Objeto cotidiano en la casa: punta de flecha.

1. Accesorio de la campanilla de recepción. Podría anexarla a los tubos de viento en la

entrada de la casa.
2. Hebilla de cinturón. Sería un poco difícil, pero podría pagarle a un sastre para adherirla a
uno de mis cinturones “norteños”.
3. Collar para el perro. Podría mandar a grabarle el nombre y el número y ponérselo al collar
de mi mascota.
4. Manualidad tipo souvenir. Podría juntar varios de estos artefactos y transformarlos en una
artesanía similar a las que venden en las playas hechas de conchas.
5. Maqueta. Serviría también en una cartulina para una exposición sobre las culturas
indígenas.
6. Un anillo. Incluso serviría como piedra de encaje para el dedo.
7. Plectro de guitarra. No sería tan complicado adaptarlo para tocar este instrumento.

Decisión:

De todas estas opciones creo que me decantaría por la de la manualidad, ya que aunque la idea de
hacer la punta un plectro suena atractiva, a la larga mostraría ser poco práctica y algo dañina para
las cuerdas, cuando no para la propia pieza de arqueología. Lo menos que quiero hacer con este
artefacto es perderlo, ya que de por sí carga un gran valor cultural e histórico, y no creo que el uso
que pueda darle surta otro efecto que ir en detrimento de su esencia como legado de los
ancestros irritilas que, ahora extintos, sólo pueden ser recordados y respetados a través de sus
restos.

Conclusiones:

Al realizar la actividad me sorprendí de la variedad de opciones que pude llegar a desarrollar con
sólo sentarme y pensar sobre el asunto. Fue una buena forma de aplicar las técnicas y las
herramientas vistas en la unidad. Lo cual me permite darme cuenta de lo prácticas que pueden
llegar a ser en situaciones diversas incluso de la rutina diaria, de modo que pueda vivir y trabajar
de forma más creativa y menos automática.