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TEMA 6.

LA POBLACIÓN MUNDIAL: MODELOS DEMOGRÁFICOS Y


DESIGUALDADES ESPACIALES.

Introducción.

A continuación en la presente exposición nosotros vamos a tratar de analizar un


tema de una enorme extensión que nosotros vamos a tratar de sintetizar en los
siguientes apartados. La Demografía y sus fuentes demográficas, la evolución de la
población mundial y su desigual distribución, el movimiento natural de la población y
sus diferentes elementos, el fenómeno migratorio, la estructura de la población y
concluiremos la exposición con unas breves notas demográficas sobre nuestra
Comunidad Autónoma.

I – La Demografía y sus fuentes.

El estudio de la población ha alcanzado un gran desarrollo en los últimos años


hasta desembocar en una ciencia propia, la demografía, que será la ciencia encargada
del estudio de la población, sus comportamientos, movimientos y características.

La Demografía como decimos será una ciencia que hoy día tiene una gran
repercusión y es tremendamente demandada tanto por la iniciativa pública como por el
capital privado pues es capital conocer el número de habitantes así como sus
características, necesidades, comportamientos y movimientos para abrir hospitales,
colegios, supermercados, negocios, empresas, etc. E incluso es fundamental para la
propia supervivencia del ser humano, buen ejemplo de ello lo significó la Conferencia
del Cairo en el 94, a partir de la curva de crecimiento que se viene experimentando
desde el S. XIX, situando la población actual en torno a los 6.500 millones de
habitantes con previsiones de llegar a los siete mil millones en los próximos años dado
el ritmo de crecimiento anual que llevamos próximo a los 80 millones anuales, 1,3 %
anual.

Como señalamos la Población mundial, así como su desigual distribución, su


crecimiento y características y movimientos es hoy día una preocupación mundial y
buena prueba de ello son las Conferencias Mundiales de población en las que participan
la mayoría de los países del mundo, lo que facilita en primer término, el estudio de los
grandes problemas que afectan a la población y, a medio y largo plazo, permite la
adopción de soluciones conjuntas a los problemas demográficos. Han tenido lugar tres
grandes conferencias de población.

La Conferencia de Bucarest en 1974, será la primera Conferencia Mundial de la


Población organizada por las Naciones Unidas y a la que asistieron representantes de
135 países. En ella se enfrentaron dos posiciones antagónicas acerca de cómo disminuir
el crecimiento de la población. La primera sostenida por la gran mayoría de países
subdesarrollados, se resumía en el eslogan “el desarrollo es el mejor anticonceptivo”.
La otra posición consideraba que la disminución de la tasa de crecimiento de la
población mediante una caída de la fecundidad era condición para el desarrollo y no
consecuencia de él, por lo que defendía campañas masivas de información y
distribución de anticonceptivos.

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En 1984 se celebró la Conferencia de México. Uno de sus principales logros fue
el impulso que se dio a la cooperación internacional y la mayor eficacia en la toma de
decisiones políticas. En esta conferencia se abandonó la preocupación casi exclusiva por
los factores determinantes del tamaño de la población, y se buscó un tratamiento mas
integral, que tuviera en cuenta nuevos criterios basados en los derechos humanos
individuales y familiares, condiciones de salud y bienestar, empleo, educación y, en
definitiva calidad de vida.

Diez años mas tarde, en el Cairo, se propició un consenso sobre algunos


importantes temas demográficos. La planificación familiar fue un principio asumido,
que ninguno de los 182 países asistentes se atrevió a discutir. Otros aspectos
demográficos como los derechos reproductivos y el aborto resultaron ser mas
polémicos. El plan de acción aprobado a 20 años propuso medidas para estabilizar el
crecimiento demográfico del planeta, facilitando el acceso a métodos de planificación
familiar a quienes deseen limitar el tamaño de su familia, y promocionando la
autonomía e igualdad de la mujer.

A propósito de centrar mas eficazmente la asistencia para el desarrollo guió la


Cumbre del Milenio, celebrada en 2000 en la base de la ONU, en la que se formularon
los Objetivos de Desarrollo del Milenio (MDG) para 2015.

1. Erradicar la pobreza extrema y el hambre. Reducir a la mitad la


proporción de las personas cuyos ingresos sean inferiores a un dólar
por día y que padezcan hambre.
2. Lograr la educación primaria universal para todos los niños y niñas.
3. Promover la igualdad de género y la autonomía de la mujer, sobre todo
en la enseñanza primaria y secundaria.
4. Reducir la mortalidad en la infancia ( niños menores de cinco años) en
dos terceras partes.
5. Mejorar la salud materna. Reducir en tres cuartas partes la tasa de
mortalidad derivada de la maternidad.
6. Combatir el VIH/SIDA, el paludismo y otras enfermedades para
reducir su propagación.
7. Garantizar la sostenibilidad del medio ambiente. Reducir a la mitad la
proporción de personas que carecen de acceso a agua potable y
mejorar las condiciones de vida de al menos 1OO millones de
habitantes.
8. Fomentar una alianza mundial para el desarrollo. Los paises ricos
deberán adoptar medidas para aliviar la deuda de los más pobres,
incrementar su asistencia y permitir que accedan a sus mercados, a los
medicamentos básicos y a las nuevas tecnologías y trabajos.

La Demografía como cualquier otra ciencia se nutre para su estudio de una serie
de fuentes entre las que destacamos el Censo y el Padrón Municipal. El Censo de
población es un cuestionario que se realiza a nivel estatal cada diez años y recopila los
datos de todas las personas que viven en viviendas, ya sean familiares o colectivas. La
información que recaban es individual y secreta. En España los censos se realizan cada
diez años en los años terminados en 1, por lo tanto el último censo fue en el año 2001 y
el siguiente el próximo 2011. Es por lo tanto el recuento de los habitantes de un país en
un momento determinado, contabilizando la población tanto de hecho como de derecho,

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recabando información además de carácter económico, cultural y social. Para la
realización de censos de población destacamos el Instituto Nacional de Estadística,
I.N.E. Por su parte los padrones son el registro administrativo que se efectúa a escala
municipal. En España, antes se realizaba como máximo cada cinco años, los años
terminados en 1 y 6, sin embargo desde el año 1996 quedó establecido un nuevo
sistema de gestión continua e informatizada y se obtienen cifras oficiales de población
con carácter anual. El Padrón es público y a partir de él se elaboran las listas electorales
que permiten ejercer el derecho al voto. A diferencia del censo es un documento vivo y
abierto que se modifica constantemente, ya que se debe comunicar a los ayuntamientos
los cambios de residencia en el momento que se producen y los cabezas de familia están
obligados a notificar los nacimientos, las defunciones, los matrimonios, etc.

Otra fuente demográfica interesante son los Registros Civiles, por ser allí donde
se registran por la autoridades competentes los nacimientos, los matrimonios, las
defunciones y demás hechos relativos al estado civil de las personas.

Una fuente con un gran valor romántico fueron los Registros parroquiales, que
hasta el S.XIX, fueron un referente demográfico fundamental, pues en él se incluían los
movimientos naturales y la población correspondientes a una parroquia, unas fuentes
que hoy día tienen valor histórico pero apenas lo tiene desde un punto de vista
demográfico dado su carácter estimativo y poco fiable.

Ya para finalizar destacar la tremenda desigualdad que vamos a ver desde un


punto de vista de las fuentes demográficas, en el sentido que cerca del 25% del total de
la población mundial cuentan con unas fuentes muy sofisticadas mientras que la gran
mayoría de la población mundial el 75% restante que vive en el denominado tercer
mundo, apenas cuenta con medios y mecanismos, generando unos datos pocos fiables.
En España el referente fundamental será el INE.

II – La Evolución de la población Mundial y su desigual distribución.

La Evolución de la Población Mundial.

La evolución de la población mundial tendrá dos fases claramente diferenciadas


una primera de crecimiento lento, tenue, moderado hasta el S. XIX y una etapa de
revolución y explosión demográfica a partir del S. XIX.

Hasta el S.XIX, la población va a crecer de forma lenta y moderada, y es que a


pesar de que se producía un elevado número de nacimientos, este era contrarrestado por
una alta mortandad provocada por la falta de avances sanitarios y acelerada por épocas
de hambrunas, guerras y epidemias. Durante el paleolítica la caza y la recolección
ofrecieron suficiente alimento para nutrir a una población que escasamente llegaba a los
8 millones de habitantes. En el Neolítico, con el descubrimiento de la agricultura y la
ganadería, la población empezó a alimentarse mejor y se produjo la primera expansión
de la especie humana, se calcula que a comienzos de nuestra era la población total
ascendía a unos 300 millones de habitantes. Durante la Edad Media, la sucesión de
guerras y los episodios de epidemias y hambrunas frenaron el crecimiento de la
población. En Europa la peste negra del S.XIV, fue tremendamente devastadora y solo
en Inglaterra asoló al 40% de la población. La situación mejoró en los S.XV y XVI,
pero a principios del SXVII volvió a producirse un incremento de la mortalidad, a pesar

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de todo la población mundial a mediados del S.XVIII, rondaba los 800 millones de
habitantes.

Sin Embargo a partir del S.XIX, destacando fundamentalmente lo que se ha


venido a llamar la Revolución Industrial, se produce una gran explosión demográfica y
asistimos a un período de crecimiento en el que hoy día nos encontramos integrados, un
crecimiento espectacular fruto de la disminución de la mortalidad gracias en grandes
rasgos, a los avances económicos, sociales y médicos y sanitarios llevados a cabo, los
cuales al tiempo que alimentaban mejor a los ciudadanos redujeron las epidemias.
Como resultado de este espectacular crecimiento podemos destacar que a comienzos del
siglo pasado la población ya rondaba los 1700 millones de habitantes. A lo largo del
pasado Siglo XX, tras la II.G.M., se va a producir una nueva explosión demográfica
con una fase de vertiginoso crecimiento. En cuarenta años la población mundial se
duplicó y en 1960 la población llegaba a los 3000 millones de habitantes, a su vez de
nuevo en cuarenta años se volvió a duplicar la población y en el año 1999 se superaron
los 6000 millones de habitantes, en resumidas cuentas en solo 100 años la población se
había cuatriplicado. En la actualidad la población mundial crece a un ritmo anual de 80
millones de habitantes, es decir a un ritmo del 1,3%. En los últimos años el ritmo de
crecimiento parece haberse ralentizado, debido en gran medida a la caída de la natalidad
en los países desarrollados y las políticas de control natalistas en China. El Fondo de
Población de las Naciones Unidas estima que en año 2050 la población mundial será
aproximadamente de 9300 millones de habitantes.

Este crecimiento alarmante de la población ha generado las diferentes políticas


demográficas que surgen como respuestas de un país para influir en la evolución
demográfica, con el fin de mejorar el nivel y la calidad de vida de las personas que lo
habitan. A grandes rasgos vamos a diferenciar des grandes tipos de políticas
demográficas, las políticas pronatalistas y las antinatalistas.

Las medidas pronatalistas favorecen el crecimiento de la población y son


características de los países desarrollados. Los gobiernos toman medidas como las
siguientes: la rebaja en el número de hijos necesarios para acceder a las prestaciones
económicas por familias numerosas, se permite la reducción de la jornada laboral para
hacerse cargo de los hijos, existen deduciones por cada hijo en los impuestos, se
implanta la gratuidad en la educación infantil. Sin embargo estas medidas están
desarrolladas y concretadas de forma diferente según los países desarrollados y así
mientras en el área nórdica europea los avances son un modelo para los demás, en la
europa mediterránea aún queda mucho camino por recorrer, sobre todo en función al
alto porcentaje de las rentas familiares dedicadas a la compra de la vivienda y a la
conciliación entre vida familiar y laboral.

Las medidas antinatalistas intentan limitar el crecimiento de la población y se


llevan a cabo en países subdesarrollados. Para frenar la natalidad los gobiernos facilitan
el acceso e información sobre anticonceptivos, aborto y esterilización, se conceden
ayudas a las familias que no tiene muchos hijos y se penalizan a las que los tienen. Un
claro ejemplo de lo que estamos hablando es la política del único hijo de China. Desde
1979, cuando el país alcanzó los mil millones de habitantes las autoridades decidieron
poner en marcha una serie de duras políticas antinatalistas con el fin de impulsar el
desarrollo económico, optimizar los recursos y elevar el bienestar de la población. Se
inició entonces una campaña bajo el eslogan de “un matrimonio, un hijo” y aquellas

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familias que tenían mas de un hijo eran castigadas con el pago de multas, a veces
equivalentes a mas de tres años de sueldo de los padres y en algunos casos, se
sancionaba incluso con el despido laboral.
El objetivo principal de esta política antinatalista se ha cumplido y desde 2002
es más moderada y permisiva ; fue abolida de las grandes ciudades en 2004. En la
actualidad, la tasa de crecimiento de la población china es del 0,7%.

Pero ha tenido también otras repercusiones, principalmente un fuerte


desequilibrio entre la población masculina y la femenina, que condena a la soltería a
miles de hombres. Por otra parte, se asiste a un rápido envejecimiento de la población,
actualmente China se tiene que enfrentar a ese grave problema del envejecimiento de la
población que ha hecho que se replanteen la política de un solo hijo. Además, se ha
llevado a cabo millones de esterilizaciones y abortos forzosos; se ha producido
abandono de bebés, tráfico de niños y disimulos familiares, pues los padres esconden a
los hijos para no ser multados. Se calcula también que más de 20 millones de niñas han
sido sacrificadas por padres que deseaban un varón.

Hay niños que carecen de derechos. En China se produce anualmente unos 9


millones de nacimientos clandestinos, que no son inscritos en el registro para evitar las
represalias de las autoridades por incumplir la política de planificación familiar. Estos
niños, que oficialmente no existen, carecen de todos los derechos. No cuentan en la
planificación escolar o sanitaria, no pueden ejercer un trabajo declarado e incluso, si
son detenidos, niegan conocer a sus padres.

Distribución de la población.

La población mundial no está distribuida de forma uniforme por todo el planeta,


sino que tiende a concentrarse en las regiones más ricas, o en aquellas que, por alguna
razón coyuntural o histórica, necesitan mucha fuerza de trabajo para mantener su
economía, aunque sea de subsistencia.

Esta dinámica se repite incluso en cada región: la población no ocupa el


territorio de manera uniforme, sino que tiende en la actualidad a concentrarse en las
ciudades, dejándole mundo rural más despoblado. Esta desigual distribución de la
población la aplicamos también al interior de los países generalizándose un mayor
asentamiento de población en las zonas costeras.

Mediante el cálculo de la densidad demográfica se pude conocer cómo están


distribuidos los habitantes en el territorio, obteniendo una relación entre la población y
la superficie: la media mundial es de 50 hab/km2. Una densidad de población que
averiguamos a través de la siguiente ecuación. Densidad de población: nº de
habitantes/superficie.

Más del 90% de la población mundial se asienta en el hemisferio norte, entre los
20º y 60º de latitud, principalmente en las zonas costeras con climas benignos y
alrededor de los grandes ríos. Los principales focos de población son los siguientes:

- Asia oriental y meridional, donde se concentra más de la mitad de la población


mundial. Allí se encuentran los dos países más poblados del mundo; China, con más de
1.300 millones de habitantes, e India con unos 1.100 habitantes.

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- Europa, especialmente su zona central, que cuenta con más de 10% de la
población mundial y con países que tienen densidades que superan los 500 hab/km2.

- América del Norte, que concentra su población en las costas y en la zona de los
Grandes Lagos, principalmente por su alto desarrollo económico.

- Algunos focos aislados, como son el golfo de Guinea, el valle del Nilo,
México, Indonesia, la costa brasileña, etc.

Los grandes vacíos demográficos coinciden con las tierras frías, como las zonas
ártica y antártica; con las zonas áridas, como los desiertos del Sahara, Arabia, Gobi,
Atacama, Australia central, etc.; las zonas ecuatoriales húmedas, donde se desarrolla la
selva; y las zonas montañosas, como la cordillera del Himalaya, los Alpes, etc.

Esta desigual distribución de la población viene determinada por una serie de


factores de carácter físicos y humanos.

En función de los factores físicos: generalmente, la población se asienta en las


siguientes zonas:

- Lugares donde abunda el agua, que es necesaria para la actividad agraria y para
el abastecimiento de la población y su desarrollo. Por ello, las zonas costeras y las áreas
alrededor de los grandes ríos están muy pobladas.

- Zonas con clima templados, que generalmente tienen temperaturas suaves


durante todo el año y lluvias abundantes y regulares.

- Valles y llanuras con suelos fértiles que permiten el desarrollo de la


agricultura.

- Áreas con recursos energéticos; minerales, petróleo, etc.

Por el contrario, la población suele evitar territorios con temperaturas


excesivamente altas o bajas; zonas áridas o sin depósitos de agua; y áreas con una
humedad elevada y constante. No obstante, el ser humano puede vencer estos negativos
factores físicos a través de la tecnología-

Esto explica que algunos puntos localizados en desiertos, selvas o casquetes


polares hayan estados poblados desde la Antigüedad.

Entre los factores Humanos, destacamos factores históricos, económicos y


políticos que explican también la distribución de la población;

- Históricos. Normalmente, las zonas pobladas desde tiempos antiguos, como


Europa y el sudeste de Asia, siguen manteniendo elevadas densidades demográficas.

- Económicos. Las zonas en las que se concentran las actividades económicas


atraen población.

- Políticos. Los gobiernos pueden obligar a la población a trasladarse a una


región o decidir impulsar la economía de una zona deshabitada para que la población se
instale en ella.

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III – Movimiento Natural de la Población. Natalidad y Mortalidad.

Se entiende por crecimiento vegetativo o natural de una población el ocasionado


por las diferencias entre la natalidad y la mortalidad. Está condicionado por factores
culturales, sociales y económicos.

Natalidad.

El concepto de la natalidad hace referencia al número de nacimientos que se


producen en una población en un momento dado. Para medirla se utiliza, habitualmente,
un parámetro que se conoce como “ tasa bruta de natalidad” (Tbn) que indica el número
de nacidos vivos por cada 1.000 habitantes en un año.

La tasa de natalidad es muy diferente en unos y otros lugares del mundo. En las
regiones desarrolladas es muy baja: por ejemplo, en América del Norte está en torno al
15%o y en Europa ronda el 10%o. Por el contrario, es muy elevada en las regiones
subdesarrolladas: África es el continente con la natalidad más elevada, pues supera el
40%o.

Todas estas variaciones, tanto a escala internacional como regional, viene


determinadas por una serie de factores coyunturales. El desarrollo económico. Los
países más desarrollados tienen, generalmente, tasas de natalidad por debajo del 20%o,
frente a los países menos desarrollados, que tienen tasas superiores al 40%o. En los
países más desarrollados, los hijos son una carga económica (gastos en educación,
cuidados médicos, alimentación, etc.) hasta edades elevadas. Por el contrario, en los
países subdesarrollados los hijos trabajan desde edades tempranas y, además, se
encargan de cuidar a los padres cuando llega la vejez. La cultura. En los países
occidentales se está retrasado paulatinamente la edad de la emancipación del hogar
familiar y del matrimonio y, consecuentemente, la edad a la que se tiene el primer hijo,
lo que reduce el número de miembros que forman parte de las familias. En los países
con otras culturas, las mujeres se casan pronto, muchas veces antes de los 18 años.
Además, unas culturas otorgan prestigios social al número de hijos y otras no lo hacen.
La estructura social. La emancipación de la mujer y su incorporación masiva al mundo
laboral repercuten en un descenso en el número de hijos. Los factores biológicos. La
proporción de personas jóvenes condiciona la natalidad; si los jóvenes son numerosos,
la natalidad es mayor que si predomina la población vieja. La religión. En general,
todas las religiones favorecen la natalidad. Los factores políticos. Dependiendo de la
situación demográfica de cada Estado, hay gobiernos que practican políticas de control
estricto de la natalidad y otros que la promueven mediante incentivos sociales y
económicos.

Después de la Segunda Guerra Mundial (1939-1945) se produjo un incremento


de la tasa de natalidad, fenómeno conocido como baby-boom. El intenso crecimiento
económico que se vivió entre 1945-1973 favoreció los nacimientos. A partir de los años
70 del siglo XX, los nacimientos iniciaron un descenso brusco.

Un aspecto muy importante de la natalidad será la Fecundidad. Para evaluar con


mayor exactitud la tendencia de una población se introduce el concepto del fecundidad
(Tfg), que pone en relación el número de nacidos con las posibilidades concretas de

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procreación, es decir, con el número de mujeres en edad fértil ( mujeres con edades
entre 15 y 49 años).

En la actualidad, la fecundidad media mundial es de 3 hijos por mujer. Sin


embargo, las mujeres africanas tienen 5,5 hijos como promedio, mientras que las
europeas no alcanzan los 2,1 hijos por mujer, que es la cifra necesaria que un territorio
no pierda población. El nivel cultural de la sociedad, y especialmente de las mujeres,
influye en la fecundidad: a mayor cultura se tiene menor número de hijos. Demos un
dato sorprendente. 343.000 fue la cantidad de personas que nacieron en la Unión
Europea durante el año 2000, las mismas personas que nacieron en la India durante la
primera semana del 2001.

Los principales índices para medir la natalidad y la fecundidad son los


siguientes:

- Tasa de natalidad: nacimientos/población x 1000

- Tasa de fecundidad por edades: se considera en edad fértil a las mujeres comprendidas
entre 15 y 49 años. Nº de madres en edad fértil/Nº de mujeres en edad fértil x 10

- Número medio de hijos por mujer: Tasa de fecundidad por edad/1000. Informa si una
población va a ser debidamente reemplazada o no.

- Tasa de fecundidad general: Nacimientos en un año/Nº medio de mujeres en edad


fértil en un año. La tasa de fecundidad general da una idea global sobre el fenómeno de
fecundidad.

- Tasa de Nupcialidad: Nº de matrimonios/población

Hay una relación directa entre fecundidad elevada y países subdesarrollados: Se


considera una tasa de natalidad alta aquella mayor del 30‰. Es propia de los países
subdesarrollados (continente africano, países de Oriente, de Oriente Medio y sur de
Asia, y algunos de América Latina).

Se considera una tasa de natalidad media aquella que se sitúa entre el 20 y el


30‰. En este tramo se encuentra gran parte de América Latina (Brasil, Argentina,
Chile, México), Turquía, centro de Asia y China.

Se considera una tasa de natalidad baja aquella que es menor del 20‰. Esta
coincide con el mundo desarrollado: América del Norte, Europa y Australia.

En la actualidad se trata de corregir los comportamientos de natalidad; en el


mundo desarrollado fomentando los nacimientos y tratando de elevar las tasas de
natalidad, destacando el papel de la inmigración que por lo general están levantando las
tasas de natalidad de los países de recepción y en el mundo subdesarrollado controlando
y tratando de reducir los nacimientos

Mortalidad.

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El concepto de mortalidad hace referencia al número de defunciones en una
población. Para medirla se utiliza, principalmente, la tasa bruta de mortalidad (Tbm),
que indica en número de defunciones por cada 1.000 habitantes en un año.

La mortalidad depende de la edad de la población( es mayor en los pueblos


envejecidos) y de factores sanitarios y alimentarios.

Hasta el siglo XIX, la mortalidad era muy elevada, a causa de las enfermedades,
el hambre y las guerras frecuentes. En el siglo XIX y primeros años del XX, la
mortalidad descendió mucho en los países desarrollados, gracias a las mejoras sanitarias
( vacunas, higiene, etc.) y alimentarias. En la segunda parte del siglo XX, estos avances
se difundieron en los países subdesarrollados, con lo que la mortalidad descendió
bruscamente.

Hasta hace unos treinta años era relativamente fácil establecer una clasificación
de los países por su mortalidad. Las tasas superiores al 13%o correspondían a los países
subdesarrollados; las tasas por debajo del 13%o correspondían a países desarrollados o
de desarrollo medio.

Actualmente, es más difícil sostener esta clasificación. Las tasas siguen bajando
en los países subdesarrollados, mientras que suben en muchas naciones desarrolladas,
en las que cada vez hay más población vieja. Ante estos problemas, los geógrafos
utilizan otros índices más expresivos: la mortalidad infantil y la esperanza de vida al
nacer.

La Mortalidad Infantil. La tasa de mortalidad infantil (Tmi) relaciona el número


de fallecidos antes de cumplir el primer año de edad y los nacidos vivos durante ese
año.
Es un buen indicador del nivel de desarrollo y de la situación sanitaria de un territorio.
En los países ricos, la mortalidad infantil es débil, no supera apenas el 5%o. Por el
contrario en algunos países africanos esta tasa puede superar el 100%o.

Existen grandes disparidades demográficas. A pesar de las mejoras, cada año un


niño africano tiene 13 veces más probabilidades de morir que uno de Europa o América
del Norte.

En África, la tasa de mortalidad se ha reducido a la mitad desde 1950, lo que


demuestra que los programas de salud materno-infantil realmente funcionan.
La tasa de fecundidad media del planeta, que en 1950 se estimaba en 5 hijos por mujer,
pasó a 4 en 1975 y a 2,8 en 2003.Y continua bajando.

La Esperanza de Vida al Nacer. La esperanza de vida al nacer es el promedio de


años que se calcula que puede llegar a vivir un recién nacido. La media mundial está en
torno a los 63 años, pero esta cifra esconde fuertes contrastes. Hay diferencias según el
sexo. En los países desarrollados, la esperanza de vida de las mujeres es superior a la de
los varones. Por el contrario, en los países subdesarrollados muchas mujeres mueren
jóvenes por problemas relacionados con el embarazo y el parto.

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Hay grandes diferencias según el nivel de desarrollo. Los países desarrollados
tienen una esperanza de vida superior a los 78 años, mientras que en muchos países
subdesarrollados no alcanza los 49.

La esperanza de vida está aumentando en el mundo, pero la aparición de


enfermedades (como el SIDA, que ha provocado una sobremortalidad en África) o las
crisis económicas ( como la que sufre Rusia desde 1991) pueden ocasionar su retroceso
en zonas concretas.

Crecimiento Vegetativo y Crecimiento Real. Para conocer la evolución de la


población, hay que saber la relación entre los nacimientos y las defunciones, es decir, su
crecimiento natural o vegetativo(cv). Si el número de nacidos en un período de tiempo
es superior al número de muertos en ese período, la población crece. Si las defunciones
superan a los nacimientos en un período, la población disminuye. Cuando también se
tienen en cuenta la emigración y la inmigración, el resultado es el crecimiento real.

Los principales índices son los siguientes:

- Tasa de mortalidad general: Defunciones/población x 1000. Esta tasa está muy


afectada por la estructura por edades de la población.

- Tasa de mortalidad infantil: Nº fallecidos menores de 1 año de edad/Nº nacidos


x 1000. Se distingue la tasa de mortalidad infantil endógena, debida a causas
congénitas y que se calcula en el primer mes de vida, de la tasa de mortalidad
infantil exógena, debida a causas externas y que se calcula sobre los once meses
de vida restantes. Esta tasa apunta información sobre el grado de desarrollo de
una población.

- Esperanza media de vida al nacer: suma de la edad de los fallecidos/Nº de


fallecidos. Estima la duración media de las vidas de las personas de una
población, si se repartiese la totalidad de los años de vida entre la población.
Constituye un buen indicador del nivel socioeconómico y sanitario de un país, y
además elimina la influencia de la estructura por edades.

Las tasas de mortalidad empezaron a disminuir sobre todo a partir del siglo XIX.
Antes de la Segunda Guerra Mundial las tasas de mortalidad baja estaban en torno al
20‰, mientras que después de 1950 se consideran bajas las menores del 10‰. La
mortalidad infantil también ha disminuido considerablemente, sobre todo en los países
desarrollados. En estos, en el siglo XIX esta se situaba en torno al 200‰. Hoy es menor
del 20‰. En los países subdesarrollados el descenso ha sido menos significativo, del
230 al 140‰.

En la esperanza media de vida es donde se marcan más las dualidades


desarrollo/subdesarrollo. En Europa, la media es de 75 años, mientras que en los países
subdesarrollados es de unos 40 años.

Se entiende que una tasa de mortalidad es baja si es menor del 10‰. Esta es
típica de los países desarrollados con estructura biológica joven como la URSS, nuevos
países anglosajones, Japón y América Latina templada.

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Se entiende que una tasa de mortalidad es de tipo medio cuando está entre el 10
y el 15‰. Ésta es característica de los países desarrollados envejecidos como los de la
Unión Europea, y de los que se encuentran en vías de desarrollo como los de América
Latina tropical.

La tasa de mortalidad es alta cuando es mayor del 15‰. Es la característica de


los países del Tercer Mundo.

Modelos demográficos.

La tasa de crecimiento vegetativo o natural es igual a la tasa de natalidad


menos la tasa de mortalidad. Crecimiento vegetativo. Tasa de Natalidad – Tasa de
Mortalidad. Atendiendo a la tasa de crecimiento vegetativo tenemos varios modelos:
Tasa de crecimiento vegetativo menor del 1% anual: modelo demográfico viejo. Tasa
de crecimiento vegetativo mayor del 2% anual: modelo demográfico joven. Tasa de
crecimiento vegetativo entre el 1 y el 2% anual: modelo de transición demográfica.

El Modelo demográfico viejo. Es característico de los países desarrollados. El


crecimiento vegetativo suele ser negativo. Tienen una tasa de natalidad baja (menor del
20‰) y la de mortalidad en ascenso (del 10 al 15‰).Ventajas. Son leves los problemas
en cuanto a la relación entre población y recursos. Escasas presión económica de los
grupos de edad jóvenes que no trabajan sobre los grupos que trabajan. Sobra empleo.
No existe prácticamente emigración. Abundancia de ahorro y de inversión.
Inconvenientes. La abundancia de ancianos lleva a incrementar los gastos de asistencia
social. Disminuye rápida y progresivamente la población activa. Se encarece la mano de
obra. Envejece los cuadros dirigentes. Menor capacidad de iniciativa y de cambio de la
sociedad.

El Modelo demográfico joven. Se caracteriza por un crecimiento vegetativo


fuerte (mayor del 2%) con elevadas tasas de natalidad (mayor del 30‰) y tasas de
mortalidad moderadas o bajas. Sus ventajas e inconvenientes están relacionados con las
características socioeconómicas del país, si se trata de un país subdesarrollado o no.
Ventajas. Los grupos de edad viejos no pesan económicamente sobre la población
activa. Hay una gran reserva de población activa para el futuro; la mano de obra es
barata. Se rejuvenecen los cuadros dirigentes. Crece la capacidad de iniciativa.
Inconvenientes. La población crece más que los recursos. El rápido aumento de la
población joven provoca un incremento desproporcionado en los gastos de
escolarización y de construcción de viviendas. Puede producirse una rápida escasez de
puestos de trabajo y un importante aumento de la emigración. Puede escasear el ahorro
y la inversión.

Actualmente podemos establecer la siguiente afirmación: Un Mundo En Proceso


De Envejecimiento. El reparto de la población por grupos de edad explica sus
tendencias naturales con respecto a las tasas de fecundidad, natalidad y mortalidad.

Los demógrafos distinguen tres grupos de edad: población joven , desde el


nacimiento hasta los 14 años; población adulta, desde los 15 hasta los 64 años; y
población anciana o vieja, de 65 años y más.

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Un país es joven cuando hay tres individuos que no llegan a los 20 años por cada
dos que pasan de los 60 años. Un país es viejo cuando hay tres personas de más de 60
años por cada dos que no alcanza los 20 años. En general, los países subdesarrollados
son países jóvenes y los países desarrollados tienen una estructura demográfica
envejecida.

En la actualidad, el mundo está envejeciendo. El porcentaje de las personas con


65 y más años está aumentando. A mediados del siglo XX, la población vieja no
superaba el 4%; en la actualidad, supone el 7% de la población mundial, y se estima
que para el año 2050 será del 22% de la población mundial.

Si en 1950 una persona vivía una media de 46 años, en la actualidad se supera


los 63 años de esperanza de vida, como consecuencia de las mejores condiciones
sanitarias. Hoy, la edad media en el mundo es de 66 años y se prevé que para 2050
habrá aumentado en 10 años. El fenómeno del envejecimiento es más acusado y grave
en los países desarrollados, pues tienen una fecundidad muy baja.

Al mismo tiempo se establece un Desequilibrio Entre Población Femenina y


Masculina. Según una estimación mundial, cada año nacen aproximadamente 105 niños
cada 100 niñas. Pero esta proporción se equilibra, e incluso se invierte, a medida que
aumenta la edad de la población, ya que la esperanza de vida de las mujeres es superior
y la mortalidad es mayor entre los varones ( guerras, profesiones de mayor riesgo, etc.).

Sin embargo, en algunos países la mortalidad femenina es mayor: muchas


mujeres fallecen en los partos por falta de una adecuada asistencia sanitaria y, además,
las niñas reciben menos cuidados familiares al valorarlas menos desde un punto de vista
económico.

Las migraciones también influyen en las estructura por sexos: normalmente


emigran más los hombres, por lo que las mujeres son más numerosas en los países de
salida.

La relación existente entre los efectivos masculinos y los femeninos de una


población se conoce con el nombre de sex ratio. En la actualidad, esta razón es de 101
hombres por cada 100 mujeres en la población mundial.

Modelo de transición demográfica.

Para explicar los cambios en la evolución de la población se utilizan modelos


demográficos. El más aceptado es el modelo de transición demográfica. Es un modelo
teórico que trata de analizar la evolución del crecimiento de la población a partir de los
cambios introducidos en el mundo occidental desde el momento en que se produjo la
Revolución Industrial. Según este modelo, la población evoluciona en cuatro fases, si
bien no todos los países están a la vez en el mismo estadio.

1.- Régimen demográfico antiguo o preindustrial. Se caracteriza por tener


elevadas tasas se natalidad y mortalidad, por encima del 40%o por lo que la
población crece muy poco. Actualmente, Etiopía estaría en esta fase; Reino
Unido habría pasado por ella antes de 1760.

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2.- Primera transición. Se produce un descenso de la mortalidad, como
consecuencia de las mejores alimenticias y sanitarias, pero se mantiene una
elevada natalidad, lo que provoca un fuerte crecimiento de la población.
Actualmente, Kenia se encuentra en esta fase; Reino Unido pasó por ella entre
1760 y 1880.

3.- Segunda transición. La natalidad comienza a reducirse y la mortalidad


sigue descendiendo, aunque más lentamente. China se encuentra en esta fase,
Reino Unido la vivió entre 1880 y 1940.

4.- Régimen demográfico moderno. Las tasas de mortalidad alcanzan los


mínimos biológicos y las de natalidad son muy bajas. El crecimiento es débil,
incluso puede haber un decrecimiento poblacional. Es el caso de muchos países
desarrollados, como España y Reino Unido.

En resumidas cuentas establecemos un lento crecimiento en los países


desarrollados. En los países desarrollados, la tasa de crecimiento es muy baja, en tomo
al 0,2% ; por tanto, la población crece muy poco. Esto se debe a que la natalidad es
también muy baja, generalmente con tasas por debajo del 11%o. Los factores que
condicionan esa baja natalidad son muy diversos: de tipo cultural (retraso en la edad de
matrimonio y del nacimiento del primer hijo), social (cambio del papel de la mujer en
la sociedad), biológico (disminución de la población joven) y económico (los hijos
suponen una fuerte carga económica hasta edades avanzadas). Como consecuencia, la
fecundidad se ha reducido y las mujeres tienen una media de solo 1,6 hijos; no
alcanzando el reemplazo generacional, es decir, 2,1 hijos por mujeres. La mortalidad es
también baja, en torno al 10%o. Esto se debe a las buenas condiciones higiénico-
sanitarias, lo que ha conducido a un aumento de la esperanza de vida, que se ha elevado
a 78 años.

Y un rápido Crecimiento en los Países Subdesarrollados. En los países


subdesarrollados, la tasa de crecimiento es elevada, por encima del 2%; por lo tanto, la
población crece rapidamente. No obstante, hay que constatar que en los últimos
cincuenta años estos países han reducido el crecimiento de la población a la mitad. La
causa de este alto crecimiento es la elevada natalidad, con tasas que superan el 40%o.
Esto se explica por distintas razones: el trabajo de los hijos es indispensable para la
familia, la religión sigue teniendo un peso importante , se asigna a las mujeres un papel
exclusivo como madres y muchos gobiernos no realizan políticas de planificación
familiar. Como consecuencia, la población sigue creciendo de forma explosiva. La
fecundidad es alta, pero existen grandes diferencias espaciales. Aquellos países que han
puesto en práctica fuertes políticas de control de natalidad ha podido reducir su tasa por
debajo de los 3 hijos por mujeres, como, por ejemplo, Argelia. Pero otros países
superan los 5 hijos por mujer. Por el contrario, la mortalidad se ha reducido gracias a la
introducción de medicamentos y a la difusión de las vacunas. Sin embargo, la
mortalidad infantil es muy alta, mueren 100 niños menores de 5 años de cada 1.000 que
nacen, frente a los 5 niños que mueren en los países desarrollados. La mayoría de las
muertes se deben a la desnutrición y a la escasa atención sanitaria.

IV – Los Movimientos Migratorios.

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Los tipos de movimientos migratorios los podemos clasificar desde varios
puntos de vista. Según el respeto o no a la libertad del individuo tenemos: forzosos (por
motivos políticos, religiosos y étnicos) y voluntarios (causados por el desequilibrio
población/recursos).
Según la duración distinguimos: Diarios: como los movimientos pendulares, del
área de residencia al lugar de trabajo. Estacionales: relacionados con la actividad
económica en una determinada estación del año (vendimia, trashumancia, trabajadores
del sector turístico). Como migración internacional, las migraciones estacionales las
encontramos tanto en los países desarrollados como en los subdesarrollados. Las
dificultades legales presentes en las migraciones definitivas son mucho menores en las
estacionales, pero también se da la ilegalidad en el paso de fronteras o la ausencia de
permiso de trabajo. La explotación del emigrado es entonces frecuente y en pésimas
condiciones (en el caso de Francia, es tradicional el trabajo de niños desde los doce
años, siempre que lo hagan en época de recolección). Un caso particular de movimiento
estacional lo constituiría la emigración golondrina. A finales del siglo XIX tendríamos
la transoceánica en Estados Unidos y Argentina. Grupos de campesinos viajaban,
aprovechando el desfase entre estaciones de ambos hemisferios, para trabajar de cuatro
a seis meses. Entre las migraciones golondrinas actuales destacan las de españoles a
Francia. Las zonas receptoras son aquellas cuyos cultivos agrícolas no admiten trabajos
de recolección mecanizados. Es el caso de la vendimia en Languedoc, la remolacha de
la Picardía, los cultivos de París (han llegado a emplear hasta 40.000 trabajadores de
temporada), el arroz de la Camargue, o la fruta en la zona mediterránea. La migración
estacional española hacia Francia se hizo firme hacia 1954, sobre todo en abril o mayo
para las tareas de arroz y remolacha. A partir de 1960 cobrarían importancia el resto de
los sectores. Temporales: pueden durar meses o años. El individuo siempre vuelve a su
lugar de origen, introduciéndose así la figura del “retornado”. Definitivas: la población
se establece en el lugar de acogida.

Por su ámbito o desplazamiento, se distinguen: Interiores: dentro del mismo


estado. Aquí estarían los movimientos campo/ciudad y los movimientos interurbanos.
Interiores serían también las de colonización de nuevas tierras dentro del mismo país,
como el Far West o la conquista del Chaco Argentino. Exteriores: se distinguen
movimientos transoceánicos, intercontinentales y fronterizos. Se caracterizan porque
tanto el estado de acogida como el de origen de los emigrantes ponen en marcha unos
mecanismos de control. Así tenemos migraciones asistidas, controladas, seleccionadas,
ilegales, protegidas, etc.

Migraciones exteriores masivas.

Movimientos intracontinentales en Europa. Europa ha sido el continente de las


grandes migraciones exteriores, tanto transitorias como definitivas. Bajo esta última
forma convivieron dos corrientes: el éxodo ultramarino y los movimientos
intraeuropeos o intracontinentales. Ambos se han prolongado hasta la actualidad con las
migraciones potenciadas por el desarrollo de la economía, lo que ha supuesto
inmigraciones de los países mediterráneos de África y, en menor medida, de las
antiguas colonias europeas.

El éxodo europeo a ultramar. La emigración europea a ultramar de 1800 a 1940


es la que presenta las cifras más importantes entre todos los movimientos migratorios
conocidos. Este movimiento sería la segunda etapa de la expansión de Europa y

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sucedería a la de la época de los descubrimientos y de la colonización regulada. Se
estima que en ese período emigraron 55 millones de europeos, aunque sólo 35 millones
se establecieron de modo definitivo, ya que retornaron el 40%. El éxodo tuvo lugar
desde todos los confines de Europa hacia las tierras disponibles del Norte y Sur de
América y, en menor medida, de Australia, Nueva Zelanda y algunos enclaves de
África. El mayor contingente humano lo proporcionaron las Islas Británicas, con
aproximadamente quince millones de emigrantes, a partes iguales ingleses e irlandeses.
El segundo país de emigración masiva fue Italia, con algo más de diez millones de
traslados. Como en la Península Ibérica, la emigración fue muy concentrada en el
tiempo, el 85% en el primer cuarto del siglo XX. El tercer bloque de países lo
constituirían los de la Europa del Este, los nórdicos y balcánicos. La emigración
europea tuvo en principio como objetivo la colonización agraria, pero a partir del
último tercio del siglo XIX se convirtió cada vez más en un fenómeno más urbano. El
trasvase de capitales en ambas direcciones que acompañó a las migraciones hizo posible
la apertura de nuevos mercados a la industria europea, la explotación de las riquezas de
América, y la propagación de la cultura, modos de vida y mentalidad europeos.

Las migraciones asiáticas hasta 1940. Hasta 1940 sólo Europa tiene migraciones
transoceánicas masivas. Encontramos pequeños contingentes de japoneses que emigran
a Brasil y Hawai, y de chinos a las costas occidentales de América (Estados Unidos y
Perú). Las poblaciones asiáticas fueron las primeras en chocar contra las restricciones
legales para su asentamiento, concretamente en Estados Unidos. El “peligro amarillo”,
o terror ante su potencialidad demográfica, suscitó las primeras manifestaciones racistas
en los países receptores ya en el siglo XIX. Por ello, las principales migraciones de
estos pueblos seguirán rutas hacia países de su misma área geográfica: migraciones
interasiáticas compuestas por chinos principalmente. Los problemas de crecimiento
demográfico de la India también dieron origen a movimientos migratorios. Su
población fue reclutada a través de contratos de aprendizaje (indenture), para trabajar
en las minas y plantaciones del sureste asiático, en África oriental e incluso en la
construcción del ferrocarril a California.

Las migraciones posteriores a 1940. Hasta los años setenta hay tres grandes
movimientos: En la posguerra se revitaliza la emigración transoceánica, de europeos
hacia Estados Unidos. En los años sesenta cesa este movimiento migratorio, al
convertirse Europa en un foco de atracción por su desarrollo económico. En los años
setenta se producen traslados del población hacia Oriente Próximo por el desarrollo de
la explotación del petróleo. En 1979 el total de trabajadores extranjeros en los países
árabes de la OPEP era de dos millones, de un total de población activa no superior a los
3,5 millones. Un caso extremo era el de los Emiratos Árabes Unidos, en los cuales el
85% de la población activa del país era extranjera. Los trabajadores correspondían a
otros países árabes con fuertes presiones demográficas o con problemas de estabilidad
política (Egipto, Yemen del Norte, Jordania, Pakistán, India).

Movimientos de trabajo actuales.

Migraciones en la Europa desarrollada. Los principales países receptores de los


movimientos migratorios fueron Francia, RFA, Suiza, Suecia, Bélgica, Holanda y Gran
Bretaña. Estos países, desde 1960 a 1973, fecha del inicio de la crisis económica
mundial, tuvieron un crecimiento del PNB del 5%, basado en el mantenimiento del
pleno empleo y el incremento de la productividad. Estos países, para no ver frenado su

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desarrollo, tuvieron que contar de forma forzosa con la mano de obra inmigrante, por lo
que se llegaron a acuerdos bilaterales con los gobiernos de la Europa mediterránea
menos desarrollada, que no podía absorber toda su población activa. Sin la reserva de
mano de obra mediterránea, la economía de la Europa desarrollada habría sufrido serios
estrangulamientos. Así, tenemos que en Luxemburgo el 32% de la población activa era
extranjera, en Francia el 8%, en Suiza el 16%, y en la RFA el 10%.

Las migraciones transitorias. Los países europeos desarrollados no deseaban


una integración total de la población mediterránea ni su asentamiento definitivo. Su
política se encaminaba a que la inmigración tuviera un carácter transitorio. El
inmigrante será un “gastarbeiter”, un trabajador invitado. Se introducen medidas
administrativas que no fomentan la integración social. Se incide en la temporalidad de
los permisos de residencia y de trabajo, se ponen trabas administrativas para realizar
actividades autónomas, y se actúa sobre la inmigración de grupos familiares.

Alemania. Los trabajadores extranjeros acudieron sobre todo a partir de 1960.


En 1974 se alcanzaría el máximo de inmigrantes residentes, cuatro millones. Las causas
fueron varias. La construcción del muro de Berlín coaguló el flujo de refugiados de la
RDA. La reinstitución de las Fuerzas Armadas sustrajo de la producción a un elevado
número de jóvenes. A esto hay que añadir la crisis de crecimiento demográfico. La
profunda reestructuración tecnológica que puso a la industria alemana en las cotas más
altas de productividad determinó la necesidad de inmigración. Se puso en marcha una
política de reclutamiento y renovación de trabajadores mediterráneos controlada por la
Oficina Federal del Trabajo, en la estaban representados los empresarios, el gobierno y
los sindicatos. Desde allí se coordinaba la inmigración con los descensos coyunturales
de la producción y los problemas del paro laboral. Alemania se sirvió en un primer
momento de la mano de obra italiana, favorecida por la libre circulación de trabajadores
en el seno de la CEE. A partir de 1960 se incrementaría el número de griegos y
españoles, con la firma de acuerdos bilaterales entre ambos países. A partir de los
setenta, los inmigrantes europeos disminuyeron a favor de los turcos.

Francia. El gran déficit demográfico que tenía este país en la posguerra hizo
necesaria la inmigración para el desarrollo económico. La mayor parte de este
contingente lo formaron portugueses y argelinos.

La emigración mediterránea. Los países mediterráneos fueron los que


proporcionaron mayores contingentes a la Europa desarrollada. Estos países tuvieron un
crecimiento demográfico que superó las posibilidades de su desarrollo productivo.
También existieron situaciones políticas que favorecieron la emigración, como la
posguerra española o el flujo de portugueses a partir de las guerras coloniales. Este es el
caso de los países mediterráneos europeos, en los que la emigración fue la válvula de
escape para las regiones agrarias atrasadas y con tasas de natalidad elevadas. Otro grupo
lo formarían los países mediterráneos no europeos con una tasa de natalidad muy
elevada (20‰), como es el caso de Marruecos y Argelia.

Los Efectos de la Migración.

Efectos en los países de salida de población.

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Los países de salida de población son generalmente poco desarrollados. En ellos,
las migraciones tiene efectos beneficiosos. Como emigra población joven y adulta es
necesario crear menos empleos y se reduce el paro y las tensiones sociales. Además los
emigrantes suelen enviar dinero a sus familiares desde el extranjero lo que mejora la
calidad de vida de la población residente en el país de origen.

Ahora bien, asimismo surgen graves problemas. La estructura de la población


por edades se modifica; quedan los ancianos y los niños, que se crían sin sus padres.
También se crean grandes desequilibrios por sexos, por ejemplo en los países
musulmanes la mayor parte de los emigrantes son varones. Otros efectos negativos son
la pérdida de mano de obra cualificada y la inseguridad sobre la continuidad del flujo y
los retornos imprevisibles

Efectos en los países receptores.

Los países que reciben inmigrantes son sobre todo desarrollados. La llegada de
inmigrantes tiene algunos efectos beneficiosos: supone un aumento de la población
joven, en edad de procrear, por lo que se detiene el estancamiento demográfico, el
trabajo de los inmigrantes es fundamental para mantener el desarrollo de la economía,
aumenta la población que paga impuestos, lo que favorece el mantenimiento del Estado
del Bienestar, y la sociedad se enriquece con otras culturas.

Pero la inmigración crea también problemas, la llegada de ciento de miles de


personas en pocos años puede saturar los servicios sociales, educativos, sanitarios, etc
del país receptor, que no había previsto esta llegada masiva, se hacen necesarias
políticas de integración de los inmigrantes para evitar barrios marginales y las
reacciones xenófobas, y no siempre son las adecuadas, y se desvaloriza la formación del
inmigrante que es empleado en trabajos temporales y mal pagados.

Las políticas de inmigración.

Los países intentan controlar los flujos migratorios. Tratan de impedir que
llegue un mayor número de inmigrantes que aquel que consideran que el país es capaz
de acoger y sostener. Normalmente, los países establecen cupos de inmigrantes y leyes
de inmigración en las que se determinan qué grupos tienen derecho a permanecer
legalmente en le país y en qué condiciones podrían obtener la nacionalidad.

Todas las personas que no cumplen los criterios marcados se consideran


inmigrantes ilegales o indocumentados y pueden se expulsados. Se estiman que
anualmente 2 millones de personas pasan ilegalmente las fronteras de Estados Unidos,
Canadá, Australia, Nueva Zelanda y la Unión Europea.

La situación de estos inmigrantes “sin papeles” suele ser muy dura. Es fácil que
caigan en manos de mafias. Además, no pueden tener un contrato de trabajo, por lo que
se emplean en la economía sumergida y carecen de los derechos más básicos.

Centrémonos en el modelo español y destaquemos el nuevo reglamento de


extranjería en España. En fecha 30 de diciembre de 2004 se aprobó el nuevo
Reglamento de la Ley de 4/2000 de libertades y derechos de los extranjeros en España y
su integración social, conocida como Nuevo reglamento de extranjería, que entró en

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vigor el día 7 de febrero de 2005. Dicho reglamento regula visados y requisitos
necesarios para entrar en España, posibles situaciones en que un extranjero se puede
encontrar en este país, modos de obtener la residencia legal y sus renovaciones... Y
desarrolla, también, las infracciones y sanciones en materia de extranjería. Asimismo,
de manera temporal ( hasta el 7 de mayo de 2005), abrió la posibilidad de que los
ciudadanos irregulares normalizaran su situación y pasaran a ser inmigrantes legales,
siempre que se encontraran empadronados desde antes del 8 de agosto de 2004. Lo más
llamativo de este reglamento es el hincapié que hace con respecto a la normativa en
materia de seguridad social y contratación laboral, ya que son determinantes para el
acceso a una situación regular de los inmigrantes ilegales.

V- La Estructura de la Población.

El estudio de la estructura de la población nos da la información sobre la


población como fuerza de trabajo y como demandante de un gasto social. La estructura
la dividimos en dos grandes apartados: La composición por edad y sexo. La estructura
socioeconómica atendiendo a los sectores a que se dedica la población activa.

Composición por edad y sexo.

Ambos parámetros nos dan la estructura biológica de la población. Composición


por sexo. Tasa de masculinidad: Nº de hombres/Nº de mujeres x 100. Tasa de
feminidad: Nº de mujeres/Nº de hombres x 100.

Esta nos indica que a nivel mundial nacen más niños que niñas (106 niños por
cada 100 niñas). Respecto a la esperanza de vida de ambos sexos, en los países
desarrollados la mortalidad masculina es mayor que la femenina, invirtiéndose el
fenómeno en los países subdesarrollados.

Composición por edades. Esta característica tendrá una influencia capital en


cuestiones demográficas como la natalidad, la mortalidad y los movimientos
migratorios a los que se verá sujeta esa población; y en cuestiones socioeconómicas
como la cantidad de población activa disponible y las cargas pasivas. Los grupos por
edades se confeccionan según las posibilidades de trabajar de cada segmento de la
población. Actualmente se manejan las siguientes clasificaciones: De 0 a 14: niños. De
15 a 64: edad activa. A partir de 65: senectud. Una clasificación más actual para los
países desarrollados, teniendo en cuenta la edad de incorporación al trabajo y el fin de
la vida laboral es la siguiente: De 0 a 19: jóvenes. De 20 a 59: adultos. De 60 en
adelante: viejos.

La composición por edades incide directamente en el crecimiento natural de la


población (crecimiento vegetativo). Según la composición por edades de la población
de un país tenemos países jóvenes y países de población envejecida. Para Veyret-Verner
un país joven es aquel en el que la relación de población mayor de 60 años y población
menor de 20 años es menor que 0,4. Un país envejecido sería aquel en el que la relación
anterior es igual o mayor que 0,5.

Si se trata de países jóvenes que no sufren superpoblación, su estructura les


posibilita un potencial de fuerza de trabajo para el futuro. Si se trata de un país
superpoblado, aumentará su potencial emigratorio y aumentarán las cargas para la

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población activa, debido al exceso de niños y las cargas pasivas provocadas por el
desempleo.
Un país con envejecimiento sufrirá los desajustes derivados de la disminución de
la población infantil, es decir, un aumento de las cargas pasivas por el crecimiento de
pensionistas sin una población activa que tome el relevo en la misma proporción, y el
conservadurismo y envejecimiento de los sistemas de toma de decisiones al producirse
una gerontocracia.

Tasa de población anciana: Nº de ancianos/población x 100. Tasa de población


joven: Nº de jóvenes/población x 100. Tasa de población adulta: Nº de
adultos/población x 100. Tasa de relevo generacional: población adulta 30-44/población
adulta 45-65 x 100, si el resultado es +1, el relevo generacional está garantizado y si
este es –1, el relevo generacional no está garantizado.

El instrumento demográfico en el que se concretan todos los aspectos estudiados


lo tenemos en el histograma de frecuencias o pirámide de población. Un instrumento de
gran valor ya que nos informa del pasado, presente y futuro demográfico. Presentan
diferentes formas y a partir de ellas se establecen modelos demográficos para su
comentario, la inmigración, la emigración, relevo generacional, tasa de masculinidad,
de población adulta, etc.

Estructura socioeconómica.

Se clasifica la población en: Activa: que trabaja o en condiciones de trabajar.


Inactiva: no produce. En la población activa se distinguen los siguientes niveles: pleno
empleo, subempleo y paro.

Por sectores, la población activa a nivel mundial se distribuye de la siguiente


forma: Sector Primario: en él se incluyen las actividades de base extractiva relacionadas
directamente con la naturaleza. En los países subdesarrollados ocupa a dos terceras
partes de la población activa; en los países desarrollados a una quinta parte, y en los
mesodesarrollados del 40 al 60%. Sector Secundario: incluye las actividades que
suponen una transformación. En los países en vías de desarrollo crece hasta un 30 ó
40% de la población activa. En los países desarrollados desciende en beneficio del
Terciario (en países como España el terciario ocupa al 60% de la población activa).
Sector Terciario: son las actividades complementarias a los otros dos sectores, y se
caracterizan por el consumo del bien en el acto de producirlo. En los países
subdesarrollados menos del 20% de la población activa trabaja en este sector. En los
países desarrollados se alcanzan cotas de cerca del 60%. Tasa de población activa:
población activa/población total x 100. Tasa de población parada: población activa
desocupada/población activa x 100. Tasa de dependencia: población inactiva/población
activa x 100.

VI – Conclusión. La población en Extremadura.

Extremadura es hoy día una Comunidad Autónoma con casi 1.100.000


habitantes, que dado la amplitud territorial cuenta con una densidad de población de 26
hab/km2, una densidad de población muy por debajo de la nacional de 81 hab/km2.
Casi la mitad de la población extremeña viven en trece ciudades que superan los 10000
habitantes destacando a Badajoz, casi 150000 habitantes, Cáceres con casi 82000

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habitantes y Mérida con casi 52000 habitantes. En el extremo opuesto se encuentran
muchas áreas rurales que sufrieron un profundo proceso de éxodo rural en los años
cincuenta y sesenta. Este despoblamiento afectó de forma intensa a las áreas de montaña
de la Sierra de Gata o Sierra Morena.

Nuestra Comunidad Autónoma presenta un crecimiento natural muy bajo, lo que


representa un modelo de crecimiento viejo y estancada. Las tasas de natalidad rondan el
10%o al igual que las tasas de mortalidad.

Pero sin duda alguna el elemento más característico desde un punto de vista
demográfico más destacados de nuestra comunidad es la migración, la cual la
resumimos en la siguiente afirmación; “Extremadura ha dejado de ser una región de
emigrantes para pasar a ser una región receptoras de inmigrantes”. Emigrantes en los
años sesenta y setenta tanto a nivel nacional; Madrid, Cataluña y País Vasco, como a
nivel internacional, Suiza, Francia y Alemania. Hoy día Extremadura recibe
inmigrantes tanto sudamericanos, europeos de este y magrebíes como antiguos
emigrantes extremeños que están regresando a su región natal. El éxodo rural ha sido
otra de las constantes demográficas extremeñas.

Desde un punto de vista económico, Extremadura se caracteriza por que el


sector primario supone cerca del 10% de la riqueza regional, el secundario cerca del
28% y el terciario casi el 62%. Además Extremadura es una de las regiones con mayor
tasa de paro del país.

Bibliografía Consultada.

VV.AA. La Población Mundial. Ed. Síntesis.

VV.AA. Geografia Humana. Ed. UNED.

González Carballo J.L. Sierra Padilla G. Materiales Didácticos para una Geografía de
Extremadura. Ed. Junta de Extremadura. Consejería de Educación y Juventud.

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