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De la sociología de la identidad a la sociología del sujeto

Author(s): François Dubet and Francisco Zapata


Source: Estudios Sociológicos, Vol. 7, No. 21 (Sep. - Dec., 1989), pp. 519-545
Published by: El Colegio De Mexico
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De la sociologia de la identidad
a la sociologia del sujeto

FrançoisDubet

El Éxito de la NOCIÓN de identidad en la production socioló-


gicacontemporânea, así como en el discurso de los actores,créa
unasituaciónparadójica.Sugiere a Ia vez un cambio en la sen-
sibilidadsocialy algunasmutaciones en la sociologia,al tiempo
que llevãconsigotal polisemiadei conceptoque podemospre-
guntarnos sitodaviaconservaalgunautilidadysi no se destruye
a si mismoen la multiplicidad de sus aplicaciones.1^
No obstante, el éxitode unanociónno puedereducirse a una
simplemoday la oscuridadque contiene deberíallevarnos a re-
definiriaenvezde a rechazarla, pueslosproblemas planteados no
desaparecerán con su elimination. El granauge tema la
del de
identidad sesituaenla confluência de váriosfenómenos. Estácasi
*
ausente,en cuantotal,de la obrade los 'padresfundadores",
conlas notablesexcepciones de MeadyParsons,interesados en
el problemade la personalidad, pêroparecedesarrollarse real-
menteen el reflujodelobjetivismo dominante del pensamiento
sociológicode los anos sesentay setenta.Frentea la imagende
unactorsocialciego,definido de manerapuramente objetivay
encerrado enel determinismo de situaciones yde sistemas, se le-
vantala rehabilitation de la subjetividad del actory del punto
de vistaque elaborasobresi mismo,endondese midela distan-
cia que separasu propiaidentification de los rolesyestatusque

1 El
colóquio que se reunióen Toulouse en 1979sobrela identidadrevelabienesta
situación:los usos de la noción son tan numerososcomo el númerode conferencistas
y designatodo Io que es posible observartanto en sociologia como en psicologia.

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le son atribuídos.Al mismotiempo,nuevasmovilizacionesco-


lectivasplanteanel tema de la identidad.Las Juchasy los dis-
cursoscentradosen la explotacióneconómicaparecendebilitar-
se o limitarsea cuestionesespecíficasy defensivas,mientrasque
parecendesarrollarseIas movilizacionescentradasen la defensa
de los derechosde Ia identidad.Después de haber reclamado
Ia igualdad, los movimientosreclaman Ia afirmaciónde Ias
identidadesy de los derechosa los cuales pueden aspirar. En
el campo de la vida cotidianay de Ia cultura,numerososobser-
vadoressenalanIa emergênciadei individualismo, de Ia preocu-
paciónporsi mismo,dei narcisismo,de Ia decadênciade Ias iden-
tificacionescolectivasy subrayanIa preocupaciónpor constituir
y afirmarIas identidadespersonales.
La noción de identidadterminapor ser consumidade to-
das Ias formasy sirvepara comprendertodo y su contrario.
Explica Ias huelgascomo Ia marginalidad,el dandismocomo
los derechosdei hombre,los movimientosislâmicoscomo Ias
luchasde las mujeres...Esta confusionpuede superarsepor dos
tipos de análisis y de esfuerzos.Se trataprimerode distinguir
social y de mostrarque
Ias distintaslógicas de Ia identificación
esta es necesariamente compleja y heterogéneaya que nos lleva
a váriosnivelesde Ia acción social. En seguida,se tratade mos-
trarcomo Ia construcciónde Ia identidadsocial es inseparable
de una concepciónsociológica dei sujeto. Y como esta última
está hoy en proceso de transformación.Debemos plantearel
problemade Ia identidaden términosnuevos,para tratarde ver
qué tipo de mutacionesexplica mejor el mismo êxito de esta
noción.

I. Identidad,integracióny crisis

1. En su connotaciónmás usual, la identidadsocial se concibe


como Ia vertientesubjetivade Ia integración. Es Ia maneracomo
el actorinteriorizalos rolesy estatusque le son impuestoso que
ha adquiridoy a los cuales sometesu "personalidadsocial". La
identidadsocial es entoncesmás fuertesi el actor ha integrado
bien los sistemasnormativosy las expectativasque le son atri-
buídas por los demás y por el "sistema"'. Esta representación
de si mismo,esta identidad,no es sino otra manerade designar

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a la integrationnormativay el grado de cohesiondel grup&que


el sentidode permanênciasostiene.De Durkheima Parsons en
la sociologiafuncionalista, la identidades inseparablede la so-
cializationy de su eficácia. Mientrasmás compleja y dinâmica
es la sociedad más se concibeal procesode identification como
un elementocentraldel ordensocial, ya que la identidadprodu-
cida borrarálas tensionesentrela "conciencia individual'y la
"concienciacolectiva". La identidadencarnaráal principiode
unidad de las orientacionesnormativas,más alla de la diversi-
dad de los roles. Un ciertoindividualismoserá necesariopara
adaptarseal cambioy,por consiguiente, esta identidad,vertien-
te subjetivade la integration,no puede confundirsetotalmente
con el conformismo.En el lenguajede la psicologiacontempo-
'
rânea, diríamosque Ia 'independênciaen relaciónai campo"
es muchomásgrandeen los actoresbienintegradosque en aque-
llos cuya identidades más frágil.2Podemos entonces,con Par-
sons,concebirque Ia identidadconstituídapor Ia internalización
de normasy símboloses el elementoestablede Ia personalidad.
Esta noción es entoncescentralporque se situa en el lugar de
la articulationentreIa teoriade un sistemay una teoria^e Ia
personalidad.3Esta doble cara de Ia nociónexplicaen granme-
dida su êxito,ya que funcionafacilmentecomo pasarela entre
Ia psicologiay la sociologia.
En todo caso, esta definiciónde Ia identidadsocial en térmi-
nos de Ia vertiente subjetivade Ia integraciónno remitesolo a
la imagendel agenteaislado que seriareceptáculode Ia cultura.
Tambiénse asocia a una ciertaimagende Ias relacionessociales.
La pertenenciaa un grupoque constituyeo refuerzaIa identi-
dad se construyepor comparacióny en oposición a otrosgru-
pos. Este nivelde Ia identidadno puede existirsino en el juego
de Ias referencias socialespositivasy negativasen donde se ela-
boran!as operacionesde categorizationy de discrimination que
organizanlos procesoscognoscitivos,las representaciones de si
y de la sociedad. Como Io niuestranlos trabajos de Tajfel, Ia

2 Vcanse Ias investigaciones comparadasde G. de Vos, "L'identitéethniqueet le


statutde minorité",en P. Tap (comp.), op. cit., t. L, pp. 27-38.
3 T. Parsons,Social Structure and Personality,Nueva York,The FreePress, 1964;
"The positionof identity in theGeneralTheoryof Action", en C. Gordony J.J.Ger-
gen (comps.), The Self in Social Interaction,Nueva York, JohnWiley,1968,pp. 3-20.

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identidadpersonales inseparablede Ias identificaciones colecti-


vas que dibujan los estereótipossociales,las clasificaciones,los
juegos de separacióny de reconocimiento.4 Sin ir hasta Ias teo-
rias que basan la unidad y la identidaddei grupoen el rechazo
al chivoexpiatórioy a su muerte,es ciertamente necesariodes-
häcersede las ingenuidadesque postulanla afirmaciónposible
de las identidadesen una perfectaigualdad,sinconflicto,sindes-
precio y sin relacionesexcluyentes.5 La identidades tantomás
fuertecuantomás es reaseguradaporla distanciasocialy es cuan-
do se reduceesta distanciaque las identidadespuedendefender-
se hipertrofiando Ias diferencias,inscribiéndolasen la "biolo-
gia". Es el mecanismo clásico del racismo de los "pequenos
blancos".6

2. Concebida como una dimensionde la integración,la noción


de identidadse encuentrafrecuentemente asociada a los temas
del cambio social y de la crisis.Los problemassociales,la des-
viación,la marginalidady a veces las movilizacionescolectivas
sé interpretan como sintomasde la destrucciónde las fuerzasde
la integracióny, al niveldel actor,como crisisde identidad.En
esta perspectiva,es posible,sin forzarlos textos,leerpáginasde
Durkheimrelativasai suicídioanómico como descripcionesde
esta crisis:el indivíduono se controlamás, no se "pertenece"
más,a medidaque las reglassocialesinternalizadas Io dejan aban-
donado. El análisisde la crisisde Ias identificaciones no ocupa
un lugarcentralsino en los trabajos de Ia Escuela de Chicago
dedicados a los procesosde cambio y a Ia desorganizaciónso-
cial. Thomas y Znanieckiproponenuna descripciónde Ias eta-
pas de Ia descomposiciónde Ia identidadtradicionalde los cam-
pesinos polacos inmigradosa Estados Unidos que no parece
desmentirIas numerosasinvestigaciones sobre Ia inmigracióny

4 Véase en
particularH. Tajfel, Human Groupsand Social Categories,Cambrid-
ge, CambridgeUniversity Press, 1981 y H. Tajfel (comp.), Social Identityand Inter-
groupsRelations,CambridgeUniversityPress, 1982.
Sobre las relacionesentrelazo social y sacrifício,véase R. Girard,La violence
et le sacré, Paris, Grasset, 1972.
6 Los análisisclásicos de estetemason los
de G. Myrdal,An AmericanDilemma.
The Negro Problemand Modem Democracy,Nueva York, Harperand BrothersPu-
blishers,1944.

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el desarraigo.7El abandono de un estatusy de una culturapor


nuevosrolesinclusodeseados, no parecellevarsea cabo sino ai
precio,más o menosalto, de una crisisde pertenenciay de iden-
tidad.El actorcorreel riesgode no saber "quién es" y frecuen-
temente Ia marginalización, Ia desviaciónyciertosproblemaspsí-
quicos pueden surgir de esa crisis.
Los trabajosde Parsonsy de Eriksonsobrela crisisde la ado-
lescênciacoincidencon esta problemática.Entrela infânciay la
madurez,los adolescentesde las sociedadesmodernasno se be-
neficianmás de los soportesofrecidospor los ritosde pasaje y
se vensometidosa orientaciones contradictorias:obligadosa com-
con
prometerse proyectos de adultos y a diferir
ciertasgratifica-
no
ciones, gozan de los de
privilégios los adultos. La adolescên-
cia en las sociedadesmodernaspuedeserdefinidacomo una crisis
inevitablede la identidadsocial. La subculturade los jóvenes,
de las bandas y de la delincuenciajuvenil,podrán entoncesin-
terpretarse como expresionesde esa crisis.En esta perspectiva,
las facetas psicológicasy sociales de esta identificación, las de
la integración del actory de la integraciónde la personalidadse
articularánfacilmente, como Io indicapor ejemplo Ia continui-
dad de los textosde Parsons y de Bettelheim.8
Mientrasla formaciónde una identidadpositivase inscribe
en relacionesde exclusion,la crisisde la identidadprovoca una
fragilidaddel actorque Io hace muchomás vulnerablea las iden-
tificacionesnegativasy a la ertigmatización. Hay relacionesde
destrucción de la identidadcOà'nolas hayde constitución de ella;
existenritosde degradacióny ceremoniasde integración y de va-
lorization.Las dos pueden estarasociadas cuando se tratade
humillaral agenteen su antiguaidentidadantesque nazca la nue-
va (pêro, a travésde este tema,es otra dimensionde la identi-
dad y otro nivelde la action los que están en juego).

3. Cuando se le concibecomo una dimensionde la integración,


asociada a la proble-
la notionde identidadestá estrechamente

7 W.I. Thomas F. Znaniecki,The Polish Peasant in


y Europe and America,Nue-
va York, Dover, 1958 (la. ed., 1918-1920).
8 E.H.
Erikson,Adolescenceet crise,Paris, Flammarion,1972;T. Parsons,"Âge
et sexedans la sociétéaméricaine",en Elémentspour une théoriede l'action,Paris,Pion,
1955,pp. 109-128.

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máticade Ia modernización destructora. Si le creemosa Nisbet,


ése es uno de los temascentrales de Ia génesisdei pensamiento
sociológico.9 Al hablarde anomia,de desencanto, de seculari-
zación,de sociedadde masas,de alienaciónpor objetivaçión,
se tratasiempre de designarefectosdestructores, no de Ia mo-
dernidaden si mismasinodei prpçesode modernización sobre
los equilibrios tradicionales. El cambiosociales menosvisible
bajo Ia aparienciade Ia novedadque bajo Ia formade Ia des-
trucción de las creencias, de los equilibrios y de Ias identidades
"naturales".
Esta asociacióndeicambioy de Ia identidad orientaa toda
una corriente dei análisisde Ia accióncolectiva.Esta responde
a la crisisintroducida porel conquistador o porel mercado, por
la ciudady porIa modernización económicay cultural.Es así
comoMariaPereirade Queirozinterpreta los movimientos de
"reformas", los que llamana Ia edadde orode Ias identidades
plenasy reconciliadas antesde la granruptura. Estepasadore-
construído constituye el objetode los movimientos que quieren
reencontrar losequilibrios de Iasidentidades comunitárias a través
dei compromiso con un profetaque encarnala antiguareli-
gion.10 Sin embargo,la articulación de Ia movilización y de Ia
crisisde Ias identidades se realizatambiénen las sociedadesya
modernizadas. Germani destacoestefenómeno enel casodeipe-
ronismo, cuyojefecarismático pudoencarnar otrosprincípios
de identificación populary nacionalpara Ia masade los recién
llegadosy desarraigados de BuenosAires.11
De manerageneral, Ias teoriasde Ia sociedadde masastam-
biénasociaronmovilización y crisisde integración y de identi-
dad. Cuandolas pertenencias comunitárias erantodaviasólidas,
una redde líderestradicionales yde grupossecundários media-
tizaronIas relaciones dei indivíduo y del poderdel Estado.La
fuerte idemificación de los actoresconestosdiversosgruposse

9 R.
Nisbet,La traditionsociologique, Paris, Presses Universitairesde Fiance,
1984.
10M. Pereirade
Queiroz, Reformeet révolutiondans les sociétéstraditionnelles.
Histoireet ethnologiedes mouvementsmessianiques,Paris, Amhropos,1968.
11G.
Germani,Politique, société et modernisation,Gembloux, Duculot, 1971;
"Democraciay autoritarismo en la sociedadmoderna*',en Los limitesde la democracia,
Buenos Aires, Facultad Latinoamericanade Ciências Sociales (fi.acso).

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romperiapor la sociedad de masas; los indivjduosatomizados,


aislados, privadosde sus raicesy de sus tradicionesestarianen-
toncesdisponiblesy atraídospor líderesy movimientos de masa
que lesofrecenuna nuevaidentification en la fusionde las masas
en movimientoalrededordel jefe, en el llamado a la identidad
de la raza, de la nation,del pueblo-clase...12La "personalidad
autoritária"que se imponeen este caso puede ser considerada
como la expresiónpsicológicade esta crisisde identidad.

4. Todos los temas aludidos provienende una representación


"clásica" de Ia identidad.La sociedadse concibecomo un siste-
ma de integración, como una organizaciónde estatusy de roles
orientadoshacia valorescolectivos;Ia acción social es la realiza-
tion adecuada de esta integración.En esta representación, de Ia
que Durkheim y los funcionalistas
dieron Ia imagen más acaba-
da, el actor es construídopor Ia socializacióny la internaliza-
ción de los elementosestablesde este sistema.La identidades
entoncesIa autorrepresentación de su lugary de su integración.
Resultade Ia internalización dei ordenque moldea Ia personali-
dad y Parsonstienerazóncuandosubrayala proximidad, a priori
sorprendente, de Durkheim y de Freud en lo que se refierea su
conceptionde la "naturaleza humana".13
Esta definitionde la identidadsocial es centralpara una se-
riede preguntaso de problemáticasrelativasa la integraciónso-
cial y a los efectosdestructoresprovocadospor el cambio. Sus
lazos con una aproximaciónpsicológicade los problemasle dan
todaviapeso. Pero su integraciónno es el único principioorga-
nizadorde Ia acción,porlo que se hace necesarioconsiderar otras
concepciones de Ia identificación.

II. Identidad,estratégiay recursos


se apoya en la tra-
1. Mientrasque Ia identidadcomo integración

12W. Kornhauser,The Politics Mass


of Society,Londres,Routledgeand Kegan
Paul, 1965;S.M. Upset, L'hommeet la politique,Paris,Seuil, 1960;C.W. Mills,L'éli-
te du pouvoir,Paris, Maspero, 1967.
13T.
Parsons,The Structure of Social Action,Nueva York,Mac Graw Hill, 1937.
G. Rocher,llama la atenciónsobreestepuntoen TalcottParsonset la sociologieaméri-
de France, 1972.
caine, Paris, PressesUniversitaires

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dición,en Io permanente, en la adscripción,en Io específico,Ia


modernidadse opone a esos princípiosde definición de si, Io uni-
versalabstractode Ia razón,dei logro,en breve,de una concep-
ción dei actoren la que el principiode definiciónde si es menos
la integraciónque la capacidad estratégica.Fue durantelos si-
glos xvii y xviii que se formaron las definiciones socialesde esta
concepciónestratégica del actor, la que remite a intereses racio-
nales en competênciaen un mercadoy es ella que está asociada
a la ciudadanía política.La identidaddei empresárioy del ciu-
dadano no es la del sujeto de la sociologia clásica, ya que el
actores menosel que interiorizanormasque el que las realiza,
por médio de una estratégia,intereseso valoresIo que quiere
decirque, ciudadanoo utilitarista, no está orientadosolo por Ia
conformidadcon el grupo. La identidadsocial ya no se define
por Ia internalización de reglasy normassino por Ia capacidad
de
estratégica lograr ciertos fines,Io cual le permite transformarse
en un recursopara Ia acción.
Al mismotiempo,yello no es contradictorio, cuandoIa iden-
tidad es un recurso,se créa una valorizaciónde Ia autonomia
y de Ia identidadpersonal,como valor,como subjetividadcon-
tra Ias identidadesatribuídas,pesadas o impuestas,Ias que fre-
nan Ia capacidad estratégicadei empresárioy la libertaddel ciu-
dadano. Es Ia alianza, más que Ia oposición,dei Contratosocial
y de La Nueva Heloísa.l4El individualismo no es el reciénnaci-
do que se pretendedescubrirhoy en dia.
Pêro esta otra definiciónde Ia identidad,en donde aparece
como un recurso,no debecomprenderse como un "acontecimien-
to histórico"y menostodavia como una alternativaa Ia identi-
dad de Ia integración.Tenemosque considerariacomo otroni-
vel de Ia acción que aparece cuando Ias sociedadesya no están
totalmentedominadas por su reproducción,desde que poseen
sistemasinstitucionales y económicosrelativamente abiertos;el
principiode Ia acción no es más Ia pertenenciapêro tambiénIa
estratégia y la identidadcambiande significado.Más exactamen-
te, Ia identidadcomo integración es interpretada desdeel punto
de vista de los interesesestratégicos.

14Véase, Ia lecturaunificadade Rousseau


por E. Cassirer,Le problèmeJean-
Jacques Rousseau, Paris, Hachette,1987.

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2. Podemosadmitirque en el ejerciciode la definitionde si mis-


mo, lo que se es y lo que se posée están mezcladosde manera
inextricable. Por lo demás,el conceptode herenciadesignaam-
bas çosas. El estatussocial es un estadoy una position.La iden-
tidadcomo recursono es distinta,en su contenido,de la identi-
dad como integration. En cambio,Io que separaesas dos formas
de identidades su uso social,,ya que una está sometidaa un prin-
cipio de integration y la otraa un principiode estratégia;el mis-
mo stockde identidadse interpreta como un fin,o como un me-
dio de la action que busca ciertasventajas.15
El hecho de poseeruna identidades un recursode poder y
de influencia. Contrariamente a las teoriasde la sociedadde masas
y a los análisis de la movilización en términosde crisis,la inte-
gration de un grupoy su identificationfuerteson un recursode-
cisivode la movilización.1 * No son los actoresen crisislos que
se movilizanmás facilmente sino los que puedenutilizarlos mé-
dios de su integraciónpara promoveruna estratégia,. La movili-
zación no es una reacciónexpresivafrentea amenazasque pesan
sobreIa identidadsino, segúnlos análisisde Ia movilizaciónde
*
recursos,Ia identidades un médiopara la action. Las 'comuni-
dades pertinentes de Ia acción" designanmenosél objeto de una
acción colectivaque los elementosiriovílizadospor esta. No es
que Ia identidadcambienecesariamente de naturalezay de conte-
nido, si no que se Ia percibesegún el modo mien-
de Ia estratégia;
trasmás fuerte,más aumentanIa capacidad estratégicay las po-
sibilidadesde que mejore Ia posición dei grupo o dei actor.
Podemos encontrarfacilmentealgunos de esos mecanismosen
el análisisde Ias minoriasactivas.La minoriacuyaidentidadestá
fuertementeconstituída, Ia minoria nómica, como dice
Moscovici17posée una grancapacidad para imponersus objeti-
vos a Ia mayoría(lo que es ciertopara Ias relacionesde grupo
probablemente tambiénlo sea paraJasinteracciones .
individuates)
Ciertasparadojas de Ia identidadpuedenser comprendidas

15Es en esta doble perspectiva,a Ia vez cofnointegracióny como recursoestraté-


gico, que Ia acción social parece ser analizada por Bourdieua travésde Ia nocion.de
Habitua.
ί6 Véase A. Oberschall,Social Conflictand Social Movements,EnglewoodCliffs,
PrenticeHall. 1973.
17S. Moscovici,
Psychologiedes minorités activesyParis, PressesUniversitaires
de
France, 1976.

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a partirde estadimensionestratégica de la identidad.Es, en efec-


to, sorprendentever numerosos movimientos que defiendeniden-
tidadesétnicaso regionalesen el momentoen que esas identida-
des tradicionalescasi han desaparecidoy observartambiénque
quienesanimanesos movimientosno son, ni de cerca, los más
arraigadosen la tradicióny en la identidadque defienden.En
realidad,para los movimientosnacionalistasde la segundami-
tad del siglo XXen Europa Occidental,el movimientosocial es
más el creadorde la identidadque defiendeque el portavozde
una idenîidad arraigada. Los militantesoccitanos o bretones
aprendierono reaprendieron un idioma; aquellos que siempre
lo hablaronno militan.1? El análisisen términosde crisisde una
identidadno puede ser suficienteya que aquellos que estánen
el corazón de esta crisisson incapacesde actuar. En este caso,
la identidades menosel objeto del movimientoque un recurso
y una referenciasimbólicapormédiode la cual se denunciancier-
tas formasde dominaciónsocial. Esta identidades una opción
de Ia acción más que una "naturaleza", y correspondea lo que
los sociólogosllaman,a propósitode Ias minoriasétnicas,"et-
nicidad". Se tratade una identidadétnicaconstruídaa partirde
una mezcla de elementosprestadosde Ia tradicióny de Ia vida
modernade Ia que el actorno heredanada pêroque decideutili-
zar como un estilo,encarnandouna situacióny una reivindica-
ción.^ La etnicidad,Ia de los jamaicanos inmigradosa Inglate-
rra,porejemplo,se desarrollacuandootroscaminosde Ia acción
colectivase han cerrado,cuando Ia acción democráticaantirra-
cistano encuentra suficientesaliadosy cuandolos sindicatosobre-
ros no transmiten las reivindicacionesde los inmigrados.Lo mis-
mo ocurre en Francia con el movimientode los jóvenes
inmigrantes que desarrollalos temasde Ia identidadétnicacuando
Ias accionesque buscanacelerarIa integraciónencuentranobs-
táculos. Sin embargo,los que construyen esta nueva identidad

18A. Touraine,F. Duber, Z.


Hegedusy M. Wieviorka,Le pays contrel'État, Pa-
ris,Seuil, 1981.
1 Véase P.L.
Eisenberg,"Ethnicityas a StrategicOption", en Public Adminis-
trationReview,I, 1978,pp. 89-93.citadopor D. Lapeyronnie,"Assimilation,mobilisa-
tionet actioncollectivechez les jeunesde la secondegénérationde l'immigration
magh-
rébine", en Revue Françaisede Sociologie, 2, 1987.

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no estanmás arraigadosa la culturade origenque aquellos que


están más cerca de la sociedad francesa.20

3. La identidadsocial no es solo el productode la historiay de


una socialización.Posée tambiénciertasdimensionesinstrumen-
tales en la medida en que la construyecon finesdistintosa los
de su sola afirmacióny su sola defensa.Este nivelde la identi-
dad supone,evidentemente, que la acción social no se agota en
la integracióny que el actor puede manipularsu identidadsin
sertotalmente"tragado" por ella. El paso de un nivelde acción
a otroes el que créa esta distanciadei actora su propia identi-
dad como integración. Este razonamiento pareceaceptablecuan-
do Ia identidadque está en juego es positiva,hasta dominante
y cuando ella puede aportarun capital de prestigiosusceptible
de reforzaruna influencia.Al contrario,aquellos que no están
integradostampocoposeena Ia identidadcomo recursoy se en-
cuentranestigmatizados.En la competênciay la estratificación,
los recursosde la identidadestán desigualmentedistribuídos.
Pêro, así como es difícilconcebira un actortotalmentedespro-
vistode identidad,tambiénIo es imaginaruna incapacidadtotal
de utilizaciónestratégicade ella. Así, delincuentes jóvenesy vio-
lentos,encerradosen estereótiposy estigmas,parecenidentifi-
carsecon estos,y puedenasí dar vueltaa esa identidadnegativa
conformándose de maneraextrema,caricaturizándola: "ustedes
nos hicieronIo que somos y si no hacen nada por nosotros,nos
conformaremos a ese estereotipoy Io realizaremos con tal vio-
lência y en una dependênciatan total que su dominación y la
paz social estaránamenazadas."21 En el campo de Ias interac-
ciones personales,Goffmanmostrobien como Ia estigmatiza-
ción no conseguiaborrarcompletamente Ia interaccióny como,
paradójicamente,creaba recursosde influencia,y como Ia insti-
tucióritotal no conseguiarealizarsetotalmente.22
Los dos nivelesde Ia identidadsocial que hemosdestacado
nos remitena dos naturalezasdiferentes de Ia identidad,a dos

20Véase, F. Dubet, La galère;jeunes en survie,Paris, Fayard, 1987; A. Jazouli,


L'action collectivedes jeunes maghrébinsde France, Paris, L'Harmattan, 1986.
21Es un temaclásico de la literaturade los oprimidosy de las minorias.Véase J.
Genet y R. Wright.
LLE. Goffman,
Stigmates,Pans, Editionde Minuit,1975.

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530 Estúdios Sociológicos VII: 21, 1989

contenidos Comomodosde defínición


específicos. de si,Ia iden-
tidaddeiactorpermanece unida.Pêroestadefínición se inscri-
be en dos lógicasde accióndistintas, en dos tiposde relaciones
que informan
socialesparticulares el contenido de esa identidad
yle atribuyen y funciones
significados diferentes.En la medida
enque se abreel espaciode la acción,aumentala distancia entre
la organizaciónsocialylossistemas institucionales
quereglamen-
tanla competência, yesasvisionesde la identidad se distinguen
con mayorfacilidad.El problemaque se planteaentonces es el
entreesasdos carasde la identidad
de las relaciones yla forma-
ciónde un principio de unidad.

III. La identidadcomo compromiso

1. Un actorse defineporsu pertenencia, persusintereses y re-


cursospêro,salvoque se aceptéunutilitarismo simplista,losin-
teresesestánculturalmente determinados. Asimismo, unactorse
define,de maneramáso menosclarayconsciente, porsuscon-
vicciones,suscompromisos, suidentificación directa conlosprin-
cípiosculturales centrales de una sociedad.Estenivelde Ia ac-
ción es el que Tourainedesignacon el conceptode acción
histórica,es decir,los valores,los princípios ylas relacionesso-
ciaíesporIas que una sociedadproducesu historicidad y se re-
presenta comosiendocapaz de actuarsobresi misma.23 En las
sociedadesreligiosas, la identificación religiosano es unsimple
reflejode la pertenencia, es también unadefínición del"estado
de naturaleza"pormédiodeicualse organizael conjuntode Ias
prácticas,se legitima el ordeny eventualmente se le cuestionac
los interesesy las integracionesse "viven"sobreunaescenare-
ligiosaque noes solosimplemcníe unreflejopêroque poséeuna
autonomiapropiaen lá defínición dei actor.De Ia mismafor-
ma,enlas sociedadesprometeicas, aquellasenlas que la cultura
se construye sobrelas ideasde ràcionalidad conquistadora ypro-
greso,'cadaunose identifica comoel actorde esosnuevosvalo-
res.Comoen el caso de Îa religion,, no es aceptablereducir esos
valoresa ideologiasde la integrations a losintereses de losgru-

23A. Touraine, Productionde la


société, Paris, Seuil, 1973.

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DUBET: De LA SOCIOLOGÍA DE JDENTIDADA LA DEL SUJETO 53 1

pos dominantesya que el cuestionamiento de ese ordeny de esos


intereses encuentrasu críticay su legitimidad dentrode eso? mis-
njos valores.
Esta dimensionde la identidadpodríaserconsideradacomo
abstractayvaga, lejana del arraigoque se asocia a cualquierima-
gende Ia identidad.Pêro esta objeción se desvanecesi observa-
moslos movimientos socialesen los que los actoresvan más alla
de sus interesesy se sacrificanmás por los princípiosque por
los benefícios.La noción sartrianade "compromiso" define
bastantebienlas opcionesde aquél que da estesentidosubjetivo
a su acción y que, estrictamente, sometesu vida a ese sentido,
se identificacon él. Bergery Luckmanhablantambiéndel com-
promisoa propósitode ciertasidentificaciones: "El indivíduo
se comprometeasí de maneraextensaen la nueva realidad. Se
'da' a la música,a la revolución,a la fe, no solo parcialmente
sino con todo Io que constituyesubjetivamente la totalidadde
la vida".24Esta identidadconcebidacomo compromisocarac-
terizariaa aqucllos que tienenpor papel definirIa realidadso-
cial. En el ordenprofesional,esta identidadse vivecomo "vo-
cación" y convienesimplementerecordarque existeun modo
específicode identificación, aquél por el cual un actorse perci-
be como sujetode una culturay de una capacidad de acción co-
lectiva.Webersugiereestenivelde acción social cón Ia "acción
racionalen relacióna valores" y la ética de Ia conviccióncuan-
do explicaque en el origende Ia vocacióndei científicoy del po-
líticoestánIas pasiones. Si aceptamosIas páginasvibrantesdei
libroEl científicoy el político,el nivelde significación que apa-
rece en ese momento se confundecon los problemasy debates
centrales,con los dramasy las antinomiasde una sociedad y la
idontidades entoncesuna vocación y un compromiso.
El nivelde esta identificación social debe distinguirse de las
dos formasdescritaspreviamente. No es la identidad dmkhei-
miana por la que, por mediode una transfiguration, se fjufldan
la concienciacolectivaχ la concienciaindividual.El sacerdote
de Durkheimes Io contráriodel profetaéticode Weber;el pri-
merose disuelveen la concienciacolectivacomo autorrepresèn-
taciónde la integracióndel grupo,mientrasel otro se aleja de

24P. sociale de la réalité,Paris,Méritas,


Berger,T. Luckmann,La construction
Klinsieck,1986,p. 198.

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532 Estúdios Sociológicos VII: 21, 1989

la pertenenciay de la fusiony rompecon la evidenciacomunitá-


ria antiguapara sugerirun nuevo principioculturalde la orga-
nizaciónsocial. Es en esta últimaforma,de maneramenoslíri-
ca y menosexcesivaque se puede definiral militantecuando se
identificacon !o que está en contrade lo que es, cuando busca
el sentidoolvidado, ausenteo nuevode Ia vida colectiva.De Ia
mismamanera,esta identidadcomo eompromisoes distintade
Ia identidadcomo recursode Ia acción. Se asimilaal nivelde la
acción ai que se liganlas orientacionesculturalesy los proyectos
que permitendefinirlos interesesy superarlos,y asi sacralizar-
los; se habla entoncesde los "intereses"de la pátria,del prole-
tariadoo de la democracia.Las paradojas célebresde la acción
colectivadescritaspor Olson no se superansolo por Ia creación
de los interesesespecíficosque ofreceIa organización;también
puedenseriopor el mantenimiento de Ia identidadcomunitária
y la fidelidad al o
grupo, por el recurso a una identidaddefinida
en términosde eompromisoo de convicción.25 Decir que Ia ac-
ción colectivase complace en si mismano es sino una version
empobrecidade esta idea y la historiano déjà de ilustramoscon
ejemplos,célebreso más discretos, en dondelos actoreshan dado
más a una "causa" que a su interéso a su pertenencia.No hay
que considerarestenivelde Ia identidadcomo exclusivodei "he-
roísmo" de Ia historiasino como una dimension,presentepêro
escondida y latenteen la banalidad de Ias conduetashumanas.

2. Podemos admitirfacilmente que Ia concienciade clase obre-


ra no se limitaai sentimientode pertenencia a un grupo,de com-
una
partir cultura,ya que esa identidad como integraciónno basta
para explicar el desarrollode Ia acción obrera colectiva.En sus
luchasexisten,sinduda, dimensionesdefensivasy comunitárias
que se parecena la defensade un sercolectivopêro que no per-
mitenexplicarlos aspectosno estrictamente defensivosdei mo-
vimientoobrero.La acción obrerano desaparececon el debili-
tamientode Ias comunidadesobreras.26 Si Ia concienciade clase
estuvieratotalmente recubiertapor el sentidode pertenencia, no

25 Puede verseIa críticaa Oison de A.


Hirschman,Bonheurprivé,actionpubli-
que, Paris, Fayard, 1983.
26Véase los debatesde los anos sesentaa este
propósitoy en particularalrededor
de J.H. Goldthorpeet ai, L'ouvrierde l'abondance, Paris, Seuil, 1972.

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DUBET: DE LA SOCIOLOGIA DE IDENTIDAD A LA DEL SUJETO 533

se comprendería comoestapermitiria construir proyectos glo-


balesy a largoplazo destinadosa hacerdesaparecer Ias con-
dicionesde existênciade esa comunidad.Cuando se trataba
de conquistar el reconocimiento de la ciudadania,la identidad
obrera estaba también construída por intereses comunes,eco-
nómicosy políticos;pêro la lectura del movimiento obreroen
términos de "négociation"o de presiónpolíticano es suficien-
te. La acciónobrerano respondea coyunturas, comosupone
el utilitarismo;no son siemprelos que objetivamente tienen
más interésen movilizarse los que lo hacen.El movimiento
obrero,en su durationy en susproyectos, suponela existência
de untercer nivelde la identidad por que los actoresse colo-
el
can a si mismosen el centrode la culturayde las relaciones so-
cialesde la sociedadindustrial. Definiéndose comotrabajado-
res,comolosqueproducen la riqueza,ynosolocornoexplotados,
comopobresycomocomunidad, los obrerosse perciben como
del
agentes progresoy del desarrollo, desprovistos del control
ydelbeneficio deltrabajo,porlo que organizan el trabajoydi-
rigen la economia en nombre de esas mismas orientaciones cul-
turales. Estenivelde la identidad, estadefinition de siyporcon-
siguiente de aquellosa los que se opone,no es menosrealque
las expresiones másinmediatas de la identidad social,inclusosi
no defineal actorporrolesy localizationsespecíficas sinopor
compromisos conflictivos, en el caso de un actor dominado en
relacióna princípios por los cuales se interpreta Ia action y las
relaciones sociales.Es porquela identidad se vivetambiénco-
mouncompromiso queel movimiento obrerose constituye como
capacidad,aunque esta sea ideológica,importando poço este
en
caso hablaren nombrede un actorparticular, sinotambiénde
un sentido"universal"y de un combate"global". No se trata
de unaespéciede identidad ideológica,de la adhesiona un dis-
cursoya construído sino de unadimension de la experiência vi-
vidaporlosque se confrontan con la organization industrial del
trabajo.27

27Véase A. Touraine,La conscienceouvrière,Paris, Seuil, 1966; A. Touraine,M.


Wieviorkay F. Dubet, Le mouvementouvrier,Paris, Fayard, 1984. Sobre la distancia
entreesta concienciade clase y dei contextopolítico,por un lado, y de su modo de ex-
presiónideológico,por otro,puede leerse,de los mismosautores,Solidarité,Paris, Fa-
yard, 1982.

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534 Estúdios Sociológicos VII: 21, 1989

Este nivelde Ia identidadpuede evidentemente asimilarsea


caras distintasde Ias de Ia concienciade clase cuando se mani-
fiestansentimientos de solidaridad' 'abstracta", por las que se
movilizanlos actoresque no están directamente involucradös,
que no están directamente vinculados en sus identidades inme-
diatas o en sus intereses.En la mayorpartede los movimientos
'
transpiranciertasformasde identificación moral, 'princípios"
enJosque no se tratade integraciöno exclusionsino de la defi-
niciónmismade lo que es tolerabley de lo que amenaza la exis-
tênciade un sujeto socialmentedefinido.

IV. Identidady trabajo del actor


1. La nociónde identidadsocial continuasiendoincierta:no es
solo porqueestá mal definidasino tambiénporque remitea una
imagencomplejade la acción social. El actorno estáconfronta-
do por trêsformasde integraciónentreIas que podría elegiro
que les seríanimpuestassucesivamente;Ias compartetodas con
diversosgradosde intensidad.Hay que rechazarIas concepcio-
nes demasiadosimplesde Ia acción social, Ias que la definensea
por Ia integración, sea por Ia estratégia,sea por el compromiso,
y retener la idea de Max Weberde una acción compleja,jerar-
quizada entre vários nivelesde significado.Ni el actorsocial, ni
lo que se llama la sociedad, están construídosalrédedorde un
principioúnico. Tanto si se interpreta esteprincipiode manera
positiva, es decircomo integración autónoma o racionalidadcomo
si se le interpreta de maneranegativa,en términosde Ia interna-
lizaciónde Ia dominacióny del interéscomo egoísmo,no se mo-
dificapara nada el asunto.Webernos ensenóque el actorestaba
desgarradoentrediversaslógicasopuestasycontradictorias, que
no había que créeren el pathos de la reconciliaciónde los valo-
resy que había que admitirque la identidadsocial es un proceso
complejo y contradictorioporque el actor se construyeen va-
riosnivelesde la práctica,de los cuales cada uno tienesu propia
lógica y remitea tipos específicosde relacionessociales.28

28Esta
conceptiondramáticade la action es particularmente clara en Le savant
et ie politique,Paris,Pion, 1959,y en la lecturade Weberpropuestapor RaymondAron
en la introductiona ese textoasí como en Les étapesde la penséesociologique, Paris,
Gallimard, 1967.

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DUBET: DE LA SOCIOLOGIA DE IDENTIDAD A LA DEL SUJETO 535

Cada sociedad,en todocaso cada sociedadhistórica, pone


en movimiento trèsformasde relaciónsocialque se correspon-
dencontantosnivelesde la acción.29 Tal comoIo pensamoses-
pontaneamente, y en esto la herenciade Ia sociologiaclásicapa-
recepoço discutible, Ia sociedades un sistemade integración,
una organización que atribuye estatusy rolescuyacohèrencia
e internalización su
aseguran reproducción. Es en estenivel,en
el que se privilegiael estúdiode Ia socializaciónprimaria y se-
cundaria,que se habla de identidad social.
No obstante, sabemosque estadefinición de Ia identidad no
es suficiente,
yaque una sociedad puede ser descritacomo un sis-
temade gestiony de representación de intereses legítimos. La
metáfora dominante no es Ia de losorganismos vivos, sino la del
mercadodei contrato.Todo un nivelde prácticasse inscribe
enIo que aparececomounaregulación de intereses porIas insti-
tuciones. Durantemuchotiempoelcontrario yla función seopu-
sierony es cierto que, en el "fondo", se trata de dos paradig-
masirréconciliables siempre ycuandoareamosnecesario producir
unaimagenúnicade Ia acción.Pêronosotrosno vemosdificul-
taden razonarentérminos de nivelesde acciónyde "compleji-
dad".30En lo que respectaa Ia acciónestratégica, Ia nociónde
identidad es de unuso menosfrecuente, no obstantelo cualIas
investigaciones de Ia sociologiade las organizaciones yde Ia so-
ciologiadeitrabajoponenel acentoen las dimensiones estraté-
gicasde Ia identidad.31
Finalmente, una sociedadpuedeserdefinidacomouna ca-
pacidadde acciónsobresi mísma,pormédiode unmodelocul-
turalque privilegie el cambioy la inversion. Ni organismo, ni
mercado,la vidasocialaparececomodrama.El modelocultu-
raldicelo que es la naturaleza humanaylo que sonloscaminos

29 La idea de sociedad no histórica,es decir,sin inversiony sin Estado, parecere-


ducirsea un prejuicioetnocéntrico.
•*°
Según A. Pizzorno,Durkheimhabriatambiénpactado con una lógica de! con-
tratosocial, en todo caso mucho más que Io que sugieresu concepción"dura" de Ia
socializacióncomo integración y "obligation". "Lectureactuellede Durkheim",en Ar-
chivesEuropéennesde Sociologie, iv, 1963, pp. 1-36.
J Véase el "redescubrimiento"de la identidadpor la sociologia de las relaciones
laboralesy de la organization.P. Bernoux,La sociologiedes organisations, Paris,Seuil,
1985; R. Sainsaulieu,L'identitéau travail,Paris, fnsp, 1977; D. Segrestinet ai, Les
communautéspertinentesde l'action collective,Paris, cnam, 1981.

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536 Estúdios Sociológicos VII: 21, 1989

para transformaria y realizaria:Ia producción,la religion,la gue-


la
rra, ciência, la comunicación... en síntesis,todo Io que per-
miteque una sociedad se produzca y haga su historia.32 En las
sociedadesindustdales, son los valoresde la racionalidady de
la ciêncialos que fundanesta historicidady que constituyen el
marcode la identidadpercibidaentoncescomo un compromiso.
La identidadsocial no está ni dada, ni es unidimensional,
sinoque resultadel trabajo de un actorque administray organi-
za las diversasdimensionesde su experiênciasocial y de sus iden-
tificaciones.El actor social es el que reúnelos diversosniveles
de la identidadde maneraque se produzcauna imagensubjeti-
vamenteunificadade si misma. Recordemosen este sentidola
experiênciade muchossociólogos; la perplejidad,los esfuerzos
y las vacilacionesque manifiestan los actoresa los que se les pide
que definan su identidad. Nadie acepta ser reducidoa los mar-
cos del estadocivilya que cada uno sabe que se tratade una con-
vención,sin duda "real", pêro demasiado somera si se quiere
jugarel juego de Ia identidadcomo autodefinición dei actor.Las
pertenencias las los las
y fidelidades, compromisosy estratégias,
cOdose mezcla en el trabajo sobre si mismoque debe producir
aquél que quiere decirsu identidad.Esto no es una defensade
una subjetividady de una originalidad,de una ilusiónde dife-
renciaque cada uno quisieraconservara cualquierpreciosino
el trabajo de un actor sobre Ia identidadsocial. A finde cuen-
tas, no está prohibidopensarque el artecomo juego de organi-
zación de signosy de significadossea el único capaz de dar una
imagensatisfactoriade Ia elaboraciónde Ia identidad.

2. Cuando Ia identidadse concibe como un trabajo dei actor,


se plantean vários problemas.El primerotieneque ver con el
grado de coherenciaque existeentrelos diversosnivelesde Ia
acción. Podemos imaginaruna sociedaden la que la integración
sea tal que todas las dimensionesde la identidadse articulenfa-
cilmente,se estabiliceny se refuercen mutuamente.En el mun-
do obrerotradicionalque estudiamos,los distintosnivelesde la
identidadestaban fuertemente incluídoslos unos en los otros,
al gradode parecerconfundidos,y daban a los actoresun fuerte

32A. Touraine,Production...,
op. cit.

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DUBET: DE LA SOCIOLOGIA DE IDENTIDAD A LA DEL SUJETO 537

sentidode su identidady de su unidad.33Cada obrerose defi-


nia facilmenteporsu pertenencia a una comunidad,porsu modo
la
de vida, oposición entre "ellos" y "nosotros" y esta identi-
dad estaba ahi constantemente sostenidapor la regulacióny el
reconocimiento dei grupo con una sensibilidadcuyo *'honor"
estaba cerca de Ia presenteen las sociedades tradicionales.En
un nivelcompletamente diferente, esos obrerosse definíanpor
su compromiso con el movimiento obreroy mezclabansu ma-
nera de vivir
con la del movimiento social percibiéndose a si mis-
moscomo productores opuestos a los duenos de Ia industria.En-
tre esta identidadcomunitáriadefensivay conservadoray la
identidadde actorcolectivocontestatario se desarrollaIa identi-
dad ligada a Ia participaciónde las organizacionessindicalesy
políticasque representanlos interesesde los obrerosy que les
ofrecenasí algunosservicios.A estejuego de inclusionrelativa-
mentefácilde Ias distintasdimensionesde Ia identidadsocial po-
dríamosoponerIa que aparece más fragmentada y problemáti-
ca, encontradapor los obrerosque vivenen los subúrbiosde Ias
grandesciudades,en un mundomás heterogéneoy en donde la
fábricano marca más de Ia mismaformaque Ia vida fueradei
trabajo. La identidadde "obrero" se mantienepêro ya no se
derivamás de Ia experiênciadei trabajo y la identidadcultural
de Ia comunidadobreradéjà su lugara Ias identificaciones más
vagas y más jerarquizadas, las del consumo, más o menos frus-
tradas. Estos dos componentesde Ia identificación no se "co-
rresponden" necesariamente más. Las identidades instituciona-
les e instrumentales parecenindependizarse,no explicarsepor
si mismasy están más desvinculadasde Ia integración y de Ia con-
cienciade clase. En el
este contexto, trabajo de autoidentifica-
ciónde los actoreses más complejo,más inciertoy más elabora-
do. Tan evidenteen el universoobrerotradicionalen donde los
estatusy los gustosparecenexplicarsepor si mismos,Ia identi-
dad apareceahora incierta,ya que Ias dimensionesque Ia com-
ponenno son más manifiestamente cohérentes.Se tratamenos,
para el actor,de percibir cada nivel de Ia prácticaque de definir
los efectosdei uno sobreel otro,en donde se juega el sentimien-
to de unidad orooio de Ia identidad.

33F. Dubet, La galère..., op. cit.

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538 Estúdios Sociológicos VII: 21, 1989

Así, en el mundode la comunidady de la concienciade cia-


se obrera,Ia esferapúblicay la esferaprivadaaparecena Ia vez
como muyclaramentediferentesy como reforzándosemutua-
mente.Todo ocurrecomo si Ia vida privadaestuvieratotalmen-
te guiada por orientacionesculturalesgénéralesy como si Ias
conviccionespúblicas procedierande una moralidado de una
rutinaprivada.Al contrario,en el universomás complejoy más
desarticuladode los subúrbios,Io público y Io privadoparecen
independientes ya que Ia identidadprivada se encierramás en
las categoriasde Ia subjetividadpsicológicay en los gustosque
en las normasindiscutiblesde una culturapopular. En cuanto
a Ia concienciade clase, es vividacomo un compromiso,ya que
no se explicapor si sola y no puede percibirsecomo Ia prolonga-
ción naturaldei vínculo con el grupo y las costumbrescom-
partidas.
El segundoproblemaplanteadopor Ia concepciónde Ia iden-
tidadcomo trabajodei actores aquél de Ia conquistade estaiden-
tidad en contrade Ias atribucionesde identidadesnegativas.A
cada nivelde su elaboración,Ia identidades conquistaday rea-
firmadasin descanso ya que no es sino por comodidad que se
le puede presentarcomo algo dado. La identidadque remitea
Ia integración se construye menoscontrala marginalidady la ex-
clusionque contrala anomia, la incapacidadde internalizar las
normasnecesariasa su propia regulación.Es en el sentimiento
dei vacío social que amenaza al actor. Al nivelde la acción más
estratégica,la identidadsocial está amenazada por la ausência
de recursosque se manifiestaen un sentimiento de impotência,
de desvalorizaciónde si, y por el riesgode no existirsino en los
estereótipos negativosimpuestospor los demás.34Estos dos pro-
cesos debenserconsideradoscomo analiticamente independien-
tes ya que existengruposanómicos que no están ni excluídos,
ni estigmatizados y más frecuentemente, gruposestigmatizados,
parias que no son de ningunamaneraanómicos,dado que los
actoresestán integradosen una comunidaddesviada. En todo
caso, esas dos dimensionespuedenarticularse como Io atestigua,
por ejemplo, Jean Genet, cuando explicaque el nino huérfano
desprovisto de identidad ío cual él era, aceptó iden-
integrativa,

u
Véase, el interaccionismo
y la sociologiade los membretes
por Becker,Lernen,
Tannenbaum,en Francie,Sartre.

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DUBET: DE LA SOCIOLOGIA DE IDENTIDAD A LA DEL SUJETO 539

tificarsecon el papel de ladrónque le fueatribuídoya que le pa-


recia preferibletener una identidad negativa que no tener
ninguna.35
La identidadcomo compromisoparece,ella también,con-
quistadaen contradel sentimiento de pérdidade historicidad por
la identificación del orden social con la naturalezade las cosas
o con la violênciaarbitraria.Es necesario,para que se constitu-
ya esta identidad,que la experiênciacolectivapueda interpre-
tarsedesde orientacionesculturalescentrales,compartidaspor
los actoresen conflicto pêropercibidasde maneraopuestacuando
Ias relacionessociales parecenobstáculosa Ia realizaciónde di-
chas orientaciones.El nihilismo,el sentimiento de vacío y de sin
sentido, Ia ausência de pasión, impresión Ia existênciade
Ia de
Ia arbitrariedad absoluta dei ordensocial, Ia concienciadesgra-
ciada, con la expresiónde esta ausênciade identidadcomo com-
promiso, dei sentimiento profundode no ser un sujeto.

V. De Ia identidadai sujeto

1. La definiciónde Ia identidadsocial como autoproducción,


como trabajo sobresi a partirde categoriasy relacionesdadas,
busca el recursoa Ia noción de sujeto ya que no sé como este
trabajo puede realizarsesin "trabajador". La constituciónde
Ia identidadno puede llevarsea cabo por definiciónsino bajo
el principiode la unicidady de la unidad. Hay que administrar
Ia existênciade un agentede organizaciónde esta unidad y de
un sentidocapaces de ligary de jerarquizarestosdistintosnive-
les de Ia identidad.<,Cómose elabora este trabajo en donde Ia
diversidadde Ia experiênciase remiteai sentimiento de identi-
dad? iQué significaaqui Ia noción de sujeto?
Estas preguntas,^no nos alejan totalmentedei pensamiento
sociológico,no nos comprometen en una metafísicade Ia liber-
tad y de Ia transparênciade Ia concienciao no nos llevana redu-
cir ai sujeto a la subjetividadde una aventurapsíquica perso-
nal? La noción de sujeto seria el enemigo dei pensamiento
sociológico,en todo caso de aquella que busca evidenciarlos de-

35J. Genet,Le
journal d'un voleur,Paris,Gallimard,1949; I.P. Sartre,SaintGe-
net,comédienet martyr,Paris, Gallimard,1952.

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340 Estúdios Sociológicos VII: 21, 1989

terminismos y a develarlas ilusionesde la conciencia delactor.


No obstante, la ideadelsujetono indicaque Ia sociologiadeba
cederel paso ya que el sujetoque organizaIa identidad está,él
mismo,sociológicamente definido.Toda culturaproponeuna
definición de Ia naturaleza humana,unaéticaa partirde Ia cual
se ordenaIa experiência de losactoresyse constituye su subjeti-
vidad.El sujetose situaen el encuentro de esta "naturaleza",
de estaéticay de Ia acción.
Cada culturadefinea Ia naturalezahumanaa Ia vez como
realidady comonormay numerosos trabajoscontemporâneos
resaltanIa prolongadaformación de Ia nociónde indivíduo.36
Sabemosque Ia épocaclásicadio formaai sujetode Ia moderni-
dad,aquélde Ia razón,de Ia ciudadaníaydelinterés individual
por médio deicual una representación de Ia naturaleza humana
es tambiénuna normamoraly una definición de Ia creatividad
humana,concepción dei sujetoque estáen el centrodei nuevo
ordenque se instaura,comoIo demostro Foucault,perotam-
biénIa producción de una historia en los nuevosdebatessocia-
les. Ese sujetoestáen el origende Ia formación de una identi-
dad en la medidaen que los diversosnivelesde Ia experiência
socialse iluminan con su presencia.Las sociedadestradiciona-
lesdeterminaron su concepción dei sujetoai nivelde Ia organi-
zaciónsocial,de Ia integración y de la fusionen el grupo,en el
códigode honor.La edad clásicaconstruyó ai actorque no se
transforma en sujetoplenosinopormédiode Ia razónyporsu
ejercicioenel espaciopúblicoy en las instituciones endondese
enfrentan lossujetoslibresyracionales. El Parlamento yel mer-
cado funcionan entoncescomo las instituciones centralesde
la sociedadporquees ahídondeel sujetose realiza,endondela
legitimidad se fundamenta y porquela identidad es inseparable
del contrato.Todo se reorganiza desdeestepuntode vista.
La sociedadindustrial no ha rotoradicalmente con estafi-
guradeisujeto.No obstante, Ia razónsehizocapacidaddetrans-
formar el mundo.El reinode Ia razónresbalahaciael progreso
y la evolución.El sujetode Ia razónse transforma en el delsa-
berútil,de Ia producción y deltrabajo:los movimientos socia-
lesnomovilizan a losque no poseenciudadanía,comoejercicio

36Véase L.
Dumont,Essais sur l'individualisme,Paris, Seuil, 1983.

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DUBET: DE LA SOCIOLOGIA DE IDENTIDAD A LA DEL SUJETO 541

librede la razón, sino a aquellos que no controlanlas riquezas


que producen.Marx explica entoncesque es la fábricay no el
Parlamentoque devieneen el corazón de la sociedad y que ahi
es, en la producción,donde se realiza a la vez la naturalezadel
hombrey que se formael sujeto de la historia.Es a partirde
estesujetoque se reinterpreta al conjuntode las identidades,re-
construídasy constituídas como identidadsocial.

2. Hoy en dia, el temade la identidady los movimientossocia-


les que se le asocian remitea una transformation de la proble-
máticadel sujeto. La preocupaciónpor su propia identidad,el
individualismosubrayadopor numerososobservadores,tiene
su origenmenosen la anomia o en la crisisde las formasanti-
guas de integrationque en la emergênciade una nueva figura
del sujeto.
De acuerdocon muchossociólogos,en particularnorteame-
ricanos,el llamado a la identidady el triunfodel individualismo
son los sintomasde una crisisde la culturade la sociedad indus-
trial.Bell propuso una versionconservadorade esta tesis.37La
modernidadque asocia el reconocimiento de los derechosde la
subjetividadindividualal reino de la racionalidadeconómica,
está desgarrado,desdecomienzosdel siglo,por una escisiónen-
treestas dos vertientes, entredos prácticasculturalesdomina-
das por el "nihilismo", Ia preocupaciónexclusivapor Ia afir-
mación subjetiva de una identidadpersonal y de una esfera
económicaen donde Ias virtudesde la inversiony de la gratifi-
cationdiferidacontinúansiendodominantes.El sujetode Ia eco-
nomia no es más el de Ia culturay este últimose pierdeen el
narcisismo, Ia afirmaciónde sus diferencias,de sus derechospar-
ticulares,del gustopor una pura autenticidadilusória.Eviden-
temente,segúnBell, esteprocesoamenaza Ia integraciónsocial
y se asemeja mucho a una decadênciaporque Ia identidadrei-
vindicadaes, en realidad,vacía y amenaza Ia economiay las re-
glas de la organizaciónsocial. Solamente,piensa Bell, la "gran
restauration"puede restablecerla unidad perdida.
A esta visiónconservadoradei problemapueden oponerse

37D. Bell, Les contradictions


culturellesdu capitalisme,Paris, PressesUniversi-
tairesde France, 1979.

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542 Estúdios Sociológicos VII: 21, 1989

versionesmás radicalesque difierenpoco en Io fundamental.


Lasch y Sennettse interrogan tambiénsobreel auge dei narcisis-
mo y del individualismo.38 En lo que se denominasociedad de
consumo,el procesode individualizaciónestariahipertrofiado.
El espacio privadono déjà de desarrollarseen la medidaen que
todo es percibidodesde el puntode vistade Io privado,en con-
trade las formasde legitimidadsocial que son vividascomo he-
ridasnarcisísticas.Todo está sometidoal principiode identidad
que se transforma aqui en búsqueda íntimade una "expresión
autêntica".Ser uno mismo,"estar bienen su piei", "estar bien
en su cuerpo", constituyen una regiade vida tantomás quimé-
ricacuantomás esa identidadpersonalsiempreafirmadase va-
cía o es manipuladapor los comerciantes de la imagen.Para esos
autores,es menosel ordeny la integraciónque estaríanamena-
zados por esteauge de Ias identidadessino más bien son las ca-
pacidades de acción colectiva,de lucha política,de altruísmoy
de solidaridadque fundamentan los movimientos socialesy ha-
cenposibleIa democracia.Ya en los anos sesenta,los movimientos
estaban unidos menos por causas superioresque por el placer
de afirmarnarcisismos,esas nuevasformasde identidad.Pêro
el sujetoen estecaso es una ilusiónporqueIa identidadque cons-
tituyeestá encerradaen el mitode una identidadno social, en
la fascinaciónde Ia experiênciaíntima,en una subjetividadque
no es sino indiferencia.La identidadno es más irrigadapor una
culturay conduceal vacíoy a la dependência absoluta,a la muerte
del sujeto que creyócrear.
En el fondo,la identidadno seriatan valorada sino porque,
ya no existe.Frecuentemente, los que hablan de posmodernis-
mo reencuentran estetipode análisisal evocaruna sociedadplana,
una asociación de subjetividades"hedonistas,permisivasy psi-
cologistas".39

3. Es sinduda ciertoque el llamado a la identidades frecuente-


menteexpresiónde una crisis.Pero tambiénlo es el comúnde-
nominadorde toda una seriede movimientos que no son de nin-
guna manera reacciones defensivas y que, porque crean

38 C. Lasch, Le culte de
Narcisse, Pan's, R. Laffont, 1980; R. Sennett, Les lyfan-
nies de l'intimité, Paris, Seuil, 1979; Authorité, Paris, Fayard, 1981.
9 G.
Lipovetsky, L'ère du vide, Paris, Gallimard, 1983.

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DUBET: DE LA SOCIOLOGIA DE IDENTIDAD A LA DEL SUJETO 543

movilizacionescolectivas,no puedenconfirmarlos análisispre-


cedentes.Es por tantohacia otrotipo de interpret ación que hay
que recurrirpara mostrar como detrás dei de
auge los temasde
la identidadse transformala imagendel sujeto. Basta con ob-
servaralgunas movilizacionesrecientesde los jóvenes para ver
la paradoja siguiente:es en nombrede la autonomiapersonal
y de la capacidad de serun sujeto,individualmente, en nombre
de princípiosque se expresanen un lenguajemás moraly "psi-
cológico" que propiamentesocial, que se movilizanlos actores.
Las movilizacionesde jóvenes, en particularde inmigradosque
vivenen lo que denominan"la galera", no se remiten,a pesar
de sercesantes,a una identidadde trabajadoresdesprovistosde
empleo. No se remitentampoco a una culturatradicionalde la
cual estarianalejados. Lo que está en juego es la capacidad mis-
ma de ser sujeto, es decir,de teneruna "personalidad" capaz
de actuary de entraren comunicacióncon otros.40El rechazo
dei racismo,por mediodel lema "no toques a mi cuate", no se
apoya ni en la solidaridadde los trabajadores,ni en los dere-
chos humanossino en la defensade una sociabilidadprivadaen
la que los jóvenes francesese inmigradosestán mezclados. Lo
universales entoncesla sumade esas identidadespersonales,por-
que esa sensibilidadune a todos esos jóvenes, no tantoen base
a una posiciónideológica hostilal racismosino por compartir
el trabajo de construcciónde una identificación personal.No se
tratade defender una identidad, sino dei derechode construiria
en un mundode comunicacionesabiertas.Es así como el tema
de la iguald'aden la diferenciaque atraviesala mayorpartede
los nuevosmovimientos socialesdéjà de serun absurdosocioló-
gico. No hay ninguna diferencia que no sea en realidaduna de-
sigualdad para que el llamado Ia autonomia dei sujeto sea
a
escuchado.Esos jóvenesse sientenmenosdominadospor el ca-
pitalismoy por las fuerzasde la explotación- que, por lo de-
más, los rechazan- que por los médios de comunicación
manipulados,Ia de los aparatos que tienenel poder de definir
identidades:los médios,los aparatos de salud, los aparatos es-
colares,Ia justicia... Los actoresdominadosque construyen mo-
vimientos contestatarios se apoyansobreuna definiciónpositiva
de si mismos:fueronciudadanosprivadosde sus derechos,tra-

40 F. Dubet,
op. cit., 1987.

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544 Estúdios Sociológicos VII: 21, 1989

bajadores excluídosdel controlde Ia producción.Buscan en la


culturadominantelos valoressobrelos cuales fundamentan su
identidady de Ia que ai mismotiempoestánprivados:ciudada-
nos sinderechos,trabajadoresexplotados.Hoy, la identidadmo-
vilizadaes Ia dei sujeto mismo,definidacomo capacidad de ser
actor. El procesode personalizaciónno desembocani en el va-
cío, ni en el narcisismo,ni en la reducciónde las relacionesso-
ciales a la competênciade intereseshedonistas.Esta cultura,la
que remitea la créâtividad y a la preocupaciónpor si mismo,
la que llama a la identidadsubjetivacomo valor, es una nueva
cara del sujeto sociológico.No es más la imagendegradadadel
antiguoactor,es otracosa, otrodiscursoque sirvea la vez a nue-
vas formasde dominacióny a nuevosprincípiosde contestation.
Su nuevocarácterse explicasobretodo porque la historici-
dad ya no se vivecomo un más alla, como un rompimiento de
los constrenimientos dei presentepor médio de la utopia de la
ilustrationo del comunismo.Ha dejado de estar"por encima"
dei actory se encuentrainternalizadaen la subjetividaddel su-
jeto que sabe que la sociedadse producea si mismaen su propia
capacidad de creationculturaly de intercâmbio.El militantees
menosel que difierela gratification históricaque aquél que rea-
lo
liza, aqui y ahora, que posible,que tratade abolir la dis-
es
tanciaentrela action ejemplary la action instrumental para ex-
perimentarse directamente como sujeto. Todos los movimientos
que llamamosnuevoso alternativos se caracterizanporestapreo-
la
cupación por ejemplaridady eficácia,por deseo de no
la el
dar su vida a una causa sino de veriallenade Ia causa. Hay que
acostumbrarsea esas percepcionesno trascendentes de Ia histo-
ricidady a este recubrimiento de Ia identidady del sujeto.
Las raícesy las tradiciones,el cuerpo,en brevetodo lo que
parececomo dado, se reinterpreta en unjuego de bricolageiden-
tificativo, con el propósito de resistira un universalismo que se
percibe como la máscara de la dominación. El desarrollo de una
de
capacidad ser, de una de
capacidad subconsumo, de comuni-
car directamente, permiten constituir centrosde resistênciay de
afirmaciónde un sujeto cuya action es un finen si mismo.La
mayorpartede las críticassocialesse formana partirde un tipo
de sensibilidad.Se opone el universalismo escolar a la diversi-
dad de los ninosen un espirituque no es necesariamente el de
la acentuaciónde las diferencias escolares.Se recuerdaal hospital

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DUBET: DE LA SOCIOLOGIA DE IDENTIDAD A LA DEL SUJETO 545

que cuida a los enfermosy no solamentea las enfermedades.Se


rechazala reductiondel discursopolíticoa un debate entreex-
pertoseconómicospara reçordarlas exigênciasde la responsa-
bilidad individualy de la moral.
Todas estas tendênciasno participannecesariamente de la
decadênciade las antiguasidentidadescolectivasque se degra-
darian,sea en defensascomunitáriasagresivaso en individua-
lismosnarcisistasdesprovistosde sentido.La preocupaciónpor
la identidadparticipatambiénde la formationde una figuradel
sujetoque no se déjà verhoydia sinoen los suenosde esos acto-
res "disparatados".
iDebemos salvaguardarel conceptode identidad?<,Noper-
tenecea esas nocionescuyo uso es tan banal que ha destruído
cualquierutilidadcientífica?No Io pensamos.Pêro esta notion
no puede mantenersesino al preciode su clarification.Existen
tantasdimensionesde la identidadcomo lógicas de action so-
cial. A la vez, la notionde identidadno posée unidady no per-
miteexplicarlas conductas extremadamente diversas,cuando no
opuestas.Los diversosnivelesde Ia identidad,como integración,
como recursoo como compromiso,funcionansegúnreglasy le-
yespropiasy el interésde una sociologiade Ia identidades mos-
trarcomo esos modos de definiciónde si se articulany se orga-
nizan. Cada nivelde Ia identidadremitea un tipo de problema
y de conductasespecíficasque vale Ia pena distinguir.
Pêro si Ia nociónde identidadparecehoytanapasionantey si
emergede diversosmovimientos y discursossociales,es porque
está asociada ai problema dei sujeto. Desde el momentoen
que Ia identidadse concibe como multipley como trabajo dei
actorsobre si mismo,ligado a esa mismamultiplicidad,Ia no-
ción de sujetose imponey ello tantomás claramenteque se ale-
ja Ia figuradei sujetoconstruídapor las lucesde Ia modernidad
y de Ia sociedad industrial.La identidad,£esuna "regresión"
hacia pertenencias desaparecidas?^Correspondea los excesosde
un procesode personalizaciónnarcisista?Las dos tesisson, sin
duda, parcialmente verdaderas.No obstante,pormédiodei tema
de Ia identidadse imponeuna nueva figuradei sujeto cuando
Ia personalidad,el sentimiento de ser un sujeto aparecencomo
un desafio, una formade resistênciay una creatividadsocial.

Traducción:FranciscoZapata

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