Está en la página 1de 3

Enamorados de Dios

Lucas 21 dice que cuando el mundo esté en un caos debemos erguirnos porque
nuestra redención está cerca. Lo que al mundo le cause problemas nos debe causar
gozo porque está cerca la redención.

Primero es lo primero y segundo es lo segundo. Caín sabía que primero debía llevar
una ofrenda animal y después debía dar una ofrenda vegetal. Primero se fructifica y
luego se multiplica, la iglesia se equivocó porque primero se multiplicó y luego se
fructifica.

Existe una función primaria del ministerio quíntuple donde el Señor constituyó a
apóstoles, profetas, pastores, evangelistas y maestros, lo primero fue para katartizar
que es restaurar y remendar. Por eso, algunos echan lo que tienen sobre saco roto.

El más grande mandamiento es amar, primero debemos amar al Señor, al prójimo


como a ti mismo y por último, al enemigo. Primero debemos amar al Señor, luego
amarse a sí mismo y después amar al prójimo, podemos amar porque Dios nos amó
primero. Vamos a ver la Iglesia en Éfeso.

Primero es el amor, después la fidelidad, la doctrina, la tolerancia, la santidad, el amor


fraternal y la verdadera riqueza. Si te enamoras del Señor, Él se va a meter por ti.
Vamos a ver los galardones del amor.

1. Librar de la prueba

2 Pedro 2:9 Así pues, no cabe duda de que el Señor sabrá librar de de la prueba a los
que le aman, en tanto que reservará a los injustos para ser castigados el día del juicio.
(CAS)
En la oración del Padre nuestro dice: “Señor, no nos dejes caer en tentación”. El
tentador tentó al mismo Señor, como Diablo, como el tentador y como Satanás, son
tres dimensiones que el Señor venció. Al cristiano le duele caer en tentación y ni
siquiera lo disfruta. A los enamorados se les va a facilitar vencer la tentación porque
Dios nos va a librar de la prueba.

De tal manera amó el Señor que dio. Por eso, una de las manifestaciones de amar es
dar.

2. Da gracia

Santiago 4:6 Pero por lo mismo da mayores gracias a los que así le aman. Por lo cual
dice: “Dios resiste a los soberbios, y da su gracia a los humildes”. (FTA)

Noé halló gracia delante de Dios y lo salvaron del diluvio. Rut halló gracia y la
convirtieron en el campo de Booz, Daniel halló gracia ante el rey y se convirtió en el
segundo en cuatro reinos. El Señor los catapulta a estar por encima del promedio.
Poned vuestra esperanza en la gracia que vendrá en la manifestación del Hijo de Dios.

El Señor le pregunta a Pedro si lo amaba y Pedro le dijo que lo quería. Debemos


enamorarnos más de Dios.

Ester podía tomar la mitad del reino, pero ella quería estar con el Rey. Moisés no
quería la promesa sin el Señor.

3. Les da corona de vida

Santiago 1:12 Bienaventurado el varón que soporta la tentación; porque cuando haya
resistido la prueba, recibirá la corona de vida, que Dios ha prometido a los que le
aman. (LBLA)

El enamorado no ama por interés sino porque Él da el galardón a sus siervos, miren
esto que el Señor nos da: “Y todos tus hijos serán enseñados por Jehová; y se
multiplicará la paz de tus hijos”.

Isaías 54:13 Y todos tus hijos serán enseñados por Jehová; y se multiplicará la paz de
tus hijos. 14 Con justicia serás adornada; estarás lejos de opresión, porque no
temerás, y de temor, porque no se acercará a ti. 15 Si alguno conspirare contra ti, lo
hará sin mí; el que contra ti conspirare, delante de ti caerá. 16 He aquí que yo hice al
herrero que sopla las ascuas en el fuego, y que saca la herramienta para su obra; y yo
he creado al destruidor para destruir. 17 Ninguna arma forjada contra ti prosperará, y
condenarás toda lengua que se levante contra ti en juicio. Esta es la herencia de los
siervos de Jehová, y su salvación de mí vendrá, dijo Jehová. (LBLA)

4. Compartir su gloria

Hebreos 2:10 Dios hizo todas las cosas para él mismo, y quiere que su gloria la
compartan todos los que le aman y obedecen. Para eso, Dios tenía que hacer perfecto
a Jesucristo y dejarlo morir, pues Jesucristo es el Salvador de ellos. (TLA)
El Señor comparte su gloria con el que le ama y obedece. Debemos querer amar al
Señor como el discípulo Juan que se recostaba en el pecho del Señor.

También podría gustarte