Como primer paso, se debe evaluar el estado de salud en que se encuentre la
mascota (peso, enfermedades concomitantes, medicamentos que recibe o recibió, si está o no castrado, momento del ciclo estrual, posible cetoacidosis). De esta manera se irá armando la estrategia terapéutica. A continuación se hará referencia al paciente ambulatorio no cetoacidótico ni con complicaciones que hagan a un manejo intensivo Como segundo paso, se debe formular o indicar una dieta adecuada para la situación de intolerancia a la glucosa o estadío de la diabetes (clínica o subclínica) en que nos encontremos. De no estar castrado, indicar la castración en el menor tiempo posible. El tercer paso será la terapéutica farmacológica, sea con drogas normoglucemiantes o con insulina, según se esté en fase de intolerancia, subclínica o clínica. Se hará referencia únicamente a la insulinoterapia, ya que la DBT clínica es lo más frecuente y habitual de presentarse en el consultorio. Nunca se deben suministrar normoglucemiantes ni hipoglucemiantes orales a individuos con DBT clínica. Insulinoterapia Hay diferentes tipos de insulina según su origen y tiempo de acción. Esto es importante para poder armar una estrategia terapéutica, lo que implica dosis, frecuencia de administración, momento en que se suministra el alimento, medición de la glucemia. La DBT-1 y DBT-2 sintomática deben tratarse siempre con insulina. Es importante señalar que la dosis de insulina, como su frecuencia de administración y tipo de insulina dependerá de cada individuo en particular.