Friedrich Heinrich Jacobi

Sékioz de Niafre

10 de febrero de 2021

Über die Lehre des Spinozas 1785 (2ª ed. 1789 notablemente ampliada) abre la contro-
versia panteísta,1 y trae consigo la primera recuperación de Spinoza,2 al interpretar su
doctrina como puro materialismo. I.e., Jacobi entiende al Dios de Spinoza literalmente
como a la propia Naturaleza (deus sive natura),3 compuesta únicamente de materia y las
leyes físicas que la gobiernan.4
Y en este entendimiento spinoziano, así como en la renuncia a la metafísica de Kant
(en su edición de 1789, en respuesta a Reinhold), encuentra encapsulada la excesiva
confianza de la Ilustración en la razón, que —juzga con preocupación— desembocara
necesariamente en el ateísmo;5 observación que pudo llevar a una profecía autocumpli-
da. Y siguiendo esta línea de pensamiento, añade Briefe an Fichte 1799 a la controversia
1 «The leading luminaries of late eighteenth and early-nineteenth German letters, people such as Herder,
Goethe, Hegel, Schelling and Schleiermacher, all, in one way or another, were shaped by the ‘Pantheism
Controversy’.» Benjamin D. Crowe On ’The religion of the visible Universe’: Novalis and the pantheism con-
troversy 2008. British Journal for the History of Philosophy. 16: 125–146 (disponible en sci-hub, donde
se citan todas las referencias que sostienen la afirmación).
A este respecto, nótese que Karl Leonhard Reinhold Briefe über die Kantische Philosophie (8/1786-
9/1787, publicadas en la revista Der Teutsche Merkur) apuntaban a Kant como posible solución (o re-
conciliación de posturas) a la controversia, popularizando sus ideas como a un «góspel de la razón
pura», cf. SEP. (Kant comienza a trabajar en su reedición a 4/1786, cf. SSNaragon).
Más aún, a raíz de esto Reinhold inaugura una cátedra en filosofía crítica (i.e., kantiana) en Jena
(1787-94, sucedida por Fichte hasta 1799, cuando se mueve a Berlín a causa de la «controversia ateista»,
donde cofunda la Universidad de Berlín a 1810), haciendo una nueva lectura (continuada por Fichte)
por la cual la filosofía kantina está incompleta, y dando lugar al idealismo alemán post-kantiano.
2 Segunda a finales del s. XX bajo una lupa marxista y post-estructuralista con Gilles Deleuze, Louis Alt-

husser, Étienne Balibar y Antonio Negri, además de Frédéric Lordon, Pierre Macherey, Robert Misrahi,
Martial Gueroult (de los primeros, desde 1968), etc.
3 Ethica 1677, IV (prefacio y proposición IV).
4 Interpretación que también parece mantener Einstein, gran admirador de Spinoza.
5 A este respecto, es particularmente ilustrativa la siguiente replica: «— Dieu est peut-être mort, disait

un jour à celui qui écrit ces lignes Gérard de Nerval, confondant le progrès avec Dieu, et prenant
l’interruption du mouvement pour la mort de l’Être.» (Victor Hugo Les Misérables 1862 V.XX, en refe-
rencia al epígrafe de Jean-Paul Richter en Nerval Le Christ aux oliviers 1844).
En cuanto a la máxima «Dios ha muerto», una de sus primeras instancias se da en el luterano Rist
(Ein trauriger Grabgesang c. 1642), entendido a Dios como Cristo (y por ende, refiriéndose a su muerte
en la cruz), e introduciendo con ello un nuevo matiz a las teorías cristianas de la expiación (o salvación)
en su ciclo de redención.
Hegel explorara dicha fase y sus implicaciones seculares en Glauben und Wissen 1802, tomando como

1
ateista,6 acusando a la filosofía transcendental de Fichte (continuadora de la tradición
Spinoza-Kant) de nihilista, y popularizando así el término.7
Pese a todo, Jacobi admite las limitaciones de la razón especulativa notadas por Kant,
y propone como alternativa a la renuncia de la metafísica una metafísica basada en el
glaube, abogando por el fideismo.

ejemplo a Pascal, y también en Die Religion (penúltimo capítulo de Phänomenologie des Geistes 1807). Este
camino se continuará trabajando en Rothe (Die Anfänge der christlichen Kirche und ihrer Verfassung 1837),
Stirner (Der Einzige und sein Eigentum 1844), Mainländer (Die Philosophie der Erlösung 1876), Nietzsche
(Die fröhliche Wissenschaft 1882), etc.
6 Abierta con Fichte Ueber den Grund unsers Glaubens an eine göttliche Weltregierung 1798, donde, en cierto

modo, y como en Spinoza, Dios es absorbido, asimilado o sustituido por un Otro, en este caso la moral:
«Jene lebendige und wirkende moralische Ordnung ist selbst Gott; wir bedürfen keines andern Gottes
und können keinen andern fassen».
7 Acuñado en filosofía, con un sentir similar, por Jacob Hermann Obereit en sus ensayos sobre la «meta-

física desesperada» de 1787.

Turgenev Padres e hijos 1862 populariza el término en la literatura rusa, donde estaba presente desde
Nadezhdin Сонмище нигилистов 1829 (en la revista Vestnik Evropy) para referirse a los escépticos.
Mikhail Katkov, siguiendo a Turgenev, lo usa incansablemente desde 1862 Михаил Никифорович
Катков para referirse a los revolucionarios (cf. http://az.lib.ru/k/katkow_m_n/text_0080.shtml).
En cuanto al concepto en sí, Jesús G. Maestro El personaje nihilista. La Celestina y el teatro europeo 2001
apunta hacia un origen más temprano.