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LA NEUROCIENCIA, UNA HERRAMIENTA IMPRESCINDIBLE EN EL ÓRGANO DEL APRENDIZAJE

En la actualidad, la educación supone muchos retos y como docentes estamos en una búsqueda
constante de herramientas para lograr que los estudiantes consigan aprendizajes más
significativos. Para esto es necesario abrir nuestro salón de clases a las neurociencias y al
neuroaprendizaje para comenzar a descubrir cómo aprende el cerebro, el órgano del
aprendizaje; y aplicar sus aportes para formar a los estudiantes en los aspectos cognitivos y
emocionales para desarrollar en ellos inteligencia emocional, una habilidad fundamental a nivel
social.

El sistema nervioso, el aprendizaje y la conducta están estrechamente relacionados. En el


contexto educativo siempre ha sido de interés lo que sucede en el cerebro cuando se realizan
operaciones mentales para encontrar métodos de enseñanza más eficaces. En los últimos años
se han desarrollado trabajos neurocientíficos para aplicar el conocimiento sobre el cerebro para
producir mejoras en el campo educativo (Chisari, 2017).

Según Geake (2009), la neurociencia educativa es una disciplina emergente con raíces en la
neurociencia cognitiva y que tiene interés en la aplicación de los hallazgos de la neurociencia en
la educación y en la generación de preguntas educativas para ser perseguidas por la
investigación neurocientífica. Lo anterior ha traído consigo una necesidad en los docentes por
conocer el cerebro y su funcionamiento ya que se ha comprobado el aporte de esta disciplina
en la educación con respecto al funcionamiento del aprendizaje, las emociones, la memoria y
otras funciones cerebrales.

La neurociencia ha hecho grandes aportes a la educación, uno de ellos es el movimiento en


ambientes de aprendizaje, y no, no hacemos referencia a jugar; según Rosler (2014) la
metodología consiste en buscar mayor integración de los dos hemisferios cerebrales con
movimientos integradores de las fibras neuronales para ayudar a los estudiantes a aprender y
mejorar la concentración. La lectura, la escritura y la resolución de problemas son ejemplos de
actividades que involucran ambos hemisferios.

La educación actual está gestando un verdadero cambio gracias a las investigaciones y al


diálogo interdisciplinario entre las ciencias cognitivas y las neurociencias. Así las cosas, gracias a
la combinación entre ciencia y psicología se estudia el funcionamiento del cerebro durante el
aprendizaje, identificando los cambios en el sistema nervioso y las acciones que se pueden
llevar a cabo para favorecer dicho aprendizaje; a esto se le conoce como neuroaprendizaje.

El neuroaprendizaje no es más que una mezcla de la psicología, la pedagogía y la neurociencia


para profundizar en las mentes al momento que se aprende, es decir qué expone, cómo
funciona el aprendizaje en el cerebro y cómo se procesa esa información para obtener una
mejor comprensión de algún tema o actividad que estemos o vayamos a realizar. Según Pherez,
Vargas & Jerez (2016), es una herramienta imprescindible para el educador de estos tiempos
que sabe que el único camino seguro para lograr un futuro promisorio, es contribuir a la
formación de seres capaces de autogestionarse y superarse a sí mismos.

La niñez es una etapa fundamental para el desarrollo de los potenciales cerebrales del
aprendizaje ya que se pueden establecer las bases biológicas del aprendizaje con mayor
eficiencia, permitiendo a largo plazo el desarrollo de la metacognición. “La neuro pedagogía es
una herramienta muy poderosa a través de la cual se motiva muy fácilmente al niño, porque la
trabaja con el desarrollo del niño y su potencial a través de la lúdica, generando la emoción,
motivación e interés” (Avendaño, Cordona & Restrepo, 2015). Por ejemplo, para mejorar la
atención, podemos implementar el uso de actividades de concentración como rompecabezas y
crucigramas, que estimulan el cerebro y hacen del proceso de aprendizaje algo dinámico.

Según Pherez, Vargas & Jerez (2015), el neuroaprendizaje hace parte de la neuroeducación, una
disciplina que introduce los conocimientos de la neurociencia para mejorar la educación y que
enseña una nueva mirada sobre el proceso de enseñanza-aprendizaje.
La neuroeducación es la ciencia que promueve una mayor integración de las ciencias de la
educación con aquellas que se ocupan del desarrollo cognitivo del ser humano (Acajabon, 2018)
y tiene como objetivo conocer cómo aprende el cerebro y de qué manera se estimula su
desarrollo en el ámbito escolar por medio de la enseñanza (Pherez, Vargas & Jerez., 2016).

El principal interés de la neuroeducación es la interacción entre la mente, cerebro y educación


(Battro, Fischer & Lena, 2014) para conocer más a fondo las ciencias relacionadas con la
educación e integrar a las ciencias que se ocupan del funcionamiento cerebral. Lo anterior hace
posible que los procesos de enseñanza pasen de ser procesos basados en la experiencia y la
pedagogía a ser procesos que respondan y accedan a las áreas cerebrales que intervienen en el
aprendizaje (Tokuhama, 2008).

La neuroeducación enseña una nueva mirada sobre el proceso de enseñanza y hay muchos
docentes que le dan la importancia que merece. Sin embargo, a pesar de esto, existen algunos
que no tienen suficiente conocimiento de las áreas del cerebro que se logran estimular con las
estrategias aplicadas. Lo anterior se demuestra en la investigación realizada por Acajabón
(2018) a través de una observación directa para identificar qué estrategias de neuroaprendizaje
utilizaban los docentes de dos instituciones y el nivel de conocimiento de los mismos en cuanto
al funcionamiento del cerebro y su relación con el aprendizaje.

Figura 1. Series Evaluadas. Acajabón (2008).


Esta investigación permitió concluir que los docentes consideran y practican los criterios básicos
de las estrategias de neuroaprendizaje en la mayoría del tiempo; cuentan con un alto nivel de
conocimiento de la anatomía y fisiología del sistema nervioso central; identifican las actividades
que permiten generar rutinas basadas en neuroaprendizaje; conocen la importancia de integrar
los conocimientos que poseen las estrategias de neuroaprendizaje; pero tienen dificultad para
identificar el área del cerebro que estimulan (Acabajón, 2018).

El conocimiento del órgano del aprendizaje es un factor determinante para poder mejorar el
aprendizaje de los estudiantes; entender cómo funciona ayuda a identificar estilos de
aprendizaje y de inteligencia. Conocer el cerebro para mejorar el aprendizaje es exactamente lo
que busca el neuroaprendizaje; por eso hay que entender cómo se desarrolla y cuáles son los
posibles problemas que puedan afectar su desarrollo.

Así las cosas, a medida que los docentes conozcan y comprendan el sistema nervioso y el
cerebro, podrán utilizar la neurociencia como una estrategia en su proceso de aprendizaje-
enseñanza y desarrollaran herramientas para poder desarrollar el potencial de sus alumnos de
una forma segura y autónoma.

En cuanto a la Neotenia, es una teoría que habla de la retardación biológica del ser humano. Es
importante relacionar este aspecto con la educación y el aprendizaje ya que existen muchas
teorías en torno al ser humano como especie neoténica, como lo afirma Gould (2010),
asegurando que los seres humanos son en esencia neoténicos porque es evidente que un
retardo general y temporal del desarrollo ha caracterizado la evolución humana.

El concepto de adultez en la teoría de la neotenia ha jugado un papel importante en la


estructuración de procesos sociales y en la “superioridad” del grupo de los adultos sobre el
grupo de los jóvenes; esto ha creado estructuras en la sociedad que identifican a cada uno
como grupos muy diferentes. Para la neotenia, la infancia, la adolescencia y la juventud se
consideran solo una etapa en medio del camino para llegar a la adultez, como si lo anterior
fuese algo incierto que hay que superar; no teniendo en cuanto que la juventud y la niñez son
etapas indispensables para adquirir herramientas y aprendizaje para la integración social.

La neotenia cumple un papel preponderante no sólo en la evolución humana sino también en


su aprendizaje ya que la biología molecular influye directamente en el cerebro y el
pensamiento. He aquí donde la educación y la forma cómo la llevamos a cabo es importante; la
manera tradicional de enseñanza ha relegado el deporte y las artes a un segundo plano, lo que
ha traído un desapego profundo del cuerpo y de las actividades sensoriales (Robinson, 2006).
Por esta razón es importante virar nuestros ojos hacia otro tipo de habilidades (corporales y
emocionales) que promueven la creatividad, interacción social, emociones y autoconciencia con
el fin de incentivar el aprendizaje autónomo.

Si los docentes aprenden a identificar el perfil de la población estudiantil actual, transformarán


el sistema educativo en uno que comprenda los retos que ellos atraviesan y que se adapte a su
forma de aprender, a su estilo de vida y a su manera de procesar la educación; lo que hará
posible una mejor relación docente-alumno.

Según Leisman, Mualem & Khayat (2015), desde el enfoque de las neurociencias, las primeras
experiencias de vida influyen naturalmente en la flexibilidad del sistema nervioso central y en el
comportamiento pero muy poco de este conocimiento se aplica en la pedagogía. El órgano del
aprendizaje se va construyendo a partir de las experiencias únicas vividas y se va fortaleciendo
con las experiencias complejas que vive a lo largo de los años y de su proceso de maduración.
Lo que demuestra una estrecha relación entre las experiencias y la plasticidad neuronal,
afirmando la investigación de Somel (2009) donde demuestra que hay una gran presencia de
genes con expresiones neoténicas y que éstos son los responsables de dicha plasticidad.

Dicho esto, se puede afirmar a medida que el ser humano transita hacia la madurez, su cerebro
pasa por cambios de ritmo y volumen y dichas modificaciones, inciden significativamente en el
desarrollo de sus habilidades cognitivas. Según Gallese (2016), lo anterior le infiere a la
neotenia un papel importante en la evolución de la especie humana porque cumple un rol
preponderante en la capacidad de pensar con el cuerpo, es decir, en el desarrollo de formas
más sofisticadas de comunicación y expresión simbólicas. Un ejemplo claro es la evolución del
sistema cerebral y corporal, de tal forma, que la mano tiene un papel importante en la
construcción de símbolos; dicha construcción tiene un gran vínculo con el cuerpo como
instrumento creador y/o receptor.

La memoria y el aprendizaje van muy agarrados de las manos ya que, gracias a estos, los seres
humanos podemos adquirir conocimiento y además convivir en paz con las demás personas,
animales e inclusive, la naturaleza en general, teniendo en cuenta que, a partir de allí, nos
permite reconocer lo que se debe a diferenciar situaciones de peligro o simplemente alerta, así
como sucede en los animales.

Para el aprendizaje tenemos las funciones ejecutivas que nos ayudan a llevar un control sobre
nuestras actitudes y comportamientos que nos llevaran a lograr algún objetivo planificado,
entre las más importantes tenemos el razonamiento, la planificación, la toma de decisiones, la
fijación de metas y la organización.

LISTA DE REFERENCIAS

Chisari, L. (2017). Un estudio sobre las actitudes, motivaciones y percepciones detrás del
acercamiento de los educadores a las ciencias del cerebro [Tesis de maestría no publicada].
Universidad de San Andrés.

Geake, J. (2009). The Brain at School: Educational neurosciencie in the classroom. Maidenhead,
UK: McGraw-Hill.
Rosler, R. (2014). ¿Por qué el ejercicio y el cerebro son aliados en el aprendizaje?. Asociación
Educar para el Desarrollo Humano. Recuperado de asociacioneducar.com/ejercicio-aliado-
aprendizaje

Pherez, G., Vargas, S., Jerez, J. (2016). Neuroaprendizaje, una propuesta educativa:
herramientas para mejorar la praxis del docente. Universidad Sergio Arboleda. Recuperado de
https://www.redalyc.org/jatsRepo/1002/100258345012/html/index.html

Avendaño, A., Cordona, E., & Restrepo, V. (2015). La neuro-pedagogía como recurso para las
estrategias de Comunicación en niños. Medellin, Colombia: Universidad Pontifica Bolivariana.

Acajabón, S. (2018). Estrategias de neuroaprendizaje que utilizan los docentes del colegio
Comunidad Educativa Universal y el Colegio Kipling. La Antigua Guatemala: Universidad Rafael
Landívar. Obtenido de: http://biblio3.url.edu.gt/publijrcifuente/TESIS/2018/05/09/Acajabon-
Sochil.pdf

Figura 1. Adaptado de “Estrategias de neuroaprendizaje que utilizan los docentes del


colegio Comunidad Educativa Universal y el Colegio Kipling. La Antigua Guatemala: Universidad
Rafael Landívar” (p. 40), por Acajabón, S. (2018).

Tokuhama, T. (2005). Cambios diarios en el cerebro. Pizarra, 4-5.

Gould S (2010). Ontogenia y filogenia. La ley fundamental biogenética. Madrid, Drakontos. p.


425.

Robinson, K. [ted2006]. (2006, febrero, s.f.). Do schools killcreativity? [Archivo de video].


Recuperado de:
http://www.ted.com/talks/ken_robinson_says_schools_kill_creativity/transcript?language=en
Leisman, G., Mualem, R. & Khayat, S. (2015). The neurological development of the child with
the educational enrichment in mind. Psicología Educativa, 21, 79-96.

Somel, M., Franz, H., Yan, Z., Lorenc, A. Guo, S., Giger, T., ...Khaitovich, P. (2009). Transcriptional
neoteny in the human brain. PNAS, 106(14), 5743-5748. doi: 10.1073/pnas.0900544106.

Gallese, V. (2016). Neoteny and social cognition: A neuroscientific perspective on embodiment.


En C. Durts, T. Fuchs, C. Tewes (Eds.). Embodiment, Enaction and Culture (pp. 1-30). USA: MIT
Press (en prensa).

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