Preparación para la crisis

Grupo Shammah
A.La palabra Crisis se ha vuelto muy común en nuestros días.
Se habla de: Crisis familiar, Crisis política, Crisis económica y social

Pero el tema que nos ocupa hoy es nuestra preparación para la crisis final. Una crisis
político-religiosa que marcaran los eventos finales de este mundo. Los Adventistas
del Séptimo Día prestamos especial atención a noticias como:

 El papa Francisco dijo que el día de la familia es el domingo y que hay que
guardarlo.
 Pusieron en prisión a una juez por no extender licencias de matrimonio a
parejas homosexuales.
 El grupo radical Isis hace asesinatos masivos a Cristianos en el estado
islámico
Todas estas noticias nos alarman, y anuncian una crisis para los verdaderos
seguidores de Jesús.

E. Eso cierto, la biblia anuncia la venida de una crisis, pues dice en Mateo 24:9
“entonces os entregaran a tribulación, y os mataran, y seréis aborrecidos de todas
las gentes por causa de mi nombre.”

¿Pero será que todos estamos preparados para esta gran crisis? Esto nos lleva a
otra palabra, preparación.

En Mateo 25 leemos que hubieron 5 vírgenes que no se prepararon, la palabra

preparación viene del latín Praeparare que quiere decir (disponer, dejar listo)

El libro que hemos estado estudiando nos dice que la necesidad que todos tenemos
de esta preparación es tan importante para nuestra vida espiritual, que no basta
con solo tener conocimiento teórico. Sino una preparación a conciencia para no ser
dejados fuera.
A. ¿Sabes Estefany, hermanos? Hay algo que se asemeja mucho a nuestra
necesidad de prepararnos, se trata de la montaña más alta del mundo ubicada entre
Nepal y China con una altura de alrededor de 8.850 metros. Desde que Edmund
Hillary y Tenzing Norgay pisaron por primera vez la cima del monte Everest muchos
son los que han intentado llegar.

E. Pero Allan, lo que muchos no saben es que en el monte hay unos 216 cadáveres
que no han sido recuperados; incluso los usan como puntos de referencia. ¿Por qué
crees que tanta gente ha muerto?

A. Bueno a eso quiero llegar, los expertos explican que en los últimos 850 metros de
altura se entra a la denominada “zona de muerte”. A esta altura el oxígeno no se
puede reemplazar tan rápido, y el cuerpo se va degradando hasta un punto sin
retorno.

Desde que se entra a la “zona de muerte” el escalador está poniendo su vida en

serio peligro, por el mal de altura y congelaciones, etc.
Si un individuo cae, es imposible que lo arrastren hasta sacarlo fuera de la zona de
muerte. Esto pondría en riesgo la vida de los que ayudan.

E. Ah, igual que las vírgenes. Si daban de su aceite podían quedar fuera ellas
también.

A. Exactamente, si pretendes subir el Everest debes estar preparado para enfrentar

esa “zona de muerte” y soportar temperaturas congelantes y la falta de oxigeno.

E. ¿Entendemos la semejanza?(al público), como adventistas del séptimo día

también estamos escalando una gran montaña hacia la patria celestial, pero cada
uno tendrá que enfrentar la “zona de muerte” de nuestras vidas, un momento que
exige gran preparación, en la crisis final que nos espera.

A. Así es, Satanás como león rugiente pelea para que nuestros cuerpos
espiritualmente muertos también queden a lo largo del camino, pero dice el libro
Jesús tendrá un pueblo tan leal como el acero y de fe tan firme como el granito.
¿Hermanos sabemos que debemos estar preparados, pero cómo lo logramos?
(Improv… hna..como lo logramos? (2))

E. Estudiamos varios aspectos pero quiero resaltar tres:

1. Oración
2. Estudio de la biblia
3. Testificación
Estos son factores fundamentales y se basan en una entrega total al Señor.
Efesios 6:13 nos dice “tomad toda la armadura de Dios para que podáis resistir en el
día malo y habiendo acabado todo estar firmes. Y dice también Joel 2:12 “convertíos
a mí con todo vuestro corazón”.

A. Hermanos:
1. La oración te fortalece
2. El estudio de la biblia te prepara.
3. Y la testificación te pone en sintonía con el cielo.
E. La fuerza del tornado arrastró a madre e hija fuera de casa, cuando los
rescatistas las encontraron, la madre estaba muerta y abrazaba fuertemente a su
hija de 3 años. A pesar de ello, la niña jamás soltó a su madre y pudo salvar su
vida. De la misma manera, con su muerte Jesús aseguró nuestra salvación, y hoy
su brazo poderoso sigue extendido, ¡aférrate a Jesús!

A. No estemos en ociosa expectativa levántate y estemos listos cada día, ¿aceptas

el desafío? (x2) No enfrentes tu solo la “zona de muerte”. Que Dios nos ayude
como pueblo suyo a comprender la gravedad del tiempo en que vivimos y advertir
nuestra gran necesidad espiritual, procura con todo tu corazón una verdadera
experiencia con tu Dios, para pasar triunfantes por las últimas horas de zozobra, y
encontrar al Señor en paz.