La perspectiva de un alumno sanjuanbosquino dentro del lapso de la

pandemia

Colegio San Juan Bosco, 12 de marzo de 2020, entra, al salón Valentina Tereshkova, la
junta directiva del colegio para informarnos que el Estado acaba de decretar emergencia
sanitaria y aislamiento domiciliar, siendo esto previsto para 90 días.

En un inicio, la noticia causó sorpresa total y alegría, pues, en ese lapso, no habría clases. Mis
compañeros y yo estábamos eufóricos y hasta agradecidos con el presidente, pues eran como
´´vacaciones´´, mas no sabíamos lo que se vendría. Dentro de ese tiempo de cuarentena, la
comunicación con mis compañeros iba disminuyendo, extrañaba socializar con ellos, reír y
pasar grandes momentos juntos. Todo esto solo quedaba en mi memoria, solo eran recuerdos.

El colegio implementó herramientas virtuales con las que podríamos proseguir con nuestros
estudios. Las plataformas eran optimas, pero no se comparaba a la educación presencial. Mi
vida se volvió aburrida, deprimente; no lograba prestar atención ni concentrarme; soy sincero,
a veces me la pasaba jugando en clases, sin embargo, no creo ser el único que lo hacía. Todo
esto se convirtió monótono.

Postpandemia, era el primer día de retorno a clases presenciales. Me encontraba nervioso,

eufórico y, a la vez triste, pues habían pasado, aproximadamente, 2 años desde que no había
visto a mis amigos. Me preguntaba, ¿se encontrarán todos bien?, ¿habrán cambiado
físicamente? Por suerte, todos se encontraban sanos. Entré a mi salón, Teresa de Calcuta, y vi
a mis amigos, fue un reencuentro fascinante, todos estábamos felices de volvernos a
encontrar, hasta nos llegamos a abrazar sin que nos importé el distanciamiento, ´´jijiji´´.

Para finalizar, la pandemia me afectó, no solo a mí, también a la comunidad sanjuanbosquina.

Todo el tiempo que estuve sin ver a mis compañeros y profesores fue deprimente, aunque al
parecer todo eso ya terminó, además, como dice el dicho, ´´después de la tormenta, viene la
calma´´. ¿Y a ti, te afecto la cuarentena?