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€nitor: El responsable de publicaciones de CEDADBE. as raices del Servicio de! Tra- bajo hay que ir a buscarlas a la concepcién filosética del Nacionalsocialismo; las en- contraremos especialmente en la ma- nera cémo concibe éste la comuni- dad nacional y en la exaltacion na- Cionalsocialista del valor y de la dig- nidad del trabajo. Educar en la concepcién que tiene de la vida y del hombre el Na- Cionalsocialismo, es lo que da su sen- tido mas profundo al Servicio del Trabajo. ‘Como creacién nueva, a la que sélo nosotros, los Nacionalsocialis- tas, podiamos dotar de su verdadera significacién, pues su contenido no es otra cosa que Nacionalsocialismo aplicado, el Servicio del Trabajo ofrece la posibilidad de obtener de nuestra juventud, gracias a la practi- ca del trabajo y 2 la comunidad en Ja vida diaria del campamento, la clase de hombres que necesitamos en la nueva Alemania, Al hacerse cargo del Poder el Na- cionalsocialismo, nos encontramos ‘como con una herencia con el Ser- vicio del Trabajo Voluntario, im- plantado afios antes por el Gobier- no Bruning. Esa institucién habia sido ideada como una de las multi- ples medidas aisladas con que se in- tentaba salir al paso del paro forzo- so, y entregada a la burocracia en- cargada especialmente de adminis- trar los diferentes remedios contra éste. (CEDADE/ ELLOS DIJERON junto con eamaradas ‘el Partido, Pero el Servicio del Trabajo es cosa completamente distinta que un remedio provisional e insuficiente del paro forzoso. En la idea que le sirve de base, debemos ver Ia conti- nuacién ldgica_y el complemento necesario de aquellas concepciones sociales que son el fundamento de la ensefianza general obligatoria y del servicio militar obligatorio, y podemos estar seguros de que un dia ha de ser considerado como co- sa tan natural como hoy se conside ran esos otros dos deberes publicos. SENTIDO Y FINALIDAD DEL SERVICIO DEL TRABAJO. EI Servicio del Trabajo, que es faena educativa, nos abre el camino de la cruda realidad: nos conduce Por el camino del trabajo sobre el suelo alemén. Al que le ponen, sin tener para nada en cuentasu oficio o profesién, una pala en las manos, se ve obliga do a entendérselas antes que nada con el trabajo de pala, y aprende a respetarlo y a respetar todo queha- cer manual y, en general, todo tra- bajo honrado, El que, sin consideracién alguna a cual sea su origen y posicién soci- al, convive durante medio afio con sus compatriotas de igual edad, y comparte con ellos el trabajo y el Yecreo, Ilega a incorporarse como miembro a la comunidad y conver- tirse en camarada de los otros. Ain en esta relacion de camaraderia na- ceran diferencias; no todos serén iguales entre sf; pero las distincio- nes obedecerdn a los Gnicos crite- rios que estimamos validos para los Nacionalsocialistas: los que se fun- dan en los valores mismos de la per- sonalidad. Pues s6lo sobre ellos de- be basarse la justa apreciacion de nuestros conciudadano: EI que se ve cumpliendo su ser- vicio sobre el suelo y bajo el cielo de Alemania, sin que se hayan teni- do para nada en cuenta sus opinio- nes anteriores nila influencia que sobre él haya podido hasta entonces ejercer_ su medio —con frecuencia, atin tefiido del pasado liberalismo— Hega_a comprender que nosotros, los Nacionalsocialistas, estimemos en tan alto grado a nuestra Patria y @ nuestro suelo nativo. Sentird a tuna con nosotros, que “trabajar con la pala es rezar por Alemania”, y el Servicio de! Trabajo seré para él un servicio de honor, ‘Aprendera @ querer el suelo que é1 mismo trabaja; mientras dure su vida, seré un amigo para el campesi- no, Y ese suelo, en que ha puesto su trabajo, querrd defenderlo contra todos los ataques; seré un soldado de Alemania lleno de alegre impetu. INSTRUMENTO DE UN SUPRE- Mo FIN. El propésito fundamental estri- ba en formar en el trabajo y por el trabajo del suelo de la Patria, al nue- vo hombre alemédn, creacién de! Na- cionalsocialismo, y juntar de nuevo sangre y suelo de Alemania, cons- truyendo asf una firme base de vida para los venideros siglos a nuestro pueblo. Junto a esta profunda finalidad educativa, hay que poner la misién que le incumbe al Servicio del Tra: bajo, gracias a su tendimiento y a sus obras, en beneficio de la econo- mia nacional. Es necesario alcanzar la libertad econdmica de nuestra Pa- tria por medio de un meior aprove- Fesofoulo 1 Mujeres del Arbeitsdionst on formacién. chamiento del suelo. Los yermos deben transformarse, gracias al cul- tivo, en campos productivos, y las tierras cultivadas, hacerse mas férti- les merced a obras de riego, de dese- cacién u otras medidas, y hay que repoblar_de Arboles los paramos. Con ello aumentaremos nuestra propia produccién agricola y en la misma medida nos iremos libertan- do de la necesidad de importar del extranjero, a la vez que iremos ga- nando el espacio que nos hace falta para asentar a millares de nuevas fa- milias campesinas, perenne fuente de juventud del pueblo. El valor de las zonas cuttivadas ‘que gana para la econom{a nacional el Servicio de! Trabajo, superaré ‘con mucho, al cabo de unos cuan- tos afios de su desenvolvimiento, a los gastos que representa la organi- zacién. Ast es que ésta resulta tam- Fasefeulo 1 Los hombres del Trabsjo desfilan con pala. bier inatacable en el aspecto finan- ciero, blanco favorito de las criticas de que la han hecho objeto determ nados economistas liberales. Para cumplir estos fines, el Ser vicio del Trabajo tiene que conver- tirse, de un modo radical y sin com- promisos, desde su estado de tran- sicién de hoy, en un deber piiblico general. Las primeras condiciones pre- vias para ello existen ya: la unifor- midad, tanto en el espiritu como en el funcionamiento, y la unidad ab- soluta en la direccién, las hemos conseguido en lucha tenaz y cons- tante contra nuestros adversarios. Del “Cuerpo de Voluntarios del Trabajo”, como nosotros, en parte con el propésito de encubrir otra realidad, llamAbamos a nuestras pr meras Asociaciones de Trabajo na- cionalsocialistas, se ha hecho una organizacién nacional disciplinada, cuyos miembros estén tinicamente sometidos a sus superiores jerdrqui- cos. Ni por sus fines ni por sus mé- todos, cabe confundir el Servicio del Trabajo con otras organizacio- nes del Partido o del Estado. La ab- soluta autonomia de aquél es indis- pensable para que la organizacién, libre de influencias y cortapisas de cardcter local 0 temporal, se encuen- tre siempre en condiciones de se- guir exclusivamente el rumbo que la sefiale su propia ysuprema direccién. Sélo asf conseguiremos que nuestro Filhrer y Canciller encuen- tre en todo momento en el Servicio del Trabajo un instrumento vigoro- so y eficiente para su obra de go- bierno (CEDADE/ ELLOS DIERON EL SERVICIO DEL TRABAJO ES UN DEBER'MORAL. Gracias a nuestros esfuerzos en el ditimo afio y medio, es ya el Servicio de! Trabajo una realidad lo st ientemente desarrollada, orga- nica y funcionalmente, para que po- damos hacer de él, sin grandes difi- cultades nuevas, un servicio general y obligatorio. También el pueblo aleman esti maduro para ello. El Servicio del Trabajo es ya popular, en el mejor sentido de la palabra. Ha sabido ganarse el corazén de los alemanes. Lo demuestra asi la acti- tud adoptada hacia él por nuestro pueblo, sobre todo la circunstancia de que tanto las Asociaciones de Estudiantes como el Frente del Tra- bajo y las organizaciones campesi- nas, hayan hecho de él esponténea- mente un deber para sus jévenes asociados. Con lo cual constituye ya hoy una obligacién para una gran masa de alemanes. EI Servicio del Trabai 4a mistica do la pala CEDADE/ ELLOS DURRON Por ello mismo, no cabe que atin ciertos sectores sociales tengan la posibilidad de negarse a la obliga- cién moral de servir a la Patria. Ello no es por mas tiempo tolerable, pues va en contra del sentimiento nacio- nalsocialista de la justicia. Tal situa cién es injusta, en primer término, para aquellos que efemplarmente sé han anticipado a servir. Tanto ma: cuanto que los que se niegan a ha- cerlo son los mas necesitados de la educacién social que el Servicio del Trabajo supone. El deber moral de- be transformarse, por sonsiguiente, en una prestacién legal, en la seguri- dad de que el pueblo aleman, en su inmensa mayoria, ha de recibir la implantacién del Servicio del Traba- jo peered y gbligatorio como la me- ra legalizacién de lo que ya es para los mejores de sus hijos voluntario servicio de honor. Konstantin Hier firmando aut6arafos. Basejeuto 1

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