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Cambios en la movilidad urbana: ¿utopía o realidad?

Daniel Pabón Salazar

En la actualidad existen grandes retos en el mundo alrededor de las formas de movilidad


urbana, las cuales logren satisfacer las necesidades de los diferentes grupos sociales que
constituyen las ciudades. Es bien conocido que en muchas ciudades del mundo se ha
limitado la movilidad a esquemas de transporte motorizado, en especial al uso del vehículo
privado. Como consecuencia de ello, el transporte vehicular ha desplazado los espacios
sociales de encuentro y esparcimiento (Gehl, 2006).

En Colombia por ejemplo la implementación de políticas públicas de ordenamiento


ha estado basada en un modelo desarrollista, en el cual al parecer la disminución del tiempo
de recorrido entre un punto y otro es el objetivo principal del ordenamiento, dejando a un
lado las necesidades humanas colectivas del espacio público. Ciudades como Bogotá solo
satisface el 26% del indicador del espacio público efectivo (DADEP, 2013) 1, cuyo
indicador optimo se encuentra entre los 10 m2 y 15 m2 de zonas verdes por habitantes de
acuerdo a la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Las soluciones a las problemáticas de movilidad en las ciudades no son fáciles, sin
embargo, algunos teóricos como Speck (2012) han presentado teorías como la de la
caminabilidad, cuya propuesta pretende generar una nueva forma de ordenamiento de las
urbes. Esta propuesta en particular propone principios de caminabilidad que mejoren las
condiciones sociales, económicas y ambientales de las personas en las ciudades, a partir
entre otras acciones de la reducción de los kilómetros conducidos, lo que permitirá la
promoción del desplazamiento a pie y el uso de la bicicleta.

Esta nueva forma de movilización urbana generaría múltiples beneficios a las


ciudades, por ejemplo, en términos ambientales la caminabilidad reduciría la cantidad de
gases de efecto invernadero generados por el uso del automóvil. En términos de salud
pública se incentivaría las actividades físicas en el desplazamiento a pie, reduciendo
problemáticas de salud como la obesidad. Por último, existiría un beneficio económico al

1
Departamento Administrativo de la Defensoría del Espacio Público de Bogotá
favorecer el tránsito de personas en zonas comerciales de la ciudad (Gotschi y Mills, 2008,
p. 17).

En la actualidad, ya se observan evidencias y ejemplos de nuevas formas de


movilidad en las ciudades del mundo, como se puede observar en el documental países
como Paris, Barcelona y Países Bajos están replanteando las ciudades a través de la
recuperación del espacio público, el mejoramiento de las ciclorrutas y las zonas peatonales.
Lo cual permite nuevas formas de movilidad en la ciudad, sin embargo, este cambio no solo
se debe darse en términos de infraestructura, sino que deben estar acompañados de un
cambio en la cultural ciudadana.

Bibliografía

Deutsche Welle (DW). Visitado el 01 de mayo de 2022. Documental: ¿Podemos reinventar


nuestras ciudades para vivir mejor?. https://youtu.be/fgSw2gMrsFA

Gehl, J.; Pozueta, J. y Valcarce, M. (2006). La humanización del espacio urbano: la vida
social entre los edificios. Barcelona: Editorial Reverté.

Gotschi, T., Mills, K. (2008). The Case for Increased Federal Investment in Bicycling and
Walking. Active Transportation for America. Washington: Rails to trails conservancy.
Recuperado de http://www.railstotrails.org/resourcehandler.ashx?id=2948

Speck, J. (2012). A General Theory of Walkability. En: Walkable City: How Downtown
Can Save America, One Step at a Time (pp. 7–13). Nueva York: Farrar, Straus and Giroux

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