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Antes de la Batalla de Tucumán, el general Manuel Belgrano, devoto de la Virgen María, había puesto bajo la protección
de la Virgen de las Merced a todas las tropas patriotas. Luego de la importante victoria en las tierras tucumanas, el
general le agradeció el mismo 24 por la tarde. En el parte que envía a Buenos Aires puede leerse: «La Patria puede
gloriarse de la victoria que han obtenido sus armas el día 24 del corriente, día de Nuestra Señora de la Merced, bajo
cuya protección nos pusimos”. 
Días después hizo oficiar una misa en honor a la Virgen durante la cual le entregó su bastón de mando, el que colocó
entre los pliegues y cordones de su manto. 
Profundamente emocionado por la victoria, nombró a la Virgen de la Merced como Generala y Patrona del Ejército. 

Antes de la Batalla de Tucumán, el general Manuel Belgrano, devoto de la Virgen María, había puesto bajo la protección
de la Virgen de las Merced a todas las tropas patriotas. Luego de la importante victoria en las tierras tucumanas, el
general le agradeció el mismo 24 por la tarde. En el parte que envía a Buenos Aires puede leerse: «La Patria puede
gloriarse de la victoria que han obtenido sus armas el día 24 del corriente, día de Nuestra Señora de la Merced, bajo
cuya protección nos pusimos”. 
Días después hizo oficiar una misa en honor a la Virgen durante la cual le entregó su bastón de mando, el que colocó
entre los pliegues y cordones de su manto. 
Profundamente emocionado por la victoria, nombró a la Virgen de la Merced como Generala y Patrona del Ejército. 

Antes de la Batalla de Tucumán, el general Manuel Belgrano, devoto de la Virgen María, había puesto bajo la protección
de la Virgen de las Merced a todas las tropas patriotas. Luego de la importante victoria en las tierras tucumanas, el
general le agradeció el mismo 24 por la tarde. En el parte que envía a Buenos Aires puede leerse: «La Patria puede
gloriarse de la victoria que han obtenido sus armas el día 24 del corriente, día de Nuestra Señora de la Merced, bajo
cuya protección nos pusimos”. 
Días después hizo oficiar una misa en honor a la Virgen durante la cual le entregó su bastón de mando, el que colocó
entre los pliegues y cordones de su manto. 
Profundamente emocionado por la victoria, nombró a la Virgen de la Merced como Generala y Patrona del Ejército. 

Antes de la Batalla de Tucumán, el general Manuel Belgrano, devoto de la Virgen María, había puesto bajo la protección
de la Virgen de las Merced a todas las tropas patriotas. Luego de la importante victoria en las tierras tucumanas, el
general le agradeció el mismo 24 por la tarde. En el parte que envía a Buenos Aires puede leerse: «La Patria puede
gloriarse de la victoria que han obtenido sus armas el día 24 del corriente, día de Nuestra Señora de la Merced, bajo
cuya protección nos pusimos”. 
Días después hizo oficiar una misa en honor a la Virgen durante la cual le entregó su bastón de mando, el que colocó
entre los pliegues y cordones de su manto. 
Profundamente emocionado por la victoria, nombró a la Virgen de la Merced como Generala y Patrona del Ejército. 

Antes de la Batalla de Tucumán, el general Manuel Belgrano, devoto de la Virgen María, había puesto bajo la protección
de la Virgen de las Merced a todas las tropas patriotas. Luego de la importante victoria en las tierras tucumanas, el
general le agradeció el mismo 24 por la tarde. En el parte que envía a Buenos Aires puede leerse: «La Patria puede
gloriarse de la victoria que han obtenido sus armas el día 24 del corriente, día de Nuestra Señora de la Merced, bajo
cuya protección nos pusimos”. 
Días después hizo oficiar una misa en honor a la Virgen durante la cual le entregó su bastón de mando, el que colocó
entre los pliegues y cordones de su manto. 
Profundamente emocionado por la victoria, nombró a la Virgen de la Merced como Generala y Patrona del Ejército. 

Antes de la Batalla de Tucumán, el general Manuel Belgrano, devoto de la Virgen María, había puesto bajo la protección
de la Virgen de las Merced a todas las tropas patriotas. Luego de la importante victoria en las tierras tucumanas, el
general le agradeció el mismo 24 por la tarde. En el parte que envía a Buenos Aires puede leerse: «La Patria puede
gloriarse de la victoria que han obtenido sus armas el día 24 del corriente, día de Nuestra Señora de la Merced, bajo
cuya protección nos pusimos”. 
Días después hizo oficiar una misa en honor a la Virgen durante la cual le entregó su bastón de mando, el que colocó
entre los pliegues y cordones de su manto. 
Profundamente emocionado por la victoria, nombró a la Virgen de la Merced como Generala y Patrona del Ejército. 

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