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Nombre: Christhoper Daniel Canales Amador

N0. Cuenta: 12101013

Catedrático: Doctor. Ángel De Jesús Bustillo


Bonilla

Tema: Biografía

Asignatura: Medicina Forense

Fecha: 21/4/2022

Sede de Tegucigalpa M.D.C


Instrucciones: investigar biografía de dos personajes precursores de la criminalística que
son Hans Gross y Edmond Locard

Biografía de Hans Gross


El doctor Hans Gross es el fundador de la criminalística, este nació el 9 de diciembre
del 1847 en Graz, una ciudad austriaca que esta caracterizada por una extraordinaria
actividad académica universitaria. Hijo de Gustav Gross (1806-1876) y de Franziska
Edle Von Leuzendorf (1827-1902). Además, también fue el padre psicoanalista
austríaco Otto Gross donde falleció a la edad de 68 años el 15 de diciembre del año
1915, en su ciudad natal. Si nos enfocamos en su carrera encontramos que, al concluir
sus estudios en la facultad de derecho, hacia el año 1870, comenzó a ejercer en la corte
Jurista. Al año siguiente, se graduó de doctor en derecho en la Universidad de Graz. El
principal objeto de su vida posterior fue la actividad práctica. Así se convirtió en un juez
de instrucción, primero en el área industrial de la Alta Estiria, para luego dirigirse en un
distrito principalmente agrícola, cerca de la frontera húngara y croata

pronto descubrió que sus estudios de derecho no lo habían preparado para la variedad de
tareas prácticas que un magistrado que operaba en el campo tenía que investigar todo
tipo de delitos, desde el fraude, el robo de ganado, la caza furtiva, el asesinato y el
incendio provocado. Gross se puso a trabajar para llenar este vacío, estudiando tratados
sobre física, psicología, medicina y ciencia en general, también tratando con la
fotografía y las observaciones bajo el microscopio. Gross recopiló, sistematizó y volcó
toda su experiencia como juez en su manual “Handbuch für Untersuchungsrichter als
System der Kriminalistik” es decir Manual del Juez de Instrucción, todos los Sistemas
de la Criminalística, que vio la luz en 1893. Esta metodología propuesta suponía
conocimientos, por parte del juez, que eran de esperar en los médicos legistas y
químicos forenses, pero también aportes originales, como el examen del lugar del
hecho, de documentos, la búsqueda de huellas de todo tipo. La primera línea del Manual
de Gross deja claro el objetivo de su autor: El objetivo es ser lo más práctico posible.
No es un libro de leyes ni un trabajo tradicional de jurisprudencia médica, sino que es
un manual de instrucciones para todos los involucrados en la investigación de delitos
(Gross, 1900)

El manual enfatiza la importancia de las características personales que debe poseer el


investigador ya sea objetividad, diligencia, perseverancia, conocimiento de la naturaleza
humana y la necesidad de recurrir a expertos de las diversas disciplinas científicas, artes
y oficios que pueden ayudar en la investigación

Esta obra fue editada por primera vez en 1893 en alemán. Traducida por el juez de
primera instancia Máximo Arredondo, fue impresa en Madrid en la editorial “La España
moderna, S.A.” en la colección “Biblioteca de jurisprudencia, filosofía é historia”, con
804 páginas. Lázaro Pavía la editó en México en la “Editorial Eduardo Dublán”.  El
libro se divide en dos partes, una general y otra especial. En este sentido, la obra de
Gross es tanto de Criminalística como de Criminología, superando así todos los trabajos
existentes en ese momento de Pitaval; Jagemann, Ave Lallemant y todos los previos a
él, con respecto al número y la naturaleza de los problemas tratados y, sobre todo, al fin
utilitario del tratado.

Como dato importante: En la primera se trata extensamente de cuanto se refiere al


sumario, a la forma de instruir las primeras diligencias, al modo de apreciar el
respectivo valor de los testimonios, según las condiciones de quienes los prestan, ya
sean estos testigos o peritos, a utilizar de un modo conveniente los servicios de estos
últimos

 El manual destaca la importancia de las características personales que debe tener el
investigador, la objetividad, la diligencia, la perseverancia, el conocimiento de la
naturaleza humana y la necesidad de recurrir a expertos de diferentes disciplinas
científicas y/o artes y oficios que puedan ser de ayuda para la investigación. En 1896 el
mismo Dr. Gross recopiló, clasificó y describió una gran variedad y número de objetos
relacionados directamente con la labor del juez de instrucción, y creó el “Museo
Criminológico de la Universidad de Graz” como un aporte para los estudiantes, jueces y
agentes de la policía judicial. Algunos de los objetos, que principalmente proceden de la
época de Hans Gross, son, por ejemplo: Huesos destrozados juntos con la herramienta
(martillo, proyectil, etc.), cabellos humanos que se comparan con pelos de animales,
sustancias tóxicas, proyectiles, naipes marcados o falsificados, fotografías de
delincuentes, armas, etc.

Ahora bien, En 1898, Gross fundó la revista Archiv für Kriminalanthropologie und


Kriminalistik para recopilar estudios internacionales sobre la ciencia de la investigación
criminal, recién creada. Bajo el nombre de Archiv für Kriminologie, la publicación
sigue siendo una de las revistas científicas más importantes del sector. En el mismo año
fue llamado a enseñar como profesor de Derecho Penal y Administración de Justicia en
la Universidad de Chernivtsi. En 1903 fue transferido a la Universidad de Praga como
profesor de la misma asignatura. En 1905 finalmente regresó a Graz, donde dictó la
asignatura Derecho Penal en la universidad donde había completado sus estudios. En
1912 se inauguró por fin el "Real e Imperial Instituto de Criminología de la Universidad
de Graz", único a escala mundial
Inclusive posterior a su manual tan importante se basa en ciertas características tales
como:

 Kriminalpsychologie (Psicología Criminal)


 Enzyklopädie der Kriminalistik (Enciclopedia de Criminalística) 
 Die Erforschung des Sachverhalts strafbarer Handlungen (La Investigación de
las Circustancias del Crimen)

Hans Gross dejó su huella en el mundo como criminólogo. Se le asocia con ser el
creador del campo de la criminología después de establecer el estudio en el Instituto de
Criminología de Graz. A lo largo de su vida, ayudó a avanzar en el mundo de la
investigación de delitos, especialmente en 1893, cuando la práctica de la criminología se
generalizó. La introducción de nuevas técnicas de investigación y observación, como la
fotografía de la escena del crimen y el examen de huellas dactilares, cambió el
funcionamiento del sistema judicial. Su libro, Handbuch für Untersuchungsrichter als
System der Kriminalistik, contiene métodos e ideas revolucionarios que ampliaron
enormemente la ciencia criminal. En memoria de todo su trabajo, destacan muchas
instituciones formadas gracias a él. Una de las famosas agencias de detectives de Nueva
York lleva su nombre: la Oficina de Investigaciones Brutas.
Biografía de Edmond Locard
Al leer el nombre del doctor Locard, inmediatamente se lo asocia con el Principio de
Intercambio por él enunciado, uno de los pilares fundamentales de la investigación
forense: siempre que dos objetos entran en contacto transfieren parte del material que
incorporan al otro objeto ver también en este blog, “Principios Metodológicos
Aplicados a la Criminalística” en La Criminalística como ciencia. Edmond Locard
(1877-1966) nació en Saint-Chamond, Francia. Estudió derecho y medicina en la
universidad de Lyon, donde además trabajó como ayudante del Dr. Alexandre
Lacassagne, considerado el padre de la medicina forense moderna. En 1910 fundó
el Laboratorio de Criminalística de Lyon, el primero en su clase. Además, dirigió el
gabinete de investigaciones de la policía de la ciudad. Sugirió, en 1923, el nombre
“Técnica Policial” a esa “investigación de la prueba del delito, mediante el
establecimiento de las pruebas indiciarias y la agrupación de las nociones en un cuerpo
de doctrina

Fue autor de un manual de poroscopía y de un tratado de criminalística de 7 volúmenes


publicados entre 1931 y 1941, en donde enuncia las diferentes técnicas de uso en la
pesquisa criminal. Es considerado como uno de los primeros en realizar teorizaciones y
postulados acercad de la relación entre el delincuente y la escena del hecho. Afirmó que
“los restos microscópicos que cubren nuestras ropas y cuerpos son testigos mudos,
seguros y fieles de nuestros movimientos y encuentros”, teoría que, afirman, habría
puesto en práctica durante la Primera Guerra Mundial (1914-1918) trabajando para el
Servicio Secreto Francés, identificando los sitios por donde habían pasado los soldados
tomados como prisioneros, para localizar la ubicación de los enemigos

los contemporáneos de Locard lo llamaran “El Sherlock Holmes Francés” “Lo


admirable de Sherlock Holmes afirmaba Locard es ese perfecto conocimiento de todo lo
que se necesita haber estudiado para descubrir criminales, en lo cual es
considerablemente superior a los policías de Edgar Allan Poe”

Sobre el famoso principio de intercambio existe algo de controversia en la actualidad.


“Es imposible que un criminal actúe, especialmente en la tensión de la acción criminal,
sin dejar rastros de su presencia” expresaba Locard en el “Manuel de Technique
Policière” (1928), de lo cual, hay quienes afirman que fue extraído de las obras de
ficción de Doyle: "Yo he investigado decía Holmes en ‘La aventura de Peter Black’ de
1904 muchos crímenes, pero nunca hasta ahora he visto uno el cual fuera cometido por
una criatura que vuela. Hace mucho que los criminales tienen dos piernas, dejan huellas,
producen alguna abrasión o marcas que pueden ser detectadas por algún buscador
científico

Una de las más antiguas menciones que se hace de la adjudicación del principio de
intercambio al Dr. Locard, aparece en 1940 en la obra de Reginald Morrish, “The Police
and Crime-Detection Today”, reiterado por Nickolls (1956) en “The Scientific
Investigation of Crime”, quienes afirman que lo habría enunciado en 1928.

Independientemente de esto, Locard dejó a las futuras generaciones de forenses la


poroscopia con lo cual afirmaba se podía identificar a los sujetos. En les pores et
identification des criminels (1912) Locard Concluía, según Ashbaugh (1999) que:

 Los poros (terminaciones de las glándulas sudoríparas) presentan la triple


característica de perpetuidad, inmutabilidad y variedad que permiten la
identificación.
 La identificación por comparación de los poros es una manera de confirmar la
evidencia que deriva de las huellas digitales, añadiendo a la determinación de las
líneas papilares, los detalles de los poros, que en una impresión típica se ven por
cientos.
 En la mayoría de los casos en donde la impresión digital o palmar está
demasiado fragmentada para la identificación por el método dactiloscópico, que
requiere un número mínimo de puntos característicos (minutae points en inglés),
la comparación de poros que se pueden distinguir en el recorrido de las crestas
permite lograr una identificación positiva mucho más convincente para los
magistrados.

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