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Los niños van siendo formados en la idea de que son superiores a las niñas y que
las mujeres están obligadas a servir a los hombres, empezando por su madre y sus
hermanas.
Así sucede que en el hogar a los niños se les viste de azul y se les corta el pelo;
juegan con carritos, canicas, juguetes que simulan armas, imitan lo que ven por televisión
y juegan a matar, imitan lo que ven en casa y aprenden a ejercer violencia, juegan sobre
todo para ver quien gana, quien es mejor, sus juegos son al aire libre o en la calle. Les
enseñamos que no deben demostrar miedo, dolor, afecto, emociones “eminentemente
femeninas”, no deben llorar, ni quejarse y mucho menos rajarse “ni que fueran viejas”, “no
sea puto”, es decir deben ser rudos y duros.
A los hombres desde niños se nos enseña a competir y a identificar la derrota con
debilidad y por lo tanto con lo femenino. “vieja el último”.
Desde niños aprendemos que los hombres trabajan y su ámbito es el público y las
mujeres se quedan en la casa, en lo privado, haciendo las labores “propias del hogar” y
“propias de su sexo”, por lo cual se nos va preparando para enfrentar al mundo y
conquistarlo, ya que “el mundo es de los audaces” y “sólo el más fuerte sobrevive”, por
ello a los niños se les envía en mayor proporción a la escuela y alcanzan mayor grado de
estudio que las mujeres, “pues van a ser responsables de una familia”.
Por supuesto que lo anterior es una falacia, sino no hubiera tantas mujeres que
mantienen a su familia, y no existiría la figura del “padre ausente”.
Equipo de Apoyo en Salud y Educación Comunitaria, Francisco León # 76.
De tal manera que los hombres trabajamos de choferes y las mujeres lavan
pañales; los hombres son albañiles y las mujeres recamareras; los hombres son
boxeadores y las mujeres educadoras en jardín de infantes; los hombres van a chaporrear
y las mujeres hacen tortillas; los hombres son policías y las mujeres barren las calles; los
hombres son presidentes y mandan, en tanto que las “primeras damas” reparten
despensas del DIF, es decir se produce una especialización laboral por sexo. Cierto que
ha habido cambios en este sentido, pero aún así se mantiene una diferenciación sexual
del trabajo.
También desde niños aprendemos que son las mujeres las responsables de la
crianza de hijos e hijas, son ellas las que “por su naturaleza”, “por que así las hizo dios” se
encargan de engendrar, parir, amamantar, alimentar, limpiar, cuidar durante la salud y la
enfermedad, ayudar en las tareas escolares, asistir a las juntas de “padres” de familia.
✰ Responsables: por lo menos en términos de la crianza de l@s hij@s los hombres por lo
general nos desatendemos y cuando algo pasa con ell@s es que “la mujer no supo
educar bien a sus hijos”.
La sexualidad masculina
Los jóvenes van aprendiendo que la mejor relación sexual es aquella en la que
ellos disfrutan y terminan pronto, sin importar el disfrute de su pareja.
Algun@s autor@s plantean que los hombres vivimos una sexualidad mutilada,
centrada en la genitalidad y en la penetración como práctica erótica privilegiada
cosificando el cuerpo de sus parejas sexuales, pero además en la constante demostración
de hombría.
Pero vayamos viendo los efectos que está manera de ser hombres tiene sobre
nuestra salud.
Se dice que los hombres somos más fuertes que las mujeres, pero...
Si bien nacemos más hombres, lo real también es que morimos en mayor cantidad
desde el embarazo, después del nacimiento y a lo largo de toda la vida.
Las tasas de mortalidad masculina son más altas que las femeninas en todos los
grupos de edad, excepto en el de 1 a 4 años. En 1991 por cada 100,000 mujeres morían
415, en tanto que por cada 100,000 hombres morían 545, lo que significa que mueren
32% más hombres que mujeres.1
En 1930, de 36 años para los hombres y de 37.5 años para las mujeres, es decir + 1.5
años más2.
En 1980, de 62 años para los hombres y de 68.5 para las mujeres, es decir + 6.5 años
más3.
En 1994 la esperanza de vida fue de 71.6 años en general4, pero al separarla entre
hombres y mujeres, se mantiene una diferencia de más de 5 años a favor de las mujeres.
Hasta los 44 años el número de hombres y mujeres es casi igual, pero a partir de los 45
años las mujeres representan el 51.2% y para los 75 años representan el 57.9%
respectivamente para esos grupos de edad.5
Para el año 1991, 1 de cada 10 muertes fue por accidentes, 36% de ellos debido a
vehículos de motor. La edad promedio de las personas fallecidas fue de 29 años. Los
hombres representaban el 87% de las muertes violentas7.
1
México, panorama general de salud, artículo basado en el informe de la OPS de 1994.
2
Algunos números, De Keiser, B. Mimeo. Sin fecha
3
Idem.
4
20 años de Salud en México, Frenk Julio, Nexos Virtual, Enero 9 2001.
5
México, panorama general de salud...
6
Idem.
7
Idem.
La violencia pública es de hombres contra otros hombres, los hombres somos las
principales víctimas, pero también los victimarios en los asaltos y asesinatos fuera del
hogar, así como de los conflictos militares y sociales8.
La primera causa de muerte de hombres son los accidentes, entre las mujeres es
el octavo lugar.
8
Baste hacer una revisión de la nota roja de cualquier diario.
9
20 años de salud en Mexico, Frenk, J.
10
Algunos números, De Keiser, B.
11
La Jornada 17 de mayo 2001.
12
Salud sexual: ventajas de la responsabilidad compartida. Figueroa, J. Letra S, diciembre 7 de
2000
Muchos accidentes y homicidios son resultado de una exposición intencional a
situaciones de riesgo, legitimada por un modelo de masculinidad que presenta como lo
máximo al “héroe” que cuenta las historias y situaciones en las que ha salido victorioso. A
lo anterior algunos autores le llaman “negligencia suicida”, en la que se aprende a usar y
abusar del cuerpo, minimizando el cuidado del mismo e incluso considerando cualquier
atención hacia él como muestra de fragilidad y debilidad13.
¿Y la vida sexual?
Se estima que por lo menos la tercera parte de los jóvenes de entre 18 a 25 años con
vida sexual activa no usan condón14.
Para 1998, el 82% del total de casos acumulados y registrados de jóvenes infectados
con VIH eran hombres.
En México los hombres usan en promedio 1-2 condones al año.
Para muchos hombres es un orgullo el tener múltiples parejas sexuales, práctica
aceptada y promovida socialmente desde la adolescencia.
Algunos hombres consideran como factor de riesgo el “tipo de mujer” con la que tiene
encuentros sexuales, pero no se consideran a sí mismos como un riesgo hacia otras
personas. No necesitan cuidarse de “su mujer”, pero no piensan si ella se debe cuidar
de ellos.
Los hombres aprenden a ejercer su sexualidad sin necesidad de darle seguimiento a
las consecuencias de la misma. Se habla de una sexualidad irresponsable, no en
términos moralizantes, sino porque los varones se acostumbran a no responder por lo
que ocurre con su sexualidad, porque se asume que las consecuencias de la práctica
sexual masculina no ocurren en su cuerpo.
13
Salud sexual, Figueroa, J
14
En cifras. De los jóvenes y algo más, Letra S, Diciembre 3 de 1998.
15
Datos tomados de “Los padres mexicanos”, López Castañeda, M., Letra S, julio 1 de 1999