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Síntesis:

“De los programas de Fomento a la lectura en México” es un trabajo monográfico


por Lucia Castillo (2012) con el objetivo de realizar un análisis comparativo sobre
los programas encaminadas al desarrollo de proyectos de fomento a la lectura.
Aunado a lo anterior, como instrumento de recopilación se utilizó la técnica de
investigación documental respecto a sectores de la población avalados por
instituciones públicas y gubernamentales, tales como el INEGI, UNESCO,
CONACULTA, PISA y el CERLALC.
Por otra parte, como problemáticas principales del estudio Castillo (2012) respecto
al fomento de la lectura en México, menciona que de acuerdo con el Plan Nacional
de Cultura el mexicano promedio lee 2.9 libros al año, siendo un índice de
competencia lectora de bajo rendimiento. Respecto a lo anterior, acorde a estudios
realizados por el INEGI en el país, gran parte de la población solo llega a la
secundaria como nivel máximo de estudios, lo cual termina por afectar sus
capacidades de desarrollo académico y lector. En general, a partir de estas
consideraciones la autora expone ciertos programas de fomento a la lectura que
se han intentado realizar en México, analizando, comparando e identificando las
principales deficiencias que han tenido estos trabajos en su implementación.
Respecto a los antecedentes, uno de los programas implementados fue el Plan
Nacional de Fomento a la lectura (2001) durante el sexenio de Vicente Fox, esto a
cargo de la CONACULTA y la SEP que perduró durante todo el período
gubernamental, sin embargo, no se demostró unos alcances significativos. En otra
instancia, otro proyecto implementado en México fue el plan Hacia un país de
lectores (2001) cuyos objetivos consistían en realizar una serie de reformas
educativas, creación de bibliotecas, círculos de lectura y ferias del libro,
lamentablemente el problema principal de esta propuesta fue que en los años que
estuvo vigente no hubo una buena promoción, teniendo como consecuencia que
no se logrará un cambio significativo en la sociedad. Aunado a lo anterior, los
resultados registrados por PISA respecto a este programa se encontraron que
entre los años 2001 y 2006 los índices de lectura en la población descendieron de
422 puntos a 410.
Otro antecedente revisado fue el programa México lee el cuál tenía por objetivo
priorizar el acceso y difusión en las instituciones académicas. Sin embargo, el
problema de esto proyecto radicó en que la metodología en la cuál se llevo a cabo
no fue la más apropiada, esto en cuando a cuestiones de tiempo, materiales o su
propia difusión. Por ende, esta última propuesta no logró realizar todas las
actividades u objetivos que tenía planeado llevar a cabo.
La autora finaliza exponiendo la dificultad de los desarrollos de programas para el
fomento a la lectura, señalando la precariedad que existe en la cultura de
redacción alrededor del país, esto conflictúa la integración de modelos e
instituciones.

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