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HOLA QUERIDOS NIÑOS Y NIÑAS ¿CÓMO ESTÁN?

ESPERO QUE SE ENCUENTREN MUY BIEN


HOY PARA CERRAR NUESTRA UNIDAD DE LA ALIMENTACIÓN SALUDABLE, LES
HEMOS TRAIDO UN ENTRETENIDO CUENTO QUE ESPERO QUE LES GUSTE
MUCHO.

Siempre he sentido mucha envidia de Lalo, porque a él siempre le mandan a


la escuela colaciones muy deliciosas, con puras cosas ricas para comer, en
cambio a mí, me mandan un sándwich con muchiiiiisimas verduras y con
suerte en lugar de agua me ponen una limonada.
Lalo nos contaba que en su casa puede comer lo que quiera siempre comía
hamburguesas, papas fritas, completos y pizzas y claro no le faltaban los
postres como pasteles y golosinas.
En cambio a mí, me daban muchas verduras y vegetales, porotos, lentejas,
carne y muchos jugos de frutas…. Puras cosas normales.
Eso no podía seguir así, así que con mi hermana, nos revelamos y hicimos una
protesta… pero mi mamá tomo cartas en el asunto y nos invitó a tener una
seria conversación y después de invitarnos a comer unos ricos trozos de
sandía y de manzana, nos dijo que nosotros somos lo que comemos y aunque
eso sonó m uy bonito “NO LE ENTENDI” , entonces nos explicó que si al
cuerpo le entran alimentos de verdad, las vitaminas y proteínas nos
alimentan y nos llenas de energía y entonces seremos más fuertes y sanos.
En cambio si entra comida chatarra, aunque nos veamos bien, nuestras
fuerzas están débiles, nos cansamos más rápido y nos enfermamos con más
facilidad.
La verdad no supe que creer pero la perdone porque la fruta estaba
riquísima. Me empecé a dar cuenta que en la escuela Lalo siempre estaba
con sueño y aunque le gustaba jugar futbol, se cansaba mucho muy rápido y
además faltaba mucho a clases porque a cada rato se enfermaba. Una vez
falto más veces de lo normal y comenzamos a preocuparnos, la profesora
nos conto que estaba muy enfermo, así que esa tarde lo llame.
Lalo me contó que aunque se le ve muy fuerte por fuera, por dentro estaba
muy débil y que las defensas de su cuerpo no pudieron defenderlo de unos
virus, al principio mi mamá no me dejo ir a verlo por miedo a que me
contagiara pero después de fortalecerme con frutas y verduras y cuando
Lalo ya estuvo mejor pude visitarlo, ese día le lleve comida de verdad con la
seguridad que así se pondría muy fuerte y volvería pronto a la escuela.
Y colorín colorado, este cuento se ha terminado, paso por un zapatito roto y
mañana te cuento otro.

¿Qué les pareció el cuento?


¿Qué parte les gusto más?
¿Qué opinan de la comida que le mandaba su mamá de colación a Lalo?
¿Qué pensaba el amigo de lo que comía Lalo?
¿Por qué los niños protestaron?
¿Qué hizo su mamá para explicarles?
¿Por qué creen que se enfermó Lalo?
¿Qué debemos hacer para estar saludables?
¿Qué alimentos debemos comer y cuáles no?
¿Qué les gusta traer a ustedes de colación?
¿Qué les gusta comer en sus casas?

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