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26 de Septiembre, Día Mundial de

la Prevención del Embarazo no


planificado en Adolescentes
 
 

26 de Septiembre, Día Mundial de la Prevención del Embarazo no planificado


en Adolescentes..
Traer un hijo al mundo es el acto de mayor responsabilidad en una persona, y
así es reconocido a nivel mundial, mediante la instauración de un día mundial
para la prevención del embarazo no deseado. Si a esta circunstancia, se le
añade la condición de ser adolescentes, bajo nuestro punto de vista, agrava
la situación ya que están en la etapa de la vida que menos oportuno es. Un
hecho puntual no debe marcar el cambio de rumbo de una vida, y sólo
informando a los jóvenes, podremos evitar lo evitable.

A nivel mundial, 3 de cada 100 adolescentes quedan embarazadas al menos


una vez antes de los 20 años de edad. En España, la tasa de fecundidad se
sitúa en 12 nacimientos por mil adolescentes entre 15 y 19 años, es decir, un
3% del total de partos, fueron adolescentes.

EL porcentaje de embarazos adolescentes que termina en aborto es de un


30% según las cifras oficiales, aunque posiblemente este sea un dato
infravalorado. El problema continúa agravándose después del primer
embarazo, porque hasta un 20% volverán a ser madres antes de concluir la
adolescencia, debido a la persistencia de los mismos factores de riesgo ya
existentes y una eficaz conducta anticonceptiva.

Métodos anticonceptivos en la adolescencia y juventud


Las relaciones de pareja cambian a lo largo de la vida de la misma manera
que cambian las personas y su forma de vida. Por eso, también los métodos
anticonceptivos más adecuados cambian según la edad. Por fortuna, hoy en
día hay un amplio abanico de posibilidades para que cada persona pueda
escoger la que más le conviene.
A continuación, ofrecemos algunas pistas sobre cuál puede ser el
anticonceptivo más adecuado para ti según la época de la vida en la que te
encuentres.

Adolescencia:
En España, la edad de inicio de las relaciones sexuales está de media en los
16,5 años para los chicos y en los 17,2 años para las chicas. Es decir, en plena
adolescencia. Por otra parte, 4 de cada 10 adolescentes reconocen haber
tenido relaciones sexuales sin protección alguna vez. Esto provoca que
alrededor de 30.000 chicas menores de 20 años se queden embarazadas sin
desearlo cada año en nuestro país. Ante estos datos, no cabe duda de que
resulta esencial poner a disposición de los jóvenes los diferentes métodos
anticonceptivos y facilitarles el acceso para que no existan barreras en su
uso.

Los métodos anticonceptivos más utilizados en esta etapa son:


• Preservativo: Es el único método que, además de prevenir el embarazo,
protege frente a las enfermedades de transmisión sexual (ETS). Esto es
especialmente importante en una etapa vital en la que los cambios de pareja
sexual son frecuentes.

• Pastillas anticonceptivas: Su altísima eficacia en la prevención del embarazo


(próxima al 100%), la hace muy adecuada para las adolescentes. Además, los
anticonceptivos orales pueden ayudar en otros aspectos relacionados con la
salud: reducción del acné e hirsutismo, regulación de los ciclos menstruales,
reglas menos dolorosas y/o abundantes, y otros trastornos de la
menstruación.

• Anillo anticonceptivo:Usado de forma correcta, es tan eficaz como la


píldora y su uso es más cómodo, ya que solo es necesario “acordarse” de él
una vez al mes. Además, no interfiere con las relaciones sexuales, es discreto
y no produce molestias. También como la píldora, regula los ciclos
menstruales y produce reglas menos dolorosas. Sin embargo, no protege de
las ETS.

No obstante, los hábitos y prácticas sexuales hacen que ninguno de estos


métodos anticonceptivos sea perfecto. Los anticonceptivos orales, por
ejemplo, no ofrecen protección frente a las enfermedades de transmisión
sexual y el principal hándicap en su uso es tener que tomarlos cada día a la
misma hora. Esto dificulta el cumplimiento de la pauta. En anillo
anticonceptivo es una opción que reduce el riesgo de “olvido”, aunque
tampoco protege frente a ETS. Por otra parte, el preservativo no siempre se
utiliza correctamente, especialmente si las personas que van a mantener
relaciones están bajo los efectos del alcohol. En ocasiones surge una relación
imprevista y deciden aprovechar la oportunidad aunque no tengan un
condón a mano. Y, finalmente, algunas personas rechazan el uso del
preservativo porque creen que les va a restar sensibilidad o espontaneidad
en la relación.

Por todas estas razones, los expertos recomiendan el uso del doble método
durante la adolescencia, es decir, combinar un método anticonceptivo
hormonal con uno de barrera (condón).

Juventud:

A medida que la adolescencia va dejando paso a la primera juventud, los


hábitos sexuales pueden ir cambiando.Muchas personas inician relaciones de
pareja más estables y sus relaciones sexuales están mejor planificadas.
Además, suele adquirirse un mayor sentido de la responsabilidad y control
sobre el sexo.

Paradójicamente, estos cambios en ocasiones conllevan una sensación de


falsa seguridad que provoca que se sustituya el uso de un método
anticonceptivo por el “coitus interruptus” o “marcha atrás”. No obstante, el
riesgo de embarazo no deseado con estas prácticas es muy alto.
Entre los 20 y 24 años, un 44,5% de las mujeres españolas utiliza
preservativo, frente al 28,5% que utilizan píldora. Entre los 25 y 29 años, el
uso del condón se reduce al 36,5%, mientras que el de las pastillas
anticonceptivas aumenta a un 35,2%.

Entre los 20 y los 30 años, muchas mujeres optan también por otros métodos
anticonceptivos:
• Diafragma: Este dispositivo fue muy utilizado como método de barrera
antes de la popularización del condón. Aunque su eficacia es aceptable y
mejora la sensibilidad durante las relaciones sexuales, no protege frente a las
ETS. No obstante, es una buena alternativa para las mujeres que no deseen
un método anticonceptivo hormonal.
• Parche anticonceptivo: Es un anticonceptivo hormonal en forma de parche
transdérmico, equivalente a la píldora o el anillo vaginal. En este caso, el
parche va liberando las hormonas poco a poco a través de la piel, por lo que
debe quedar fijado a la piel sin moverse durante el tiempo de uso. Es un
método fiable y cómodo, pero muchas mujeres lo descartan porque puede
ser visible, especialmente en ropa de verano y traje de baño.

• Anticonceptivo inyectable: Se trata de una anticoncepción hormonal a


través de inyección. Debe aplicarse cada 3 meses aproximadamente. Algunas
mujeres lo prefieren porque el periodo de protección contra el embarazo es
largo, pero otras los rechazan por requerir pinchazos regulares,
administrados por un profesional de la salud.

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