Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Semiologia T - Sindromes Cardiovasculares y Urinarios
Semiologia T - Sindromes Cardiovasculares y Urinarios
Tema:
Describir los siguientes síndromes cardiovasculares: Insuficiencia cardiaca.
Infarto de miocardio. Estenosis mitral. Urinario: síndrome urémico.
Síndromes urinarios bajos.
Paralelo:
C
Carrera:
Medicina
Fecha de entrega:
Guayaquil, 17 de agosto del 2022
Insuficiencia cardiaca
Definición: Existen numerosas definiciones del síndrome de IC. Todas ellas son,
necesariamente, incompletas e inexactas, y dependen de las características del
cuadro; podría decirse que la IC es un síndrome clínico (disnea y fatigabilidad,
asociadas o no a retención hídrica) debido a la incapacidad de los ventrículos para
eyectar la sangre, necesaria para el metabolismo tisular, o para llenarse sin un
aumento compensatorio de la presión auricular en reposo v/o esfuerzo.
Etiología: Las dos principales etiologías de la IC son la enfermedad coronaria y la
hipertensión arterial. Existen circunstancias, enumeradas que pueden empeorar o
agravar los síntomas en un paciente con IC actual o con antecedentes de esta, lo
que lleva a una progresión en la clase funcional y/o incremento de sus edemas. Son
las mismas causas que también ocasionan incremento de la hospitalización en
pacientes con IC. Dichas circunstancias pueden ser cardíacas o no cardíacas, y dos
de las causas más frecuentes de descompensación de la IC preexistente son la
transgresión alimentaria con consumo de sal y el abandono de la medicación.
Clasificación: Debe subrayarse que, en los últimos años, la Asociación
Estadounidense de Cardiología y el Colegio Estadounidense de Cardiología han
desarrollado una nueva clasificación por estadios de la IC. Allí se incluye no solo a
los pacientes con síndrome clínico de IC (estadios C y D) sino también a aquellos
que, si bien no presentan el síndrome clínico, tienen un alto riesgo de desarrollar IC,
ya sea que no tengan (estadio A) & tengan (estadio B) alteraciones estructurales
cardíacas. Ello permitiría actuar en la prevención y en el diagnóstico y tratamiento
temprano de la IC.
Tipos y Formas Clínicas de Presentación
Examen físico
Debe recordarse que siempre es importante el registro cuidadoso de la tensión
arterial en posición de sentado, en decúbito y de pie (para excluir hipotensión
ortostática), la frecuencia cardíaca, el ritmo y características del pulso y de la
frecuencia y patrón respiratorios. Se subraya que el desplazamiento del ápex es el
signo más sensible y específico para el diagnóstico de IC, y el más específico, la
distensión venosa yugular. La combinación de antecedente de infarto de miocardio
y desplazamiento del ápex tiene el mayor valor predictivo positivo y negativo.
Exámenes complementarios
Estudios de laboratorio
El electrocardiograma (ECG) debe realizarse en todos los pacientes con sospecha
de IC. Las alteraciones electrocardiográficas en pacientes con IC son frecuentes y
reflejan cambios estructurales del corazón (trastornos de conducción, patrones de
hipertrofia, agrandamiento y/o sobrecarga), aunque frecuentemente no sugieren la
etiología.
Las ondas Q patológicas pueden indicar la presencia de secuela de infarto de
miocardio. Uno de los principales aportes del ECG reside en la determinación del
ritmo cardíaco y el diagnóstico de arritmias. El hallazgo de un ECG completamente
normal es raro y pone en dudas el diagnóstico de IC, en especial IC con disfunción
sistólica.
Radiografía de tórax
Al igual que el electrocardiograma, la radiografía convencional de tórax tiene un
gran valor para el diagnóstico de lC.
Debe realizarse en todos los pacientes con sospecha de IC. El hallazgo de
cardiomegalia, signos de congestión venocapilar, como redistribución del flujo
vascular pulmonar hacia los vértices v/o edema intersticial pulmonar, son signos de
IC. La radiografía de tórax permite excluir la enfermedad pulmonar como causa de
la sintomatología.
Ecocardiograma y Doppler
El ecocardiograma Doppler debe ser de rutina en la evaluación inicial y en el
Seguimiento. Permite objetivar los trastornos estructurales miocárdicos, valvulares
y/o pericárdicos y define la presencia de disfunción sistólica y/o diastólica.
El ecocardiograma y el Doppler se han convertido en el principal método
complementario de imágenes para el diagnóstico de IC.
Infarto de miocardio
El infarto agudo de miocardio es una necrosis miocárdica que se produce como
resultado de la obstrucción aguda de una arteria coronaria. Los síntomas incluyen
molestias torácicas con disnea o sin ella, náuseas y sudoración. El diagnóstico se
basa en el ECG y el hallazgo de marcadores biológicos. El tratamiento se realiza
con antiagregantes plaquetarios, anticoagulantes, nitratos, betabloqueantes,
estatinas y terapia de reperfusión. Para el infarto de miocardio con elevación del
segmento ST, la reperfusión urgente se efectúa con fibrinolíticos, intervención por
vía percutánea o, en ocasiones, cirugía de revascularización miocárdica. Para el
IMSEST, la reperfusión se realiza a través de intervención percutánea o cirugía de
revascularización miocárdica.
Fisiopatología del infarto de miocardio agudo
El infarto de miocardio se define como la necrosis miocárdica en un entorno clínico
compatible con isquemia miocárdica. Estas condiciones pueden estar satisfechas
cuando hay un aumento de los biomarcadores cardíacos (preferiblemente la
troponina cardíaca por encima del percentil del límite de referencia superior y por lo
menos uno de los siguientes:
• Síntomas de isquemia
• Cambios en el ECG indicativos de isquemia reciente (cambios significativos
ST/T o boqueo de la rama izquierda del haz)
• Desarrollo de ondas Q patológicas
• Evidencia de nueva pérdida de miocardio o una nueva anormalidad regional
del movimiento de la pared miocárdica en los estudios de imágenes
• Evidencia de trombo intracoronario en la angiografía o la autopsia
Se utilizan criterios ligeramente diferentes para diagnosticar IM durante y después
de la intervención coronaria percutánea o la cirugía de revascularización
miocárdica, y como causa de muerte súbita.
El IM también se puede clasificar en 5 tipos basados en la etiología y las
circunstancias:
Tipo 1: IM espontáneo causado por isquemia debido a un evento coronario primario
(p. ej., rotura de placa, erosión, o fisuras; disección coronaria)
Tipo 2: Isquemia debido al aumento de la demanda de oxígeno (p. ej., hipertensión),
o disminución de la oferta (p. ej., espasmo de las arterias coronarias o embolia,
arritmias, hipotensión)
Tipo 3: Relacionado con muerte súbita inesperada de causa cardíaca
Tipo 4a: Asociado con la intervención coronaria percutánea (signos y síntomas de
un infarto de miocardio con valores de cTn > 5 × el percentil 99 del límite superior)
Tipo 4b: Asociado con trombosis documentada de la prótesis endovascular (stent)
Tipo 5: Asociado con la cirugía de revascularización miocárdica (signos y síntomas
de un infarto de miocardio con valores de cTn > 10 × percentil 99 del límite superior)
Síntomas y signos del infarto agudo de miocardio
Los síntomas de ambos tipos de infartos son los mismos. Aproximadamente dos
terceras partes de los pacientes presentan síntomas prodrómicos entre varios días
y semanas antes del evento, que incluyen angina inestable o progresiva, disnea y
fatiga.
El primer síntoma del infarto suele ser el dolor visceral subesternal profundo descrito
por el paciente como un dolor continuo o una compresión, que suele irradiar a la
espalda, la mandíbula, el brazo izquierdo, el brazo derecho, los hombros o a todas
estas áreas. El dolor es similar al de la angina de pecho, pero suele ser más intenso
y prolongado y se asocia con mayor frecuencia con disnea, sudoración, náuseas y
vómitos y se alivia menos o sólo temporalmente con reposo o administración de
nitroglicerina. No obstante, las molestias pueden ser leves y alrededor del 20% de
los infartos agudos de miocardio es silente (es decir, asintomático o que causa
síntomas indefinidos que el paciente no reconoce como una enfermedad), con
mayor frecuencia en los pacientes con diabetes. Los pacientes suelen interpretar
estas molestias como indigestión, en particular porque pueden atribuir el alivio
espontáneo erróneamente a la emisión de eructos o al consumo de antiácidos.
En algunos individuos, el infarto se manifiesta con síncope.
Las mujeres tienen más probabilidades de presentar molestias torácicas atípicas.
Los ancianos pueden informar disnea con mayor asiduidad que dolor torácico de
tipo isquémico.
En los episodios isquémicos graves, el paciente suele experimentar dolor muy
intenso, inquietud y miedo. También puede presentar náuseas y vómitos, en
especial cuando el infarto de miocardio afecta la pared inferior.
En ocasiones, predomina la disnea y la debilidad provocadas por insuficiencia del
ventrículo izquierdo, edema de pulmón, shock o una arritmia grave.
La piel puede ser pálida, fría y sudorosa. Puede identificarse cianosis periférica o
central. El pulso puede ser filiforme y la tensión arterial es variable, aunque muchos
pacientes presentan cierto grado de hipertensión arterial cuando recién empiezan a
percibir el dolor.
Los ruidos cardíacos suelen auscultarse algo distantes y casi siempre se detecta
un cuarto ruido. También puede identificarse un soplo sistólico apical suave de tono
agudo (que refleja la disfunción del músculo papilar). En el examen inicial, el
hallazgo de un roce o un soplo más llamativo sugiere una cardiopatía preexistente
u otro diagnóstico. La detección de un roce pocas horas después del
establecimiento de los síntomas del infarto de miocardio hace sospechar una
pericarditis aguda en lugar de un infarto de miocardio. No obstante, los roces, en
general evanescentes, suelen identificarse durante el segundo y el tercer día
posteriores al infarto de miocardio con supra desnivel del segmento ST. En
alrededor del 15% de los pacientes, suele hallarse hipersensibilidad a la palpación
de la pared torácica.
En general, el infarto del ventrículo derecho los signos incluyen un aumento de las
presiones de llenado de este ventrículo, con distensión de las venas yugulares (a
menudo conocido como signo de Kussmaul), campos pulmonares limpios e
hipotensión arterial.
Diagnóstico del infarto de miocardio agudo
• ECG
• Medición de los marcadores cardíacos
• Angiografía coronaria inmediata (salvo que se administren fibrinolíticos) en
los pacientes con IMEST o complicaciones (p. ej., dolor torácico persistente,
aumento muy notable de los marcadores cardíacos, arritmias inestables)
• Angiografía coronaria tardía (entre 24 y 48 h más tarde) en pacientes con
infarto de miocardio sin elevación del segmento ST sin complicaciones
Síntomas y signos
Los síntomas y signos de la obstrucción urinaria están relacionados con 1) el lugar
anatómico donde se produce (vía urinaria superior o inferior), 2) el grado y la forma
de instalación (total o parcial, aguda o crónica), y 3) la existencia o ausencia de
infección urinaria.
• Polaquiuria
Es el aumento del número de micciones, lo que no implica el aumento en la
diuresis de 24 horas. El paciente orina pequeños volúmenes con alta
frecuencia y de manera imperiosa siendo habitual hallarla en los procesos
inflamatorios de la vejiga y la próstata.
• Disuria
Es la emisión dolorosa de orina que puede incluir urgencia y ardor. Es
sinónimo de inflamación de la uretra, la próstata o la vejiga, siendo las causas
más comunes las infecciones del tracto urinario bajo, las enfermedades no
infecciosas de la vejiga (cistitis intersticial, cistitis medicamentosa, vejiga
neurogénica), enfermedades prostáticas (prostatitis, adenoma 0 carcinoma),
enfermedades de la uretra (donde además de las de origen infeccioso se
destacan las traumáticas, la enfermedad de Reiter y otras). Otras
enfermedades ajenas al tracto urinario tales como las enfermedades
genitales en la mujer (vaginitis, vulvitis) y el embarazo originan también
disuria y polaquiuria.
• Enuresis
Es la micción involuntaria que se produce durante el sueño; es considerada
fisiológica hasta los tres años. Si la enuresis persiste después de los tres
años debe investigarse algún factor urológico o psicológico.
• Estranguria
Es una variante de disuria caracterizada por la emisión penosa de pequeñas
gotas de orina hematúrica, lo que indica frecuentemente cistitis hemorrágica
aguda.
• Tenesmo vesical o micción de apremio
Es la micción imperiosa con imposibilidad de retener la orina y necesidad de
volver a orinar inmediatamente después de finalizar una micción.
• Incontinencia urinaria
Se define así a la imposibilidad de retener la orina.
• Neumaturia
Es la presencia de gas en la orina; para que la misma se produzca debe
existir una fístula entre el intestino y la vía urinaria.
• Ritmo urinario
El ser humano habitualmente no se despierta para orinar durante la noche;
la primera micción de la mañana está constituida por orinas más escasas y
concentradas que las que corresponderían a un período de tiempo similar
transcurrido durante el día. Esto constituye el ritmo urinario diario fisiológico.
Si la persona orina durante la noche, suponiendo que su ritmo de vida sea el
común, existe una perturbación que puede ser de origen extrarrenal o renal
y que se denomina nocturia.
Bibliografía
• Sweis RN, Jivan A. Infarto agudo de miocardio. Manual MSD versión para
profesionales. Published July 8, 2020. Accessed August 13, 2022.
https://www.msdmanuals.com/es-ec/professional/trastornos-
cardiovasculares/enfermedad-coronaria/infarto-agudo-de-miocardio-im
• El síndrome urinario obstructivo bajo - Misión Salud. Misión Salud. Published June
26, 2012. Accessed August 13, 2022. https://misionsalud.com/el-sindrome-urinario-
obstructivo-bajo/
• Super User. Síndrome obstructivo urinario. Semiologiaclinica.com. Published 2022.
Accessed August 13, 2022.
https://www.semiologiaclinica.com/index.php/articlecontainer/sindromes/238-
sindrome-obstructivo-urinario
• Argente, H. A., & Alvarez, M. E. (2013). Semiología médica: fisiopatología,