. — ¿Adónde vas a esta hora? - Oh,

Maldita sea esa larga lengua mía.
"Voy a conocer a Saulo, mi abogado", dijo, y sentí alivio. Pensé que diría
que tenía una cita. "Lo recuerdas, ¿no?" — tenía un vago recuerdo de él en la
reunión en la clínica; Solo sé que fue hermoso, un poco mal. Sonrío y comento:
“Todo lo que sé es que era muy guapo”. Sonrío como el gato de Cheshire.
"Deberías presentármelo".
"No veo la necesidad de ello", dice, con el ceño fruncido. — Ni siquiera es

tan guapo, debes estar confundiéndolo conmigo — que presuntuoso era.
“No lo creo.” Terminé sonriendo. "¿Te he dicho que creo que eres
arrogante y engreído?"
Varias veces. Se levantó de la silla y empezó a limpiar los platos sucios.
"¿Vas a estar bien si me voy ahora?"
"Por supuesto que estaré bien, siempre lo he hecho", dije y me levanté
también, llevando mi plato, todavía con casi toda mi comida, al fregadero. "No
te preocupes, comeré algo antes de acostarme", le dije, cuando vi su rostro
mirando su plato lleno. Honestamente, no entendí. Sus contradicciones eran
demasiado para mí.
Si no me cuidara, me enamoraría. Me hizo tan confundido.
No quería sentir nada por él, pero creo que ya era demasiado tarde. Sentí
ganas de llorar. Me picaban los ojos. Controlé mis emociones, lo dejé ahí en la
cocina y me fui a la sala. Me acosté en el sofá, escuchando a James tocar. Esto
era una mierda, se estaba volviendo tan blando. Malditas hormonas que me
debilitan. Una sola cogida, y estaba a cuatro patas para un maldito sinvergüenza.
Ni siquiera tomó 15 minutos cuando salió de la cocina y se puso el abrigo.
- ¿Estás bien? — ay, como quiero gritar y decirle que se vaya al carajo.
"Lo estoy, gracias, buenas noches", dije, cerrando los ojos.
“Cualquier cosa, llámame, solo siéntate ahí, idiota.
Sentí sus dedos en mi rostro mientras apartaba un mechón de mi cabello,
y abrí los ojos para verlo inclinarse y colocar un beso en mis labios. Oh Dios
mío.
"Buenas noches", susurró, se levantó y se alejó.
Me quedé allí, mirando al techo, sintiéndome como un idiota. James Blunt
comenzó a cantar Face The Sun. Mierda, esta noche iba a ser larga. me odiaba
sentir de esa manera, emocional.

Es que no soy mujer para llorar por un hombre. Entonces, me preparé para tener
una hermosa noche de sueño. Solo que el maldito sueño no llegaba fácilmente. Pasé
la noche dando vueltas en la cama, y cuando eran las cinco de la mañana, terminé
levantándome sin haber dormido nada. Menos mal que estaba embarazada sin náuseas
matutinas. Fui al gimnasio del edificio para dar un paseo ligero en la caminadora.
Necesitaba relajarme, y nada mejor que el ejercicio, quiero decir, puedo pensar en una,
dos o tres cosas mejores.
Como había quedado con Carla para ir de compras, pasé la mañana organizando
algunas cosas mientras llegaba el momento de conocerla.
Aproveché y hablé con mi familia, pasé más de una hora hablando con mi madre por
teléfono. Un poco después de las diez de la mañana, me vestí y salí a buscar a Carla
a su casa.
“Buenos días, flor del día”, dijo mientras subía a su auto frente a su casa.
"Buenos días", respondí, y ella frunció el ceño.

- ¡No debe ser muy bueno para ti, tienes una cara horrible!
- Vaya, gracias amigo, eres una bondad única. Si tu

¡Si no me hubieras dicho eso, no me habría dado cuenta! - me burlé.
— Shiii, alguien se despertó con el pie izquierdo hoy. ¿Qué animal te mordió? —
ella era imposible, y eso fue suficiente para levantarme el ánimo.
Estamos caminando y entrando en todas las tiendas de ropa infantil que vemos.
Nunca había estado tan encantada de comprar, ¡había tantas opciones! Cada una más
bonita que la otra, y no me divertía más porque todavía no sabía el sexo del bebé y
eso limitaba nuestra euforia. Paramos a almorzar en un restaurante dentro del centro
comercial.
mismo.
“Sería bueno poner esas bolsas en el auto”, dijo Carla, mirando el menú mientras
nos sentábamos. Hicimos nuestro pedido, y mientras esperábamos, pregunté: — ¿Qué
tal ayer en el club? - Tenía curiosidad, me encantaba saber sobre el
travesuras que ella era capaz de lograr por la noche.

"No vas a creer a quién encontré allí, estaba tan emocionada".
las compras de las que no me acordé de hablarte —dijo.
- Habla luego.
"Jason y Saulo estaban en el club", dijo en voz baja.
- ¿Qué? ¿Cómo sabes el nombre de su abogado?
— ¿Por qué, él es guapísimo, crees que no hice un punto de presentarme y saber
el nombre de ese pedazo de camino malo?
—¿Y estaban solos? No puedo creer que hice esa pregunta.
No le había dicho que me acosté con Jason. Afortunadamente no le extrañó mi interés,
pues continuó: — Cuando los vi, estaban juntos — ¿tenía novia? No sabía nada sobre
la vida de Jason. Nunca hablábamos de nuestras vidas, nos bromeábamos, pero
nunca tuvimos una conversación civilizada.
Sentí que mi pecho se apretaba. Maldita sea, me jodió, se escapó en medio de la

noche y tuvo relaciones sexuales con otra persona en menos de veinticuatro horas? Estúpido.
"Aparentemente, el chisme de que él es un mujeriego de clase mundial es cierto",
continuó Carla, ajena a mi enfado. Apartando el pensamiento de Jason con una mujer,
miré a mi mejor amigo.
“Bueno, no quiero hablar de la vida sexual de este hombre”. Creo que fue una
mala declaración, porque vi que el rostro de Carla se iluminaba y sus ojos brillaban con
malicia.
"¿Estoy detectando un indicio de celos en esta oración?" ¿Eh? Ella se estaba
riendo, y no me divirtió en absoluto.
“En serio, Carla, tengo más de qué preocuparme”, dijo. Nuestro almuerzo llegó y
dejamos el asunto. Almorzamos y luego volvimos a las compras.
Estuve pensativo el resto de la tarde. Intenté reírme, divertirme, pero algo me

molestaba y sabía por qué. Demonios, incluso en contra de mi voluntad, se infiltró en
mis pensamientos. ¿Qué sabía yo de su vida? Cualquier cosa. Llevé a Carla a casa
después de ir de compras y me fui a casa. Estaba exhausto y me dolían mucho los
pies. Un baño ahora sería el paraíso. Estaba estacionando cuando un Alfa Romeo
plateado se detuvo en mi otro lugar. ¿En serio? No creo en mi suerte. Lo vi bajar,
caminar hacia mi auto y decidí bajar también.
"Cariño", saludó. No puedo creer que me haya llamado así.

¡Falso, de dos caras! No respondí, me acerqué a buscar las bolsas del banco.
desde atrás. '¿Has estado de compras?' “Oh, Sherlock, gran descubrimiento.

"Páseme las bolsas, yo se las llevaré".
Me di la vuelta y
lo miré. "No va a entrar en mi apartamento, Sr. Lewis, mostraría quién
estaba a cargo aquí. Lo vi levantar las cejas, estaba confundido por mi
declaración. “Por cierto, te quiero fuera de mi vida.” Sé que estaba celoso.
Estaba demasiado celoso, ¿y qué? Júzgame por eso. Sé que fui yo quien
prácticamente saltó sobre él y que no teníamos exactamente una relación.
Está bien, sin relación. Pero yo era una mujer, así que... ya habría tenido
suficiente de eso.
Y me habia olvidado por un momento que no era mi amante,
novio o alguien que se preocupara por mí.
CAPITULO 07
¡ESTABA CAMINANDO EN UNA MIERDA CUERDA TRANQUILA!
Pensé que salir con Saulo la noche anterior podría ser una vía de escape,
olvidándome de cierta señora con una boca sexy, pero no fue exactamente lo
que imaginé. El club nocturno al que fuimos era bueno, había muchas mujeres
hermosas. De hecho, me fui con él allí.
Había ido a casa de Julia por la noche, antes de salir con Saulo. No supe
nada de ella en todo el día, y fue, como mínimo, ser un caballero ir a verla. Le
preparé la cena, que no comió, se veía triste y molesta. Aceptó tan fácilmente
mi negativa a continuar una aventura con ella que fue un golpe para mi ego.
Ahora estoy aquí en el estacionamiento, donde ella está teniendo un ataque
por mi presencia.
—Te quiero fuera de mi vida —murmura de nuevo, con la respiración
entrecortada. “No quiero que vengas aquí cuando quieras, como si fueras el
dueño del lugar.
"¿Puedo saber qué está pasando?" Pregunto en un tono afable. ¿Por qué
no subimos y nos sentamos a hablar, Julia? - argumento.
"No te quiero en mi casa, no más fingir que me importa". Su voz es un poco

temblorosa. “Ni siquiera quieres a este bebé, no entiendo tu repentino interés en
él.
Tomo una respiración
profunda. —No hablas en serio —digo en voz baja.
Hablo en serio. ¡Cae afuera! dijo y trató de dirigirse al ascensor. Sostuve tu
brazo suavemente, no sé por qué
¡Todavía me importa ser amable con ella! Pero recuerdo que ella es mujer y está
embarazada de mi hijo.
— ¿Qué ha cambiado, Julia, de ayer a ahora? ¿Fue porque tuvimos sexo? ¿Es
eso? Pregunto. “Ayer parecías tranquilo al respecto.
Acordamos que sería mejor olvidar.
"Tú lo dijiste, Jason", dijo con los dientes apretados.
"Oh, ya veo." Sonrío. "¿Estás molesto porque acordamos no repetir la dosis?" El
humor llenó mi voz.
"¡No me hagas vomitar!" ¿Cuál es el tuyo, eh? ¿Te gustan las variedades? - sus
ojos brillaron de indignación - Déjame decirte algo: no volvería a acostarme contigo,
aunque tuviera una polla de oro y
enorme.
No pude soportarlo y me reí. ¿De dónde en el mundo ella consiguió esto?
¿Comparación? Y yo no era nada pequeño. Estaba realmente enojada.
— Vamos, no te pongas nerviosa, ¿te olvidaste que estás embarazada? Vamos.
Tomé sus maletas con una mano y con la otra la arrastré hacia el ascensor. Trató de
oponer resistencia, pero la tomé con facilidad.
Cuando finalmente llegamos a su apartamento, la llevé al sofá y la senté
suavemente como un niño con berrinches.
"Está bien, aquí estamos." Me senté frente a él. “¿Por qué ya no puedo venir aquí?
“Porque no quiero eso, esa es una buena razón.” Se frotó la sien como si le doliera,
y me preocupé.
'¿Te sientes bien?'
“Solo quiero descansar, así que por favor vete”, dice con voz tensa. ¡Semen!
Realmente te estoy molestando. Me siento a su lado y ella se aleja. Levanto mi mano y
toco su sedoso cabello castaño; ella se encoge ante mi toque.
"¿Por qué no me dices la razón de este repentino enfado, Julia?" No entiendo nada
aquí.
"Mira, Jason, tenemos que establecer límites", murmura. — Estoy cansada, solo
quiero darme una ducha e irme a la cama. Mañana hablo contigo.
"¿Quieres que te ayude en el baño?" Digo y me inclino, oliendo su cabello. Ella

trata de levantarse y la detengo, pero soy empujado lejos de ella por la ira.
“¿Cuál es tu problema, Jason? ¿Un día tienes sexo conmigo, al otro con tus
putas y luego quieres sexo conmigo otra vez? — rabia, colérico.
“Estás equivocado, amigo mío, si crees que voy a permitir que te pongan en ridículo.
- ¿De qué estás hablando? — después de que pregunté, ahí fue cuando el chip
comenzó a hundirse. Me acordé que ayer me encontré con tu amiga en la discoteca y
ella había venido a hablar conmigo y con Saulo. Debe haberle dicho a Julia que me
vio con una mujer.
"Ahora sal de mi casa, por favor", volvió a pedir. Iba a explicártelo, pero lo pensé
mejor. Bueno, eso pondría fin a esta cosa entre nosotros. Vi su mirada herida y me
puse de pie.
- OK. Me voy, si eso es lo que quieres. Pero para que lo sepas, no vine aquí hoy
con la intención de llevarte a la cama —digo—. Y sí, realmente no había pensado en
eso. A pesar de desearla tanto y que esta atracción entre nosotros sea demasiado
intensa. "¿Puedo hacerte algo antes de irme?"
“No, gracias de todos modos.” Su mirada cansada me desarma, y me encuentro
extendiendo la mano de nuevo para tocarla. Me rindo y en cambio solo la miro.
Nuestros ojos están fijos el uno en el otro, y no rompo esa conexión.
Veo que algo la está molestando y no sé qué hacer para ayudarla.
— Si necesitas algo, llámame, Julia — después de besarte la sien, salgo de tu
apartamento, alterada. ¡Mierda! Por eso huía de las relaciones, las mujeres eran raras.
¡Un minuto se están riendo, al siguiente están locos! Mejor estar solo, ¿por qué
complicarse?
Miro el reloj y veo que todavía es temprano. Maldita sea, no quiero ir a casa.
De hecho, mi intención cuando fui a casa de Julia era llevarla a un restaurante y cenar.
Ahora no tengo nada que hacer. Tomo mi celular y llamo a Saulo, entonces tendrá que
aguantarme.
“¿Qué quiere un chico llamando a otro chico un sábado por la noche? Dice
cuando responde.
“¿Un tipo que fue despedido? Yo sugiero.
- ¿Qué? ¿Tú, despedido? No lo creo. Él se rió. "¿Quién era la mujer, porque
quiero convertirme en su mayor fan?"
—Nadie de quien debas saber. Cambié de tema. - Pensé en
salir, tomar algo afuera, disfrutarlo, ya que estoy fuera de casa.
— Lo siento, pero soy un chico que tiene citas los sábados — se reía — Por
cierto, ¿dónde está la rubia de ayer?
—Para empezar, ni siquiera sé su nombre —digo, metiéndome en el auto. "Nos
vemos el lunes", le dije y me despedí. Arranqué el auto y me fui
cena sola en un restaurante.
No soy un hombre paciente.

Como Julia no me llamó, como dijo que lo haría, la llamé después de tres
días.“Hola.” Su voz fría azotó al otro lado del teléfono cuando descolgó, como si no
supiera que era yo. - ¿Quien es? — definitivamente fingiendo que no me conocía.
— Se suponía que me ibas a llamar, Julia.

“No tenía tiempo, estaba demasiado ocupado. no vivo para
su Majestad. "¿Qué diablos tenía? ¿Una mujer embarazada tendría síndrome premenstrual?"
— ¿Por qué no me cuentas lo que te ha estado molestando, Julia?
"Necesito espacio, Jason, dame algo de tiempo para digerir esto". Su voz era
tranquila y fría. “Tenías razón, tener sexo contigo fue un error. “Joder, oírla repetir mis
palabras no fue nada agradable. Ella continuó: “Normalmente no me acuesto con
personas que apenas conozco. Más aún con aquellos que se acuestan con una mujer
diferente cada noche.
“¿Qué quieres decir con 'necesita tiempo'? Yo pregunté. "Estás con mi hijo, ¿lo
has olvidado?" “Mientras hablaba con ella, tomé las llaves del auto y me fui. Necesitaba
tener esta conversación cara a cara.
- ¿Su hijo? Hasta donde yo sé, el Sr. Lewis, el bebé es mío. No tienes nada que
ver con él, te dejo por pura amabilidad". La tenacidad en su voz era clara. "Su única
conexión contigo la estoy cortando en este momento.
—¡No te vayas por ahí, Julia!
“Una cosa más, Jason: devuélveme la puta llave de mi casa.
Haz que te lo entreguen, no quiero ni verte.
Ella colgó el teléfono.
Suspiré y arrastré el auto hacia el tráfico. Está muy molesta, y ni siquiera sé por
qué. Después de todo, no le debo nada. Media hora más tarde, aparco y me dirijo a su
apartamento, usando la llave que estaba reclamando.
CAPÍTULO 08
CUANDO TERMINÉ DE HABLAR CON EL SR. LEWIS CLIMB, fui a darme una ducha.
Se había pasado el día decorando la habitación del bebé. En realidad, no estaba
decorando, solo estaba preparando, colocando un empapelado blanco.
Así que podrías decorar con un tema masculino o femenino.
Me tomó todo el día, me sentía cansada sin motivo porque no me esforcé tanto,
exhausta y con sueño. No llamé a Jason como dije, ni siquiera quería escuchar su
voz, estaba poseído por la rabia.
¡Bastardo, dos caras! Pero resolvió el problema y me llamó.
Cuando la bañera se llenó, me metí y me relajé. Mañana llamaría a Sylvia,
necesitaba priorizar las cosas más importantes. Me tomé más tiempo en la ducha de
lo que debería. Debo haberme quedado dormido, porque el agua se estaba enfriando,
pero eso no fue lo que me sacó del letargo en el que estaba.
Sentí que estaba siendo observado, y realmente lo estaba. Casi salté de la bañera.
—Me vas a matar de miedo algún día —digo, disparándole con mis ojos. ¿Y
qué diablos estabas haciendo aquí? "¿Tienes algún problema con esa cabeza
tuya?" ¿Qué parte de NO TE QUIERO EN MI VIDA no entiendes, Jason? dije
enfáticamente.
Me hundí más en la bañera y lo miré. "¿Puedes salir del baño?"
Estaba serio y levantó una ceja, como era su costumbre.
"No hay nada allí que no hayas visto ya, Julia", dijo y se dio la vuelta para irse.
Pero te estoy esperando en la sala de estar.
Esperé a que se fuera y agarré una toalla, secándome rápidamente. Infierno de
hombre grande. Cinco minutos después, estaba en la sala de estar. había vestido un
shorts muy cortos y una blusa holgada, ni siquiera me importaba usar sostén. Lo
echaría de mi apartamento tan rápido que ni siquiera se daría cuenta. Se volvió desde
la ventana, donde estaba parado con las manos en los bolsillos de los pantalones,
enfatizando su sexy trasero. Mierda, ni en un momento como este dejo de notar tus
dotes físicas, soy realmente una ninfómana estos días. Su mirada me quemó.
“Te dije que me dieras un respiro, Jason, pero primero.” Le tendí la mano. mis
llaves, por favor. Siguió —,
mirándome a los ojos, ignorando mi mano extendida.
"No me alejaré de ti, Julia", dijo en voz baja. - Me metí en esta historia por
accidente, me vi obligada a tener un hijo que no quería y ahora que lo estoy
aceptando, ¿quieres que me aleje? ¿Es eso? Estaba indignado, sus fosas nasales
dilatadas y su mirada feroz.
- Eso es lo que quiero, no estoy obligado a aceptarte en mi vida – la ira también
fue mi compañera. “No te metas en mi vida, Jason, no tienes ningún derecho.
"La tuya no, pero la de mi hijo, sí".

“Hablas de MI HIJO como si fuera tuyo”, me río, una risa forzada. “Olvida que
soy yo quien está con él”, continué, “puedo desaparecer y nunca lo verás, nunca.
Pruébame y lo haré.
Lo vi flexionar las manos y me di cuenta de la ira que emanaba de él, solo que
no tenía miedo. Ante mi amenaza, hizo algo que me sorprendió: se rió. Pero la risa
no llegó a sus ojos.
— ¿Crees que es gracioso? Yo pregunté.
"Eres tan gracioso", dijo, riendo, mostrando sus perfectos dientes blancos.
“Nunca le digas a tu enemigo tu próximo movimiento, Julia.
Podría significar tu muerte.
"¿Me estás amenazando por casualidad?" "¿Me mataría para quedarse con mi
hijo?" “Ay, Julia, deja de delirar. ” Ahora se rió más fuerte. Idiota, ¿se
estaba burlando de él?
"¿Matarte, Julia?" Solo si la cagaste tanto, entonces tu mal humor desaparecería.
Me sonrojé por tu repugnante lenguaje. “No hago amenazas que no puedo llevar a
cabo, como tú. Seguiré viniendo a verte.
- Creo que no.
Él suspiró. Vi que su ira se desvanecía y que, quizás, aceptaba mi decisión.
“Está bien, ¿qué tal una tregua? dijo y se sentó en el sillón frente al sofá,
luciendo falsamente relajado. "Me llamas con noticias, y no lo haces.
Vengo aquí todo el tiempo.

"Jason, no quiero ningún contacto contigo", le dije con firmeza. Yo se
que es hora de ser racional, pero estaba enojado.
— ¿Qué carajo, Julia, qué quieres de mí?
—La distancia —dije simplemente, y creo que se dio cuenta de que había
perdido esta batalla, porque se pasó las manos por la cara y suspiró, mirándome.
Devolví la mirada. Se levantó, sacó la llave de su llavero y la dejó sobre la mesa
de café.
- Listo. ¿Estás satisfecho ahora? La derrota en su voz me sorprendió.
¿Realmente quería estar cerca? “Ay, Julia, eres más fuerte que eso, no ablandes
tu corazón”, me dije.
—Todavía no, cuando estés fuera de mi vida, entonces lo estaré —digo en
voz baja.
Su ceño se profundizó mientras me miraba.
“No me voy a rendir, te estoy dando tiempo para pensar, porque esto está
lejos de terminar, Julia.” Me estremecí. Estaba aprensiva cada vez que él decía
eso. Sentí un súbito resentimiento por el hecho de que se rindiera tan fácilmente.
Oh, cielos, parecía disfrutar esta cosa del gato y el ratón con él.
Lo vi caminar hacia la puerta, y una sensación de pérdida se apoderó de
mí. Oh, mierda! Soy el polvo más fácil y malo del mundo por no intentarlo una
segunda vez. Mi corazón late con fuerza, camino detrás de él hacia la puerta.
Cuando la abre y está a punto de salir, me mira y un sentimiento fugaz pasa por
sus ojos claros, pero es tan rápido que no entiendo.
“Cuídate, Julia.” Su voz fuerte y masculina resuena por todo mi cuerpo.
Incluso enojado, todavía lo quiero, maldita sea. “Te dije que llamaras cuando lo
necesites. Vives solo y deberías contratar a alguien para que se quede contigo”,
dijo, luego se dio la vuelta y caminó hacia el ascensor. - Hasta pronto.
Lo vi irse, no sintiéndome tan victorioso por haberlo vencido.
Creo que me gustan los idiotas secuestradores. Regresé a mi departamento
solitario y, por primera vez en mi vida, cuestioné mi decisión de vivir una vida
solitaria. Pero esto terminaría muy pronto, mi bebé sería mi compañía.
Estaba embarazada de diez semanas, fue muy gratificante saber que un

ser diminuto está dentro de ti. Noté las lágrimas caer de mis ojos, y no sabía por
qué...
¡Semen!
Ella me envió lejos como un perro sarnoso.
Estoy en un maldito bar, bebiendo todo el whisky, y ni siquiera es mi favorito.
“Fuera de mi vida.” Imito su vocecita de mujer. Río; estoy borracho. "Señor...

¿Señor?" La voz habla en mi cabeza. - Querer que
llamar a alguien para que venga a buscarte?

Voy a tener un bebé digo, y mi voz es arrastrada.
"Felicitaciones, señor, pero ¿no debería estar celebrando con su esposa?" dice, y
yo me río de buena gana. "¿Por qué no llamas a alguien para que venga a buscarte?"
Y hago lo que me sugirió el mesero: llamo a la única persona de mi confianza,

ahora solo me queda esperar a que llegue mi dama de honor. Sonrío ante la imagen de
Saúl con traje victoriano.
No sé cuánto tiempo pasa cuando escucho la voz de Saúl.
"Amigo, ¿qué te pasa?"
Debe encontrarlo extraño, porque yo nunca me emborracho. Esa es una regla que
nunca rompo. Esto es para los débiles y nunca he sido ni seré como ella...
“Ella me quiere fuera de su vida.” Mi voz es arrastrada.

- ¿Quién? — Saulo se ve confundido, y empiezo a hablar de mi conversación con
Julia hoy. ¡Mierda! Debería ir allí y follarla hasta que pase esta maldita hambre por ella.
Su estado de ánimo definitivamente mejoraría. Río.
Estaba celosa de que yo hubiera salido con otra mujer, no había otra explicación para su
enfado. No tenemos nada que ver el uno con el otro, y ella estaba marcando territorio.
Ese papel no era el del hombre, ¿verdad? Esta forma de beber me estaba confundiendo.
"¿De qué te ríes, gran burro?" Vamos, levántate. Saulo me agarra del brazo y me
arrastra hacia el auto. — Ya me gustaba Julia. Y dejarte en ese estado, amigo mío, me
empezó a gustar aún más... - Sonríe.
"Ella no me quiere cerca", sigo repitiendo.
"Ya lo sé, pero vámonos a casa, puedes beber hasta que te caigas".
La impaciencia de Saúl era muy rara.
"Nadie me dice que me vaya", me quejé. No recuerdo cómo
llegué a casa, solo me desperté el lunes con una resaca infernal.
La semana empezó mal. Tenía que hacer un viaje urgente, y hasta pensé
que era mejor, sólo así me alejaría de Julia, ni siquiera intentaría imponer mi
presencia. Si pensó que se daría por vencida, estaba equivocada; Nunca renuncio
a lo que quiero.
CAPITULO 09
LA SEMANA TRANSCURRIO SIN MAYORES VARIOS Y LApsos de mi

parte. Iba a Ma Belle todos los días y solo regresaba por la noche. No he
sabido nada de Jason en toda la semana, creo que entendió el mensaje.
Pero el viernes recibí un ramo de flores sin nota.
Estaba en el vestíbulo de mi edificio, y el portero dijo que era una empresa
que hacía la entrega. Como no hay otro hombre en mi vida en este momento,
me asocié con él.
Mi último novio había sido hace casi un año. Me tomé un descanso de
los hombres para comenzar a poner en marcha mi plan. Así que solo podía
ser él. Si cree que enviarme flores ablandará mi corazón, está equivocado.
¡Dos caras!
Pero la mayor sorpresa fue que, el lunes, una señora vino a mi casa,
presentándose como ama de llaves. Sí, ama de llaves. Se llamaba Catarina
Alencar, debía tener como 40 años, se parecía a esas sargentas de una
cárcel de mujeres, pero muy simpática. ella me gustaba pero...
"Señora, creo que hay un error, no contraté a nadie", le dije cortésmente.
"Me advirtieron que lo dirías", sonríe afablemente. Pero no para

escucharlo.
- Entiendo. Pero no necesito… Mi teléfono comenzó a sonar y me excusé
para contestar fuera de la habitación. - Hola.
“Me imagino que, en este mismo momento, estás espantando a tu nuevo
empleado. “¡Oh, él, solo podría ser!
“Jason, no necesito una persona aquí conmigo, no soy un inválido.

Gracias, pero te dejaré ir.
"¿A quién prefieres que esté contigo?" ¿Ella o yo? — Maldito chantajista.
-Ninguno de los dos. Agradezco...
"¡Ella se queda, Julia, por favor!" - ¿Qué? ¡Increíble! — me quedaré más tiempo
genial si dejas que ella te ayude.
“No veo la necesidad, pero haré una prueba, ¿de acuerdo? “Si deshacerse de
él significaba aceptar a Catarina, que así sea. Volví a la sala de estar con una sonrisa
y dije: "Vamos a hacer una audición durante una semana, ¿qué te parece?".
“Como desee, señora.
"Llámeme Julia, odio esto de las damas, señorita".
- Todo bien.
Terminé llegando tarde a lo de Ma Belle ese día, porque tenía que acomodar a
Catarina en el departamento. Dormía allí, había espacio, así que no me importaba
tenerla cerca.
Mis días durante las próximas semanas se convirtieron en una rutina de trabajo
y regreso a casa. Catarina resultó ser un hallazgo, muy eficiente y prácticamente me
adoptó. Decidí mantenerla cerca, pero sospechaba que le pasaría informes sobre mi
vida a Jason. Poco a poco, mi equilibrio emocional volvió a la normalidad. Finalmente
pude mirar hacia atrás y poner nuestra relación inexistente en perspectiva. No todo
había sido tan malo. Pero en el momento en que estuvimos juntos, me estaban
pasando tantas cosas, que creo que le di mucha importancia a lo que había sucedido
entre nosotros. Ni siquiera lo conocía bien, tal vez confundí mis emociones.
Apenas lo vi estas semanas, había respetado mi pedido de no presentarse en

mi puerta cuando le convenía.
Me llamaron a una audiencia, como testigo de la acusación contra la clínica, ya
que no hice mi propia acusación, algo que Sylvia me aconsejó que hiciera, pero opté
por no hacerlo.
Lo único que le pedí a Sylvia fue que no tuviera problema en quedarse con mi
hijo. Pero Jason lo estaba llevando al extremo y quería ver la sangre de los
responsables de hacerle tener un hijo sin que él quisiera. Así que fui a declarar en su
favor, por cierto, no en su nombre, sino para decir lo que había sucedido.
Cuando terminó la audiencia, me fui sin hablar con él, a pesar de verlo y estuvo
mirándome todo el tiempo. ha sido mucho
incómodo ser el blanco de su mirada penetrante y fija.

Después de ese día no lo volví a ver, pero sabía que estaba al tanto de la
mis pasos
Hoy estoy embarazada de cuatro meses y mi barriga ha crecido mucho, es muy

protuberante. Me encanta ver cómo cambia mi cuerpo y saber que en cinco meses
estaré cargando a mi bebé.
Hoy me haré una ecografía para saber el sexo. Mi felicidad es demasiada, estoy
en el cielo. Lástima que no tengo a nadie a quien llevar conmigo para compartir la
felicidad. Podría llamar a Jason, pero me temo que lo tomará como un incentivo para
volver a mi vida. Carla no puede ir conmigo, es arquitecta y tenía un cliente que no
podía cancelar, así que iré solo.
Llegué a la oficina del Dr. Edgar mucho antes de la hora prevista y me senté en
la sala de espera, donde había varias mujeres embarazadas. Saqué un libro de mi
bolso para empezar a leer, pero me distraje con una pareja que llegaba. La niña – digo
niña porque no podía tener más de 18 años – bonita, con el pelo largo y rubio, delicada
y con una barriga muy grande, debía tener unos siete meses. Pero el que realmente
llamó la atención fue el hombre que la acompañaba, también rubio, solo que su cabello
era más oscuro que el de ella, y los ojos azul muy oscuro, que desde donde estaba
parecían ser negros. Era muy cariñoso, cuidadoso con ella. No podía dejar de sentir un
nudo en la garganta de estar solo allí y ver a una pareja tan hermosa junta.
Maldita sea, fui yo quien insistió en tener este niño solo, y ahora estaba con
envidia por no tener a alguien conmigo.
Creo que la chica notó mi mirada, porque me miró y sonrió, atrayendo la atención
del hombre hacia mí.
"Hola", dijo y señaló mi vientre. - ¿Cuanto tiempo?
Dieciséis semanas digo con una sonrisa. Ella tocó el
propio vientre, pasando su mano arriba y abajo de su vientre.
— Última cita, antes de que llegue la hora. Mi nombre es Vivian y este es mi
hermano, Caio – señaló al rubio, quien sonrió. ¡Oh, santa madre de las mujeres
desvalidas! Tenía una sonrisa muy hermosa, que iluminaba totalmente sus hermosos
rasgos.
“Encantado de conocerte, soy Julia,” dije y extendí la mano para estrechar la
mano del ángel rubio y la de su hermana.
"Es un placer, Julia." Me miró durante un largo rato y luego bajó la mirada
a mis manos, de nuevo a mi cara. - ¿Por ella misma? Valiente, mi hermana
nunca quiere venir sola. Siempre tiene que arrastrarme en medio de las
hormonas femeninas en ebullición.
"Sí", respondí, un poco avergonzada. “No había nadie disponible hoy, así
que aquí estoy.
"¿Ya sabes lo que va a ser?" preguntó Viviana.
“Estoy aquí para eso, lo averiguaré hoy. Y tú, ¿ya lo sabes?
— Un niño grande. Muy inquieta, por cierto —dijo y volvió a acariciarse la
barriga—.
Hablamos los tres y terminé diciendo que había optado por la inseminación.
También descubrí que Vivian solo tenía diecisiete años.
Quedó embarazada de un novio que se escapó al enterarse del embarazo y su
hermoso hermano fue quien tomó el turno del padre del bebé. Pensé que era
lindo, muy lindo. Recordé al padre de mi propio bebé y sentí un nudo en la
garganta. Wow, tenía que decidir si lo quería cerca o lejos de mí. Pero ahora lo
quería aquí conmigo. Oh cielos, realmente soy una mujercita. Casi olfateé
delante de los hermanos. Eso sería vergonzoso.
Escuché mi nombre y me levanté para seguir a la persona que llamaba,

pero antes de irme, me di la vuelta y dije: "Fue un placer conocerte", dije y
sonreí a los dos, quienes me di cuenta eran muy similares entre sí. otro.
- ¿Puedo preguntarte algo? Gaius me miró a los ojos. "Ya que estás solo,
¿quieres que te acompañe?" — oh, era realmente muy lindo y amable, además
de hermoso.
“Oh, no es necesario.” Sonrío.
— Es el mejor en estos momentos, Julia — dijo Vivian y sonrió. “Creo que
te gustaría tener a alguien ahí, contigo—oh mierda, estuve tentado. La chica
volvió a llamarme y decidí ir solo. Fue algo muy íntimo llevar conmigo a alguien
que no conocía.
Entro a la sala de examen, en diez minutos estoy lista con la ayuda de la
enfermera. Trato de relajarme, pero estoy tan tenso por la anticipación que
cuando el Dr. Llega Edgar, estoy hecho un manojo de nervios. Entra y mi
corazón late con fuerza en mi pecho.
— ¿Lista, Julia? — Me saluda con una sonrisa — Más que
ÿ
nunca, Doctor — Mi voz está ronca por la emoción.

Después de media hora, salgo de la sala de examen eufórica, una

sonrisa de esquina a esquina y lágrimas en los ojos. Sabía que sería una
chica hermosa. No tener a nadie conmigo, tomar mi mano mientras me
echaba a llorar mientras escuchaba los latidos del corazón de mi hermosa
niña, me hizo reconsiderar mi resolución de no llamar a Jason e invitarlo a
venir conmigo. Pero estoy totalmente enamorada del pequeño ser que hay
dentro de mí, tan vivo. Voy a donde están Caio y Vivian y los envuelvo en
mi alegría.
Me despido de los hermanos porque el mismo asistente llama ahora a
Vivian. la abrazo No importa que acabo de conocer a estos dos, ni siquiera
quiero saberlo, estoy tan contenta de salir y besar a todos. Cuando va a
encontrarse con la enfermera, me vuelvo hacia Caio y también le doy un
abrazo.
"Gracias", susurro. "No sé cómo agradecerte por
comparte este momento conmigo.
- ¡Claro que tiene! Dame tu número y te llamo, invitándote a cenar a
nuestra casa. Nos encantaría tenerte con nosotros un día de estos. “Al final,
intercambiamos números y lo volví a abrazar, despidiéndome.
Mientras camino hacia la salida, me congelo en el lugar. Jason está de
pie en la puerta y no me mira. Mira más allá de mí, a Gaius, precisamente,
y su rostro no se ve bien.
Son casi las diez de la mañana cuando decido llamar al departamento de Julia y
hablar con Catarina. Ella me dio informes diarios de Julia. Hace tiempo que no la veo, la
última vez que la vi estaba en el foro y no pude hablar con ella. Estaba hermosa con esos
ojos verdes y esa boca cada día más sexy, lo que me ponía más duro que una barra de
acero en plena audiencia. La miré y me pregunté por qué diablos hacía y no disfrutaba
cada minuto que tenía con ella. Pero no, fui y puse mis pies en mis manos como un burro.
Después de ese día, no la volví a ver. No quería ir allí.

Pero lo pensé mejor. Su lejanía ya vivía en mi cabeza, imagina verla todos los días y
tenerla cerca. El teléfono sonó unas cinco veces antes de que Catarina lo contestara.
- Hola.
— Buenos días, Catalina, ¿cómo estás?
— Estoy bien, Sr. Lewis, ¿puedo ayudarte?
- ¿Alguna novedad? Yo pregunté. — ¿Julia está ahí?
'No, señor, usted fue al médico.
- ¿Médico? ¿Están bien ella y mi hijo? Me levanté de la silla.
¿Les había pasado algo?
"Oh, no te preocupes, ella tenía una cita de rutina hoy", dijo, riéndose cuando
escuchó mi voz preocupada. "Ella va a saber hoy si vamos a tener una niña o un niño
pequeño".
Sentí una pesadez en el estómago. Parecía que le habían dado un puñetazo. ¡Semen!
Ni siquiera se molestó en decir nada, deseaba estar allí. Aunque ella pensó que no me
importaba, ¡me importaba! No quería a este niño al comienzo de esta loca historia, pero
lo di por sentado.
Ya no rechacé a mi hijo, comencé a quererlo también, ¡maldita sea! Me golpeaba cuando
no quería compartir nada del embarazo conmigo.
Enfurecí cada repertorio de blasfemias que conozco en mi mente.
Ella prefirió ir solo para llamarme, no le costó nada hacer eso. ¡Qué carajo !
— Gracias, Catalina. ¿Sabes a qué hora es esta cita? Digo, cuando

mi mente vuelve al trabajo. Ella me dice, cuelgo y corro a la clínica que ya
sabía donde estaba, porque había ido con ella otra vez. ¡Mierda santa!
¿Por qué Catarina no dijo nada en los informes de mierda que me pasa?
Pregunto de camino a la clínica si podría estar infringiendo todas las

leyes de tránsito. Cuando llego, parece que es demasiado tarde, no la veo
por ninguna parte. Estaba a punto de llamarla cuando escucho su voz y
me doy la vuelta para verla arrojarse a los brazos de un chico. Pierdo el
foco por un segundo, y cuando mi visión vuelve a la normalidad, veo rojo.
Quiero destrozar al pequeño con las manos sucias sobre mi esposa.
¡Joder, voy a matar a este hijo de puta!
CAPÍTULO 10
VOY A GOLPEARLE EN LA CARA AL IDIOTA, cuando me acuerde

no tengo derecho a hacer tal cosa; ella no me pertenece
Aprieto mis puños en un nudo y trato de controlar mis instintos más bajos.
Luché conmigo mismo para quedarme quieto y esperar.
Observé cómo Julia se despedía del idiota, se giraba hacia mí y se congelaba
a unos metros de mí. Nos miramos el uno al otro, mi ira tomando dimensiones
gigantescas. No tengo ningún derecho sobre ella, y eso es lo que más me molesta
en este momento. Camino hacia ella, la veo tensa y tomo aire, tratando de calmar
mi furia.
Estoy atónita, nunca me había sentido tan celosa y posesiva de una mujer, y ni
siquiera estamos en una relación. Tal vez fue el hecho de que ella estaba
embarazada de mi hijo lo que me hizo sentir de esta manera.
Ella no me llamó, ¿por qué traería a otro hombre en la mía?
¿lugar? Me detengo frente a él, mi corazón late violentamente.
“¿Quién era ese maldito imbécil que vino contigo? Gruño, mi furia contenida.
No espero una respuesta. "¿Es por eso que no te dignaste llamarme, traer a otro
hombre en mi lugar?" Verbo mis pensamientos anteriores.
Sus ojos se agrandan y se pone roja.

- ¿Como es? - Ella sale de la inmovilización y me mira cuando señalo hacia
el lado que era el idiota que estaba sosteniendo hace un momento. - ¿Que haces
aquí?
La miré fijamente y vi que había estado llorando, las marcas de lágrimas aún
en su rostro.
- ¿Qué sucedió? ¿Por qué lloras? ¿Es algo con nuestro hijo? — mi aflicción es
mayor que mi mal humor.
"Hija", dice ella. Me quedé inmóvil durante unos segundos,
sin entender. "Es una niña, como dije que sería", continuó.
Santa mierda. Olvidándome del idiota, la saqué conmigo de la clínica y hacia mi
auto.
"Oye, cálmate, ¿a dónde crees que me llevas?" — Se detiene en medio del
estacionamiento.
“Mi auto está justo ahí.” Señalo mi auto hacia adelante.
"No voy a ir contigo…" La sostuve con un brazo alrededor de su cintura, atrayéndola
contra mi cuerpo, mi otra mano en la parte de atrás de su cuello sosteniéndola con
fuerza, atrayendo su rostro hacia el mío. Nos miramos un momento, midiendo fuerzas.
Ella no apartó la mirada cuando me acerqué. Mis ojos van a su boca, los míos se ciernen
sobre los de ella.
Respiramos pesadamente, nuestros cuerpos se tensan.
No quiero que huya de mí, quiero besarla tan profundamente que duela. No sabía
que deseaba tanto a esta mujer, como me doy cuenta ahora con ella tan cerca de mí.
"¿Puedes soltarme, por favor?" Su voz frágil es un susurro ronco.

Ella también se ve afectada por nuestro enfoque.
Estoy realmente enojado contigo. ¿Por qué no llamaste para decir que era el día
de la cita? Digo en voz baja y me doy cuenta de que mi ira anterior se ha calmado un
poco con solo tenerla cerca. No estaba destinado a ser.
Mierda. Recuerdo lo que vi cuando llegué y mi ira surge de nuevo a través de mí.
"¿Preferiste traer a tu pequeño novio contigo?" ¿Quién es la pequeña mierda?
"No es asunto tuyo, troglodita..." La silencié con un suave beso, en lugar de
devorarla como quería. Un gemido escapa de sus labios mientras nuestras lenguas se
enredan, lentamente. Empujo mi lengua profundamente en su boca y gemimos juntos
esta vez.
El calor llena todo mi cuerpo y quiero arrancarle la maldita ropa. Estamos tan absortos
en el beso que casi olvido dónde estamos. Soy débil cuando se trata de Julia. Rompo el
beso y ambos jadeamos.
La jalo hacia mi auto nuevamente, esta vez va sin mucha resistencia. Abro la
puerta del pasajero y espero a que ella suba. Doy la vuelta al coche y me siento. No lo
empiezo enseguida, lo miro y me doy cuenta de lo mucho que ha cambiado. Su barriga
sobresale, está más guapa que nunca.
Tengo ganas de tocarla de nuevo. Sus ojos brillan, y sé que no es por el beso que
acabamos de compartir.
—Ojalá me hubieras llamado, Julia —digo. “Me hubiera gustado ver la ecografía
contigo.
—Si quieres verlo, tengo el DVD, solo míralo; Puedo darte una copia —dice,
como si esto no tuviera importancia para mí. ¡Qué equivocado!
“No es lo mismo, lo sabes.

"Mira, Jason, cuando planeé mi embarazo, un padre no estaba en
ecuación. Tienes que entender eso...
"No tenías un padre en la ecuación, pero ¿trajiste a tu novio?" “Era irracional
en ese momento. ¡ Hijo de puta! Ella aún no era mía, pero lo haría.
ser - estar.
“Él no es mi novio, pero podría hacerlo”, dice enojada.

“Desde donde estaba, parecía. ¿Quién es él, Julia? - Mierda.
Esta mujer será mi muerte. Se perdió; No tenía control sobre nada más.
¡Nadie que sea de tu incumbencia! — ok, logró molestarme más de lo que

quería — ¿Estás más preocupado por Caio que por tu hija? Ahí es cuando finalmente
se hunde. “¡¿Hija?!... ¡Maldita sea! ¡¿Voy a ser padre de una niña?! ¡Estoy jodido!"
Oh, mierda, si soy como su madre, estoy doblemente jodido, serán mi muerte.
- ¿Niña? ¿Estás seguro?” No me he preparado psicológicamente para

ser padre e incluso más que una niña.
“Toma.” Me tendió el DVD y lo tomé. - Quedarse
con él, hice dos copias...
"Gracias," lo puse en la guantera. "¿Por qué no vamos a un lugar tranquilo y
me dices cómo está mi hija?" Sugerí, no queriendo que se fuera.
“Jason, no creo que sea una buena idea.

Por favor. Parecía una gallina suplicante, pero no me importaba. Ahora no,
cuando quería saber sobre mi hija. Tenemos que hablar, Julia.
Ella me mira por un momento y luego se encoge de hombros.

“Está bien, pero no tardaremos mucho, ¿de acuerdo?
—Vale. Arranco el coche y me dirijo a mi apartamento. Después de unos minutos

de silencio, con ella mirando por la ventana, se gira hacia mí.
'¿A dónde vamos?'

- Mi apartamento. Está más tranquilo allí y podemos hablar.
- Mi coche...
“Te traeré de vuelta para que lo recojas, o puedo pedirle a alguien que venga a
buscarlo.” Ella no cuestiona, creo que es raro que esté tan callada. - ¿Te sientes bien?
- Sim.
Unos cuarenta minutos después, entro a mi apartamento y me estaciono. Antes de
bajar, tomo el DVD y voy a abrirle la puerta a Julia.
Tomo su delicada mano en la mía y las imágenes de ella de la otra noche cuando tuvimos
sexo llenan mi mente. ¡Mierda! La deseo tanto, ni siquiera sé cuánto, pero solo tenía que
tocarla y el fuego parecía lamer todo mi cuerpo.
Veo que ella tampoco me es indiferente. Noto que tiembla cada vez que la toco. Con mi
mano en la base de su columna, la conduzco al ascensor privado. El ascensor tarda unos
segundos en abrirse en el hall de mi apartamento.
Mira alrededor de la sala con curiosidad y la invito a sentarse.
Selma aparece en la habitación y se los presento.
— Julia, esta es Selma, mi ama de llaves. Ella extiende su mano para
Selma y se sacude en saludo.
“Encantado de conocerte, Selma.” Su cálida sonrisa es devuelta.
Selma es el tipo de persona que te trata como si te conociera de toda la vida
cuando le gustas, y probablemente le gustaba Julia. Cuando se entere de que está
embarazada de mi hijo, seguro que mimará a Julia con mimos.
- Encantada de conocerte, niña, debes ser especial para que mi chico te traiga aquí
- dice riendo, mirándome, ahora a Julia.
— ¿Soy yo? Tengo dudas”, dice Julia con una pequeña risa.
“Está bien, vamos. Selma te traerá algo para el almuerzo, ¿verdad? - Miro
Selma, y levanta las manos en un gesto de impotencia.
"¿Qué no estoy haciendo en esta casa?" Se vuelve hacia Julia. - ¿Algo especial?
“No tienes que preocuparte por eso, Selma, gracias.

“Algo saludable”, digo y empujo suavemente a Julia para que se siente.
- Claro.
Después de que Selma se dirige a la cocina, veo a Julia sentarse y le pregunto

si quiere algo antes de que Selma nos sirva el almuerzo. Ella no lo acepta y me mira
como si esperara algo de mí. Mierda, no entiendo mi nerviosismo.
Nos quedamos en silencio por un momento.

¿Por qué me trajiste aquí, Jason? Sabes, no puedo entenderte. Un momento
no quieres tener un hijo, otro sí... - Rompe el silencio.
"Durante el tiempo que hemos estado fuera de contacto, Julia, he reflexionado

sobre varias cosas", le digo. — Al principio de esta lamentable situación, no lo
acepté porque prácticamente me obligaron a ser padre. Justo cuando estaba
tomando precauciones para evitar precisamente eso. ¿Cómo crees que podría
comportarme?
"¿No sabes que yo también fui víctima de todo esto?" Su voz es tranquila.
- Claro que no. Ojalá fuéramos amigos. ¿Qué te parece?, propongo.
"Yo... no sé, tu inconstancia es tan... impresionante", duda.

Aprovecho e insisto:
— Por nuestra hija — Tengo muchas ganas de intentarlo. "¿Por qué no me
dices cómo te fue con la ecografía?" Pregunto. Estoy seriamente jodidamente
tentado aquí. No parece dispuesta a ceder ni un poco, pero me sorprende cuando
responde.
“Está bien, tratemos de ser amigos, para nuestra hija, ¡joder! Dejé escapar el
aliento, no me había dado cuenta de que lo había contenido hasta ese momento.
tiempo.
Empieza a hablar de la cita, sin embargo, Selma nos dice que nuestro
almuerzo está listo. Me levanto y la llevo al comedor donde había servido Selma.
- ¿Puedo usar el baño? Necesito lavarme las manos”, pide. Le indiqué dónde
estaba el baño y me senté, esperándola. Regresó poco después, me levanté y la
ayudé a sentarse. Mientras comíamos, hablamos por primera vez sin lanzarnos a la
garganta.
— ¿Por qué esa determinación de tener un hijo sola, Julia? Pregunté en un
momento.
- ¿Y porque no? Quiero un hijo y estoy detrás de ese sueño”, dijo.
“Pensé que era el momento y ahora voy a tener una hermosa hija”. Sus ojos se
llenan de lágrimas reprimidas. cambio de tema y pregunto por la vida
su. Dime algunas cosas que ya sé, pero dejaré que hables tú. Quiero llegar a
conocerte mejor.
Me entero de que vive lejos de su familia, pero que todavía tiene contacto
con ellos. Debe ser por eso que deseas tanto tener un hijo y construir tu propia
familia. No hablamos de por qué nuestras vidas se habían entrelazado, no quería
sacar a relucir un tema que la estresaría, no en este momento. Parecía tan frágil,
aunque pensaba que era muy fuerte.
Después de que termine el almuerzo, quiero ver el ultrasonido y llevarla
conmigo a la sala de televisión y poner el DVD en el reproductor.
Llevo media hora repitiendo y repitiendo las imágenes que tengo delante.
Estoy enamorada, total y perdidamente enamorada de las imágenes granuladas
y del sonido del corazón de mi hija latiendo a través de los parlantes. El sonido
llenó la habitación y fue directo a mi corazón. Por primera vez en mi vida me
siento un ser humano repugnante y egoísta por haber pensado, por un momento,
en obligar a Julia a abortar.
Pensar que ese pequeño corazón podría no estar latiendo tan fuerte en este
momento hace que me piquen los ojos. Aprieto la mandíbula y sigo reproduciendo
el video una y otra vez. Siento a Julia sentada a mi lado, pero no la miro, me
avergüenzo de mí mismo. ¡Semen! Lo peor de todo fue convencer a Julia de que
me importaba mi hija.
Nunca fui alguien que amara a nadie. La historia de mi vida podría ser como
muchas otras por ahí. Yo había determinado hace mucho tiempo que no tendría
hijos, y ahora, ella ni siquiera había nacido y yo soy un hombre totalmente jodido
enamorado de esta pequeña vida. Mi. La quiero como nunca creí posible.
CAPÍTULO 11
CONOCER A JASON, EN UN MOMENTO EN QUE YO ESTABA TAN

EMOCIONAL, no fue una buena idea. Me quedé con una culpa terrible por no
haberlo llamado.
¡Oh Dios mío! Estar en su casa es inusual, nunca pensé en estar aquí.
Mis ojos recorren la gran habitación del ático. Imaginó que encontraría un
apartamento individual, con muebles oscuros, y no este espacio luminoso,
lujoso y grande. Exagerado en todo, debe ser para dar cabida a toda arrogancia
y egoísmo. Casi me río de mis pensamientos.
Después del almuerzo, que nos sirvió la amable señora, me llevó a la sala
de televisión para ver la ecografía. Me arrepentí de nuevo de no haberlo llevado
conmigo. Parecía devastado, no apartó los ojos de la pantalla, incluso cuando
me senté más cerca y tomé su mano. Ni siquiera parecía sentirlo.
No sabía lo que estaba haciendo. Francamente, quería entenderlo y darle una
oportunidad, pero mi cabeza me decía que fuera cauteloso.
Le acaricio la mano y él finalmente aparta la vista de la pantalla y se
vuelve hacia mí. Los sentimientos contradictorios que veo reflejados en tus ojos
me atraviesan.
Quería consolarlo, pero no podía hacer eso, ¿o sí? Aunque sé lo estúpido
que podría ser, llevo mi mano a su rostro y acaricio su fuerte mandíbula, áspera
por la barba. Paso mi pulgar sobre su frente, mis dedos se entierran en su
suave cabello y lo agarro, tirando suavemente de su cabeza hacia mí.
En medio de todo, estoy frustrado conmigo mismo por ceder a este

abrumador deseo que siempre me abruma cuando estoy cerca de Jason. Con
Con las emociones hirviendo dentro de mí, me inclino y beso la comisura de sus labios,
en un beso que estaba destinado a ser casto pero nuestras bocas parecen estar juntas, y
me encuentro siendo besada como si no hubiera un mañana.
Me pongo de pie y me siento frente a él, con las piernas separadas, descansando
mis rodillas a cada lado de sus muslos. Sostengo su cabello con ambas manos y le
devuelvo el beso, devastando su boca con la mía. El deseo se esparce en escalofríos por
mi cuerpo. Sostiene mi trasero con ambas manos, en un agarre firme contra el borde
delantero de sus pantalones. Un gemido gutural escapa de su garganta por la fricción.
Un pensamiento pasa por mi cabeza, y uso toda mi fuerza para alejarme de él.
Coloco mis manos en su pecho y lo empujo ligeramente.
Cometer el mismo error dos veces fue demasiado, y nos dirigíamos hacia él. Me levanto
de su regazo y vuelvo a sentarme a su lado.
El silencio está cargado de tensión entre nosotros.
Creo que mejor me voy digo, tratando de levantarme, pero me agarra la mano.
- Gracias por venir. Te llevaré. Se pone de pie, tirando de mí con él. Parecía
extrañamente silencioso. Nos quedamos allí, uno frente al otro, sin saber muy bien qué
hacer.
"¿Es ese tu novio?" — aquí viene con la misma pregunta otra vez. Sus ojos no
están nada tristes ahora, parecen mercurio líquido, son tan intensos. ¿Sería eso celos?
¡Bienvenido al club, vaquero!, pienso.
—Ya te dije que no —digo en un susurro. Ni siquiera sé por qué estoy susurrando
así. El hambre estalla dolorosamente en mi pecho mientras él acuna mi rostro entre sus
palmas, sus ojos se clavan en los míos con lujuria y otros sentimientos que no puedo
identificar.
“Te deseo, Julia. - ¿Ahora?
Estamos respirando pesadamente. ¡Oh Dios mio! Absorbo sus palabras, dejo que
calmen y llenen este dolor de querer ser amado, al menos por el momento. Me siento tan
débil, con tantas ganas de sentirlo dentro de mí. Mi mirada está bloqueada con la suya
mientras mi cuerpo se ahoga en calor.
Dijiste que podíamos ser amigos. No es así como actúan los amigos, trato de
discutir, tal vez para convencerme a mí mismo. "¿No crees que las cosas suceden por
impulso entre nosotros?" ¿Cada vez que nos encontramos?
En lugar de responder, me agarra con fuerza y esta vez el beso es violento.

Mi boca es barrida por su lengua deslizándose contra la mía. La fricción avivando
las llamas en mi vientre. Tu sabor me inunda.
Agarra mi trasero y me levanta en el aire. Aprovecho y envuelvo mis piernas
alrededor de su cintura, y él camina hacia lo que imagino es el dormitorio. ¿Él solo
me quiere físicamente? ¿Es solo química sexual y nada más?
Dejo de pensar racionalmente cuando, poco después, entramos en una

habitación y me depositan en una enorme cama. Me acuesto boca arriba y él viene
encima de mí. Comienza a desabrocharme la blusa y en unos segundos me
encuentro desnuda de cintura para arriba. Se congela, mirando mi vientre
redondeado. ¡Mierda! Es como un balde de agua fría en mi libido. Busco algo con
que taparme, pero no hay nada alrededor.
¡Oh Dios mío!
"¡Nunca pensé que una mujer embarazada fuera jodidamente sexy!"
Su voz es ronca, sexy y embriagadora.
— ¿Soy yo? - ¡Oh! Parecía tan inseguro que mentalmente me abofeteé. Pero
me olvidé de todo lo demás mientras acariciaba mi vientre como si fuera reverencia,
se inclinó y esparció besos por todo mi vientre.
Eres tan hermosa, Julia. Siento su lengua y sus labios en mi estómago.
Gimo involuntariamente. es tan sabroso
Se pone de pie y me quita los pantalones, llevándose mis bragas con él,
dejándome completamente expuesta a sus ojos llenos de lujuria. Como todavía
está completamente vestido, levanto mi torso de la cama y voy a quitarle la camisa
para remediarlo, pero Jason me empuja hacia la cama.
“Esto es solo para ti, cariño. Hoy quiero verte retorciéndose de placer, para mi
placer —murmura, su boca casi pegada a la mía. Gimo sin sentido mientras soy
sometido a su boca pecaminosa. "Cuando ya no estés embarazada, te voy a follar
de verdad", dice, chupando mi pezón hipersensible.
"¿Y por qué... no jodes ahora?" digo entre gemidos.

“Ahora solo puedo ser amable contigo.
"Esto es tan molesto, Sr. Mal culo Lewis —digo con voz burlona. —
Sólo escucho promesas tuyas.
“Te mostraré quién es aburrido aquí.
Algún tiempo después, era un charco deshuesado de placer. Lo que el hombre
podía hacer solo con esa lengua era alucinante, y ni siquiera había tomado
la ropa en sí. ¡Ay, cielos! Y aún mantenía su cabeza entre mis piernas sin
aflojar. Podría morir de tanto divertirme.
Agarro su cabello con una mano y mi cabeza cae hacia atrás.
¡Estoy jadeando por aire mientras él mueve su boca en mi coño, chupando
suavemente y luego con fuerza, en golpes penetrantes de su maldita lengua
hábil! Su boca me come con hambre, en una tortura sensual, cada toque me
hace gemir y suplicar su nombre una y otra vez.
— Jasón...
Levanta la cabeza para mirarme a los ojos, su hambre grabada en el iris
plateado.
"Aún no he terminado aquí..."
— ¡¡¡Ooooh!!! Grito cuando ataca mi clítoris de nuevo, tomándolo entre
sus dientes, mordisqueándolo ligeramente. ¡Mierda! Abre mis muslos para
dar más acceso a sus lametones a través de mi sensible coño con toda su
atención, chupando con avidez, y me llevan a otra dimensión de placer.
Nuevamente, un orgasmo me golpea con una fuerza fulminante y grito su
nombre en éxtasis.
Veo a la primera mujer que traigo aquí en mi casa y en esta cama. Ella duerme
suavemente, y la he visto dormir por más de 15 minutos. Llevo mi mano a su vientre y lo
acaricio posesivamente. Mi.
Lo haré completamente mío.
Debo haberme dormido, porque cuando abro los ojos poco después, veo que
estoy solo en la cama. Me levanto y voy al baño, pero Julia no está . "Mierda." Voy al
salón y nada. "¡ Doble mierda !" Voy camino a la cocina cuando aparece Selma con unos
montones de sábanas.
— ¿Vive Julia, Selma?
“Oh, la chica se ha ido”, dice y sigue su camino.
"¡Pero que mal!" Respiro una carcajada. ¿La maldita cosa me está dando cambio?
“Pequeño hijo de puta…” gruño mientras agarro mi teléfono y lo enciendo.

para ella. Ya no puedo alejarme de ella. Soy un maldito adicto.
Suena el teléfono, pero ella no contesta. Vale, ella no quiere volver a empezar
este juego, ¿verdad? Pensé que habíamos comenzado algo hoy. Me tomaré un descanso
hasta mañana.
Pero todavía tengo algo que hacer hoy: averiguar quién era el idiota con el que
estaba. Después de todo, desde que dormimos juntos, no me he acostado con ninguna
otra mujer. Aunque ella lo crea así. De hecho, lo intenté, pero...
Vuelvo a la sala de televisión y empiezo a ver, una vez más, el vídeo de mi

pequeño.
CAPÍTULO 12
ESTOY SUBIENDO A MI AUTO, donde lo estacioné, cuando

escucho mi celular. Sabía que era Jason incluso antes de mirar por el
visor, pero no voy a responder. Ahora no.
Lo tiro de nuevo en mi bolso y conduzco a casa. Mi tarde con él tuvo
sido divertido, literalmente.
Tengo una sonrisa en mi rostro que ni siquiera había notado. ¿Qué puede
hacer un orgasmo por una mujer, eh? Y confieso que no fue exactamente uno,
sino varios. ¡¿Qué tiene el hombre en ese idioma?! ¡Oh Dios!
Estaba como flotando inmóvil. Ahora que me doy cuenta de mi egoísmo,

¡él no había disfrutado la tarde tanto como yo! Tampoco me quedé allí para
darle algún alivio al pobre diablo. Reír en voz alta.
Ahora tenía que valerse por sí mismo o, ¡mierda!, podía salir y encontrar
“alivio” con otra persona. Cuando paré en un semáforo, saqué mi celular de mi
bolso y le devolví la llamada. ¡Maldición! La llamada fue al buzón de voz.
¿Realmente buscaría a alguien más? Los celos me corroen y trato de inhibir de
alguna manera este sentimiento. Bueno, si lo fuera, sería un idiota y ya no
tendría oportunidad de acercarse a mí.
Entro al departamento y Catarina viene a recibirme prácticamente en la

puerta. Su rostro estaba afligido.
"Estaba preocupado por ti", dice. - ¡Eso tomó demasiado tiempo! entonces
que tenemos aqui? dice, señalando mi vientre.
“Una linda dama”, digo, riéndome. Catarina me abraza, felicitándome.
Habíamos desarrollado una amistad en esas semanas de convivencia. Ya le tenía
un gran cariño.
“Carla ha llamado varias veces para averiguar”, dice.
"Ahora, ¿por qué no llamó a su celular?" Tomo mi teléfono y llamo a Carla.
— ¡Vaya, Julia, por fin! Dime”, grita desde el otro lado cuando contesta.
"Loco, ¿dónde te has visto alguna vez contestando el teléfono de esa

manera?" Yo digo. “Para aquellos que no apoyaron mis planes, están muy
emocionados por mi embarazo,” digo burlonamente.
— Deja de dar vueltas y habla, Julia — Me río.
"Cómo desearía que fuera... ¡MUCHACHA!" - La felicidad que siento
se refleja en mi voz. ¡Estoy tan feliz!
"¿Qué tal una noche de chicas con el nuevo miembro?" - ella pregunta.
¡Nunca he visto tanta afición por una juerga!
Terminé aceptando la invitación y salimos a celebrar. Aunque Carla era mi
mejor amiga y le contaba todo, todavía escondía ciertas cosas sobre mi relación
con Jason.
Sin embargo, hoy le contaría lo que había estado pasando entre nosotros.
Estamos en medio de la cena, cuando decido abordar el tema:
— Tengo algo que decirte — Estoy roja y no sé por qué.
Después de todo, somos amigos y nos contamos todo. ¡Qué rabia!
— Hmm... Debe ser grave para usted, doña Júlia, ponerse roja de esa
manera.
"Sabes... yo... Uh..." mierda, ¡es difícil decir eso en voz alta!
"¡Acaba con eso, que me vas a matar de curiosidad, mujer!" exclama con
impaciencia.
Jason y yo estamos teniendo sexo digo rápidamente. Se prolonga un
momento de incómodo silencio, pero luego explota.
- ¿Qué? ¿Como asi? ¿Y ahora que me lo cuentas? - prácticamente grita. —
¡Ay, Julia, linda amiga, me dejaste! Parece enfadada, pero puedo ver que en
realidad no lo está. “Ahora cuéntamelo todo. Todos los detalles sórdidos.
Le cuento todo lo que había pasado en esos meses. Por supuesto, no todos
los detalles. No hablé, por ejemplo, de los sentimientos que él
despierta, a pesar de negarlo a mí mismo.

— ¿Recuerdas que lo encontraste en el club, con Saulo? Él era
conmigo la noche anterior - Termino.
¿Me estás diciendo que tuvo sexo contigo y luego estuvo con una rubia falsa?
No puedo creerlo, que cretino!
— Por cierto, sí, me dijiste, no vi nada.
“Si lo hubiera sabido, le habría dado un puñetazo en la cara esa noche.
¡Pequeño travieso! Terminé riéndome de su indignación. "¿Y después de eso, no se
encontraron?"
- No.
- ¿Y ahora? ¿Que ha cambiado?
— Decidimos tratar de ser amigos y tener una convivencia sin peleas.
"¿Estás seguro de lo que estás haciendo?" - habla - Involúcrate con él.
Quiero decir. Vives en una situación muy extraña, Julia.
No estoy seguro de nada. Pero, ¿no es mejor ser amigos que enemigos?
“Está bien, pero tengo una pregunta. ¿Usted confia en el?

¡NO! La verdad fue un gran "no". En cambio, digo: “Quiero confiar. Me estoy
arriesgando, Carla. ¿Por qué vivir la guerra cuando puedo amar, eh? Levanto mis
cejas descaradamente hacia ella.
“Eres una perra, Julia, así es”, se ríe. — ¿Y ahora, estás 'saliendo'?
- ¡Claro que no! Yo digo. “Como dije, estamos tratando de ser amigos.
"Hurum... ciertamente te creo", se burla. Bueno, al menos no

estaba molesta por mi secreto. ¡Ufá!
Dejamos el asunto a un lado y charlamos, relajados, de otras cosas, hasta el final de
nuestra reunión.
Cuando llegué a casa de la “fiesta” con Carla en el restaurante chino al que

habíamos ido, era casi medianoche y no había sabido nada de Jason. Sin embargo,
justo cuando estaba en la cama, tratando de dormir, recibí un mensaje de texto de él.
Jay: ¿Te escapaste de mí?
Estaba tratando de responder cuando llega otro.
Jay: Estoy pensando en lo perfecto que sería tenerte aquí, ahora mismo.
Pero por supuesto que sí, pervertido.
Yo: No te lo pondré fácil, guapo.
lo devuelvo “Oh Jason, todavía tienes mucho que cambiar, deshazte de toda esa
arrogancia”, pienso.
Jay: No pensé que lo fueras. Cuando me fui hoy temprano, quedó muy claro
que me haría la vida difícil.
Yo: Espero que no hayas sufrido demasiado.
No consigo nada durante más de quince minutos.
Jay: Te puedo decir cuánto mañana en la cena. ¿Que crees?

Antes de responder, me gustaría recordarles que acordamos que intentaríamos
ser amigos.
Yo: Llámame mañana, entonces te daré una respuesta.
Jay: Está bien, jugaré tu juego entonces. ¿Y cómo está mi hija?
¡ Qué costumbre tiene de decir “MÍO”, con tanta posesividad!

Eso no me gusta.
Yo: Nicole está bien, pero ahora quiere dormir. ¡Buenas noches!
Intentaré darle una oportunidad, pero no sé hasta dónde puede llegar esta relación.
Me desperté relajado a la mañana siguiente. Después de tomar un buen

desayuno, me dirijo a Ma Belle. Amo lo que hago y no dejo de ir a la boutique,
porque eso fue una prioridad en mi vida. Pero ahora... Bueno, ahora no tanto, no
necesito decir por qué.
Alrededor de las diez, recibo un ramo de rosas blancas y rojas con una nota
de Jason:
Los blancos son para mi hija y los rojos para ti.

Cena a las 19 h. j
¡Oh, era tan cursi! sonreír. Y esto MÍO me vuelve loco.

Por la tarde me llama Caio invitándome a su casa; la casa donde vive con su
madre y su hermana.
- ¿Qué tal la próxima semana? — dice, cuando le digo que me encantaría ir.
Espero que no tenga motivos ocultos con esta cena. ¡Puede que sea lindo, pero un
hombre fue suficiente para complicarme la vida!
"Por su puesto que lo hare. ¿Y Viviana? ¿Está bien su bebé? Pregunto.
Hablamos un poco más y colgamos. Tuvo que llamarme y fijar una fecha exacta.
Como tengo otra cena para ir esta noche, dejo a Ma Belle temprano.
y me voy a casa.
Como no sé adónde me llevará el señor Lengua Pervertida, elijo un vestido
de seda verde musgo hasta la rodilla. Lo compré recientemente, ya que mi barriga
se estaba haciendo bastante evidente. Me decanté por Scarpins en tono nude y
complementos discretos. Y mi cabello suelto completando mi look.
Faltan quince minutos para las siete de la noche y suena el timbre de mi

puerta. El hombre tenía prisa. Sabiendo que Catarina abriría la puerta, continué
preparándome. Me miré por última vez en el espejo, agarré mi bolso y salí de la
habitación.
Encontré a Jason elegantemente vestido con un traje de grafito hecho a la
medida y probablemente caro; camisa en un tono gris claro y corbata a juego. era
comestible El calor se encrespa en mi vientre al ver al macho alfa en mi habitación.
"Oh, Julia, estás perdiendo esta batalla..."
Parezco una adolescente enamorada. ¡Maldita sea, cuanto más lucho, más lo
quiero!
- Oye.
Me mira e inclina la cabeza, admirándome. Lo siento en cada célula de mi
cuerpo cuando me mira así, fijo e intenso. Llamas de anticipación corren por mis
venas. Ver el deseo en sus ojos me hace sentir bien, me gusta saber que tengo el
poder de hacer que me desee.
“Te ves hermosa.” Su voz es ronca.
- Gracias. Bueno, ¿adónde vamos? no dijiste eso...
"Tan ansiosa", dice en voz baja, mientras camina en mi habitación.
dirección. Se inclina y besa mi frente. “Ahora podemos irnos.
—Esa manera tan seductora no te queda bien —digo, mientras camino hacia la
puerta con su mano en la base de mi columna. Jason se ríe a carcajadas.
“Eres la mujer más molesta que he conocido. dice con una sonrisa. "¿No puedo
ser amable contigo?" Soy un caballero, ya sabes. Su voz es juguetona.
- ¿Saber? Todavía no he visto ese lado tuyo —digo—.

— Para probarlo, desde hoy hago todos tus deseos.
Jay, me haces tantas promesas digo con una voz falsamente dulce.
— ¿Jay? Sus cejas están levantadas.

— Sí, ¿qué tal? Él rueda los ojos. Me río de su cara de horror.
CAPÍTULO 13
PASÉ EL RESTO DE LA TARDE EN CASA, no tenía ganas de volver a la

oficina, a pesar de que me esperaba mucho trabajo.
Veo el DVD una y otra vez, creo que estoy un poco loco. ¡Probablemente me
estoy haciendo viejo! Llamé a Raúl, pero no sabía nada del hombre que estaba con
Julia. Me gusta conocer a mis oponentes, sus debilidades, y si ese es un posible
padre de mi hija, lo siento por él.
Invitaré a Julia a cenar mañana y averiguaré algo más.

información y se la paso a Raúl, además del nombre que le había dado.
Cené solo, pero Selma estuvo cuidándome todo el tiempo. Sabía que ella
quería algo de mí y no sabía cómo pedirlo.
“Oye, Selma, me estás poniendo nerviosa”, le digo en un momento.
"Ah... Bueno, chico... No me gusta entrometerme en tu vida..." Se retuerce las

manos.
— Selma, casa.
— No dije nada antes, pero noté que la chica que traje hoy está embarazada
— llamar a Julia niña fue un poco raro.
Asentí y ella continuó, “Como sé que no eres de los que salen con nadie y como
nunca traes a tus amigos a casa, pensé que era extraño, me imagino…” levanto mi
mano, interrumpiendo su flujo de palabras.
Está embarazada de mi hija digo.
- ¡Vaya! ¡Qué maravilla, muchacho! Estoy tan feliz, hijo mío, siento que la ira
me recorre y no está dirigida a Selma. No puedo soportarlo cuando el
la gente se refiere a mí así. Trae recuerdos no deseados. Cierro mi memoria y le

sonrío.
Me alegro de hacerte feliz digo. Ella comienza a parlotear, pero mi cabeza está
muy lejos de aquí ahora. Odio recordar el pasado, pero siempre vuelve para
atormentarme.
Tráela más a menudo. Tengo muchas ganas de conocerte.
Ella comienza a hablar de lo feliz que está de verme formar una familia. no lo
contradigo; Selma es lo más cercano que he tenido a una madre y traerle un poco de
felicidad me pone de mejor humor.
Me acuesto y Julia viene a mi memoria. La verdad sea dicha: ella no puede salir
de mi cabeza. ¡Maldita mujer caliente! Debería estar aquí, ahora. ¡Oh diablos! Estoy
emocionado. Saco mi teléfono celular y le envío un mensaje de texto, diciendo que
se escapó de mí. ¡Miedo!
Esta relación de amistad entre nosotros no será fácil, seguro que ella no será
una chica dulce. Ella confirma mis pensamientos cuando me envía un mensaje de
texto.
No te lo voy a poner fácil, guapo.

Por supuesto que no, desde el principio de este lío me hace correr detrás de
ella como un cachorro. Intento saber de mi hija y ella se despide con un “buenas
noches”.
¡Mierda! Es la mujer más dura que he conocido en toda mi maldita vida. Los
demás ya estarían más que dispuestos a estar en mi cama y hacer mi voluntad.
¿Podrían pensar que soy arrogante? Pero cuando tienes dinero, todos, o la mayoría,
hacen lo que quieres.
Me levanto temprano a la mañana siguiente, mi cuerpo está frustrado y mi
mente está llena de mierda del pasado. Odio esta pérdida de control que esta maldita
clínica ha traído a mi bien organizada vida.
Pero a veces pienso que nada es casualidad.
Entreno en el gimnasio hasta que mis músculos hormiguean por el agotamiento.
No puedo dejar de lado todos los pensamientos mientras trabajo en la oficina
hoy. Envié rosas a las nuevas mujeres en mi vida. Esto es extraño, pero tengo que
acostumbrarme a esta nueva etapa, aunque sea difícil. Va en contra de todo lo que
me eludió en el pasado,
pero quiero intentarlo, porque esa es la actitud de un hombre de verdad. Creo

que los padres tienen que cuidar a sus hijos, aunque no esté planeado.
Pensé que íbamos a uno de esos restaurantes extravagantes y extremadamente

caros, pero estaba completamente equivocado. El lugar era exquisito y pintoresco, pero
muy elegante, sin dejar nada que deberle a nadie más.
Después de que nos sentamos, miré alrededor. Me gustó el ambiente y se lo dije a

Jason.
"¿Cómo sé que te encanta la pasta?", se encoge de hombros. —, así que este es el
lugar ideal para la verdadera pasta italiana que conozco. - dice.
"¿Puedo preguntar cómo sabes esto sobre mí?"
— Un hombre nunca le dice a sus fuentes — ¡engreído! Revisamos el menú y él,
solidario conmigo, pide agua para nosotros.
"No me importa si pides vino o algo con alcohol", le digo. Pero él insiste en que está
bien.
Hacemos el pedido y esperamos. La noche está siendo mejor que
Me imaginé, pero quiero saber más sobre el hombre que será el padre de mi hija.
—Háblame de ti, Jason —le suplico.
- ¿Qué quieres saber? Ella frunce el ceño.
"¿Por qué no empiezas diciéndome por qué lo hiciste en primer lugar?"
no quieres tener hijos?
Se queda en silencio durante tanto tiempo que creo que no me contestará.
“No me gusta hablar de eso.
"¿No hemos establecido que seremos amigos?" - Yo hablo. “Así que los amigos
hablan de sí mismos y dejan que sus amigos te conozcan.
"¿No es suficiente decir que no me gusta este tema?" No quiero hablar sobre eso.
"¿Qué es tan terrible de lo que no se puede hablar?" Mi impaciencia es evidente.
Él no responde, y la noche ha perdido un poco su brillo. ¡Hombre duro!

“En cambio, ¿por qué no me cuentas sobre el idiota con el que estuviste ayer? Dice
en un gruñido. ¿Estás seguro de que quiere volver a este tema? '¿De dónde lo conoces?'
- el Insiste.
Te contaré cómo conocí a Caio y Vivian, para acabar con tus bromas.
Tener una velada de conversación civilizada con él desde allí era casi imposible;
se cerró como un caparazón impenetrable. Pero en general, fue divertido ver sus
esfuerzos por complacerme durante toda la noche.
“Deberíamos ir a bailar a algún lado,” sugiero. "No creo
que te esfuerces tanto...
- ¿Qué? Deja de ser paranoico, Jay, soy la mujer embarazada más saludable
de la historia —le respondí, y era cierto. No sentí nada raro, al contrario, me sentía
muy bien. Y quería divertirme hoy solo para burlarme de él y ver hasta dónde llegaría
su determinación de hacer todos mis deseos. —Prometiste hacer lo que yo quisiera
—digo, haciendo un puchero, lo que imagino es sexy. No estoy siendo yo mismo con
este hombre, me hace desear cosas que pensé que no eran ideales.
"Está bien, pero volveremos temprano", se queja. Hizo eso mucho, hasta que
fue lindo.
Salimos del restaurante poco después y fuimos a alguna discoteca. Él
No dije a dónde me llevaría. De todos modos, no me importaba.
Fuimos a un club nuevo y me pregunté si sería el mismo al que había ido Carla.
Llegamos, y como toda discoteca, el lugar estaba oscuro y ruidoso, con la música
muy alta. Nos sentamos en una mesa y pidió una bebida sin alcohol.
"¿Crees que pediría alcohol?" Pregunto. Es un poco obsesivo al respecto.
“El otro día, recuerdo que saliste y bebiste.” Mi boca se abre.

“Fue un sorbo, exageraste uno. ¿Vamos a bailar? - Yo digo, cuando
Empieza a sonar música más lenta.
"¿Esa es tu excusa para besarte conmigo, Julia?" Muestra una sonrisa juguetona.
"Por supuesto que sí, ¿de qué otra manera podría atraparlo, Sr. Hottie?"
— Sabía que estabas enamorado de mí — ¡realmente era pretencioso!
Cuando terminó la canción que estábamos bailando, comenzó I Won't Give Up

y continuamos en la pista, bailando tan cerca uno del otro que me sentí como si
estuviera borracho a pesar de que no había tomado nada de alcohol.
Sentí la boca de Jason en mi cuello, luego hacia la parte de atrás de mi cuello.

Él tira de mi oreja entre sus dientes, y una ola de calor se extiende en espiral desde
mi oreja hasta mis pechos y justo entre mis muslos. Sentimientos contradictorios me
invadían cada vez que estábamos juntos, pero realmente quería esto. Podía sentir su
erección en mi vientre, y saber que lo estaba afectando era delicioso.
Me estaba enamorando de Jason Lewis, un hombre que podía

duele terriblemente. Y de una manera que nunca imaginé.
Nos quedamos en el club más tiempo del que pretendía Jason. Estábamos tan
envueltos el uno en el otro que no veíamos pasar el tiempo. Nos dirigíamos a la salida
cuando una mujer se detuvo frente a nosotros. Era rubia y muy bonita.
"No podía creer que estuvieras tú aquí, Jason". Su voz era extremadamente
melosa. Vi a Jason tensarse y mirarme. Levanté mis cejas hacia él. "Se suponía que
me llamarías, gato", continúa la rubia, ignorándome por completo.
- No recuerdo esto. Si nos disculpa", dice, su voz

difícil. Suavemente me empuja hacia afuera, dejando a la rubia allí.
“Wow, qué amable eres con tus ex…” digo irónicamente. Él solo me mira
fijamente.
Levanto mis manos en un gesto de paz. Bueno, aparte de los contratiempos, la
pasé bien esta noche.
Subimos al auto, y me sentía tan cansada que apoyé mi cabeza en su hombro,
pensando que todo estaría bien de ahora en adelante.
Con eso en mente, me quedé dormido.
Me desperté con su boca haciéndome cosas malas. yo gimo
"Vuelve a dormir, cariño, solo te estoy haciendo sentir cómoda para que duermas
bien". La familiar voz masculina hizo que me relajara de nuevo en la cama.
Pero dormir no fue exactamente lo que hice a continuación.
¿Arrendajo?
¡Mujeres! Siempre con su manía de poner apodos.

Pero la descarté porque odia que la llamen cariño. Esta semana ha sido de
aprendizaje en mi vida. Después de esa primera cena, por la que tengo un apodo,
hemos estado juntos todos los días.
Nunca pensé en tener una relación y ahora estaba en una relación de amistad. En
realidad, no habíamos hecho las cosas que hacen los amigos. Mis labios se abren en una
sonrisa al recordar su indignación por no dejar su lado en estos días. Pero seguir el
embarazo de mi hija es primordial para mí ahora.
Además de todos los sentimientos que me despierta Júlia, cada día son más fuertes
los sentimientos de protección y posesividad. Estoy enfermado.
Tengo una reunión con Saul en unos minutos. Paso mis dedos por mi cabello y me
recuesto en mi silla. Su insistencia en conocer mis razones para no querer tener hijos es
lo que ha estado obstaculizando nuestra socialización.
Testarudo. Mientras espero a Saulo, tomo mi celular y la llamo: — Hola.
— ¿Cómo estuvo mi pequeño hoy? Pregunto.

“Ay, qué grosero eres, cualquiera diría, con esa pregunta, que solo te preocupas por
nuestra hija”, dice en broma, pero siento cierto dolor. ¡Mierda! Siento que estoy caminando
sobre cáscaras de huevo con esta mujer.
- Pido disculpas. ¿Cómo amaneció hoy mi dulzura?

"Ese es el apodo más feo que alguien me ha dado".
se queja “Pero quiero invitarte a hacer algo conmigo hoy.
“Hmm, eso suena interesante.” Sonrío.
"Sin embargo, solo lo sabrás con el tiempo", dice feliz.
"Tengo el presentimiento de que esto no me va a gustar...
La puerta se abre y aparece Saulo con cara de interrogación. Le indico que se
siente mientras sigo hablando por teléfono.
"¿A qué hora quieres que te encuentre?"

“Ven aquí a la boutique cuando puedas.
- Está bien. Ahora tengo que colgar, hasta luego —digo colgando.
Saulo me mira, asombrado.

- ¿Que pasó?
“Hombre, te lo diré, si alguien me lo dijera, no lo creería”, dice, sacudiendo la
cabeza con incredulidad. “Estás enamorado, amigo mío.
¡Increíble!
"¿Podemos hablar de negocios ahora?"
— Por supuesto que lo es, pero ¿era con Julia con quien estabas hablando?
- Tú lo sabes. Hablando de eso, ¿cómo va el proceso de solicitud de custodia?
Pregunto, otro tema que me ha estado molestando últimamente también.
“Está tomando más tiempo de lo que pensaba. ¿Quieres continuar con esto?
"¿Cuáles son mis posibilidades de obtener la custodia?"
— La ley establece que se garantizan todos los derechos del niño. Desde el punto
de vista de la justicia, el bienestar físico y emocional del niño está por encima de las
diferencias o intereses de los padres.
— Solo quiero garantizar mis derechos sobre mi hija, Saúl — Pero
¡Qué carajo! Siento que estoy traicionando la confianza de Julia.
“Tu derecho como padre es incuestionable, Jason, pero hay una cosa”, continúa
Saul. — Tiene documentos firmados en la clínica que le dan plenos derechos sobre el
niño, fruto de la inseminación. Así que si ella no quiere que tengas contacto con su hija...
¡Semen! Ella no me haría esto. ¿O lo haría? Todavía no confía en mí, así que...
"¿Cómo puedo asegurarme de que eso no suceda?"

— Debo señalar que este es un caso atípico, que debe ser analizado cuidadosamente.
“Quiero que encuentres una manera, para garantizarme eso.

“Hay otra manera, y tendrías que jugar sucio, amigo mío.
— Sé claro, Saúl, por favor.
“Jason, me gusta Julia. Si yo fuera tú, no iría por ese camino. Me mira. — Amigo,
ya estás en una relación, intenta una forma amistosa de convivencia y custodia compartida.
Me levanto, voy a la barra, agarro un vaso y le sirvo whisky con generosidad.

Tomo un poco y me dirijo a Saul.
"Cuando dices jugar sucio, ¿a qué te refieres exactamente?" —
No haría nada contra Julia, pero quiero tener todos los frentes cubiertos.
Haciéndole creer al juez que no puede permitirse criar a su hija.
Esta es solo una de las posibilidades.
¡Semen!
— ¿Y cuáles son los otros?
CAPÍTULO 14
— ¿Y CUÁLES SON LOS DEMÁS?

Tenía un sabor amargo en la boca. Pensando en lastimar a Julia
provoca un sentimiento de repugnancia, pero y si ella no lo permitiera...
— Eres rico, puedes usar tu dinero, demostrar que eres más capaz de criar a un
hijo. Dale al niño una vida mejor que la que le puede dar Julia — Saulo me saca de mis
conjeturas.
"Si hago una de esas cosas, Julia me odiará para siempre, amigo mío", le digo
con un suspiro. Estoy jodido en esta historia, en un maldito callejón sin salida. ¿Qué es
más?
“Este es el mejor de todos. — ¿Se está riendo de la situación? - Para
acaba con esto, cásate con ella”, dice simplemente.
El whisky que estaba bebiendo salió volando de mi boca en estado de shock.
"¿Has perdido la puta cabeza, Saulo?" rugí. "¿No fue suficiente aceptar a un
niño?" ¿Ahora tengo que casarme yo también?
“Nadie te está obligando a hacer eso, es solo una de las opciones.
¿Cuál, en mi opinión, sería el más ideal? ¿Habla en serio? Así es como aseguras tus
derechos. Y, después de todo, ¿tienes una relación o no? ¡Sería matar dos malditos
conejos a la vez!
Respiré hondo, tragué un nudo de ira y frustración. ¡Mierda! ¿Cómo podría una
mujer cambiar terriblemente mi vida en esta escala?
Se había follado a mujeres mucho más atractivas y sofisticadas. Me dieron el

control que necesitaba, y ninguno de ellos tocó ninguna emoción dentro de mí. Era un
hombre que vivía según mis reglas. Y he aquí, este torbellino aparece en mi vida y
hace que todo se desmorone en cuestión de segundos. ¡Dios! ¡Se estaba poniendo
patético, eso!
Sabía que Julia Mason sería mi muerte.
"No puedo casarme, Saulo", le digo, cansado de todo. "¡No sería un buen esposo
para nadie, no tuve un maldito ejemplo y la oportunidad de saber nada de esto!" — Estoy
furioso ahora.
"Joder, Jason, crees que eres un hombre inteligente y rudo, pero hombre, eres
tonto como la mierda", dice con impaciencia. "¿No puedes casarte con la madre de tu
hija, pero quieres criarla solo?" ¿Cuál es la lógica en eso?
¿Sabrías cómo tratar a un niño?
“¡No, maldita sea! ¡No lo sabría!”
Apreté los dientes y me senté en mi silla. Dejar que Julia se acercara más que
cualquier otra mujer antes ya era bastante difícil, ¡imagínate casarte! Ya no podía
manejar estas emociones animales que últimamente me envolvían. Todo dentro de mí
se sentía como si estuviera cambiando sin que me diera cuenta. Y no me gusta
El amor que sabía que tenía por mi pequeña era real, lo sabía. Era un sentimiento
tan inusual, nunca había experimentado esta opresión en mi pecho cuando pensaba en
alguien, pero ahora lo sentía por mi hija.
Tomar medidas drásticas ahora no era bueno, pero tendría que hacerse. Temprano
o tarde. Continué mi conversación con Saulo, sin embargo, mis pensamientos estaban
muy lejos.
Fui a Ma Belle para encontrar a Julia, sintiéndome culpable. ¡Infierno!

¿Dónde se había ido mi determinación?
Un empleado caminaba hacia mí cuando la gerente, Melissa,
interceptó y vino a mí.
"Hola", sonrió. “Julia te está esperando en la oficina.” Asentí y me acerqué. Ya
había estado aquí, en ese tiempo de “citas” con Júlia, y conocía el lugar. Me gustó
mucho este espacio.
Me gusta ese lado emprendedor e independiente que tiene. Pero sólo en la medida
en que esta independencia choca con mi autoritarismo. ¡Mujer cabeza dura!
Pero su autenticidad era perfecta y ese magnetismo que me atrae hacia ella, aunque no
quiera.
Entré al área donde estaba la parte administrativa de la boutique, fui a la

habitación de Julia, pero ella no estaba. Escuché su voz maldiciendo y noté una puerta
al lado. Fui allí y me detuve; Estaba enojado con lo que encontré.
Julia se balanceaba precariamente en lo alto de una escalera, poniendo pegatinas

de personajes infantiles en la pared. Me acerqué y la agarré por la cintura, provocando
un pequeño grito de miedo, sacándola de las escaleras.
"¿Qué diablos estás haciendo en esas escaleras?" Dije en voz baja, mi ira me
ahogaba. “Eres la mujer embarazada más irresponsable que conozco. ¿Quieres caer
y matarte o matar a mi hija?
"Oye, no hay necesidad de exagerar, yo estaba...
"¿Cuál es la necesidad de que estés al tanto de esto?" No dejo que invente
excusas tontas. — ¿Cuándo puedes enviar a alguien calificado para hacer esto, Julia?
¿Y qué diablos vas a hacer aquí, en esta habitación? Dejé escapar una ráfaga de
preguntas furiosas.
- ¿Acabado? ella pregunta enojada.
"Ni siquiera he comenzado." Ella me suelta, yendo a la habitación donde
obras. “¿Qué estás haciendo con este espacio, puedo saberlo?” repito.
“Estoy haciendo una guardería para Nicole. Cuando vengo a trabajar,
ella tendrá un rincón”, dice.
"Sí, ¿y por qué no contratas a alguien para que lo haga?" — No entiendo tu
irresponsabilidad.
"Quiero hacerlo yo mismo, Jason, ¿cuál es el placer de tener a alguien
decorando?"
—Consigue un decorador profesional o me encargaré yo —digo. Y tenemos que
hablar. Llamaré a Selma y le avisaré para que nos prepare la cena esta noche en mi
casa —continúo. Y puedes decirme lo que quieras aquí, y yo me encargaré de todo.
'¿Me pediste mi opinión?' Y no contrataré a nadie. Ella resopla.

Cierro los ojos y suspiro. Mejor cambiemos de tema Mujer testaruda. No quiero
discutir con ella ahora. De hecho, quiero hablar en serio. Pero antes...
“Bueno, aquí estoy. ¿Qué quieres hacer conmigo?

Ella se ríe, camina hacia mí y lanza sus brazos alrededor de mi cuello.
"Hmm", hace mientras besa mi cuello. “Quiero invitarte a ir a algún lugar conmigo.
— Que lugar?
Olvidando mi preocupación por un momento, tomo su cabeza entre mis manos
y la beso lentamente. Su boca es dulce, su sabor tan embriagador que me pongo
duro de inmediato. ¡Soy un bastardo hijo de puta!
"Estoy programando una tarde de compras para Nicole", dice,
después de que termine el beso. Ella me señala. Y te vas conmigo.
Pensé que las cosas serían peores.
“Y luego iremos a un parto simulado”, dice con seriedad.
- ¿Qué? Ella se ríe de mi cara de horror.
"Estoy bromeando, pero también podría ser verdad". Recoge su bolso y
camina hacia la puerta. - ¿Lo haremos? Tengo una tarde educativa para ti.
Si me preguntas qué hicimos toda la tarde, no lo sabría. Actúo mecánicamente

cada vez que vamos de tienda en tienda y hago todo lo que Julia me dice que haga.
Me siento como un idiota, de pie en medio de una tienda llena de cositas rosas por
todas partes.
“¿Escuchaste lo que dije? — Vuelvo a la realidad y noto que Julia me habla.
“Por supuesto que sí,” miento.

'Entonces, ¿qué dije?'
"Está bien, no escuché lo que dijiste.
- ¿Estas con algún problema? Es tan raro.
“No es nada.” La miro, quien está sosteniendo algo rosa en su mano.
"¿Nuestra hija tendrá un guardarropa completamente rosa?", Pregunto.
“Por supuesto que no, tonto. No me ayudaste en absoluto —dice—. —
Honestamente, ¿por qué te invité?
Por un momento, solo la miro fijamente. Sus increíbles ojos verdes luminosos,
que ahora me miraban con humor, me hicieron sentir como un sinvergüenza con
ella. ¿Qué me motivó a ser tan difícil? ¿Por qué no se olvidó de eso y se fue? Déjala
en paz, como ella siempre ha querido desde el principio. Sin embargo, algo me une
a ella, no hace falta decirlo. "¡Semen! ¡Parezco un debilucho hijo de puta, que
realmente lo soy!
“Jason, háblame. Algo te preocupa. ¿Qué es?

“Nada, cariño. ¿Por qué no seguimos comprando?
“No me engañes, lo sabes.” Ella se ve enojada. Me inclino y deposito un beso
en sus labios. Imposible resistirse a ella, o soy la chingada
de un bipolar! "¿En qué piensas tanto, eh?"

Su teléfono suena y ella contesta, desviando su interés de mí. Escucho tu
conversación sin vergüenza.
— Hola, Viviana. Me alegro de que hayas llamado. Estoy bien. Me mira sonriendo,
haciéndome señas para que sostenga la cosa rosa. ¿Qué diablos es eso, tan pequeño?
“Por supuesto que lo haré, seguro”. Ella escucha por un momento y luego dice: “Estaré
allí mañana.
Algo me pone alerta, pero no estoy seguro de qué es. debe ser paranoia
mi. Julia todavía está al teléfono, y camino por la tienda de ropa para bebés.
Camino hacia otra ala de la tienda, donde hay varios juguetes. Una
la vendedora sonríe amablemente y le
pregunto: — ¿Qué recomiendan para las niñas?
Arrastré a Jason a una juerga de compras, pensando que nos divertiríamos o

lo vería avergonzado. Error total: estaba aireado y no prestó atención ni a la mitad
de las cosas que le pedí su opinión. Estoy compulsivamente comprando mucho,
¡pero amo tanto esta linda ropa de bebé! Juzgarme. Con razón tengo a Ma Belle.
“¿Qué piensas de este, Jason? Lo miro, pero su mirada es

lejos. "¿Jasón?" ¿Escuchaste lo que dije? - Vuelvo a llamar.
“Por supuesto que sí.” Probablemente esté mintiendo.
'Entonces, ¿qué dije?'
"Está bien, no escuché lo que dijiste.
- ¿Estas con algún problema? Es tan raro, pregunto,
porque ha estado demasiado callado desde que dejamos a Ma Belle.
- No es nada. — Me mira — ¿Nuestra hija tendrá un guardarropa totalmente
rosa?
“Por supuesto que no, tonto. No me ayudaste en absoluto —digo.
Honestamente, ¿por qué te invité? — burla.
No responde como suele hacerlo cuando lo provoco. ¿Es algo en su compañía?
De hecho, nunca me dijo nada sobre su empresa. Lo único que sé es que está en el
área de tecnología, desarrollo de software y juegos electrónicos. No nos conocemos
como deberíamos. ¿Qué puedo hacer si mantiene su vida en secreto?
“Jason, háblame. Algo te preocupa. ¿Qué es?

“Nada, cariño. ¿Por qué no seguimos comprando?
“No me engañes, lo sabes.” Hago una mueca y recibo un beso en los labios.
"¿En qué piensas tanto, eh?"
Mi teléfono comienza a sonar en mi bolso, cuando puedo levantarlo, veo que
es Vivian.
—Ay, Viviana.
“Hola, Julia, encantada de hablar contigo. ¿Cómo estás?
“Me alegro de que hayas llamado. Estoy genial - doy el
mono rosa que sostengo Jason.
“Queremos que vengas a cenar con nosotros mañana por la noche, si puedes,
claro. - dice.
"Por supuesto que lo haré, lo haré seguro".
'Si quieres venir alrededor de las seis, será genial, así podremos hablar mucho'.
“Estaré allí mañana.” Veo a Jason caminar por la tienda y desaparecer.

por la vista. — Y Caio, ¿cómo está?
Hablamos unos momentos más y, después de despedirnos, cuelgo. Busco a
Jason, pero no lo encuentro por ninguna parte. No puedo creer que se haya ido,
pero espero todo de él. Nuestra relación de “amistad” se siente como una montaña
rusa. Somos la pareja más extraña que conozco. Paso casi cinco minutos
buscándolo. ¡La tienda en la que estamos es enorme y él se ha ido! Cuando lo
encuentro, casi me muero de ganas de reír.
Está literalmente al lado de una montaña de juguetes. ¿El hombre está loco o
qué? Me acerco lentamente, mis ojos en la enorme pila de juguetes.
"¿Qué está haciendo, Sr. ¿Luis? Pregunto seriamente, pero mis ganas de reír
son más fuertes y me echo a reír.
"Compraste tanta ropa", dice, mirándome un poco confundido. —
Y olvidé esa parte. Ahora estoy comprando algunos juguetes.
— ¿Pocos? — No lo soporto y me río de verdad.
- ¿Que pasó?
"Jason, nuestra hija no jugará con la mitad de esto", le digo, riéndome. '¿Y
estas cosas aquí?' — Agarro unos juguetes electrónicos para niños de 10 años y
me levanto. “Le tomará toda una vida jugar con eso.
"Bueno, ella crecerá...

"Olvídalo", digo rotundamente.
Pero terminamos yéndonos con varios juguetes que obstinadamente insistió
en llevarse. Solo lo permití porque era su primera compra. No fue divertido ir de
compras con él. O más bien, verlo cometer algunos errores fue divertidísimo.
Eran más de las siete cuando terminamos, así que fuimos directamente a su
apartamento. No sabía qué estaba molestando tanto a Jason, pero parecía ser algo
serio.
Selma me recibió con tanta alegría que me dio un poco de vergüenza. Jason
debe haberle contado sobre el bebé, porque me felicitó felizmente.
Le devolví el afecto, era tan fácil, así que le devolví el abrazo. Después de refrescarnos en
el baño, nos sirvió la cena en el balcón, teníamos una hermosa vista desde allí.
Me senté y me enfrenté a Jason, que estaba inusualmente silencioso. Sin poder

esperar más, tomo la iniciativa después de que Selma nos atiende y se va, dejándonos solos.
"Entonces, ¿vas a decir lo que te molesta?"

"Necesito preguntarte algo, Julia". Hace una pausa. “Y quiero que seas completamente
honesto conmigo.
¡Oh Dios mío! Realmente debería ser serio.
"Por supuesto que sí", le digo, insegura de lo que va a preguntar. La observo fruncir el
ceño, y su pregunta me toma completamente desprevenido, después de todo, estamos al
comienzo de esta relación: — ¿Adónde crees que nos puede llevar esta “cosa” nuestra,
Júlia? Hace comillas en el aire y no sé cómo responder. Sinceramente no lo sé, nunca
me imaginé estando aquí y mucho menos teniendo esta conversación tan pronto.
- ¿Como asi? — Intento ganar tiempo y pensar en algo. Tenía miedo de mostrar los
sentimientos que ya tenía por él. Estar expuesto, sin saber si realmente me quería, o si era
solo sexo, o por el bebé. "Jason, ¿no crees que es demasiado pronto para hacer esa
pregunta?" digo finalmente.
—No lo creo, pero tengo otra pregunta importante, Julia. Me mira fijamente. "¿Tienes
la intención de dejarme ver a mi hija?" ¿Tener contacto con ella cuando nazca?
¡Oh Dios mio!

¿Qué tenía hoy? ¿Por qué este montón de preguntas? ¿Y qué podría responder?
Empecé a pensar, ¿y si no estuviéramos en una relación seria, lo dejaría ver a mi hija? No
sé si lo haría. No creía del todo en ese cambio suyo. Todavía recuerdo cómo quería pagar
un aborto. Sentí lágrimas brotar de mis ojos.
¡Cristo! ¿Cómo voy a salir de esta, sin acabar con nuestra buena y creciente convivencia?
'¿Por qué este repentino interés en esto?' Intento devolvérselo. Pero no se deja
engañar por mi truquito e insiste: — Tu respuesta es importante, Julia. "¿Es eso lo que te
está molestando tanto?" Esta mañana cuando hablé contigo, todo parecía estar bien.
¿Que ha cambiado?
- Quizás. Así que si esto no funciona entre nosotros, ¿no sabes si me dejarás
ver a mi hija? Su mandíbula está tensa y sus ojos son duros ahora. ¡ Mierda!
“Yo… yo…” tartamudeo, horrorizada. ¿Es...? - ¿Estás haciendo

alguna prueba conmigo, porque si es...
“Creo que entiendo tu respuesta ahora.” Da una pequeña sonrisa que no llega a
sus ojos. Se levanta y se acerca a la barandilla del porche. "No tienes intención de
darme una oportunidad real, ¿verdad?"
- Claro que sí. Por eso estoy aquí, para darte una oportunidad —digo,
poniéndome de pie también y caminando hacia él. “Jason, solo hemos estado
probando esta 'cosa' por un tiempo, lo cual era inconcebible hasta hace poco.”
Envuelvo mis brazos alrededor de su cuello. "¿Vamos a dejar que las cosas
fluyan?" ¿Por qué esta prisa?
Respira hondo y no se mueve durante varios minutos. Ofrezco una sonrisa
conciliadora, me pongo de puntillas y le doy un beso en la barbilla.
— Yo podría hacerte la misma pregunta, lo sabes — digo, porque él se queda

en silencio y mirándome — ¿Y por qué no? Porque sé que no eres hombre para estar
con una sola mujer. Según las habladurías, es el mayor mujeriego que existe - reitero.
"Creo que te equivocas, Julia", se queja.

- ¿Será? La noche después de que tuvimos sexo, ¿te acostaste con otra mujer
y dices que no eres un mujeriego? me enfado solo de pensarlo
Tema.
—No me juzgue, doña Julia —al menos le devolvió la sonrisa. "¿Si te digo que
no me he acostado con otra mujer desde esa noche?" susurra en mi boca. Sus brazos
ahora alrededor de mi cintura.
Me alivia saber que tal posibilidad existió. Soy patético. Pero me besa y todo
desaparece de mi cabeza, lo único que siento es la electricidad invadiendo mi cuerpo.
Se va poco después.
“Le pedí a Selma que te hiciera tu postre favorito”, dijo. Su pulgar se mueve
alrededor de mis labios en una deliciosa caricia. Sentía un hormigueo donde me
tocaba.
"¿Cómo sabes eso, si nunca te lo dije?" pregunto, sorprendida. Agarro su mano
y muerdo su dedo ligeramente antes de pasar mi lengua por donde he mordido. “Tal
vez estás de humor para otro postre.” Sonrío. - Y recuerda que podría ser deseo
embarazado.
No me escucha, vuelve a llevarme a la mesa y poco después

aparece Selma con una deliciosa tarta de chocolate suizo cubierta con
nata montada y helado de nuez. Hmmmm, me olvido por completo de
los deliciosos besos de Jay mientras me festejo con mi postre.
CAPÍTULO 15
¡DROGAS!
Estoy en el balcón, viendo a Julia deleitarse con el manjar y soltar pequeños

gemidos de placer.
"Oh, Jay, esto es mejor que un orgasmo", dice y toma otro
porción de la boca. Me inclino hacia ella.
Déjame probarlo. Llena la cuchara y trata de dármela.
Sacudo la cabeza con desaprobación; ella entiende, llevándose la cuchara a la boca de
nuevo.
Sostengo su cabello en la nuca y la beso, saboreando el caramelo helado en su
lengua. Paso mi lengua por su boca, erótica y sensual.
Gemimos juntos mientras tiro de su labio inferior entre mis dientes y vuelvo a devorar
su boca de nuevo. Me siento rígido, en alerta máxima, listo para llevarla a la cima del
placer.
Paso mis dedos por el interior de sus muslos y levanto la tela del vestido que lleva
hasta la parte superior. Ella tiembla en mi boca cuando siente que mi mano abre sus
bragas. Está mojado y listo. Me encanta eso de ella, su entrega al placer. Saber que
puedo hacer que te derritas de esta manera me vuelve loco, cachondo. Empujo sus
bragas a un lado y froto sus pliegues húmedos, probando cuánto me desea. Aparto mi
boca de la suya y retiro mi mano, haciéndola gemir infelizmente.
Me recuesto en la silla, lamo mis dedos que estaban justo sobre ella y gimo
escandalosamente.
"Sí, mejor que un orgasmo, dulce como la mierda", digo con voz ronca. Julia se
sonroja, mirándome saborearla en mis dedos. - Hmmmm...
delicioso.
"Provocador", dice ella, apenas audible.
Esta noche será larga, porque llevaré a Julia a su propia casa. No me siento bien
teniendo sexo con ella hoy, algo me detiene y necesito llevármela.
- ¿Listo para ir? —pregunto, y ella me mira con sus enormes y confundidos ojos
verdes.
- ¿Ir adonde?
“Tu casa, cariño.
"Oh... yo... yo pensé..." Ella se sonroja de nuevo. - Pensé que fuese
dormir aquí. — Que bueno ver a Julia independiente toda insegura.
Después de mi conversación con Saulo hoy, había decidido hablar abiertamente
con Julia, para sacar todo a la luz con ella. Pero él quería saber sus intenciones y ella no
le dio la respuesta que él quería.
No estoy seguro de qué hacer. Di orden para que Saulo suspenda el proceso, voy
a esperar a que nazca mi hija y ver la actitud de Júlia. Por ahora, no hay proceso de
custodia total. Pero eso no me impediría preguntar en el futuro, si ella no permitía que
fuera parte de la vida de mi hija.
Saulo me hizo pensar en algo hoy: ¿podría permitirme tener una hija sola? ¿Criarlo
solo? No lo creo, y eso fue decisivo en mi retirada. Confiar estaba siendo muy difícil para
mí. Saúl era la única persona en la que confiaba. Desearía ser un hombre diferente, pero
¿cómo podría serlo, cuando la persona en la que más debes confiar en el mundo rompe
eso dentro de ti?
—Debes estar cansada de tanto caminar —digo, para aliviar la tensión ante mi
negativa. “No quiero forzarte demasiado. “Por supuesto que es una excusa.
"Está bien", dice ella, levantándose y dirigiéndose a la habitación donde está su bolso.
Lo sostiene como si su vida dependiera de ello. - Estoy listo.
— ¿Dónde está el fuego? digo mientras la sigo.
“Pensé que querías que me fuera, así que ¿por qué tardar más? - Ella está enojada.
“Oye, no quise lastimarte.

Camino hacia ella, presionando mi cuerpo contra el suyo, besándola de nuevo
profundamente. Oigo que su bolso cae al suelo y luego sus brazos se envuelven
alrededor de mi cuello. La levanto y sus piernas me envuelven.
cintura. Muevo mi boca por su cuello, mordiendo y lamiendo, enviando escalofríos

lujuriosos a través de ella. Joder, ¿dónde está mi fuerza cuando se trata de Julia?
Hoy necesitaría mucho.
Sabía a mujer, dulce y lujuriosa. Un deseo incontrolable, que casi me hace
perder el control, se apodera de mí. Tomo pequeños mordiscos en sus labios, y eso
me hace querer más. Presionando la parte posterior de su cabeza, aplasto su boca
con la mía, queriendo saquear y explorar cada centímetro de su dulce boca. Deslizo
mi mano desde su cintura hasta su trasero, llevándola casi dolorosamente contra mí.
Gimo en su boca mientras nuestras lenguas se baten en duelo y se saborean. Camino
a mi habitación, olvidando que quería llevármela hace unos minutos.
Julia duerme a mi lado y yo no puedo dormir.

Frustrarnos sexualmente fue terrible, pero no pude seguir adelante.
No esta noche, con tanto en mi mente.
Me siento inquieto y me levanto de la cama. Mejor trabaja un poco.
Últimamente he estado descuidando mi negocio para pasar el mayor tiempo posible
con ella. Mi emocional es peor que un puto adolescente!
Me desperté a la mañana siguiente solo en la cama gigante en la habitación de

Jason. Solo y frustrado, para ser exactos. Algo anda mal con Jason, muy mal. Para
negarnos una noche calurosa como esa, debe haber una explicación. Estoy confundido
por su negativa, pero ayer fue raro y se le ocurrió la conversación más rara de la historia.
¿Está tramando algo? Me levanto y voy al baño para mi rutina matutina.
Maldita sea, tengo que dejar algunas de mis cosas aquí si esto continúa entre nosotros.
Ahora tengo que ponerme la misma ropa que ayer, que rabia!
Cuando termino, salgo del baño y voy a buscar a Jason.
Lo encuentro en el mismo balcón con el que cenamos ayer, leyendo un periódico
durante el desayuno.
—Buenos días —digo y no lo pienso dos veces antes de acercarme y besarlo.
Parece sorprendido por mi actitud. — Espero que hoy sea mejor que ayer — Espero que
me entiendas.
“Buenos días, cariño.” Deja el periódico y se levanta para sacar una silla para mí.
"¿Adónde fue tu caballerosidad anoche, Jay?"

“Todo a su debido tiempo.” Vuelve a su propia silla y me sirve lo que asumo es
jugo de naranja. “¿Cuáles son tus planes para hoy? - él pide.
Vete a casa, cámbiate, luego trabaja. Bebo mi jugo.

Y, por la noche, cenar con unos amigos. ¿Y tu?
— ¿Con Karla? Niego con la cabeza negativamente. - No
Sabía que tenía otros amigos. Él frunce el ceño.
“Aquellos que no conoces.
No comento más. Decir que iría a cenar con la familia de Gaius hoy haría que
Jason se burlara.
—He estado pensando —digo, cambiando de tema— en viajar a
conocer a mi familia, estos días antes de que nazca el bebé.
- ¿Qué? No viajarás”, ruge desconcertado.
"¿Estás seguro de que dijiste eso?" - Sinceramente no escucho lo que
él habla. Seguí comiendo tranquilamente. Ignoro tu fea cara.
“Está bien, iré contigo”, dice, resignado. El sabe que cuando estoy tan
tranquila es mejor no pelear conmigo. Pero tu afirmación me hace reír a carcajadas.
Jay, estoy seguro de que esto va en contra de tu filosofía de vida. Sonrío.
— Conocer a mis padres.
"A veces creo que me castraron el día que te conocí", se queja.
"Oh, Jason, no soy malo contigo en absoluto, incluso hago lo que me pides". Todavía
me estoy riendo de su cara de mal humor.
Dejamos el tema, pero sabía que volvería a surgir pronto.
Me encuentro con Carla en el almuerzo y casi me caigo de espaldas cuando me dice

que ha estado saliendo con Saulo. ¿Esto es cierto? ¿Mantienen una relación secreta?
“Veo que no soy solo yo quien ha estado escondiendo algo aquí.” Estoy sorprendido
por su revelación. - ¿Desde cuando? ¿Y por qué no me dijiste eso cuando te conté sobre mi
aventura con Jason?
Ella me mira y está roja. ¡Qué cosa increíble, verla enrojecer de vergüenza, inaudito!
— Ah, Julia, era tu momento de desahogarte — dice — Y queríamos mantenerlo en

secreto.
- ¿Es porque?
"Soy su amigo y él es el amigo y abogado de Jason, creemos que el
las cosas se pondrían un poco raras.
"¿Y ahora estás diciendo por qué?"
"No pude evitarlo", se ríe. - Estoy enamorada.
—Oh, Carla, eso es hermoso —digo y tomo su mano sobre la mesa—.
"Tus días de disturbios han terminado, ¿eh?"
"Él es tan recto, a veces." Su voz es soñadora y dulce cuando habla de Saulo. “Él
quiere casarse.
- ¿Qué? — mi asombro es ahora mayor que el Himalaya. —¡Jesús, Karla! Pero debe
quedar bien contigo, además de ser un hombre hermoso y sensual.
— Es bueno saberlo, porque no lo dejaría escapar, amigo — se ríe como la Carla que
conozco, irreverente.
Ella me contó cómo lo había conocido en el club hace unos meses, y me reí
a carcajadas por su audacia. Combinaba perfectamente con su personalidad. Me
encantó su locura.
- ¿Y tu? ¿Por dónde andas con tu "majestad"? Tu manía favorita con Jason
es legendaria.
—Voy —digo vagamente. A veces siento que hemos dado un paso adelante
y dos atrás. - Mejorando. Pero creo que llegaremos allí. Sonrío. — ¿Qué dice
Saulo de su amigo?
"No hables mucho...
Continuamos con el almuerzo, y al final, después de despedirme, vuelvo a
Ma Belle y me encuentro a un arquitecto esperándome. “¡Ay, Jasón! ¡Voy a matarte!"
El arquitecto me tomó toda la tarde. Terminé llegando tarde a la cena, llegué
a las 7:00 p. m. cuando debería haber llegado a las 6:00 p. m. Tenía que irme a
casa y arreglarme rápido, pero estaba lista para olvidarme del ajetreo del día y
disfrutar de la noche con gente agradable.
CAPÍTULO 16
SON LAS NUEVE DE LA NOCHE Y ESTOY ENTRETENIDO. Todavía estoy

en la oficina, mi corazón como un tambor golpeando en mi pecho. Al contrario de
todo lo que he pensado hasta ahora, tomo una decisión. Apago mi computadora,
me levanto de mi silla, tomo mis llaves y me voy.
Voy a casa de Julia, probablemente ya llegó de la bendita cena.
Decido que hoy le pido que se case conmigo.
No dejaré que ambos escapen por miedo. Hoy solo hay una respuesta
para mí: un sí de Julia y nada más...
Le pediré que se case conmigo. Esto se repitió y golpeó fuertemente
dentro de mi cabeza todo el camino a su casa. Pero las dudas persisten.
¿Seré un buen esposo y un buen padre? Estoy totalmente jodido en ese
sentido. Culpo a mi amada madre por esta hazaña de mi carácter. Yo no
odiaba a mi madre; no, sentí lástima y disgusto con la persona que era o es.
No sé si todavía vive. No me importa saber En cuanto a mí, nunca volvería a
verla. No si puedo evitarlo. ¿Es mi papa? Ni siquiera sé quién es, y nunca he
tenido curiosidad por saberlo. Pensé para mis adentros: si yo pasé por todo
eso con uno de mis padres, ¿qué sería de mí con los dos? Doble sufrimiento,
por supuesto. Quería tener un padre, pero no sabía quién era el mío. Cuando
era niño, hubo un tiempo en que tenía un poco de curiosidad.
Yo era hijo de madre soltera, vivimos en relativa paz hasta los cinco
años. Después de ese día, todo cambió. Mi mamá conoció a Sandro, quien
resultó ser mi maldito padrastro. vivíamos en una casa
humilde en un barrio pobre. Mi madre nunca me dijo quiénes eran mis abuelos. Cada
vez que le hacía una pregunta o ella percibía mi interés despertado, me cortaba con
fuerza y luego lo dejaba pasar. No me gustaba ver a mi madre enfadada. Era una
mujer débil, bebía mucho y yo, a los cinco años, no entendía por qué. Sin embargo,
ella nunca había sido una madre completamente mala.
Ella no me golpeó. No es que yo recuerde mucho de esa época antes de que

Sandro viniera a vivir con nosotros, solo recuerdo que a veces me encerraba en su
cuarto y me olvidaba allí, mientras estaba borracha. A veces estaba encerrado en su
habitación toda la noche, hambriento, sin salida. Sin embargo, esa no fue la peor
parte. Sandro llegó sin previo aviso a nuestras vidas; de hecho, mi madre lo trajo.
Recuerdo a mi madre decir un día, cuando venía de la calle, mientras me pasaba un
plato de galletas y un vaso de leche:
— ¡A partir de ahora tendrás papá, hijo mío!

"¿Un verdadero papá?" Pregunté esperanzado. En el fondo, tenía muchas
ganas de tener un padre. Podía jugar a la pelota conmigo en nuestro patio trasero,
como Tim, que vivía al lado. A veces me paraba en la ventana durante horas,
observándolos juntos, y soñaba que estaba yo allí, corriendo y riendo de felicidad.
Pero no tuve suerte con mi nuevo papá. No... Él era malo. Un miserable sádico.
Ese mismo día, por la noche, llegó. Era alto, fuerte y me miraba
como un insecto repugnante.
"¿Es esa tu mocosa flema, Janet?" Odiaba su voz nasal.
En ese momento, no podía decir por qué su voz era así, pero descubrí que era
porque fumaba varios paquetes de cigarrillos al día y usaba drogas. Y, por supuesto,
su nariz se había roto varias veces y no había vuelto a la normalidad.
Sin embargo, eso no fue lo peor. Cuando cumplí siete años, realmente llegué a
conocerlo. Durante esos dos años que vivió con nosotros, solo me golpeó. Sin razón,
me ordenó hacer las cosas más duras, que yo no sabía hacer, a propósito, para
tener la oportunidad de que me golpeara. Y mi querida madre lo dejó hacer lo que
quisiera. Todavía recuerdo su voz débil: — ¡Hijo mío! Sé un buen chico, no molestes
a tu padre, ¡él no era mi padre! Quería gritar que los padres eran como los de Tim,
no ese.
borracho drogado. Sí, mi madre encontró la pareja perfecta. Ahora ambos bebían
juntos. maldita sea
Odiaba a Sandro, sobre todo cuando empezó a vender droga y yo me convertí
en su avioneta de reparto. Cuando regresé de la precaria escuela donde mi madre
me puso a estudiar, en lugar de hacer los deberes, me mandaron a entregarle la
droga a Sandro. Todos los días, toma y trae.
Además, ahora me pegaba todos los días. Dijo que yo era su hijo y que tenía que
obedecerle por apoyarme, y también me presentó a sus amigos narcotraficantes
como un posible futuro narcotraficante.
Ese hijo de puta es mi hijo, Jason, ¡mi hijo! Odio ese término por su culpa”. “Él
trabaja para mí”, decía. Yo era un niño grande para mi edad, pero no lo
suficientemente grande, así que hice lo que me dijo. Si no obedecía inmediatamente,
merecía otra paliza.
extra.
Mi madre nunca me defendió de los golpes que recibía frente a ella, nunca le
pidió que dejara de patearme una y otra vez mientras me acurrucaba en posición
fetal para defenderme de los fuertes golpes en las costillas.
Golpeé con su enorme mano, lo que me hizo estrellarme contra la pared al otro
lado de la habitación. Llegué a odiar todo sobre esos dos. ¿Por qué no me defendió?
Él era su único hijo. Y si ella no me amaba, ¿por qué me habría traído al mundo
miserable en el que vivía? Fue una letanía en mi cabeza todo el tiempo.
Crecí sin amigos, los padres no dejarían a sus hijos con alguien que estaba
drogado. Durante ese tiempo, vi tantas cosas sucias, pero nunca me involucré en las
cosas repugnantes de ese mundo. Pero la culpa y la vergüenza eran mis compañeras
diarias. En esos momentos, odié más a mi madre por no preocuparse por mí.
Cuando cumplí 14 años era grande, y en ese momento no me pegaba tanto, o

mejor dicho, Sandro tenía miedo de pegarme, porque reaccionaba a su valentía. No
podía esperar para salir de esa casa.
Esto sucedió cuando cumplí 15 años. Después de una desagradable pelea con
Sandro, lo golpeé con todas mis fuerzas y el odio acumulado. Mi madre vio que podía
matarlo, porque a pesar de su tamaño, tenía la ventaja de estar sobrio. Entonces
mamá, en vez de defenderme como sería correcto, no; prefirió echarme de la casa,
para que no matara a su precioso esposo.
Me fui, y tal vez fue lo único bueno que hizo por mí. Me fui a vivir a la calle
porque no tenía adónde ir. Durante una semana, viví prácticamente en el precario
edificio de mi escuela, pero era inteligente, ya amaba la tecnología. Conseguí un
trabajo de medio tiempo en un garaje, donde reparaba aparatos electrónicos y
donde pasaba la mayor parte de mi tiempo. El dueño del lugar sabía lo que había
pasado y no le importó que me quedara allí.
Claro, trabajaba y era jodidamente bueno en lo que hacía.
Quería ir a la universidad y nada, ni siquiera las dificultades, me limitaría.
Trabajé medio tiempo y estudié. Terminé el bachillerato y fui a la universidad, con
sacrificio, sí, pero lo logré porque mi determinación de tener una vida
completamente opuesta a la que tenía antes era casi obsesiva.
Conocí a Saulo en la universidad y nos hicimos amigos. Era hijo de padres

exitosos, y yo prácticamente vivía en su casa. A sus padres les caía bien y mi
vida empezó a cambiar a partir de ahí, pero eso es historia. Era estudiante cuando
gané millones con el primer software que desarrollé.
El día que decidí que no quería tener hijos, no sentí más que alivio. Era una
garantía de que nunca causaría dolor ni odio a nadie. Tal vez tenía toda la mala
sangre de mis padres en mí.
Temo por mi hija. ¿Si me convierto en un padre que no puede defenderla?
Estos fueron pensamientos que vinieron a mi mente. No quiero que nada te haga
daño. Pero solo tener ese pensamiento me da náuseas.
Sin embargo, quizás sea lo mismo, sí; Ni siquiera quería que ella naciera.
Cuando pienso en ello, me da escalofríos. Hasta ese ultrasonido, ella no existía
para mí, sin embargo, escuchar su corazón latir así, tan fuerte para un ser tan
pequeño, cambió algo dentro de mí.
Mi indecisión sobre esta “cosa” con Julia no era más que miedo, también por
ella. Desde muy pequeño había decidido vivir solo, no tener hijos. Había estado
pensando en hacerme una vasectomía y siempre la había pospuesto, así que
cuando decido hacérmela, todo sale mal.
Ellos tomaron la decisión por mí de no tener hijos de mis manos, cuando
cometieron ese absurdo y grotesco error en la clínica. Ahora, aquí estoy, de
camino a pedirle a una mujer que se case conmigo. sonreír. Es cómico, por no
decir trágico.
Siento que esta es la mejor decisión, porque los quiero a los dos conmigo,
¡maldita sea! Tal vez Julia sea la mujer adecuada para mí. No te dejes intimidar por
mi arrogancia, me fascinaba. Tenía que admitir que había estado a cuatro patas por
ella desde que nos encontramos en la clínica. Ella no salía de mis pensamientos,
todas estas peleas entre nosotros eran más deseo que ira, siempre. Sin embargo,
esta desconfianza que impregnaba nuestra relación era un
veneno.
Saco mi teléfono para llamarla, ver si está en casa, pero me rindo; Haré una
sorpresa. No hemos hablado desde que la llevé a casa esta mañana para cambiarse.
Después de lanzarme la bomba sobre el viaje a la casa de sus padres, apenas
hablamos. Tenemos que hablar de este viaje también, bien podría ir después de
que naciera nuestra hija.
Mi teléfono suena y creo que es Julia, pero cuando miro la pantalla veo que es
Saulo. Conecto mi celular al bluetooth del auto .
“Habla, Saulo”, le digo cuando contesto.
"Pensé que te encontraría aquí, en la oficina", dice. “Tengo algunos términos
del contrato para discutir con usted.
"¿No se puede hablar de eso mañana?" Pregunto, y golpeamos un
reunión para la mañana del día siguiente. Cuelgo inmediatamente después.
¡Semen! Nunca he estado tan nervioso en mi vida como lo estoy ahora.
Algo golpea mi cabeza como un mazo gigante. ¡Mierda! ¡El anillo!
¿Cómo salgo de este camino impulsivo y olvido lo más importante en una propuesta
de matrimonio? ¡¿Pero desde cuándo mi vida ha sido normal?!
Llego a su edificio alrededor de las 10 pm. Dejando mis dudas a un lado,

aparco en una de las plazas de Julia. Ahora entró allí sin tener que apelar a la buena
voluntad del portero. Subo a su apartamento y llamo al timbre. Ella nunca me
devolvió la llave, a pesar de que hemos estado juntos por un tiempo. Catarina abre
la puerta y me mira sorprendida. Extraño eso.
“Buenas noches, Catarina,” digo. — ¿Julia ya está durmiendo? Debe tener
llegaste cansado de la cena, eh?
- Señor. Luis, buenas noches. Aún no ha llegado”, dice.
"¿Sabes con quién fue a cenar?" — me invade la irritación al pensar en lo
descuidada que es Julia con su embarazo, que para ella era un sueño y, a veces,
¡no lo parecía!
— Lo que me dijo fue que iba a cenar a casa de unos nuevos amigos, a los
que había conocido el otro día, en el Dr. Édgar”, dijo Catalina.
— ¿Qué supiste cuándo? — eso no era lo que estaba pensando, ¿verdad? ¿Está por ahí?
No fuiste a cenar con el pequeño de mierda, ¿verdad?
“Según tengo entendido, fue en la última cita.” Catarina estaba ajena a la furia
que me invadía ahora. ¡Semen! ¿Cómo tuvo el descaro de ocultármelo? Saco mi
teléfono del bolsillo de mi traje y la llamo. Mientras juego y juego, respiro hondo. Voy
a llamar a Saulo tan pronto como termine de hablar con ella y preguntarle cuántos
años puedo estar en prisión por homicidio premeditado.
Mientras suena el teléfono, mil escenas pasan por mi cabeza. ¿Por qué me
ocultó Julia que iba a cenar con otro hombre? ¿Se están viendo todo este tiempo?
Me había olvidado de él. Los celos puros y simples eran lo que me estaba cegando
ahora. ¡Semen! ¿Y por qué no contestó el maldito teléfono? ¿Qué demonios estaban
haciendo?
"Hola", dice cuando responde.
"¿Dónde estás, Julia?" Mi voz es baja y letal. "¡Solo dime dónde estás y voy a
buscarte ahora!"
- ¿Qué? Ella hace un sonido de asfixia en el otro extremo, haciéndome enojar
aún más. “Estaré en casa pronto, Jason, te dije que cenaría con amigos hoy.
'Lo hiciste, ¿verdad?' No lo recuerdo —gruño. No dijiste que tendrías una cita
con el hijo de puta mariquita. ¡Voy a por ella, ahora!
- ¡Claro que no! - dice. “¿Estás en mi apartamento? ella pregunta con

incredulidad.
- ¿Donde estas? ¡Semen! — Yo despotricé. "Será mejor que me digas,
julio
- ¿Porque? ¿Eres mi dueño ahora? Habla en voz baja, como si no lo hiciera.
Quería ser escuchado por otras personas.
No contesté, solo colgué el teléfono. Esta conversación me estaba poniendo
de los nervios, y podría decir cosas de las que me arrepentiría. Me giré para buscar
a Catarina y no la vi. La encontré en la cocina, sentada a la mesa.
— ¿Sabes a qué restaurante fue Julia? Pregunto.
“No es un restaurante, dijo casa”. Se levanta y me pregunta si quiero algo, pero
no le presto atención. Tengo un zumbido en la cabeza. ¿Casa? ¿Casa? ¿Fue ella a
la casa de petimetre?
Me siento en la sala de estar de Julia y esta sensación de déjà vu se apodera de mí. Otra vez
Estoy aquí esperando, pero esta vez estoy a punto de romper.
No puedo quedarme quieto. Me levanto, camino hacia el pequeño bar en la esquina de la
habitación y busco algo para beber. Ella no tiene nada lo suficientemente fuerte, así que tomo un
brandy y lo sirvo mientras espero a mi... Pequeña mentirosa por defecto.
Los padres de Caio y Vivian son novios. Tan pronto como llegué me sentí extraño
estando con ellos, después de todo, apenas los conozco. Les estaba agradecido por
distraerme en un momento en que estaba emocional, con todas mis hormonas activas.
Hablé mucho con Vivian. Tendría una cesárea en una semana, cuando tendría 40
semanas de embarazo. Prometí volver a visitarla cuando tuviera el bebé.
La noche fue muy relajada y terminé divirtiéndome mucho, últimamente se me

había olvidado sonreír de verdad, había mucha tensión y confusión de sentimientos.
Todo había contribuido a esto: el embarazo, la confusión con la clínica, Jason acosándome
y luego nuestra participación, que fue todo un lío. Era mucho y nada que me distrajera.
Así que esa noche fue, sí, un poco de estrés tirado.
Caio es una persona muy amable, pero no hizo ningún intento de acercarse a él
más que la amistad, que pensé que era mejor así. No quería decepcionarlo. Mi vida ya
era un desastre, entonces, ¿por qué otro aditivo, verdad? Descubrí que era ingeniero y
trabajaba en una gran empresa y solo tenía 28 años. Si fuera por mí, mantendría estas
nuevas amistades.
Como no vi pasar las horas, a las 10 de la noche seguía ahí. Me estaba despidiendo
cuando mi celular empezó a sonar sin parar. Contesté de camino al coche y vi que era
Jason.
“Hola.” Respondo.
"¿Dónde estás, Julia?" Su voz es baja y ciertamente enojada. "¡Solo dime dónde
estás y voy a buscarte ahora!"
- ¿Qué? - ¿él bebió? Pero me alegro de todos modos: — Estaré en casa pronto,
Jason, te dije que cenaría con amigos hoy. "¿Cómo supo que aún no estabas en
casa?" ¡Maldito acosador!
'Lo hiciste, ¿verdad?' No lo recuerdo,” gruñe desde el otro lado. "¡Voy a buscarla
ahora!"
- ¡Claro que no! ¿Estás en mi apartamento? — No puedo creer que haya sido
justo hoy sin previo aviso.
“¿Dónde diablos estás? el grita. Será mejor que me lo digas, Julia.
- ¿Porque? ¿Eres mi dueño ahora? digo bajo. Como no me había ido con el
auto, Caio venía hacia mí, seguramente sabiendo por qué seguía aquí. Antes de que
pudiera continuar, Jason de repente cuelga el teléfono.
— ¿Estás bien, Julia? ¿Tienes problemas con el auto? – pregunta Gayo

cuando te acercas a mi
— Está bien, Caio, estaba hablando por teléfono. gracias a tus padres
una vez más, por la noche divertida que me diste, sonrío.
— Siempre eres bienvenida, Julia — le regala una hermosa sonrisa. Me subo
al auto, lo enciendo, me despido una vez más y me voy.
Por la hora, el tráfico es libre, y en poco más de veinte minutos estoy llegando.
Me pregunto qué estaba haciendo Jason en mi
Casa.
Cuando llego a mi edificio miro hacia mi apartamento y vaticino una “tormenta

en una tetera”. Jason y su cabeza dura. ¿Qué vino a hacer aquí a esta hora,
sabiendo que me iba a ir? Voy allí, entro en el apartamento, que está a media luz.
Entro en la habitación y no veo a nadie; Miro en las otras habitaciones y nada.
¿Se fue? Bueno, no perderé el sueño preocupándome por los hijos de Jason.
¡Hombre mimado!
Voy a mi habitación y me detengo en la puerta. Está acostado, muy cómodo,
en mi cama.
"Oh, finalmente", dice en broma. "¿La cena fue buena para ti?"
“Fue perfecto,” digo y termino de entrar. ¿A qué debo el honor de la visita? ¿No
puedes mantenerte alejado? - Trato de bromear.
"¿Quién fue tu compañero de cena?" Su voz fría azota a través de la habitación.
Compañeros, plural. Me quito los zapatos y lo miro, que permanece donde

está, con la corbata tirada junto al traje sobre la cama, la camisa blanca desabrochada
hasta la mitad. “Dime lo que necesitas decir, Jason.
"¿Estás teniendo sexo con ese idiota, Julia?" - ¡Oh Dios mío! Él no me preguntó
eso. Esperaba verlo furioso como un loco, no tan frío como ahora.
—Creo que es mejor que te vayas, no tengo tiempo para estas escenitas
ridículas —le digo, empezando a enfadarme con él. Vaya, tenía ese poder.
- Yo no pienso asi. Respóndeme a la maldita pregunta, Julia: él

se pone de pie y se cierne frente a mí.
—Baja la pelota, guapo —digo con calma. "No veo el sentido de tu pregunta
irrazonable".
- ¿No? Vine a pedirte algo y te encuentro cenando con otra persona.
persona: habla sin ninguna emoción. Tenía curiosidad ahora.
- ¿Pedir Qué? Dejo la ira a un lado y suavizo mi voz.
No es nada, no lo creo.
—Oye, no vendrías aquí a esta hora si no fuera importante —digo y lo abrazo
por el cuello. “Esta cosa fría y cálida me vuelve loco.” Veo que sus ojos se suavizan
y la furia se disipa lentamente.
Toma mis brazos de alrededor de su cuello y se sienta en la cama,
envolviendo mi cintura y apoyando su cabeza en mi estómago, presionando su
rostro contra mi protuberante vientre. ¡Oh Dios mío! Después de un rato, levanta
la cabeza y me mira a los ojos, levantándome del suelo por completo.
- ¿Cásate conmigo?
¿De dónde viene esto? Estoy totalmente paralizada, una miríada de
sentimientos peleando dentro de mí ahora mientras continúa mirándome sin
hablar. Era como si tuviera miedo de que mi respuesta no fuera lo que esperaba
que fuera.
- ¿No vas a decir nada? - Finalmente habla y se aleja un poco de mí. "Eso
es tan inesperado, Jason", le digo, y realmente lo es. - De donde
venia asi? Verbo mis pensamientos. - No sé qué decir...
Sus fosas nasales se ensancharon, y supe que estaba esforzándose por
Controla tu temperamento ahora mismo.
- Diga sí.
"Yo... ¿Cómo puedes pedirme que me case contigo cuando no hay confianza
entre nosotros?" No puedes pensar que voy a decir que sí tan rápido. Tampoco
hay amor entre nosotros. ¿Casarse sólo por casarse? Puedo sentir las lágrimas
brotar de mis ojos y parpadeo.
"La confianza se gana, Julia", responde. “Estoy dispuesto a intentarlo.
Eres mía, Julia, las dos, no permitiré que otro hombre ocupe mi lugar en vuestras
vidas, tened por seguro.
¡Idiota arrogante! ¡jactancioso! Pero ella estaba fascinada por él de todos

modos.
“Necesito una respuesta ahora, Julia”, dice categóricamente.
'¿Por qué tiene que ser ahora?' ¿Y cómo funcionaría ese matrimonio,
Jason? — hay tantas dudas, pero lo quiero. Esto es un hecho. '¿Por qué quieres
casarte?' Por qué ahora... Quiero decir... Sabes que solo hemos estado juntos
por poco tiempo, ¿verdad? Yo digo. Puede ser implacable, puede que no tenga
reparos en lograr un objetivo. Ya lo demostró cuando nos conocimos. Tu cara
no me muestra nada ahora.
- ¿Y porque no? Vamos a tener una hija, ¿qué es mejor que eso? La
irritación vuelve a su voz.
'¿Si digo que no?' Cierra los ojos, suspira, se frota la cara y el cabello con
las manos, lo que se convierte en un desastre sexy. "Está bien, podemos
intentarlo", le digo, para sacarlo de su miseria. Puedo estar cometiendo un error,
pero...
No estoy lista cuando me levanta y me da vueltas por la habitación,

gritando y riendo al mismo tiempo. No puedo creer que su sonrisa sea de
felicidad porque acepté. Oh, cielos, espero que sepa lo que está haciendo.
¿Qué dirección tomará esta boda?
Cuando me baja, sus ojos están ardiendo, muy abiertos, claros e intensos.
No tengo ninguna duda de que tomé la decisión correcta. Incluso con mi cabeza
siendo racional, mi corazón estuvo perdido por mucho tiempo.
Me agarra y ataca mi boca en un beso caliente que me arrebata las bragas.
Oh, qué débil soy. Pensé que era más fuerte. Debe ser mi deseo tener una
familia propia, y Jason, sin querer, me la estaba proporcionando. Pero algo que
tenía conmigo era que no renunciaría a mi independencia fácilmente. Jason
tendría que aprender a lidiar con eso.
"¡Ahora, explícame qué estabas haciendo cenando con esa pequeña

mierda!" Dice en un momento. ¡Oh no! Lo beso de nuevo, haciéndole olvidar
sus celos sin sentido.
CAPÍTULO 17
UN DESEO DESESPERADO, un hambre salvaje, me hace olvidar

momentáneamente que Julia está embarazada y me meto en su cavidad
caliente y húmeda. Ahora estamos en la cama, celebrando mi victoria.
Me lanzo con fuerza y bajo para besar su boca caliente. Sus manos agarran mis hombros,
sus uñas me pican, pero eso solo me pone cachondo.
Me doy la vuelta en la cama, ella se pone encima de mí y la dejo en control por ahora. La
sostengo por la cintura y la guío arriba y abajo. Tengo una sonrisa en mi rostro porque la
tengo exactamente donde la quería cuando vine a conocerla hoy.
Esto es sólo el principio...
Después de mi propuesta de matrimonio, por segunda vez a la misma mujer en pocos

días, regreso con Julia a la suite del hotel. Había dado órdenes expresas de hacerlo lo más
romántico posible. Por su reacción, creo que lo hice todo bien hoy. La idea de traerla a
Venecia había sido espectacular. Ha sido dulce desde que bajamos del avión. Estoy pensando
seriamente en venir a vivir aquí, solo para que ella sea “tranquila” todo el tiempo.
"Baila conmigo", la invito mientras envuelvo mis brazos alrededor de ella y la sostengo.
Nos movemos con la música. Ella no lo sabía, pero la noche había sido planeada
meticulosamente en cada detalle. Cuando ella me mira con esos increíbles ojos seductores,
el deseo se precipita a través de mí, poniéndome duro y hambriento. No quiero romanticismo.
Quiero follarla duro pero me contengo
por ella; Sé que es importante. Esta noche es tu noche y quiero que sea perfecta.
Puedo comerlo mañana en Francia, incluso podría estar en lo alto de la Torre
Eiffel, pero probablemente terminaríamos atrapados. Dejo esas tonterías a un
lado y me concentro en la mujer en mis brazos.
La beso mientras la llevo al dormitorio, tengo ganas de estar dentro de ella.
La dejo de pie junto a la cama, me pongo detrás de ella y le subo la cremallera
de su puto vestido sexy.
“Eres una bruja, Julia”, le susurro al oído. Paso mis manos por sus brazos y
las aprieto contra sus pechos. Ella susurra mi nombre, sin aliento.
No usaba sostén, y las puntas de sus pezones jugosos y endurecidos

presionan contra mi palma. Luego los aprieto entre mis dedos y estoy un poco
más duro. Sé que eres mucho más sensible ahora. Deslizo mis labios por su
cuello, sus hombros, pero sus pechos llaman mi atención, y la vista hace que se
me haga la boca agua. Recuerdo su sabor, dulce y cálido en mi boca; son tan
sensibles en respuesta a mis estímulos. Le doy la vuelta y bajo mi boca en un
capullo delicado. Pura lujuria corre por mis venas y va directo a mi polla.
¡Mierda! ¡Jodida mujer caliente!

—Oh, dulzura, hay tantas cosas que quiero hacer contigo —murmuro,
viendo el sonrojo en su rostro. Esos hermosos y brillantes ojos verde oscuro
forman una ola de hambre en mí. Ataco su otro pezón, rodando mi lengua y
frotando contra la punta sensible. Con cada golpe de mi lengua, veo los
escalofríos que envío por todo tu cuerpo, que tiembla frente a mí. Chupo con
fuerza, y un gemido irregular sale de sus labios jadeantes.
— Jason... por favor...

— ¿Qué, cariño? —pregunto, mientras levanto la cabeza de sus deliciosos
pechos.
"No me provoques", murmura. - Te quiero mucho.
- Usted tendrá. Toda la noche será solo para ti. La acosté en la cama y la
acosté a mi placer, o mejor dicho, a nuestro placer. Quiero devorarla de todas las
formas posibles. Y eso lo hago empezando por su boca, besándola con todo lo
que tengo.
Me alejo lo suficiente para deshacerme de mi ropa y volver a la cama. Me
pongo su diminuta tanga de encaje blanco y pienso
Eso debe ser un pecado, es tan indecente. Separo sus piernas, me paro entre ellas
y la vista es gloriosa.
- ¡Mierda! ¿Tienes idea de lo hermosa que es esta vista, cariño? — Veo una
sonrisa traviesa aparecer en sus labios hinchados por mis besos — ¡Tu vientre es
tan hermoso, tan sexy! Llevo mis manos a su vientre y la acaricio mientras me inclino
y distribuyo besos delicadamente a través de la curva redondeada antes de dirigirme
directamente a una de mis cosas favoritas en el mundo: agacharme para zambullirme
en su centro caliente y húmedo.
Adentro, afuera... En un resbalón de terciopelo mojado, él la folló con la lengua,

duro, comiéndola con desesperación y hambre.
-Jason... Oh...
Me detengo, sabiendo que podría correrse, porque quiero torturarla un poco
más.
Regresé besando mi camino por su vientre, chupando sus pezones de nuevo.
Subo por su cuello y barbilla, mordiendo todo el camino hasta su boca.
"Estás tan mojado", susurra Jason. - ¡Córrete! Me vuelves loco, ¿lo sabías?
Tú también tienes ese efecto en mí. Ni siquiera reconozco mi voz entrecortada.
Me besa de nuevo, fuerte y apasionadamente, tomando mi lengua en su boca y

chupándola. Sus dedos están en mi clítoris, trabajando en pequeños círculos perfectos
alrededor de la suavidad resbaladiza. Usa su pulgar para frotar mi clítoris y lo siento deslizar
un dedo dentro de mí. En un segundo, me estoy retorciendo, loco. Nuestras frentes se tocan,
y lo miro profundamente a los ojos mientras me provoca tan intensamente. Él lame mis labios,
besándome de nuevo mientras sus dedos exploran dentro de mí, encontrando un lugar que
me hace retorcerme aún más. Sabía que me tenía totalmente unida a él y siguió frotándome
mientras yo viajaba en una espiral de sensaciones increíbles debajo de él.
Jason hace que el placer burbujee dentro de mí, como lava ardiente que atraviesa mi
cuerpo saturado de placer. Grita, porque es demasiado bueno! Cambia de posición, haciendo
que me levante un poco. Me acuesto medio tumbado, apoyado en mis antebrazos, y él viene
a mi lado.
“¿Sabes que fantaseo con esos deliciosos labios tuyos a mi alrededor, cariño? dice
mientras guía su polla hacia mi boca. Lo abrí y lo sentí deslizar solo su cabeza sobre mis
labios. Chupo suavemente.
Luego muevo mi lengua en un movimiento circular a su alrededor mientras lo miro a los ojos,
que en este momento parecen plata líquida. Con una de mis manos lo agarro, masturbándolo
lentamente. “Te ves tan hermosa haciendo esto. Tómalo todo. Su voz era un sonido ronco y
ronco. Coloca su mano al lado de mi cabeza, la palma en mi cara, luego agarra mi cabello.
Siento su polla hincharse más y más mientras se desliza dentro y fuera de mi boca. Jason lo
saca, liberando todas las maldiciones que ni siquiera conozco. sigo queriendo mas La córnea
es más grande que cualquier cosa en este momento.
Joya.
"¡Mira lo que me haces, carajo!" Su erección es gruesa, las venas dilatadas,

pareciendo estar al borde de la erupción, justo en frente de mi cara. Era suave y brillante
por mi succión. “Me hace perder el control. ¡Delicioso!
Trato de tocarlo, pero él me empuja hacia atrás sobre el colchón, deteniéndome.

Arrodíllate entre mis piernas otra vez.
“Solo para ti, cariño. Me pediste romance, así que quiero que sea todo para ti —
dice, mordiéndome el labio. "Prepárate, mi hermosa", dice con una sonrisa arrogante
mientras agarra mi trasero y coloca la cabeza de su polla en mi entrada. “Estás a punto
de empezar el mejor momento de tu vida.
"Hablas tanto, Jay", jadeo y él se ríe de mi impaciencia.

Sus caderas se flexionan y sus manos agarran mis caderas con fuerza. Se hunde
toda su longitud, tan profundo que sus bolas golpean contra la curva de mi trasero. Tan
bueno. Oh, mierda!
—Mira, cariño. Oigo la voz de Jay, ronca de lujuria. "Míranos.
Bajo mis ojos hacia donde nuestros cuerpos se conectan, pero no puedo ver su
pene desaparecer dentro de mí, solo siento mis pliegues hinchados abriéndose para
acomodar su gruesa virilidad. La sensación dispara tajos de placer, llevándome al
clímax más rápido de mi vida.
Continúa embistiendo en mí en embestidas superficiales, que en poco tiempo me lleva
al borde de nuevo. Grito completamente, fuera de control, el sudor goteando de mi
cuerpo.
Cuando resurjo de mi intenso placer, Jason acelera sus embestidas, diciéndome
cuánto disfrutó haciéndome gritar y rogar por él.
¡Bribón!
Me pone de lado, inclinándose hacia adelante y ahuecando la parte de atrás de
mi cuello, tirando de mi cabeza hacia él, besando mis labios. No es tan cómodo en esta
posición debido a mi barriga, pero no estoy pensando en este momento. Me pongo
rígida y me convulso a su alrededor. Lo siento perder el control de sí mismo mientras
mi coño lo ordeña en pulsos codiciosos.
- ¡Córrete! - Grita con voz ronca mientras disfruta.

- ¿Tiene más?
"Por supuesto que sí, para combinar con tu anillo", dice Jason mientras me
entrega una caja estrecha de terciopelo negro. Lo abro y encuentro un juego de
aretes y collar del mismo modelo que el anillo.
“¡Oh, son hermosos, Jason!
“Todo por mi mami favorita”, dice y besa mi vientre una y otra vez.
"¿Todavía en modo romántico?" - arete. Estamos en la cama, suena música

romántica, llenando la habitación con un sonido suave, aún arrullando nuestra noche.
Nos habíamos duchado en la enorme bañera de la suite. Brindamos con jugo

y champagne por el momento que estamos viviendo. Como era aburrido, no me
permitió ni un pequeño sorbo. Terminamos de nuevo haciendo el amor en la bañera.
Era totalmente diferente del arrogante y autoritario Jason cuando lo conocí. Ahora,
estamos acostados aquí y él me está mimando con más regalos.
“Déjame ponértelo”, dice mientras rodea mi cuello con la joya. “Quiero hacerte
el amor solo usando esto.
'¿Dónde leíste sobre eso?' — insinúo.
“Está en el manual de seducción de Jason Lewis. Ven, vamos a bailar.
"Estoy cansada, Jason", me quejo. Era cierto, estaba exhausto.
— Será rápido, ni siquiera necesitamos ropa para hacerlo — termino riéndome
de su baile infantil, desnudo, como dos locos.
Pero eso es exactamente lo que hicimos con la música de John.
Leyenda, Todo de mí (Todo de mí).
Dábamos vueltas lentamente por la habitación, desnudos, entre risas e
intensos besos... Todo es tan hermoso y perfecto que me da aprensión. Quería que
todo durara para siempre. Pero no todo es como queremos.
Jason me sorprendió demasiado. Nunca pensé que él, que era tan ogro,
tendría una idea tan hermosa de llevarme a una ciudad tan romántica. ¡Oh Dios mío!
Si tenía dudas de que estaba enamorada, se habían acabado. Al principio de

todo esto, cuando mi plan era tener un hijo sola, me dije que no necesitaba un
hombre en mi vida. eso tenía
ha sido muy claro para mí hasta ahora. Sin embargo, Jason se estaba infiltrando
lentamente en mi corazón, a pesar de que era un ogro. Por supuesto que perdió
toda credibilidad al pedirle que se llevara a mi bebé, había destruido el respeto
que podía tener por él, pero le di la oportunidad de redimirse y pareció estar
funcionando.
Ha estado "bonito" estos días. No podía negarme a mí mismo que lo amo.
Aunque no quería, sucedió. Pero como todo lo bueno es efímero, tengo miedo de
lo que pueda pasar y arruinarlo.
Después de visitar todos los lugares de interés de Venecia el domingo y
seguir yendo a Francia, donde pasamos todo el lunes, estamos de vuelta. Sabía
que había presionado demasiado mi cuerpo estos últimos días, tenía tanto sueño
que no podía soportar mantener los ojos abiertos.
Pero quería que todo fuera inolvidable. Esos tres días fueron perfectos.
Me dormí tan pronto como llegué a la sala del avión, cuando nos estabilizamos.
Me despierto después de unas 4 horas de sueño ininterrumpido. Después de ir al
baño, salgo a buscar a Jason, que está trabajando en varios papeles.
“Hola.” Me siento en la silla de enfrente. “Ahora me siento mejor.
Realmente iba a despertarte. Deja los papeles a un lado, mirándome. -

Necesitas alimentarte.
—Grrr, prefiero hablar —digo— ¿Por qué nunca hablas de ti?
Pasamos tres días juntos y no he dicho nada de ti.
Veo que toqué un tema delicado por tu ceño fruncido.
"¿Qué quieres saber, Julia?" - dice, resignado.
"¿Qué tal... todo?" Yo sugiero. Saber incluso si es tu razón para ser tan ogro
sería genial.
Es demasiado, ¿no?
“Los sitios de chismes que he visto no dicen nada sobre sus orígenes,” digo.
"Es bueno saber que husmeaste en mi vida, Julia", dice irónicamente. Es en
serio. “Bueno, no encontraste nada porque no hay nada que descubrir.
- ¿Y tus padres? Lo veo visiblemente tenso.

"Sinceramente, no me gusta hablar de eso, pero no tengo familia...
Empieza a hablar de su infancia, cómo su madre fue negligente y

débil, sin defenderlo de su padrastro abusivo. ¡Estaba muy enojado!
Era solo un niño, su madre bebía y le dio hambre muchas veces. Mi

corazón se apretó tan fuerte, imaginando a un niño pequeño solo y hambriento
en una habitación cerrada. Imaginar a mi hija en una situación así hace que
se me salten las lágrimas. Nunca haría nada ni remotamente como un niño.
Jason sigue hablando de cuando cumplió cinco años. Su padrastro se

mudó con ellos y su vida empeoró de lo que ya era, con una madre borracha
y descuidada, y siendo golpeado por un hombre malo; su deseo de tener un
padre de verdad, no el monstruo que lo golpeaba sin razón o por el simple
hecho de existir.
La mayor parte de su adolescencia, si no toda, la pasó siendo subyugado
por su padrastro, obligado a vender drogas y golpeado por él. Y, además de
eso, ser totalmente abandonado por su propia madre. Todo esto trae más
lágrimas a mis ojos. ¿Cómo puede una madre ser tan descuidada y despiadada
de esta manera y tan cruel?
Eso decía mucho sobre sus actitudes hoy. Nada justificaba sus formas
grotescas e inapropiadas, que había tomado cuando la clínica nos involucró
en este lío. Pero ahora empiezo a entender tu desagradable comportamiento.
Estoy conmocionado.
— Ante todo esto, decidí que no traería un hijo al mundo. No se pudo
evitar. Tomé esa decisión prácticamente cuando era un adolescente”, dijo. —
Cuando decidí hacerme la vasectomía, fui a la clínica.
Y se metió en este lío, ya sabes.
— ¿Pero por qué ser tan radical? No eres tu madre. - Dije. - No entiendo
tu determinación.
"Lo entendería si hubiera pasado por lo que pasé, Julia". Su voz está
enojada.
“Sí, pero no fuiste ni serás el único en el mundo que tuvo una infancia
triste, Jason. "Maldita sea, ¿ella estaba siendo dura con él?"
“Esta ira tuya tiene que llegar a su fin. Entonces nunca serás un hombre feliz.
"¿Quién dice que no soy feliz, Julia?" él dice. “Me voy a casar con una
mujer hermosa, voy a tener una hija aún más hermosa”. Me mira, riendo. “No
me malinterpreten, pero mi hija será la más hermosa.
“Sabes, Jason, no entiendo tu repentino cambio de actitud. Fue tan
rápido, esto será un balde de agua fría, pero tengo que preguntar, después de todo,
la confianza es algo delicado en nuestro arreglo. “¿Por qué me pides que aborte
un día y al siguiente quieres tanto a esta hija, Jason?
Nunca lo había visto rojo, ni avergonzado como lo veo ahora.
“Ese día fui a tu casa y te hice la propuesta, que sacaras al bebé, no tenía
idea de lo villano que era en esta historia.” Hace una pausa y mira por la ventanilla
del avión, pensativo, luego viene Vuelve a mí, tus ojos están atormentados. “Saber
que, horas después, casi lo pierdes por mi culpa, como si mi hija supiera que
tendría un padre tan terrible aquí, y ni siquiera quisiera nacer por eso, me hizo ver
el monstruo que era. . Peor que mi madre, que al menos no me mató. — Tengo
ganas de consolarlo, pero lo dejo terminar. “Resolví desde ese día que si me
dejaban, sería el mejor padre que podría ser para mi hijo. Enfrentarme a tu
terquedad e independencia, Julia, me resulta muy difícil.
— ¿Independencia? -Yo hablo. “Parece que esta característica mía se ha ido

desvaneciendo últimamente.
“Pero realmente quiero ser parte de la vida de mi hija”, dice.
"¿Es por eso que pediste casarte conmigo?" - vacila y
vuelve a apartar la mirada de la ventana.
"¿No ves que, dadas las circunstancias, no sería lo ideal?" —pregunta, sin
volverse a mirarme. “En lo único que pienso ahora, Julia, es en proteger a mi hija
bajo cualquier circunstancia. Créeme, no pretendo hacer nada a medias cuando se
trata de ti.
Nos sirven la comida y, después de que comenzamos a comer, tenemos una
conversación tranquila en la que continúa contándome más sobre él, cómo
comenzó su empresa. Pero mi curiosidad es por otra cosa, así que vuelvo al tema
de tu familia.
"Y tu madre, ¿sigue viva?"
— Julia, ¿es realmente necesario este asunto?
- Sí. ¿Imaginas a nuestra hija preguntando por su abuela? Gustaría de
llegar a conocerte más, Jason, ¿es eso un crimen por casualidad?
“Ella no pedirá algo que ni siquiera sabe que existe. Y no es delito querer
conocerme, pero hablaremos de otras cosas, ¿de acuerdo? - ¡Nuestro! Jason fue
inflexible cuando quiso. Dijo que no estaba enojado con su madre, pero vio mucho
resentimiento de su parte. Y no te condeno por eso. Incluso entiendo.
'¿Y tu vida amorosa?' Me mira como si tuviera dos cabezas.
"¿Estás seguro de que realmente quieres saber esto?"

La verdad no. Lo miro y pienso: ¿cómo un hombre puede ser tan masculino, tan
guapo, tan poderoso y al mismo tiempo tierno a veces? En este viaje había sido un
caballero. Perfecto.
Francia había sido una grata sorpresa, y el romance era la agenda de este viaje.
Incluso tuvo el descaro de contarme sus pensamientos, con detalles de cómo había
estado pensando en hacer el amor en lo alto de la Torre Eiffel. ¡Bribón!
Me encantó cada momento.
“Gracias por traerme a Venecia. Aunque estoy seguro de que esto fue muy
inconveniente para ti. “Se lo había dicho a la mañana siguiente.
Me sonrió mientras tomaba mi mano, llevándola a sus labios.
"Nada es un inconveniente para mí, si te complace". - dijo y
Apretó suavemente su boca contra mi piel, sonriendo con picardía.
Los recorridos por los elegantes y antiguos palacios de Venecia, con la luz del sol
brillando en los canales, me habían hecho enamorarme de todo y del hombre que lo
brindaba.
Vuelvo a la realidad para encontrar a Jason inclinado sobre mí, abrochándome el
cinturón de seguridad.
- ¿Me perdí algo?
"Turbulencia", explica, besando mis labios con fuerza, sentándose
en el sillón a mi lado y luego atando su propio cinturón.
“Tengo algo que proponerte.
- ¿Otra vez? Yo digo.
“Quiero que vengas a vivir conmigo”, dice simplemente. Perdió la cabeza.
“No, fuera de discusión.

- ¿Pero por qué? Si vamos a vivir juntos de todos modos.
“No, Jasón.
No se rendiría a los deseos de Jason cada vez que chasqueaba los dedos.
No volvería a ser seducida por él. Anular mi independencia y ceder, como ya había
hecho con este matrimonio.
Estar enamorado era una cosa, pero cancelarme a mí mismo era algo completamente
diferente.
No insiste, tal vez porque ya sabe que no me rendiré fácilmente.
Llegar a casa fue un alivio.

Pronto, tendría una boda que planear. Pero solo después de que naciera
Nicole, por supuesto.
Hace cuatro días que no cojo el teléfono, más o menos, y cuando lo reviso,
apenas llego a casa, hay miles de llamadas y mensajes de Carla y de mi mamá,
por no haber llamado durante el fin de semana. , probablemente. . ¡Mierda, olvidé
decírselo a todos!
Llamo a Carla, que contesta el teléfono rápidamente, como si lo tuviera en

sus manos, esperando mi llamada.
"Julia, ¿dónde diablos estabas?" - grita como loco.
Te lavaré la boca con agua y jabón. — Yo digo — Acabo de llegar, tu novio
secreto no te lo dijo, ¿verdad? Sabía adónde había ido Jason.
— Una amiga del jaguar tú, Julia Mason, viajas y ni dices nada. Bien podría
haber ido contigo”, se lamenta. Termino riéndome de las diatribas locas de mi
amigo. Pero me alegro por ti, de todos modos. A pesar de que su pareja es el
padre semental.
- Tengo novedades. Te invito a venir aquí esta noche, jovencita.
- ¡Cuente conmigo! Siempre a mano, cariño, lo sabes.
“Me alegra oír eso, amigo mío. Estoy a punto de acostarme por el resto del
día, pero no dudes en despertarme si llegas y estoy dormido.
Cuelgo y me dirijo a mi habitación. Viajar fue genial, pero nada lo es.

mejor que dormir en tu cama.
Levanto mi teléfono de nuevo y le envío un mensaje de texto a mi mamá diciéndole
que estoy bien y que volveré a llamar más tarde.
CAPÍTULO 18
EL DESTINO FUNCIONA DE UNA MANERA MISTERIOSA. Si hace

un año alguien me hubiera preguntado cómo estaba viviendo mi vida hoy,
habría respondido que estaría trabajando más duro que nunca, teniendo
sexo con mujeres al azar y viviendo mi vida como quisiera. Pero estaban
sucediendo cosas que nunca imaginé que podrían suceder algún día,
como, por ejemplo, casarme, eso es, por supuesto, si Julia lo hacía, y
tendría una hija en poco más de cuatro meses. Estoy jodido y estúpidamente enamorad
Admitirme esto es difícil. Pero... contarle a Julia sobre mi pasado fue un voto de
completa confianza. Nunca hablo con nadie sobre eso, a la única persona que le
dije fue a Saulo, que además de mi abogado, es mi amigo.
Después de dejar a Julia en casa, en lugar de ir a la mía, voy a la empresa.

Tengo que ir allí, es un hábito que tengo arraigado desde hace mucho tiempo.
Encuentro a Saulo loco por el contrato en el que habíamos trabajado durante varios
veces.
'¿Que ha pasado ahora?' ¿Eso no estaba ya resuelto?
“Quieren que lo resuelva usted mismo. dice Saulo.
¡Semen! Viajar ahora no era lo que quería hacer.
'¿Y cuándo sería eso?'
“Le pedí a Susan que reservara un hotel para ti mañana. así que mi
amigo, ni siquiera desempaques. Reunión de madrugada con los árabes.
¡Mierda! ¡Acababa de llegar de un viaje y tendría que tomar otro vuelo el
mismo día!
Termino yendo a casa de todos modos, necesito ver a Selma y

asegurarme de que todo va bien. Llamo a mi piloto y le digo que haga
revisar el avión y consiga otro piloto. Viajar con un piloto cansado
estaba fuera de cuestión.
Viajo esa misma noche y llevo a Saúl conmigo por si surge alguna
eventualidad. Aprovecho el viaje para estudiar una vez más el maldito
contrato. Cuando estaba al aire, recordé que ahora tenía novia y ni
siquiera la llamé, avisándole que iba a viajar. Era malo perder el viejo
hábito.
Ella me matará cuando regrese. Pero lo peor de todo es que la
echo de menos.
Estamos teniendo una fiesta de dulces frente al televisor y comiendo enormes

tazones de helado, que Carla había traído. Maldición, esto era una bomba de calorías, iba
a subir cuarenta libras este embarazo.
Historia de la propuesta de Jason y el viaje dulce que preparó.
“El padre semental está aumentando en mi estima, amiga”, dice Carla.
"Oh, deja de llamarlo así", le digo, riéndome.

“Una mujer enamorada está tan avergonzada”, se burla.
"Hablando de eso, ¿qué hora es?" Pregunto y me estiro para ver la hora. Son las 11
de la noche y no ha llamado después de que me dejó temprano en la mañana — Podrías
dormir aquí, Carla.
"Cariño, mañana todavía es miércoles, tengo que trabajar", dijo.
levantarse. “Hablando de eso, es hora de que me vaya.
— Así que mejor te vas a trabajar desde aquí — le sonrío y la chantajeo: — Estaba
pensando en dárselo a mi amiga Carla, ¿sabes qué? Levanto una ceja burlonamente. “
Ochenta por ciento de descuento en Ma Belle .
— Este cuarto de invitados tuyo es muy cómodo, Julia — nos echamos a reír.
- ¡Interesante! — Yo acuso.
'De esa manera me ofendes. Vine hoy con la intención de dormir aquí contigo.
Después de ir a mi habitación, al final de nuestro atracón, llamo a Jason y sale el

correo de voz. ¿Qué sucedió?
Llamo a su apartamento y la respuesta es Selma, con voz aturdida.
Soy.
- Hola.
— Hola, Selma, soy Julia. Siento despertarte, pero quería hablar con Jason, ¿ya está
dormido? — Disparo todo a la vez.
"Oh, niña, se ha ido", dice.
- ¿Viajado? Pero él acaba de regresar de un viaje, ¿no es así?

¿confuso?
“No, cariño, ha venido y se ha ido otra vez.
Estoy ahogado; ¡Ni siquiera me dijo nada!
“Está bien, Selma, lamento despertarte. ¡Buenas noches!
Cuelgo, sorprendida por Jason. ¡Qué falta de consideración! ¿Adónde habría ido?
CAPÍTULO 19
A PESAR DE ESTAR CON JASON, dormí bien esa noche.

De hecho, nunca dormí tanto como en estos días. Me desperté refrescado, listo, y fui a
la cocina, porque me moría de hambre. ¡El embarazo tiene mucha hambre, amiga mía!
Encontré a Catarina allí, como siempre, con el desayuno listo.

“Buenos días”, saludo mientras me siento a la mesa.
— Buenos días, Julia, ¿dormiste bien? ¿Sentirse bien?
"Sí, perfectamente", digo y tomo mi jugo.
- ¡Buen día!
Carla entra a la cocina y se sienta frente a mí, luciendo como si acabara de salir
de una guerra. Tu cabello rubio es un desastre.
- ¡Buen día! ¿Qué haces por la noche, Carla, gira la cabeza en la cama para
¿toda la noche?
“Este es un masaje energizante.” Coge una taza y le sirve café. “Pruébalo un día
de estos. Tu cabello opaco ganará fuerza y vitalidad - bromea y luego reitera: - Me voy
al trabajo en una hora y media, así que préstame tu mejor traje.
Cuando terminamos de comer, la llevo a mi armario, y mientras Carla elige uno de

mis conjuntos, saco mi celular, que ha estado en silencio, y reviso mis llamadas. No
puedo encontrar ningún mensaje de Jason.
Después de que Carla se va, también voy con Ma Belle. Cuando llego, lo primero
que hago es llamar a la empresa de Jason y obtener su
destino. Quien contesta es Susan, su asistente.

“Fue una emergencia”, dice, cuando me identifico como su prometida.
— Surgieron problemas con un contrato y tuvo que viajar a Dubai.
¿Había estado en Dubai? ¡Nuestro! Cuelgo después de decir gracias y vuelvo
a mis propios problemas.
Estoy ocupado toda la mañana con el papeleo y las entregas. Tengo problemas
con mi proveedor de pañuelos de seda italianos. Y encontrar otro es complicado.
Estaba tan concentrado en las dificultades resultantes, que serían no conseguir un
nuevo proveedor, que apenas vi pasar el tiempo.
Solo paré para almorzar, pero primero llamo a mi madre.
"Hola, mamá", le digo cuando responde.
— Hija, ¿cómo estás? Me fui todo el fin de semana, estaba preocupado.
Hablamos durante unos quince minutos. Le cuento el viaje inesperado y la

tranquilizo. Estoy de acuerdo con ella en visitarla en las próximas semanas. Como
todo está bien en casa de mis padres, cuelgo y salgo a comer algo.
Estaba en el restaurante, sumido en mis pensamientos, cuando mi
teléfono recibe un SMS. Lo cojo para leerlo y es de Jason. Abro y leo:
Jay: Hola cariño, lamento haber viajado y no haber hablado contigo.

Emergencia. Acabo de bajar del avión.
Cuando recibes, devuelves o envías un SMS.
No estoy molesto, sé que debe ser extraño para él adaptarse a las nuevas
características de nuestra relación. Había estado perfecto este fin de semana, así
que le daré un descuento, sin embargo, lo dejaré hablar con él más tarde. Había
estado enojado ayer, pero después de la llamada telefónica con su asistente antes,
lo entendí.
Vuelvo a Ma Belle después del almuerzo y mantengo toda mi atención en mi
trabajo. Pero no lleva mucho tiempo. Como estoy tan absorto, salto cuando suena
mi teléfono.
Nada más bajar del avión, después de casi 14 horas de vuelo, le envío un mensaje
a Júlia. En Brasil ya debe ser por la tarde, porque aquí en Dubái son las 7 de la noche y
las reuniones comenzarán mañana temprano. Siempre hago hincapié en estar al tanto de
las negociaciones finales para un nuevo contrato, especialmente uno de este tamaño.
Proporcionar tecnología a los árabes multimillonarios fue muy rentable, así que ten
cuidado. Pero este viaje está resultando ser un martirio. Quiero estar con Julia todo el
tiempo que pueda.
Ganarse su confianza es primordial. Siento que no tengo su completa lealtad; que en
realidad no se entregó a mí. Siento que cualquier eventualidad puede destruir lo que
tenemos.
Como no recibo ningún mensaje de texto, decido llamar después de una ducha.
Luego ceno con Saulo y un Sheik, que es uno de los socios de la empresa con la que
estamos tratando de cerrar un trato. Será una cena informal, para romper el hielo, así que
me tengo que ir.
¡Pero maldita sea! Julia no lo pone fácil. Estaba preocupado por ella, ya que se
esforzó mucho en este viaje que hicimos, y quería saber si no sentía nada inusual. Le pedí
que viera al doctor Edgar, como él le pidió que hiciera cuando regresara de su viaje.
¡Mierda! Me había olvidado por completo de avisarle. Pero había viajado con tanta prisa
que se me olvidó.
Me ducho y me afeito en un tiempo récord para poder llamarla antes de irme.

Después de vestirme, agarro mi celular y llamo a Julia.
"Hola", dice mientras responde.

- ¿Hola, cómo estás? ¿No recibiste mi mensaje? Pregunto.
“Lo hice, te iba a llamar más tarde, ¿no está enojada?
Increíble.
- ¡Córrete! Sé que dudé en no informarte sobre el viaje, pero no lo hice.
fue difícil volver - me quejo.
“Lamento que todo esto sea por ti, Jason”, dice, y su voz muestra que lo que dije la
molestó.
“Oye, ya me disculpé, no estoy acostumbrada a dar explicaciones a nadie”, le

digo. “Quiero que vayas a ver al doctor Edgar. Me pidió, cuando le hablé de nuestro
viaje, que cuando volvieras vendrías a verlo.
“Estoy bien, es casi la hora de volver para una cita con él, de todos modos.
“¡No seas terco! Lo llamaré mañana y lo haré ir a su

apartamento, si no vienes a su oficina mañana, lo amenazo.
“Que quede claro que solo voy porque estoy pensando en mi hija.
Bueno, si se acabó, tengo que trabajar. Y para que conste, puedes viajar tantas
veces como quieras, no me enfadaré si no cumples con tu vida.
Pensé que ya me había deshecho de él. ¡Qué rabia!
- Tengo que ir ahora. Te llamaré mañana, con la diferencia de que
tiempo, sería de noche para ella.
'No te molestes, me voy a la cama temprano esta noche. — ¡Mierda! ¡Mujeres!
¿Quién los entiende?
Le digo que Saulo y el Sheik me esperan y me despido. No sirve de nada
discutir ahora. Vuelvo a recordar tu cita y cuelgo.
¡Mujer problemática! Tendré que configurar un recordatorio cada vez que tenga un
viaje reservado. ¡Infierno!
CAPÍTULO 20
DESPUÉS DE COLGAR EL TELÉFONO, volví al trabajo.

Me sonrío a mí mismo. No estaba molesto, pero no estaba de más hacer que Jason
fuera más cuidadoso con nosotros. Todo le estaba resultando demasiado fácil.
Dejo a Ma Belle tarde ese día. Llego a casa alrededor de las ocho de la noche y
encuentro a Catarina sentada en la mesa de la cocina, con la televisión encendida, los
ojos pegados a la pantalla.
— Hola, Catarina, ¿qué tragedia te pasó para estar tan “encendida” en la tele? ¿O
es novela? - arete. Está tan concentrada que salta y apaga la televisión en un tiempo
récord mientras yo me acerco y saco agua de la nevera.
— Era un informe — dice y evita mirarme directamente.
“Oye, no tienes que avergonzarte conmigo por mirar, Catarina, puedes volver a
llamar y seguir mirando”, le digo, “voy directo al baño.
El teléfono fijo comienza a sonar, y mientras paso, lo contesto.
- Hola.
— ¡Enciende la televisión, ahora! Carla grita desde el otro lado.
- ¿Qué paso? — Voy a la sala de televisión y enciendo el aparato. soy
sorprendido por lo que está pasando. Cuelgo el teléfono y ni me doy cuenta.
La siguiente llamada estaba en la pantalla del televisor:
ERROR: Emprendedor tecnológico se ve obligado a hacerse cargo
paternidad, después de que la clínica de reproducción asistida cometa un error.
El reportero estaba frente a la clínica en el reportaje y en ese
momento dijo:
“… por haber sido despedido, por la millonaria multa que la clínica se verá
obligada a pagar al empresario Jason Lewis. Uno de los empleados que fue
despedido con la reducción del número de empleados, sintiéndose disgustado,
dice que el empresario buscó los servicios de la clínica de reproducción asistida
y banco de semen para recolectar material.
Material que debería haber sido congelado y guardado, pero fue mal utilizado por
uno de los médicos como si fuera de un donante anónimo en un paciente. Según
nuestras fuentes, la paciente Julia Mason fue inseminada el mismo día que el
encargado había ido a la clínica a recoger, y en una confusión, en lugar de una
donante anónima, utilizaron material de Jason Lewis. Hoy, Julia Mason está
embarazada de casi cinco meses. Según el mismo informante, Jason demandó a
la clínica y quería que en ese momento se interrumpiera el embarazo, pero esto
no fue aceptado..."
El reportero sigue hablando. Estoy quieto, mirando la televisión, y no puedo

oír nada más. Siento que alguien toca mi hombro y la voz de Catarina, a mi lado,
penetra en mis oídos.
— No quería que vieras eso — dice — Y hay algo peor...
¿Qué podría ser peor que mi vida privada en la televisión? Pero tenía razón:
algo era peor. La historia siguió desarrollándose, y algo me llama la atención
cuando una mujer aparece en la pantalla, hablando, siendo entrevistada:
“Soy una de las víctimas de este error. También tuve mi inseminación ese
mismo día” , dijo con una barriga de embarazada un poco más grande que la mía.
La reportera pregunta cómo sabe que fue víctima de un error en la clínica y

por qué solo ahora aparece convenientemente.
“Ese día escuché a un médico decir que había hecho algo mal.
Recién ahora me di cuenta a qué se refería el error, así que también me pasó a
mí” , continúa.
“Todavía no sabemos si esta información es cierta , el reportero habla de
nuevo. “ Buscaremos al Sr. Lewis para que nos dé su versión de la historia”.
— Debe ser su mentira, Julia, ¿por qué recién aparece ahora? “Sí, eso fue
extraño y una pesadilla que estaba tomando proporciones.
gigantesco.
Debido a que Jason era un hombre rico, estaba regalando todo este
repertorio. Pasé la siguiente media hora mirando el informe, que se estaba
reproduciendo en un canal de chismes.
El doctor Wilson también apareció en el informe y, según él, no hubo
otros errores, aparte del que me involucra. Que no sería posible inseminar a
dos mujeres y que el error fue pronto advertido por el Doctor Pedro Henrique,
y era imposible tener más de una mujer inseminada indebidamente. Pero,
¿quién me aseguró que la mujer mentía? ¿Quién me aseguró que ella tampoco
estaba esperando un hijo de Jason? ¡Oh Dios mío!
Oigo el timbre sonar. Catarina, que todavía está a mi lado, responderá.

Regresa poco después, con una Carla sorprendida.
“Pobre de ti, Julia”, dice mientras me abraza.
"¿Esta mujer realmente está diciendo la verdad?"
¿No ves que miente, Julia? Ella vio cuánto es
conveniente y quiere sacar provecho de ello.
- Yo no sé. Me pasó y bien podría haber pasado
con ella también, Carla. De esta clínica espero todo.
“Pero no puedes dejar que te afecte”, dijo. - Después
olvida Eso huele terriblemente a estafa, amigo mío.
Comenzó a investigar en Internet poco después, en busca de más
información.
“Hay algo aquí que no te gustará saber”, dice más tarde. “Están
especulando aquí si esto realmente fue un error. Si no te pusiste de acuerdo
con el médico para que convenientemente te "perdiera" y quedaras embarazada
de un hombre rico que, al final, solo te puso un anillo caro en el dedo.
¿Qué? ¿Estaban locos? Sería incapaz de hacer semejante barbaridad.
— Aquí hay cosas peludas, Julia, mejor no lo sepas — sigue hablando

Carla. Realmente no quiero saber. Ya era un montón de tonterías y mucha
confusión para mi cabeza. ¡Iba a tener a Nicole antes de tiempo, a este ritmo!
¿Jason ya sabía las noticias en Dubai? ¡Oh Dios mío!

Mi familia no sabía nada de este lío. nunca les dije
Qué ha pasado. Sabían que yo había hecho la inseminación, por supuesto, sin embargo no
les dije sobre el intercambio de donantes.
Me levanto de la silla en la que he estado sentado desde que empecé a ver las
noticias, agarro mi celular y llamo a mi mamá. Ella contesta al primer timbre.
- Hola hija. ¿Qué está pasando? ¿Es cierto lo que están diciendo?
Comienza una andanada de preguntas, y después de que la calmo, le explico

exactamente lo que sucedió. Después de media hora de conversación, me despido, porque
sinceramente, esto me ha agotado. Ya no puedo soportar explicar este asunto a nadie.
Para mí, está hecho. Vuelvo a la sala de estar, donde Carla tenía la nariz metida en su
libreta.
"Carla, voy a darme una ducha y vuelvo enseguida", anuncio.
"Está bien, estaré aquí cuando hayas terminado", dice, sin soltar sus ojos.
ojos de pantalla
Después de la ducha, me pongo una bata, salgo de la habitación y encuentro a Carla
al teléfono.
"Ninguna Julia Mason vive aquí, mi señor", dice enojada.
— No insista en llamar más — y golpea el teléfono en la base, pero enseguida vuelve a
sonar.
— ¿Puedo descolgarlo? Carla señala el teléfono. - Son
reporteros, queriendo saber su versión de la historia.
"Por supuesto que sí, no quiero saber más sobre eso hoy".
la cocina. Necesito cenar, eso es todo.
Durante el resto de la noche trato de quitarme de la cabeza las noticias de hoy, pero
es imposible desconectarme, especialmente de la insinuación que podría estar involucrada.
Gente maliciosa, queriendo vender revistas de chismes. ¿Podría Jason pensar lo mismo de
mí? ¿Me acusan de estafa? Estaba tan lleno de sí mismo, tal vez pensó eso.
¿Y esta loca que dijo que estaba embarazada de él? ¡Oh Dios mio! Iba a volverme
loco por esto. Mañana por la mañana iría al Dr. Edgar y revisaría a mi pequeño bebé.
Pasaban tantas cosas que a veces olvidaba que estaba embarazada. Carla volvería a
dormir aquí en su casa.
Eran las once de la noche cuando Jason me llamó, como dijo
que seria No estaba al tanto de nada de lo que estaba pasando aquí.
"Oye, ¿cómo están mis mujeres favoritas?" —pregunta, de un buen humor que me
temo que no durará mucho. no deseo
no digas nada Sin embargo, no puedo dejarte en la oscuridad sobre esto.

“Hola, estamos bien, sí.
"¿Hiciste la cita, cariño?" ¿O tendré que azotarte el trasero cuando regrese?
“Incluso molesto por los acontecimientos, me enciende la insinuación de los azotes,
aunque nunca lo he experimentado.
"Oh, lo olvidé, pero iré mañana", dijo.

Cuando regrese, recuérdame que te ponga de rodillas, Julia.
"Desde que te conozco, solo me has hecho promesas, Jason", respondo.
— Voy a la primera reunión del día. Si todo va bien, me iré a casa esta noche —
dice, cambiando de tema. “No tengo tiempo en este momento, solo llamé para ver por ti
y mi hermosa hija, por supuesto.
—No fue mi intención interferir con tus asuntos allí, Jason —digo—, pero algo
sucedió.
"Habla, Julia", dice, cuando no hablo de inmediato. -No tuve tiempo
para comprobar nada desde que me desperté.
— Salió impreso el caso de la clínica: el error médico, el proceso, su determinación
de abortar, nuestro compromiso, todo — digo en seguida. “Los reporteros están
emocionados de que seas un hombre rico y no sé qué más.
Él no dice nada en absoluto, así que continúo, “¿Estás

ahí?
- Claro que sí. Dime ¿estás bien? pregunta, preocupado.
"Sí, estoy un poco sorprendido por la exposición de nuestras vidas", miento. Oh,
mierda! Me aterra que el caso de la mujer sea cierto. Decido decírselo de inmediato y
terminar de una vez. Pero antes de que pueda hablar, escucho sus malas palabras al
otro lado del teléfono, y son feas. - ¿Qué paso?
— ¡Santa mierda! ¿Qué demonios es eso? - grita - estoy viendo

aquí, en internet”, explica.
Nos despedimos y colgamos, después de que dijo que tenía que colgar, y me
preparo para otra noche de insomnio.
¡Estoy muy, muy enojado! ¿Qué fue todo esto? ¡¿Mi vida expuesta en la
televisión e Internet?! Una loca diciendo que estaba embarazada de mí. ¿Se volvió
loco el mundo? Pero lo que más me llamó la atención fue la proporción que había
tomado. No soy una celebridad para tal sensacionalismo.
Ahora no tenía tiempo para eso, tenía reuniones a las que ir y era de suma
importancia que yo estuviera presente, para eso viajé por medio mundo. ¡Semen!
¿Tenía que pasar esto ahora, después de todo este tiempo?
Salgo de la habitación del hotel para encontrarme con Saulo, que ya me
esperaba en el vestíbulo. Y por la expresión de su rostro, ya debe saber la noticia.
Habla por teléfono y hace gestos. Me acerco a él y, cuando me ve, se despide.
“Cualquier cosa, házmelo saber.” Escucha a la persona del otro lado.

“Asegúrese de que esto esté verificado y tenga algo de verdad. Regresamos hoy.
Hasta luego.
Cuelga y viene hacia mí.
“Tenemos problemas. - advierte.
“Lo sé, acabo de hablar con Julia y vi algunas cosas en Internet”, dije, mientras
caminábamos hacia el automóvil que nos llevaría al lugar de reunión.
“Para su tranquilidad, no vieron todo”, dice, cuando ya estamos sentados

dentro del auto.
“¡Pensé que era extraño que tomara tanto tiempo convertirse en un maldito
circo! Pensé que el caso no era importante y trataste de mantener las cosas en el
anonimato. Pero ahora ha salido a la luz. ¡Semen! ¿Y este loco? ¿Dices que estás
embarazada? Mierda, ¿esta clínica piensa poco en la demanda que ya les presenté
y quieren más? Despotrico y veo al conductor mirándome estoicamente en el
espejo.
"Y hay más", dice Saulo. — Hablé con el equipo legal, hace un momento;
están viendo la procedencia de esta mujer”, continúa. - Solamente
que una nueva especulación surgió en los tabloides y blogs de chismes.
- ¿De que se trata?

— Están especulando sobre la posibilidad de que Julia estuviera involucrada en
este 'error' tan inusual. Que pudo haber sobornado al médico que hizo la inseminación
equivocada.
- ¡¿Qué?!
"Exactamente eso", continúa Saulo. Puede que tenga una pizca de verdad,
¿sabes?
No contesto, estoy totalmente paralizado. Se las arregló para sorprenderme ahora.
“Nunca había visto que sucediera algo así, Jason. Esta historia está muy mal
contada, ¿no crees?
¡Semen! ¿Dejó de hablar? ¿Podría ella? Claro que no.
Lo descarto, solo para cuestionarme una vez más.
"¿Qué diablos sacaría ella de eso?" Ni siquiera me conocía, Saulo, mi cabeza está
hirviendo ahora.
— ¿Quién te garantiza? Estás comprometido con ella, ¿verdad? - pregunta. Él
¿Estarías en lo cierto? ¿Julia me está dejando en ridículo? - Piense en eso.
— Eso no tiene ningún sentido, Saúl. — No lo creeré, no sería tan mala, ¿verdad?
“Solo digo lo que dicen los sitios web de chismes y los periódicos.
Pero ahora mismo, tenemos una reunión a la que ir.
Tienes razón, tenemos que mantener el foco en las negociaciones. Pero mantener la
concentración no es fácil.
CAPÍTULO 21
MI VIDA SE HA CONVERTIDO EN UN CAOS TOTAL. A la mañana

siguiente, me desperté y encontré un grupo de reporteros frente a mi edificio.
Cuando me fui por la mañana, prácticamente se tragaron mi auto al salir.
Querían saber cómo se las había arreglado para sobornar al médico para
cometer un error tan grave. ¡Un puñado de chismosos que no tenían nada más que hacer!
Fui directo a la oficina del Doctor Edgar. Estuve pasando por tantas emociones
en estos días, no estaba de más comprobar que todo estaba bien.
Mientras esperaba en la oficina, recibí un mensaje de Jason.
Jay: Pasé el día preocupado por la reacción violenta de los medios.

¿Estás bien? Estaré fuera de aquí a las nueve en punto, hora local. Estaré
llegando mañana por la mañana. Es posible que no pueda hablar contigo hasta entonce
Cuídate
Su frialdad era palpable. ¡Nuestro! Dejé escapar un suspiro de frustración.

Eso significaba que ya había oído hablar de las anécdotas en los periódicos. No
creo que escuche eso. Antes de comenzar a pensar en todo tipo de cosas que
"mi ogro" podría estar pensando, me llaman al Dr.
edgar
"¿Qué has estado haciendo últimamente, Julia?" —pregunta, unos veinte
minutos después, mientras me toma la presión arterial. "Tu presión arterial está
un poco alta, comencemos a cuidarla ahora". Ten cuidado
es poco a partir de ahora. No quiero que esto empeore, tratemos de mantener

lo más tranquilo posible este resto del embarazo.
Le he hablado del estrés de las últimas horas, pero quiere un
seguimiento cercano, para ver si es sólo el estrés. Salgo de la oficina con sus
recomendaciones de reposo en cama y también tengo que revisar mi dieta.
Vuelvo a casa, porque hoy no tengo cabeza para los negocios, pero la
preocupación no deja mi cabeza. Sin duda, Jason pensaría lo peor de mí, y
eso me estaba molestando seriamente. ¡Tonterías! Ahora mismo que nos
llevábamos bien, y no saber lo que estaba pensando era terrible. Me encuentro
con unos idiotas con cámaras frente al edificio. Creo que creen que Jason
está aquí. ¡Manada de imbéciles!
Traté de relajarme el resto del día. No encendí la televisión, mi teléfono
fijo todavía está apagado. Le había advertido al conserje que no estaría allí
para nadie. Mi hija era más importante que nada.
Nunca un día de reuniones había sido tan largo, y nunca me había sentido tan inquieto.
durante una negociación. Sentí como si el peso del mundo estuviera sobre mí.
Permanecí en la reunión prácticamente en silencio. No quería dejar que mi
lenguaje corporal indicara que mis emociones se estaban moviendo hacia un territorio
totalmente peligroso en mi mente.
Solo pensar en ser ridiculizado por una mujer me hizo perder mi capacidad de
razonar, pero al mismo tiempo, no quería dejar que eso envenenara nuestra relación.
Cuando finalmente terminamos las negociaciones para ese día, no podía esperar
para volver al avión y comenzar a poner fin a esta mierda mediática.
idiotas! Deberían buscar cosas más rentables que hurgar en mi vida privada, como si
eso fuera relevante para la paz mundial. ¡Mierda!
Le envío un mensaje a Julia, informándole de mi partida pronto. Todavía tenía
que reunirme con los árabes para una cena para celebrar el contrato firmado, pero
quería estar en ese avión de camino a casa.
— ¿Qué hay de esta loca que apareció diciendo estar embarazada? ¿Qué vas a
hacer con ella?
Levanto mis cejas hacia Saulo.
“Me como este para el desayuno y tiro los huesos”, dije enojado.
"¿Esta pobre cosa alguna vez oyó hablar del ADN, para salir con esta mierda?"
Saúl termina riéndose. Él sabe que no estoy bromeando, porque no estoy

bromeando con mi vida. Pero creo que he estado caminando por la calle últimamente
con un letrero muggle en el medio de mi frente.
Cuando llego a Brasil, me siento cansado, pero no me quedo en casa. Son las
siete de la mañana y voy a encontrarme con Julia. Quiero mirarla a los ojos, sacar esta
historia de estafa de nuestra relación lo antes posible.
Saulo se encargará de todos los demás problemas.
Entro en su edificio y me detiene el portero. ¡¿Qué mierda es esto ahora?!
"Tengo órdenes de no dejar entrar a nadie, señor", dice torpemente. "¿Has olvidado
quién soy, Miguel?" Llama al departamento y pregunta si soy uno de esos “don nadie”—
digo pacientemente, y él hace exactamente eso.
Catarina me abre la puerta poco después.

— Buenos días, Catarina, ¿dónde está Julia?
"Quedarse quieto", dice ella.
Extraño. Voy al dormitorio, que está oscuro, con las ventanas cerradas.
Entro y veo que todavía está durmiendo. Algunas cosas deben ser tratadas personalmente.
Si mi estado de ánimo fuera un indicio de cómo sería esta conversación con Julia,
entonces no sería algo bueno. Pero cuando se sienta a su lado, el sentimiento de dolor
se disipa al verla tan indefensa. Me inclino y beso su frente. Ella se agita, despertando.
La beso de nuevo, provocándola y dejándola completamente despierta.
"¡Buenos días, bella durmiente!"

- Buen día. No te esperaba aquí tan pronto." Ella se sienta,
apoyada en la cabecera de la cama.
"Te dije que estaría aquí temprano hoy", dijo. “Debes estar
cansado, entonces, después de tantas horas de viaje.
"Tenía que venir a verte, ver cómo estás lidiando con esta locura".
que se convirtió en nuestra vida.
Te miro a los ojos y te pregunto qué es lo que realmente me molesta
hacia ella, pero ella se adelanta.
"¿Ya estás al tanto de todas las noticias que salieron?"
- ¿Qué quieres decir? ¿A esta historia que montaste contra mí? Pregunto.
— Sí — se sonroja, pero me sostiene la mirada — Lo mismo.

"Entonces... ¿Tú lo preparaste, Julia?" Pregunto.
“¿Si digo que esto es totalmente una ofensa? - ella habla. - Qué
me ofendes con esta pregunta?
- Yo creo en ti.
CAPÍTULO 22
— ¿EN SERIO? NO HAY DUDA SOBRE MI? Pregunto porque el es

tan terco y desconfiado. ¡Y somos tan parecidos en eso!
Voy a hacer todo lo posible por esta historia, y si no confío en ti ahora, no
funcionará, cariño. Se inclina hacia delante y me acaricia la barriga.
¡Oh Dios mio! Todavía podría sorprenderme.

"Aunque exista la más mínima duda sobre mi integridad moral, quiero que
hables conmigo, Jason", le digo con firmeza. No inclinaré mi cabeza ante él. No
tengo nada de qué avergonzarme. - ¿Quiere saber? Estaba preocupado por su
reacción, ya que nos conocemos tan poco. Pero no te debo nada. Mi voz se
quiebra. ¡Tonterías! ¡¿Dónde están mis "colhões", gente?!
- ¿Terminó? pregunta con calma.

- Todavia no. - hongos “Porque si dudas de mí, te juro que te golpearé
fuerte en la cabeza. Odio que me ocultes cosas, Jason. ¡Si hay algo que me
puede poner furioso, es que la gente haga cosas a mis espaldas!
"¡Ya te dije que creo en ti!" - dice. - Yo no mentiré,
diciendo que no tuve una pequeña duda en algún momento.
Eso me dolió. Para él dudar, por un momento, fue porque nuestra relación
era frágil. Pero tampoco podía acusarlo. Tuve una reacción violenta con él.
Después de todo, al principio de todo esto, él era horrible. Y eso todavía era
demasiado.
“¿Por qué no nos olvidamos de esta historia y nos enfocamos en lo que
importa? Se quita los zapatos y el traje, dejando solo la camisa y los pantalones. En
luego acuéstate a mi lado en la cama. - ¿Cómo está la princesa más bella? dice a mi
vientre, cambiando de tema. "¿Fuiste al médico, como te pedí?" — recordando lo que
me había dicho el médico ayer, hablo del estrés, de mi presión arterial un poco alta y
de cuidarme para no empeorar.
“Están pasando tantas cosas que mi emocional, antes
inquebrantable, está vacilando y en confusión ahora —digo—. Y recuerdo algo.
Tan pronto como el pensamiento vaga por mi mente, lo rechazo, pero termino
hablando como de costumbre cuando algo me molesta.
"¿No quieres saber si ese otro niño también puede ser tuyo?" Tengo sentimientos
extraños cuando pienso en Jason teniendo un bebé con otra mujer.
—Tengo a Saulo trabajando en eso, cariño. —Retira la sábana y me descubre.

Solo tú eres mía. Baja la cabeza y me besa por encima del escote de mi camisón. —
Echaba de menos tu olor. —Olfatea mi cuello, salpicando deliciosos besos.
—Concéntrese, señor —digo sonriendo— ¿Qué va a hacer al respecto?

"Primero, necesito besos, señora", responde y baja la cabeza hacia mi vientre,
ahora tirando de mi camisón. Besa mi bajo vientre, causando que mi cuerpo muestre
reacciones escalofriantes por todas partes. - Después hablamos...
"¡Pero quiero hablar ahora!"

"¿Qué hago con tu boca, sabelotodo?" ¿Eh, Julia Mason? ella yo
volverse loco...
"Um... no te asusto", le digo, tratando de ocultar una sonrisa.
Levanta la cabeza y sus ojos grises ahora están serios.
"Hablo en serio, Julia, cada día te vuelves más importante para mí", murmura.
"Sin importar las circunstancias y las razones por las que tuve que preguntar...
'¿Qué razones tuviste?' Pregunto en voz baja cuando se interrumpe.
“No quiero que te molestes, cariño, olvídalo”, dice. “No me expresé correctamente.
Viene cubriéndome con su cuerpo, apoyando sus manos a cada lado de las
mías, y besa mi frente, nariz; Se aleja un poco, mirándome a los ojos: “Eres mía,
cariño”. Su voz es tan masculina que me pierdo, me involucro. “Yo cuidaré de ti,
siempre.
¿Esto fue qué, exactamente?

Lo primero que hice, al llegar del viaje, fue encargarme de contratar a un investigador
para desentrañar el misterio de la loca que dice estar embarazada de Jason. Sorprendente
que no haya estado entrando en un estado psicótico desde que se enteró. Julia realmente
lo está cambiando. ¡Asombroso!
Pasé el día en la oficina, y cuando llego a casa, tengo un
agradable sorpresa esperándome cuando entro en el pasillo.
"Tu doncella me dejó entrar", dice ella. — Quería darle una linda sorpresa, así que le
pedí que se fuera. ¿Hice mal?
Carla está apoyada en la puerta que da a la sala, en tacones altos, en una lencería
negra con detalles en rojo, tan diminuta que no deja nada a la imaginación. Su cabello rubio
estaba salvaje, como si acabara de ser cogida duro.
¡Maldita sea, sabías cómo volverme loco como la mierda!

“Nunca.” Mi voz se quiebra, ronca. Camino hacia ella con un solo objetivo en mente, y
ella da un paso atrás, entrando en la habitación, dándome una hermosa vista de su culo
alegre y sexy en una maldita tanga. Todo en ella gritaba "fóllame" alto y claro. Ahora que me
doy cuenta de que los zapatos son negros con tacones y suelas rojas. ¡Estoy jodido, amigo
mío!
“Parece que tienes planes para esta noche, amor.” Sigo en mi búsqueda para llegar
a ella. Maldita sea, ama un juego peligroso. Y yo mucho más.
“Hago lo que puedo, pero creo que deberías inspeccionar a fondo

para asegurarse de que le gusta lo que ve.
Mi mirada está ardiendo en la de ella, haciéndola más caliente por segundos.
Noto sus pezones apretados contra su sostén, probablemente doloridos y sensibles. Me
muero por sentirlos en mi lengua.
Dejo caer el maletín sobre algo plano, porque toda mi sangre se acumula en mi
dolorida polla en mis pantalones. Y lo único que veo es a la diosa atrevida frente a mí. Estoy
a punto de ponerme al día cuando suena mi teléfono celular y reconozco el tono de llamada
de Jason. ¡Semen!
Tengo que responder porque no hablé con él durante el día. Se había ido a vivir con Julia y
me dijo que quería pasar el día con toda su atención. Hombre
en el amor era pegajoso! Pero tenía razón. Sus vidas eran una comedia trágica.
Veo la decepción en los ojos de Carla y estoy enojado conmigo mismo por
dejarla en un segundo plano en ese momento, pero lo compensaría cuando terminara
esta llamada.
-Él habla. digo malhumorado. El tipo era un puto empático de primera.
"No me llamaste para mantenerme informado de tu

descubrimientos”, dice sin ningún saludo, propio de los arrogantes.
“Bueno, no tengo nada concreto. Llamé a Raúl y no está en la ciudad, está
investigando afuera —digo—. “Pero ya he contratado a una firma de primer nivel.
Estoy enfocado en eso. Tengo a la mitad del equipo trabajando hacia un objetivo,
amigo mío. Lo peor es que esta historia sobre ti tratando de forzar un aborto y este
oportunista loco están quemando tu imagen como un hombre de negocios rudo.
Tengo una cita con ella mañana para averiguar lo que quiere. ¿Quieres venir juntos?
Pregunto.
— En primera instancia, no. Fíjate cuál es su cosa, y si sigue con la payasada,
hazle saber que va a salir perdiendo”, dice. — ¿Qué hay de las acusaciones contra
Julia? ¿Ha intentado calmar estos rumores? Averigua quién empezó esto y haz lo
mejor que puedas, Saul.
“Sabes que cuando te interrogué, no tenías nada en contra de tu
mujer, ¿no? Sabes que siempre la he defendido de ti — me río
— Por supuesto, Saul. Entiendo que ante todo eres mi abogado, pero ahora
piensa en Julia como una cliente muy valiosa. Piénsalo de esta manera: que las
acusaciones contra ella también son acusaciones contra mí.
“Perfectamente, ¿esto realmente está sucediendo? ¿Cómo se cambia tanto?
Cuelgo después de informarle de todos los detalles, en los que he estado

trabajando desde que llegué. Pero ser regañado por Jason sería mejor que
enfrentarse a la furia rubia en mi sala de estar. Y cuando digo "furia" no es en el
buen sentido.
— No entendí bien o estás de acuerdo con lo que están inventando
sobre Julia? - Carla está poseída.
"Cálmate, amor, claro que no..."
"¿Crees que ella es capaz de tenderle una trampa a tu amiga?" dilo
entendi mal. grita, furiosa.
Tomo una respiración profunda, y tengo miedo de que no le guste lo que escucha.
“Tengo que ser racional, Carla. Tengo que comprobar todas las hipótesis —digo—.
"Sé que crees en la integridad de tu amigo, yo también, pero antes que nada...
- ¿Antes de todo? Creo que me equivoqué contigo, Saul. Pensé que era un hombre
sin prejuicios y "pensando". ¿Piensas poco en lo que ha estado pasando, siendo forzada
a vivir con un hombre que apenas conoce?
"¿Por qué sigue gritando?" ¡No soy sordo, maldita sea!
“Carla, por favor, sé razonable”, le digo impasible.
- Me voy. No tengo el estómago para besar a una rana repugnante. Se aleja. La
sigo y la encuentro en mi habitación, vistiéndose. “Cuando dejes de ser un abogado
desagradable, llámame.
me pongo furioso
“No te mimes, Carla, maldita sea, no debería haber dicho eso. Dejó lo que estaba
haciendo, se quitó un zapato y me lo arrojó directo a la cabeza, o casi, porque logré
esquivarlo y me pasó volando.
“Ella es mi amiga y la ofendes con sus 'posibilidades'” , dice en broma, haciendo
comillas al aire. "¿Él piensa como tú?" ¿Crees que Julia también es una estafadora?
“No lo creo, Carla, me gusta mucho Julia”, explico.

“Y Jason, según tengo entendido, la cree.
"Más hombre que tú, por lo que puedo ver", ruge. "¡No te perdonaré pronto!"
¡Estaba haciendo mi maldito trabajo! le grito. "Si sales por esa puerta así, olvida
que existo", amenazo, fanfarroneando feo. Pero ella me cabreó, algo que rara vez
sucede. Casi nada me saca del eje, pero este descarado logró ir más allá de mi límite.
Veo su barbilla temblar y sus ojos azules llorosos. ¡Mierda!

—No tiene por qué ser así, amor —digo cariñosamente. — No dejes que los
problemas de los demás dañen nuestra relación.
"Cuando te retractes con mi amigo, hablaremos", dijo.
pasa junto a mí, cojeando, con un solo pie calzado, y no trato de detenerla.
¡Mujeres!
Decir que mi noche fue una mierda era innecesario. Pero...
Siempre he sido el abogado de Julia, cuando mi mejor amiga siempre quería su
cabeza. Todavía lo soy, pero antes que nada tenía que ser un abogado profesional y
revisar todas las posibilidades que había.
alzándose contra ella. En primer lugar, soy el abogado de Jason, y si

no revisé todo por él, no estaría haciendo bien mi trabajo en primer
lugar. Como persona, creo en tu inocencia, sin embargo, mi deber es
cuestionar cualquier sospecha. Creo que eso no afectará su relación,
porque mi amigo, que se golpeó el pecho y gritó para que todo el mundo
escuchara que nunca se enamoraría, está a cuatro patas con la dulce
Julia. La mujer sabía cómo hacerle “piano”. Eso es lo que hizo que me
gustara, de inmediato. No le he perdido el respeto, no es eso, pero soy
un maldito abogado, después de todo.
No tengo nada contra ella, al contrario; Creo que es una mujer
increíble. Hermosa y que merece ser feliz, ya sea con Jason o no, y
tiene mi respeto, siempre. Pero ante todo, el deber siempre prevalecerá
y yo soy amigo de Jason y mi lealtad está con él. Solo lo perdería si él
me diera una razón para hacerlo.
CAPÍTULO 23
LOS DÍAS QUE SIGUIERON FUERON UNA PRUEBA. Traté de aislarme de

todo y dejar que las cosas siguieran su curso. Esa primera semana, después del
escándalo mediático, recibí una llamada telefónica que me hizo feliz.
Caio me llamó, invitándome a conocer a su sobrino. Prometí que aparecería cualquier
día.
Ese sábado, invité a Carla, que había estado desaparecida desde que Jason
pasó la semana pegado a mí, a ir conmigo. Fuimos a la casa de Vivian por la tarde,
y ni siquiera le dije a Jason que todavía estaba en contacto con Gaius, porque sabía
que sería motivo de discusión. Todavía no se había tragado la historia de la cena a
la que había ido. ¡El hombre bestia!
Durante el trayecto en auto, sentí a Carla tranquila y pensativa, la vivacidad
tan característica en ella estaba un poco apagada.
"¿Estás en problemas, Carla?" Cuestiono.
- No. ¿Por qué cree eso? - ella en realidad no convence.
—Escúchalo, niña, siempre estás escuchando mis gemidos —la animo.
“Estoy molesta, Julia”, dice ella. "No hay nada que

preocuparse.
- Solo escucharte hablar así me preocupó más, amigo, tú no eres así. ¡Él habla!
— ¡Vaya que aburres, eh, Julia! — resopla — He estado peleando con Saulo,
hace una semana — haciendo pucheros.
- Lo siento mucho.
- No se sienta. Luchamos porque no tiene ni idea. La molestia en su voz es clara.

“Está investigando si estás involucrada en el cambio de donante”, espeta, y estoy en
estado de shock. ¡Qué rabia! Si está investigando esto, ¿entonces Jason me mintió? Debo
haber hecho una mueca de funeral, porque Carla está negando con la cabeza.
“Lo siento, no quise molestarte.

"¿Puedes decir si Jason te dijo que hicieras esto?"
—No, dijo que Jason te cree. El alivio me inunda. ¡Oh Dios mío! ¿Dónde voy a parar
con esto?
Cambiamos de tema, seguimos hablando de manera relajada, y luego vuelve a su
tema favorito y me cuenta sobre su relación seria con Saulo.
“Me gusta mucho, pero ahora me ha defraudado, dudando de ti”, dice.
- ¿Quieres un consejo? No dejes que mi vida loca se interponga en el camino de la tuya.

Saulo no me conoce, Carla, tiene todo el derecho de pensar lo que quiera.
Durante todo este tiempo, no me presentaron a él para formar una opinión sobre mí.
"Él dice que la defiende del Sr. Ogro: se está riendo, y eso es genial.
“Pero todavía estoy enojado.
Tengo una idea.
"Está bien, ustedes dos están invitados a cenar con nosotros mañana por la noche",
digo. — Quitémonos la mala impresión que tiene Saulo de mí. Después de todo, será mi
cuñado, ¿no?
“Yo no hablo con él”, dice ella, enfurruñada como una niña.
un pequeño mensaje de nada toda la semana.
“Pareces un niño.” Sonrío. “Entonces serás mi invitado y Jason te invitará a cenar
para celebrar nuestro compromiso.
Que tal?
"Está bien, si así lo crees...
Cuando llegamos a la casa de Vivian y tomamos a su hermosa bebé en mis brazos,
es emocionante porque en unos meses estaré cargando a mi niña también. Fue tan lindo,
pequeño Collin. Ella estaba enamorada de él. Gaius no estaba allí, solo Vivian y sus padres.
No toma mucho tiempo, y cuando regresamos, dejo a Carla en casa antes de

dirigirme al departamento de Jason. De hecho, estaba en otro dilema, y la razón de mi
molestia era que no estaba de acuerdo en mudarme con Jason. Yo se,
la gente puede pensar que soy una mujer aburrida, pero no puedo renunciar a todo
a favor de Jason. Quiero vivir en mi apartamento hasta que nos casemos y punto.
Pero hoy me voy a quedar en su apartamento. Bueno, esto puedo hacer
en silencio. Entro y encuentro a Jason furioso al teléfono.
- ¡Esperar! Mi abogado ha estado tratando de ponerse en contacto contigo
durante una semana —gruñe—. — Quiero que tomes las medidas adecuadas contra
Samara Reis. “Samara es la maldita estafadora que no quiere un trato y todavía
afirma que está embarazada de Jason, según él. Pero esta Samara está siendo
patética. Ella mantiene esta historia sin fundamento. Ella no quiere aceptar una
prueba de ADN porque es demasiado invasiva, así que tenemos que vivir con esa
duda hasta que tenga el bebé. Saulo ha estado trabajando duro esta semana. el
medico Wilson había asegurado que esta historia no era creíble.
Cuando Jason me ve, se despide de la persona que está a mi lado.
teléfono, camina hacia mí y envuelve sus brazos alrededor de mí.
- ¿Dónde fuiste? Te esperaba antes. Agarra mi bolso y me lleva a la sala de
estar con él. Vislumbro a Selma y digo hola. “Tenemos que hablar.” Tenía miedo de
eso, nuestras conversaciones eran siempre bombas lanzadas en nuestros regazos.
— ¿Dónde te quieres casar? — ¡Santa mierda!
Prefiero algo simple y discreto digo. Todavía quería casarme después de tener
a Nicole. Casarme con una panza grande no era nada atractivo, no para mí. Tengo
que hablar con Selma sobre algo. Cambio de tema y escucho su suspiro de
cansancio. Sabía que me alejaba del tema del matrimonio, y no me preguntes por
qué. — Pero primero quiero que invites a Saúl a cenar aquí mañana, en celebración
de nuestro compromiso, o podemos ir a un restaurante. ¿Que crees?
'¿Y por qué es eso?'

"Quiero llegar a conocer mejor a tu amigo, ¿no?" Además, cree que soy un
estafador peligroso y con clase —digo y veo que el ceño fruncido de Jason se
profundiza.
- ¿Quien te dijo eso? Ya le he pedido que se olvide de todo”, dice. “Quiero que
olvides todo y concentres toda tu energía en nuestra hija.
“Hmm, hablé con Carla, así que tuve la idea de

confraterniza y acaba con las dudas de tu abogado.
Acordamos cenar en su apartamento. Claro que
Selma no me dejó ayudar en absoluto.
La cena fue genial, mejor de lo que imaginaba. Lo extraño fue ver a Carla y Saulo
tratando de ignorarse durante toda la cena. Al final, me pidió disculpas y supo que
tenía la mano de Carla en eso.
¡Ella era terrible!
CAPÍTULO 24
Dos meses despues...
AÚN NO HE CONVENCIDO A JULIA PARA CASARSE. Me siento como un fracaso.

Mi frustración consistía en darme cuenta de su negativa e insistencia en negar algo que,
al final, sería lo mismo, porque de todos modos nos casaríamos. Aparte de eso, hemos
estado viviendo en paz estos últimos dos meses, al menos entre nosotros.
He estado evitando los contratiempos de nuestra relación, y las cosas parecen estar
finalmente tomando su lugar. Nunca me sentí tan bien. ¿Quién hubiera adivinado esto?
Incluso yo no podía creerlo, sin embargo, cuando vi su barriga, que era enorme, por cierto,
se volvía un poco estúpida cada día. ¿Ya tiene siete meses o no? No sé... Está bien, soy
obtuso con la fecha, pero ¿y qué?
Pero esta exposición mediática meses atrás tuvo consecuencias desagradables.

Jamás imaginé que algún día volvería a ver a esa mujer en mi vida. No había dormido
prácticamente durante una semana, solo pensando en ella. Sintió repugnancia y un dolor
insoportable. El sentimiento de rechazo fue mi compañero diario desde pequeña, solo que
ahora era más pronunciado en mi interior.
Estaba saliendo de la empresa hace una semana cuando escuché que alguien me
llamaba por mi nombre. Me giré para ver la figura envejecida y arrugada de mi madre. Si
cuando la vi, hace veinte años, ya estaba algo envejecida, ahora estaba literalmente
acabada.
Yo estaba totalmente estático, duro en su lugar. ¿Qué estaba haciendo esta persona
frente a mí? Piezas de mi pasado abarrotan mi mente. Duelo de recuerdos desagradables
en mi cabeza, jugando como una película detrás
de mis párpados. Cuando cierro los ojos por un momento, en un momento de

desequilibrio, no puedo describir la sensación que siento cuando miro tus ojos como
los míos.
Qué. ¿Está por ahí? Te gustaría. ¿Aquí? Grito en mi mente, puntuando cada
palabra.
"Hijo..." dice y me enojo. Ella no tiene ese derecho, no soy su hijo. Perdió el
derecho a llamarme así hace mucho tiempo. Salgo de mi inercia y lo ignoro. Le doy
la espalda y vuelvo al edificio, dejándola allí. No miro para ver dónde se ha ido. No
me importa saber Vuelve con tu repugnante borracho y yonqui, quiero distancia de
los dos. Pero soy un hombre al que le gusta mantenerse informado.
Voy directo a la oficina de Saulo y lo encuentro arrullándose en su celular,

probablemente con su novia. Estaba muy enojado conmigo por invitarlo a cenar a mi
apartamento y no dejarle saber que Carla estaría allí.
El idiota pensó que no sabía sobre su relación caliente con el mejor amigo de Julia.
—Te llamo más tarde, amor —dice, confirmando mi sospecha, y cuelga.

"¿Qué pasa, hombre, viste un fantasma?" No respondo y voy directo al punto que
me llevó allí.
Quiero que averigües dónde está la mujer que me trajo al mundo. Levanta las
cejas hacia mí. Debe estar sorprendido por mi repentino interés en este tema, ya
que siempre ha sido un tabú. — Esto lo quiero para ayer, Saúl.
No le voy a dar la oportunidad de que se aproveche de mí, de hecho ya lo ha

hecho por haberme localizado.
— Amigo, no soy tu niñera, llama a Raúl. Él hace este trabajo mejor que yo”,
dice.
—Si quisiera a Raúl en este tema, no te lo estaría preguntando —digo
groseramente. ¡La mujer no ha vuelto a mi vida en media hora y ya está causando
problemas!
— ¿Cómo, qué animal te mordió? - chilla. — Sigo pensando que debería llamar
a Raúl.
“Quiero que esto se maneje con discreción. Y, Saúl, haz tú mismo el trabajo —
digo y salgo.
“Sí, conductor de esclavos. Quiero un aumento de sueldo del 1000 por ciento”,
grita exasperado.
Volviendo al presente, recuerdo que fue hace una semana y Saulo aún no
sabe dónde vive mi mamá. ¡Mierda! Entro a mi apartamento y me dirijo a mi
habitación, pero me detengo cuando estoy a punto de entrar. Oigo voces en la
habitación contigua a mi suite. Compruebo quién está ahí y encuentro a Julia,
Carla y un hombre rubio. Aparentemente, están haciendo una renovación.
A pesar de encontrarme con un hombre en mi casa, sonrío. consciente o
no, Júlia ya aceptó vivir aquí.
CAPÍTULO 25
— ¡Ay! ESTÁS AHÍ ”, dice Julia cuando me ve en la puerta. Ella sonríe,

avergonzada, sé que entré a tu casa, sin embargo, sé que no te importará lo que
estemos haciendo aquí, se acerca a mí y me besa en los labios.
- ¿Y que sería eso? Pregunto por preguntar, ya que imagino que es una
habitación para Nicole.
“Oh, ven aquí y decide la decoración.” Me jala hacia la cama en el medio de la
habitación, donde tiene carpetas de habitaciones para niños. “Permítanme
presentarles a Dave, él es un diseñador, un amigo de Carla. Va a cambiar esa
decoración. Señala al chico rubio, que me da la mano y yo le doy la mano a Carla.
— Bueno, ¿qué es mejor: princesas, safari o todo blanco con toques lavanda?
Miro la cartera, y ahora que me doy cuenta nunca pensé en hacer una
habitación aquí para mi hija. Esto demuestra lo ignorante que soy en este sentido.
Señalo la sala safari: — Me gusta esta… — a pesar de tener varias mascotas,
predominaba el rosa, aunque claro y muy femenino. Ella había leído libros
sobre el tema de los “bebés” y algunos decían que los colores brillantes ayudan al
desarrollo del bebé, así que si fuera por mí, ella tendría muchos
núcleos
— Voto por la temática de Frozen — dice Carla desde la esquina, donde toma
notas en un cuaderno — O en estilo vintage, ¡pero la princesita Nicole irá con estilo!
El tema rockero sería perfecto.
“Eso se lo dejo a tus hijos, Carla. ¿Dónde has visto decorar una habitación?
para un bebe todo en negro! —replica Julia.
"El púrpura también es genial, con pequeñas calaveras rosas, ¿no le parece,
Sr. ¿Ogro? - me señala. Por supuesto que se está burlando de mí.
Le doy una gran sonrisa.
"Por supuesto, me aseguraré de informarle a tu novio que la habitación de tu
hijo estará decorada", le digo.
— ¡Ogro sin humor! No sé cómo mi amiga lo soportó, ya lo habría rechazado”,
se queja.
“¿Podemos ver esto más tarde? Le pregunto a Julia. Había venido antes para
cenar, hacer algo, para salir de esta ola de problemas y más problemas, para
mostrarle al mundo que estamos juntos. La saco de la habitación para tener más
privacidad.
—Quiero llevar a mi prometida a cenar esta noche —digo y tomo su cabeza
con ambas manos, besando sus labios con fuerza—Planeé una noche para tres.
- ¿Tres? ¿Tenemos compañía?

“Por supuesto que sí.” Acaricio su vientre. - Celebremos tu
séptimo mes de embarazo, solo nosotros tres.
Poco después de las siete de la tarde salimos a cenar. Por supuesto, Carla y
Dave ya se había ido.
Aunque el restaurante estaba lleno, le pedí a Susan que reservara una mesa
para nosotros, y no pasó mucho tiempo antes de que nos dirigieran hacia ella.
Julia estaba hermosa, como siempre. No me cansaba de ver los cambios en su
cuerpo durante estos meses de embarazo. Lástima que prácticamente me perdí los
primeros cuatro meses, por mi culpa, por supuesto, pero ahora no podía alejarme
de ella. Si eso sucediera, sería terrible. La veo caminar delante de mí, y una ola de
deseo ondea a través de mi cuerpo. Era un hombre que rara vez reprimía mis
deseos, pero no había tenido sexo con Julia en más de un mes. Esto es grave,
aunque ella me quiere y me atormenta.
Tenía miedo de lastimar a nuestra hija. el medico Edgar había manifestado en la
última consulta, ante la insistencia de Julia en preguntar si podía continuar con su
vida sexual, que podíamos tener sexo sin riesgo para el bebé.
Sin embargo, me quedé atascado cada vez que lo intentamos, y fue en uno de esos intentos
que me di por vencido por completo. Sólo volvería al servicio activo y con fuerza tras la guardia.
Cuando recuerdo el último intento, me sonrojo por el cartón que podría hacer un
hombre de mi edad.
Se había emocionado como un toro rabioso al ver sus pechos mucho más
grandes y redondos. No pude resistirme y tomé un pezón en mi boca, comenzando
una succión larga y fuerte, y ahí fue cuando sucedió la mierda. Leche tibia y saludable
llenó mi boca y, por primera vez, abandoné a una mujer en la cama en medio de una
relación sexual. Corrí al baño como una mariquita hijo de puta!
¡Estoy avergonzado de mí mismo incluso ahora!

Vuelvo a la realidad cuando llegamos a la mesa.
- ¿Qué quieres beber? —pregunta el camarero, después de que nos hayamos
acomodado. Como estoy manejando y, por supuesto, Julia no puede beber alcohol,
pedimos agua. Poco después, regresa con nuestra comida. Llevé a Julia a ese
restaurante porque sirven el mejor salmón y sé que a ella le encanta. Durante la cena
hablamos de todo y de nada; nuestra relación estaba mejorando cada día. Pero debo
haber dejado que mi preocupación se mostrara.
- ¿Estás bien? – pregunta Julia cuando estoy en silencio por un rato.

tiempo.
- ¡Perfecto!
Quiero contarles sobre la apariencia de mi madre. No se lo había dicho, porque
estaba tratando de mantener a Julia fuera de problemas tanto como fuera posible. Su
presión arterial se había mantenido estable, y eso era perfecto, quería que siguiera así.
La pregunta de Julia terminó trayendo a mi madre a mi mente.
Honestamente, no sé por qué aparece ahora, debe haberme visto en la televisión.

¡Mierda! Necesitaba saber de ella, se sentía como si hubiera visto un espejismo ese
día.
Pero ahora tenía a mi lado a una mujer hermosa, que cada día me volvía más
loco, el embarazo la hacía cada vez más hermosa y radiante.
¡Estaba jodido! Cada segundo se enamoraba más.
Estamos en medio de una conversación sobre la música, que sonaba de fondo
en el restaurante, cuando siento una mano en mi muslo, deslizándose hacia mi atento
pene, que despierta a la vida en medio del restaurante. Miro a Julia y tiene la cara de
póquer más grande que he visto en mi vida.
Me estiro con mi propia mano y tomo la de ella, llevándola a mis labios.
"Creo que eres tan aburrido, Jason Lewis", se queja, sonriendo. ¡Quería jugar un
poco!
—Eso es jugar sucio, cariño —digo. "Quiero hacerte feliz y..."
Estaba a punto de decir que solo estábamos pasando tiempo juntos, para
distraernos de todo el alboroto y hacer una pareja normal, algo que no habíamos
hecho en una eternidad. De hecho, no recuerdo cuánto tiempo atrás salí con una
mujer solo para cenar y disfrutar de su compañía. Pero mi declaración es interrumpida
por una voz masculina:
“Julia, no podía creer que fueras tú.” Me giro para mirar y no
Le creo a mis ojos - ¿Cuánto tiempo, desapareciste, eh?
—¡Gayo! Me alegro de verte”, dice Julia, extendiendo su mano a modo de
saludo. Agarro su muñeca antes de que pueda, luego miro al hijo de puta junto a
nuestra mesa.
“Jason Lewis, el prometido de Julia.” Extiendo mi mano hacia él con una
expresión hostil. - ¿Y usted es? “No he sido sutil acerca de nada aquí.
— Caio Valente, gusto en conocerte — dice y agrega: — Conocí a Júlia en el

Dr. E d g a r. Desde entonces nos hemos hecho amigos. - ¡¿Qué?! ¡¿Amigos?!
"¿Cómo están Vivian y el pequeño Collin?" Estaba tensa y no me miraba. Dile

que le mandé un beso.
“Están bien, digo que sí. Encantado de verte, y que lo pases genial.
cena. Buenas noches”, dijo, me saludó con la cabeza y se fue.
'¡No vuelvas a hacer eso nunca más!' Julia habla en voz baja, su ira arde hacia
mí.
- ¿Hacer lo que? De vez en cuando veo a este imbécil dando vueltas a tu alrededor—
rociado.
“Tu rudeza no conoce límites.” Estaba enojado, apenas podía oírla. Tomo una
respiración profunda y controlo mi ira. ¡Semen! Ella nunca me dijo que se mantiene
en contacto con este tipo.
'¿Por qué nunca le dijiste que eras su amigo?'
“No vi la relevancia de traer ese hecho a discusión, Jason.
He sido amigo de Caio y Vivian desde que nos conocimos ", dice. "No les dije porque
no vi ninguna razón para hacerlo.
—Yo no comparto, Julia —le advierto—.
Me pregunto cuántas cosas más no ve la necesidad de decirme. Ella no
entendía mis celos, y yo tampoco. Solo quería mostrarle al mundo que ella me
pertenecía. Quería que todos vieran que yo era el único hombre en su vida.
¡Maldición! Me estaba portando peor que un adolescente.

catorce años.
Quiero irme a casa. Me saca de mis ensoñaciones. - Mío
apartamento, para ser exactos”, reitera.
Despertarme en mi departamento y sola en la cama se estaba volviendo

más raro cada día.
Me encantó salir a cenar anoche, excepto por todo el asunto de Gaius.
Honestamente, hay momentos en los que me gustaría patear la cabeza de Jason
con un palo. Había pedido venir a mi casa, odiaba estas escenas sin razón. Y
esa historia para compartir?! ¡Hombre loco!
¿Dónde te has visto alguna vez siendo tan desagradable, infantil?
Estaba organizando una boda sin que ella lo supiera durante un mes a
partir de ahora. Había contratado a un planificador de bodas, que estaba haciendo
todo por mí. Saulo había presentado los papeles de la boda, por supuesto que le
pedí que no lo dijera, y espero que no sea un soplón, pero creo que no dirá nada.
Quiere enmendar a Carla por haber dudado de mí, y por supuesto aproveché
esa culpa para hacerlo mi cómplice. Mis padres vendrán, ya que no he ido a
visitarlos estos meses. Espero que todo salga bien.
Sin embargo, seguí pensando en la madurez emocional de Jason. ¿Estaba
realmente listo para tener una esposa y una hija?
Hoy voy a Ma Belle. He estado yendo tres días a la semana y Melissa está
cada vez más ocupada, pero hoy voy a darle un empujón. Estoy saliendo del
auto, en el estacionamiento del centro comercial, cuando otro auto se detiene en
el espacio al lado y veo a una mujer salir. Camina hacia mí con determinación y
reconozco a Samara Reis; ella luce una gran barriga también. Se detiene frente
a mí y me mide de la cabeza a los pies, con una sonrisa poco cálida en los labios.
Me pregunto qué diablos quiere, pero no me toma mucho tiempo averiguarlo:
—Hola, Julia—saluda. “Quiero hablar contigo, sea bueno o no. Depende de

ti —dice, sorprendiéndome.
- ¿Qué es lo qué quieres? la miro No le tengo miedo, pero nunca se sabe.
“No tengo nada que hablar contigo.” Miro a mi alrededor, y el
pocas personas cercanas no prestan la más mínima atención.

- Tu error. Tengo una propuesta que hacerte", dice. "Tu novio está obstaculizando
nuestros planes y...
- ¿Nosotros? ¿Nosotros, quién? — mi curiosidad es mayor que mi prudencia y me
acerco a ella. Y no creo que acepte ninguna oferta tuya.
"Eso no importa, quiero saber si estás dispuesto a pagar por la información". -

¿Pagar? ¿Esta mujer no tiene límites?
"¿Por qué pagaría por algo, si sé que estás mintiendo?" a que informacion
¿referirse? ¿Tu mentira fuera de lugar? — replico.
“Debido a las acciones de tu novio, muchas personas resultaron perjudicadas”,
continúa. Ahora tendrá que pagar al menos una parte de eso.
"¿Por qué no busca legalmente sus derechos si cree que ha sido perjudicado de
alguna manera?" - Yo reclamo. “Lo cual me parece bastante extraño e improbable. No
entendí este invento tuyo, ¿sabes? ¿Por qué no me dices lo que realmente quieres?
La convenzo de tener una conversación civilizada y la llevo a un café dentro del

centro comercial. Ella termina diciendo algunas cosas, y me sorprende la magnitud de
todo.
"Entonces, ¿cómo te metiste en esto, Samara?" Pregunto.
— Bueno, no se suponía que fuera así, esta historia — dice — Soy la hermana de
Fernando Brás, él era el técnico encargado ese día que se hizo la inseminación, y nunca
fui paciente del hospital. . De hecho, mi hermano y yo planeamos todo esto. Más
Fernando, de hecho. ella dice. “Estaba casada, quería un hijo, pero mi esposo no. Dijo
que no era el momento para eso, que no estábamos en condiciones de tener un hijo, y
eso me dolía mucho. Un día hablé con mi hermano sobre mi deseo de tener un bebé. Me
pidió que me calmara, que todo saldría bien, que algún día tendría a mi hijo en brazos.
Pasaron unos días y vino a hablar conmigo, me dijo que tenía la solución perfecta para
hacer realidad mi sueño de tener el hijo que tanto deseaba. Dijo que tenía un nuevo
cliente en la clínica, un hombre rico, y que podía inseminarme con el semen de ese
cliente, y que cuando estuviera embarazada, podíamos exigir una pensión jugosa de por
vida. Que si el tipo pidiera una prueba de ADN, todo sería perfecto, el niño sería realmente
suyo y, por lo tanto, no tendría argumento ni otra salida que
asumir la responsabilidad Era nuestra oportunidad: yo de tener un hijo, él de ganar

un buen dinero.
Samara continúa con su relato: — Pero
todo salió mal ese día. Hubo tanta confusión que en la prisa mi hermano se
equivocó de tubo y las cosas del hombre rico fueron para ti. Solo se dio cuenta del
error cuando los médicos lo descubrieron poco después. No estoy seguro de lo que
pasó, tal vez los tubos de ensayo eran similares, y el nerviosismo por no ser
descubierto se interpuso, haciendo que las cosas no salieran como estaba previsto.
Todo lo que sé es que terminé inseminada con el esperma de un extraño y tú con lo
que se suponía que era mío. Cuando mi hermano se dio cuenta del error, discutimos,
mi esposo terminó por enterarse y me dejó. Y desde entonces, todo ha ido mal. Se
descubrió, en una investigación interna en la clínica, a través de cámaras de
seguridad y otras cosas que no estoy muy segura, que mi hermano tiene la culpa.
Intentaron silenciar el caso, despidiéndolo con causa, lo que provocó que aún
perdiera su registro en la junta de enfermeras. Ahora Fernando no puede conseguir
trabajo. Hace una pausa y me mira.
"¿Así que pensaste que hacer esto público era otra forma de ganar?" Pregunto.
— De hecho, ya no quería estar en esa situación — dice — Pero mi hermano

está desesperado.
“Él podría ser arrestado, lo sabes, ¿no? Y tú junto con él.
“Podría ser, pero él no se lo va a poner fácil a nadie.” Ella me mira. Por eso
estoy aquí, hablando contigo.
"¿Y qué tengo que ver yo con eso?" Cuestiono, porque no veo ninguna razón
para que me involucren en esta cosa sórdida.
— Al final fuiste tú quien se benefició, dice ella. Mientras estoy embarazada y
mi hermano desempleado.
“Están así porque lo buscaron. No tengo nada que ver con esta estafa.” La
rabia aparece en sus ojos.
"Queremos dinero para salir de esta ciudad y nunca tendrás que hacerlo.
saber de nosotros”, dice.
"¿Y crees que puedes quitármelo?" - por supuesto que sí, pero ella estaba mal
conmigo. '¿Por qué te pagaría?'
“Podemos decirle a tu pequeño novio que tú preparaste todo esto.” Ella sonríe.
"¿Qué pensaría él de todo esto, eh?"
No puedo creer que esta mujer sea tan amateur como para tratar de
chantajearme.
— Creo que me entendiste mal, no soy un 'rico'—
Enfatizo al rico, comenzando a levantarse, pero ella me agarra del brazo.
“Espera, puedes conseguir ese dinero”, dice, con los ojos muy abiertos, “te
doy una semana para que consigas un buen dinero”. Atrápalo, te estaré
observando.
"¿Ustedes no ganaron dinero vendiendo la historia a los medios?" —

Deben haber conseguido algo después de todo.
- ¡Pequeña cosa! Ella hace un gesto desdeñoso, y pienso para mí mismo
que la he escuchado demasiado.
Me levanto con dificultad, me dolía la espalda desde ayer. No un dolor
insoportable, sino esa cosa constante y molesta que lo molestaba. Miré a la
mujer frente a mí:
"Jason no se creerá ese cuento de viejas, así que será mejor que salgan
de él mientras no los arresten por extorsión", le digo y le doy las palabras.
espalda.
"¡Aún oirás hablar de mí!" Por
su puesto que lo hare; probablemente en la ficha policial. Que gente
corriente. ¿Cómo puede una persona pensar en algo así?
Sorpresa era realmente una palabra ligera para lo que estaba sintiendo. Todavía
no había considerado la idea de que podrían haber venido hasta aquí para
hacernos daño a mí oa mi hija. Si estaban tan desesperados como daban a
entender, mi hija también estaba en riesgo.
En lugar de ir a Ma Belle, vuelvo a mi coche. Cada vez era más difícil

conducir. Hablé con el Dr. Edgar y me dijo que incluso un choque menor puede
causar un desprendimiento de placenta o una ruptura de agua, y que no era
recomendable conducir después de ocho meses. Bueno, tomaría un taxi. Tenía
miedo de frenar bruscamente y golpearme la barriga con el volante. Ese era un
riesgo innecesario, y me encantaba que mi mezquina lo arriesgara.
Cambié de opinión camino al estacionamiento y decidí tomar un taxi; No

quería volver sola donde estaba mi coche. Ahora estoy empezando a temer y
me pregunto si el hermano loco no podría estar esperando el momento para atacar.
Le di al taxista la dirección de la empresa de Jason y saqué mi teléfono celular para

avisarle a Melissa que me había ido.
Llego al edificio de la empresa y me dirijo a la recepción. Pido hablar con Jason
y me muestran su habitación en el último piso. Cuando salgo del ascensor, veo a
Susan. Susan es una persona amable y terminamos llevándonos muy bien.
— Julia, qué honor tenerte aquí — se levanta y me saluda con dos besos en la
mejilla — Sr. Lewis está en una reunión. Si quieres, puedes esperar en su habitación.
¿Quieres alguna cosa? ¿Té?
Acepto y voy allí, espera. Deambulo por la habitación y, después de esperar un
rato, me siento en su silla detrás de su escritorio y veo una carpeta de documentos
en su escritorio. Mi curiosidad es mayor que mi prudencia y echo un vistazo.
Abro la carpeta y veo fotos de una anciana, no tan vieja, pero con facciones
bien acentuadas por el tiempo y el maltrato. Está un poco encorvada en las fotos, sin
embargo, puedes ver sus ojos gris claro. ¡Conozco esos ojos!
Hay un informe, pero justo cuando estoy empezando a leerlo, la puerta se abre y
aparece Jason. Se detiene en la entrada cuando me ve con la carpeta en la mano.
Oh, mierda! Pensarás que estoy husmeando. Me levanto y sonrío torpemente.
- ¡Oye!
Mira del maletín a mí y viceversa. Luego entra en la habitación,
cerrando la puerta detrás de él.
- Oye. ¿Que haces aquí? Toma mi mano y me tira contra él.
Debe estar sorprendido de estar aquí, ya que anoche fui una molestia para él debido
a sus tontos celos. Recibo un beso rápido en los labios y luego toma la carpeta y la
pone en el cajón de su escritorio.
- ¿Quién es esa? Pregunto, curiosa. Tengo una idea de quién es, pero quería
que te lo dijera.
“Mi madre.” Sorprendentemente, él no trata de ocultar el hecho.
— Pero quiero saber qué te trajo aquí — No me importa aplazar esta conversación,
sin embargo, el tema que me trae aquí es más importante, creo.
— Tuve una visita hoy — Iré al grano.
- ¿Visitar? ¿De quién? ¿Dónde? Su frente se arruga con preocupación.
“Samara Reis”, digo y lo veo abrir los ojos con asombro.
"¿Qué diablos te dijo ella?" ¿Estás bien? Preocupado, me lleva al sofá al otro
lado de la habitación y se sienta, colocándome en su regazo. Oh,
¡eso era bueno! Pongo mi cabeza en su ancho hombro, y él toma mis piernas
y las coloca en el sofá, haciéndome sentir más cómoda.
Le conté toda la loca historia que me había contado Samara.
No dejé de mencionar la parte en la que ella quería involucrarme, no quería
más desacuerdos entre nosotros.
“Buenos días, Susan”, le digo cuando entro en la oficina a las siete de la mañana.
Ya estaba en su escritorio, como si no hubiera ido a casa el día anterior. Casi nunca me
adelanté a ella en la empresa.
Me senté a la mesa y comencé a revisar algunos correos electrónicos y a
responder a otros. Media hora más tarde, Susan anunció que tenía una reunión y me
dio algunas citas para el día.
Suspiro y cojo el teléfono para pedirle a Susan que me avise cuando llegue Saulo.
No saber las noticias era agotador, y no quería que todo terminara en los periódicos,
como el caso de la inseminación. Mi sien palpita al comienzo de un posible dolor de
cabeza y recuerdo por qué estaba de mi humor hoy.
Dejar a Julia en casa ayer fue duro. Sabía imponerse cuando quería. Necesitaba
llamarla más tarde.
No pasó mucho tiempo, Saulo aparece con noticias.
— Amigo, recibí tu mensaje, no era necesario, ya venía a hablar contigo — dice.
"¿Tienes algo concreto para mí?" - pedir.

“Hombre, me debes una”, dice mientras se sienta frente a mí.
Me entrega una carpeta y dice: "Descubrí dónde está tu madre". Hay todo lo que
necesitas saber”, dice, señalando la carpeta.
Hay fotos de mi madre, y realmente muestran que no fue un espejismo ese día:
es realmente la mujer que había visto. Me salto las fotos, no tengo ganas de ver más.
Recibo un informe donde dice que vive en un albergue para personas sin hogar en un
barrio pobre. Siento que mi corazón se acelera. Verla así trae una extraña sensación a
mi pecho. Cierro la carpeta y la dejo sobre la mesa. Ahora mismo no quiero leer nada,
saber dónde está ya es un alivio.
“Por lo que pude averiguar, su padrastro ya no está con ella”, dice Saulo.
- ¿Usted habló con ella?

- No. Hablé con el administrador del refugio. Según él, ella llegó allí hace unos
dos años, sola. Pero no la querían allí porque era dependiente de químicos, pero
terminaron aceptándola, sino saldría a la calle.
¡Mierda! El hijo de puta debe haberla abandonado después de todo.

'¿Qué vas a hacer de ahora en adelante?' Saulo pregunta y no espera mi
respuesta. "Sabes, si yo fuera tú, trataría de perdonarte..."
"No tienes que encontrar nada, Saulo", interrumpo, frunciendo el ceño. “Cuando sea el
momento adecuado, actuaré.
No insiste y acaba preguntándome por otros asuntos pertinentes.
la empresa. Hablamos cuando me llamen a la reunión.
Cuando salgo de esa reunión, estoy aburrida y pienso en llamar a Julia y
averiguar cómo pasaron la noche ella y mi hermosa niña cargada. Sentirlo moverse es
extraordinario y fascinante. La primera vez que sentí sus movimientos, estaba como
un tonto enamorado y ebrio de amor por mi hija. No podía esperar a tenerla en mis
brazos. Me estoy riendo como un idiota cuando voy a mi oficina, y cuál es mi sorpresa
cuando Susan dice que tengo una visita inesperada aquí. Abro la puerta y veo a Julia
en mi escritorio, con la carpeta que olvidé tener en sus manos. ¡Inmundicia! ¿Qué está
haciendo revisando mis cosas?
"Hola", dice ella, roja.

Entro, cierro la puerta detrás de mí y me acerco a ella.
- Oye. ¿Que haces aquí? pregunto y la atraigo hacia mí para poder sentirla en
mis brazos, y la beso rápidamente en sus labios. Cojo la carpeta y la guardo en el
cajón. Veo esto después, sabiendo por qué tu visita es más importante.
- ¿Quién es esa? pregunta ella, curiosa.

“Mi madre.” No trato de ocultarlo. Quiero contarle todo, después de todo, seremos
marido y mujer. Pero quiero saber qué te trajo aquí.
Añado.
“Tuve una visita hoy”, dice ella, “¿Visita?
¿De quién? ¿Dónde? “Maldita sea, ¿quién te molestó? ¿No vio su condición?
¡Maldición! Lo más probable es que todavía fuera de la prensa, queriendo saber algo.
— Samara Reis — ¿Qué? ¿Qué carajo quiere esta chica sin cerebro?
"¿Qué diablos te dijo ella?" ¿Estás bien? Miro todo tu cuerpo y no veo nada raro.
La llevo al sofá y la pongo en mi regazo, y ella
contar lo que habia pasado. ¡Mierda santa!

Decir que estaba a punto de matar a alguien era quedarse corto. ¡Montón
de hijos de puta! Bueno, tenía que hacer algo con estos dos matones. Pero
primero tenía que cuidar a mi amor, que aun haciéndose el rudo temblaba en
mis brazos. Me encantaba cuando bajaba la guardia, como en ese momento, y
me dejaba cuidarla.
“¿Confías en mí, cariño? - pregunto en voz baja.- Confía en
yo para arreglar nuestra vida en mal estado?
"¿Si digo que sí?" ¿Que por más que no quiera, he llegado a confiar en ti
poco a poco? Sólo tengo un poco de miedo de que al final... No termina y me
mira. Sus ojos verdes son enormes y sinceros mientras beso sus párpados.
¡Semen! ¡Era un bastardo con suerte!
—Yo también confío en ti, cariño —susurro. — Lo siento ayer
por la noche, pero cuando pienso en otro hombre a tu lado, me vuelvo loco.
“Estás loco, Jason, ni siquiera necesitas ayuda con eso. Además de
bipolar, es neandertal”, dice riendo.
- ¡Nuestro! Realmente me amas —bromeo y trato de hacerla olvidar las
cosas malas que pasaron hoy. La beso mientras la acuesto en el sofá. Me
mantendré alejado de esas jugosas tetas, pero nombraré mi sofá, oh, lo haré...
capitulo 26
TENÍA UNA SONRISA EN LOS LABIOS AL VER A JULIA PONIENDO LOS

ACABADOS EN EL DORMITORIO DE NICOLE EN SU DEPARTAMENTO . Ríete,
porque esta habitación ciertamente no se usaría. El tiempo voló, y en pocos días
tendríamos a nuestra hija en brazos. Siento mi pecho hincharse de amor por ella.
“Dime, qué mujer embarazada está a punto de tener el bebé”, imploro.
— ¿Quién sigue haciendo estas acrobacias, como tú?
Una a la que le gusta hacer que la habitación de su hija sea perfecta. Me
saca la lengua infantilmente.
“¡Ay, ese lenguaje! Puedo hacer un uso adecuado de él. Miro el reloj.
y sigo: — ¿A qué hora llegará realmente tu madre?
Hoy conoceré a la madre de Julia. no tuve la oportunidad de conocer
Todavía ahí. Sin embargo, hoy vendrá y, según Julia, se quedará hasta que nazca su nieta.
Siento una alegría al saber que nuestra hija pronto vendrá al mundo.
Cinco semanas, para ser exactos, si todo va bien.
Julia ha sido una persona extraordinaria en mi vida. Al final, tendré que
agradecer a la clínica por unirnos. Nunca pensé que podría amar a una
persona, pensé que era inhumano en ese sentido. Mi arrogancia a menudo
camuflaba esta fragilidad emocional que era parte de mí. Hace unos meses, ni
siquiera hubiera pensado en esa palabra para describir una parte de mi
“fragilidad”. Pero tenía que venir una turronera y desconcertarme así y una hija
que ya estaba loca por ella sin conocerla.
“Llegará a las tres de la tarde. ¿Irás conmigo al aeropuerto? - Claro

que sí. Ven, te llevaré a almorzar.
“Entonces voy a buscar mi bolso.

—Tan dócil eres, dulzura —digo, riéndome de su aceptación inmediata. Ahora
tenía una debilidad: comía por dos.
Cuando nos sentamos a almorzar una hora más tarde, Julia estaba mordisqueando
la comida en su plato.
- ¿Estás bien? ¿Te moriste de hambre? Pregunto, sobresaltada.
Suele devorar todo, y rápido.
"Estoy preocupado por ti", dice.
- ¿Conmigo? ¿Pero por qué?
Ella está pensativa por un momento.
— Han pasado tres semanas desde que Saulo entregó ese expediente sobre tu
madre y tú simplemente ignoras ese hecho — dice, y yo me retiro automáticamente.
“¿Por qué pediste localizarla, de todos modos?
“Julia, este no es el momento para esto. No hablemos de eso ahora.
"¿Y cuándo será ese momento, Jason?" Por lo que leí en ese informe, está
enferma y tal vez vino a buscarte por alguna razón —dice, y sé que tiene una razón.
“Publicar cosas no cambiará nada. ¿Por qué no te das una oportunidad, Jason? Deja el
rencor de lado, este rencor y enfado que llevas puede afectar a nuestra hija, piénsalo.
Date una oportunidad, por favor, y lo más importante, dale una oportunidad a tu madre.
Te entiendo y no te quito la razón de sentirte así, de verdad que sí, pero ella es tu
familia.
Tomé una respiración profunda mientras tomaba un sorbo de mi bebida.
¿Y no lo sé? De todos modos, le había dicho que mi madre había aparecido, de
ahí mi razón para ir a ella y obtener ese informe. No había tenido el coraje de enfrentar
mi pasado y mi madre, pero sé que tengo que ir allí. ¿Pero como? No siento más que
arrepentimiento por esta mujer. Si hubiera sido otro momento en mi vida, ni siquiera
habría considerado buscarla. Crecer siendo maltratada por un hombre que no era mío
en absoluto y saber que a mi madre le importaba una mierda si estaba vivo o muerto,
no le importaba nada su único hijo, era repugnante. Sin embargo, tenía que reconocer
que estos últimos meses habían sido una lección para mí, como hombre y sobre todo
como ser humano. Fue en un momento de
adversidad que me pasó una de las mejores cosas, y ahora tenía una hermosa hija en
camino.
Dejando a un lado los pensamientos de mi madre, escucho sonar mi celular y veo
que es Raúl.
"¡Habla, Raúl!"
"Habla, hombre, tengo algo para ti y no sé si te gustará", dice.
él.
- ¿De que se trata? — estaba caliente con Samara y su hermano.
“No pude ubicarlos a los dos, pero tengo un tipo de policía vigilando todo lo
relacionado con este asunto”, continúa, “sin embargo, descubrí algo extraño. Tengo
una persona en el foro de justicia, y esta semana alguien decía ser su abogado y pedía
información sobre usted.
¡Mierda!
Cuando Samara Reis dijo que no se lo pondría fácil a nadie, realmente no estaba
bromeando; estaban bien escondidos. Tengo a Raúl detrás de estos dos sinvergüenzas,
sin encontrar ningún rastro de ellos. Hasta ahora. Si esto fue un movimiento de esos
dos...
En los días que siguieron a la visita de Samara a Julia, la cuidé más. No confiaba
en dejarla andando sin guardia de seguridad y siendo atacada por un loco.
¡Ahora esto! ¿Qué querían saber de mí?

- ¡Oye! ¿Qué descubrió Raúl? — Sé que Raúl probablemente encontró alguna

mala información en la cara de Jason. Salimos del restaurante hace media hora y
está extrañamente callado.
“Nada todavía”, dice sucintamente. Bien, sabía que Raúl descubrió algo. —No
te preocupes por eso, Julia.
Poco después maniobra el auto en el estacionamiento del aeropuerto, y luego
de estacionarlo, caminamos tranquilamente para esperar a mi madre. Llega veinte
minutos después. Viene a mi boda, que es dentro de una semana. Sonrío para mis
adentros, imaginando la cara de Jason cuando le digan que se va a casar, justo a
tiempo. El resto de mi familia vendrá el día anterior y se quedará en un hotel, pero
mi madre se quedará en mi apartamento. Quiero que ella esté aquí, conmigo.
Casarse nunca fue lo más importante para mí, pero como me dirijo hacia eso, no
está de más tener a tu familia junta.
Mi madre tiene cincuenta y tantos años, toda elegante y bonita, todavía. La

encuentro cerca de la puerta de llegadas y le doy un abrazo. Hace casi un año que
no nos vemos y todo es culpa mía, claro.
"Mamá, me alegro de que hayas venido", le digo felizmente.
“Déjame verte”, dice, alejándose y mirando mi barriga, que es enorme. - ¡Estás
linda! Ella acaricia mi vientre hinchado.
— ¡Ay, mamá! Vamos, quiero que conozcas a tu yerno, el futuro papá —digo
mientras la acerco a Jason. “Jay, esta es mi madre, Joane.
Mamá, este es Jason, lo presento.
“Encantado de conocerla, señora”, dice cortésmente, pero mi madre lo jala
en un abrazo. Veo tu asombro ante el espontáneo gesto de cariño de mi madre. ¡Oh
Dios mío! Ciertamente nunca recibió un abrazo de su propia madre. Siento una
opresión en mi pecho por él. Haré cualquier cosa para que perdone a su madre,
aunque no sé lo que ella quiere después de todo.
“Llámame Joane”, dice mi madre, sonriendo cálidamente.
Caminamos para recoger su equipaje.
capitulo 27
“ ESTÁS HERMOSA, QUERIDA ”, dice mamá, desde el sillón donde está

sentada, en el vestidor enorme donde estaba, en la prueba del vestido de novia.
Lo dejé para la última semana para que pudiera compartir este momento conmigo.
Además del hecho de que mi barriga todavía está creciendo. Ella y Carla, me refiero
a Carla, tenían la nariz en su teléfono celular, enviando mensajes de texto.
— ¿Carla? Yo lo llamo. "Ese novio tuyo no trabaja, ¿verdad?" — insinúo. Estos

dos son terribles. Parecen vivir en un estado de apareamiento completo, como ella
dice. Hoy era lunes, y Saulo siempre estaba trabajando...
Pero la aburre perfectamente. Jason y yo ya no teníamos una vida sexual

activa, debo señalar que no es mi culpa, él solo piensa que nos va a lastimar si
tratamos de hacer el amor. Por más que lo intento, se me escapa, aunque sea
nuestro deseo visceral, embriagador y palpitante. Mi deseo por él crece cada día
más, se siente como si hubieran lanzado un hechizo de amor entre nosotros.
Perderlo sería terrible para mí. Lo amo, aunque no se lo confesé, pero parece que
nos entendemos de una manera única y particular. A veces veo su mirada de afecto,
o incluso de amor, hacia mí, y me siento feliz de haber llegado tan lejos. Hace
meses éramos como el perro y el gato, y ¿dónde estamos ahora? Nos vamos a
casar en cinco días, y él es maravilloso conmigo. Aprendimos mucho en este viaje
y todavía necesitamos donar y aprender más. Cada día es un día de aprendizaje,
construcción y fortalecimiento de nuestra relación.
turbulento y lleno de controversias. Si todo va bien, después de que todo se resuelva

y sigamos juntos, no creo que nada nos separe.
“La tierra llamando a Julia”, escucho la voz de Carla. Cuando tiene mi atención,
continúa: “¿Crees que esto de la boda sorpresa funcionará? - ella ríe.
"Por supuesto que sí", le digo con firmeza. “¿Y ustedes qué opinan?” Hago una
pirueta para mostrar mi vestido de novia, hecho de encaje de Lyon, trenzado con un
fino hilo de seda, dándole un aspecto más delicado. El encaje tenía un diseño
intrincado, ornamental, delicado y suave al tacto. Opté por un crema tan pálido que
parecía blanco, con un solo hombro, ligeramente drapeado desde la cintura alta hasta
el suelo, con una pequeña cola perfecta para mi enorme barriga. Fue súper cómodo.
- ¿Quedó bien? Y cuelgue ese teléfono, después de todo, ustedes dos vinieron a dar
opiniones.
— Te ves hermosa, Julia, eres la novia menos estresada que conozco — tira su
celular en su cartera y escucho sonar un mensaje. Pobre Saúl.
- Esta perfecto.
Después del retoque final del vestido, que se hará el día antes de la boda por
razones obvias, será enviado al SPA donde tendré mi merecido día de novia, donde
me vestiré sin que Jason lo sepa. Soy tan bipolar como Jason. Montar esta boda
sorpresa es para locos, pero ¿quién dijo que no puede ser perfecto? Me sorprendió
siendo romántico, llevándome a Italia, y no sólo eso: había dejado de decir que quería
a mi hija y parecía seguro que estaríamos bien juntos. Eso, por supuesto, era mejor
que pelear en la corte, así que bien podría hacer eso por él. Quería demostrarme a
mí mismo que confiaba mucho en él y dar un paso en esa dirección. Casarme con él
sería mi entrega total de confianza, y sabía que había sido difícil hasta ahora. La
razón por la que tomó tanto tiempo la generó él mismo, cuando me pidió que sacara
a mi bebé. Me había desgarrado por dentro, y temía que fuera un hombre frío y
calculador, al punto de no respetar ni siquiera una nueva vida. Sin embargo, estaba
cambiando día a día, así que ¿por qué no podía ceder un poco? Esta era una calle
de doble sentido.
Siento una patada en el estómago y gimo mientras bajo del pequeño estrado
donde me estaba probando el vestido. Llevo mi mano al lugar de la punzada y la
masajeo. ¡Esta niña iba a ser terrible!
Los tres salimos a almorzar con la organizadora de bodas. De vuelta en el

restaurante, mi madre pregunta por la familia de Jason, mientras esperamos a Elisa,
y yo no hablo, porque a él no le gustará que hable de su madre.
"¿No conociste a sus padres?" insiste, “Mami, no

importa tanto”, le digo. “Ni siquiera sabe quién es su padre biológico. Suena
mi teléfono celular, lo que indica que he recibido un mensaje. Lo abro pensando
que es Jason o Melissa, que últimamente han estado muy ocupados con Ma Belle,
pero no reconozco el número. El mensaje dice:
Tengo información valiosa que te interesará.
Además de ser un número desconocido, no había identificación del

remitente del mensaje ¡Extraño!
“¿Qué pasa, hija? pregunta mi madre. Estoy rígido en mi lugar, mi cabeza
acelera a una milla por minuto. ¿Que información? ¿Era esto una broma, un truco
de alguien?
Les muestro a mi mamá ya Carla; Miro alrededor del restaurante, buscando lo
que no sé. Ahora tenía un conductor, y él también se ocupó de mi seguridad. Lo
busco y lo veo en una mesa un poco alejada de la nuestra. Siento un cierto alivio
de tenerlo allí.
"¿Tienes alguna idea de quién podría haber enviado esto?" — pregunta Carla
— Solo puedo pensar en una persona, porque no tengo un enemigo — digo.
'Pero no quiero preocuparme por eso ahora, tengo menos de una semana para
arreglar un matrimonio.'
Un poco más tarde aparece Elisa y empezamos a trabajar en los últimos
detalles de la ceremonia. Como no podemos invitar a muchas personas, Saulo solo
invitará a algunos directores de la empresa para ir a la recepción en un hotel, en la
ceremonia solo estarán los amigos más cercanos, que en este caso serán los
padrinos, además de Selma. y Catarina.
"Así que quiero que seas mi padrino", dice Saulo, poniendo su cerveza sobre la
mesa. Estamos en un bar este lunes por la noche y debe haber bebido mucha cerveza y
no me di cuenta porque no está diciendo nada correcto aquí.
— Déjame aclarar esto: ¿estás planeando una boda sorpresa para Carla? ¿Y
quieres que Julia y yo seamos tus padrinos?
- Exactamente. Quiero algo romántico, ya sabes —dice, y estoy confundida. Por
¿Qué diablos escondes tu propia boda de la novia? Ella lo odiará.
—Saul, eso no te queda bien, hombre —sonrío—. “Carla te odiará. Todas las mujeres
quieren que el día de su boda esté completamente organizado, y tiene todos esos rituales
que les parecen lindos, créanme.
- Dijo el sabelotodo, que no pudo convencer a su propia novia de

casarse - se echa a reír. ¡Estúpido!
—Eso será cuestión de tiempo —digo, y ni siquiera yo me lo creo.
“Si estás diciendo…” Levanta las cejas.
— Te lo digo: nunca, en mis treinta y cinco años, había hecho tantas cosas de
chicas, como últimamente, para complacer a Julia. Eso era cierto, me estoy volviendo un
verdadero marica.
Saúl se ríe a carcajadas. Él era otro que no me debía nada cuando se trataba de
mariquita con mujeres. Después de unas cuantas cervezas más y algún hombre habla
para que volvamos al estado de macho alfa, nos despedimos y cada uno toma un taxi:
demasiado alcohol en el sistema.
Cuando llego a casa, Selma viene a mi encuentro, nerviosa.
— ¡Hijo mío, me alegro de que estés aquí! exclama.
"¿Sigues despierta, Selma?" ¿Qué sucedió? Estoy inmediatamente preocupado. -
¿Estás bien?
- Sí.
- ¿Dime lo que sucedió? Pregunto mientras la guío a un asiento.
“Bueno, hoy recibí una llamada telefónica muy rara, hijo”, dice, retorciéndose las
manos en el regazo.
- Derecha. ¿Y qué dijiste para ponerte así, Selma? Estoy preocupado

por ella. Hago una nota mental para acordarme de contratar a alguien más
para pasar el día con ella. Sé que ella no me dejará pronto.
“Primero, ni siquiera me dejó identificarme, de inmediato dijo que si no

pagabas el precio, te arrepentirías”. Ella me frunce el ceño. — No entendí
nada, hijo mío, pero luego estaba muy preocupada por ti.
¡Qué carajo!
¿Quién dejaría un mensaje así? ¿Qué te arrepentirías?
"¿Puedes decir si era un hombre o una mujer?" — Pienso en Samara y
su amenaza a Julia, de que iba a saber de ti.
— Oh, hijo mío, se veía muy raro, no podía decir— ella
remordimientos. “Desearía poder ayudar, pero esa anciana ya no puede ser tan útil.
“No pasará nada, Selma, cálmate.” La obligo a ponerse de pie. “Vete a
dormir y deja de pensar tonterías. Ella va a su habitación y agarro mi teléfono
celular.
“Raul, necesito que averigües qué traman esos dos sinvergüenzas.
“Alguien llamó a casa hoy e hizo algún tipo de amenaza que asustó
muchísimo a Selma.
"¿Crees que podrían ser ellos?" pregunta Raúl. "¿Esa mujer tendrá su
bebé en estos días y todavía tendrá tiempo para hacer que la vida de otras
personas sea un infierno?" “Bueno, lo que importa es que ella no amenace a
mi hija. - le digo, enojada - Nunca imaginé que tomaría este camino.
Ponga más hombres buscándolos, no confío en la gente codiciosa y corrupta.-
Está para verificar el origen de la llamada, pero sabía que esto no podía ir a
ninguna parte. Luego de colgar, decido hablar con Julia, había pasado el día
prácticamente sin hablar con ella.
“Hola, Jay.” Su voz suave respondió al primer timbre, parece que mi

amorcito la estaba extrañando. Esbozo una sonrisa.
"¿Eso me estaba extrañando, cariño?" Respondiendo inmediatamente?
— Me burlo de ella — ¿Cómo son las mujeres de mi vida? Mi hija debe estar
extrañando a su papá.
“Estamos bien, sí.
- ¿Está seguro? ¿Fueron bien las compras con tu madre y Carla? Dejo
mi teléfono celular en altavoz en el mostrador del baño y empiezo a
quitarme la ropa.
“Pasó algo que quería contarte. "Recibí un mensaje hoy", dice, y estoy
inmediatamente alerta.
- ¿Qué?
“ Decía: 'Tengo información valiosa que te interesará' ”, dice, y siento que mi
mandíbula se tensa. ¡Mierda! Definitivamente es la misma persona que habló con Selma.
"Si enviaste un SMS, tienes el número, ¿no?" Ella dice y yo tomo notas.
Enviaré a Raúl a revisar y ver de dónde viene el número.
"¿Estás de acuerdo con eso? ¿Quieres que vaya allí y me quede contigo?
"Estoy bien, solo quería decirte", dice, se aclara la garganta y
se queja: — Quiero preguntarte algo.
— ¡Pregunta, querido!
—Nossa, você fica tão bonitinho, carinhoso — ela ri, e vejo que estou virando um
pamonha de verdade.— Quero que você me leve onde sua mãe vive — dispara essas
palavras, e sinto um peso no meu peito, parece uma tonelada de Plomo. Podría hacer
muchas cosas para complacerla, sin embargo, no puedo.
"Lo siento, cariño, pero no puedo hacer eso por ti", le digo con pesar. “Hágalo usted
mismo, J, por favor”, dice ella.
Ya veremos eso, Julia. digo a regañadientes. todavía no estoy listo y

Ni siquiera sé si alguna vez lo seré.
- ¡Vaya! El próximo lunes tendré mi última cita con el Dr.

Edgar—ella cambia de tema, lo cual me parece genial.
"Por supuesto que iré contigo", le digo. He estado yendo a todas las citas, después
del fiasco del comienzo de tu embarazo. Después de despedirnos, cuelgo y voy a darme
una ducha.
Decir que el resto de la semana fue agitado era quedarse corto. Mi madre
estaba con la organizadora, poniendo todo en orden para que quedara perfecto.
El jueves, dos días antes de la ceremonia, me desperté con manos recorriendo

mi cuerpo y labios deslizándose por mi rostro. Me relajo cuando huelo su aroma
embriagador. ¡Ah no! No empezaría algo que no terminaría, ¿verdad?
—Hmm, Jason —murmuro adormilada—, eres un torturador, lo sabes, ¿verdad?

Empieza algo que no terminará.
“Dios, cariño. Te veías tan hermosa durmiendo que no pude resistirme. Tomo
su cabello y acerco su rostro al mío. Nos quedamos así por un momento, solo
mirándonos a los ojos. La necesidad crepitaba entre nosotros, se sentía como si una
burbuja nos hubiera envuelto, y éramos solo nosotros. Mi cuerpo estaba en alerta
máxima, todos los sentidos intensificados, esperando y deseando su toque. “Cada día
estás más hermosa, mi dulzura.
Cierro los ojos mientras él baja su boca hacia la mía, deseando mucho más que
meros besos. ¡Lo quiero todo de él: su cuerpo, su fuerza, su alma, su amor! Quiero
que me abra su corazón; entrégate a nuestro amor, porque yo estaba perdido. Saco
su camisa de sus pantalones y deslizo mi mano por su estómago plano mientras
profundizamos el beso.
Tan pronto como comienza el beso, Jason se aleja. Tu aliento jadeante y

roto. Estaba a punto de rogar, pero él me interrumpe.
“Cariño, hoy tenemos una misión”, dice y su rostro se pone serio. “Quiero que
me acompañes al refugio. - ¿Qué? Wow, eso fue más rápido de lo que pensaba.
"¿Quieres ir a ver a tu madre?" Tengo que preguntar, porque esto es increíble.

¿Y nuestra boda será pasado mañana? ¡Oh mi! ¿Puede ser que pasen
demasiadas cosas en tan poco tiempo?
CAPÍTULO 28
- ¿ESTÁS SEGURO DE ESO? — Escucho la voz de Julia mientras conduzco

hacia las afueras de la ciudad, donde se encuentra el albergue de mi madre. Espero
no arrepentirme de ir a verla, pienso para mis adentros. Tomar esa decisión había
sido difícil.
“Por supuesto, Julia, pero todavía no estoy tan seguro de lo que encontraré. —
Yo digo — Y cómo me voy a comportar.
“Te lo dije, da lo mejor de ti, Jason. - ella dice.
Estaciono el auto frente a una casa vieja y bien cuidada, a pesar del lugar
donde se encuentra. La dirección que me había dado Saulo estaba en un barrio
muy pobre. Me bajo y doy la vuelta para abrirle la puerta a Julia.
- ¿Listo? Julia sonríe y yo me siento más segura. Mierda, eso apesta, odio
sentirme débil.
-No. digo sinceramente.
Nos dieron una pequeña bienvenida al entrar a la casa y nos
recibido por una chica que nos lleva a conocer al director del lugar.
Nos llevan a una habitación donde nos recibirá el responsable de la ONG.
Siento mi corazón bombear en mi pecho, y siento como si las paredes se estuvieran
cerrando a mi alrededor; mi boca está malditamente seca. Sostengo la mano de
Julia con tanta fuerza que debe estar doliendo.
- ¡Vaya! ¿Usted debe ser el Sr. Lewis? dice un caballero de aspecto austero,
mientras la recepcionista nos hace pasar a la habitación. - Siéntate. — invita — Soy
Antônio Rangel.
— Sí, hablé contigo ayer, arreglando esta visita. — Digo — Esa es mi
prometida, Julia — Me presento mientras Julia extiende su mano en
saludo.
"Bueno, ¿dijiste que era el hijo?" dice mientras se sienta en su silla detrás de la
mesa. Asiento con la cabeza y continúa: “Janet ha sido nuestra invitada durante un
par de años. Nunca le preguntamos si tiene familiares, porque rara vez habla, saca
un formulario que se parece a esos registros médicos. “Aunque tenemos un psicólogo,
que se ofrece como voluntario para la casa de transición. Aun así, nunca menciona a
la familia o incluso a un pariente.
Él dice que ella es drogadicta, cosa que él ya sabía, por supuesto,

pero escucho de todos modos.
Lo escucho hablar y hablar de la ONG... Por unos instantes, me sumerjo en
conjeturas sobre cómo le va. Me lleva la impaciencia. Odio que la gente se detenga y
no vaya directo al grano.
“Pues aquí hacemos lo que podemos, que no tenemos
recurso...
"Está bien, ¿cuándo vamos a ver a la señora Lewis?" – pregunta Julia, debe
haber notado mi impaciencia.
“Sí, por supuesto, cuando quieras. - se levanta y nos lleva a una sala más
grande, donde hay algunas personas en diversas actividades.
Rápidamente escaneo y lo encuentro en una esquina.
Me doy cuenta de que estoy paralizado. No quiero ir allí y hablar con ella. Tengo
la compulsión de darme la vuelta y salir de allí lo más rápido posible, pero la mano de
Julia está en la mía y no puedo dar un paso. No creo que esté listo para eso. Lo
negué, lo odié y lo ignoré durante tanto tiempo que ahora no siento absolutamente
nada más que indiferencia.
— Bueno, a nuestros internos los mantenemos con ocupaciones para alejarlos
de las tentaciones y, además, es una forma de reintegrarlos a la sociedad con el
trabajo... con el reciclaje. “Sin embargo, tenemos pocos recursos para mantenerlos
aquí.
Salgo de mi estasis cuando Julia me jala hacia la anciana en la esquina, donde

pinta diseños estampados en latas forradas de tela.
— Janet? Tienes un visitante. - Dice Rangel y levanta la cabeza de donde estaba

absorta en el trabajo artesanal, y al notar mi presencia, se congela como lo había
hecho un momento antes.
"Hijo..." un susurro sobresaltado sale de sus labios. ¡Semen! Odio que me

llame así. Y me doy cuenta de que aún no estoy listo para tener una conversación
con ella. Algo me impedía incluso mirarla directamente. Miro a Julia y digo: —
Todavía no puedo hacer eso, lo siento. Salgo tirando de la mano de Julia. ¡Joder,
soy un jodido debilucho! No miro hacia atrás para ver la probable cara de
asombro del Sr. Rangel.
- ¡Oye! — Julia llama, y recuerdo que iba despacio, por su culpa.

¡Mierda! - ¿Qué sucedió?
No contesto hasta que llegamos al coche. Le abro la puerta a Julia, le
abrocho el cinturón de seguridad, doy la vuelta al coche y me siento en el asiento
del conductor.
"Lo siento cariño. - Yo hablo. Estoy un poco avergonzado de mi debilidad.
“Pensé que podía hacer esto. Apoyo la cabeza contra el respaldo del asiento y
cierro los ojos por un momento.
Siento sus dedos en mi pelo y suspiro profundamente. Me atrae y besa mis
labios con amor. Le devuelvo el beso, porque soy incapaz de negarme a sus
besos. Cuando rompemos el beso, me mira profundamente: “No hay problema,
Jason. Puedes volver cuando estés listo. —
murmuró.
“Me temo que nunca estaré lista. digo honestamente.

“Está bien, lo importante es que lo estás intentando. - Ella apoya su cabeza
en mi hombro - Y estaré aquí cuando me necesites. Traerme aquí contigo hoy
fue muy importante para mí.
"Gracias, dulzura. Si no fuera por ti, nunca estaría aquí. Puedes estar
seguro de eso. Digo, y es verdad. Sus palabras del otro día habían calado
profundamente en mi decisión. Pero ahora corría como un niño de cinco años, y
tal vez lo estaba.
Siento que Jason no se haya quedado a hablar con su madre. Lo encontré

tan triste. Tal vez porque tenía a mi madre conmigo, pensé de esa manera. Tan
mala como ella había sido con él en el pasado, ahora él era un
adulto, tendría que dejar atrás el pasado. Puede que esté siendo frívolo
acerca de sus sentimientos, o creo que no tiene motivos para actuar
como lo hizo hace un momento, alejándose y perdiendo la oportunidad
de al menos hablar. Debo ser un idiota. ¿Qué sé sobre el rechazo?
Cualquier cosa. Fui criada con mucho amor y cariño por mis padres, no sé el
sentimiento de que uno de ellos me rechace y no se preocupe por mí. Y no debería
estar juzgándote en este momento.
Lo veo conducir y me lleva de vuelta a mi apartamento. Para distraerme,
enciendo la radio del auto, busco una estación y me detengo cuando escucho:
Everybory Hurts -REM
Porque a todos les duele

(Porque a todos les duele)
Toma consuelo en tus
amigos
Todos Duelen
(Todos Sufren)
No tires las manos, oh no
(¡No te rindas, oh no!)
No tires las manos
(Não se resigne)
Si sientes que estás solo
no , no, no , no estás solo
Mientras la música sigue sonando, estiro la mano y la apoyo en

su muslo. Quiero que él capte el mensaje. Ahora tenía dos mujeres
con él, y estamos aquí para quedarnos.
En lugar de llevarme a mi departamento, como pensé que haría,
fuimos al suyo y pasamos la tarde encerrados en su suite. Needy Jason
fue algo hermoso de ver, muestra que es más humano de lo que parece.
Bueno, ahora tenía que pensar en nuestra boda, que sería en menos de
cuarenta y ocho horas. ¡Sentí mariposas en el estómago! Estaba en la cama
con él, durmiendo a mi lado, cuando recuerdo algo. Oh, mierda! me levanto y
después de ponerme una bata, voy a mi bolso, que está desplomado en un sillón.
Saco mi celular y llamo a Elisa. Mientras suena, salgo al porche.
— Julia, me alegro de que hayas llamado, estaba por llamarte… — Habla

de lo que quiere hacer en la iglesia, y luego acordamos algunos detalles que cree
pertinentes. "Entonces, ¿cuál es el motivo de tu llamada?"
Necesito un anillo de hombre. - digo - quiero algo bonito y
discreto, muy masculino. Y si hay tiempo, quiero una inscripción en él.
“Solo hay un problema… necesitamos el tamaño. — Ella se ríe — Pero si se
hace grande o pequeño, lo tendrás que ajustar más tarde, ¿no? “Te llamaré más
tarde con esa información. Digo y me despido de ella.
CAPÍTULO 29
¡HOY ME CONVERTIRÉ EN MISTRESS LEWIS!

Hoy estaré dando un paso muy importante en mi vida y en la vida de mi
hija. Soy un manojo de nervios. Sin embargo, sé que no estoy solo en esto,
tengo a mi familia ya mi mejor amigo siempre a mi lado, apoyando esta locura
que inventé. ¡Maldición! Mi vida cambiaría de ahora en adelante, sin embargo,
no me arrepiento de haber tomado ese camino. No soy una mujer para huir de
un desafío.
Solo espero que vaya a su propia boda. La mentira de Saulo, diciendo
que se iba a casar, estaba funcionando bien. El sábado amaneció soleado,
perfecto para una boda. Salgo temprano con Carla y mamá para el SPA,
pasaremos todo el día allí y, por supuesto, Saulo se encargaría de llevar a
nuestro desprevenido prometido a la pequeña iglesia.
Mi padre y mi hermano habían llegado el día anterior y estaban en un

hotel. Cenamos juntos anoche. No había considerado dejar que Jason los
conociera antes de la ceremonia, él no había considerado la posibilidad de que
nos casáramos y quería que fuera una verdadera sorpresa.
Mi padre tenía sesenta y tantos años, todavía muy guapo y encantador;
era alto y atlético para su edad. Mi hermano, César, tenía veinte años y todavía
era un idiota. Había dejado a los miembros de mi familia porque quería ganar
en la vida por méritos propios, pero los extrañaba mucho. Solo que, aquí y
ahora, era mi vida. Y no pasó mucho tiempo antes de que tuviera mi familia,
para tener todo lo que una persona normal podría desear.
Como no íbamos a salir de luna de miel, había reservado la suite nupcial en el

hotel, donde sería la recepción, para el fin de semana.
La boda sería a las cuatro de la tarde, después de todos los rituales en el
SPA, como el masaje que le encantaba, por estar un poco hinchada, y aliviar un
poco el dolor de espalda. De acuerdo con el médico. Edgar, los dolores eran
normales. Me encantó todo, y cuando estuve lista, me subí al auto para ir a la
iglesia, que había sido preparada por Elisa. Sabía que no habría mucha gente, solo
algunos de los empleados de Jason estarían en la recepción, sin embargo, había
invitado a Catarina, Selma, Vivian, Caio, Melissa y Sylvia, mi abogada, además de
Carla y Saulo, que estarían ser nuestros padrinos. Me sentí nervioso. Ahora que
todo estaba por suceder, no sé cuál será la reacción de Jason ante esta pequeña
sorpresa mía. Puede ser bueno o malo, no lo sé.
Mientras mi padre me acompañaba por el pasillo, me estaba esperando fuera de la iglesia.
Quería echar un vistazo por dentro, no haber visto cómo había quedado, a pesar
de la foto que me había mandado Elisa. El arreglo fue sencillo, una alfombra roja y
arreglos de capullos de rosas blancas y rojas. En cuanto a mi ramo, nada más que
una rosa roja de tallo largo, contrastando con mi vestido casi blanco. No quería
nada voluminoso, me bastaba con mi barriga, que cada día se hacía más grande.
Mi cabello estaba medio recogido y ondulado, adornado con una tiara de cuentas,
ya que no llevaba velo. En general, fue lo más simple posible y me gustaron las
cosas de esa manera.
Veo a mi papá caminar hacia el auto donde mamá, Carla y yo esperábamos.
Elisa daría la señal para entrar. Me dolía el estómago por la ansiedad.
— ¿Lista, novia? - dice Carla sonriendo - Sr. ogro tendrá un

ataque cardíaco. ¡Quiero ver esto de cerca! Ella se ríe aún más.
—Eres mala, doña Carla —digo, forzando una sonrisa tensa—.
Recuerdo que mi padre aún no conoce formalmente a Jason. ¡Oh demonios!

¿Por qué lo inventé de esta manera? Bien podría haberlo hecho normal, como lo
hace la gente normal. ¿Por qué tuve que hacer las cosas complicadas? ¡Ese fui yo!
¡La mujer que quería que todo fuera simple estaba haciendo algo tan simple
de la manera más difícil! Todo lo que tenía que hacer era decirle "sí" a Jason estos
últimos meses y todo habría sido bastante fácil.
Elisa aparece frente a la iglesia y camina hacia el auto.
- Todo cierto. — dice, cuando se acerca — ¿Listo? El novio ni siquiera está nervioso.
- ella ríe. "¿Conseguiste el anillo a tiempo?" Pregunto.
- Sí. Todo cierto. ¿Lo haremos?

Saúl era un burro, en realidad. ¿Dónde te has visto teniendo una boda sorpresa?
¡Pobre Carla, no tendría ni vestido de novia! Menos mal que Júlia la llevó a un SPA y
allí estuvieron todo el día.
Saulo había aparecido todo sonrisas cuando estaba planeando un sábado con
la madre de Julia. Ya ni siquiera recordaba ninguna boda. Habiendo pasado toda la
semana trabajando, no había perdido ni un día para darle a la madre de Julia la
atención que se merecía, ya que algún día se casaría con su hija.
¡Había dejado de insistir en casarse con Julia, maldita testaruda! Pensar en Julia me
recuerda cómo dormí lejos de ella toda la semana. Me estaba matando, para decirte
la verdad, la extrañaba mucho.
— Amigo, te dije que me casaba este sábado — chilla Saulo indignado cuando
le digo lo que tenía planeado. “Y, como un buen amigo, mandé hacer un traje especial
para mi padrino favorito.
— Saulo, esto no va a funcionar, mejor haz lo que dice el disfraz — le advierto.
Estoy tirado en el balcón de mi apartamento, donde desayuné.
"Y Julia, ¿aún no te has decidido a sacarte de tu miseria?" Se ríe, burlonamente.

“Esa mujer sabia. Casarse con un tipo como tú, amigo mío, requiere mucho coraje.
Con esa fea cara, solo siendo un favor a la humanidad.
"Ja... Ja... Ja..." Simulo una risa incómoda.
"Hablando de eso, ¿dónde está tu libreta de nombres?" — sí, tengo un libro de
nombres, pero hace tiempo que no lo uso. La verdad sea dicha: ya ni siquiera lo
recordaba. Mi dulzura ha ocupado todos mis pensamientos.
— ¿Qué cuaderno? — Actúo ignorante.

- ¡Córrete! ¡Increíble! Realmente ha cambiado, ¡quién lo hubiera pensado! - Frunce
el ceño - ¿Ahora podemos ir a mi tratamiento de belleza? Después de todo, solo me
casaré una vez.
- ¿Tratamiento de belleza? Ah, Saúl, no sabía que eras ese tipo de hombre. —
burla — ¿O debería decir mujercita?
- Al diablo esto. Parecía enojado cuando me reí "Vamos, nosotros también

tenemos un traje". Y tú que hoy serás la mujercita. dice enigmáticamente.
- ¿Campo?
- Cualquier cosa. Hoy hay depilación en nuestro momento VIP. - dice.
"Todavía no he llegado a su nivel, Sr. Calvet. Me
pongo unos vaqueros y una camiseta de punto y agarro las llaves del coche. Me
dirijo a la cocina, donde Selma tiene una sonrisa extraña, tan amplia que parece haber
visto un pajarito verde.
"Selma, me voy, estaré fuera todo el día, no sé a qué hora volveré y..."
— El chico Saulo me invitó a su boda, espero

no te molestes. - Ella interrumpe.
“Por supuesto que no, Selma,” digo, besando su frente. "Deja eso, ve a cuidarte
y ponte guapa". Enviaré un taxi para que te recoja, ¿de acuerdo? No quiero que
camines solo.
¡Semen! Me preocupaba más por Selma que por mi madre. Eso fue una mierda.
Encuentro a Saulo impaciente, esperando en la sala

— ¿Sabes qué hora es? implica, señalando su reloj.
Antes de comprar el traje, pasamos por el salón al que siempre va.
Lo cual creo que es innecesario, pero él es el novio, ¿no?
"Es como si yo fuera el novio, para el tratamiento VIP", me quejé por el trato
demasiado entusiasta que me dieron. "Parece que me voy a casar", le digo a Saulo, al
salir del pasillo.
Después de que nos vestimos para la ceremonia, invito a Saúl a tomar una copa
en la despedida de soltero, ya que no tenía ninguna.
— Por sus últimos minutos de soltería — digo y brindo. - Ahora
falta poco. Y pensé que me casaría primero que tú. - Yo sonrío.
"No olvides que tú serás el próximo y, además, serás papá". — Su teléfono suena
y se disculpa para contestar. Extraño, siempre responde delante de mí.
—Ay, Elisa.
Lo escucho hablar. ¿Quién es Elisa? ¿Está teniendo un amorío? Está jodido si
Carla sueña, como está loca, castra a mi amiga. Me río al pensar en el gran abogado
castrado cuando regrese.
— Está pronto?
"Deberías preguntarte, ya que eres tú quien va a

horca — burla. "Hablando de eso, ¿quién es Elisa?"
- ¡Vaya! Ella es la organizadora de bodas. Mira hacia otro lado y da un
media sonrisa.
Llegamos a la iglesia quince minutos antes de las cuatro. Estoy pensando en
llamar a Julia. No hablé con ella en todo el día, era extraño e inquietante. A esta
Elisa la conozco, y parece una teniente de cuartel dictando órdenes. ¡Es un huracán!
Debería contratarla y tomarme unas largas vacaciones.
¡¿Qué diablos hace ese tipo aquí?! El amiguito de Julia, Caio, no sé cuántos.
Tiene una niña y un cochecito de bebé. Me dirijo a Saúl.
- ¿Conoces a este tipo? ¿Qué está haciendo él aquí, en tu boda? Señalo la

pequeña mierda. No compro a este tipo.
- Yo no. Pensé que era tu amigo. "Está bromeando, ¿no?"
"¿Estamos listos, caballeros?" Elisa apunta sus ojos hacia mí en lugar del
novio. Estoy a punto de decir que Saulo es el novio cuando suena su celular y esta
vez no se mueve para atenderlo.
- Hola. No puedo hablar ahora. - Frunce el ceño, preocupado, mientras escucha
y luego me mira - ¿Estás seguro de eso? ESTÁ BIEN. - Cuelga. - ¿Algún problema?
“Nada que no se pueda arreglar”, dice. — Esta semana fue muy tranquila. - Se
queja.
"Habla, Saulo, me estás preocupando".
“Ahora no es el momento de hablar de eso, céntrate en la boda”, dice.
Lo veo silenciar su celular. “Solo algo que descubrió Raúl.
"¿Y por qué no me llamó?" Estoy esperando su respuesta sobre ese asunto.
“Él consiguió algo. Dijo que llamaron a la compañía porque probablemente no

pudieron obtener su teléfono celular. Te dejaron otro mensaje: quieren dinero a
cambio de su silencio o tu esposa se enterará del proceso de custodia que iniciaste.
¡Qué carajo!
"¿Cómo diablos se enteraron de esto?" — entonces recordé que fueron al foro
a pedir información sobre mí. Montón de hijos de puta, chantajistas. Si Julia se
enterara de esto, no sé cuál sería su reacción.
Podría arruinar todo lo que habíamos construido en términos de confianza. No podía dejar
que eso sucediera. ¡Mierda!
— ¿Dejaron algún contacto? “Estoy más que emocionado en este momento.
“Déjalo solo por ahora, Jason. -dice Saúl - Ahora tienes
una boda a punto de comenzar.
Elisa, que se había ido, volvió con la madre de Julia, que se sentaba al frente, y noté
algo extraño.
— Saulo, ¿dónde están tus padres, que no están aquí? — Por primera vez veo rojo a
Saulo.
“Están de viaje”, dice simplemente.
— Sí, tus padres tienen muchas ganas de que te cases y viajan en
¿su casamiento? “Esto se está volviendo cada vez más extraño.
Me doy cuenta por primera vez a mi alrededor. La iglesia fue decorada con flores
blancas y rojas, alfombra roja y candelabros en una luz tenue, dando un toque de misterio al
lugar.
Había un coro y un cantante a un lado de la iglesia. todo organizado
por la "teniente" Elisa, que camina hacia nosotros y le entrega algo a Saulo.
- ¿Listo? La novia llegará en cualquier momento, así que caballeros, no hablen, por
favor. Oigo música instrumental que empieza a sonar y veo a Carla aparecer en la puerta
con un vestido rosa pálido hasta la rodilla con una rosa blanca en las manos y sin
parecer una novia en absoluto. ¿Pero qué mierda estaba pasando allí? Camina despacio y
se para al lado de Saúl en el altar.
Debo haber entrado en un universo paralelo. Cuando la cantante empieza a cantar el Ave
María, aparece, hermosa, quitándome el aliento y el suelo. Pero lo que...
— Sorpresa… — Escucho a Saulo hablar en voz baja a mi lado, abriendo una pequeña
sonrisa.
“Hijo de p—” No termino. Miro boquiabierta a Julia, hermosa con un vestido de novia
largo que muestra su barriga. Desciende con fluidez al suelo y tiene una pequeña cola.
Nunca la había visto tan hermosa como en ese momento. El maquillaje acentuó sus ojos
verdes y un labial claro sus sensuales labios. Su cabello es cascadas onduladas de seda, y
las joyas que él le había dado ahora están alrededor de su cuello. Ella capta mi mirada
estupefacta y me lanza una sonrisa. Estoy sin palabras, mi pecho estaba comprimido en un
apretón de muerte. Ella viene
con un caballero, que probablemente sea tu padre. ¿Me ha engañado todo este tiempo?
No puedo creer que no haya notado nada...
Salgo de mi estado catatónico y me concentro en la mujer a mi lado.
de frente y sólo sobre él.
Soy un hijo afortunado de... Ella ahora me estaba haciendo más

feliz de todo el planeta. Siento que mis malditos ojos arden.
“¡Sé un hombre, Jason, no seas un marica ahora, llorando frente a todos! ”
Estoy acumulando pecados de pensar en jurar en la iglesia.

¡Semen! Contengo el nudo en mi garganta y sonrío con deleite a mi esposa, caminando
hacia mí con una sonrisa tan hermosa.
Voy a buscarla y apenas saludo a su padre, ahora solo tenía ojos para mi dulzura.
“Cariño,” susurro, besando rápidamente sus labios. - Quieres

enviudar antes de casarse?
- ¿A él le gustó?
"Pu... lo siento, mi mente está sucia en este momento", le digo con una sonrisa feliz.
Tomo su mano y la acompaño al altar. Miro a Saúl y envío un mensaje mental: Eres hombre
muerto. Mentiroso hijo de...
"Estamos reunidos aquí...
El sacerdote comienza la ceremonia habitual y estoy totalmente desconectado de lo
que está pasando. En lugar de mirarlo a él, miro a Julia. ¿Cómo logró esta hazaña? Por
cierto, ¿cómo es que todos a mi alrededor no me dejaron notar nada?
Cuando llegó el momento de intercambiar los anillos, me sorprendió una vez más con
el anillo que me había hecho, en oro blanco, un diseño súper moderno y actual con una
inscripción en latín: Quod amor fiat — Cuando el amor sucede. Miro sus ojos verdes llorosos
y no puedo contenerme: - Cariño, te amo...
CAPÍTULO 30
- ¡BUENA SUERTE AMIGO! — DICE CARLA AL IR A ENTRAR A LA

IGLESIA. — Y si el Sr. Al ogro no le gusta, lo mataré. Ella se ríe y se va. Me
dirijo a mi papá: "Papá, lo siento, ni siquiera has conocido a mi prometido",
le digo.
con pesar, mientras espero la señal de Elisa para entrar a la iglesia.
- Tendremos todo el tiempo del mundo para corregir este problema, hija.
“Te amo”, le digo. Su comprensión es más que bienvenida en este momento.
- ¿Listo? Papá me susurra y yo asiento. Por supuesto que estoy listo.
Empiezan a cantar Ave María y entro junto a mi padre. Quiero captar todas las
emociones en el rostro de Jay, ver su reacción cuando me vea comprometido. Esbozo
una sonrisa mientras camino lentamente hacia el altar. Veo su sorpresa cuando entro
y sonrío más ampliamente.
“Tu prometido se ve sorprendido, cariño. - Papá habla en voz baja. Sí, parece
sorprendido.
Cuando me acerco al altar, él viene a mi encuentro. Le da la mano a mi padre,
sin embargo, sus ojos están pegados a mí. Llena de emociones, por primera vez lo veo
sin saber qué hacer.
"Cariño", su ronco susurro sale mientras planta un beso.
en mis labios. "¿Quieres ser viuda antes de casarte?"
- ¿A él le gustó? —pregunto, pero sé que es por su expresión.
¡asombrado!
“Pu… lo siento, mi mente está sucia en este momento. - Él habla. Sonrío mientras
me guía frente al clérigo que celebrará nuestra
boda.
El sacerdote comienza la celebración habitual, y siento los ojos plateados fijos
en mí y sonrío una vez más. Puntuación para mí, Jason...
La ceremonia va perfectamente, y quiero ver si entiende las inscripciones en los
anillos.
Los anillos que le había pedido a Elisa se hicieron en el último momento y ni yo
los había visto. Cuando llegó el momento del cambio, “Ave María” comenzó a sonar
nuevamente. Jason tomó mi anillo, que tenía la misma inscripción que el suyo, según
mi pedido, y lo colocó en mi dedo.
“Julia Mason, toma este anillo como muestra de mi amor y fidelidad. En el
nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. 'Y luego me besa la mano,
esperando mi turno para tomar mis votos.'
Pero antes de poner el anillo en su dedo anular, le muestro las inscripciones
que están grabadas dentro del anillo. Jason me mira como si entendiera lo que quiero
decir. Sé que acaba de decir las palabras habituales hace unos momentos, pero me
toma por sorpresa cuando dice con esa voz ronca y sexy: “Cariño, te amo…” “¡Oh,
cielos! Mis ojos lloran y una lágrima cae por mi rostro. - Te amo. el repite. Estoy sin
palabras. ¡Maldita sea!
Tomo el anillo y también hago mis votos con voz ahogada, atónita por la sorpresa.
“Te amo,” susurro, cuando termino de decir mis votos. —A mí también me pasó
el amor —digo entre lágrimas, y cuando me besa, siento que el alivio inunda mi
cuerpo. ¡Oh Dios mío! Quería un hijo y tuve un bebé y un esposo, y aunque no era lo
que quería al principio, ¿ahora dijo que me amaba? Si este fuera el caso, ¿quién era
yo para negar más nuestro amor? Estamos tan envueltos el uno en el otro que
olvidamos que estábamos en la iglesia.
"Ajá... Bueno, todavía no te he dicho que beses a la novia". — Habla el celebrante,

haciendo que nos separemos.
"Y necesito tu permiso para besar a mi esposa, padre".
Jason habla con su habitual arrogancia. Pellizco su mano, haciendo que me mire. —
¿Qué, cariño?
"Bueno, sigamos adelante, ¿de acuerdo?" — Continúa el religioso: — Que el
Señor confirme, benignamente, el consentimiento que habéis manifestado ante su
Iglesia, y que se digne enriqueceros con su bendición. No separe el hombre lo que

Dios ha unido. “Él nos da las bendiciones. "¡Ahora puedes besar a la novia!"
Jason toma mi rostro entre sus manos,
“Eres todo lo que me he estado perdiendo en mi vida, y sinceramente espero
poder ser mejor para ti y nuestra hija de lo que he sido. “Él me besa de nuevo.
¿Dónde está mi bufanda? Tengo lágrimas corriendo por mi cara. Si alguien pudiera
cambiar en tan poco tiempo, no podría ser mejor que Jason.
"Te creo", respondo. “Porque quiero ser una mujer completa para ti también. Ya
no lo veía como el hombre malo que tenía cuando lo conocí.
Cuando terminé la ceremonia, debo haber disparado todas las lágrimas que mis
hormonas del embarazo habían acumulado todo este tiempo, porque todo estaba
saliendo ahora. Fue un desastre de lágrimas cuando alguien puso un pañuelo en mis
manos.
Todos vinieron a felicitarnos y tuve que presentarle a mi esposo a mi padre.
Esto era, por decir lo menos, extraño. ¡Solo en mi extraña vida sucedería algo así!
“Papá, quiero que conozcas a mi esposo.” Me río torpemente de ellos.

“Jason, mi padre.
- Un placer conocerte Señor. — Se saludan, y mientras hablan, miro a mi
alrededor. Veo que vinieron Caio y Viviam y todos los que había invitado. Después
de unas cuantas fotos, caminamos hasta el coche que nos llevará a la recepción.
“Cariño, cada vez me sorprendes más. Me acaricia la barriga mientras estamos

sentados dentro del vehículo, de camino al hotel. - ¡Tú Molas!
"Oh, Jay, qué romántico es eso", me burlo. - ¡Tú Molas! Es tan poético.
“Te gusto tal como soy. “Ah, sí, tu siempre presente arrogancia sin límites.
"También sabes que la cagaste, ¿no?"
— ¡Sí, boca sucia! Debería aprovecharlo en lugar de hablar —digo y no pregunto

dos veces, porque me besan como si no hubiera un mañana.
Nos recibieron los pocos huéspedes que nos esperaban para recibirnos en el
hotel. Carla me abrazó efusivamente.
- Felicidades amiga. ¡Espero que este matrimonio te haga feliz! Se vuelve hacia
Jason, su sonrisa se ha ido. “Si lastimas a mi amigo, te cortaré tu… ya sabes.
— ¡Carla! digo, regañandola. ¡Este amigo mío se estaba convirtiendo en un

pitbull!
- Hablo en serio. Ella dice, mientras dirige dos dedos a la
ojos y luego señala en la dirección de Jason.
- ¿Qué estás haciendo, amor? – Saul la toma de la cintura y la besa.
su rostro.
- Cualquier cosa. Simplemente felicitando a nuestros amigos, ¿no es así, Sr. ¿Ogro? - ¿Está por ahí?
le da a Jay una sonrisa inocente.
“Pero por supuesto, tu amabilidad es notable, Carla. - Él responde. Me estoy
riendo de los golpes de estos dos. Saludo a algunos de los otros invitados y termino
de presentarles a mi familia a Jason.
No me soltó ni un segundo en todo el tiempo. Así que cuando lo siento rígido a
mi lado, estoy alerta. Y pronto descubro por qué.
—¡Julia! ¡Felicidades! — Vivian está con Caio y Collin, que duerme en su
cochecito.
- ¡Gracias, Viviana! Alegra que hayas venido. Beso su mejilla y luego me
agacho y acaricio al pequeño Collin. Me dirijo a Caio, que está al lado de Vivian.
- Felicitaciones por su boda. ¡A ustedes dos! Me alegro por ti, Julia —dice
cortésmente, apretando mi mano—. Oigo gruñir a Jason a mi lado. En serio, no sé
por qué esta bromeando con el pobre. Pero lo invité sabiendo que no le gustaría,
pero tenía que dejar una cosa en claro: no importa cuántos gruñidos furiosos suelte,
él no puede dictar quién es mi amigo, tendrá que pensarlo dos veces antes de actuar.
como un hombre de las cavernas.
Entablamos conversaciones con los otros invitados y todo salió tal como lo
había planeado para mi boda, a pesar de lo loco que fue. En un momento, Saulo
toma el micrófono y hace un discurso: — ¡Hola a todos! Para los que no saben, soy
el padrino. -Él ríe. — No soy un padrino cualquiera, ni fui invitado por mi querido
amigo, el novio. Quien me dio el honor de ser el padrino fue esta hermosa
novia, a quien tuvo la suerte de conocer. Quiero felicitarte por tu valentía, Julia.
- Mientras todos se ríen de su bromita, él levanta su copa, proponiendo un brindis.

“Bueno, el otro día, mi amigo aquí tuvo un ataque y se atragantó por
escucho la palabra matrimonio, pero hoy lo vi llorar como una mujercita! ¡Un
brindis por eso!
“¡Eso es mentira, idiota! Jason interrumpe, hablando en voz baja a mi lado,
y me inclino para besar su mandíbula.
— Hablando de llorar... Además de casarte y tener esa sonrisita marica
todo el tiempo, ¡en exactamente un mes serás padre de una hermosa niña!
Bromas aparte, amigo mío, te deseo a ti y a tu nueva familia toda la felicidad. Te
lo mereces y lo sabes — dice serio — ¡Un brindis por los novios!
— Gracias, Saúl. - Dice Jasón. Veo a Carla tomar el micrófono y ponerse

de pie. ¡Dios mío, aquí viene algo! Trato de esconderme detrás de Jason, pero
es imposible. Golpea el micrófono con el dedo, como si Saulo no lo hubiera
usado hace unos segundos. ¡A esta amiga mía le encanta ser el centro de
atención! Ella empieza:
“Bueno, quiero agradecer a mi hermosa amiga embarazada. — Se vuelve
hacia Jason — Sr. Ogre trabaja rápido, ¿eh? Bueno, aparte de ese pequeño
detalle, me siento honrado por su invitación para estar aquí hoy, siendo testigo
de su felicidad. Cuando empezaste a construir tu familia patas arriba, nunca te
imaginé aquí, así, casándote. ¡Somos amigos desde hace más de cinco años, y
todos los días te quiero mucho, amigo! Con mis payasadas y rarezas, nos hemos
llevado mucho mejor que si fuéramos hermanas. ¡Felicitaciones a ambos!
“Gracias”, le digo a Carla. "Eres maravilloso, lo sabes", le digo con lágrimas

en los ojos. “Tengo que agradecerles a ambos por dejar de lado sus propios
planes para hacer que el mío funcione. ¡Te debo tanto y quiero ir a otra boda
pronto!
Cuando íbamos a bailar, a petición mía, ponían All of Me de John Legend.
Es nuestra canción, porque recordé que bailamos desnudos en Venecia, y él
también debe haberlo recordado.
porque todo de mi
amo todo de ti
Amo tus curvas y todos tus límites
Todas tus perfectas imperfecciones
dame tu todo a mi
te daré mi todo
eres mi fin y mi principio
Incluso cuando pierdo estoy ganando

Porque te doy mi todo
Y me das tu todo oh
“Te amo”, susurra mientras bailamos. Yo también me involucro. Esto fue mejor
de lo que imaginé cuando lo planeé.
A pesar de haber pasado el día en el SPA, estaba agotada, los tacones medianos
me dolían los pies.
“¿Quieres irte, cariño? Jason pregunta después de que suspiré pesadamente.
-Sí. Le pedí a Elisa que reservara la suite justo aquí para nuestra noche de bodas.
Sonrío. — Aunque me siento exhausto, quiero terminar bien la noche.
— Absolutamente, Sra. Luis. Besa mis labios suavemente. “Me vuelves loco,
cariño. ¿Te he dicho que te ves hermosa hoy? ¿Perfecto? ¿La mujer más hermosa del
mundo entero?
“No, pero puedes decir una y otra vez que no me importa. Beso su boca sexy, en
un beso carnal y amoroso al mismo tiempo.
Nuestras lenguas bailan juntas, me pierdo en tu sabor, en tu olor. Estoy amando cada
minuto en tus brazos.
Después de que termina la canción, volvemos a la mesa y, después de bailar con
mi papá, estoy exhausto. No he hecho nada en todo el día, pero me siento exhausto y
pregunto si podemos subir a la suite.
Hicimos el ritual de despedida y luego salimos de la fiesta. Mi noche de bodas no
fue exactamente como la imaginé en mis remotos sueños de adolescente. Al entrar a
la suite, traté de lucir sexy para mi apuesto, caliente y sexy esposo. Pero ser sexy con
ocho meses de embarazo y cansada era un poco patético en este momento.
Jason me ayudó a quitarme el vestido de novia. Estaba pensando en una noche

llena de sexo, así que traté de ser todo caras y bocas, pero mis bostezos cansados
arruinaron mi pose. Pero todavía me bañé en la enorme bañera de la suite, junto con
J, pero no vi que este baño terminara.
Debo haber dormido.
En mi primer día como mujer casada, me desperté con un:
“Buenos días, cariño. “Y jugosos besos salpicados por todas partes”, dijo la Sra.
Lewis, me debes una explicación por engañarme todo este tiempo.
“No hice trampa, omití,” digo, riendo. "Y hablando de mentir, ¿es cierto lo que
dijiste en la iglesia?"
- ¿Que Te amo? Sus ojos grises son claros e intensos. —
¿Usted duda?
—Quiero creerlo —digo con una gran sonrisa.
"Eres la mujer más dura que he conocido", murmura. “Cuando tengas a nuestra
hija y puedas tenerla, en nuestra merecida luna de miel, voy a hacer que pierdas esa
pose rudo.
'¿Como lo haras?' Espero con ansias ese día, que prometes por mucho tiempo y
nunca cumples.
Nuestro día fue casi perfecto. Pensarías como yo si tu esposo hubiera hecho voto
de castidad. ¡Que hombre! ¿Dónde se ha visto esto? Deja a una novia frustrada.
Cuando regresamos a casa el domingo por la tarde, estoy feliz y no sabía que mi
felicidad podría durar tan poco.
El lunes tenía una cita con el Dr. Edgar y, por supuesto, Jason me acompañó.
— Julia, por fin estás llegando a la recta final del gran día, ¿eh? — El doctor habla
mientras estoy en la mesa de ultrasonido. “Veamos a nuestro pequeño aquí. - ¡Oh Dios!
Cada vez que escucho ese corazoncito latir tan fuerte, me echo a llorar, y eso es lo que
sucede ahora.
Ese sonido me hizo sentir tan especial por llevar a mi hija dentro de mí. Fue una
sensación tan maravillosa, no tengo palabras para expresar lo que siento. Agarro la
mano de Jason y sonrío entre lágrimas. “Bueno, tal como lo veo, todo es perfecto con
nuestra Nicole. La voz del médico me saca de la niebla de felicidad y emociones, y
después de que la enfermera me ayude a limpiarme el gel de la barriga, vuelvo a la
oficina. “Bueno, Julia, estás bien. Como estás en tu octavo mes, quiero que vuelvas aquí
en diez días, por si acaso. Pero, cualquier cosa que sientas o cualquier pequeño
síntoma, te pido que me busques de inmediato o a un hospital. Además, coma bien,
beba muchos líquidos y evite esforzarse y estar nervioso. - Dr. Edgar continúa: “Para
cualquier emergencia, no dude en llamarme.
“Ella hará todo eso, doctor. - Asegura Jason. — Seré cada uno
segundo del día con ella. “Qué mentiroso era.
"Eso me hace sentir más relajado". ¿Todavía quieres un parto normal? - pregunta.
- ¡Claro!
No hace falta decir que estoy feliz como el infierno, ¿verdad? Mi amorcito vivía
conmigo y estábamos casados. Perfecto. Pero algo todavía está en el horizonte,
nublando mi felicidad.
Raúl tardó dos semanas en encontrar dónde se escondían tan bien esos dos, y
para el sábado tengo una respuesta. Vivían en una finca fuera de la ciudad, y Raúl
no había tenido éxito en eso. Llegaron a la ciudad disfrazados y por lo tanto no
dejaron rastro. Con su hermana a punto de dar a luz, no pudieron escapar. Lo supe
por las malas, rompió mi paz.
Había pasado todo el día con Julia. Quería dedicarle toda mi atención en estas
últimas semanas de embarazo, y ese fue mi primer error. No tuve cuidado. Sólo por
un momento, tal vez. Mi confianza era que Julia me amaba. Que podía perdonar e
incluso ignorar que había cometido errores al principio de nuestra relación. Pero vi
que estaba equivocado.
Cuando llego a casa con Julia el sábado por la noche, encuentro a Saulo
esperándome, impaciente.
“Jason, he estado tratando de hablar contigo todo el día. ¿Cómo sales sin tu
celular?
— Espera, Saúl. ¿Qué sucedió? — La veo mirar a Julia y comprendo que debo
esperar. — Espérame en la oficina, voy de camino.
Ayudo a Julia, que ahora era una señora muy pesada. ¡Si ella escuchara ese
pensamiento mío, me cortaría las bolas! Sonrío mientras la llevo al dormitorio.
"¿Por qué me empujas a la habitación?" No estoy con sueño.

dice con petulancia. Beso tu nariz.
—Has estado despierto demasiado tiempo hoy —digo.
- No recuerdo esto. Pasé la mitad del día en tu regazo, debo
¿recordar? “Qué podía hacer, me encantaba tenerte entre mis brazos.
Necesito hablar con Saulo digo. “Entonces sé una buena chica y descansa.
La dejo en el dormitorio y me dirijo a mi oficina.

— ¡Santa mierda! Es difícil hablar contigo, hombre. “Grita cuando entro. —

Samara Reis dio el aire de su gracia. “Él tira y ni siquiera me deja hablar.
- ¡¿Dónde?!
En el hospital, y Raúl no los perderá de vista ahora. Se frota la mano, contando
cómo Raúl había conseguido su ventaja. Samara había estado enferma con el
embarazo y había sido ingresada en el hospital, teniendo que quedarse en el hospital.
Sin embargo, no tuve la oportunidad de resolver esto de una vez por todas. No
Pude evitar que mi esposa se involucrara en esta mierda.
“Jason, esto es tomar este camino por ti, lo sabes,
¿no es? Dile a Julia la verdad.
—Julia no tiene que pasar por estrés ahora, Saulo —digo molesto—.
“Sé que soy el único culpable de esta mierda.
No pensé que podría enamorarme de ella tan rápido.
"Dile la verdad ahora y olvídate de esos dos..."
- ¿Que verdad?
Levanto la vista y veo a Julia, que está parada en la puerta de mi oficina. ¡Qué
carajo!
- Dulzura...
“¿Qué verdad, Jason? “Ella lo exige, y yo voy a ella. conduzco
a para sentarse en el sofá. — ¡¿De qué verdad hablabas, Saúl?!
"Los dejaré solos para hablar". - Saúl camina hacia la puerta. “Pero Jason,
piensa si vale la pena correr el riesgo y seguir ocultándole hechos a tu esposa.
Cualquier cosa, llámame.
¡Qué carajo! Me estaba complicando la vida con esta puta conversación.
Se va, dejando un pesado silencio en la habitación. Miro a Julia, ella

se ve angustiado. ¡Al diablo esto! Nos iba a doler a los dos, y lo sabía.
Nunca he dudado tanto en iniciar una conversación como lo hago ahora. El
miedo me heló la sangre. Julia era una mujer obstinada y obstinada. no lo entendería
No entendería que cuando quería la custodia de mi hija, me estaba protegiendo de
un posible escenario en el que nunca la vería. Ella, con sus papeles, era
completamente libre de dejar que nunca me acercara a ellos.
¿Quién tenía la culpa si esta clínica y la gente mala hacían que nuestras vidas
chocaran?
No puedo perder los dos. No dejaría que se me escapara. Haría

cualquier cosa para detenerlo.
CAPÍTULO 31
¡MIEDO!
Miedo es lo que siento cuando escucho a Saúl anunciar esas palabras.

¿Qué verdad era esta? ¿Qué me estaba ocultando Jason? Nos llevamos
muy bien. ¿Qué podría ser tan malo?
— ¿De qué verdad hablaba Saúl, Jason? Pregunto suavemente. ¿Por
qué mi corazón le pide que no diga nada que no quiera saber?
“Cariño, cálmate, ¿quieres? pregunta y me hace sentar en el sofá y,

sentándose a mi lado, toma mis manos entre las suyas mientras suspira
profundamente.
— Déjame empezar por el principio, solo así podrás entender mis
razones. “Escucharlo hablar así fue bastante difícil. Podía escuchar mi
corazón latiendo con fuerza en mi pecho, queriendo asfixiarme. Sabía que
no me gustaría saber nada. “Sabes muy bien que cuando me enteré que
iba a tener un hijo, entré en picada”, dice, “e hice muchas tonterías, ¿no?
Para empezar, fui a su departamento y le pedí que se llevara a nuestra hija.
Fue la forma que encontré para, quizás, recuperar el control de mi vida.
Después de ese día, comencé, poco a poco, a aceptar que iba a ser padre.
Incluso en contra de mi voluntad, fue un hecho consumado. Que no tenía
sentido patear, porque no habría vuelta atrás. Así que pensé que nunca
podría ver a este niño, o incluso verlo crecer y no tener acceso a mi hijo.
Hace una pausa. Estoy llorando, no sé por qué esto me apretaba tanto el
corazón. “En ese momento haría cualquier cosa por tener derechos sobre
el niño que iba a nacer. “Oh, cielos, ¿qué hizo? “No te conocía, cariño. No tenía
Descubrí sin embargo que tú, por obstinada que fueras, serías tan generosa y
hermosa. No sabía que me podías gustar y mucho menos enamorarme.
La convivencia contigo, después de aquella amenaza de aborto, fue decisiva en el
desarrollo de mis sentimientos, muchas veces contradictorios, y comencé a
enamorarme. — Escuché tus excusas, esperando que todo saliera bien. A pesar de
la opresión en mi pecho, lo amaba y, en el fondo, pensaba que no podía defraudarme,
pero estaba equivocada. — Pero antes de darme cuenta de eso, le había pedido a
Saulo que entrara con una solicitud de custodia de Nicole.
- ¿Qué? Mi susurro es tan bajo que creo que lo imaginé. “¿Cómo puedes ser
tan bajo?
“Escucha, cariño. Sostiene mi mano con fuerza mientras trato de levantarme.
“Cancelé esa orden de custodia cuando accediste a casarte conmigo.
"¿Te casaste conmigo para asegurar tus derechos como padre?" — Lágrimas ahora
descendió, en montones, por mi cara.
- ¡No claro que no! Al principio lo era. Pero cambié de opinión, me enamoré de
ti, Julia.
“No…” Tomo mis manos de las suyas. Dios mío, me engañó cuando dijo que
me amaba. - ¡No! Me lo niego a mí mismo, tratando de creer que no mintió. Mi miedo
de pelear en la corte por un niño se estaba volviendo realidad. Cuando elegí ser
madre soltera, ese había sido uno de los factores decisivos: no llevar a mi hijo a
juicio. Le entregué mi corazón a un hombre que me había pedido un aborto cuando
supo que estaba embarazada y, sin embargo, como un idiota enamorado, no me
quedé alerta. ¿Por qué nos estaba haciendo esto?
— Escucha, Julia. “Él me retiene. “Ese proceso ya no existe. - Él habla. Sin

embargo, apenas puedo escuchar. Mi decepción es tan grande que no puedo
escucharlo. "¡Mírame, maldita sea!"
Me sobresalto por su voz alterada y obedezco sin querer. Eso no
estaba bien, no obedecía la puta orden de ningún hombre.
"¡No me grites, idiota!"
- ¡Lo siento cariño! — pregunta y continúa: — Te digo esto porque quiero estar
bien contigo — dice bajo y despacio. - Entiende que esto es cosa del pasado, quiero
estar bien contigo y nuestra hija.
Mi corazón se hunde, sabiendo que él estaba pensando en llevarse a mi hija.
Sé que soy terco y lleno de mí mismo, pero...
Mi barbilla tiembla incontrolablemente. No sé qué decir, estoy muy triste,

confié en él completamente. ¡Fui en contra de mis convicciones y me casé!
Ahora no sabía a quién creer; si estaba diciendo la verdad o era un pretexto para
estar con nuestra hija. Levanto la barbilla mientras lo miro.
—Necesito descansar ahora —digo y trato de levantarme. Me detiene de
nuevo. "Por favor déjame ir. - Pregunto.
“No dejes que tu terquedad estropee nuestra relación, Julia. - ¿Qué?
¿Como se atreve?
— ¿Mi terquedad? Creo que estás invirtiendo los papeles aquí —vocifero,
ahora furioso. “¿Me apuñalas por la espalda y soy yo quien está arruinando
nuestra relación?
“Ya te dije que no te voy a demandar”, dice con voz cansada, “para mí,
criaríamos a nuestra hija juntos. Estamos casados ahora.
"¿Y no es eso lo que querías?" ¿Casar conmigo?
- Julia...
"Cuando te casaste conmigo, ¿fue porque me amabas?" ¿O era sólo un
pretexto para estar seguro? pregunto furiosamente. “Estoy empezando a
cuestionar tu repentino cambio. Para los que dijeron el otro día que no querían
hijos y mucho menos una relación, cambió demasiado rápido. Veo culpa en sus
ojos mientras baja la cabeza, mirando al suelo. "¿Me pediste que me casara
contigo para asegurar la custodia?" ¿Querías demostrar que todo saldría a tu
manera? ¿Es así como dices que amas a tu hija, alejándola de su madre?
"¡Nunca cuestiones mi amor por mi hija y lo que siento por ti!" Me mira
fijamente. “Rompí varias promesas que hice hace mucho tiempo cuando nos
pusieron en esta posición. Entonces, ¡NO lo cuestiones!
"¡Entonces no me des motivos para hacerlo, Jason!" Soñé con tener a mi

hijo solo. ¡Pero eso me lo quitaron de las manos! ¡¿Crees que no renuncié a mis
planes para aceptarte?! le grito. — ¡¿Crees que tú solo rompiste tus preciosas
promesas?!
“Nosotros también podemos superar esto, Julia. — Sí, podríamos. Pero
ahora estaba demasiado alterada.
“¿Por qué me ocultaste esto? Lo miro a los ojos y veo que está angustiado.
"¿Pensaste que no era importante comunicarme esto?"
“No quería aburrirte con algo que ya no importaba”, dice.

—Necesito acostarme y pensar qué hacer —digo, y la debilidad se apodera de mí.

- ¿Pensar en qué? Eso es en el pasado, cariño.
“Por favor, necesito descansar,” repito. Él suspira, toma mi mano y envuelve sus
brazos alrededor de mí. Me pongo duro y no le devuelvo el abrazo. Siento sus labios besando
mi cabello y las lágrimas comienzan a caer de nuevo. ¿Por qué me siento tan decepcionado?
—Haría cualquier cosa para recuperar tu confianza, cariño —susurra en mi oído, luego
toma mi cabeza y me hace mirarlo a los ojos—. "Me perdonarás, ¿verdad?"
"Necesito algo de tiempo para pensar en todo esto", le digo en voz baja. “Y ahora no
puedo analizar nada, por favor.
"Está bien, no voy a obligarte a hacer nada". No quiero que te molestes y eso afectará
a nuestra hija. — Él, mientras habla, me toma de la mano y caminamos hacia el dormitorio.
Cuando entramos, me libero de sus manos y camino hacia el baño.
“Prefiero estar sola por el momento”, digo, cuando veo que él me estará cuidando. “Me
voy a duchar”, anuncio y no espero respuesta; Entro y cierro la puerta.
Me apoyo contra la puerta. Mis entrañas temblaban mientras trataba de despejar mi

mente de todos y cada uno de los pensamientos, pero era difícil. Me consideraba una
persona inteligente, dueña de mi propio destino, y me habían dejado en ridículo. Pensar que
lo había hecho todo a propósito era horrible.
Aunque libremente le había dado todo, pensé que él había hecho lo mismo.
Estúpida.
Dejo escapar un suspiro tembloroso y me dirijo a la ducha.
Cuando salgo quince minutos después, me pongo un camisón. A pesar de haberme

dormido temprano, mi cuerpo se sentía agotado, mis piernas hinchadas y mi cabeza
adolorida. De hecho, todo mi cuerpo estaba dolorido.
Había estado viviendo en el apartamento de Jason durante dos semanas y ahora
quería estar en mi apartamento, en mi cama. Tal vez allí me sentiría seguro de nuevo. Me
sentía debilitado y enojado por mi exceso de confianza, pensando que todo era demasiado
hermoso y demasiado fácil. Y ahora, esto. Voy a la habitación de invitados, que ahora era el
dormitorio.
de Nicole, me siento en la silla de enfermería y apoyo la cabeza en el respaldo. Estoy

allí en la oscuridad de todos modos. Tenía mucho en qué pensar antes de actuar
precipitadamente.
Debo haberme dormido, porque me despierto con el sonido de una puerta que
se cierra, pero cuando me levanto, no puedo. Grito de dolor, pero mi voz es ronca.
¡Duele! Quiero gritar por alguien, pero no puedo. Intento levantarme de nuevo y lo
consigo. Esto no puede ser el dolor del parto, este dolor constante y punzante que se
apodera de mi cuerpo no era normal. Por lo que él sabía, las contracciones se
producían a intervalos. ¡Oh Dios mio! ¡Ayuda a mi bebé! ¿Estaba teniendo a mi hija?
"Jason..." Llamo cuando llego a la puerta. — ¡Jason!

- ¡Niña! ¿Qué sucedió? Escucho a Selma preguntar, y deja caer algo al suelo, lo
que hace un ruido sordo, pero no puedo ver con mi visión borrosa. Intento respirar
como me indicaron que lo hiciera. Me ayuda a entrar en el dormitorio y en la cama. Mi
Nicole se agita y empeora aún más el dolor.
-Jason, ¿dónde está? “Todavía estoy enojado, pero lo necesito aquí conmigo.
¿Qué pasa si mi hija nació prematura? ¿Y si le estaba pasando algo malo?
"Te llamaré, debes estar en la oficina".

“Necesito ir al hospital…” La veo irse y busco mi teléfono celular. Necesito llamar
al Dr. Edgar. Todavía faltaban dos semanas para el nacimiento y estaba muerta de
miedo. Pero no veo el teléfono por ninguna parte.
Un dolor extremadamente agudo se dispara a través de mi pelvis y me vuelvo a acostar.

Oh, mierda! ¡¿Dónde está ese hijo de puta que no lo parece?! ¡Esto duele demasiado!
Gimo como un presidiario, con los movimientos bruscos de mi vientre.
Sonrío a través del dolor. ¿Nicole será qué? ¿Un karateca?
Estoy literalmente acabado, esto no me puede estar pasando a mí.

Dejo que Julia vaya al baño, sería mejor dejarla sola por un momento, pero cada
célula de mi cuerpo me pide que me aferre a ella y no permita que se aleje.
La conozco lo suficiente como para saber que se enfadará conmigo, pero creo
que prevalecerá su sentido común. Sé que me ama y que fui un idiota. Mi culpa si
no me creíste de nuevo. La había jodido cuando quise casarme con ella, en parte
porque la deseaba tanto y porque Saúl me había dado esta idea, que sería la mejor
garantía de tener a mi hija conmigo. Enamorarme en el proceso no me quitó toda la
culpa, y haberle ocultado ese hecho había sido una cobardía por mi parte. Ahora
esperaba que ella no fuera tan dura. Vuelvo a la oficina y llamo a Saulo:
—Puedes denunciarlo, haz lo que creas mejor —digo cabreado. - No me

Me importa lo que pase.
— ¿Cómo fue tu conversación con Julia? - pregunta.
- No es bueno. Pero creo que estará bien, al menos no se fue.
corriendo de aquí, como pensé que haría.
"Creo que lo harán bien". Habéis pasado por otras cosas malas y estáis juntos,
¿no?
"Sí, espero que tengas razón", me quejo.
Un momento después cuelgo y me recuesto en el respaldo de mi silla. Me
levanto y me sirvo un trago de brandy para adormecer la agonía que estaba
sintiendo. Si Julia pensaba que la iba a dejar ir, tendría que pensarlo dos veces.
veces.
Mi estómago se retorció y mi pecho se apretó ante la idea, pero traté de ignorar
el dolor. Dejando a un lado su rechazo y sus sentimientos heridos, trato de pensar
en la situación sin importar lo que siento por ella.
Julia era muy dura a veces y tenía algunos problemas de confianza, así que
como yo.
No sé cuánto tiempo he pasado en la oficina cuando escucho a Selma.

Me levanto, pensando en lo que habría pasado para que ella estuviera tan alterada.
“¡¿Qué pasó, Selma?!
— La niña tiene dolor, hijo. "¿De qué demonios estaba hablando?"

Julia... sólo podía ser ella.
Corro hacia el dormitorio y la encuentro retorciéndose en el
cama.
“Julia, estoy aquí, cariño. — No lo pienso dos veces, la tomo en mis brazos y
empiezo a caminar hacia la puerta. “Selma, llama al obstetra de Julia y dile que la voy
a llevar al hospital. - Volviéndome a Julia, le pregunto angustiada: - ¿Qué sientes,
cariño? — La preocupación se apodera y me culpo internamente. Si le pasara algo,
nunca me lo perdonaría. ¡Semen! Aún faltaba mucho para que naciera nuestra hija, ¿o
no?
¡No obtuve mucho de eso!
- ¿Estás bien? pregunto ansiosamente y la acurruco en mi pecho,
mientras entro en el ascensor.
“¿Puedes ir más rápido, por favor? - Julia gime. "¿Le va a pasar algo a nuestra
hija?"
¡No se puede evitar!
- ¡Todo estara bien! Confía en mí. - miro a julia, y sus ojos
los verdes se nublan de dolor. ¿Ella entiende lo que estoy preguntando?
CAPÍTULO 32
CONDUCO HECHO LOCO AL HOSPITAL. Cada segundo se convirtió en

Julia y dijo:
“¡Espera, cariño! Sabía por sus gemidos que estaba sufriendo. Desearía poder
compartir tu dolor conmigo, pero no pude, y eso
delicado.
- ¡Se rompió el agua! - ella grita. Ah, mi pequeño estaba montando un espectáculo.
"¡Tú puedes hacerlo, amor!" — Conduzco con una mano, mientras con la otra le
acaricio la barriga, que en ese momento está tan dura que me da miedo. ¡Semen!
Cuando llegamos al hospital, el Dr. Edgar aún no estaba allí, pero llevaron a Julia
a la sala de examen mientras yo estaba ingresada en el hospital. Impaciente, llamo al
Dr. Edgar.
"Ya voy, Jason, cálmate", dice antes de que diga algo. "Debe ser sólo un susto".
llego en unos minutos.
Cuelgo y después de terminar en la recepción, me llevan a donde Julia
es. La encuentro siendo preparada para el examen de ultrasonido.
Le pregunté al médico que la atendió y me dijo que Júlia no tenía dilatación, a
pesar de que se le había reventado la bolsa, y ahora le iban a hacer un examen para
ver el estado de mi hija. Según el médico, el corazón de Nicole estaba un poco
acelerado. Se angustió cuando terminé de hablar con él y fui a la camilla donde estaba
Julia y le tomé la mano.
“¿Qué puedo hacer por ti, amor? Pregunto y beso su frente sudorosa.
¡Estaba indefenso aquí, maldita sea! Maldigo furiosamente. Estoy a punto de
exigirles que hagan algo cuando aparece el doctor Edgar y se hace cargo. Saber
que siguió todo el embarazo de Julia me tranquiliza.
Media hora después, no estoy tan tranquilo cuando veo sufrir a Julia. El
médico también ordenó una cardiotocografía para controlar la frecuencia
cardíaca de Nicole. Pero lo peor de todo es que está en la posición desviada de
grado III. Yo no entendía nada de parto, me hablaba en griego, y me reprocho
pensar que debí haber intentado averiguar más al respecto. Ahora mi hija podría
estar sufriendo.
Julia tiene un ligero aumento en la presión arterial, esto hizo que el Dr.
Edgar preocupado.
“¿Eso significa qué, doctor? ¿Estará bien mi hija? ¿Julia estará bien? —
Exijo saber.
— Bueno, de una manera sencilla de entender, básicamente es esto: si
Julia tuviera un parto normal, su hija nacería cara a cara. No está lo
suficientemente dilatada, para eso se necesitan al menos 9,5 centímetros, y
tenemos algunas complicaciones en este tipo de parto; puede haber atrapamiento
fetal. “Explica sobre la posición de Nicole. — Lo ideal sería una cesárea. Pero
esperemos estabilizar la presión de Julia. No podemos operarte con tu presión
arterial alterada.
- ¿Esperar? ¿Y Julia sufrirá todo este tiempo? ¿Es mi hija? Estoy gritando
al hijo de puta. "¡Haga algo, doctora!"
— Después de todos los exámenes, te daré una respuesta. Dice, con tanta
calma que me asusta. “Te pido que te calmes. Julia lo necesita ahora. Y
cuidaremos de ella y de su hija, todo irá bien, Jason.
"Julia quiere lo mejor para nuestra hija", le digo y vuelvo a Julia de nuevo,
malhumorado. ¡Maldición!
"¿Jasón?" ¿Qué le está pasando a mi hija? Sus ojos están rojos y el sudor
le corre por la cara. — Ahhhhhhh. Ella grita y agarra mi mano con tanta fuerza
que aprieto mis dedos entre los suyos.
“No mucho, amor. Espera, por favor —le suplico. - Va a quedar todo bien.
“Fácil de hablar. - Ella gime.

Envejecí unos veinte años en las próximas horas. Carla apareció en el
hospital, y nos quedamos los dos con Julia, que tenía contracciones, pero nada.
suficiente dilatación para que Nicole naciera naturalmente, como Julia había querido.
Después de una larga espera, terminaron llevándose a Julia a una cesárea. Quería
estar allí con ella y lo exigí. Dr. Edgar la había medicado y su presión arterial volvió
a la normalidad. Sin preeclampsia, gracias a Dios, tal vez el estrés de las últimas
horas la había llevado a esta situación. Fueron las 10 horas más duras de mi vida,
verla sufrir y al final no ser un parto normal como ella quería. Me entristece que mi
dulzura no tenga las cosas como ella imaginaba. Siento un poco de remordimiento
por haberla estresado, haciendo que su parto fuera demasiado tarde.
A Júlia la llevaron a quirófano ya mí me enviaron a la "sala de padres", donde

recibí la ropa: pantalón, campera, mascarilla, gorro y zapatos desechables. Me
pongo la ropa y luego me acompañan hasta ella. Estaba demasiado nerviosa y
deseaba tanto tener a mi hija en mis brazos ya Julia bien. el medico Edgar está allí y
me mira cuando entro.
“Todo estará bien, Jason. “Él me asegura. Pero el miedo recorre todo mi cuerpo
como una segunda piel. Camino y me paro del lado izquierdo de Julia. Ella es
consciente. Agarro su mano y me siento a su lado para poder estar a su nivel. Quería
tener una vista de su vientre, pero hay un paño que lo bloquea. Todo estaba pasando
demasiado rápido. Comienza el proceso quirúrgico, necesitaba distraerme y distraer
a Julia. Así que empecé a
hablar.
Todo va a estar bien, mi amor, lo prometo. “Te beso la mano. “Cuidaré de ti y

de nuestra hermosa niña.
“Quiero que cuides bien de nuestra hija”, dice en voz baja. Ya no siente dolor
por la anestesia, pero por la cantidad de horas que ha estado de parto, está cansada
y débil. Si me pasa algo, quiero que me prometas que cuidarás de ella. Sé que nunca
la dejarás sola, sabiendo todo esto en tu f-piel..." Una lágrima corre por el rabillo del
ojo y la limpia con un dedo.
—Detente ahora —digo en voz baja pero con firmeza. “No permitiré que nada
te pase a ti ya nuestra hija, Julia. ¡Pare de hablar! Te quiero fuerte para cuando ella
salga de ahí. Tendrá a su mamá firme y fuerte para ella. Para nosotros —digo y
empiezo a hablar de otras cosas para distraerla.
No recuerdo cuánto duró nuestra conversación, pero un rato después, veo que
tiran de mi hija boca abajo y comienza a llorar violentamente en un pequeño pulmón.
Un sentimiento de plenitud llena mi cuerpo, y siento que todo dentro de mí se
transforma en amor por el
pequeño ser que está siendo puesto, ahora, en mis brazos. ¡Semen! Ella es
tan pequeña y morada. La acerco a su madre, que está llorando.
“Nuestra hija…” digo, en un emotivo susurro.
“S-sí, guau. Pongo a Nicole en su pecho y los abrazo a ambos. Me duele
el pecho de tanto amor por estas dos hermosas mujeres de mi vida. No noto
la emoción de los médicos por estar tan contentos con ellos, hasta que la
máquina que monitorea a Julia empieza a sonar y todo pasa a cámara lenta
por mis ojos. Dr. Edgar empieza a ladrar órdenes, el pediatra nos quita a
Nicole y me quita a Julia.
"¿Qué le pasa, doctora?" lloro, desesperada.
“Estoy empezando a sangrar, pero lo controlaremos, Jason, mantén la
calma. '¿Cómo diablos quiere que me calme viendo a Julia así?' “Quizás el
retraso en el trabajo de parto es la causa. — Y comienza una carrera para
controlar el sangrado de Julia.
“¡Julia! ¡No hagas eso conmigo!" Desobedezco la orden de alejarme y
correr hacia ella.
—¡Julia, te prohíbo que me hagas esto! “Joder, siento las lágrimas
corriendo por mi rostro. — Te lo prohíbo, ¿me oyes?
“Te amo”, me susurra. "¡Cuida a mi hija, por favor!"
—Cuidémosla, mi amor, tú y yo —digo mientras un maldito sollozo

ahogado escapa de mi garganta. - ¡Yo te amo mas que todo!
¿Entiendelo? Mantente fuerte por nosotros. Nuestras lágrimas se mezclan
mientras la beso suavemente. No me dejes, Julia. Estoy poniendo tanta fuerza
en mi mandíbula que me duele y, sin embargo, las lágrimas corren por mi
cara y gotean sobre ella.
Cuando cierra los ojos, entro en una desesperación total. Empiezo a
gritarle al Dr. Edgar, y pide que me saquen de la habitación, ya que estoy
interfiriendo con su trabajo.
Están tratando de detener la hemorragia para que Julia no entre en
estado de shock. Joder, podía morir, y yo estaba ahí fuera como un perro
rabioso, gruñendo y lejos de ella. me derrumbo. Me apoyo contra la pared
exterior y me deslizo hasta el suelo. Carla aparece y corre hacia mí con los
ojos muy abiertos.
¿Qué está pasando, Jason? pregunta, y le digo con voz ahogada que
Julia está empezando a sangrar. Veo la comprensión en sus ojos cuando la
noticia la golpea, de lo que podría
pasaría si mi dulzura no fuera fuerte y si no pudieran detener la hemorragia. "Y Nicole,

¿está bien?"
¡Ay dios mío! Mi hija.
“No lo sé,” digo. Me había olvidado de ella en mi angustia. “La llevaron a los
exámenes regulares y…” Mi garganta se cierra por la emoción y siento que Carla
pone su mano en mi hombro. “Mi culpa”, le digo. “Soy un completo jodido idiota. Ni
siquiera le caía bien a mi madre... Debe haber algo malo en mí.
“Oye, no sé de qué estás hablando, pero nada de esto es tu culpa.

- ¡Claro que es! Para empezar, se enfermó porque nosotros
discutimos —digo con remordimiento.
“Nunca tuviste una relación fluida, Jason. Ella palmea mi hombro. — No te
culpes por las fatalidades, cada pareja tiene sus argumentos. Seguro que con esa
testarudez que tiene le irá bien, ya verás.
No quiero perder el control. Pero no puedo sacar este sentimiento de culpa de

mi pecho. Está atrapado dentro, quemando cada parte de mí.
Inclino la cabeza y espero noticias. Las horas parecen interminables.
No sé cuánto tiempo pasa, cuando el Dr. Edgar sale de la habitación. Camina

hacia mí, y su rostro no dice nada.
— ¿Cómo está Julia, doctor? Pregunto en agonía. - ¿Es mi hija?
“Todo estará bien, Jason. Ambos estarán bien. — Él continúa
hablan, pero no escucho nada más, lo único que importa es “van a estar bien”.
“La llevarán a una habitación privada, y puedes ir a verla. Si quieres ver a tu hija
en la guardería, está bien. — Después de tocarme el hombro, se despide. "Lo que
sea, solo háblame", dice y se va.
Voy con Carla a la guardería a ver a mi hija, pero solo pude verla a través del
vidrio. De repente siento que algo inusual sucede. Era como si algo me golpeara y se
filtrara en mi alma, un amor más grande que cualquier otra cosa. No sabía que un ser
tan diminuto pudiera causar tal revolución dentro de mí. Algo me tiraba hacia él, como
un destello de luz que nos envolvía, incluso desde lejos. Su carita estaba vuelta hacia
nosotros, y verla me embriaga de felicidad.
“Papá te ama, pequeña, mucho”.

Cuando tengo la oportunidad de tomarla en mis brazos por primera vez,

no puedo describir la necesidad primordial de protegerla del mundo. De todo.
Parece que está oprimiendo todos los otros sentimientos que alguna vez tuve
de negación, de no querer amar.
¿Cómo pensé que no quería ser el padre de esta maravillosa cosita?
¿Cómo llegué a tener en mente una vasectomía y negarme ese sentimiento
de plenitud de la paternidad? Ser el padre de alguien. Ser el espejo de otro
ser humano. Cuídala y ten su amor incondicional.
CAPÍTULO 33
LO ÚLTIMO QUE RECUERDO ES LA CARA DE JASON, antes de que borrara.

Cuando volví a abrir los ojos, estaba en una habitación y solo. No recuerdo
nada de lo que pasó. Intento mirar a mi alrededor pero me siento un poco
mareado y cierro los ojos de nuevo. Le doy un poco de tiempo y lo abro
de nuevo. La habitación está oscura y veo la foto más linda y...
¡Oh mi bebe!
“Nicole…” Mi voz es un susurro ronco. Mi garganta se rasca, pero
aun así, Jason levanta la cabeza de donde está, su cabeza apoyada
contra el respaldo de la silla, donde está sentado con un pequeño paquete
rosa en su pecho. Intento moverme, me duele todo el cuerpo y me siento
débil y mareado.
Se levanta con cuidado y camina hacia el lado de la cama. Estoy
llorando y me duelen los brazos por sostener a mi hija. Jason parece tener
un vínculo telepático conmigo, porque se inclina y la deposita en mis
brazos. Mi hija. ¡Oh Dios mío! Ella es perfecta. La abrazo tan fuerte que
probablemente sea demasiado para un recién nacido. Lloro de emoción al
tenerla justo en mi regazo.
“Te despertaste, dulzura. Me asustaste tanto. Se inclina y toca con
sus labios mi frente, su voz ronca. "Necesito llamar al doctor. dice y
presiona un botón al lado de la cama.
No quiero que se vaya ahora. Quiero olvidar los últimos
acontecimientos, mi miedo, angustia y dolor. La expresión de Jason es de
amor, devoción y alivio. Nos abraza, y creo que nunca pensará en
posibilidad de ruptura. Hongo más fuerte. Quiero gritarle al mundo el amor que
siento por estos dos.
“Eres la mujer más fuerte y hermosa que he visto en mi vida, cariño. Besa
suavemente mis labios, que están secos y agrietados, y ahora me doy cuenta de
que tengo sed, pero no quiero soltar ese paquetito rosa, nunca. Miro tu cara bonita
y me enamoro de nuevo. Toda rosa, con el pelo negro, tan hermosa y linda mi
pequeña! Tengo curiosidad por ver tus ojos.
Están cerrados, y ella está tan callada. Huelo su cabello negro, suave y fragante. Lo
amo tanto, siento que mi pecho va a explotar.
- ¿De qué color son sus ojos? Le pregunto a Jay con curiosidad. él ríe.
- ¿Adivina? Tuve que heredar sus ojos. Espero que no heredes tu genio. Pero
creo que incluso me equivoqué, estoy terriblemente en problemas con ambas
perfecciones, en todo el mundo.
"No soy de mal genio", protesto.
- ¿Te sientes bien? ¿Estás adolorido? “Sí, me duele, pero quiero quedarme
así el mayor tiempo posible.
"¿Cuánto tiempo he estado fuera del aire?" Pregunto.
“Un día, amor, pero para mí fue una eternidad. Nunca vuelvas a hacer eso,
regaña, amor. La puerta se abre y veo entrar a una enfermera.
“Ah, veo que la bella durmiente se ha despertado. Llamaré al médico, ya que
el que está autorizado a examinarla es un médico con títulos y honores en medicina.
dice y mira a Jason.
“Bueno, siempre lo mejor para mi dulzura, enfermera. - Lo intento
sonrío, pero el dolor en mi estómago no me lo permite, así que hago una mueca.
Recuerdo algo, y mi apariencia de sonrisa se marchita. No tuve a mi hija en un
parto normal, como tanto deseaba. Pero lo importante es tenerla sana en mis brazos.
Siento unas ganas locas de amamantarla, pero me estoy cansando.
¿Qué me pasó, Jasón?

“Tuviste una hemorragia posparto, pero, gracias a Dios, el Dr. Edgar logró
detenerla. Te prohíbo que me asustes así otra vez.
Casi me matas.
Lo miro y recuerdo nuestra discusión. Estaba a punto de comenzar a hablar
con él cuando mi pequeño bulto comienza a moverse, despertándose y mi atención
se vuelve completamente hacia ella.
“¡Dios mío, Jason! - exclamo asombrado - Es tan hermosa
que me-me vuelvo tonto. – digo como un tonto – ¿Tiene hambre?
- Seguramente. Dámela para que pueda alimentarla. dice, estirando la mano,

tratando de alejarla de mí.
- ¡No! Quiero que se alimente de mi leche —protesto.
"Ella lo está tomando, pero...
La puerta se abre de nuevo y aparece el Doctor Edgar.
— Hola Julia, veo que ya estás trabajando. — Bromea.
“Quiero amamantar a mi hija”, digo, “necesito hacer esto o no me calmaré.
"Bien, te hará bien a ti y a ella". Pero primero veamos
como eres, y entonces esta joven puede disfrutar de su mamá.

Quince minutos después y con mis pechos higienizados, tengo a una Nicole
hambrienta chupándomelo todo. Me duele, pero no me importa en absoluto.
Según el Dr. Edgar, solo necesito descanso y comida sana porque estoy un poco
anémico, pero dado todo lo que ha pasado, puedo irme a casa en dos o tres días.
Me siento muy bien, aparte de los dolores que tengo en el estómago cada vez que
me muevo. Solo quiero irme a casa. Termino quedándome dormido por el
agotamiento justo después de que Nicole termina de amamantar y se vuelve a dormir.
Aparece Carla, y cuando me ve despierto, se echa a llorar abrazándome. Me

había ido a casa a descansar, después de haber estado en el hospital todo el
tiempo con Jason, a quien noto que tiene una barba de dos días o más y está todo
desaliñado. Pobrecito, nunca lo había visto tan relajado. sonreír.
"¿Te quedaste sin agua en el planeta mientras dormías?" Quiero decir, pero
solo digo esto después de que una enfermera me haya ayudado a ducharme y esté
limpia y acostada con Nicole en sus brazos. No quería soltarla, ¿era eso normal?
No sé, solo siento la necesidad de estar con ella.
- Así es. Usaste la gota que colmó el vaso, cariño. Me sonríe y yo le devuelvo
la sonrisa feliz. Oh, ni siquiera recuerdo por qué estoy enojado con él. Pero Jason
Lewis tiene una cuenta que saldar conmigo pronto.
'¿Por qué no te vas a casa, te das una ducha y descansas?' Yo sugiero.
- No me quedaré. Selma viene aquí y trae todo lo que necesito en este
momento. No los dejaré a los dos, ni amarrados”, garantiza. Está cerca de la
cabecera de la cama y me besa en la boca. Extrañaba tus besos! Devuelvo el beso
con voluptuosidad.
— Eres repugnante, búscate una habitación. — Habla Carla desde el sofá,

en la esquina de la habitación — Tú, Jason, eres feo y maloliente, deberías
seguir el consejo de tu esposa.
Sonrío en su boca y nos separamos. Mantiene sus ojos fijos en los míos, y
su mano acaricia la manita de nuestra hija.
“Te amo más que a nada, cariño. Habla, apenas audible. "Los amo a ambos
tanto. Haberte casi perdido me hizo ver tantas cosas. Y quiero que sepas que si
en este momento me pides que me aleje, si no me quieres a tu lado, eso haré,
porque te quiero feliz.
—Te amo —susurro de vuelta. “Estaba tan enojado contigo. Pero no puedo
vivir para siempre con miedo de amarte. Te encomiendo mi vida. No quiero que
te alejes de nosotros, nunca.
“Amigo, estoy justo aquí. Carla se queja de nuevo y una vez más es
ignorada por nosotros. “Se arrullan como dos tontos enamorados.
Nadie necesita ver esto. - Ella ríe.
—¡Cállate, Carla! digo en un grito susurrante, para no molestar a nuestra
princesa, que duerme tan plácidamente.
Ella se levanta.
“Está bien, ustedes me pusieron celoso. - Ella camina hacia la puerta - Voy
tras mi propio hombre, que debería aparecer aquí pronto. ¡Hasta la vista! Ah, por
cierto, tus padres vienen, también quieren conocer a tu nieta.
Cuando se va, suspiramos al unísono.

- ¡Gracias mi linda! - Me besan de nuevo. "Tengo algo que decirte.
- ¿Qué?
'Voy a buscar a mi madre y tratar de entender ciertas cosas que hasta ahora
me resultaban incomprensibles. El sentimiento que tengo por mi hija me hizo
cuestionar muchas cosas...
"Oh, Jay, me alegro de que vayas a verla", le digo y apoyo mi cabeza contra
él. Bueno, las cosas están empezando a encajar por fin.
CAPÍTULO 34
Dos días después...
HOY SALGO DEL HOSPITAL. Siento una felicidad increíble de volver a casa con
mi familia. Solo de recordar los problemas que he pasado estos últimos días, ¡siento el
doble de alegría!
Estoy sentado en la parte trasera del auto, junto con Jason y una Nicole muy
satisfecha en el regazo de su padre. Ahora veo que ese ogro grueso que es a veces se
convirtió en mantequilla derretida cuando comenzó a arrullar a nuestra hija. Ver su
amor por ella solo me hace sentir bien, quiero embotellar ese sentimiento y guardarlo
para siempre.
¡Fue tan dulce!
“Papá-papá”, decía con paciencia y dulzura, como si fuera un recién nacido.
nacido podía entender lo que le estaba enseñando con ternura.
Recordar el miedo que sentí, durante el parto, de dejar a mi hija sin madre, me
hizo agua los ojos. La sensación que tuve en ese momento fue como si alguien me
abriera el pecho y me arrancara el corazón. Me sentí consciente y asustado. Ver las
lágrimas de Jay y pensar que nunca podría ver a mi angelito, que acababa de nacer,
había sido el más puro sentimiento de desesperación para mí. Pero quiero olvidar y
disfrutar de mi hermosa familia. Bueno, por fin lo tengo completo, como siempre quise!
Ahora lo que siento es la más hermosa plenitud de volver a casa con mi

amores.
Mis padres estaban en mi antiguo apartamento. Estarían conmigo más tarde en
la casa de Jason. No me desharía de él, en absoluto. Tener un
lugar solo daba una sensación de libertad sin igual. Está bien, ¿crees que todavía
quiero alejarme de Jason? ¡Vaya! Pensaste mal. Pero una mujer necesita ser
dueña de su propio destino y no vivir para su apuesto y atractivo esposo. Y entre
nosotras, la mía fue la más bonita que te puedas imaginar! Estoy sonriendo ante
la idea cuando Jason deja de arrullar a Nicole y me mira fijamente.
"¿Qué pasa cariño?" Esa sonrisa tuya me asusta —dice, sonriendo como un
tonto.
“Jason, has estado muy asustado últimamente. Extraño al tipo espeluznante
que acechaba a las mujeres embarazadas —digo, sonriendo. Era demasiado
bueno para bromear de nuevo. Entrelazo mis dedos con los suyos - ¿No debería
Nicole viajar en el asiento del auto? - Yo observo.
"Ella es muy pequeña, ¿y para qué está tu padre aquí?" Se señala a sí
mismo con el dedo. ¡Oh si por supuesto!
Dos semanas después...
- ¿Cómo es que es? — Estoy muy cabreado, la justicia fue una mierda. - ¡No creo
en eso!
— Bueno, créeme, no teníamos pruebas suficientes. — Tengo a Saulo ya Raúl
frente a mí, en una reunión en mi oficina, en mi casa, y no puedo creer que estén diciendo
lo que creo haber escuchado. “Dado que Julia no quería que se hiciera nada con Samara
y no teníamos evidencia de nada contra su hermano, solo la amenaza de extorsión sin
evidencia, él no irá a prisión, Jason.
Sí, Julia, con su corazón tierno, por el bebé recién nacido de Samara, no quiso
demandarla y, por cierto, a su hermano solo lo habían llamado a declarar, quedando en
libertad después.
Yo estaba muy enojado por eso. Estos bastardos merecían la cárcel por estropear mi ya
problemática vida. Pero los vigilaría.
"Bueno eso es todo por ahora. -Raúl se levanta. "Tengo que irme ahora.
Cualquier cosa, ya sabes que estoy a tu servicio.
- Por supuesto, amigo mío. Aprieto tu mano. “Asegúrate de vigilar a estos
sabelotodos, todavía no confío en ellos. “Se despide y se va.
“Entonces”—Saul pone sus manos detrás de su cabeza y me mira fijamente—“este

vida de casada, ¿cómo estás? Se ríe burlonamente.
Aquí vamos a sus chistes...
Tres horas después de salir de la reunión con Raúl y Saulo, estoy frente a la
residencia de ancianos donde ahora vive mi mamá.
Julia había elegido el lugar donde se hospedaría, contaba con asesoría psicológica
y médicos donde sería atendida. No sé si algún día ella sería parte de mi vida o de la de
mi hija. Pero hoy la vería de todos modos
manera. Yo había arreglado todo para que la trasladaran a un lugar mejor, no

es que yo fuera todo amable ni nada, no siento nada por ella más que
indiferencia. Pero han pasado tantas cosas en mi vida últimamente que trato
de ser lo más humano posible. En el fondo, siento que debo darle un lugar
mejor, después de todo, ella es mi madre, sin importar cuán mala haya sido
nuestra relación.
Decido salir del auto y enfrentar lo que sea que tenga que enfrentar.
Resuelto, camino dentro del edificio. Uno de los miembros del personal me
dirige a la habitación de mi madre.
“Bueno, aquí es donde la Sra. Lewis pasa la mayor parte de su tiempo”,
dice la enfermera que me lleva a su habitación. — Es una persona tranquila y
solitaria, que apenas interactúa con los demás reclusos. Abre la puerta y
entra. Yo sigo. La habitación es grande y ventilada, con grandes ventanales
que dan a un jardín por donde caminan otros pacientes. Mi madre está en una
mecedora, mirando hacia el jardín, de espaldas a nosotros.
“Buenos días, Sra. Lewis”, saluda la enfermera, y simplemente levanta
la mano, reconociendo nuestra presencia. — Tienes visita. Cuando ella no
responde, se gira hacia mí. "Te dejare solo.
Después de que se va, no sé qué hacer, y después de unos segundos
me acerco a ella y me paro junto a su silla donde puede verme.
Todavía era como si algo afilado hubiera penetrado en mi corazón. ¡El

pasado vino con todo en mi mente! La observo mientras se gira para mirarme,
y sus ojos están borrosos y sin vida, pero cuando me reconoce, son enormes
en su rostro. "¿Eres realmente tú, hijo mío?" Su voz susurrada es temblorosa
y frágil.
Me quedo sin palabras por un momento, pero meto las manos en los bolsillos de los pantalones y
Miro
“Me alegro de que me recuerdes. “Maldita sea, no quise decir eso, pero
el dolor es más fuerte que mi buena voluntad. “¿Estás cómodo aquí?
“Estoy tan contento de que me hayas perdonado, hijo mío. - ¿Qué?

"¿Quién dijo que te perdoné?" La única razón que me trae aquí es mi
conciencia, que tú no tienes. Estoy amargado, lo sé, pero no puedo evitarlo.
“Lo siento, hijo. - Ella habla.

“Sabes, he pasado los últimos treinta años de mi vida preguntándome por

qué eres tan indiferente a tu único hijo. Entonces, mamá, ¿por qué nunca te
importó que ese hombre hiciera lo que quisiera conmigo? Lanzo la pregunta que
ha estado martillando en mi cabeza desde siempre.
“Mi vida, después de quedar embarazada de ti, fue difícil, hijo mío”, dice.
“Mis padres eran personas de mente cerrada, y quedé embarazada en un
momento en que, si eso le sucedía a una niña antes del matrimonio, su propia
familia la evitaba. Su padre era un chico con el que salí, y cuando se enteró del
embarazo, desapareció. Me quedé sólo para soportar su creación.
Tal vez, inconscientemente, te culpé por mi desgracia y mi vida difícil. Nada
puede justificar lo que dejé que te sucediera, pero debes saber que, después de
un tiempo, el remordimiento fue mi compañero diario.
"¿Pero crees que eso cambia el pasado?" ¿Qué pasé a manos de tu
marido? Al menos fue decente de su parte defenderme de los golpes que me
dio. “Honestamente no creí tu remordimiento.
Arrepentimiento muy tardío.
“Desapareciste, nunca supiste de mí, perdí totalmente el contacto contigo.
- Ella continúa. “Solo recientemente, cuando estaba viendo la televisión, vi tu
imagen… Antes de irme de esta vida, quería tu perdón, hijo.
¡Semen! Quería salir de allí, dejarla con su remordimiento, pero algo me
mantuvo en el lugar.
"¿Cuál es el nombre de mi padre biológico, lo sabes?" Pregunto en broma.
- ¿Porqué eso ahora? Ella agarra sus manos temblorosas en su regazo. —
Tenía tu nombre, te lo puse para no olvidarlo jamás.
- ¿Cual es tu apellido? — No sé por qué tenía curiosidad, ya no tenía ganas
de saber quién era.
"¿Vas a tener un hijo?" Ella me mira y veo esperanza en sus ojos. No
quería decirle nada sobre mi hija. No quería que ella supiera nada sobre mi
Nicole. Pero terminé sentándome en otra silla y hablando de mi hija. Me sentí
mejor después de eso, y la ira inicial que sentí se alivió un poco.
Salí de allí una hora después, con la promesa de que volvería a verla.
No sé si volveré, pero me siento más ligero después de haber hablado con ella.
Me había dicho que mi padrastro había muerto y ella se encontraba sola y sin
hogar. Fue entonces cuando terminó en el albergue, donde había ido con Julia
a verla. Tal vez algún día le presentaría a mi hija. Pero fue un comienzo. A pesar
del dolor, no hice nada de lo que había pensado hacer en el pasado.
día que la encontré. Pensé en decirle un montón de mierda y no lo hice. Amar y ser
amado por mi nueva familia había cambiado tantas ideas preconcebidas. La frialdad con
la que me trataba ella todavía estaba fuerte en mis pensamientos, y nada de eso cambió
de la noche a la mañana.
otro.
Cuando llego a casa, ya es de noche y camino por el apartamento buscando a las

dos hermosas mujeres de mi vida. Voy a la suite que comparto con Julia, y la habitación
está toda iluminada. Planeo comprar una casa con patio para que juegue mi hija.
Recuerdo, cuando era pequeño, ver a mi vecino jugando con su hijo y deseando tanto
ser ese niño. Hoy puedo ser el padre en el juego, y me duele el pecho de amor por mi
princesita. ¡Tan linda! Con cada día que pasaba, se volvía más hermosa. Está bien, sé
que soy un padre descuidado y cariñoso, ¿y qué? ¡Júzgame, no puedo evitarlo si soy un
bastardo con suerte! Miro la cama donde los dos están tirados. Julia está de lado, frente
a una Nicole despierta y pateando sus piernas. Julia tiene los ojos cerrados,
probablemente durmiendo. A mi princesita le encanta pasar la noche con los ojos bien
abiertos, emborrachándonos con sueño. Mientras me dirijo a la cama, se abre una
sonrisa al pensar en algo. Tenía estos dos exactamente donde siempre planeé. Todo
había salido perfectamente según lo planeado, bajo mi control y en mi vida.
Tomo a Nicole en mis brazos y Julia se queda con los ojos cerrados.
"Vamos a dejar que mami duerma, ¿eh, cariño?" - susurrar a
ella cuando me levanto de la cama. Ella hace un poco de ruido. — Shii.
Yo no me meto con Julia. A pesar de las ganas de besarla, salgo de la habitación
sin hacer ruido. “Piensa en un hombre dominado. ¿Pensamiento? Lo hiciste bien, su
nombre es Jason Lewis”.
— ¿Ves papi? Tú y tu mamá tienen a papá atrapado en un solo dedo meñique.
Tiene unos ojos tan hermosos, y están tan abiertos, mirándome a la cara. ¿Ella me
reconoce? Debes saber que mi hija va detrás de su padre, inteligente y todo. Le sonrío.
“Papá te ama, niña bonita. “¡Mi voz es baja, y maldita sea!

Estoy hablando como una mujercita. Que no me escuche Saúl, hijo de
Mamá, siempre me cabrea cuando viene aquí y tengo a Nicole cerca.
Voy a su habitación, la acuesto en el cambiador y compruebo si está

mojada. ¡Ufá! Menos mal que no. Esto no es lo mío, créeme, no sé cómo
lidiar con las piernas inquietas. Nunca me deja ponerle bien el pañal.
Después de volver a tomarla del brazo, me dirijo de nuevo a la sala de estar.
CAPÍTULO 35
Tres meses después...
LA CEREMONIA DE BAUTIZO DE NICOLE FUE HERMOSA, estoy muy emocionada!
Parecía nuestra boda, con Saulo y Carla como padrinos. Demonios, se aseguraron de
decir, para nada sutil, que querían ser los padrinos de Nicole. Eran nuestros mejores amigos,
los míos y los de Jason, sería raro no invitarlos. Bueno, no invitamos de todos modos,
finalmente se ofrecieron. ¡Esos dos estaban más locos de lo que nadie podría haber imaginado!
Carla “Louquinha da Silva” vivía con Saulo desde hacía algún tiempo. Se habían casado en
una ceremonia privada y civil. Según Carla, eso era lo que ella quería, no soñaba con casarse
en una iglesia; muy típico de ella. Solo pude apoyar lo que ella decidió.
Estamos todos en la casa de los padres de Saulo, quienes viven en una casa con
amplios jardines, donde ofrecemos el almuerzo para nuestros invitados.
Habíamos alquilado un buffet y se habían instalado tiendas de campaña en los jardines. El
día fue perfecto, no demasiado caluroso, afortunadamente.
Estamos sentados en la carpa principal y Nicole está dentro de la casa. La temperatura
aquí afuera puede ser templada para nosotros los adultos, pero para mi pequeño bebé hacía
demasiado calor. Mis pensamientos vagan hacia ella, mis instintos en alerta máxima, siempre.
Había contratado a una niñera, sin embargo, siempre quiso cuidarla. ¿Sabes cuando quieres
algo tanto, pero tanto, y cuando lo consigues nunca lo quieres soltar? Así fue para mi hija.
Carla dice que soy una madre obsesionada, pero no lo soy. Sólo cuidado.
Siento manos tocándome debajo de la mesa y miro al malhechor, que está

sentado a mi lado con el rostro en blanco. ¿Qué tenía ese hombre? ¡Estaba siendo
acosada por mi propio marido semental! Me inclino a su lado y le susurro al oído.
"¿No fue suficiente esta mañana?"

“Nunca puedo tener suficiente de ti, amor. - Contesta. “Tengo nueve meses para
compensar la sequía, cariño. — Esta conversación ya había durado dos meses, desde
que terminó el confinamiento.
“Lo veo.” Sonrío, recordando nuestro sexo salvaje temprano en la mañana,
nuestras extremidades enredadas y pieles sudorosas. Oh, mierda!
Yo soy el que se está excitando con los recuerdos ahora.
Hmm... Incluso sin querer, las escenas se repetían en mi mente.
Me pierdo en las sensaciones, llevándome a un lugar bellamente erótico. Encajamos
tan bien. Se había despertado por la mañana, sus dedos deslizándose alrededor de
mi clítoris, dándome lo que necesitaba, aplicando la presión justa para desmantelarme.
Exploté incluso antes de que me despertara correctamente. El fuego dentro de

mí ardía, fuera de control, mientras me aferraba a él, dándolo todo. Mis piernas lo
sujetaban con fuerza, mis manos lo anclaban a mí, atadas alrededor de su cuello. Me
doy cuenta de que no hay despertar más delicioso. Sabíamos que teníamos que irnos,
pero ¿quién dijo que dejáramos de querernos como dos malditos conejitos?
“Te amo con locura, ¿lo sabías, cariño? Dije mientras mi boca hacía maravillas
en su anatomía muy dura.
"No vale la pena decir eso mientras mantengo mis labios alrededor de los tuyos".
tú, cariño —me quejo y vuelvo a mi delicioso desayuno.
"¡Todo vale, amor!" - Dice mientras toma mi cabello y levanta mi cabeza, y luego
baja la suya y me besa fuerte en la boca...
"¡La tierra llama a Julia!" Escucho la voz de Carla y vuelvo a la realidad, mi

conciencia regresa gradualmente. "¿Por qué estás gimiendo y toda roja, Julia?"
pregunta ella, con ojos traviesos, luego en voz baja. - Debes estar imaginando muchos
trucos sucios.
“Nada…” digo, poniéndome de pie. Voy a ver cómo está Nikki. Me apresuro a
dejar la mesa. ¡Qué horror, soñar despierto en la mesa con un montón de invitados!
Encuentro a Nicole en el cochecito y, como
siempre, durmiendo de día para hacer turnos de noche. Esta mi hija!
Después de comprobarlo, me dirijo hacia atrás cuando siento unos brazos

agarrándome y tirando de mí hacia un rincón del jardín, donde soy atacado por labios
hambrientos. Su lengua invade mi boca y gimo ante la buena sensación de su boca
sobre la mía. Sus manos están en mi muslo y se deslizan hacia arriba, levantando la
falda de mi vestido. Agarro su mano, impidiéndole ir más lejos. Aparto mi boca de la
suya y miro a mi alrededor para ver si no tenemos público.
'¿No tienes el control?' digo contra sus labios. Amo tus ojos claros, que ahora
me miran con malicia. "¿No nos vamos de luna de miel?" Debes controlarte y esperar
a que viajemos. “Íbamos a ir de luna de miel al Caribe, de ahí a Nueva York. Ya
estaba pensando en los paseos por Central Park.
"Amor, nuestro viaje todavía es de dos días a partir de ahora, eso es un

la eternidad para mi. Jay besa mi cuello, provocándome escalofríos.
"Volvamos con nuestros invitados, ¿de acuerdo?" Digo y suavemente lo empujo
lejos. “Tenemos el resto de nuestras vidas para hacer lo que tu mente pervertida
imagine.
- ¿En serio? Él sonríe con picardía y tiro de su mano hacia la mesa.
Pasaríamos el resto de nuestras vidas juntos y demostraríamos que, incluso contra
todas las probabilidades de éxito, en los comienzos desordenados de nuestra relación,
estamos aquí ahora, dirigiéndonos hacia un futuro maravilloso...
— Vamos, Sr. ¡Pervertido!
CAPÍTULO 36
¡Semen!
¡Estoy eufórico! Si te digo que dejé una conferencia telefónica con un

grupo de japoneses hoy, en manos de uno de los directores, y que estos
muchachos entienden de tecnología, y que me tomó un tiempo programar
esta reunión, ¿me creerías? ? Pero eso fue lo que pasó. Mi hermosa esposa
me acaba de llamar y me dijo que estaba autorizada para el relanzamiento
de nuestra tan esperada vida sexual. Era sex-dry, enfermo de hecho, esto
era serio. Llego a casa a las ocho y salgo a cazar a Julia por todo el
apartamento. Por primera vez desde que nació Nicole, no la busco primero
cuando llego. Soy un pésimo padre, lo sé...
¡Y también soy un jodido tipo con suerte! La encuentro en el baño, creo

que está haciendo esas cosas de chicas y montando una noche romántica.
“Piénsalo de nuevo, amor, hoy no soy nada fácil contigo ”, pienso. Hay una
canción que
Will Isuena suavemente en el dormitorio de Ellie Goulding, How Long
Love You.
Me detengo en la puerta entreabierta y observo su reflejo en el espejo

del lavabo. Julia vestía un camisón negro que apenas cubría su delicioso
trasero y dejaba poco a mi imaginación. Cuando nuestros ojos chocan en el
espejo, se vuelve hacia mí con una sonrisa de satisfacción.
"Hola, amor, pensé que llegarías tarde", dice. -
¿ES? ¿Y por quién te estás poniendo tan caliente? Acerco mi cuerpo al
de ella y le huelo el cuello, que huele divino. No puedo resistirme y muerdo
donde mi hombro se encuentra con mi cuello. - ¡Te quiero! —
Lucho una erección monstruosa, y no es broma, lujuria perpetua desde... Ni

siquiera recuerdo.
La tomo por la cintura y la coloco en el fregadero de mármol. Veo que la
niña traviesa está sin bragas, incluso mejor. Le arranco el diminuto camisón y
aprecio su cuerpo, que todavía tiene signos visibles de embarazo, pero quiero
que me condenen si no es la mujer más hermosa del maldito planeta, y es toda
mía. Abro sus piernas y me coloco entre ellas. Su mirada era exactamente como
él la quería: intensa y sensual. Ella gime y su cabeza cae hacia atrás contra el
espejo mientras me inclino y llevo mi boca hambrienta a su rosado coño, que
brilla como si me llamara para probarla después de tanto tiempo. Es como probar
un vino añejo, y quiero emborracharme con él.
su sabor
- ¡Usted es tan caliente! Digo y miro su rostro contorsionado con placer.
Sus dientes están hundidos en sus labios. ¡Es una vista celestial!
Mi boca regresa con hambre renovada, y ella no pudo evitar empujar sus caderas
contra mi cara. Ella grita cuando mi dedo se une a mi boca, deslizándose dentro
de ella con un suave empujón. Muevo mi dedo adelante y atrás antes de agregar
un segundo, mi lengua mantiene la presión implacable. Julia no puede contenerse
con el doble asalto. Dejo lo que estoy haciendo con mi boca y la miro en un
violento estallido de placer. Los espasmos sacuden su cuerpo y ella clama
misericordia, pero no dejo de latir en su interior; Soy implacable en la búsqueda
de tu placer. Curvo mis dedos y empiezo a alternar entre lentos empujones de
mis dedos y lametones que tocan cada punto de placer que sé que ella tiene.
— Jay, por favor. Yo quiero...

- ¡Lo se cariño!
Cuando ella gime fuera de control, torturo su clítoris aún más. Para ver
tu placer es mi placer también.
“Te dije, cariño, que te iba a torturar hasta la muerte, así que déjalo, amor”,
le digo con cariño. Uso mi otra mano y tiro de su cabello hacia atrás, exponiendo
su garganta, y acelero todo el camino, haciéndola retorcerse con avidez en mis
dedos.
Un momento después, saco a una Julia inerte del mostrador y la llevo a la
cama. La acuesto y luego beso su boca profundamente. Ella, sin embargo, no
permanece mucho tiempo en su pequeño mundo orgásmico. Paso mis dedos
por el borde de mis pantalones y respiro profundamente, la enorme figura detrás de mí.
mi cremallera estiraba las costuras. Baja lentamente la cremallera y jadeo cuando

me suelta en su mano.
"¡Cristo, cariño!" - jadeando. Mis dedos enroscan los suyos a mi alrededor y le
muestro cómo me gusta que me acaricie. “Te voy a follar duro. Voy a usar tu cuerpo
hasta correrme dentro de ti —gruño y me levanto para quitarme el resto de la ropa.
“Toda la noche, y quiero volverte loco de placer.
Vuelvo a la cama, la dulzura se aleja de mí esta noche. Beso su boca con

fuerza, luego la coloco a cuatro patas en la cama.
Sin pensar demasiado, coloco mi polla en la entrada de su coño y empujo dentro de
ella. Coloco mis manos a cada lado de sus caderas y la tomo lentamente, hasta que
él está completamente sentado dentro de ella, y luego me quedo quieto, esperando
que su cuerpo me acomode. Había pasado tanto tiempo desde que había tenido un
hombre dentro de ella, estaba apretada como la mierda.
-Usted es tan caliente. Coño apretado y jodidamente caliente. Agarro su cabello
y la acerco hacia mí. Beso la parte de atrás de su cuello, mordiendo y lamiendo cada
centímetro de piel que puedo alcanzar. Agarro su cuello desde el frente y bajo mi
otra mano a su clítoris hinchado, y gemimos juntos cuando la toco allí. No tengo la
paciencia para ser amable hoy, y empiezo a empujar con fuerza dentro de ella. “Te
gusta eso, ¿verdad, mi dulce? Trabajo mis dedos dentro de ella, acaricio su clítoris y
llevo mi otra mano a su boca. Julia la agarra, chupando con fuerza dos de mis dedos.
- ¡A mi gatito le gusta! - gime, alucinando, mojada, jadeante. Sus gemidos roncos me
volvieron más loco. Y cuando tu canal mojado comienza a contraerse con espasmos,
pierdo el control para siempre, y no duramos mucho. Lo disfrutamos casi de
inmediato. Con el siguiente impulso, se estremece, enterrando su cara contra la
almohada mientras grita con la intensidad de su clímax. Caímos sobre la cama en
una maraña de brazos y piernas, conmigo todavía dentro de ella. No quiero dejar tu
calor, que me vuelve loco de lujuria.
Julia mete el culo en mi dirección y gira la cabeza para mirarme.

— ¿Ya, guapo? dice, cuando siente que mi polla cobra vida. — ¿Qué tomaste
hoy? - bromea - Eso, mi amor, fueron meses secos de córnea - digo y la beso de
nuevo. Y nos enamoramos de nuevo. Todo más tranquilo esta vez. Bueno... no
tan tranquila.
EPÍLOGO
ODIO PASAR TODO EL DÍA FUERA DE CASA, pero hoy era realmente necesario
ir a Ma Belle. Pasar todo el día sin ver a mis bellezas había sido más que una tortura.
Tenía una nueva colección que organizar, y nada como tú para estar al tanto del negocio
para que todo salga perfecto como quieres, aunque Melissa era más que eficiente y se
había convertido en una amiga y valiosa para mí en los últimos años. Entro en casa,
nuestro nuevo hogar. Este lo habíamos comprado, con patio trasero y espacio suficiente
para un batallón, pero era nuestro rinconcito. Extraño, la casa estaba en silencio, algo raro
en estos días.
Si alguien me preguntara, ese día entré a la oficina y tuve esa inseminación artificial,
donde estaría hoy, casi seis años después, diría que estaría en mi departamento,
disfrutando de mi único hijo, solos él y yo.
Por supuesto, ese día no recordaría que me crucé con mi futuro esposo. Ni siquiera
me imaginaba que tener una pareja real pudiera ser una opción tan válida como vivir sola,
ya que deseaba en ese momento que había decidido tener mi descendencia independiente.
Y el destino vino y realmente hizo tropezar mis planes bien concebidos. Ella me dio un
esposo hermoso y unas hijas más que perfectas. Estamos viviendo tan profundamente en
nuestro amor que hay momentos en los que espero que suceda algo que nos quite la paz.
Así recuerdo que nada puede sacudir a nuestra familia. Nada mismo.
Subo las escaleras y escucho la primera señal de vida en la casa. Camino por el
pasillo y me detengo en la puerta de la sala de juegos.
La escena que encuentro siempre me encanta. ¿Dónde está el hombre pulcro de
traje y corbata que conocí? Oh, todavía existe, pero este hombre que conozco aquí está
totalmente desprovisto de arrogancia y
cualquier tipo de machismo. La habitación es un desastre, con juguetes por

todas partes. Jason era más desordenado que sus hijas. Está sentado en la
alfombra, rodeado de nuestras hijas. Nicole se sienta en un cojín, parece un
adulto pequeño, y los trillizos idénticos están haciendo el mayor alboroto
junto con su padre.
Sí, había tenido un embarazo triple.
Esta vez, por el método normal. Ahora tenían tres años.
Eran terribles, no se callaban ni un minuto. Veo a Jason tratando de
contenerlos. Cuando trató de atrapar a uno, el otro tropezó y volvió al mismo
lugar. Fue tan lindo verlos juntos, mi hermosa familia para vivir. Esta escena
era tan común hoy en día. Mi apuesto esposo no tenía miedo ni se
avergonzaba de cuidar de nuestras hijas mientras él se ocupaba de mis
asuntos. Teníamos niñeras eficientes, pero él insistió. Entonces, ¿quién soy
yo para detenerlo?
“Uh-huh,” llamo su atención. Un coro de “mami” resuena en la habitación
y me derrito de felicidad. - ¡Hola mis amores!
Dejo mi bolso en el suelo y me siento en la alfombra. Sophie y Elle se
me acercan, frenéticas, mientras Jasmine, controlada, se para detrás, con
enormes ojos grises.
“Vengan aquí, cariños”, llamo mientras abrazo y beso a mis dos
chirridos. Abrazar a cuatro a la vez es difícil, pero trato de aferrarme a los
cuatro de todos modos.
"Mami, ¿no recibo besos también?" - dice Jason, y yo le sonrío,
encantada y enamorada. Dispuesta a recibir todos los besos posibles.
Dos semanas después...
¿Puede un hombre ser más feliz que yo? Creo que no. Verlos a los cinco
juntos hace que mi corazón se sienta tan, tan... ¡Joder! Es una sensación
abrumadora que se hincha en mi pecho. En los últimos años, mi vida ha
cambiado tanto que ni siquiera me reconozco. La fortuna me sonrió y me había
regalado cinco hermosas mujeres. Julia, Nikki y los trillizos. No podía creerlo
cuando escuché, en la primera ecografía, el sonido de tres corazoncitos. La
maravillosa pulsación había llenado la oficina del Doctor Edgar, y en ese
momento pensé que era una broma. Pero el mayor susto fue el día que descubrimos el sexo.
Más mujeres en mi vida! ¡Estaba astillado, quíntuplemente jodido y
jodidamente feliz!
“Amigo, toma esa servilleta. “Saulo aparece a mi lado y
muéstrame un pañuelo.
'¿Para qué quiero esto?' - pregunto intrigada - Te haces viejo, pero no
pierdas ese lado aburrido que tienes, amigo.
— Amigo, se te está saliendo la baba por la boca. Se ríe a carcajadas.
— Saulo, te crees muy gracioso, amigo. digo y sigo sonriendo. “Debería
ser un payaso en lugar de un abogado.
¿Qué podría decir? Eso era cierto. Babeé sobre mi familia. Hoy era el
quinto cumpleaños de Nikki, y ella era una mini Julia, igual de obstinada desde
su nacimiento. La veo correr entre otros niños y abrazar a Guilherme, el hijo de
tres años de Saulo y Carla, por el cuello. Tenía la edad de los trillizos.
— ¡Hombre, tu hija va a asfixiar a mi hijo! - se queja Saúl. "¡Es una

pequeña amazona!" ¡Tengo miedo por Guilherme, pobrecito! - dice, pero se ríe
de las payasadas de mi pequeña. Era tan hermosa e inteligente que me atrajo,
¡eso es claro y evidente! No es que quiera presumir; no, nunca haría eso. Solo
soy un padre que reconoce sus propios genes en su hija.
Cumplí todos los deseos de mis cinco niñas. ¿Qué podía hacer yo, si yo
estaba en la minoría, no tenía voz con ellos. Además de que me dominan, lo
confieso.
Mi relación con Julia no podría ser mejor. Pronto haríamos un viaje para una
segunda luna de miel, ya que la primera no valió la pena.
Sonriendo, recuerdo que mi Nicole era demasiado pequeña y exigía demasiada atención.
No aprovechamos al máximo una luna de miel, si sabes a lo que me refiero.
Pero tenía una hermosa familia que no cambiaría por nada. Ahora tengo la
sensación de que debo agradecer a la clínica por traer, en medio del caos, el regalo más
grande que jamás podría desear.
Mi madre vivía muy bien, allá en el asilo de ancianos. Ella no era tan mayor, solo
tenía sesenta años, pero traerla a mi vida familiar, más cerca de mis hijas, tal vez nunca
suceda. Ella había perdido, por mi parte, ese vínculo intrínseco de madre e hijo. No es
que no la hubiera perdonado, la visitaba siempre que podía. Pero traerla aquí era algo
que no podía explicar, porque mis hijas lo eran todo para mí.
No quería que nada, ni remotamente, fuera un peligro para ellos.

Tenía mis amigos, aunque fueran pocos, y ya era más que feliz así.
Voy a donde está Julia, envuelvo mis brazos alrededor de su cuerpo y beso la
curva de su cuello.
"Me haces tan feliz, cariño", le digo al oído.
"Oh, qué hermoso, amor, ahora soy un bebé, ¿eh?" Ella se ríe, su cabeza cae
sobre mi hombro.
"¡Siempre has sido y siempre serás mío!" No importa el nombre que te dé. “Joder,
seguía siendo el mismo Jason con el que me casé con ella, pero reformado.
- ¡También te amo! ¡Mucho!

"Ya que me ama, Sra. Lewis, es mejor que nos alejemos de esta fiesta por un
tiempo y hagamos algo con esta erección que tengo", murmuro en voz baja, y ella sonríe
de nuevo y comprueba que yo. Estoy diciendo la verdad.
“Ustedes dos, tengan decencia. Ya es una pareja de ancianos besándose en la
fiesta de su propia hija, ¿no crees? La voz de Carla corta nuestra broma. - ¡Qué
vergüenza!
Está embarazada de ocho meses de su segundo hijo, parece que será otro varón,
solo quieren saber en el momento del parto.
“Carla, esto se ha convertido en acoso, amiga mía. - Julia se ríe. - ¡Siempre
dibujando!
O siempre te estás besando. Ella señala a nuestros hijos. "¿Tengo que tener
cuatro hijos, Sr. ¿Ogro? ¡Porque tu hija no le da tranquilidad a mi hijo! Bill necesitará
apoyo”. Nos reímos y miramos a nuestra descendencia.
Después de la fiesta, después de acostar a los niños en la cama y dejarlos al

cuidado de las niñeras, llevo a Julia a la sala de estar y nos sirvo una copa de vino.
Entro en la habitación y elijo una canción. Final feliz, de Djavan, empieza a sonar y el
sonido llena la sala. Me siento al lado del amor de mi vida y beso sus labios. Como
siempre, olvido quién soy y me siento más enamorado que nunca de mi dulzura.
De todos modos, estábamos teniendo nuestro final feliz, y muchos años por venir.
eran como las que ya habíamos tenido juntos...
basta de fingir
No tengo nada que ocultar
Ahora es de verdad
Pase lo que pase
No me importa
Ni siquiera estoy aquí para lo que dicen
Quiero ser feliz
y vivir para ti
Puedes abrazarme sin miedo
Puedes poner tu mano sobre la mía
Mi amor
Deja que el tiempo se prolongue sin cesar
Mi amor,
No hay nada de malo en que te guste así.
Oh mi querido
creer en el final feliz
Mi amor
Mi amor
BONO CARLA Y SAULO
El 1er encuentro...
Llegamos al club hace dos horas y ya me estoy desgastando en la pista de baile.

Mi vestido corto, un modelo más de “periguete loco” que de dama, está pegado a mi
cuerpo sudoroso de tanto bailar. Ojalá mi mejor amiga estuviera aquí conmigo, pero debe
estar en casa, disfrutando de su embarazo y de un libro.
Arrg... Esto no es para mí. Todavía no, soy demasiado joven para apegarme a
estas cosas. ¡Pero aún no lo conocía a ÉL!
Mi garganta está seca, siento sed y decido ir al bar a tomar algo y renovar mis
energías. Empujo a la gente delante de mí y termino empujando mis tacones de aguja en
los pies de alguien, pero me dirijo a la barra con destreza. Pido un trago y espero, no
puedo evitar balancear mis caderas al ritmo de la música. Me giro para mirar alrededor y
mis ojos se salen de sus órbitas cuando veo: ¡ÉL!
¡El amor a primera vista realmente existe! ¡Me acabo de enamorar! ¡Santa Madre
de Dios! Se ve como el tipo de chico al que querrías tirar en la cama más cercana:
moreno, fornido, de pelo corto, negro, viste jeans oscuros y una camisa negra abotonada
con las mangas arremangadas hasta los codos, y realmente, desde donde estoy, ¡Puedes
ver que es muy lindo!
Estaba empezando a caminar hacia él cuando me detuve. ¿No es ese Jason de Julia?
Ah, si lo es, y tiene un rubio platinado pegado a él como una garrapata al lado. Están
juntos, lo entiendo. ¿Mi dios del sexo y Jason Lewis son amigos? Ah, pero eso es genial,
así que tendré una excusa menos obvia para acercarme a ti. “No es que me importe eso.
¡Qué delicia, una mujer no necesita excusas!
“Hola”, digo mientras me acerco a ellos y “la” delicia gira en mi dirección. Sus ojos
marrones claros me golpearon como una bala de cañón, haciendo que mi estómago se
encogiera y me dejara helado.
acentuar más. “Jason, me alegro de verte. —¡Mentira descarada! ¡No me importa

ese Ogro que chupa limones para desayunar! Mi negocio es con el Sr. Deleite
justo frente a mí, que me mira como si fuera la última comida de su vida.
¡Eso! ¡Estamos sincronizados aquí! Como no soy mojigato, el

la vergüenza ha pasado bien lejos de mí, y extiendo mi mano hacia él.
— Carla Spinoza, ¿y tú eres?
— Saúl Calvet. Aprieta mi mano en un apretón firme y totalmente masculino.
Ella mira a Jason con una pregunta en sus ojos y él se encoge de hombros.
“Soy amigo de Julia”, le digo a Saul, ya que el ogro no nos ha presentado.

Mal educado. El rubio aparta a Jason y yo interiormente le doy las gracias.
¡Perfecto!
- ¿Usted baila? —pregunto y él se ríe.
“Si no lo supiera, lo aprendería ahora. “Sí, es perfecto para mí.
Fuimos a la pista, y se me ocurre un pensamiento: ¿está acompañado? Si
tu amigo lo es, posiblemente también lo fue. Está bien, un baile y te devolveré a
tu supuesta compañía. Madonna comienza a cantar Justify My Love. Y lo empujo
hacia el baile más sexy de su vida.
Eso espero. Me sonrío a mí mismo. ¡Estoy loco!
Rodea mi cintura y no me hago el inocente: envuelvo mis brazos alrededor
de su cuello y me entrego al momento. Siento tus labios en mi cuello, siento tu
aroma embriagador envolviéndome y olvido donde
estoy.
Querer, necesitar, esperar

Para que justifiques mi amor
Esperando, rezando Para
que justifiques mi amor Quiero
conocerte No así No quiero ser
tu madre No quiero ser
tu hermana Solo quiero ser tu
amante Quiero ser tu bebé
Bésame, así es, bésame.
Cuando termina la canción, estamos jadeando, y no es por el ritmo de la

canción. Veo que me mira la boca y vuelve a mirarme a los ojos. "Sí, delicia,
bésame". Pero no lo hace.
"¿Tienes un teléfono?", Pregunta, hablando muy cerca de mi boca, solo un
poco más cerca y estaríamos pegados.
"¿Y quién no tiene un teléfono en estos días?" - suelto. ¡Maldición!
“Di el número, porque pronto tendremos otro baile. Le digo mi número, y
realmente no sé si llamará, después de todo no anotó el número. Lo veo caminar
hacia donde está Jason, y la decepción se hunde en mí.
Pasé el día siguiente con Julia, de compras. Le conté que me encontré con
Jason y Saulo en el club, pero no mencioné mi sorprendente atracción por él. No
pensé que llegaría a nada. Sin embargo, cuando llegué a casa esa noche, recibí
una llamada de él.
Me debes un baile más, y necesito corregir mi error de anoche y ofrecerte
un trago. – dice de un tirón, sin darme oportunidad de hablar – ¿Entonces?
Bueno, no sabía que podía tener sentimientos inmediatos por una persona,
pero había visto a Saul y ¡BAM! Esto era desconcertante y embriagador.
"Entonces, ¿te dejé mudo?" - Se burla de mi falta de respuesta.- Estuviste
extremadamente sexy ayer, ¿a dónde se fue todo ese atrevimiento?
“Um… Um…” Me aclaro la garganta. — No esperaba que llamaras, Saul. Y

atrevida es mi segundo nombre, el primero es atrevida, ahora no era atrevida en
absoluto, estaba temblorosa, eso es todo. El señor Delícia me hizo débil en las
rodillas.
Se rió del otro lado.
“Acepta mi invitación y no te arrepentirás. "Oh cariño, tú
Aún no lo sé, pero es todo mío.
“Oh, no sé, acabo de llegar a casa del trabajo. — Yo encanto. Demonios,
espero que no crea eso, porque no estaría cansado de obligarme a quedarme en
casa hoy.
Quedamos en encontrarnos en un restaurante cerca de donde vivo, ya que
era muy tarde. De hecho, es más un bar que un restaurante,
pero tenía pista de baile y la había elegido precisamente para ese detalle. Después de
cuarenta minutos, estoy listo y saliendo de la casa. Tomo un taxi y en menos de diez
minutos estoy allí. ¡Maldición! Debo haberme adelantado, porque no lo veo por ninguna
parte. Camino hacia la parte de atrás del restaurante, donde hay un bar que sirve a
aquellos que solo quieren una bebida.
Te voy a esperar, pero veo que no fui el único que llegó temprano.
Está en la barra, de espaldas, y gira aparentemente para comprobar que he llegado, me
imagino, y estoy literalmente salivando aquí. Lo miro, es impecable desde todos los
ángulos y, créeme, estaba revisando todos y cada uno de los ángulos. Quería apartar la
mirada, pero en serio, ¡no podía!
Yo estaba enloqueciendo, hipnotizado por su apariencia y su carisma, que parecía

filtrarse en mí. Su mirada se lanza de arriba abajo mientras camino hacia ella. Él tiene la
mirada audaz en mis piernas, que están desnudas, con una falda corta dorada,
combinada con una blusa azul turquesa y tacones asesinos. ¿Mencioné que me encanta
saltar? Sí, son buenos aliados en la “danza del apareamiento”.
Saúl ni siquiera estaba tratando de ocultar el hecho de que apreciaba lo que hacía.
a través de. ¡Bribón! ¡Me encanta eso! Su pequeña sonrisa indecente coincide con la mía.
Me detengo frente a ti. Toma mi mano entre las suyas y la lleva lentamente a sus
labios, besando la palma seductoramente. Un escalofrío sale del centro de mi mano y
recorre todo mi cuerpo.
“Carla…” dice suavemente, sus ojos encontrándose con los míos.
Mis piernas cuelgan sobre los tacones altísimos. "Me alegro de que hayas venido.
Nos dirigimos a una mesa en la esquina, y está tan aislada de las demás que
siento que mi corazón late, se acelera, pensando en las cosas que podríamos hacer allí
y que nadie vería.
"¿Estás listo para mí?
¿Qué? ¡Oh Señor, abrázame!
“Quiero decir, ¿estás listo para ordenar?”, dice, sonriendo. Que inteligente
“Pide un trago”, aclara.
"Siempre", le respondo.
No fue una sorpresa que la cena fuera divertida y claramente un coqueteo
desvergonzado entre nosotros. Nuestra conversación cómoda y fácil fluye sin problemas.
Hablamos un poco de nuestras vidas y me entero de que proviene de una familia bien
estructurada. Ha sido amigo de Jason desde que tenía 17 años.
Además de amigos, es su abogado y tiene un equipo legal en su empresa. Termino

diciendo que soy arquitecto, pero que mi carrera recién empezaba a despegar y
tenía planes de tener mi propia oficina.
Pasé la cena con mariposas revoloteando en mi vientre, y el efecto, literalmente,

causa estragos dentro de mí.
Cuando me lleva a la pista de baile, empezamos a bailar, o mejor dicho, a
frotarnos. Éramos como dos adolescentes con las hormonas al rojo vivo. El ritmo de
la canción es sexy, y estaba ardiendo por este hombre y no sabía por qué, aparte
de lo obvio. Es decir, es sexy, único, hermoso, perfecto para mí. ¿Mencioné lo
increíblemente sexy que es? Quería que me follara, sí lo hice. Aca mismo. En esto
tiempo.
Sus brazos son dos barras de acero a mi alrededor, mi espalda está contra su
pecho y mi trasero está presionado contra su entrepierna. Oh, mierda! Estoy flipando
aquí. Giro mi cabeza hacia él, levantando mi cara hacia la suya, cerrando los ojos,
queriendo sentir sus sensuales labios sobre los míos. Sus labios capturan mi boca,
muy suavemente al principio, pero a medida que continuamos, su lengua se
encuentra con la mía y nuestro beso comienza a chisporrotear con pasión. Froto mi
trasero descaradamente en su más que evidente erección, empujándolo hacia mí.
El placer quemaba a través de mí, estábamos tan pegados que lo sentía más y más
fuerte contra mi cuerpo hirviendo. ¡Maldición!
No recuerdo haber salido del restaurante, me embriagué con su sabor, olor...

Como mi casa estaba cerca, me encontré frente a ella apoyado contra mi puerta
cerrada y mi boca asaltada por un Saúl hambriento.
Mierda, ¿cómo llegamos allí? Debo haberle dicho dónde vivía, ¿no?
“Pregúntame en…” susurra en mi boca, ronco. Su lengua recorre el techo de
mi boca en una danza perversa, mi cuerpo se derrite en un charco de sensaciones
contra él y la puerta. Tiene una mano en mi muslo y la otra en mi pecho mientras yo
estoy prácticamente a horcajadas sobre su muslo.
¡Semen! ¡Esto es caliente como el infierno!
Cuando Saulo me pide que lo invite a pasar, no tengo dudas. Si lo quería, ¿por
qué ser hipócrita y decir que no? solo porque era el
¿primera fecha? No. Soy lo suficientemente mujer para tener sexo en la primera
cita. Cuando lo permitió, abrí la puerta y entramos. Entro en la sala de estar, él me
sigue tan cerca que siento su roce contra mí.
— ¿Bebes algo? —pregunto cortésmente, esperando que no lo haga. Sonrío
para mis adentros, porque no estoy de humor para ser una buena anfitriona en ese
sentido. Para Saul, no lo soy. Cuando dice que no quiere nada, sonrío en señal de
agradecimiento. Viene hacia mí y termino apoyada en el respaldo del sofá. Jadeo
cuando él me agarra abruptamente, con ambas manos en mi trasero, haciéndome
gemir en su boca, que regresa a la mía. Se aleja un poco y me mira a los ojos. El
calor irradia de ellos, la intensidad de su expresión me pone aún más caliente,
haciéndome sentir como la mujer más sexy del mundo. Me desabrocha la falda y
cae alrededor de mis pies. Me deshago de ella, mi camisa sigue el mismo camino
hasta el suelo. Solo uso lencería y tacones. Saulo pasa sus manos por mis hombros,
baja por mis brazos y regresa, enviando escalofríos por todo mi cuerpo. No estoy
callado aquí, de hecho, su camisa está completamente desabrochada, y aprovecho
para quitársela de los hombros. Miro extasiada su pecho y sonrío. Deslizo mis
manos a la cinturilla de sus pantalones, pero me detiene. Sus manos recorren mi
pecho y ahuecan mis senos cubiertos por sujetador.
—Date la vuelta, pequeña mocosa —susurra en mi oído. Le doy la espalda y

apoyo ambas manos en el respaldo del sofá. Giro la cabeza para mirarlo.
¡Maldición! Esto iba demasiado lento, ¿podría ser que él estaba todo
¿delicado? ¿Me había equivocado con mi hermoso Saulinho para vivir?!
—¿Estará allí mucho tiempo, señor? No te dejé entrar para que solo pudieras
admirar mi trasero, bromeo, ¡porque tengo prisa aquí, maldita sea!
Siento que me desabrocha el sujetador, que se desliza por mis brazos, y lo

tiro al suelo. Gimo cuando se mueve hacia abajo, agarrando mis bragas y
rasgándolas con un movimiento rápido. Reparte besos y muerde mi espalda. Pasa
su lengua a lo largo de la línea de mi columna, haciéndome jadear de placer,
amando la sensación de sus dientes en mi piel.
Aparta mi cabello y se enfoca en la parte de atrás de mi cuello, donde muerde y
alisa con su lengua. Un sinfín de escalofríos recorren mi cuerpo. Su boca y manos
parecen estar en todas partes; entonces tus manos están en mis caderas. Patea
mis pies, haciendo que me incline hacia adelante. estoy con
torso en el respaldo y ahora está de rodillas detrás de mí, deslizando su boca por
mi culo, antes de que su boca descienda sobre la hendidura y me pruebe como un
hombre hambriento. Fue demasiado. Apenas podía respirar, y fuertes sonidos
escapaban de mi garganta mientras empujaba mi trasero más adentro.
su rostro.
Putz! Nuestra primera noche había sido... ¡Uf! Saúl no me defraudó.

Después de la primera ronda en la sala, pasamos al dormitorio. Hmm... Solo pensar
en eso me hace temblar.
Tengo una taza de café en mis manos, y se suponía que se había ido, pero
todavía duerme en mi habitación. Sé que podrías pensar que las cosas fueron más
rápido que una estrella fugaz en el cielo, pero ¿sabes cuándo llamas la atención
sobre alguien y te pierdes en esa persona? Así iba nuestro caso. Ni siquiera sé si
piensa como yo, pero quiero creer que lo hace, y si no, ¡que se vaya al diablo!
— ¡Buenos días, novia!

- ¿Novia? Creo que no. No recuerdo que me pidieras que fuera tu novia,
grandullón. Entra en la cocina y besa mi cabeza. "Creo que sales con el Sr. Ogro.
Al menos la arrogancia es igual.
- ¿Quién es este? "¡Este hombre es una tentación!" Me distraigo con tu pecho
desnudo. Hombre, mi baba debe estar corriendo por la comisura de mi boca. —
¿Carla? ¿Quién es este? Me despierto de mi ensoñación y me enderezo en mi silla.
- ¿Quién más? Tu amigo, que ha estado acosando a mi amigo —me quejo.
“Oh, por cierto, no quiero que esta cosa entre nosotros salga a la luz ahora.
¿Todo bien para ti? - eso no me gusta.
- ¿Y porque no? ¿Fue solo una noche para ti? Pregunto en la lata.
No hay ningún secreto conmigo. Todo en vajilla, limpio es mi lema.
“Claro que quiero estar contigo más de una noche, Carla. Solo me parece
que nuestros amigos ya tienen mucho de qué preocuparse”, dice.
“No veo la lógica en eso. Mi amiga no estará más o menos preocupada,
porque estoy saliendo con un tipo…” digo. "¿Te avergüenzas de mí, por casualidad?"
- ¡Qué absurdo! Sería raro que los dos apareciéramos juntos.

¿ahora no? - argumenta.
- ¿Es porque? El extraño aquí eres tú.

“Creo que deberíamos disfrutar lo que hay entre nosotros”, dice, “y
olvidarnos de esas dos vidas. Están tan concentrados en sí mismos que ni
siquiera nos notarían.
Terminamos acordando guardar silencio. Pensándolo bien, ni siquiera
entiendo esta decisión. Sin embargo, ¿a quién le importa eso? Volvamos a la
fase en la que solíamos salir a escondidas de nuestros padres, solo que ahora
eran nuestros mejores amigos.
Empezamos a vernos tan a menudo como podíamos y teníamos tiempo
libre. Tenía razón, mejor nos reservamos lo que tenemos, la vida loca de Julia
y Jason parece una telenovela mexicana. No esperaba que mi aventura con
Saulo tomara proporciones tan rápidas, y cuando me doy cuenta, nos
comprometemos.
Sí, nos vamos a comprometer, y mi mejor amigo o cualquier otra persona
que conozca no sabe nada de nosotros. Estamos viviendo en un pequeño
mundo propio estos últimos meses. Estaba enamorado y muriéndome por
contarle al mundo sobre nuestro amor.
Le digo a Julia que Saulo me pidió que me casara con él. Ella está feliz y
un poco molesta porque lo mantuvo en secreto. Aunque ella también me ocultó
ciertas cosas. Pero al final, siempre nos llevamos bien, y ella se alegra por mí.
Nuestra relación es puro fuego, que cuando aparece Saulo siempre está
trabajando. Nunca lo veo relajado, disfrutando, siempre está ocupado en su
trabajo y solucionando las cosas de Jason. Eso es lo único malo entre nosotros.
Jason viajó con Julia y este fue el único fin de semana relativamente
tranquilo que pasamos juntos. Sin embargo, cuando regresan, las cosas se
ponen feas y, como siempre, Saulo está con Jason en otro viaje y yo me quedo
con mi amiga en este torbellino que afecta su vida. Cuando regresan, estoy
más tranquila, sin embargo, Julia estaba siendo acusada por algunas malas
lenguas de que ella podría ser la mentora del error en la clínica. Por supuesto
que es todo una mentira descarada, odiaba que ella estuviera pasando por esto
cuando solo quería tener a su hijo en paz. Al principio no entendía, era tan
joven y hermosa queriendo un bebé, pero llegué a amar esa pequeña vida
como si fuera mía también. Tal vez porque ahora estaba enamorada y entendía
eso de querer establecerse y tener su familia.
Ese día tuve la genial idea de esperar a Saulo con una sorpresita. Me
puse lencería sexy, tacones asesinos y lo esperé.
llegar. Tenía la llave de su casa, pero rara vez la usaba. Tenía una mujer joven
que le cuidaba la casa, y ella estaba allí cuando llegué y me dejó entrar. Sin
embargo, habría entrado de todos modos.
Escucho su llave en la puerta y adopto una pose sexy en un intento de
sacudir las estructuras de mi abogado.
“Tu doncella me dejó entrar…” digo cuando él aparece. —
Quería darle una linda sorpresa, así que le pedí que se fuera. ¿Hice mal?
"Nunca", dice con voz ronca, y sus ojos me comen vivo. Comienzo un
“escape” a través de la habitación. Me encanta saber que seré “cazada” y atrapada por él.
Le doy la espalda, sabiendo que sus ojos están en mi trasero.
¡Hombres!
"Parece que tienes planes para esta noche, amor", dice y me sigue.
- Yo tengo. Pero creo que deberías inspeccionarlo a fondo, para asegurarte

de que te gusta lo que ves. — Pongo cara de traviesa, porque a él le encantan mis
travesuras. Pero antes de que podamos continuar con nuestra noche, su teléfono
suena y termina mi noche. Por el tono de la conversación, mi novio/prometido dice
que cree en la posibilidad de que Julia sea una infiel. ¡Yo no creo en eso!
Las cosas suceden en cámara lenta. Me encuentro regañandolo mientras

cuelga el teléfono, y voy a mi habitación para cambiarme de ropa. Me dirijo a casa,
pijamada pospuesta sin fecha de regreso. Le tiro el zapato, me alejo cojeando y
termino con mi pose de dama ofendida.
Salgo de su casa muy decepcionado, quizás ahora entiendo por qué quiere alejar
nuestra relación de la vida de nuestros amigos.
Una semana aparte de él y apesta a pesar de sus intentos de disculparse.
No fueron muchos, para ser honesto, solo envió un mensaje, pero tendrá que
disculparse con Julia. Hasta que eso suceda, Carlinha no es fácil para él. Al final,
Julia es quien nos da fuerzas, invitándonos a los dos a cenar a su casa con Jason,
de hecho, a su casa.
¿Pero quién dijo que se lo pondré fácil a Saúl? Tuvo que sudar. Le dije que
se alejara de la cena lo más rápido que la cortesía lo permitiera, y nos vamos a mi
departamento, donde sabía que terminaría esta noche y tenía todo preparado.
Cuando entramos, me quedo en silencio mientras suelta un montón de excusas
innecesarias, ya ni siquiera está enojado.
Lo llevo de la mano a mi cuarto y le pregunto toda seductora:
“Quiero que me hagas un striptease, amor.

- ¿Qué?
Pongo música sexy y me siento en la cama.
- Puede empezar. ¡Sin striptease, sin reconciliación! Y puedes moverte mucho
—digo, con una sonrisa maliciosa.
— ¡El hombre macho no rueda! - Está frunciendo el ceño. Pero suspira y entra
al juego. Me encanta como haces mis voluntades. "Me vas a pagar, lo sabes, ¿no?"
“Ajá…” Sonrío de oreja a oreja y aplaudo cuando él

comienza a quitarse el traje, torpemente. - FIU fiu.
“Carla, esto es tan vergonzoso. Dice y se desabrocha los pantalones.
"Espera", digo. Quítate los zapatos, gogo-boy. Sonrío ante su ceño fruncido. Él
es malo en eso. Pero como tengo prisa por dar el siguiente paso, digo: "Está bien. Fin
de la tira. Acuéstate aquí en la cama, amor, te invito. Obedece, porque sabe que no
sirve de nada discutir conmigo. Cuando está acostado, me subo sobre él, todavía
completamente vestida. Sostengo sus fuertes brazos sobre su cabeza y, antes de que
se dé cuenta, está esposado a la cabecera de mi cama.
“¿Qué estás haciendo, Carla? - Está aprensivo y emocionado, se nota por el volumen
de su pantalón, que empiezo a quitarme. Lo dejo completamente desnudo y me pongo de
pie. Me quito el vestido y solo me pongo las bragas, ya que no llevo sujetador, y, por
supuesto, los tacones de mis “amigas” de “todos los tiempos”.
“Eres muy hermosa y sexy, amor. “Tus ojos están puestos en mí.
"Cállate, esclavo", le digo, riendo. Uy, un Domme no se ríe en un momento como
este. Voy a la cómoda en el dormitorio y agarro un látigo, que se siente tan suave
como la felpa, pero él no lo sabe.
¿Qué diablos vas a hacer, Carla? No tengo vocación de sumisa, no. se queja,
tirando de las esposas.
—Eso es porque no has venido tras de mí en toda la semana. Paso el látigo
sobre su pecho y vientre contraídos y sonrío. - ¿Usted tiene miedo de mí?
- Claro que no. Cuando me sueltes de aquí verás quién es el sumiso en esta
relación. Totalmente incómodo, tú..." dice, pero luce una erección espectacular, por
cierto. “Eso no es emocionante, para que conste.
Golpeo suavemente su pecho con el látigo, luego su vientre, y él

estremece.
Sí, luego demostró que no había nada de sumiso y, por supuesto,

¡me encantó!
El fin
OTROS LIBROS DEL AUTOR
LIBRO 3 - CUADRILOLOGÍA IRRESISTIBLE Disponible

Advertencia: puede contener
desencadenantes.
Cuando Christian y Haven se casaron, pensaron que tendrían su "felices

para siempre y más allá". Su amor era algo que parecía indestructible, pero
pronto se encontraron ante dilemas que los llevaron a un divorcio donde ambos
se acusaban mutuamente.
Ahora divorciados, siguen unidos por el amor, la angustia,
celos y una relación conflictiva y no resuelta.
El destino quiere ponerlos a prueba a ambos de una manera que Haven
no está preparada para enfrentar. Un embarazo inesperado hará que estos dos
hazlo bien o los separará para siempre.

Entre el amor y una relación conflictiva, los dos deberán afrontar esta nueva
etapa de sus vidas.
Habrá que tomar decisiones para que el amor permanezca...
LA NOVIA SUSTITUTA DEL CEO

LIBRO 1 - CUADRILOLOGÍA IRRESISTIBLE
Advertencia: puede contener factores desencadenantes.
"¿La boda más rápida de la historia y ahora íbamos a traer un bebé a la mezcla?"
Aurora Pontes es la hermana de la novia, la responsable de decirle al novio, en

el altar, que la novia lo ha abandonado. Pero el novio tiene nuevos planes y Aurora
acaba en el altar junto a él.
Rafael Lamartine es el director ejecutivo de Lamartine Investment. Tiene planes
para la familia Pontes, que no se verán frustrados porque una de las herederas
dejado en el altar. Después de todo, cualquiera de las hermanas Pontes es buena para el
matrimonio, ya que él no tiene intenciones de hacer que este matrimonio dure mucho.
O eso cree.
Cuando exige que Aurora reemplace a la novia, cree que tiene el control, pero
pronto comienza a desear que el matrimonio dure más de lo que había planeado.
Aunque es un matrimonio de conveniencia, Aurora sospecha que Rafael está

ocultando secretos, lo que podría terminar con la posibilidad de que el matrimonio
algún día tenga éxito y se convierta en algo más que un negocio.
Él parece ser el salvador que ayudará al negocio familiar, pero ella está
equivocada...
El deseo entre nosotros

LIBRO 2 - CUADRILOLOGÍA IRRESISTIBLE
“Él es mi jefe y siempre estamos lanzando críticas, pero es demasiado

sexy para que me enganche. Pero eso no es todo lo que hay entre nosotros..."
Él no puede tenerla.
Pero aun así, Domenico García pierde el control y cede al deseo de su nueva
contratación. Lanie Albuquerque despierta sus sentimientos y le resulta imposible
resistirse.
Ella no debería quererlo. ¡Era tu jefe!
Pero Lanie quiere y se siente cada vez más atraída por Domenico, el
abogado al que siempre ha admirado. Aunque, al principio, tienen algunos
conflictos, la atracción entre ellos es demasiado fuerte como para ignorarla.
Lo que se suponía que era solo una noche se convierte en más, quieren
más... pero ¿la vida oculta de Domenico les permitirá tener felices para
siempre?
The Desire Among Us, forma parte de una cuadrilogía con historias de
parejas e independientes y puede leerse por separado, pero puede contener
spoilers de la anterior.
DOMINIC - GUARDAESPALDAS 5
libro independiente
Advertencia: ¡Puede contener desencadenantes!
Luego de algunas situaciones que pusieron en peligro a Liz y a su hijo Ravi, contrata
el servicio de una empresa de seguridad, pero no esperaba que el hombre con el que
tuvo una aventura de una noche sería el enviado por Marshall Security. como su nuevo
guardaespaldas. . Ahora es tu corazón el que está en serios problemas.
Domingo es irresistible.
Dominic Mancini dejó el puesto de director ejecutivo en Mancini Holding durante un

año y se fue a trabajar como guardaespaldas en Marshall Security, pero en su último
trabajo conoce a la mujer que quedó en su mente después.
de una noche calurosa. Liz y su hijo Ravi necesitan protección, y él es el tipo

indicado para protegerlos a ambos. Ella y su hijo se ganan su corazón
rápidamente y no hay nada que él no haría para protegerlos.
Los recuerdos de la noche que pasaron juntos y el deseo que aún

sentir... Será difícil no mezclar trabajo y placer.
Quiere ser profesional, pero Liz lo vuelve loco.
Las líneas se vuelven borrosas y no puede resistirse.
Ahora quiere esta pequeña familia para él solo.
SERIE LA GUARDIA COSTERA

1. ALEXANDER 2. BRUNO 3.
CARL
4. ÁNGEL
ENCUENTRA LOS LIBROS AQUÍ

Tabla de contenido
RECONOCIMIENTO
CAPITULO 01
CAPITULO 02
CAPÍTULO 03
CAPITULO 04
CAPÍTULO 05
CAPITULO 06
CAPITULO 07
CAPÍTULO 08
CAPITULO 09
CAPÍTULO 10
CAPÍTULO 11
CAPÍTULO 12
CAPÍTULO 13
CAPÍTULO 14
CAPÍTULO 15
CAPÍTULO 16
CAPÍTULO 17
CAPÍTULO 18
CAPÍTULO 19
CAPÍTULO 20
CAPÍTULO 21
CAPÍTULO 22
CAPÍTULO 23
CAPÍTULO 24
CAPÍTULO 25
capitulo 26
capitulo 27
CAPÍTULO 28
CAPÍTULO 29
CAPÍTULO 30
CAPÍTULO 31
CAPÍTULO 32
CAPÍTULO 33
CAPÍTULO 34
CAPÍTULO 35
CAPÍTULO 36
EPÍLOGO
BONO carla y Saulo
Otros libros del autor

Cuando El Amor Sucede - MAYJO

Cargado por

Información del documento

Derechos de autor

Formatos disponibles

Compartir este documento

Compartir o incrustar documentos

Opciones para compartir

¿Le pareció útil este documento?

¿Este contenido es inapropiado?

Copyright:

Formatos disponibles

Cuando El Amor Sucede - MAYJO

Cargado por

Copyright:

Formatos disponibles

Machine Translated by Google

Machine Translated by Google

Copyright © 2022 MAYJO 2ª

Este trabajo sigue las reglas de la Nueva Ortografía de la Lengua Portuguesa.

Todos los derechos reservados.

De enemigos a amantes + Hot + CEO ogro

Un error en la clínica de cría y ahora tu bebé tiene padre.

São Paulo, 2013

"ASÍ JULIA", DIJO MI GINECÓLOGO. - Todo está en orden.

Ya tengo una habitación en mi casa esperando a mi princesita.

ver con este bombón en frente de mí.

Esperé en el mostrador de recepción a que la recepcionista terminara de contestar.

Esperé en la cama después de quitarme la ropa y ponerme esa sexy bata de

— Y la Dra. wilson? Yo pregunté.

"Por supuesto, doctora", respondí con vehemencia.

Tomé la decisión correcta. Una vasectomía era la mejor opción para un

Seis semanas después del primer procedimiento, regresé a la clínica. De

el medico Wilson se levantó y me saludó con un apretón de manos.

"Bueno", respondí con una sonrisa.

“Bueno, hubo mucha prisa el día de su procedimiento, y en la confusión, se

"Sí, ¿y eso qué tiene que ver conmigo?" pregunté ansiosamente.

DESPIERTA EN UNA HABITACIÓN EXTRAÑA. ¡¿Dónde diablos estaba?! Lo

La puerta se abrió y la Dra. Wilson entró.

"Cálmate, Julia, recuerda tu condición", dijo con condescendencia.

- El señor. Lewis es nuestro cliente. Lo miré fijamente. “Bueno, en realidad, él no

“Solo quería mantener su esperma en nuestro banco. Quiere que interrumpas el

"¿Puedo ir al baño, doctora?" Pregunté con voz fina. “Por supuesto,

¡Oh Dios mio! No sabía que necesitaría un abogado cuando me convocaron a

Ay, Julia, solo tú para planear todo y pasa lo peor.

bebidas! Me quité la ropa y caí en la cama con solo mi ropa interior

- Señor. Lewis, no es así...

— ¿Cómo estás, Julia? Él la saludó.

“Caballeros, esta es mi paciente, Julia Mason. Julia, esta es la Dra.

La niña parecía que se iba a desmayar.

"Puede esperar en la sala de estar, Sr. ¿Luis? preguntó el doctor detrás

Lo miré con cara de pocos amigos. Levantó los brazos en modo de

"Saul, si no te has dado cuenta, te pago para que desaparezcan mis

'¿Mejor para quién?' Para mi no lo es. “He tenido suficiente de esta

—Estás despedido —dije, y él tuvo el descaro de reírse, el estúpido bastardo.

“Simplemente no quiero tener una causa perdida en mi currículum cuando mi

"Al diablo con mi negocio, simplemente no quiero un hijo con un extraño", le

Estuvimos en silencio durante unos minutos, esperando, y después de unos

Saulo inició una conversación discreta con el abogado de la clínica y yo

¿Dónde diablos voy a encontrar a ese pequeño... ladrón?

“Deberían haber pensado en eso cuando usaron, sin mi consentimiento, mi semen

"Lo siento, señor...

DESPUÉS DE SALIR DE LA CLÍNICA como una dama victoriana, me subí a

Tomé mi teléfono y llamé a un amigo que también era mío.

— Habla, Raúl, ¿cómo estás? - saludé. - Necesito

"Sabes que tenemos un viaje programado para mañana, a California, ¿no?" Lo

- Bien recordado, con esta confusión ya ni me acordaba de eso.

Cuando se fue, apoyé la cabeza en la silla y suspiré. ¡Esta pesadilla parece no

Aparqué y me dirigí a la tienda, simplemente escaneando los alrededores. La

"Señorita Julia Mason, ¿está?" - Yo sonrío.

“Necesito hablar con Julia Mason, pero su empleado me ha informado que no

Entré a mi departamento y Selma, mi ama de llaves, la única mujer en el

queriendo saber si había conseguido la dirección de Julia. Dije que le haría

"Nunca se sabe, ¿verdad, amigo?" dijo en ese tono irreverente que le

“Julia Mason, no hagas promesas que no cumplirás.

Ni siquiera te lo diré. Me senté a su lado. “Fui a una reunión hoy en la clínica

Averigüemos todo sobre él. ¿Dónde está tu cuaderno? - Preguntó, levantándose

“Él quiere interrumpir el embarazo”, le recordé.

"Hola, Julia, ¿estás en casa?"

“Pensé que eras un cliente insatisfecho.