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Las Normas de Auditoría Generalmente Aceptadas (NAGAS) son los principios fundamentales que deben guiar el trabajo de los auditores. Estas normas se originaron en Estados Unidos en 1948 y constan de 10 normas clasificadas en 3 categorías: Normas Generales sobre el entrenamiento, independencia y cuidado del auditor, Normas de Ejecución sobre el planeamiento y evaluación del control interno, y Normas de Preparación sobre la aplicación de principios contables y revelación en el informe. Las NAGAS garantizan la calidad del trabajo profesional del auditor y son de
Las Normas de Auditoría Generalmente Aceptadas (NAGAS) son los principios fundamentales que deben guiar el trabajo de los auditores. Estas normas se originaron en Estados Unidos en 1948 y constan de 10 normas clasificadas en 3 categorías: Normas Generales sobre el entrenamiento, independencia y cuidado del auditor, Normas de Ejecución sobre el planeamiento y evaluación del control interno, y Normas de Preparación sobre la aplicación de principios contables y revelación en el informe. Las NAGAS garantizan la calidad del trabajo profesional del auditor y son de
Las Normas de Auditoría Generalmente Aceptadas (NAGAS) son los principios fundamentales que deben guiar el trabajo de los auditores. Estas normas se originaron en Estados Unidos en 1948 y constan de 10 normas clasificadas en 3 categorías: Normas Generales sobre el entrenamiento, independencia y cuidado del auditor, Normas de Ejecución sobre el planeamiento y evaluación del control interno, y Normas de Preparación sobre la aplicación de principios contables y revelación en el informe. Las NAGAS garantizan la calidad del trabajo profesional del auditor y son de
Concepto. - Las Normas de Auditoría Generalmente Aceptadas (NAGAS) son los principios fundamentales de auditoría a los que deben enmarcarse su desempeño los auditores durante el proceso de la auditoría. El cumplimiento de estas normas garantiza la calidad del trabajo profesional del auditor. 1.1 Origen Las NAGAS, tiene su origen en los Boletines (Statement on Auditing Estándar – SAS) emitidos por el Comité de Auditoría del Instituto Americano de Contadores Públicos de los Estados Unidos de Norteamérica en el año 1948 Por lo tanto, estas normas son de observación obligatoria para los Contadores Públicos que ejercen la auditoría en nuestro país, por cuanto además les servirá como parámetro de medición de su actuación profesional y para los estudiantes como guías orientadoras de conducta por donde tendrán que caminar cuando sean profesionales. 1.2 Clasificación de las NAGAS En la actualidad las NAGAS, vigente en nuestro país son 10, las mismas que constituyen los (10) diez mandamientos para el auditor y son: Normas Generales o Personales a. Entrenamiento y capacidad profesional. b. Independencia. c. Cuidado o esmero profesional. Normas de Ejecución del Trabajo d. Planeamiento y Supervisión e. Estudio y Evaluación del Control Interno f. Evidencia Suficiente y Competente Normas de Preparación del Informe g. Aplicación de los Principios de Contabilidad Generalmente Aceptados. h. Consistencia i. Revelación Suficiente j. Opinión del Auditor 1.3 Definición de las Normas NORMAS GENERALES O PERSONALES Estas normas por su carácter general se aplican a todo el proceso del examen y se relacionan básicamente con la conducta funcional del auditor como persona humana y regula los requisitos y aptitudes que debe reunir para actuar como Auditor. La mayoría de este grupo de normas están contempladas también en los Códigos de Ética de otras profesiones. Las Normas detalladas anteriormente, se definen de la forma siguiente: a) Entrenamiento y Capacidad Profesional C.P.C. HELEN QUISPE ARAPA «La Auditoria debe ser efectuada por personal que tiene el entrenamiento técnico y pericia como Auditor». Como se aprecia de esta norma, no sólo basta ser Contador Público para ejercer la función de Auditor, sino que además se requiere tener entrenamiento técnico adecuado y pericia como auditor. Es decir, además de los conocimientos técnicos obtenidos en los estudios universitarios, se requiere la aplicación práctica en el campo con una buena dirección y supervisión. Este adiestramiento, capacitación y práctica constante forma la madurez del juicio del auditor, a base de la experiencia acumulada en sus diferentes intervenciones, encontrándose recién en condiciones de ejercer la auditoría como especialidad. Lo contrario, sería negar su propia existencia por cuanto no garantizará calidad profesional a los usuarios, esto a pesar de que se multiplique las normas para regular su actuación. Esta norma se refiere a la persona de contador público como auditor independiente, que, a través de la experiencia, capacitación este debe ser un experto en la materia, siendo profesional competente en su actuación y observando siempre principios éticos. El auditor debe tener conocimientos técnicos adquiridos en universidades o instituciones de estudios superiores del país, habiendo culminado sus estudios con su recepción profesional, el auditor necesita un profesional que tenga una adecuada práctica o experiencia que le permita ejercer un juicio solido preciso confiable Sobre lo auditado b) Independencia «En todos los asuntos relacionados con la Auditoría, el auditor debe mantener independencia de criterio». La independencia puede concebirse como la libertad profesional que le asiste al auditor para expresar su opinión libre de presiones (políticas, religiosas, familiares, etc.) y subjetividades (sentimientos personales e intereses de grupo). Se requiere entonces objetividad imparcial en su actuación profesional. Si bien es cierto, la independencia de criterio es una actitud mental, el auditor no solamente debe «serlo», sino también «parecerlo», es decir, cuidar, su imagen ante los usuarios de su informe, que no solamente es el cliente que lo contrató sino también los demás interesados (bancos, proveedores, trabajadores, estado, pueblo, etc.). Esta norma toma en cuenta la independencia debido al amplio grado de importancia que tienen, ya que el auditor debe ser imparcial en su dictamen sin dejarse llevar por opiniones de terceros. La imparcialidad con el que el auditor actúa va a ayudar a hacer a que la junta haga una buena toma de decisiones. Para la profesión es importante mantener la confianza en la independencia del auditor hacía con el público ya que esta confianza se vería afectada por la comprobación de que en realidad le faltara la libertad y, también podría perjudicarse porque existieran circunstancias que pudieran influir en la misma. Para lograr esta libertad, el auditor debe ser intelectualmente honesto, ser reconocido como independiente, no tener obligaciones o algún interés para con el cliente, su dirección o sus dueños. c) Cuidado o Esmero Profesional «Debe ejercerse el esmero profesional en la ejecución de la auditoría y en la preparación del dictamen». El cuidado profesional, es aplicable para todas las profesiones, ya que cualquier servicio que se proporcione al público debe hacerse con toda la diligencia del caso, lo contrario es la C.P.C. HELEN QUISPE ARAPA negligencia, que es sancionable. Un profesional puede ser muy capaz, pero pierde totalmente su valor cuando actúa negligentemente. El esmero profesional del auditor, no solamente se aplica en el trabajo de campo y elaboración del informe, sino en todas las fases del proceso de la auditoría, es decir, también en el planeamiento o planeamiento estratégico cuidando la materialidad y riesgo. Por consiguiente, el auditor siempre tendrá como propósito hacer las cosas bien, con toda integridad y responsabilidad en su desempeño, estableciendo una oportuna y adecuada supervisión a todo el proceso de la auditoría. De este párrafo se puede decir que todo profesional forma parte de la sociedad, gracias a ello se forma y a ella debe servir, el auditor al ofrecer servicios profesionales debe estar consciente de la responsabilidad que ello lo implica, cierto que los profesionales son humanos y que por lo tanto se encuentran al margen de comentar errores, esto se elimina o se reduce que el contador público pone a su trabajo cuidado y diligencia profesional. Para que los interesados confíen en la información financiera, esta debe ser dictaminada por un contador público independiente, que ante mano haya aceptado el trabajo de auditoría en su opinión no está influenciada por nadie, es decir que su opinión es objetiva, libre e imparcial o sea que el desarrollo de su trabajo ha observado independencia mental sin intervenciones políticas corruptas, problemas familiares o problemas sociales que puedan ocasionar una imparcialidad ante el trabajo auditado por el profesional (auditor.) C.P.C. HELEN QUISPE ARAPA https://es.slideshare.net/oscar17031992/1-unid-fundamentos-de-auditoria