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El problema de 1970 era la infraestructura.

Aún había
muchas casas construidas con adobe y este es un
material peligroso para los sismos porque explota
ante uno de gran magnitud. No solo ello, también hay
un tema de cultura ante desastres naturales y esa no
existe en el país.

“La cultura de prevención empieza cuando las


personas saben construir las casas y en qué suelos.
(…) Hay un gran porcentaje de viviendas
autoconstruidas en suelos no adecuados, estas, en
caso de un terremoto, podrían tener un nivel
importante de daños”, afirma Tavera.

El jefe de IGP indica que la conmemoración de los 50


años de esta tragedia debería motivar a pensar
cambios en nuestra cultura de prevención. “Por más
que haya avanzado la ciencia de manera rápida, el
elemento más crítico sigue siendo la propia
construcción. Además, recordemos que solo el 30%
de la población participa en simulacros de sismos”.

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