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CURSO DE AUTOAPRENDIZAJE:

“Trabajo en red y colaboración para la mejora escolar”

Nueva Educación Pública: cambios, desafío y oportunidades

El Sistema de Educación Pública nace con los objetivos generales de “mejorar la calidad de la
educación pública, transformándola en el referente de la educación en Chile” y “asegurar el
aprendizaje y el desarrollo integral de todos los estudiantes en las aulas y establecimientos
educacionales de la educación pública, preparándolos para enfrentar los desafíos del siglo XXI”.

Este proceso de reestructuración institucional, por tanto, puede ser considerado la reforma
educativa de mayor magnitud y la más compleja desde la transferencia de la educación estatal a
los municipios en 1981. Precisamente por su dimensión, es que presenta a la vez enormes desafíos
y oportunidades, razón por la cual se decidió que fuese una política de implementación gradual,
para así ir aprendiendo y haciendo los ajustes necesarios para su total despliegue en el país.

Para lograr el propósito que mandata el nuevo Sistema de Educación Pública, buscando superar
los problemas que presenta el sistema municipalizado actual, la ley establece una estructura que
cuenta con la Dirección de Educación Pública (DEP), dependiente del Ministerio de Educación - y
por tanto de carácter centralizado -, para coordinar y apoyar a los SLEP a lo largo del país.

Los SLEP pasan a ser los nuevos gestores de la educación pública, siendo organismos
especializados y descentralizados a mayor escala que la comunal, con planta de personal
capacitado, personalidad jurídica y patrimonio propios. Cada SLEP tiene su Comité Directivo, con
representantes de las alcaldías, gobiernos regionales y directivos escolares, así como su Consejo
Local, representando a estudiantes, apoderados y profesionales de los establecimientos escolares,
buscando una participación activa de las comunidades educativas en la toma de decisiones
estratégicas, relativas al territorio escolar.

A continuación, se visualiza dicha estructura:


Fuente: DEP (2019)
Aunque no queda visible en la figura anterior, es importante tener presente, que el SLEP cumple el
rol de articulador y mediador, no solo con el Mineduc, sino entre las demás instituciones que
conforman el Sistema de Aseguramiento de la Calidad – SAC, es decir, la Agencia de Calidad, la
Superintendencia de Educación, y el Consejo Nacional de Educación. Asimismo, con las demás
instituciones sociales, empresariales y políticas, especialmente las municipalidades que integran el
territorio.

En relación a la organización interna del SLEP, esta debe considerar, al menos, tres unidades
básicas: la Unidad de Planificación y Control de Gestión, la Unidad de Administración y Finanzas y
la Unidad de Apoyo Técnico Pedagógico. La estructura que fije cada SLEP debe permitir gestionar
de manera óptima los recursos profesionales disponibles a nivel territorial, permitiendo agilizar las
funciones administrativas (asignando estas funciones a un equipo especializado) y destinar
tiempos de forma efectiva para el apoyo técnico pedagógico por parte de los equipos territoriales.

A continuación, se puede ver un organigrama potencial de una SLEP. Destacado está la


Subdirección de Apoyo Técnico-Pedagógico, con sus tres subunidades, responsables del desarrollo
del trabajo colaborativos y en red entre los establecimientos educativos del territorio.

Fuente: DEP (2019)


Este cambio institucional, aunque se remite, en un inicio, principalmente a un proceso normativo y
estructural, tiene como gran desafío modificaciones profundas de paradigmas y concepciones. La
educación pública chilena está llamada a una transformación cultural hacia un proceso de
mejoramiento educativo integral, que favorezca el desarrollo pleno de las capacidades de niños,
niñas y jóvenes, asegurando sus trayectorias educativas desde su ingreso en el nivel sala cuna
hasta su egreso de la enseñanza media. Para lograr esta gran tarea, cada una de las comunidades
escolares está llamada a ser protagonista en la implementación de los cambios. Para ello, impulsar
y apoyar pedagógicamente este proceso, orientando las acciones de acuerdo con los principios
establecidos en la propia ley, es la misión fundamental de la nueva institucionalidad, a través de
los profesionales que la conforman.

Estrategia Nacional: el gran paraguas

Entre las nuevas disposiciones que contempla la ley que crea el Sistema de Educación Pública, está
la creación de una Estrategia Nacional (ver Art. 6 de la Ley 21.040) que será un instrumento de
gestión cuyo principal objetivo es mejorar la calidad de la educación, poniendo el foco en el pleno
desarrollo de los establecimientos educacionales dependientes de los Servicios Locales de
Educación.

La Estrategia debe considerar objetivos, metas y acciones para un periodo de vigencia de ocho
años, en áreas como: cobertura y retención de estudiantes en el Sistema, convivencia escolar,
apoyos para el aprendizaje, inclusión y atención diferenciada a los estudiantes, implementación
curricular, colaboración y articulación de los sectores y niveles educacionales entre sí.

Entre el segundo semestre del 2018 y abril 2019 se realizaron distintas instancias participativas,
tales como: la creación de un Comité Consultivo, Diálogos Técnicos, Diálogos Temáticos en los
servicios locales existentes, la Consulta Nacional en línea “Chile Quiere Aprender Más” y aportes
de los diferentes Comités Directivos Locales, involucrando de forma activa a la comunidad en la
creación de la Estrategia Nacional. Es así como, a partir de un enfoque de fortalecimiento de la
sociedad civil, se implementó un modelo participativo orientado a la construcción de una
estrategia que incorpora distintas visiones, con una mirada integral sobre la educación pública,
emanada desde el diálogo ciudadano.

Un equipo multidisciplinario de la DEP, utilizando todo este insumo y con apoyo de expertos del
Mineduc y del Banco Interamericano de Desarrollo, ha estado a cargo de un trabajo basado en la
metodología de la Teoría del Cambio, para consolidar la estructura de la Primera Estrategia
Nacional de Educación Pública del país. Dicha Estrategia, elaborada en el marco de un proceso
complejo, oyendo a las Comisiones de Educación de la Cámara de Diputados y del Senado, deberá
ser aprobada por el Consejo Nacional de Educación.

La Estrategia Nacional de Educación Pública busca un cambio sustancial que involucra


directamente a los niños, niñas, jóvenes y adultos que hoy y mañana se formarán en estos
establecimientos. El espíritu con que este documento ha sido desarrollado es un punto partida
auspicioso en el camino que implica ver realizados los Objetivos, Metas y Líneas de Acción que
aquí se plantean. Hoy estos son datos o cifras en un papel, pero aspiran a cambiar la realidad de
Chile y a mejorar vidas.

Plan Estratégico Local

En este marco, cada SLEP deberá contar con un Plan Estratégico Local (ver Art. 45 de la Ley 21.040)
cuyo objeto será el desarrollo de la educación pública y la mejora permanente de la calidad de
ésta en el territorio respectivo, mediante el establecimiento de objetivos, prioridades y acciones
para lograr dicho propósito.

El Plan Estratégico tendrá una duración de 6 años, y deberá contener, al menos, lo siguiente:

a) Diagnóstico de la prestación del servicio educacional por parte del Servicio Local en el territorio
de su competencia, con especial énfasis en las características de los estudiantes y en la situación
de los establecimientos.

b) Objetivos y prioridades de desarrollo de la educación pública en el territorio a mediano plazo.


Estos objetivos deberán ser concordantes con los establecidos en el convenio de gestión
educacional y en la Estrategia Nacional de Educación Pública.

c) Estrategias y acciones para el cumplimiento de los objetivos del plan.

Para la elaboración y modificación del Plan Estratégico se considerarán los siguientes elementos:

1. La Estrategia Nacional de Educación Pública, regulada en el artículo 6 de la Ley 21.040.

2. La Estrategia Regional de Desarrollo, de acuerdo a lo contemplado en el decreto con fuerza de


ley N° 1, de 2005, del Ministerio del Interior.

3. Los proyectos educativos institucionales (PEI) de cada uno de los establecimientos


educacionales de su dependencia.

4. Los planes de mejoramiento educativo (PME) de los establecimientos educacionales de su


dependencia.

5. Los informes que emitan las instituciones del Sistema Nacional de Aseguramiento de la Calidad
de la Educación Parvularia, Básica y Media.

Plan Anual

Asimismo, y en vista de la Estrategia Nacional y el Plan Estratégico del territorio, el Director


Ejecutivo de cada SLEP debe presentar al Comité Directivo Local y a su Consejo Local un plan anual
(ver Art. 46 de la Ley 21.040) para el año subsiguiente, que contendrá, al menos, los siguientes
elementos:
1. Estado de avance de los objetivos y metas contenidas en el convenio de gestión educacional, así
como aquellos contenidos en el plan estratégico local y los proyectos educativos institucionales
(PEI) de cada establecimiento de dependencia del Servicio Local, de conformidad al artículo
anterior.

2. Dotación de docentes y asistentes de la educación requerida para el ejercicio de las funciones


administrativas y pedagógicas necesarias para el desarrollo del proyecto educativo institucional
(PEI), según corresponda, en cada establecimiento educacional de dependencia del Servicio Local,
la que deberá fundarse en razones técnico-pedagógicas y determinarse sobre la base de, al menos,
los siguientes elementos:

 Matrícula total de cada establecimiento.


 Niveles y modalidades de la educación provista por cada uno de éstos.
 Plan de estudios de cada uno de ellos o proyecto educativo institucional en el caso de la
educación parvularia.
 Componentes de los Planes de Mejoramiento Educativo (PME), elaborados con la
comunidad de cada establecimiento educacional, y los proyectos de integración escolar
vigentes.

3. Acciones de apoyo técnico-pedagógico a desarrollar para cada uno de los establecimientos


educacionales de dependencia del SLEP, determinando la periodicidad y contenidos generales de
éstas. La planificación y ejecución de dichas acciones considerará el plan estratégico del Servicio y
propenderá al trabajo colaborativo en red de los establecimientos educacionales de su
dependencia. Para su elaboración, se consultará a los equipos directivos de los respectivos
establecimientos educacionales, teniendo en consideración las acciones definidas en los planes de
mejoramiento educativo (PME) de éstos y en los convenios de desempeño suscritos con cada
director de establecimiento educacional.

Proyecto Educativo Institucional y Plan de Mejoramiento Educativo

En el contexto de traspaso de los establecimientos educativos desde los municipios a los SLEP, los
principales instrumentos de gestión de la vida escolar, es decir, tanto el Proyecto Educativo
Institucional (PEI) como el Plan de Mejoramiento Educativo (PME), deberán articularse y ser
coherentes a los instrumentos territoriales y la estrategia nacional, de acuerdo a lo revisado
anteriormente.

Esto es clave en la medida que el PEI, como herramienta estratégica escolar, orienta la gestión
institucional y pedagógica del establecimiento educacional, conteniendo en forma explícita, los
principios y objetivos que deben enmarcar la acción educativa, otorgándole dirección, sentido e
integración. El PEI representa así el sello que identifica a la escuela, en torno a sus sueños y metas
respecto a la tarea de educar y al horizonte formativo que está llamado a construir,
colectivamente. Asimismo, al momento que la escuela se compromete con objetivos y metas, a
través de su PME, los distintos actores debieran poder determinar hasta qué punto estos
componentes son congruentes con su PEI y, de esa manera, fortalecen la propuesta formativa del
establecimiento. En otras palabras, teniendo clara la identidad expresada en el proyecto
educativo, el PME se convierte en un instrumento operativo que, de manera ordenada, permite el
mejoramiento continuo de los procesos pedagógicos e institucionales.

Ese carácter de piedra angular que tienen el PEI y el PME para consolidar los procesos de mejora
definidos por cada comunidad escolar, impone un desafío esencial para el apoyo pedagógico
desde los SLEP que es establecer un marco de acción que ponga en el centro de su quehacer los
planes de cada establecimiento para proveer un soporte efectivo, en sintonía con sus necesidades.
El apoyo desde el nivel intermedio debe ser, por tanto, un proceso sistemático de
acompañamiento técnico, a los planes de mejora que los propios establecimientos elaboren, en
congruencia con los planes estratégicos del territorio, y se comprometan a llevar a cabo. Para eso
es necesario un diálogo permanente entre los actores de la comunidad escolar, quienes deben ser
partícipes del desarrollo de todos esos instrumentos de la nueva institucionalidad, con el fin de
crear esa coherencia sistémica fundamental para la generación de confianzas y los procesos de
mejoramiento educativo permanente.

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