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I.

ELEMENTOS
I.1. El menoscabo Material.

Autores como Iván Lanegra hacen referencia a este elemento del siguiente modo: “(…), el
daño es equiparado a un menoscabo material del ambiente o de sus componentes que trae
como resultado la disminución de su valor o importancia. Dicha reducción debe derivarse,
conforme lo indica la definición, de una alteración material. Esta, sin embargo, debe leerse
desde una visión dinámica de los procesos ambientales. Podría ocurrir que la alteración
consista en el mantenimiento de la situación física de un componente del ambiente. Para
ilustrar el caso, imaginemos que se busca alterar el ciclo natural - previo a la intervención
humana - de un río, buscando que este mantenga el mismo caudal durante el año, sin
variaciones. Si el funcionamiento de los ecosistemas se ve alterado negativamente, nos
encontramos ante un daño ambiental.”

El autor Jesús Conde nos conceptualiza el daño ambiental como: “un perjuicio, un deterioro
o detrimento causado al medio ambiente, globalmente considerado o en cualquiera de sus
elementos o aspectos, que puede consistir en alteraciones físicas, de composición química
de los elementos, de las relaciones biológicas, etc., y a consecuencia del cual queda un
estado cualitativamente peor al que tenía antes de producirse el daño

la significancia del daño ambiental, estableciendo así el límite entre lo que se debe
considerar un daño ambiental tolerable de un daño ambiental no tolerable. No obstante la
definición de la LGA peruana no contiene dicho elemento sustancial, por lo que
actualmente consideraría como daño ambiental, cualquier menoscabo material al medio
ambiente independientemente de la insignificancia que sus efectos puedan tener.
I.2. El Medio Ambiente y sus Componentes.

Autores como Iván Lanegra hacen referencia a este elemento del siguiente modo: “La
propia Ley General del Ambiente señala que ellos comprenden “los elementos físicos,
químicos y biológicos de origen natural o antropogénico que, en forma individual o
asociada, conforman el medio en el que se desarrolla la vida”. Sin embargo, esto nos da
como resultado un conjunto muy grande de elementos. Por ello, la ley 28611 precisa que
son “los factores que aseguran la salud individual y colectiva de las personas y la
conservación de los recursos naturales, la diversidad biológica y el patrimonio cultural
asociado a ellos, entre otros”. Es decir, se trata de aspectos ambientales esenciales para el
desarrollo pleno de la vida humana y de los ecosistemas en general. Es por ello que el
ambiente –y sus componentes- es considerado un bien jurídicamente protegido.

Un ejemplo de ello es dado por Carlos Andaluz: “(…), el menoscabo material que sufre un
lago alrededor del cual gira la economía y cultura de un pueblo no puede mensurarse
únicamente desde la pérdida en términos materiales, sino que debe incluir también la
pérdida respecto del menoscabo psíquico o moral de la colectividad afectada; lo propio
podríamos decir del daño a un componente del ambiente –montaña, río o bosque- que
tiene connotaciones culturales. Si bien genera duda la referencia.
I.3. La Contravención o no de Disposiciones Jurídicas.
El mencionado autor Enrique Ferrando reafirma que, si el daño ambiental
producido como consecuencia de una gestión antijurídica puede ser una
fuente de compromiso del agente, estribando de los criterios de
imputabilidad, no es menos cierto que también pueden generar
responsabilidad las conductas arregladas a derecho, no siendo en tales
casos exigible la antijuricidad como requisito de la obligación de
indemnizar.

I.4. Efectos Negativos Actuales o Potenciales.

El autor Iván Lanegra nos conceptualiza a este cuarto elementos de la


siguiente manera que, de acuerdo con la Ley General del Ambiente,
excepcionalmente que dicho menoscabo material tiene efectos negativos
sean actuales o potenciales, sean materiales o intangibles sobre otros
bienes jurídicos protegidos, puede denominarse daño ambiental. Entonces
ante ello podemos afirmar que el OEFA se le considera como “daños
reales” a aquellos que tienen efectos negativos actuales y que pueden ser
probados.
(Neyra, 2017) Por otro lado, para dicha entidad, se puede afirmar que los
daños potenciales tienen riesgos ocasionados por hechos o circunstancias
con aptitud suficiente para causar un efecto negativo en el medio ambiente
o en alguno de sus componentes.
REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS
- Neyra, P. C. (2017). El daño ambiental en la Ley General del Ambiente del Perú: Análisis
jurídico y propuesta de regulación .

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