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MÁS QUE UNA SIMPLE PALABRA

TEXTO: Hebreos 4:12


TEMA: El poder de la palabra de Dios

INTRODUCCION
A lo largo de la historia las palabras han tenido mucha importancia. Un líder proclama una frase, y ésta se convierte en un
toque de trompeta que mueve a las personas a sacrificios y hazañas. Algún gran hombre envía un manifiesto, y éste
produce un efecto que puede hacer o deshacer naciones. Una y otra vez en la historia la palabra que ha dicho algún líder o
pensador ha salido y ha obrado grandes cosas. Si así sucede con las palabras humanas, cuánto más con la Palabra de Dios.
Se presentan algunas afirmaciones sobre la Palabra de Dios:

I- Es una palabra VIVA (Hebreos 4:12)


Una de las cosas maravillosas de la Palabra de Dios es que es viva para las personas de todos los tiempos. Otras cosas se
pierden en el olvido o puede que adquieran un interés académico o histórico; pero la Palabra de Dios es como una semilla y
tiene vida en sí misma. Ella cae en tierra, y produce fruto, cuando esa tierra (nuestro corazón) está dispuesta y preparada.
¿Cómo está nuestro corazón? ¿Con dureza como el camino? ¿lleno de espinos y malezas? ¿con piedras y poca profundidad?
o es como la buena tierra lista para recibir la semilla?

II- Es una palabra PODEROSA (Jeremías 23:29)


Tiene poder para quebrantar el corazón endurecido. Exalta a los abatidos y abate a los arrogantes.
Cuando oímos la palabra, es el Señor el que nos habla. ¿Cómo actuamos ante su voz? Deberíamos caer rendidos a sus pies,
así como Saulo en el camino a Damasco (Hechos 22:7), y como Juan al ver y oír a Cristo cuando le habla para que escriba
(Apocalipsis 1:17). ¿Se doblega nuestro orgullo ante la palabra de Dios? Sin dudas, que la palabra tiene poder para hacerlo.

III- Es una palabra que puede CREAR (Hebreos 11:3)


“Y dijo Dios… y fue hecho” Por la fe comprendemos que el universo fue constituido por la palabra de Dios. Podemos
observar desde los comienzos el poder creador de la palabra. Los cielos y la tierra fueron hechos por la palabra de Dios. Si
Dios tiene el control de la naturaleza y la historia, del pasado y del presente, podemos confiar en sus promesas sobre el
futuro, no importa el precio que esto tenga.
¿Acaso Cristo (el “logos” o la “palabra en acción”) no ha hecho de nosotros una nueva criatura y hemos sido renacidos de
esa nueva simiente incorruptible por la palabra de Dios?

IV- Es una palabra MILAGROSA (Juan 11:43)


Fue suficiente que Cristo clame a gran vos: “Lázaro, ven fuera”, para que opere un milagro. Como así también el Señor le
dijera al mar “calla, enmudece” para que la tormenta cese y se haga bonanza en aquel mar. ¿Puedo creer que la palabra
opera milagros?

V- Es una palabra que PURIFICA (Proverbios 30:5)


La palabra de Dios es pura, limpia, convierte el alma, alegra el corazón. Con su pureza alumbra los ojos. La palabra de Dios
actúa en nosotros limpiándonos para que llevemos más fruto.

VI- Es una palabra más cortante que una ESPADA de dos filos (Hebreos 4:12)
La palabra de Dios penetra hasta la frontera entre el alma y el espíritu. Escudriñando los deseos e intenciones del corazón,
revelando las cosas ocultas que hay en él. EL deseo es la parte emocional de la persona, y la intención la parte intelectual. La
palabra llega hasta el espíritu del hombre.
Los dos filos de la espada nos muestran por un lado, que la palabra trabaja con un filo en el oyente que la recibe cuando es
compartida y con el otro filo, trabaja sobre nosotros, trazando nuestra vida también para ver si vivimos lo que compartimos;
pero también podemos ver que la misma palabra que es salvadora para los que creen, es destructora para los
desobedientes.
Al confrontarnos con la palabra de Dios, somos confrontados por Dios mismo, y no existe cosa creada que no sea manifiesta
en su presencia. Todas las cosas están desnudas y expuestas ante los ojos de aquel a quien tenemos que dar cuenta. La
función juzgadora de la palabra de Dios puede ser una ayuda para nosotros al continuar nuestro viaje de fe.
VII-La palabra VIVIENTE es CRISTO
La palabra viviente es Jesucristo, él es el Verbo (gr. logos) de Dios, la palabra encarnada. Por medio de Cristo Jesús
alcanzamos la vida (eterna y abundante). Cristo tiene poder para transformar nuestro corazón. ¿Cómo respondemos
ante su llamado? En Cristo, y para Cristo fueron creadas todas las cosas, todo por el subsiste, él fue constituido heredero
de todo y por medio de él todo fue creado. Cristo puede transformar una persona que vive sin sentido, perdida en el
pecado, menospreciada y desechada por todos en una nueva criatura. Ese es un verdadero milagro, un corazón
transformado, y en Cristo es posible que suceda.
Por medio de la Palabra eterna de Dios que es Cristo Jesús, tenemos garantizada nuestra entrada y permanencia dentro
de los planes eternos de Dios.

¿Quieres conocer más esa palabra?

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