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“Entre viajes y sospechas”

Construyendo una posible manera de nombrar en la clínica


musicoterapéutica.

Gabriel Pignalberi

2020
1

Facultad de Psicología y Recursos Humanos.


Licenciatura en Musicoterapia.
Sede regional: Rosario, Santa fe. Argentina.

Título:
Entre viajes y sospechas:
Construyendo una posible manera de nombrar en la clínica musicoterapéutica.

Ponente de Trabajo final:


Gabriel Alejandro Pignalberi.

Título a obtener:
Licenciado En Musicoterapia.

Tutora de Trabajo Final:


Daniela Gianoni.

Fecha:
Diciembre, 2020
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“Enero 11

En 1887 nació, en Salta, el hombre que fue Salta:

Juan Carlos Dávalos, fundador de una dinastía de músicos y poetas.

Según dicen los decires, él fue el primer tripulante de un Ford T**, el Ford a bigote, en
aquellas comarcas del norte argentino.

Por los caminos venía su Ford T, roncando y humeando. Lento, venía. Las tortugas se
sentaban a esperarlo.

Algún vecino se acercó. Preocupado saludó, comentó:

―​Pero don Dávalos… A este paso, no va a llegar nunca.

Y él aclaró:

―​Yo no viajo por llegar. Viajo por ir.”


(Galeano, 2012)
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Resumen:

​ ste debate teórico busca indagar e investigar sobre cómo nombrar al que transita el espacio
E
clínico en musicoterapia. Debate que utilizará tres autores de distintas profesiones, como Daniela
Gianoni desde la musicoterapia, que en su tesis desarrolla la idea de Sujeto Leve; Augusto Boal, del
teatro del oprimido con el concepto de actor y Mario Testa, de la medicina social, con la concepción
de Actor Social.

Este trabajo comienza con la sospecha de que la concepción de actor puede ser pensada dentro
de la clínica musicoterapéutica y a su vez, pensar la clínica, la improvisación libre, el discurso, la
salud y el proceso.

Luego de la articulación entre los tres autores a través de una metodología Rizomática
plasmando sus similitudes y diferencias, se plantea pensar el Actor dentro de la especificidad y
cuáles son las potencias que este concepto nos brinda.

Palabras clave:
Actor, Sujeto Leve, Actor Social, Musicoterapia, clínica.
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Hoja de ruta:

Bitácora primera:
-Introducción………………………………………………………………………………………………….....6
- Organización del viaje………………………………………………………………………………………..8
- Justificación…………………………………………………………………………………………………..10

Bitácora Segunda:
-Problema.……………………………………………………………………………………………………...12

Bitácora Tercera:
-Objetivo General.………………………………………………………………………………….………....14

-Objetivos específicos……………………………………………………….………………………14

Bitácora Cuarta:
- De lo teórico………………………………………………………………………………………………….15
-Sujeto Leve.…………………………………………………………………………………………..15
-Actor..…………………………………………………………………………………………………20
-Actor social..………………………………………………………………………………………...25

Bitácora Quinta:
-Abordaje metodológico………………………………………………………………………………………29
Cartografiado de mapas…………………………………………………………………………… 30

Bitácora Sexta:
- De relatos y experiencias.………………………………………………………………………………… 35
Florentino y los vínculos……………………………………………………………………………35

Bitácora Séptima:
-Del cartografiado...…………………………………………………………………………………………..38
Mapa I: De las lecturas.……………………………………………………………………………. 39
Mapa II: Relaciones………………………………………………………………………………….48

Bitácora octava:
-Puertos posibles..……..…………………….………………………………………………………………..52
-El actor en la musicoterapia...…………………………………………………..…………………………54
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Bitácora por otros puertos.………………………………………………………………………………….57

Bitácora novena:
Agradecimientos..……………………………………………………………………………………………..59
Bibliografía..…………………………………………………………………………………………………..60
6

Bitácora Primera.

Introducción:

​Este escrito comienza a pensarse a fines de 2018, mientras se preparaba el examen final de la
asignatura Musicoterapia III, de la Licenciatura en Musicoterapia de la Universidad Abierta
Interamericana Sede Regional Rosario, cuya consigna era exponer en un discurso verbal los
conceptos trabajados durante el cursado de la misma.
En la organización de dicho examen, se eligió hablar desde el sujeto que transita el espacio
clínico, ya que parándome desde ahí podía encontrar una manera de organizar el material
bibliográfico y abarcar los temas recorridos (Improvisación Libre, Discurso, Clínica, Salud,
Materia-Forma-Sentido).

En esta búsqueda de organizar el material bibliográfico, me encontré interpelando el concepto de


Sujeto, pensando de qué otra manera podríamos llegar a nombrar a la persona que transita el
espacio clínico, ya que se consideraba que dicha palabra tenía una carga de sentido en la que el otro
quedaba posicionado en una sujeción. Empecé a sospechar que hablar de actores podría posibilitar
pensar al otro desde su operar en el espacio clínico. Es allí que propongo por primera vez pensar en
“Actores”.

Durante el transcurso del cuarto año de la mencionada formación, hizo aparición el concepto de
actor en las asignaturas Planificación y Gestión Comunitaria y Musicoterapia en Niños y
Adolescentes; concepción que hizo relieve en tanto habilitó poder sostener epistemológicamente el
concepto planteado anteriormente y justificar el porqué de hablar de actores.
Ya en el último año de la Licenciatura comencé a buscar autores que puedan ser soporte para el
concepto de actor; autores que de otras disciplinas marcan otras posiciones y maneras de nombrar.
También este trabajo refunda miles de incógnitas que aparecieron en tertulias, en el patio de la
universidad, entre mates compartidos, en el afán de los estudiantes por querer seguir en movimiento
y la posibilidad de seguir pensado migratoriamente.
Este trabajo operará en relación a la sospecha de que el sujeto puede ser nombrado de otra
manera y la importancia a la hora de “nombrar” en la práctica en musicoterapia.
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Es así que por la interpelación y la búsqueda de contenidos sobre la sospecha de investigar


nuevas maneras de nombrar al sujeto, comienza un proceso de pensamiento y la hipótesis de que el
concepto de actor puede ser abducido al trabajo en la clínica.
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Organización del viaje:

Este trabajo se pensará como un viaje y se organizará en Bitácoras.

Las bitácoras en la antigüedad estaban compuestas por los cuadernos de viaje donde el capitán
de un barco hacía sus anotaciones, haciendo referencia a la “bitácora de viaje” la cual se usaba
para relatar el desarrollo y lo sucedido en el transcurso del mismo. En este sentido usaremos este
término, ya que nos posibilita desarrollar y describir un viaje, cuya investigación es incierta
hacia donde pueda arrojarnos. Un viaje donde hasta el momento solo hay hipótesis y sospechas.
Se tratará de desarrollar una manera de nombrar a la persona que transita el espacio clínico,
eligiendo para ello la modalidad “Discusión Teórica”. Se utilizarán como referentes
epistemológicos para esta discusión a la Licenciada en Musicoterapia Daniela Gianoni con la
concepción de Sujeto Leve, al Médico Sanitarista Mario Testa con el concepto de Actor Social y
al Teatrista Augusto Boal con el concepto de Actor.

Este trabajo estará organizado en Bitácoras. La primera desarrollará la introducción del tema a
investigar, la organización de este trabajo y la justificación del mismo. La segunda dará paso al
esbozo del problema de la investigación. La tercera presentará los objetivos generales y
específicos de este trabajo.
La cuarta navegará en el mar teórico que soporta el trabajo y las concepciones de cada
referente, postulará los conceptos principales que se usarán en esta investigación. La quinta, a su
vez, planteará las estrategias de este viaje, el abordaje metodológico usado y construido para este
trabajo.
La sexta utilizará relatos de la experiencias de un proceso de prácticas como estudiante,
funcionará como materia de análisis desde la cual se leerán los conceptos de los autores. La
séptima trabajará la articulación de los autores desde dos mapas:
-El primero trabajará utilizando la bitácora sexta para que se pongan en juego las lecturas de
los conceptos que nos proponen los referentes bibliográficos. Mapeo que desplegará,
dimensiones, planos y niveles para organizar los datos extraídos.
-El segundo dará cuenta de la articulación entre los autores; así, lo que en el mapa anterior
eran niveles de análisis, ahora serán planos que se articulan para buscar las relaciones entre los
conceptos que trabajan los autores.
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La octava bitácora planteará las ventajas de la metodología utilizada en la investigación y


arribará el concepto de actor en la musicoterapia.

La bitácora nueve se propone pensar en nuevos viajes posibles. La bitácora diez, plasmará los
agradecimientos y la bibliografía utilizada en este viaje.

De esto se trata este Trabajo Final, donde se pretenderá investigar los componentes conceptuales
de Sujeto Leve y Actor para posteriormente generar una posición a la hora de pensar a la persona
que transita el espacio clínico en Musicoterapia.
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Justificación:

Este trabajo plantea en un debate teórico una posible manera de nombrar a la persona que
transita el espacio clínico en Musicoterapia, por lo cual se escogieron autores que pondrán a debatir
sus conceptos, teoría y metodología a través de viñetas clínicas. Los conceptos utilizados son
“Sujeto Leve”, planteado por la Lic Daniela Gianoni, “Actor Social”, planteado por Mario Testa y
“Actor” planteado por el creador del Teatro del Oprimido, Agusto Boal.

La importancia personal de este trabajo remite a lo que Gregory Bateson (2002) escribió en su
libro “Espíritu y Naturaleza”: “El nombre no es la cosa nombrada”, que dio lugar a los espacios
inaugurales de pensar en la elección de lenguaje a la hora de nombrar.

Cuando nombramos, mapeamos un territorio; al decir sujeto, solo damos la representación de


una concepción amplia. La descripción de esa representación (territorio) es lo que interesa para este
trabajo. Pero también, la necesidad de poder buscar, indagar o inventar nuevas formas de nombrar.
Estos conceptos que aquí se ponen a debatir están atravesados por diferentes disciplinas: la
Medicina, el Teatro, la Musicoterapia. Esto marca que también se tratará de pensar desde la
transdisciplina para poder sostener una investigación en donde diferentes profesiones se van
entrecruzando y construyendo saberes que van más allá de la disciplina puntual, escapando de la
misma profesión, tratando de que una disciplina no quede enclaustrada en posicionamientos
herméticos, sino, que pueda ocupar diferentes posiciones para poder ampliar las posibilidades de
construcción.
En mi proceso de formación, a nivel personal y grupal ha surgido la pregunta por el sujeto pero
también la pregunta por la elección del lenguaje y cómo nombramos al que transita el espacio
clínico. Dentro de la disciplina algunos profesionales también han planteado otras maneras de
nombrar a la persona que transita el espacio clínico, así como también otras profesiones han puesto
en tensión y problematizado el tema en cuestión, por ejemplo la Sociología, la Filosofía, el Trabajo
Social.

Estos conceptos puestos en cuestión en este escrito, ya han sido utilizados por muchos
profesionales y pensadores a lo largo de la historia; creo que sería interesante desde esta profesión
poder traer otro concepto a la disciplina que tal vez, pueda ayudar a sostener la práctica como futuro
profesional.
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Este trabajo intentará marcar una posición sobre cómo concibo a aquel que transita el espacio
clínico y también, de alguna manera, a la Clínica.
Esta discusión por lo tanto, nos permitirá ver algunos componentes de los conceptos trabajados
por los autores seleccionados y así, observar sus potencialidades. Tratando de encontrar
posibilidades de cómo nombrar, y que a su vez, este nombrar no sea a modo de límite, sino de
apertura.
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Bitácora Segunda:

Problema:

“Un concepto no sólo exige un problema bajo el cual modifica o sustituye conceptos anteriores,
sino una encrucijada de problemas donde​ ​se junta con otros conceptos coexistentes.” (Deleuze &
Guattari, 1995, p.24)

Este epígrafe muestra que los conceptos están compuestos por otros que están ahí, haciendo
cuerpo del mismo, que nos pueden dar indicios de sospechas, de interrogantes, de preguntas.

Lugares de naufragio, sin puertos eternos.

Paradas posibles en un océano infinito.

Es así que se empieza a navegar en el océano de preguntas sobre el sujeto y de qué otra manera
puede nombrarse, ¿Qué componentes lo conforman? ¿Qué lecturas nos posibilitan hablar de actor y
cuáles hablar de sujeto?

El problema acontece en estos lugares, donde esta sospecha sobre el sujeto vislumbra acaso una
posición ética, una posición política, pero también maneras de pensar a la salud.

El pensar en el sujeto también nos arroja a sospechar que la repetición del concepto ha llevado a
la naturalización del mismo, por eso creo que es pertinente la interpelación sobre esta concepción,
no para reemplazarla o eliminarla, sino para seguir pensando y problematizando investigaciones de
este orden. ¿Existe acaso alguna otra manera de nombrar al sujeto?

Teniendo en cuenta que el nombre no es la cosa nombrada es que también florece la pregunta de
plantear si alguna concepción de actor puede ser pensado dentro del campo de la Musicoterapia. Si
bien ya se ha usado la palabra actor dentro del campo de la salud y algunos musicoterapeutas la
enuncian, al faltar trabajos de investigación en la disciplina cuyo interés radique en la sospecha de
cómo nombrar y de nuevas maneras de nombrar al sujeto, es que me arrojo a realizar una
investigación de este orden.
Por lo tanto, creo que es interesante realizar un Trabajo Final que pueda buscar otra posibilidad
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de cómo nombrar a la persona que transita el espacio clínico, no para rechazar y reemplazar una,
sino, para seguir problematizando.
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Bitácora Tercera.

Objetivo general​:
- Analizar las posibilidades de deconstrucción/construcción del concepto de Actor dentro del campo
específico de la Musicoterapia.

Objetivos específicos:
- Analizar definiciones del concepto de ​“Actor” ​que se puedan leer en la práctica de la
Musicoterapia.
- Identificar las similitudes, diferencias y potencialidades del concepto de ​Sujeto Leve ​y de
Actor​.
- Exponer posibles ventajas y desventajas del concepto de Actor en los campos de acción de
la Musicoterapia.
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Bitácora Cuarta:

De lo teórico:

Este apartado narra acerca de conocimientos que funcionarán a modo de herramientas,


entendiendo a las mismas como la epistemología recorrida en el proceso de tránsito como estudiante
en la Formación de la Licenciatura en Musicoterapia.

En este viaje los conceptos emergen como ​territorio p​ ensando al mismo desde Hugo Spinelli el
cual considera al mismo como: “...un caleidoscopio que se complejiza a medida que nos acercamos
y, frente a aquellos que a la distancia aparecía como homogéneo, toma relevancia singular...”
(Spinelli, 2006; p.160)

​​ Estas herramientas funcionan de soporte conceptual, que delinean posiciones desde las cuales
reconocer y poder pensar tanto al sujeto, al actor, como al quehacer del musicoterapeuta.
Esta bitácora presenta en primer lugar a Daniela Gianoni, cuyo desarrollo en su Tesis de
Licenciatura es sobre el Sujeto Leve. Posteriormente expone el desarrollo de lo que Agusto Boal
plantea con el concepto del Actor del Teatro del Oprimido y por último aparece lo que Mario Testa
plantea con el concepto de Actor social.

Sujeto Leve​:
La concepción de ​Sujeto Leve​ es traída a la Carrera de la Licenciatura en Musicoterapia por la
Licenciada Daniela Gianoni en el 2002 con su Tesis “De Abismos y Superficies”. Es de ahí que su
trabajo funciona como fuente primaria en esta investigación ya que utiliza conceptos que nos sirven
de herramientas para el desarrollo de este escrito.

La Musicoterapia desarrolla un campo de conocimiento que investiga las organizaciones


discursivas producidas por diferentes sujetos. El sujeto como productor de fenómenos
transita un proceso de deconstrucción/construcción, habilitando un devenir circular de la
Forma: MATERIA – sonido, cuerpo, movimiento, FORMA – disposición o expresión de la
materia, SENTIDO – contextualización de la forma. (Gianoni, 2002, p.7)

Cuando hacemos referencia a la Musicoterapia estamos también hablando de estos múltiples


conceptos que con-forman una posición, un lugar desde el cual operar y pensar. El arte nos brinda
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en este caso la posibilidad de leer estas organizaciones discursivas producidas por los sujetos.
“El lenguaje del Arte es el que posibilita la circularidad de la Materia, Forma y Sentido, en tanto el
Musicoterapeuta escuchante celebra el devenir como criterio de Salud.” (Gianoni, 2002; 7).

Asimismo, el arte devela un territorio (vivencia sensible desde donde transitar y construir, que se
complejiza a medida que se va observando desde distintas posiciones) desde el cual mapeamos y en
el cual el sujeto utiliza las herramientas del arte, que posibilita soportar la cualidad de leve del
Sujeto. “La levedad nos conduce hacia el Arte como territorio posible para soportarla. O bien
abismarnos en el territorio del Arte nos conduce a videar la levedad del ser y soportarla.” (Gianoni,
2002, p.28).
Desencadenar procesos que acompañen al sujeto leve a percibir y formalizar, y llevar esas
formas a nuevas posibilidades de vinculación con otros. “Un cruce de discursos. Un encuentro de
enigmas. Una improvisación libre. La clínica musicoterapeútica” (G. Rodríguez Espada, 1997; p.2).
Daniela Gianoni toma al Lic. Gustavo Rodriguez Espada (2001) para pensar la clínica. En la
clínica que plantea, hay una articulación entre la teoría y la práctica, o bien, la teoría nos permite
leer fenómenos que acontecen, teoría que funciona estéticamente y al mismo tiempo es en la
práctica donde esta teoría se funda o se resignifica, o bien, donde se construye.

La estética del arte nos arroja a poder pensar esta vinculación del arte con la salud, como la
cualidad de percibir esos fenómenos; pero también poder formalizar esa producción que deviene
quizás en discurso. “La estética como modo de percepción nos atrapa en la seducción de la
posibilidad de una percepción-formalización de mundos posibles” (Gianoni; 2002, p.53).
En el circular este territorio aparece como herramienta la improvisación libre, lugar donde
confluye la deconstrucción del saber. Es decir, aparece el arte como posibilidad; espacio donde no
está puesto como condición el “saber tocar”. Donde aparece la consigna como invitación, no como
obligación.

La improvisación libre, como técnica posible en la Musicoterapia, habilita el devenir


discursivo en una construcción-proceso que involucra para llegar a ser (proceso), una
deconstrucción-construcción del lenguaje sonoro, musical, corporal y por qué no verbal, en
relación a leyes que se constituyen dentro del mismo Fenómeno (improvisación) y por lo
tanto le son propias. (Gianoni, 2002, P. 53)
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La improvisación libre va creando sus propias reglas en tanto vínculo con el instrumento, va
generando movimiento; mientras esto sucede, no está sujeta a las leyes de estructuras cerradas. Así
mismo emerge en cada improvisación libre un evento que es único e irrepetible. Único en tanto la
ejecución de cada individuo, único en tanto el discurso del sujeto. Irrepetible en tanto espacial o
temporalmente en su ejecución.

Improvisación libre, que, en la ejecución de un instrumento o composición de movimientos en


un espacio y un tiempo determinado, quizá devenga en discurso del sujeto que recorre un espacio
primado por el arte. Tomando el concepto de discurso que nos ofrece Eliseo Verón en su libro “La
semiosis social”: “Configuración espacio-temporal de sentido” (Veron, 1993, p.124).

Pensar en estos conceptos nos dibuja un horizonte que muestra que lo que sucede en la clínica
son eventos estéticos, por lo tanto, elegimos reconocer esa posición; vislumbra una concepción de
sujeto y a su vez de pensar a la salud. En la Clínica aparecen discursos cuyo material también es
usado en el arte (sonido, movimiento, palabra, cuerpo) en donde se privilegia el número de
estéticas, se libera a la misma de un reinado unívoco y se apuesta a producir un mayor número de
estéticas posibles.
No hay una sola forma universal, sino, posibilidades de crear formas nuevas; percepción
formalización; devenir circular, quizás salud.

La salud vinculada con el arte aparece pensada desde un lugar que rompe con el binarismo
sano-enfermo. El “fin” ya no es la cura o las soluciones inmediatas de una lógica hegemónica; es un
proceso desde lo sensible utilizando las herramientas que el arte nos brinda.

“La Salud como construcción en reconocimiento del alivio, como estado que permite operar
desde el mismo” (Gianoni, 2002, p.7). El alivio, ese lugar que se “aligera”. Ya no hay absolutismo
de la enfermedad del sujeto o del diagnóstico. El diagnóstico se diluye. Pensar la salud de esta
forma también vislumbra lugares desde los cuales posicionarnos éticamente y es también un atisbo
más de pensamientos sobre el sujeto, en donde ya no es un sujeto completamente atrapado,
enclaustrado.
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“Sospechar sobre el sujeto conlleva a una no-sujeción a estructuras preeminentes que condicionen
la existencia a una constitución originaria” (Gianoni, 2002, p.23). El sujeto no se encuentra
planteado en la idea de esencia o destino, de lo que está dentro de él y lo constituye, sino que
va-siendo en ese devenir. “En tanto no-originario, el carácter del sujeto, no reconoce pautas que
condicionen en sí mismas la constitución del ser, no permite la resolución del acontecer mediante
datos causales.” (Gianoni, 2002, p.24).

El sujeto no es el resultado de un efecto, no tiene causa aparente. Deviene creando mundos


posibles. Entonces en el sujeto leve, se delinea una manera de cómo concebirlo, vislumbra una
posición ética desde la cual pensar a la clínica, a la salud, al arte, a los vínculos, a la improvisación
libre, el acontecimiento, etc. Pensarlo en su calidad de leve, nos arroja a la posibilidad de verlo sin
teorías que estén sujetando al sujeto, que estén atándolo o “capturándolo” sino que va-siendo en la
superficie, como el acontecimiento. La captura aparece en todo caso como una grieta en la cual el
sujeto queda alojado por un tiempo, hasta que el mismo se suelta, lo sueltan, o vuelve a “…fluir en
la superficie o a Caerse al cielo” (Gianoni, 2002, p.19).
En tanto acontecimiento, es aquello que emerge rompiendo con lo hermético del estado de cosas,
que rompe con un mundo o crea uno nuevo. En donde el ser del sujeto privilegia el aquí y el ahora.

Un sujeto que acontece y es en la superficie. Emerge, abre grietas, quizás puertos posibles o bien
líneas de fuga.

El acontecer del ser se implica en fundaciones-desfundaciones: El ser acontece en la


inauguración que rompe la continuidad del mundo precedente y funda uno nuevo. Permiso a
mundos posibles en la inauguración. No cabe ya la certeza de un único mundo posible que
permite al sujeto descansar o desesperar en la clausura del sentido. (Gianoni, 2002, P.27)

Sujeto que deviene, creando mundos posibles. Devenir circular. Movimientos de percepción y
formalización. Podría agregar: en tanto percibimos el estado de cosas -lo familiar, lo económico, lo
social, etc.- se formaliza una manera de actuar y de relacionarse con el mundo. El acontecimiento
irrumpe, conforma nuevas formas potenciales. Funda mundos posibles. Susceptibles a nuevas
actualizaciones. En el devenir emerge un otro-tiempo, un entre-tiempo, el instante; único e
irrepetible. Circular. Se percibe, se formaliza y se esquiva el presente.
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Sospechar sobre el sujeto es convidar a pensar el devenir como instancia que privilegia al
sujeto en su calidad de ser en el instante y le otorga de esta manera la posibilidad de soportar
el estado de las cosas o renovarlo en sus infinitas posibilidades de operar en cada
actualización. (Gianoni, 2002, p.22)

Estas son algunas de las Condiciones de Producción de la concepción del Sujeto Leve. Que a su
vez serán utilizadas como herramientas. Si bien la batería conceptual es amplia, se buscaron los que
resultaron más relevantes para esta investigación. Algunos de ellos son: Arte, Salud, Proceso,
Estética, Devenir, Acontecimiento, Improvisación Libre, Discurso. “Sospechar sobre el sujeto es
re-conocer implícitamente su existencia y al mismo tiempo permitir que la misma se manifieste en
el devenir de lo posible.”​ (​ Gianoni, 2002, P.22)
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Actor​:

El concepto de actor que se utilizará en este trabajo es el que nos propone Agusto Boal, un
director de teatro Brasilero y creador del “Teatro del Oprimido”.
Él define a “Teatro del Oprimido” como:

Un sistema de ejercicios físicos, juegos estéticos, y técnicas especiales cuyo objetivo es


restaurar y restituir a su justo valor esa vocación humana, que hace de la actividad teatral un
instrumento eficaz para la comprensión y la búsqueda de soluciones a través de cuatro
aspectos fundamentales: artístico, educativo, político-social y terapéutico. (Boal, 2004, P.28)

En el Teatro del Oprimido emerge la posibilidad dentro y fuera del escenario, donde el actuar no
se restringe al tablado, utilizando el juego y la improvisación como herramienta artística.
Para el autor el teatro es la primera invención humana, el hacer es la actividad presente desde el
nacimiento; para él, el hombre “ha aprendido a ser el espectador de sí mismo, sin dejar, pues es
actor, de hacer” (Boal, 2004, p.26).
Según Boal el teatro del oprimido busca restaurar y restituir al teatro que funciona como
herramienta para liberar a los sectores, sociedades o individuos que están oprimidos. Siguiendo sus
pensamientos el autor plantea cómo el cuerpo del hombre ha sido mecanizado y el teatro funciona a
modo de dispositivo emancipatorio para liberarse de ese enclaustramiento en el cual el hombre ha
sido capturado.
El actor, como todo ser humano, tiene sus sensaciones, sus reacciones y sus acciones
mecanizadas, y por ello es necesario comenzar por su desmecanización para que vuelva a
ser versátil (…) Es necesario que el actor vuelva a sentir ciertas emociones y sensaciones de
las que ya se ha deshabituado, que amplifica su capacidad de sentir y expresarse. (Boal,
2007, p.106)
Entre actor y espectador no hay una diferencia categórica, el espectador también está
interviniendo la escena y el actor invitando a esa puesta. Los roles jerárquicos se ven desdibujados.
En esta línea de pensamiento también emerge, que el actor y espectador funcionan de una manera
circular. Es decir, tanto actor como espectador están haciendo y tomando lo que el otro propone
para producir. “Espec-actor: Principio que opera en el espectador cuando él está observando”
(Boal, 2004, p.26).
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El espec-actor nos muestra que también es actor de hacer. A su vez, nos da indicios de cómo se
piensa al actor del teatro del oprimido. Los conceptos de estética, improvisación, espectador, teatro,
son los que aparecen delineando cierta relevancia.

“Todo ser humano es teatro, aunque no todos hacen teatro. El ser humano puede verse en el acto de
ver, de obrar, de sentir, de pensar. Puede sentirse sintiendo, verse viendo y puede pensarse
pensando. ¡Ser humano, es ser teatro!”​ (​ Boal, 1980, p.25). Cualquier actividad que el ser humano
produzca entra en el campo de la acción. Ser humano implica ser espectador y actor de uno mismo.
Boal nos arroja aquí la manera en cómo piensa el ser humano. Da cuenta de que ya ser humano es
ser actor, no hay diferencia y distancia entre el actor y espectador porque ambos son parte del
teatro.
El lugar donde el actor y el espec-actor desenvuelven su hacer es en el tablado “El ​ ​tablado es un
espacio-tiempo: existe como tal y conserva sus propiedades en tanto y en cuánto estén presentes los
espectadores, físicamente durante la representación o simbólicamente durante los ensayos” (Boal,
2004. p.32). En este lugar se da la puesta en práctica del actor. En tanto práctica de romper con las
barreras disciplinantes y de expresar mediante la improvisación y otros ejercicios, la emancipación.
Este tablado, no es el escenario físico, el lugar escénico no se restringe a él. Se piensa en la calle o
cualquier otro lugar. Siempre la idea es que llegue a lo social. El tablado, sirve para que haya una
división entre actor y espectador, pero esta división no es jerárquica. El tablado inaugura el espacio
estético, es el lugar donde sucede el teatro. Es el espacio estético, pero a la vez no lo es.
Paradójicamente, el autor trae este concepto para marcar que en el espacio estético es donde se
perciben las situaciones que suceden en el tablado. “El espacio estético posee propiedades
gnoseológicas, es decir, propiedades que estimulan el descubrimiento y el saber, propiedades que
inducen el aprendizaje. El teatro es una forma de conocimiento” (Boal, 2004, p.36).
También es necesario aclarar que en el espacio estético el tiempo se fragmenta, es decir, ya no se
percibe un tiempo cronológico marcado, sino que es perceptivo, un tiempo estético. Lo mismo
sucede con el espacio. “En el espacio estético se puede ser sin ser, los muertos están vivos, el
pasado se hace presente, el futuro es hoy, la duración se disocia del tiempo: la ficción es realidad y
la realidad, ficción” (Boal, 2004; p.36).

En el teatro del oprimido el proceso del actor tiene una relevancia singular ya que es allí (en el
proceso) donde el actor amplía su capacidad de crear y de emanciparse. “El TO es un árbol estético:
Tiene raíces, tronco, ramas y copas” (Boal, 2013, p.256).​ ​El proceso para Boal pone en manifiesto
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el juego y la experiencia artística como una arista necesaria para la libertad individual y colectiva,
tanto para el actor como para el espec-actor. “El proceso práctico estético se inicia en el tronco del
árbol con los juegos lúdicos que, al contrario de los juegos de azar, tienen reglas fijas pero exigen
la creatividad” (Boal, 2013, p.260).
Es así que el teatro del oprimido también implica una forma de conocimiento, un conocimiento
sensible que se forma a través de la experiencia. “Los juegos son aprendizajes: relacionamos,
jugando, una forma con otra, volumen con volumen, palabra con persona, objeto con distancia y
espacio, color con emoción, sonido con algo que va a suceder” (Boal, 2013, p.89).

Es aquí donde se desprende su función terapéutica, en el tablado, el espacio estético y el proceso


de un actor o grupo, a través de situaciones en la que el actor va a buscar soluciones y a brindar un
espacio de libertad para que él mismo pueda usar el arte para crear posibilidades. “Un
procedimiento es terapéutico cuando no sólo permite al paciente elegir alternativas a la situación en
que se encuentra y que le hace sufrir, sino también cuando se le estimula a hacerlo” (Boal, 2004,
p.42).

Es decir que para que esto suceda, también implica un proceso de deconstrucción/construcción,
no son ejercicios lineales o que se den de manera instantánea, sino que lleva un tiempo, que también
se ve afectado y fragmentado. Por eso Boal (2004) plantea una serie de técnicas. Técnicas que, a su
vez, ayuden a liberar el cuerpo del Actor.
En las psicoterapias teatrales, lo importante no es la mera entrada del cuerpo humano en
escena, sino los efectos del desdoblamiento, en el espacio estético, de ese cuerpo y de la
conciencia de quien, en escena, deviene objeto ​y s​ ujeto. (Boal, 2004; p.43

La improvisación es una de las técnicas que Boal elige para pensar lo terapéutico del teatro y por
consiguiente la liberación del actor y del espectador.
“Una improvisación sucede siempre aquí y ahora y es ese aquí y ahora, que se desarrolla ante
nosotros, el que vamos a estudiar. La acción presente y no la del pasado” (Boal, 1980, p.58).
Este tipo de improvisación, no entiende de pasados ni futuros, sino que se va dando y va siendo
mientras que se está improvisando.
Las escenas teatrales, la acción, la participación del espectador, la improvisación, invitan a
pensar en actos de libertad y de romper con la idea de esencia.
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Estas propiedades son estéticas, es decir, sensoriales. El conocimiento se efectúa a través de


los sentidos y no sólo a través de la razón: vemos y escuchamos (los principales sentidos de
la comunicación estética teatral) y gracias a ello comprendemos. En esto reside la función
terapéutica específica del teatro: permite ver y escuchar. Al ver y escuchar -y al verse y
escucharse- el protagonista adquiere conocimientos sobre sí mismo.​ ​(Boal, 1980 p.46)

Boal plantea la construcción de conocimiento de uno a través del teatro y sus herramientas
estéticas, que son utilizadas para esta desmecanización del ser humano. Estos movimientos de
percepción-formalización invitan a pensar a lo terapéutico del teatro. La estética para Boal es una
herramienta que no solo sirve al actor que está en escena sino al espectador que está en el público.
A su vez, esta estética no ronda siempre en el concepto de liberación, sino que el autor postula que
la estética ha sido reproductora de opresión a lo largo del tiempo.
“Como todas las sociedades están divididas en clases, castas, etnias, naciones, religiones
y otras confrontaciones, es absurdo afirmar la existencia de una sola estética que contemple a todos
con sus reglas, leyes y paradigmas: existen muchas estéticas” (Boal, 2009, p.16). A su vez, él
propone pensar en otro tipo de estética, no hablar de la estética en un sentido universal, sino,
visibilizar cómo algunas estéticas reproducen una lógica de opresión que son sutiles y por eso son
tan riesgosas.

En ese sentido es que él interpela el concepto de estética.

Pero también sostiene que hay otro tipo de estéticas que pueden ser liberadoras del actor. El
autor propone pensar en una nueva estética, cuya concepción intenta: “Estimular la cultura propia
de los segmentos oprimidos de cada pueblo” (Boal, 2012)
La estética y el arte funcionan para encontrar lugares donde el actor se emancipa de la opresión,
individual y colectivamente; opera innovando en producciones e irrumpiendo en la cotidianeidad
del mundo existente. Ahí reside uno de los aspectos terapéuticos del teatro del oprimido, tratando al
mismo tiempo de devolver al actor su calidad de creatividad, de inaugurador de posibilidades, en
tanto constituye una poética, -pensándola en la dirección de analizar la acción teatral-, y la
emancipación tanto del actor como del espectador.

La poética del oprimido es, esencialmente, la poética de la liberación: el espectador ya no


delega poderes en 'los personajes ni para que piensen ni para que actúen en su lugar. El
espectador se libera: ¡piensa y actúa por sí mismo! ¡Teatro es acción! (Boal, 1980, p.59)
24

No solo el actor se libera, sino que se rompe y desdibuja el rol jerárquico en el cual podría
quedar posicionado un actor y a su vez también el espectador. Es decir, un teatro donde no hay
barreras que limiten la producción dentro de la puesta teatral. “Lo que propone la poética del
oprimido es la acción misma: el espectador (…) asume su papel protagónico, cambia la acción
dramática, ensaya soluciones, debate proyectos de cambio –en resumen- debate proyectos de
cambio​” ​(Boal, 1980).

Entonces, podemos encontrar en el actor que propone Boal algunos de los componentes
conceptuales que han emergido como relevantes para su concepción de actor y para este trabajo: Lo
Terapéutico, el Proceso, la Improvisación, el Tablado, el Arte, la Estética y la Poética dibujan esas
líneas que hacen a la constitución del ​Actor​ del teatro del oprimido y a su vez una parada política
para pensar al arte. “…el teatro es un arma. Un arma muy eficiente. Por eso hay que intentar pelear
por él. Por eso, las clases dominantes intentan, en forma permanente adueñarse del teatro y usarlo
como instrumento de dominación” (Boal, 1980, p.11).
25

Actor Social​:

El médico sanitarista Mario Testa con amplia experiencia en el trabajo comunitario y en


planificación y gestión en Latinoamérica, nos propone pensar dentro del campo de la salud a un
Actor Social, o de Estado. Haciendo así posible pensar la salud y la gestión política desde lo
colectivo.

Este autor, vinculado con la Medicina Social y la Salud Colectiva propone pensar a la Medicina
como una profesión social y política, la cual deberá de estar pensada en su contexto histórico y
científico. La Medicina, como una disciplina democrática.

La medicina puesta en contexto científico e histórico no podrá ser otra cosa que una
profesión democrática, una profesión cuya propuesta social sea la liberación del cuerpo y de
los otros para trabajar, amar y para luchar por lograr lo primero, y por conservar después
esas conquistas. (Testa & Blonch, 1988; p.21)

Desde este punto de vista, no solo se piensa a la medicina desde una posición emancipadora para
el sujeto, una posición de lucha constante y movimiento, sino también, desde una concepción social
en la que la medicina no quede aislada en una profesión hegemónica, sino, que pueda articularse
con otras y pensar a la salud dentro del campo social. “…la cuestión no es "incorporar" las ciencias
sociales (cualquiera o todas ellas) al pensamiento sobre salud, sino pensar la salud como cuestión
social” (Testa, 2000, p.357).

Pensar a la salud como una cuestión social habilita a pensar que el contexto en el que el sujeto
está también puede generar afecciones. Para el autor, la salud también depende de las políticas
públicas de un estado y la capacidad de gestión del mismo.
Es decir, que tanto la medicina como la salud son para Testa(2000) dos espacios políticos y
sociales, por ende, la clínica también emerge fuera del consultorio privado, pensándola en una
sociedad.

Creemos que es necesario redefinir la noción de la salud, desde una perspectiva no


dependiente, es decir, en una patria liberada, en el contexto de la sociedad global y en el
marco que fija el gobierno nacional y popular. Dentro de este marco, el médico pierde su
papel de profesional individualista, mercantilizado y alienado, para transformarse en un
26

verdadero agente de salud, en un trabajador con convivencia social que trata de identificar
las condiciones objetivas que transforman una sociedad sana en una sociedad de individuos
física y socialmente enfermos. (Testa, 2014, p.112)

Es necesario pensar también en la función del médico dentro del ejercicio de la medicina, ya que
él también deviene en Actor Social. Pero Mario Testa propone pensarlo fuera de la idea hegemónica
que se ha creado para poder poner en tensión el aprendizaje en medicina, en lo social y lo biológico.

El pensamiento no hegemónico es una de las maneras como se debate en el seno del Estado
el problema permanente de la construcción y reconstrucción de la hegemonía. Es como una
propuesta de cambiar la forma aceptada por otra nueva, de luchar contra la vieja
institucionalización de la práctica vigente por una nueva institucionalidad, de combatir lo
que Foucault considera lo instituido por un nuevo instituyente que la práctica alternativa.
(Testa, 1988, p.18)

Destacar la importancia de la constitución de sujetos sociales es lo que también ronda en estas


ideas sobre la salud y la medicina, ya que son espacios de lucha y de participación social y singular.
Mario Testa sostiene que una de las principales aristas de su pensamiento es la formulación de la
constitución del actor social o de estado. M. Testa (2007) define el concepto de actores del Estado
como: “Todos aquellos sujetos u organizaciones que adquieren la capacidad de introducir temas de
debate en la agenda del Estado”. Este autor toma de manera indistinta el concepto de actor o sujeto
social. Entendiendo que el actor social se constituye como tal siempre que pueda organizarse con
otros actores en base a una problemática puntual, por eso también hablará de la necesidad de
constituir un sujeto colectivo. Testa en estas organizaciones sociales hablará de ​demandas,​ no de
necesidades,​ teniendo en cuenta que se le exige al estado por una situación puntual.

Testa plantea que para que estos actores lleguen a la situación de debate deben conformar los
espacios sociales entendidos como: “… espacios de intermediación para sucesivas transformaciones
subjetivas y objetivas de quienes, en definitiva, van a constituirse en actores de estado” (2007,
p.252). En estos espacios sociales es donde se visibiliza la problemática y es donde los actores y
actrices se convocan. Además, es en este espacio social que la situación problemática se da por las
contradicciones y conflictos que aparecen dentro de ella. Las contradicciones y los conflictos: “Son
visiones diferentes frente a múltiples cuestiones que tienen sentido para nosotros, y los conflictos
27

que existen tanto a nivel de los individuos como de los diversos grupos sociales” (Testa, 2007,
p.252)

La transformación emerge en este caso como la demanda de cambio, o de subsidiar una situación
problemática. Esta transformación tiene dos ejes: subjetivo y objetivo.
Dicho esto, se plantea el eje subjetivo del que habla Testa: “Se trata de un proceso interno a los
individuos, de crecimiento y maduración, aunque también de retrocesos y daños, que todos
atravesamos a lo largo de nuestras vidas, en formas individuales y colectivas” (Testa, 2007, p.252).

En este aspecto es de mucha importancia tener en cuenta el uso de las contradicciones y


conflictos del individuo, ya que el autor marca que el trabajo de las contradicciones y conflictos
hace al accionar del sujeto dentro de los espacios sociales.
Es decir, una situación particular puede generar una contradicción y en base a eso un conflicto
que constituye una huella que posibilita el actuar dentro el espacio social.
Siguiendo a este autor, cabe aclarar que existe un uso negativo y positivo de las contradicciones
y conflictos. El uso positivo hace referencia al sujeto que se abre camino para llevar una “buena”
decisión o una “mala” en el sentido contrario.
En esta línea de pensamiento lo que se plantea es la transformación de la problemática que
emerja, que se da por las contradicciones y conflictos antes mencionados.

Ahora se planteará el eje objetivo para la constitución de un Actor Social: “… se refiere a


diversas instancias sociales que son espacios de intermediación de lo que, en definitiva, será la
acción de la decisión. Identificamos los siguientes: individual, colectivo, institucional, político y
estatal” (Testa, 2007, p.253).

Como antes se había mencionado, el actor social adquiere la capacidad de transformar la realidad
a través de las contradicciones y conflictos, a nivel molecular y a nivel molar (Deleuze & Guattari,
1980).
En las transformaciones el proceso tiene una relevancia particular, ya que es desde allí donde se
comienzan a trabajar para devenir en una agrupación, una acción, una decisión. “No hay procesos
transformadores sin sujetos organizados en todos los niveles mencionados” (Testa, 2015, p.34).
28

Hasta ahora se ha desarrollado la idea individual, subjetiva y objetiva, pero no se ha entrado en


detalle del paso de lo individual a lo colectivo. Hay pasajes de lo individual a lo colectivo, allí el
individuo se agrupa para tratar de ser escuchado por instituciones o el estado: “En el nivel
individual, el individuo se transforma en sujeto, en lo colectivo, la masa forma organizaciones, las
instituciones se organizan, los receptores de lo político devienen participantes y la población del
estado en actores sociales” (Testa, 2007, p.253).
Lo que el autor plantea es que un ​Actor​ en lo social elige auto gestionarse y en ese auto
gestionarse, actúa en pos de conseguir, mostrar o posibilitar algo de un contexto particular. Pero a
su vez esta constitución como actor social sólo es posible si el individuo se constituye en sujeto y si
el sujeto puede organizarse.

“Hay que desencadenar procesos, en este caso, para construir sujetos sociales” (Testa, 2010,
p.219). El paradigma cambia y lo político deviene participante y la población del Estado en Actor
Social. En toda esa trayectoria también puede suceder que el proceso quede acotado y se vea
disuelto, es decir, que nunca se ponga en debate dentro de la agenda del Estado, por ende, que no se
consolide como Actor Social; también el espacio estatal se constituye como Actor Social, ya que
tiene la capacidad de decidir.

Esto no quiere decir que ese actor sea un funcionario de gobierno, ni tampoco que
sea el encargado de realizar el acto de tomar la decisión, sino que está constituido de
tal manera que tiene la actitud y posee la aptitud de decidir. (Testa, 2007; p.253)

El actor social se presenta en lo individual, en lo colectivo, en lo institucional, en lo estatal. Lo


que lo caracteriza es la manera en que se constituye y cómo decide con las contradicciones y
conflictos para generar transformaciones, siempre y cuando, pueda poner temas de debate en la
agenda del estado. “El debate en el estado decidirá la forma en la que se enfrentará (o no se
enfrentará) el problema planteado” (Testa, 2007; p.254).
Para Testa la constitución del actor social es una manera también de pensar en salud, alejado ya
de la enfermedad y posicionada en lo social. El pensar en un actor social, es también pensar en un
sujeto colectivo que se organiza y está en una posición de lucha constante.

Los conceptos que emergen como relevantes en la concepción de este autor: Actor Social, Sujeto
Colectivo, Proceso, Espacio Social, contradicciones y conflictos, transformaciones.
29

Bitácora quinta.

Abordaje metodológico:

Este trabajo se categoriza en la modalidad de “discusión teórica”, el mismo implica construir un


“debate entre autores o corrientes de pensamiento” como opción para su realización. Por ende se
hará énfasis en el debate y entrecruzamiento entre tres los autores seleccionados (Gianoni, Boal y
Testa). Tomando como corpus documental de este trabajo los siguientes textos:

-Daniela Gianoni: “De abismos y superficies” esta tesis de licenciatura viene a brindarle al
trabajo la concepción de ​sujeto leve,​ dicha tesis es fuente primaria y eje de esta investigación.

-Agusto Boal: En su libro “teatro del oprimido” explica desde donde concibe el concepto de actor
del teatro y a su vez, el campo de acción en el cual se desarrolla su hacer.

-Mario Testa: “Decidir en salud: ¿Quién? ¿Cómo? Y ¿Por qué?” propone indagar y plantear
cómo un sujeto llega a ser concebido como actor social.

En tanto a las fuentes secundarias usaremos en Mario Testa: Algunas publicaciones realizadas
por la revista “Salud colectiva” que nos traen otros conceptos que sirven para esta investigación.
En Agusto Boal: Se usará el libro “Arco iris del deseo”, “estética del oprimido” y “juegos para
actores y no actores” ya que en ellos se encuentran conceptos que complementan y ayudan al
desarrollo epistemológico del autor. En Tanto a Gianoni: se usarán otros autores desde el cual se
posicione, tal es el caso de Espada.

Para la organización del mismo se utilizó en primera instancia la “Bitácora sexta: De relatos y
experiencias” en la cual hace relieve un proceso de prácticas como estudiante desde de la
observación participante. “La observación participante es una herramienta para producir
conocimientos sobre determinada realidad socio-cultural, pero -convengamos- que no es ella en si
misma sino en sus cruces con la teoría” (Achilli 2005; p.68). La observación participante nos
permite una mirada detallada y activa sobre el territorio, por lo tanto la bitácora sexta será tomada
como trabajo de campo, ya que nos permite una relación teórico conceptual y la aparición directa de
actores que hacen a la investigación.
30

El trabajo de campo remite, por lo menos, a tres cuestiones: a) la relación con lo


teórico/conceptual; b) la relación entre los sujetos de la investigación; c) y la relación con
las estrategias de la investigación en sí. (Achilli, 2005; p.64)

Teniendo en cuenta esto, es que se piensa que dicha bitácora sirve en este trabajo como materia
para analizar, leer y permitir que los conceptos circulen. A su vez, será puesta como un territorio
desde el cual podrán leerse, hacer relieve los conceptos de los autores seleccionados; es por eso que
también se utilizará lo que la Licenciada Josefina Torregrosa (2018) denominó como “metodología
rizomática” posicionándose en lo escrito de Deleuze y Guattari en el libro “Mil mesetas” (2004).
Mientras que ella propone a mapear la dimensión de la improvisación libre, en este trabajo nos
propondremos cartografiar la concepción de Sujeto. Por lo tanto la metodología rizomática nos
posibilita encontrar variaciones, articulaciones y a su vez profundizar los conceptos que aparezcan
haciendo relevancia.

El rizoma procede por variación, expansión, conquista, captura, inyección. Contrariamente


al grafismo, al dibujo o a la fotografía, contrariamente a los calcos, el rizoma está
relacionado con un mapa que debe ser producido, construido, siempre desmontable,
conectable, alterable, modificable, con múltiples entradas y salidas, con sus líneas de fuga.
(Deleuze & Guattari, 2004; p.25)

Ya que se usará como metodología al rizoma debemos tener en cuenta que tiene una serie de
principios al cual responde. En cuanto al 1er y 2do principio (conexión y heterogeneidad) podemos
decir “cualquier punto del rizoma puede ser conectado con cualquier otro, y debe serlo” (Deleuze &
Guattari, 2004; p.13) por lo tanto aunque en la bitácora sexta planteamos un ejemplo empírico que
es de naturaleza diversa a un debate teórico, sus tubérculos aun así pueden conectarse.
Además, en este trabajo se formalizará la información haciendo mapeos en los cuales habrá
dimensiones, planos y niveles, los que si bien son de naturaleza diversa, también pueden conectarse.

En cuanto al 3er principio del rizoma, el de multiplicidad: “Las multiplicidades se definen por el
afuera: por la línea abstracta, línea de fuga o de desterritorialización según la cual cambian de
naturaleza al conectarse con otras” (Deleuze & Guattari, 2004; p.14). Esta multiplicidad hace
aparición en el entrecruzamiento discursivo de los autores en el aumento de conexiones. Esto deriva
en un agenciamiento, el cual cambia su naturaleza y así además, se amplía en sus puntos de
contacto. “Un agenciamiento es precisamente ese aumento de dimensiones en una multiplicidad que
31

cambia necesariamente de naturaleza a medida que aumenta sus conexiones” (Deleuze y Guattari,
2002, p.14)

EL 4to principio del rizoma es la ruptura asignificante “un rizoma puede ser roto, interrumpido en
cualquier parte, pero siempre recomienza según ésta o aquellas de sus líneas, y según otras”
(Deleuze y Guattari, 2002, p.15). Los planos y niveles de esta investigación pueden volver a
conectarse después de una interrupción.

Este trabajo desplegará mapas “(…) abierto conectable en todas sus dimensiones, desmontable,
alterable, susceptible de recibir constantemente modificaciones” (Deleuze y Guattari, 2002, p.18).
Que nos permitirán trabajar sobre los componentes conceptuales de cada autor. Hablaremos
entonces de mapa y no de calcos, ya que el segundo se queda en la reproducción; mientras que el
cartografiado y el mapeo nos permiten, trabajar, analizar y construir sentido.

Es teniendo en cuenta esto que se realizará un mapeo desde cada autor para realizar un análisis de
la bitácora sexta y a su vez, poner en juego los contenidos conceptuales trabajados en el marco
teórico. Por lo tanto, este trabajo desplegará dos mapas; uno cartografiando la bitácora sexta y el
segundo cartografiando los conceptos de ese mapa.

Del cartografiado de mapas:

“El mapa no reproduce un inconsciente cerrado sobre sí mismo, lo construye” (Deleuze y


Guattari, 2002, p. 18). Estos mapas que se construirán pueden ser modificados, ampliados y
desmontados, sin embargo la creación de estos, está ligada a la búsqueda de variables de
investigación que nos ayudarán a encontrar las diferencias, semejanzas y potencialidades de cada
concepto que haga aparición.

Dentro de los mapas antes mencionados es necesario tener en cuenta que están compuestos por
dimensiones, planos y niveles; por lo tanto dentro del mapa estará la dimensión, dentro de ella el
plano, y dentro de él los niveles de análisis.

Diremos entonces que los mapas que realizaremos estará compuesto por:
32

-Dimensión: “(...) abarca lo conocido y lo por conocer, una medida singular para el usual concebir y
especialmente para concebir el percibir (…)” (Bennardis, 2002; p.55).

- Plano: “(...) es único y dentro suyo se puede distinguir una multitud de planos que
retienen cada uno movimientos infinitos(...)” (Josefina Torregrosa, 2018; p.25)

- Nivel: El nivel depende del tipo de materia que se está analizado, “así lo
que en un nivel es Materia, en otro nivel puede mutar y ser Forma, y en otro
nivel puede mutar y ser Sentido, depende de dónde nos paremos para
observar lo que observamos” (Bennardis, 2002, p. 52).

Entonces, podríamos plantearlos de la siguiente manera:

Dimensión del sujeto:


Plano del sujeto leve:
A) Nivel de la clínica
B) Nivel del discurso
C) Nivel De la improvisación libre
D) Nivel del proceso
E) Nivel de la Salud
Plano del actor:
A) Nivel del tablado
B) Nivel del discurso
C) Nivel de la improvisación libre
D) Nivel del Proceso
E) Nivel de lo terapéutico
Plano actor social:
A) Nivel del espacio social
B) Nivel Contradicciones y conflictos
C) Nivel Transformación
D) Nivel sujeto colectivo
E) Nivel salud
33

Mapa I:

Como se puede observar en el Mapa 1 la dimensión que se toma es la del sujeto, ya que es lo que se
decide conocer. Cada plano hace referencia a la concepción de cada autor seleccionado y los niveles
son los conceptos que componen a cada concepción. Este mapa se caracteriza por cartografiar el
trabajo de campo realizado en la bitácora quinta.

​Mapa II:
Al igual que el caso anterior, este mapa también viene a graficar la idea de cartografiado en tanto a
dimensiones, planos y niveles. Aquí los niveles del mapa anterior funcionarán como planos y
variables de investigación. En este cartografiado no se hará énfasis en la lectura del trabajo de
campo sino en el entrecruzamiento y tejido discursivo de los conceptos.
34

Los niveles expuestos en el mapa anterior ahora funcionarán como planos/variables con los cuales
se buscarán relaciones entre ellos para profundizar cada concepto.
35

Bitácora Sexta.

Relatos y experiencias:

Durante el cursado de la carrera tuvimos prácticas en niñez, adolescencia, adultos, salud mental
y adultos mayores , todas ellas contaron con un tiempo no menor a 4 meses.
La elección de una experiencia de prácticas no es arbitraria, sino que se considera que para
hablar de cómo nombrar a la persona que transita el espacio clínico, necesitábamos una materia de
análisis del mismo orden.
Se prefirió optar por este relato porque se considera que el mismo muestra un pequeño proceso
en un grupo dentro de una institución educativa y a su vez, en su forma permite la articulación y
relación entre los autores que se seleccionaron para este trabajo de investigación.
Este proceso de prácticas permitió lecturas en lo institucional, en el grupo, en cada estudiante.
Además de posibilitar leer dinámicas grupales y movimientos vinculares. Es también por ello que se
optó por este relato.
Esta experiencia se lleva a cabo en el año 2018 cursado de 4to año de la Licenciatura en
Musicoterapia en la asignatura de “Musicoterapia en niños y adolescentes”.

Florentino y los vínculos​:


Contextualización: Institución Escolar ubicada en un pueblo de la Provincia de Santa Fe.
Población: Estudiantes de 11 a 13 años de edad.
La institución nos brindó un espacio en el cual pudimos realizar talleres de musicoterapia con
algunos estudiantes que asisten a la misma. El colegio sugirió que trabajemos con el “grupo
problemático”.

Entre los/as practicantes (estudiantes de musicoterapia) decidimos realizar el taller en conjunto,


pensando que posibilitaría más lecturas.
​Zona A​:

Al inicio de los encuentros, observamos una situación en particular: uno de los estudiantes de la
institución, cuyo nombre era Florentino, agredió físicamente a un compañero de nombre Aureleano,
con golpes de puño. Debido a esta “conducta”, nos pareció adecuado que uno/a de nosotros/as
practicantes acompañe a Florentino al exterior del espacio en donde estábamos realizando el taller,
con la intención de aliviar la situación. Tiempo después en el patio de la institución, se generó un
segundo conflicto, el cual nuevamente involucra a Florentino. El mismo empezó a correr con una
36

tijera en mano a una de sus compañeras.


Terminada la jornada, la directora pidió que le hagamos una devolución de cómo nos habíamos
sentido y cómo se había dado el espacio. Mientras le contábamos lo realizado ese día, ésta es
llamada por la docente, quien había hablado con la madre de Florentino relatando la siguiente
conversación:
Maestra: -Florentino golpeó a un compañero y persiguió a otra con unas tijeras.
Madre: - Cómo no le pegaste, yo te doy permiso.
Maestra: Lo que queremos decirle es que tenemos que tener una reunión con usted.

La directora la interpela a la docente:


- ¿Hablaste con Florentino?
-Sí- dijo la maestra- Le pregunté qué iba a hacer con su vida y
me contestó que drogarse.

La directora volvió a la sala donde estábamos y nos comentó que era un chico complicado, de
muchos hermanos y de una clase social baja.

Volvimos al martes siguiente, dividimos el grupo de 16 en dos. Uno de los grupos iba a estar en la
clase de música, mientras nosotros estábamos realizando el espacio y luego rotarían.
Ese día, se empezaron a utilizar los instrumentos y notamos cómo el grupo incentivaba a Florentino
a realizar acciones que el resto no se animaba, por ejemplo, salir del salón de clases sin pedir
permiso. Indagábamos preguntando de la siguiente manera:
Practicantes: - ¿A ustedes les gusta estar acá?
Grupo: - Sí.
Practicantes: Entonces, tratemos de comportarnos para que el espacio se pueda sostener, porque si
no quizás alguno se lastima y la directora luego nos reta a nosotros. En este punto es cuando el
grupo comienza a notar que había un encuadre.
-El grupo, comienza a articular improvisaciones sonoras y corporales.
-Comenzamos a notar que el discurso institucional seguía rondando en como Florentino era
un líder negativo junto con Jeremiah y que esa posición era leída por todo el resto de estudiantes y
actuaban consecuentemente a esa posición.
37

​Zona B​:

A medida que los encuentros transcurrían se comenzó a dividir el grupo en subgrupos por
coordinador/practicante. Trabajar en subgrupos nos permitía la posibilidad de que se genere más
confianza entre ellos y que se vinculen a través del juego.
-Florentino comenzaba a ser más participativo y le marcaba el encuadre a Jeremaiah, cuando
él trataba de interrumpir en la actividad de otros compañeros.
En el ante último encuentro, se realizó una actividad con los ojos cerrados donde cada subgrupo iba
a tener un líder que guiaría al resto sin usar la palabra para encontrar unos instrumentos que estaban
escondidos dentro de un salón.

Florentino y Jeremaiah estaban en el mismo subgrupo. En un momento determinado Jeremaiah


quiso mover de lugar un instrumento, mientras otros compañeros participaban y Florentino fue el
que le dijo que no lo hiciera.

Uno de los coordinadores observando la misma situación reivindicó la posición de Florentino


aclarándole que al igual que él, el otro grupo estaba jugando, y no le gustaría que le hagan lo
mismo, luego de esto se da la siguiente discusión:
- Jeremaiah: - Pero Florentino me dijo.
-Coordinador: - No, yo estaba viendo, vos le decías a Florentino.
- Jeremaiah: - No, yo no fui. Ahora no juego más.
-Coordinador: - Bueno, en este espacio podes elegir si quedarte o irte.
Jeremaiah se fue y observaba cómo el grupo participaba y Florentino coordinaba. Quiso volver a
entrar, y se lo permitimos, Florentino cedió la coordinación.

En el último encuentro hicimos una salida al patio y el grupo ya no posicionaba a Florentino en el


lugar problemático que habíamos vivenciado.
38

Bitácora Séptima:

Del cartografiado:
​ n este viaje hay dos mapas que dan cuenta de un territorio, dos mapas que se
Advertencia: E
articulan, conectan.
Viajar por viajar; con la incertidumbre de aventurero, con un equipaje ligero y llegando a un no
lugar.
La bitácora anterior plantea experiencias y relatos como materia de análisis. Los conceptos que
nos proponen los autores serán los que se pongan en juego a la hora de leer el caso expuesto
anteriormente. Para empezar, es bueno tener en cuenta qué conceptos funcionarán a modo de
variables en esta bitácora; ya que estos mostrarán cómo funcionan los dispositivos conceptuales
puestos en juego.
Dentro del marco teórico se despliegan conceptos que los autores usan para hablar de las
concepciones extraídas. En esta línea también debemos pensar: ¿hay conceptos que estos autores
usen con distinto nombre pero que funcionan de maneras similares? O bien ¿hay conceptos en los
que se nombre de la misma manera pero que funcionen de forma distinta?

Mapa I: De las lecturas.

Dimensión del Sujeto:


“La dimensión es una medida singular donde se concibe aquello que percibimos” (Diálogos y
configuraciones; p.56). La Licenciada Josefina Torregrosa en su trabajo final integrador (2018)
realiza un debate teórico entre dos enfoques. Ella decide cartografiar la dimensión de la
improvisación libre para así poder ver planos (que funcionan como variables) y niveles, que
funcionan como otra categoría analítica.
En este caso, utilizaremos también esta dinámica, ya que se considera que esta metodología nos
permite observar y generar la articulación de los autores seleccionados. Por lo tanto la dimensión
que usaremos es la del Sujeto; de ella devendrán planos y niveles a medida que el análisis de la
bitácora anterior se vaya dando. El siguiente análisis estará dado a modo de mapeo posterior a la
lectura de “relatos y experiencias”; se extraerán esos conceptos que se muestran como relevantes en
el nivel.
39

Para empezar plantearemos una lectura organizada en los planos: desde el Sujeto Leve, luego
desde Actor y por último desde Actor Social.
​ egrita h​ acen referencia a las
Antes de empezar: El uso de la tipografía con ​cursiva y n
construcciones de sentido que hacen relieve en la bitácora quinta: Relatos y experiencias.

Plano del sujeto leve:

En este plano se utilizarán los conceptos de la Lic. Daniela Gianoni expuestos en la bitácora “De
lo teórico” y su tesis “De abismos y Superficies” para leer y organizar en niveles la bitácora
anterior.

A) Nivel de la clínica: Podríamos pensar que realizar prácticas en una institución


educativa está soportado desde la Clínica Musicoterapéutica “Un accionar en la
clínica:
“El accionar en educación, en un equipo, en una Institución, en la Clínica
propiamente dicha.” (2002, p.13). En la clínica que plantea Daniela Gianoni hay una
articulación entre la teoría y la práctica, o bien, la teoría nos permite leer fenómenos
que acontecen, teoría que funciona estéticamente; es en la práctica también donde
esta teoría se funda, se resignifica o donde se construye.

B) Nivel del discurso: Discursos que circulan al interior del relato. Discurso que
muestra cómo la Institución posiciona a los sujetos. El grupo de practicantes toma
como un relato la carga que la Escuela le adjudicaba a los estudiantes. Con el
discurso que se tenía sobre Florentino, se decide hacer lo mismo, ya que se leía que
dicha adjudicación (grupo problemático, líder conflictivo) funcionaba a modo de
diagnóstico institucional. Los practicantes tomaron esta posición de Florentino, en
tanto a como operaba en los vínculos con su grupo de curso y la institución. ​“…​el
discurso institucional seguía rondando en como Florentino era un líder negativo
junto con Jeremiah. Y que esa posición era leída por todo el resto de estudiantes y
actuaban consecuentemente a esa posición​”​, el grupo de estudiantes leía que esa
posición en la que estaban los dos líderes, hacía referencia al discurso que la escuela
40

tenía. Esta extracción del relato, nos muestra el operar del grupo en tanto a la Forma.
“Sujeto que es-ahí en tanto vínculo con la Forma, siendo, en el devenir circular de la
misma. Cada vez.” (2002, p.12). El grupo de compañeros percibe y formaliza la
posición de Florentino en la institución y la abduce, Florentino, por su parte, percibe
y formaliza la posición en la que estaba situado.
Esta posición de Florentino que se reproducía en lo institucional, podría pensarse
como ​captura​ que lo enclaustraba y también generaba esa forma de vinculación con
su grupo; pero a su vez, también este grupo era capturado por ese discurso, ​“​Ese día,
empezamos a utilizar los instrumentos y notábamos como el grupo incentivaba a
Florentino a realizar acciones que el resto no se animaba, por ejemplo, salir del
salón de clases sin pedir permiso”,​ ​ pero el indagar de los practicantes mostrando que
era un espacio electivo, con un encuadre, abrió un espacio que no se fundaba en la
disciplina, sino en la posibilidad de crear espacios inaugurales, tanto de vinculación
como en el juego o las improvisaciones.
Un sujeto producido en el entrecruzamiento de múltiples discursos,
Un efecto de superficie que lo habilita a “ser” en el movimiento,
Que lo habilita a “ser” en el trazado de diferencias,
Que lo habilita a “ser” en un deslizamiento hacia el encuentro con puras
posibilidades... (Gianoni, 2002; p.57)

C) Nivel de la Improvisación Libre: La Improvisación Libre habilitaba la posibilidad


de construcción/deconstrucción del discurso institucional con respecto al grupo, lo
cual hacía también que la forma vaya mutando, cambiando.

La improvisación libre, como técnica posible en la Musicoterapia, habilita el


devenir discursivo en una construcción-proceso que involucra para llegar a
ser (proceso), una deconstrucción-construcción del lenguaje sonoro, musical,
corporal y por qué no verbal, en relación a leyes que se constituyen dentro del
mismo Fenómeno (improvisación) y por lo tanto le son propias. (Gianoni,
2002, p.53)

Improvisación libre que generó en estos casos, acontecimientos que habilitaron a la


posibilidad de fugar; fugarse de discursos institucionales, familiares y sociales que
posicionaban a los sujetos del grupo en lo cerrado, en lo hermético. El estado de
41

cosas se actualiza, el estado de cosas ya no dice por el sujeto, el sujeto genera un


discurso, acaso alejado de la disciplina, discurso estético. La improvisación libre
también funciona como epistemología, como lugar donde la teoría se construye y es
sostenida por la práctica.

D) Nivel del proceso: Con el pasar del tiempo Florentino cambió de posición, donde
su vinculación con el grupo ya no era a través de la violencia y así mismo el grupo
tampoco invitaba a realizar acciones que impliquen una confrontación institucional.
El mismo Florentino era el que trataba de marcar el encuadre cuando Jeremaiah
intentaba romperlo​. ​“Jeremaiah quiso mover de lugar un instrumento, mientras
otros compañeros participaban y Florentino fue el que le dijo que no lo hiciera.”​ la
posibilidad del juego habilitó a que él también pueda cambiar su forma de vincularse
con los otros integrantes del grupo del que formaban parte.
Se habilita un proceso de deconstrucción/construcción, que se empieza a observar
al final del mismo. La forma de vincularse, tocar o jugar, muta. El devenir circular de
la forma, percepción-formalización.

E) Nivel de la salud: Ya en el último encuentro se pone en evidencia la


deconstrucción de la posición en la que se alojaba Florentino y su grupo.
“La estética como modo de percepción nos atrapa en la seducción de la posibilidad
de una percepción-formalización de mundos posibles” (Gianoni, 2002, p.53).
El elegir reconocer a la salud y su vinculación con la estética del arte por parte de
los practicantes permitió visibilizar un espacio en donde Florentino pudo generar
nuevas formas, de vincularse, de jugar, de producir discursos. Mutación de la forma
que se ve en el proceso llegando al final de los encuentros. Mutación que aparece
quizás ahora como nuevas estéticas. Mundos posibles. Mutación formal que no solo
se da en Florentino y Jeremaiah, sino en el resto del grupo participante. “Una
ubicación de la acción de construir en un camino aparte de lo funcional. ​Una
finalidad sin fines​. Donde la finalidad es el proceso y el proceso/resultado deviene
forma” (Gianoni, 2002, p.52).
42

Plano del Actor:

En el siguiente plano, algunos de los conceptos trabajados en el marco teórico desde Augusto Boal
funcionarán de niveles de análisis.

A) Nivel del tablado: Teniendo en cuenta que la institución brinda un espacio para
poder realizar un Taller de Musicoterapia, la escuela funcionará a modo de tablado,
más específicamente el lugar donde realizamos los talleres y por consiguiente el
espacio estético es la percepción de lo que suceda dentro del tablado. Pero para hacer
esta diferenciación debemos marcar que los participantes del espacio de
musicoterapia, Florentino, Aureleano y el grupo, serán los actores y actrices. Se
habilita un espacio donde “…se aprende estéticamente: amplía el conocimiento y
lanza al conocedor a nuevos conoceres” (Boal, 2013, p.206).  

B) Nivel discurso: En el discurso institucional se coloca a uno de los estudiantes


como líder negativo. Este discurso reproducía que Florentino era opresor dentro de
un grupo, esto se vislumbra además, en la relación que se daba con el resto de sus
compañeros, pero también la institución tenía un vínculo con el estudiante que se
basaba en la coerción del mismo, no solo en un nivel institucional, sino, por la charla
con la madre, en lo familiar:
“Maestra: -Florentino golpeó a un compañero y persiguió a otra con unas tijeras.
Madre: - Cómo no le pegaste, yo te doy permiso.”
Florentino también producía discursos dentro del tablado, no sólo verbal sino,
corporal a través del juego “En nuestras sociedades nos acostumbramos a expresarlo
todo a través de la palabra, quedando de ese modo subdesarrollada toda la enorme
capacidad expresiva del cuerpo”(Boal, 1985; p.35). Florentino, Jeremaiah y el resto
del grupo producen con el cuerpo y además de las palabras, usan otras formas
expresivas, ya sea el juego, los instrumentos o el baile.

C) Nivel improvisación libre: El grupo comienza a improvisar a través del juego, el


43

uso de algunos instrumentos y del cuerpo. Improvisaciones que eran colectivas en el


tablado “Una improvisación consiste en la combinación de consignas dadas al actor y
de experiencias ya vividas por él” (Boal, 2004, p.130). La potencia de la
improvisación permite una liberación parcial en ese momento que se improvisa.
Mientras se iba dando, los actores ya no alojaban a Florentino en donde estaba antes,
sino que iban jugando con él y construyendo nuevas posiciones en el juego y en lo
sonoro.

D) Nivel del proceso: La utilización de la técnica de la improvisación libre y lo


lúdico en el espacio estético posibilitó que Florentino pueda comenzar a generar
movimientos del lugar en el que la escuela lo colocaba; a su vez, también cambió el
vínculo con su grupo y estos, con la institución.
“Florentino comenzaba a ser más participativo y le marcaba el encuadre a
Jeremaiah, cuando él trataba de interrumpir en la actividad de otros compañeros”
Estos movimientos significativos en tanto a las posiciones y la utilización del cuerpo
y el sonido hacen aparición con el correr del tiempo en el espacio de musicoterapia.
“…no es necesario que el proceso estético de origen al producto artístico, a la obra de
arte. El proceso puede quedar inconcluso, y no hay nada de malo en ello” (Boal,
2013, p.237).

E) Nivel terapéutico: Florentino, Jeremaiah y el grupo fueron moviéndose y


generando nuevas formas de vinculación con el grupo, Florentino ya no estaba
oprimido en el discurso institucional y el grupo ya no parecía ser parte dentro del
“grupo problemático”.
El generar experiencias sensibles en el espacio estético posibilitó que haya
conocimiento por medio de la experiencia.
En las psicoterapias teatrales, lo importante no es la mera entrada del cuerpo
humano en escena, sino los efectos del desdoblamiento, en el espacio estético,
de ese cuerpo y de la conciencia de quien, en escena, deviene objeto ​y s​ ujeto.
(Boal, 2004, p.43)
Experiencia que también posibilitó que Florentino pueda desmecanizar su manera de
vincularse dentro del espacio estético y así, ampliar sus vinculaciones y su capacidad
44

de acción.
Poder escuchar a otros y mostrar creaciones desde lo artístico y el juego, generó
nuevas posibilidades de construcción y de vínculo dentro de la institución.

Plano del Actor Social:


En este plano los conceptos trabajados en la bitácora de lo teórico desde Mario Testa (2007),
servirán para analizar el relato planteado en el capítulo anterior.

A) Nivel Espacio social: El espacio social como habíamos desarrollado antes es un:
“… espacios de intermediación para sucesivas transformaciones subjetivas y
objetivas de quienes, en definitiva, van a constituirse en actores de estado” (Testa,
2007; p.252). En este espacio social, confluyen otros actores sociales que tienen
relevancia (Familia, docentes, estudiantes). Por lo tanto, la institución educativa, en
este caso, deviene espacio social, donde los actores o la escuela visibilizan
problemáticas que se van dando.

B) Nivel contradicciones y conflictos: “Las contradicciones son visiones diferentes


frente a múltiples cuestiones que tienen sentido para nosotros, y los conflictos son las
formas materiales en que se expresan esas contradicciones” (Testa, 2007, p.252).
La posición del grupo como “conflictivo” mostraba la manera de vincularse con la
institución y qué percepción tenía la institución de ellos. La contradicción de esta
situación podría delinear una manera de manifestar que el grupo no quería estar en
esa posición y a su vez no encontraba otra forma de vincularse. El operar de
Florentino dentro del grupo muestra una tensión aún más evidente con el grupo
“Florentino, agredió físicamente a un compañero de nombre Aureleano, con
golpes de puño.”​.​ A su vez también aparece la demanda de Florentino por querer
moverse de esa posición de liderazgo, pero al mismo tiempo tener en cuenta que era
el líder del grupo.

C) Nivel de transformación: Como antes se había mencionado las transformaciones


tienen dos ejes a observar, el objetivo y el subjetivo los cuales influyen en la decisión
45

que se tome en el espacio social.


Podríamos ver que en el caso de Florentino, subjetivamente, venía vivenciando sus
contradicciones desde la confrontación a las normas lo cual ponía en tensión su
vínculo con el resto del grupo y con la institución y objetivamente operaba acorde a
esa posición en el espacio social con su grupo y con la institución. Es lo que se
tomaría como una “mala” decisión dentro del espacio social en el proceso de
transformación.
Con el correr del tiempo, Florentino comienza a tener otros movimientos que
devinieron en la posibilidad de vincularse de otra manera con su grupo, más allá de
que quizás la institución lo haya seguido colocando en el rol de “líder negativo”.
“​En el último encuentro hicimos una salida al patio y el grupo ya no posicionaba a
Florentino en el lugar problemático que habíamos vivenciado.” ​“En el nivel
individual, la responsabilidad de la transformación se encuentra en el individuo
mismo que se transforma” (Testa, 2005, p.42).

D) Nivel sujeto colectivo: Había un relato institucional sobre Florentino y su grupo,


pero por otro lado también hacía huella la posibilidad de generar otras posiciones.
Por ejemplo; Florentino tenía un rol de líder, pero en uno de los encuentros cambia
de posición para que Jeremaiah se ocupe del subgrupo y así el grupo iba habilitando
a que haya nuevos líderes y movimientos.
“​Jeremaiah se fue y observaba cómo el grupo participaba y Florentino coordinaba.
Quiso volver a entrar, y se lo permitimos, Florentino cedió la coordinación.​ ”
Florentino, emergía como líder conflictivo, el grupo operaba acorde a eso, pero
cuando comenzaron a vincularse desde lo corporal el grupo empezó a actuar de una
manera heterogénea, donde el líder podía cambiar de rol y los otros integrantes
también. Lo cual generaba espacios de escucha de los integrantes.

“Hay formas de pasaje de lo individual a lo colectivo, de ambos a lo institucional de


ellos a lo político y por fin a lo estatal” (Testa, 2007, p.253). Esta forma de
vincularse posibilitaba que el grupo empiece a ser notado por la institución, no como
grupo problemático, sino, como actores sociales que organizados pueden producir
46

nuevos movimientos, nuevas formas de ser escuchados, lo cuales permitía otro


registro para generar diálogos con la misma. Ahora como grupo ya no era la
individualidad del líder lo que hacía figura. Esto generó que la institución en vez de
tomar la posición de actuar desde la restricción y el castigo, pudiera operar también
desde la escucha. “Yo insisto en la necesidad de la constitución de un sujeto
colectivo. Y con esto me refiero a la capacidad de introducir temas de debate en la
agenda​” (​ Testa, 2015, p.9).

E) Nivel salud: El análisis de la institución, del poder y sus normas que podían ser
coercitivas; la intervención en el espacio social, la organización del grupo, la
transformación de Florentino y del grupo conflictivo implica la constitución de
actores sociales en instituciones donde se cierra la posibilidad de encuentros y de
movimientos.
Lo público de ahora, en cambio, se ha transformado en un lugar de no
encuentro. Por eso es que en la actualidad contemplamos el (…) deterioro de
algunos de los espacios públicos importantes, en especial los que
corresponden a la salud y a la educación. (Testa, 2005, p.50)

Pensar en la importancia de la constitución de un actor social invita a pensar que los


problemas en salud no solo son los que remiten al proceso de salud-enfermedad,
sino, que hay un contexto que también forma parte de la misma, ahí se observa la
importancia de la constitución de un sujeto colectivo y de un colectivo que se
organiza para que otras voces sean escuchadas.

El tema de salud en la Argentina (…) Tiene que ver con crear un movimiento
colectivo. Yo insisto en la necesidad de la constitución de un sujeto colectivo. Y con
esto me refiero a la capacidad de introducir temas de debate en la agenda del estado.
(Mario Testa, Soberanía sanitaria 2015; p.8)

El mapa I: Nos muestra tres planos que se delinean en el cartografiado del territorio. Este nos
permite evidenciar la articulación de los autores con la bitácora quinta.
47

Los niveles de estos planos nos permitirán, en este caso, hacer otro mapeo que dé cuenta de sus
relaciones. Aquel mapa, ahora funcionará como territorio que será mapeado para analizar los
niveles que en el habitan, o que hacen relieve. Por lo tanto aquello que en el Mapa I funciona como
variables, en el próximo Mapa (II) funcionará como Planos y los niveles serán: (A) similitudes y
(B) Diferencias.

Mapa II: Relaciones.

Plano I: Clínica, Tablado y Espacio social.

A) Nivel de similitudes: Estos tres conceptos se relacionan en que no se restringen a


un espacio cerrado, sino que los límites físicos pueden variar dependiendo el
contexto, el campo, y el lugar donde se trabaje.
A su vez, se pone en evidencia la posibilidad de construir teoría, ya que para Gianoni
en la clínica es donde la teoría se funda, resignifica o construye. Para Boal en el
tablado es donde se posibilita el conocimiento estético. En el espacio social también
se pone en juego un nuevo tipo de conocimiento ya que se plantea una problemática
que quizás era desconocida hasta el momento y que aparece como conocimiento de
los actores sociales y del Estado, si allí llegara. También se relacionan en que los
sujetos y actores de dichos espacios pueden ser individuales o grupales. En los tres
autores, los sujetos y actores tienen la posibilidad de elegir si quedarse o irse del
espacio ya sea en la clínica, tablado o espacio estético.

B) Nivel de diferencias: Mientras que en Gianoni se privilegia el proceso de salud.


En Boal, se intenta liberar de la opresión a los actores y al público.
En Testa es un espacio que se puede dar en un barrio, una institución, etc. Los
sujetos de ese espacio tienen una demanda particular. Refiere a un lugar en el que los
sujetos se convocan, donde eligen agruparse por esa demanda.
En Boal podríamos hablar de demandas en tanto a la opresión, pero no
necesariamente tiene que haber una demanda de parte de quienes participan, el teatro
del oprimido está dispuesto para todo aquel que lo crea necesario. No restringe su
hacer al campo de la salud específicamente, aunque inevitablemente, la tiene en
cuenta.
48

Lo mismo sucede en el caso de Gianoni pero esta demanda puede ser de una
institución, una familia o un sujeto.

Plano II: Discurso, contradicciones y conflictos.

A) Nivel de similitudes: En tanto a las relaciones que podemos encontrar en el


concepto de discurso podemos enunciar que, si bien Gianoni lo justifica como
“configuración espacio temporal de sentido” tomando a Verón, los otros autores
también vislumbran esta posición al pensar al Sujeto y los Actores. Es decir, no solo
desde la palabra se manifiesta una posición en la que un sujeto o actor está alojado,
sino, que construye sentido en el contexto, el lugar y el tiempo en que se da, lo
mismo sucede con ese sujeto o actor que opera discursivamente desde una posición.
El discurso en los tres autores puede ser individual, grupal, institucional.

B) Nivel de diferencias: el Actor de Testa opera discursivamente desde la


organización colectiva por una demanda, mientras que el Sujeto leve de Gianoni y el
actor de Boal pueden construir discursos no verbales, con el sonido, el cuerpo o el
movimiento.
Otra diferencia es que Gianoni habla de captura, esta captura en el Sujeto leve de
Gianoni no anula su cualidad de leve, no es una captura total. Para Boal se toma
como opresión, hay que liberarlo de aquello que lo atrapó que anula su posibilidad de
emanciparse. El Actor de Testa, hablará del conflicto, como la materialización de la
contradicción en el discurso en este caso, la demanda podría ser esa materialización
de las contradicciones y conflictos.

Plano III: Improvisación libre, transformación.

A) Nivel de similitudes: La improvisación y la transformación constituyen un punto


central en la concepción de los sujetos y actores, habilita a pensar en posibilidades de
acción de los mismos en las disciplinas que estamos trabajando. En Gianoni y en
Boal representan un aquí y un ahora, esta categoría es observable también en el
Actor de Testa en el sentido de la elección que implica un tiempo y espacio, y arroja
49

a un terreno de lo impredecible en los resultados de la decisión. En Gianoni y Boal la


impredecibilidad se da en el acontecer mismo de la improvisación.
Tienen las características de transformar una realidad puntual, de fundar mundos
posibles.
En el concepto de Improvisación Libre, en el caso de Gianoni, aparecen los
conceptos de devenir y de acontecimiento, deviene en tanto percepción-
formalización con el estado de cosas y por el acontecimiento tiene la cualidad de
irrumpir con el estado de cosas, o bien formar uno nuevo.
En el Actor que propone Boal también aparece la percepción formalización y la
posibilidad de crear desde lo nuevo con la improvisación, aunque no usa los
conceptos detallados con anterioridad.
En Testa la percepción-formalización está puesta en la decisión del Actor Social o
del grupo.
B) Nivel de diferencias: En la concepción del Sujeto Leve, la Improvisación Libre
aparece como una posición desde donde se genera epistemología, una posición ética.
La cual habilita al sujeto a ser en el instante. La improvisación libre vista desde esta
posición posibilita pensar a la deconstrucción-construcción como una instancia en la
cual que se generan un mayor número de estéticas posibles, que aparecen en tanto el
vínculo del Sujeto con la forma, donde puede ir cambiando.
La Improvisación Libre del Actor en Boal, es una técnica que se utiliza para la
liberación del del mismo, se vincula con la creación de la estética que dicho autor
propone. En ambos casos está puesta la idea en el aquí y el ahora.
La transformación en el Actor social se proyecta hacia el futuro, puede ser “buena” o
“mala”. Y aparecen dos niveles, uno subjetivo, donde puede darse una
transformación a nivel individual, donde el individuo mismo es el que se transforma
y otro objetivo donde se manifiesta materialmente esta transformación.
Tanto Boal como Gianoni, no se basan en la idea de pensar la mala o buena decisión,
sino en el devenir de la improvisación y en la posibilidad de crear nuevas formas.
Mientras que Testa sigue sosteniendo la transformación y el trabajo de las
contradicciones y conflictos para constituirse como actor social.

Plano IV: Proceso, sujeto colectivo.


50

A) Nivel de similitudes: En el proceso en el Sujeto Leve, podemos ver que lo


temporal posibilita observar las nuevas vinculaciones, las nuevas formas; de alguna
manera esto también sucede en el sujeto colectivo y el actor. En el caso del sujeto
colectivo llega a constituirse como tal con el tiempo, el proceso que le implica la
transformación, lo que posibilita que ese actor social pueda tener voz para ampliar su
función social, su cambio de forma; al igual que el actor que piensa Boal, se pone en
juego el ampliar el dominio en el tablado para liberarse. No solo él, sino también su
grupo.
La característica de lo grupal está presente en los tres casos, ya que tanto en lo
individual, como en lo grupal, con el tiempo las formas de vincularse cambian.
Mutan.

B) Nivel de diferencias: Mientras que en el Sujeto Leve y el Actor el proceso estará


vinculado a la salud y lo terapéutico respectivamente, en el actor social aparecerá
como una de las características para la constitución del actor social. Tiene que darse
ese proceso de transformación para llegar a ser actor social.
A su vez, para el actor de Boal el proceso está relacionado con la liberación, y para
el Sujeto leve será la Forma lo que se leerá en ese proceso.
Tanto para el actor de Boal como para el Sujeto leve se atraviesa un proceso de
deconstrucción-construcción, mientras que para el Actor social-Sujeto colectivo, será
el poner en debate la demanda lo que marcará el proceso.

Plano V: Salud, terapéutico:

A) Nivel de similitudes: Lo que vislumbra un posicionamiento de salud en las


concepciones de sujeto y actor es la disolución del diagnóstico como el punto
central, no es la enfermedad lo que se discute, sino, la salud como proceso, como
escucha y como vínculo.
A su vez, también el crear nuevas posibilidades tanto desde lo individual como lo
grupal tiene un rol importante, donde los sujetos y actores no están completamente
atrapados, sino que pueden producir nuevas maneras de construir en lo social, en lo
51

familiar, en lo institucional. El contexto, en los tres casos, tiene una importancia


relevante.
Tanto Boal como Gianoni vinculan el arte con la salud, esta posición invita a pensar
los derechos, y la posibilidad de la creación de políticas que privilegien de la salud,
mientras que Testa sostiene que es necesaria la creación de políticas públicas y de
agrupaciones sociales que sostengan un nuevo paradigma en salud.

B) Nivel de diferencias: Para el Actor social, la salud es un espacio de liberación y


de lucha, de liberación del cuerpo para no quedar bajo la normativa del diagnóstico
como etiqueta. Esta liberación también apunta​ ​a conseguir que el estado entre en
debate sobre las demandas de un grupo y luchar para poder sostenerla en caso de
conseguirla. Una implica a la otra, la liberación implica a la lucha como la lucha a la
liberación.
Sucede igual en Boal, la salud es un espacio de emancipación del actor donde tratará,
como ya dijimos con anterioridad, de liberarse de esa opresión, pero también de
luchar por conseguirla. En lo terapéutico de Boal hay que pensar que también entra
en juego la poética, que es donde el actor asume su papel protagónico, se hace cargo.

 
Sin embargo, en el Sujeto Leve hablaremos de estética, como esa facultad para poder
percibir y en Boal la estética habla sobre la liberación constante de ese actor ya que
la estética ha sido utilizada como instrumento de opresión a lo largo del tiempo.
Mientras que, en el Actor Social, no aparece la palabra estética, pero no por eso
desaparece, sino que la estética en este caso estaría del lado de la demanda y la
posterior solución de la misma.

En este mapa se marcan similitudes y diferencias entre los componentes conceptuales de los
autores trabajados en la bitácora quinta. En la próxima bitácora, trataremos acerca del concepto de
Actor en la Musicoterapia ya articulado entre los tres autores trabajados.
52

Bitácora Octava.
Puerto posible​:
​ l recorrido de este viaje nos ha tratado de mostrar la concepción de Sujeto leve, Actor y Actor
E
Social, cada una en su riqueza en distintos campos sociales y brindando complejidad a la hora de
pensar en aquel que transita un espacio clínico.
​ sta última bitácora nos invita a poder formalizar la posible articulación del Actor en la
E
musicoterapia.
En este viaje “entre sospechas” los conceptos extraídos fueron los que se tomaron como
relevantes y no significa que sean los únicos. Los conceptos muestran cómo están compuestos por
otros y a su vez, cómo estos se relacionan o diferencian de otros. Red de relaciones que podría
volverse más extensa ya que tomamos esta investigación desde una metodología ​Rizomática,​ en la
que emergieron puntos de encuentro entre los conceptos de los autores. Esto posibilitó pensar en
cuáles son las potencias que los mismos nos ofrecen a la hora de hacer aparición. Además de poder
poner los conceptos a moverse, hacerlos funcionar y construir sentido.
Metodología que además permite poder cartografiar y construir Dimensiones, Planos y Niveles
Tanto el Sujeto Leve, como el Actor y el Actor Social nos muestran una multiplicidad dentro de
cada concepto, pero siempre cada concepto tiene un número finito de componentes. “...haced
rizoma, pero no sabéis con qué podéis hacerlo, qué tallo subterráneo hará efectivamente rizoma, o
hará devenir, hará población en vuestro desierto. Experimentad” (Deleuze & Guattari, 2004, p.255).

El pensar rizomáticamente también posibilitó construir que el concepto de actor puede ser
abducido a la musicoterapia; como dijimos antes, no para reemplazar la concepción de Sujeto Leve,
sino para buscar nuevas formas de nombrar.
Pensar en el Sujeto Leve nos proporciona un amplio abanico conceptual que se complejiza aún
más cuando se pone a debatir con otros conceptos como el de Actor social y el de Actor.
Sin embargo, ese sujeto en la clínica produce desde la acción, la creación y la producción, es por
eso que se nombrará como actor, porque es actor de hacer, actor político, de derechos.
Si bien en la concepción de sujeto leve también se puede analizar desde estas instancias (hacer,
política, derechos) considero que la palabra actor posibilita pensar en estas aristas desde la potencia
del sujeto que transita el espacio clínico.
53

El recorrido de este viaje posibilita ahora encontrar otro camino para navegar, en el cual
aparecen puertos posibles esperando que el barco amarre, puertos que no buscan que el viaje
termine, sino, una posición desde donde observar.

El problema que nos invitaba a navegar era la sospecha de que el sujeto podía ser nombrado de
otra manera; el concepto actor se pensaba como hipótesis, y con el paso de las bitácoras fuimos
indagando en las tres concepciones utilizadas para poder ver similitudes, diferencias y
potencialidades. Esta bitácora, hará una construcción de sentido del recorrido de los conceptos
anteriores.
54

El concepto de actor en la musicoterapia

Este concepto emerge en la superficie de las posibilidades de la clínica musicoterapéutica; se


utilizó la misma para pensar, percibir, formalizar acerca de lo inefable que atraviesa ese espacio.
Pensar en una clínica que está abierta a la posibilidad, como espacio estético, pero además, como
espacio político, nos invita a pensar en la clínica como complejidad, donde se construye
epistemología que se actualiza con cada acontecimiento dentro de la misma y también tiene la
posibilidad de encontrarse con lo impredecible.

Una clínica que es pensada como espacio estético.

Es en los eventos clínicos donde se funda la posibilidad de crear teoría, mapear, devenir cartógrafo
y construir sentido. Clínica donde no solo leemos los discursos de un actor sino también los
institucionales, en donde la lectura institucional, las intervenciones y el mapeo en la misma también
son parte del que-hacer. El actor es a su vez, actor institucional.
Una clínica que se da en el caos mismo de la producción de un actor, en el discurso de él y de
tantos otros actores que participan en un nivel social.
Elegir reconocer a la clínica y a la estética en sus potencialidades en un proceso de salud; la
novedad aparece al pensar a los fenómenos que acontecen en la clínica, la novedad como fenómeno
estético. “… el concepto de fenómeno: lo que se muestra en sí mismo.” (Heidegger, 2004; P.41)
Discursos que se abducen desde afuera, para venir a un adentro clínico, territorio no
geográfico, sino más bien vivencial.
Actor de la vivencia en este orden, actúa, y en su acción se desterritorializa/reterritorializa y fuga.
Actor de la vivencia que con-figura, y produce discursos.
Actor de la vivencia, actor de cambio, actor inaugurador y por qué no… actor que se
emancipa en el devenir de su acción.

“Los fenómenos que aparecen bajo el reinado de lo estético: La clínica musicoterapéutica”


(Espada, 2001; p.5). La clínica aparece como un espacio social, donde se pone en juego un vínculo
con otro, donde no se cierra hacia el adentro, sino, que trata de salir, de construir vínculos con otros.

Pensar al actor en esta clínica es pensarlo en sus potencias como aquella posibilidad de crear,
cambiar, generar, producir, inaugurar vínculos, espacios, movimientos.
55

Los movimientos son entendidos como potencia en este actor. Pensaremos al movimiento como: ​La
potencia del actor para generar cambios.
Este concepto invita a pensar que hay cambios posibles, que hay estéticas que se pueden crear, que
hay otros mundos posibles y los actores y actrices que transitan el espacio clínico pueden crearlo.

Los actores y actrices se mueven, pensar el movimiento rompe con la idea de pensar al actor
desde la normalidad, rompe con el diagnóstico como etiqueta. Pone a la enfermedad entre
paréntesis, y nos invita a pensar en la lectura de esos movimientos que devienen procesos. Pensar el
movimiento como potencia del actor invita a pensar en la estética, en la percepción como
posibilidad de formalizar nuevas formas. Devenir circular. Es alejarse de lo estático, es abrirse
caminos a nuevos puertos, nunca eternos, más bien posibles.
Si bien también existen capturas que atrapan al actor, este también volverá a “caerse al cielo”.
Capturas que serán temporales al poder pensar en la potencia como punto soporte desde el cual el
actor operará para seguir en la superficie.
Actor que en la improvisación libre evidencia su capacidad de ser en movimiento y devenir,
donde el aquí y el ahora invitan a producir fenómenos que son únicos e irrepetibles; una
improvisación libre que se coloca en el borde de las posibilidades, donde lo impredecible hace
aparición y la cualidad de actualizar el estado de cosas se manifiesta. Un actor que a través de ella
produce discursos sonoro-corporales. “Improvisar es unirse al mundo, o confundirse con él”
(Deleuze & Guattari, 1980; p.318).

El actor, pensado desde estos componentes invita a pensar en los procesos como cualidad desde
la cual leer cambios, en la cual el tiempo empieza a jugar desde lo que se vivencia y en el tiempo
mismo de cada actor; es pensar al proceso en su cualidad de deconstrucción/construcción. Mario
Testa cita a Francisco de Asis Machado "No se trata de fijar normas sino de desencadenar procesos"
(Testa, 2010) y esta frase nos posibilita dilucidar la relevancia de privilegiar el proceso que no caerá
en la idea de causa y efecto. Procesos de deconstrucción-construcción que habilitan a poder generar
actos de libertad, de emancipación. Donde el musicoterapeuta propone consignas, acompaña,
habilita a vivenciar y el actor se dispone a crear mundo. Mundo que podría ser pensado como
posición que habita el actor en la cual se libera.

Pensar en los procesos de deconstrucción-construcción es pensar en la salud, es operar en


reconocimiento del alivio que propone el Sujeto Leve. Pero también, es pensar en la posibilidad de
56

emancipación de ese actor, y de ser escuchado como actor social.


La salud pensada desde la estética del arte privilegia la creación del actor. “El lenguaje del Arte
es el que posibilita la circularidad de la Materia, Forma y Sentido, en tanto el Musicoterapeuta
escuchante celebra el devenir como criterio de Salud” (Gianoni, 2002; p.7).

Pensar en actor es reivindicar la posibilidad de construir colectivamente desde los vínculos


afectivos. Es pensar en la necesidad de ser actores sociales, actores de derechos. Pensar en un actor
que opera en tanto vínculo con la forma. Es también pensar en un actor que lucha por liberarse.
Un actor que produce líneas de fuga, que reterritorializa ya distinto. Un actor de creación. Un
actor de hacer.
57

Anotaciones para próximos viajes:


Bitácora por otros puertos:
A decires de Eduardo Galeano​:
... ¿Qué tal si deliramos, por un ratito? Vamos a clavar los ojos más allá de la infamia, para
adivinar otro mundo posible:
el aire estará limpio de todo veneno que no venga de los miedos humanos y de las humanas
pasiones;
en las calles, los automóviles serán aplastados por los perros; (...)
la gente trabajará para vivir, en lugar de vivir para trabajar;
se incorporará a los códigos penales el delito de estupidez, que cometen quienes viven por
tener o por ganar, en vez de vivir por vivir nomás, como canta el pájaro sin saber que canta
y, como juega el niño sin saber que juega;
en ningún país irán presos los muchachos que se nieguen a cumplir el servicio militar, sino
los que quieran cumplirlo;
los economistas no llamarán nivel de vida al nivel de consumo, ni llamarán calidad de vida a
la cantidad de cosas;
los cocineros no creerán que a las langostas les encanta que las hiervan vivas;
los historiadores no creerán que a los países les encanta ser invadidos;
los políticos no creerán que a los pobres les encanta comer promesas;(...)
el mundo ya no estará en guerra contra los pobres, sino contra la pobreza, y la industria
militar no tendrá más remedio que declararse en quiebra;
la comida no será una mercancía, ni la comunicación un negocio, porque la comida y la
comunicación son derechos humanos;
nadie morirá de hambre, porque nadie morirá de indigestión;
los niños de la calle no serán tratados como si fueran basura, porque no habrá niños de la
calle; los niños ricos no serán tratados como si fueran dinero, porque no habrá niños ricos;
la educación no será el privilegio de quienes puedan pagarla;
la policía no será la maldición de quienes no puedan comprarla;
la justicia y la libertad, hermanas siamesas condenadas a vivir separadas, volverán a
juntarse, bien pegaditas, espalda contra espalda;(...)
en Argentina, las locas de Plaza de Mayo serán un ejemplo de salud mental, porque ellas se
negaron a olvidar en los tiempos de la amnesia obligatoria...(1999, p. 193)
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Quizás el cometido final de esta bitácora no es más (pero tampoco menos) que el de imaginar
que hay otro mundo posible, que hay algo más que la vorágine violenta a la que nos arroja esta
sociedad que oscila entre el control y la disciplina. Quizás el próximo viaje no sea otro que ese,
tratar de construir otro mundo posible…
Construir como agente de salud, pero a la vez, como actor social; desencadenar procesos que
lleven a puertos posibles, a mares deseados para poder operar desde el alivio. Porque los mundos
posibles son quizás como las líneas de fuga… hay que generarlas...
Y quizás el próximo viaje suena utópico, pero quizás también se trate solamente de eso...

Ella está en el horizonte —dice Fernando Birri—. Me acerco dos pasos, ella se aleja dos pasos.
Camino diez pasos y el horizonte se corre diez pasos más allá. Por mucho que yo camine, nunca la
alcanzaré. ¿Para qué sirve la utopía? Para eso sirve: para caminar.​ (​ Galeano, 1993, p.230)
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Bitácora novena:
Agradecimientos:

● A mi familia, por el acompañamiento constante y soportar mi capacidad para cuestionar lo


que emerja como absolutismo. Por ayudarme a poder estudiar algo que me voló la cabeza.
En especial a mi mamá, por brindarme textos que posibilitaron fugar…
A Guille...

● A Dani, la reina roja, por su incansable acompañamiento y empatía...

● A mis amigos de Paraná, por no dejar que la copa este vacía y acompañar mi insoportable
angustia por la caótica existencia…

● A les tertuleres, por los diálogos entre humo, amor, mates y brebajes; en especial a:
-Sini: Por ser de esas amistades que conjuran nunca quedarse quieto en los pensamientos.
- Agus: Namasté, sahumerios, martes y viernes. Mates y Viernes.
-Consuela y Lucía: Son la misma persona pero distintas al mismo tiempo y sin dudas
posibilitó deconstrucciones que hasta el momento son inefables…
-Félix: Por los últimos tragos cuando todos se iban a dormir en los cuales los autores y las
palabras hacían aparición.
A los/as demás, Paka, Julia, Pia y Anto por acompañar desde la distancia, les amo. Nunca
terminaré de expresar lo agradecido que estoy.
A tantas otras personas que transitaron las tertulias para confirmar que jugar es cosa seria.

● A mis compañeros desde primer año, en especial a Iván, Daniel y Emanuel por esos jueves
interminables en el patio tratando de construir para algunas asignaturas…

● Y, por último: A los/as profesores que me invitaron a realizar pequeños naufragios.


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