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03-10 Dame-La-Mano-Y-Lanzaremos.-La-Niñes-Como-Desafío-Teológico-Y-Pastoral.
03-10 Dame-La-Mano-Y-Lanzaremos.-La-Niñes-Como-Desafío-Teológico-Y-Pastoral.
Impreso en Colombia
3M-X-2015-09
Presentación
Introducción
De igual forma, el libro presenta elementos variados y muy concretos para visua-
lizar la incorporación de la niñez desde una evangelización apropiada, según las
características de los niños y a partir de ciertos factores para que el proceso cate-
quético propicie una imagen cercana y amorosa de Jesús y motive a encarnar sus
valores.
Con las lecturas feministas de la Biblia y la producción teológica desde las mu-
jeres se develó el peso que ha tenido el patriarcado sobre la tradición cristiana, al
tiempo que se descubrieron mujeres protagonistas desde los textos de la biblia he-
brea hasta los cristianos.
De pronto pudimos ver que no existe un lugar en el cual las mujeres no hayan
jugado papeles importantes en los relatos bíblicos. Pero todo esto se visibilizó gra-
cias a que la lupa de las mujeres fue incorporada al proceso de mirar de nuevo las
Escrituras y sus interpretaciones.
Mujeres como Elsa Támez, María Pilar Aquino e Ivone Guebara fueron pilares
en la denuncia de la lectura tradicional patriarcal y sus efectos excluyentes en la
constitución de la identidad religiosa de nuestros pueblos latinoamericanos, que
no solo oprimía a las mujeres, sino también a la sociedad entera.
Pero hay otro sujeto social que sigue siendo marginado precisamente por su con-
dición: la niñez. Ya que no tiene preocupaciones teológicas ni hermenéuticas en su
vida cotidiana, corre el riesgo también de ser invisibilizada del escenario religioso.
Actualmente, es un objeto depositario de la tradición, que asiste a la formación
cristiana para recibir de las personas adultas su lectura de la fe y de la experiencia
de lo religioso.
La realidad es que si las personas que trabajamos con esta población no nos ocu-
1 Aquino, M. P. Támez, E. (1998). Teología feminista latinoamericana. Quito: Abyayala.
Este tránsito de encarnar los textos que aquí se ofrecen sobre teología y niñez
será el objetivo de la mediación pedagógica que se propone ¿Por qué una media-
ción? Cada capítulo irá aportando muchos elementos reflexivos sobre la niñez y el
trabajo pastoral. Así, la mediación busca que esos insumos tan valiosos puedan
llevarse directamente a la práctica pastoral, religiosa, eclesial y a otras labores de
las comunidades creyentes.
La pregunta que queda ahora es ¿cómo será esta mediación desde la pedagogía
de la ternura y por qué? Para responderla vamos a hacer un breve resumen de lo
que es la pedagogía de la ternura, para ir entendiendo cómo es que nos puede ayu-
dar a hacer pastoral y a leer la Biblia en clave de niñez.
Para entender de qué se trata y qué nos propone es necesario conocer dónde
nace esta pedagogía y por qué es de la ternura.
Esos dos contextos donde la constante fue liberar al sujeto mercantilizado y re-
cuperar la subjetividad manipulada, como motor de la transformación impulsada
por la esperanza que brinda el mensaje cristiano y la solidaridad que posibilitaba
la educación popular, fueron nichos para la pedagogía de la ternura.
Aportes esenciales
* Comprender que en cada niño y en cada niña hay una persona con posibili-
dades de trasformar su entorno y de autoliberarse si recibe la formación y el
empoderamiento necesario (protagonismo).
* Escuchar atentamente las palabras en los discursos, para decidir si son cálidas,
esperanzadoras, si se refieren a lo concreto y a los intereses de la niñez.
* Preguntarnos por las nociones de niñez y cómo estas son reflejadas en nues-
tras acciones. Si fomentan la verticalidad del adultocentrismo o, por el contra-
rio, promueven la horizontalidad entre las subjetividades.
* Mirar en las estructuras de participación qué espacios se les han dado a los
niños y a las niñas y qué rol juegan en ellas, pues el protagonismo es un reque-
rimiento para su desarrollo integral.
* Tomar conciencia del valor que tiene lo afectivo en nuestros contextos pasto-
rales ¿Cuánto espacio se le da a lo racional en relación con lo afectivo?
* Dentro de las relaciones de las personas adultas y los menores de edad, qué
espacios podemos generar para el cuidado y la protección de la niñez.
* ¿Cómo se pueden impactar los ámbitos sociales, políticos y otros desde los
círculos religiosos y mediante la pedagogía de la ternura?
Introducción Mirar...
La Iglesia latinoamericana siempre ha tenido como ¿Qué características tiene la
preocupación prioritaria el cuidado y atención de la niñez y niñez desde la percepción
de la iglesia latinoamericana
la juventud; prueba de ello es el alto número de institucio- según Ortiz?
nes, organismos y movimientos que ha creado a través de su
historia para atender a los niños y niñas en diversos campos. ¿Qué respuestas que se
desprendan del texto dio la
Iglesia a la niñez y cómo se
El Programa de Pastoral Social de la Infancia se inscribe en describen?
el contexto de una profunda preocupación de la Iglesia por
el presente y futuro de los niños y niñas, tanto en el ámbito
eclesial como social. Especialmente a partir de Medellín, 1968,
refuerza su trabajo a favor de los más pobres, expresado en
sus múltiples formas de defensa, asistencia y promoción de los
más necesitados.
Medellín y Puebla
La Iglesia latinoamericana en el Documento de Medellín
(1968) orienta su trabajo a favor de los más pobres, estable-
ciendo opciones concretas a favor de una evangelización
que se comprometa con los más excluidos y sea solidaria
con ellos, “testigo de valor de los bienes del Reino y humil-
de servidora de todos los hombres de nuestros pueblos”1.
Los más pobres y débiles son, sin duda, los niños y niñas de
nuestros pueblos indígenas, afrodescendientes, campesinos
y urbano-marginales.
5 Cf DA 438.
6 DA 439.
7 DA 441.
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La centralidad de la niñez en la pastoral de la iglesia 33
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34 La centralidad de la niñez en la pastoral de la iglesia
1. ¿Qué retos nos deja el proceso de la iglesia latinoamericana por atender res-
pecto a las necesidades de la población infantil?
Para ello se recomienda ir identificando los temas de interés que fueron surgiendo a
través de las distintas etapas y revisar el impacto de cada uno en la constitución de sus
prácticas pastorales.
¿Qué tareas y a qué niveles corresponden para impulsar este proceso de la iglesia
latinoamericana?
El autor nos describe cómo la niñez se fue perfilando poco a poco en las iglesias, y los
distintos objetivos que se plantearon para su atención y protección.
Con este panorama religioso y de la niñez, en las iglesias de América Latina podemos
iniciar una ruta de trabajo que materialice en nuestros entornos de fe una adecuada
atención espiritual a esta población vulnerable.
Para construir esa ruta retomaremos los aportes de la pedagogía de la ternura, orien-
tando y brindando más aportes que nos ayuden en el proceso.
Ante el proceso descrito por Ortíz sobre las distintas etapas y la incorporación de la
niñez en el panorama religioso latinoamericano, ¿qué desafíos específicos nos plantea
en lo personal y como individuos que lideran y participan en espacios de formación
espiritual o de coordinación en iglesias o comunidades de fe?
Rostros de Jesús
en la infancia latinoamericana
Por eso, cuando Jesús dice en su predicación que ya llegó ¿Cómo podría concretarse
en estas personas la justicia
el reino de Dios, lo que en realidad desea decir es que, por de la cual habla Jesús desde
fin, se va a implantar la situación deseada por parte de todos las acciones de la Iglesia?
a hijo, y por eso mismo fue llave de comprensión para los tes-
tigos y las comunidades cristianas que anhelaban penetrar
en el misterio de la persona de Jesús de Nazaret.
Infancia violada
Otro rostro de niños degradados por la injusticia en Amé-
rica Latina es el de la prostitución infantil. Por todos nuestros
países hay niñas prostituyéndose por comida, por techo, por
una cantidad irrisoria de dinero, para poder mantener a su
familia. La Amazonía, que tiene triple frontera, con Brasil, Co-
lombia y Perú, es prodiga en ese triste espectáculo de niñas
que en la carretera esperan por los camioneros para vender
sus cuerpos y ser vilmente explotadas. Víctimas de la injus-
ticia que domina el continente y de manera muy particular
esa región, las niñas no tienen otro medio de subsistencia
que prostituirse. Muchas veces son maltratadas, heridas y
encuentran la violencia y la muerte en su intento por hallar
un medio de subsistencia.
¿Hasta dónde organizacio- La primera que citaremos es La Pastoral del Niño. Fue fun-
nes como estas, con sentido
cristiano, puede impactar dada en 1983 en la ciudad de Florestópolis, Paraná, por la in-
toda una sociedad? olvidable médica sanitarista y pediatra, Dra. Zilda Arns Neu-
mann, fallecida en el 2011 en el terremoto de Haití, y por el
entonces arzobispo de Londrina, hoy cardenal emérito, don
Revisar... Geraldo Majella Agnelo. La Pastoral del Niño es un organismo
¿Desde nuestra estructura de acción social de la Conferencia Nacional de Bispos do Bra-
eclesial y pastoral, cómo po- sil (CNBB) y se hace presente en todos los estados brasileños
demos afectar los procesos
sociales? y en otros 21 países de África, Asia, América Latina y Caribe.
Hoy, 80% de los niños que aún mueren antes de los 5 años Posibilitar...
de edad están en África y Asia. Solo en India muere una cuar- ¿Desde la Iglesia y las dis-
ta parte de los niños de todo el mundo, en comparación con tintas comunidades de fe,
cómo se puede apoyar el
el 11% en Nigeria, el 7% en Congo, el 5% en Pakistán y el trabajo de grupos como los
4% en China. Estas son cifras muy tristes y alarmantes, pero consejos tutelares para la in-
fancia y la adolescencia?
lo que sucede en América Latina a raíz de iniciativas como
La Pastoral del Niño permite tener esperanza respecto a que
nuestra niñez puede ir adquiriendo los rasgos del rostro lu-
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Rostros de Jesús en la infancia latinoamericana 53
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54 Rostros de Jesús en la infancia latinoamericana
1. ¿Qué aportes valiosos nos hace la autora sobre Jesús y la niñez, además de los
compromisos adquiridos en Aparecida, Medellín y Puebla, para la propuesta de la
teología de la niñez?
El texto es muy rico en información sobre Jesús y la niñez, así como en referencias
importantes en cuanto al tratamiento del tema desde la estructura eclesial.
¿Qué aprendizajes nos dejan estos procesos respecto al trabajo con la comunidad en
la que se participa?
Hay aportes importantes en dos sentidos, primero, en la lectura del mensaje de Jesús
sobre los niños en la Biblia, y segundo, en la descripción del proceso mediante el cual la
Iglesia católica en América Latina plantea la preocupación por la situación de la niñez.
3. ¿Qué líneas de acción se pueden establecer a partir de las reflexiones del tex-
to?
La autora nos ha dejado una serie de pistas importantes que nos pueden ayudar en
el desafío que se ha establecido de incorporar la niñez en la teología.
Esta tarea nos remite al interés por conocer el proceso interno de las niñas y
niños, su mundo y la forma de vivirlo, intentando entender lo que Jesús señala:
que debemos ser niños y niñas para conocer el Reino de Dios.
Así como las acciones de Jesús descritas en los Evangelios eran tan
contundentes sobre el espacio de importancia y protagonismo de los niños
para Jesús, ¿cómo se pueden encarnar en la estructura, en las prácticas y en las
reflexiones?
Así como Jesús los sentaba en el centro y los usaba de referencia para las
personas que buscaban conocer el reino de Dios, nos queda el reto de abrir
espacios y generar acciones donde los niños estén en el centro del trabajo
pastoral y de la reflexión teológica.
Todos los casos que nos mencionó la autora sobre la violencia que viven
los niños y las niñas nos sirven para reconocer la falta de amor que existe en
el mundo y la misión como comunidad de fe cristiana de hacerlo vivo entre las
personas creyentes, pero especialmente entre esas personas que son las más
vulnerables.
3 Diaz, Jorge. Justina. Contar con los dedos, Santiago, Zig Zig, 2012. p.
73-83.
Cuando las niñas son criadas sin referentes de vida que las
sostengan en su condición de ser humano, son más vulnera-
bles a los signos de muerte. Incluso para romper los círculos
de violencia no es la solución enajenarlas, sino más bien in-
corporar a las niñas a culturas de paz. Muchas niñas al des-
conocer sus raíces o tener conciencia de lo que son, no con-
siguen superar la segregación sexual o racial existente en la
sociedad. Si llevamos esto a las comunidades de fe, muchas
niñas al llegar a una edad determinada de decidir, no tienen
los elementos de identidad, de pertenencia afectiva que les
una a una confesión de fe. Se niegan a la confirmación de fe
o cualquier ritual de confesión y compromiso. La iglesia, las
comunidades de fe, pasan a ser espacios sin sentido. Se han
criado sin memoria, sin sacramento, sin sentido.
¿Qué significa ser profeta El evangelio nos hace mirar la vida con esperanza y creati-
hoy, y qué relación podría
tener la deconstrucción de
vamente nos llama a enfrentar la realidad a la cual estamos
los lenguajes modernistas llamados a ser profetas. Esto en nuestras comunidades ha lle-
antropocéntricos, relativistas
y segregadores?
gado de forma abrupta y es por eso que a la hora de reflexio-
nar, no podemos hacernos los desentendidos a esta consta-
tación que atraviesa nuestras congregaciones cristianas. Una
iglesia que experimenta el poder vivificador y santificador
de Dios busca dignificar a todo ser humano y reacciona fren-
te a un mundo sin corazón. Pues la sociedad camina en un
proyecto cada día más alejado de la voluntad divina de vida
plena. La segregación, por sexo, clase, raza y facetaria, en el
Las niñas más que nunca están vulneradas por los proyec-
tos que existen en la sociedad para la construcción de lo que
es el ser humano aceptable. Los proyectos de educación, en
la que sigue la segregación para las mujeres, nos lleva a ver
que las grandes discriminaciones en el continentes son los
desafíos que hoy tenemos como iglesias. Las niñas vienen a
ocupar el lugar más despreciado de esta lista de desechados
del sistema. En algunos países esto es muy evidente en la
cantidad de adopciones masculinas, por sobre la femeninas.
El Evangelio no acepta estos signos de muerte y proclama
talita cumi. Cuando Elsa Tamez habla sobre las “piedras des-
echadas” nos entrega elementos profundos para considerar
esta situación. De acuerdo a Primera carta de Pedro escrita en
el contexto de la comunidad de inmigrantes de Asia Menor
en el siglo I , Tamez se refiere a las sociedad que “excluye a
los incapaces de competir, que no tienen méritos, dinero, piel
clara” 5. Pero el Evangelio nos promete lo contrario. Los que
no son mirados por la sociedad, no son considerados, los que
no importan, son los y las que Dios mira, escoge y acoge. Así
como el mismo Señor fue piedra desechada y fue constitui-
da piedra fundamental para la construcción, todos hoy, los
y las desechadas por el sistema, vienen a constituirse piedras
escogidas y preciosas (1 Pedro 2:4). Se me viene a la memo-
ria María, una niña-mujer que al parecer, por lo que narra el
evangelio, nadie hubiese imaginado que sería la llamada a
ser parte del maravilloso proyecto de redención del Altísimo.
Tenemos mucho que aprender de María para la misión y de
la mirada, con justicia de género, de Dios.6
5 Tamez, Elsa. Como piedras vivas. Mensaje inaugural del año lectivo
UBL 1996. En:Schafer, H. Pneumatología y eclesiología. San José, UBL,
2004.
6 Cf. Salazar-Sanzana. E. María: mujer santa y santa mujer. Conferencia
en I Congreso Internacional de Teología Mariana. Santuario Mariano
Nacional de Nuestra Señora del Rosario. Septiembre 2008, Chiquinquirá/
Boyacá, Colombia.
Bibliografía
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seremos. Inclusion del tema de la discapacidad en las iglesias e instituciones
teológicas de mesoamérica. Quito, CLAI-EDAN, 2011.p.9 ss
Tamez, Elsa. Como piedras vivas. Mensaje inaugural del año lectivo UBL, 1996.
En: Schafer, H. Pneumatología y eclesiología. San José, UBL, 2004.
Mo Sung, Jung. Educar para reencar la vida. Petrópolis, Vozes, 2007. 2 ed.
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72 Dame la mano y danzaremos
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Dame la mano y danzaremos 73
Se le invita a buscar las frases del mapa anterior dentro del texto completo, y darles
más sentido y contexto a partir de las reflexiones y cuestionamientos que nos hace la
autora.
¿Qué mensajes concretos pudo descubrir en el texto para nuestras comunidades es-
pecíficas?
Este trabajo procura servir de insumo para construir líneas de acción en las comuni-
dades, orientadas al posicionamiento de la niñez en las prácticas, discursos, reflexiones
y producciones religiosas.
¿Qué acciones se podrían puntualizar a partir de las ideas clave que nos aporta este
capítulo?
Ruth Padilla
1 La versión original de este artículo se publicó en [DATOS PRECISOS – Libro editado por Enrique
Pinedo].
Un encuentro desestabilizante
—¡No! No es un momento oportuno. No es el lugar ade-
cuado. ¡Llévenselos! ¿No ven que el maestro está ocupado?
—¿Qué dice? ¡Todos saben que son los poderosos los que
poseen la tierra y gobiernan sobre ella! La mano férrea del
emperador se siente en todo el mundo mediterráneo me-
diante sus pesados impuestos y ejércitos opresivos. Y la jerar-
quía del Templo también regula estrictamente nuestra vida
religiosa y económica. Los reinos naturalmente le pertenecen
a los ricos y poderosos. ¿Pero Jesús dice que el reino de Dios
le pertenece a quienes son como niños? ¿A los débiles? ¿A los
insignificantes y descartables del mundo?
6 Micah 6.8
7 William Russell Easterly. The White Man’s Burden: Why the West’s Efforts to
Aid the Rest Have Done So Much Ill and So Little Good, New York, Penguin
Press, 2006, p. 7.
8 William Russell Easterly. The White Man’s Burden: Why the West’s Efforts to
Aid the Rest Have Done So Much Ill and So Little Good, New York, Penguin
Press, 2006, p. 4.
Como los mapas anteriores, se invita a enriquecerlo con la propia perspectiva del texto, aportando ideas y haciéndolo más contextual a la Iglesia
o comunidad de fe donde participe.
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84 Del rechazo al abrazo: Iglesia, niñez e inclusión
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Del rechazo al abrazo: Iglesia, niñez e inclusión 85
¿Qué tareas quedan en este tema para las personas que lideran procesos
espirituales en la Iglesia o comunidades?
evidencian el significado que tenían estas personas para Jesús, aun cuando en
su época no eran valoradas.
El lenguaje amoroso que usa Jesús no puede ser más claro, incluso no sólo
el verbal, sino el acercamiento físico de cuidado que brinda. Esta sensibilidad de
Jesús hacia la vulnerabilidad que presentan los niños y las niñas de su época es
el motor de toda esta caricia verbal.
1 Presbítero de la Diócesis de Chiquinquirá (Colombia) desde 1997. Magíster en Ciencias Bíblicas del
Instituto Bíblico Pontificio de Roma (2004); Doctor en Teología de la Pontificia Universidad Gregoriana
(2009). Director del Instituto Bíblico Pastoral Latinoamericano de la Corporación Universitaria Minuto
de Dios (Uniminuto, 2011).
puesta de Jesús muestra una actitud hacia los niños que los
discípulos no habían tenido en cuenta: la oración. Este relato
puede iluminar las acciones que muchos cristianos intentan
hacer a favor de los niños. Hay confesiones religiosas, igle-
sias, organizaciones gubernamentales y no gubernamentales
que, con muy buenas intenciones, quieren ayudar a los niños
brindándoles oportunidades de promoción y desarrollo inte-
gral. Sin embargo, muchas de ellas, como los discípulos ante
el niño endemoniado, no consiguen sus loables propósitos.
Jesús indica a los discípulos de ayer y de hoy que además de
Revisar... las muchas acciones, también es necesaria la oración. Es más,
¿Qué cuestionamientos nos
esta es requisito indispensable para que la ayuda que se brin-
hace Jesús sobre el tema de da a la niñez sea efectiva.
la inclusión de la niñez en las
comunidades?
Jesús, incluyente con los niños
Las intervenciones de Jesús a favor de los niños dejan ver
su actitud incluyente y ecuánime, pues estas benefician tam-
bién a niños de una cultura diferente de la suya. Esto se pue-
de ver en el episodio de la curación de la hijita de la mujer
extranjera, descrita explícitamente por el Evangelio de Mar-
cos como “pagana y sirofenicia de nacimiento” (Mr. 7,26). El
relato muestra que el plan inicial de Jesús no contemplaba
a los paganos. Incluso sus primeras palabras a la mujer son
muy fuertes: “Espera que primero se sacien los hijos, pues
no está bien tomar el pan de los hijos y echárselo a los pe-
rritos” (Mr. 7,27). Pero esta intención cambia ante las palabras
de la madre: “Sí, Señor; que también los perritos comen bajo
la mesa migajas de los niños” (Mr. 7,28).
Con esta acción Jesús evita que el niño esté oculto y recha- ¿Qué elementos clave nos
aporta el texto para lograr
za un argumento para la indiferencia ante los niños que no esta centralidad y qué se re-
se perciben, no se notan y no se ven en la sociedad. Jesús le quiere para implementarlos
en las reflexiones teológicas
da visibilidad al niño que pone en el centro y con él a todos y pastorales en la Iglesia?
los niños. Ese es el puesto que se merecen, no al margen o
detrás de la sociedad, sino en medio de ella. A ese niñito, que
ahora ocupa el lugar central en el grupo de los discípulos, Je-
sús le expresa abierta y directamente su acogida y su cariño
tomándolo en brazos (Mr. 9,36). Enseguida revela el por qué
de su preferencia por los niños más pequeños: “El que reciba
a un niño como este en mi nombre, a mí me recibe; y el que
me reciba a mí, no me recibe a mí sino a aquel que me ha
enviado” (Mr. 9,37; cf. Lc. 9,47-48).
Referencias bibliográficas
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2014. [www.vatican.va].
Organización de las Naciones Unidas. Convención sobre los derechos del niño,
Madrid, Unicef, 2006.
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crianças em contexto armado”, Athenea Digital 13, 2008, pp. 153-69.
Vanegas López, Julián Alberto; Carlos Bolívar Bonilla Baquero y Leidy Bibiana
Camacho Ordóñez. “Significado del desplazamiento forzado por conflicto
armado para niños y niñas”, Fundamentos en Humanidades 12, n.o 24, julio
de 2011, pp. 163-89.
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La centralidad de la niñez en el Nuevo Testamento 103
Se invita a repasar el texto, los recuadros y el mapa conceptual para tener claros esos
aportes, críticas y pistas que nos pueden ayudar a identificar insumos claros para iniciar
una ruta de construcción de la teología con perspectiva de niñez.
2. ¿Qué relación guarda este capítulo con la propia reflexión teológica y la lec-
tura de los textos cristianos que se vivencian en la Iglesia y la comunidad de fe?
El trabajo del autor ha servido para exponer la contundencia del mensaje de Jesús
con relación a la niñez y la actitud con la que se debe atender al mismo.
¿Qué pistas se identifican en su trabajo que podamos construir desde nuestra propia
experiencia y conocimiento para darle vida a las palabas y acciones de Jesús en la Igle-
sia y comunidad de fe?
3. ¿Qué líneas de acción se pueden establecer a partir de las reflexiones del tex-
to?
Son muchas las imágenes que el autor nos dibuja sobre la forma en que Jesús trata a
la niñez de su época, y cómo, a su vez, les explica a sus discípulos la forma como deben
tratarla.
El mundo interno del niño y la niña es una especie de misterio cuando Jesús
indica que hay que ser como ellos y ellas para entrar al Reino. Iniciar un camino
hacia el lenguaje y el razonamiento infantil, sus vivencias de la fe y de la vida,
sin perder de vista el compromiso cristiano por sus condiciones y su protección.
Jesús rompe el protocolo, sienta a los niños en el centro y habla de ellos como los
dueños del Reino. El autor de este texto nos deja una imagen clara y fuerte sobre el
espacio que deberían tener todos los niños y todas las niñas en cada comunidad de fe.
Renovar el lenguaje que posibilite el cambio en las formas de interacción con la niñez
para darle su espacio propio dentro de la Iglesia en la pastoral, así como en la teología
(que se vivencien en forma de caricia verbal).
Es importante revisar el lenguaje con el que Jesús se dirigía a la niñez y tomarlo como
una pista fundamental para hacer un análisis introspectivo a nivel personal, pero tam-
bién desde las prácticas pastorales y la construcción del mensaje teológico en la Iglesia
para identificar la caricia verbal en el mensaje cristiano.
Harold Segura
ciones que vivían las personas cada día. Los grandes trata-
dos teológicos se produjeron en las mismas épocas en que
sucedieron los peores acontecimientos de la historia, sin que
aquellos hicieran referencia a estos, salvo raras excepciones.
futuro de la fe escatológica”8.
Mirar... Con los niños y las niñas sucede tanto como sucede con
¿Qué nuevas condiciones los empobrecidos, los afrolatinoamericanos, los indígenas,
se identifican en la niñez, en las mujeres y los campesinos, que transmiten una mística
esta cuarta etapa?
cristiana y expresan un mensaje de parte del Señor que es
buena nueva para todos; así lo enseñaba hace ya varios años
el pastoralista chileno Segundo Galilea. Decía él, refiriéndose
Revisar... a los pobres, que ellos nos evangelizaban22. Según Jesús, son
De las orientaciones pro- los adultos quienes deberían aspirar a ser como los niños, y
puestas en Aparecida, no al revés.
¿cuáles han sido asumidas
por la Iglesia y las comunida- Pero sigamos con la teología de la niñez. Le queda aún mu-
des donde participo? ¿Cuá- cho trecho por recorrer; es un proyecto en desarrollo que, con
les no? ¿Por qué?
cierta timidez se ha abierto camino entre los otros proyectos
¿Qué retos nos plantean es- ya maduros de la teología latinoamericana. Más allá de nues-
tas orientaciones? tro continente también son pocos los teólogos académicos
que han escrito acerca del tema y, cuando lo han hecho, han
sido breves artículos o pequeños libros introductorios, como
es el caso, por ejemplo, de Hans Urs von Balthasar23 y Jurgen
Moltmann24. Quizá el esfuerzo más meritorio sea el de la pro-
fesora luterana Marcia Bunge, quien por más de una década
ha trabajado en diferentes publicaciones acerca de la niñez
con enfoque teológico, bíblico e histórico25. En español sólo
22 Segundo Galilea. El sentido del pobre, Indo American Press Service,
Bogotá, 1978, p. 43.
23 Hans Urs von Balthasar. Si no os hacéis como niños, Herder, Barcelona,
1989.
24 Jurgen Moltmann. “Niño e infancia como metáforas de la esperanza
y de la fe”, en: Carthaginensia, Revista de estudios e investigación, Murcia,
vol. 16, n.° 29, 2000, pp. 15-28.
25 Sus publicaciones son: The Child in Christian Thought (2001), The Child
in the Bible (2008), yChildren and Childhood in World Religions: Primary
Texts and Sources (2009). Ella ha anunciado una próxima publicación
titulada: Children, Adults, and Shared Responsibilities: Jewish, Christian,
and Muslim.
ción tiene esto con las palabras de Jesús cuando dijo: “El más Revisar...
importante en el reino de los cielos es aquel que se vuelve ¿Cómo incorporar en nues-
pequeño como este niño. Y el que recibe en mi nombre a un tra teología y pastoral la
propuesta de los elementos
niño como este, a mí me recibe” (Mt. 18,4-5). y categorías clave que nos
proporciona el autor?
Usted
que es una persona adulta
—y por lo tanto—
sensata, madura, razonable,
con una gran experiencia
y que sabe muchas cosas,
¿qué quiere ser cuando sea niño?48
45 El autor agradece al profesor Francisco Mena (Universidad Nacional
de Costa Rica) sus observaciones y apuntes para esta sección.
46 Eliseo Diego. ¿Quién?, cfr. Yuniet Rodríguez Padrón, defensa de la
tesis “La espiritualidad cristiana en la poesía de Eliseo Diego. Su visión
de Paraiso y muerte”, tesis presentada al Instituto Superior de Estudios
Bíblicos y Teológicos, La Habana, Cuba, 2011.
47 Francisco Mena. Hacer teología desde la niñez (notas inéditas), Foro
sobre Teología de la Niñez, Universidad Nacional de Costa Rica, 2013.
48 Jairo Ánibal Niño. Usted (poema), en Preguntario, Editorial
Bibliografía
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Berzosa, Raúl. Hacer teología hoy. Retos, perspectivas, paradigmas, San Pablo,
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Padilla, C. René. Misión integral. Ensayos sobre el Reino de Dios y la Iglesia, Edicio-
nes Kairós-Misión Alianza, Buenos Aires, 2012.
Piedra, Arturo (ed.). Haciendo teología en América Latina. Juan Stam, un teólogo
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Latinoamericana-Universidad Bíblica Latinoamericana, San José, 2005.
Roldán, Alberto F., ¿Para qué sirve la teología?, Libros Desafío, Grand Rapids,
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Roldán, Alberto F., Reino, política y misión. Sus relaciones en perspectiva latinoa-
mericana, Ediciones Puma, Lima, 2011.
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Hispano, El Paso, 2006.
Segura, Harold y Pereira, Welinton (eds.). Hablemos de la niñez: niñez, Biblia, pas-
toral y buen trato, Universidad Nacional de Heredia-Movimiento Juntos con
la Niñez y la Juventud, Heredia, 2012.
Von Balthasar, Hans Urs. Si no os hacéis como niños, Herder, Barcelona, 1989.
White, Keith J, Haddon, Willmer y Bunge, Marcia (ed.). Los niños como clave teo-
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Aires, 2011.
Siguiendo esta posible ruta que nos ha trazado para iniciar el proceso hacia esta nueva teología, se elabora un mapa que trata de retomar dicho
21/10/15 12:44
138 Teología con rostro de niñez
Es importante revisar en detalle los aportes críticos que nos brinda, como la descrip-
ción de la adultez y la relación con la praxis social de transformación.
El texto es muy rico en aportes para las posibles líneas de acción en la construcción
de una teología con perspectiva de niñez.
Los niños, por naturaleza, son activos, vitales, alegres, explosivos, espontáneos.
Jesús los pone en medio y los acaricia porque son débiles, confiados y
receptivos. También porque encarnan los valores evangélicos esenciales.
Confía muchísimo en ellos, porque sabe que consiguen lo que se proponen.
2. Evangelización de la infancia
El objetivo de la evangelización es la renovación de la hu-
manidad y se dirige a las personas no atemporales o indivi-
dualmente tomadas, aisladas o meramente sumadas, sino
en una realidad histórica y social concreta, condicionadas y
enriquecidas por una cultura particular que recibe, modifica
creativamente y sigue transmitiendo1.
1 GS 53.
3. La cultura infantil
La realidad cultural se manifiesta en formas variadas, una
de las cuales es la “cultura infantil”. Sin lugar a dudas, pode-
mos hablar de una cultura infantil en la que podemos distin-
guir una subcultura académica reflejada en la escuela, otra
formal, que se genera de acuerdo a los parámetros espera-
dos y propuestos para los niños, y otra experiencial, que es
la desarrollada extraescolarmente y que brota del encuentro
de la propia realidad infantil en contacto con el medio.
Por ejemplo:
9. Los contenidos
Estamos habituados a que la mayoría de las acciones pas-
torales programadas con niños tengan como referencia el ca-
mino sacramental o el carisma de los diversos movimientos
o instituciones dedicadas al trabajo pastoral en las distintas
etapas de la vida. En este sentido, los contenidos se reducen
muchas veces al abanico de temas que hay que memorizar y
comprender intelectual o afectivamente, que varían si el gru-
po se prepara para la primera comunión, la confirmación o
para la participación mediante el carisma en una institución
o movimiento.
Revisar...
¿Cómo proponemos la vi-
Sin embargo, los contenidos pastorales significan algo más
vencia de la fe en nuestra co- amplio que un temario, son todos los elementos del proceso que
munidad? ¿Es para la pobla-
ción infantil y adolescente?
la comunidad programa para evangelizar. Esto es: crecimiento
7 Evangelii Nuntiandi 18.
12. Conclusión
Los chicos son una realidad muy frágil y necesitada de cui-
dado y de ternura. Sin embargo, en esas vidas pequeñas que
se abren Dios tiene puesta su esperanza, esperanza de fuerza
renovadora, esperanza de alegría contagiosa, esperanza de
dinamismo y frescura evangelizadora, esperanza de amor
comunicado según los sentimientos de Jesucristo, esperanza
de continuidad en el camino que el Señor dejó marcado en
nuestra historia.
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158 Hacia una pastoral de la infancia
Al lector se le invita a buscar en los cuadros informativos del mapa anterior, y dentro
del texto completo, los aportes que nos brinda el artículo respecto a esos dos concep-
tos y su vinculación directa.
Este trabajo procura servir de insumo para construir líneas de acción en las comuni-
dades orientadas al posicionamiento de la niñez en las prácticas pastorales, discursos,
reflexiones y producciones religiosas.
¿Qué acciones se podrían puntualizar a partir de las ideas clave que nos aporta este
capítulo?
Ese valor intrínseco que la niñez tiene no sólo como persona sino como ser
espiritual, con una santidad originaria.
Mirar... Introducción
El autor menciona estos En la Biblia, aquí y allá, se nos cuenta que los niños juegan
personajes infantiles con un papel salvador en el preciso momento en el que el pueblo
relevancia en el panorama
bíblico ¿Qué otros perso- de Dios y sus líderes se encuentran atrapados en la lógica del
najes infantiles podremos adulto para resolver los problemas de la vida.
encontrar?
rer resolver los errores del mundo construido por adultos con
sus propios medios de gente adulta, seria, calculadora, tecni-
ficada y científica. Jean Duvignaud dice:
9 Por ejemplo el de Lenore Terr. El juego: por qué los adultos necesitan
jugar, México, Ediciones Paidós, 2000.
10 Jean Duvignaud. El juego del juego, México, Fondo de Cultura
Económica, 1982, p. 42
Empecemos con una cita del gran pintor español, Pablo Pi-
casso. Sólo hasta que leí un pensamiento de su pluma sobre
su obra artística y los niños pude reconocer algo característi-
co de su obra pictórica. Picasso dijo: “Pintar como los artistas
del Renacimiento me llevó unos años. Pintar como los niños
me llevó la vida”. Y en efecto, cuando uno puede contemplar
Testimonios bíblicos
El libro de Josué, que mira un momento de la historia de
Israel desde la óptica del libro de Deuteronomio, es una obra
en la que se respira un ambiente litúrgico y festivo, es decir,
lúdico. En él, la ironía, el humor y la sorpresa ocupan un lugar
privilegiado. Para mí, es uno de los libros de la Biblia en don-
de Dios aparece como un gran juguetón. Se burla del enemi-
go y se ríe de las autoridades de su pueblo que quieren hacer
las cosas a su manera, a lo adulto. Los personajes favoritos de
su historia no son los generales de guerra ni las autoridades
religiosas de la nación, sino una prostituta (cap. 2) y los ga-
baonitas (cap. 9), un pueblo vulnerable que salvó el pellejo
por su astucia e ingeniosidad. Los antihéroes son los ricos y
poderosos que viven entre las murallas de las ciudades Es-
tado, y Acán, aquel soldado que ávido de poder y riquezas
quiso quedarse con las “fichas” del juego.
Literatura contemporánea
La fuerza teológica del poder transformador del Evange-
lio se ha logrado de una manera tan cautivadora, profunda y
creativa, no en las dogmáticas de los renombrados teólogos
o los tratados de doctrina de las instituciones teológicas, sino
en las “Crónicas de Narnia” de C. S. Lewis. En las siete crónicas
o novelas, Lewis saca del dominio “adulto” los temas del reino
Conclusión
Y es en el contexto del reino infantil, entre el juego y las
grandes hazañas, que se coloca al mundo de los adultos en
el banquillo de los acusados y se le condena. Literatos, artis-
tas y caricaturistas coinciden en echar mano de la metáfora
del niño para realizar las más punzantes y arteras críticas al
mundo de hoy, dominado por el adulto, sediento de poder,
pragmático y destructor.
Bibliografía
Brueggemann, Walter. Finally Comes the Poet: Daring Speech for Proclamation,
Minneapolis, Fortress Press, 1989.
Cox, Harvey. The Feast of Fools: A Theological Essay on Festivity and Fantasy, New
York, Harper & Row, publishers, 1969.
Duvignaud, Jean. El juego del juego, México, Fondo de Cultura Económica, 1982.
Galeano, Eduardo. Patas arriba: la escuela del mundo al revés, México, Siglo XXI
Editores, 1998.
Gove, Philip Babcock (Editor). Webster’s Third New International Dictionary, Cam-
bridge, Riverside Press, 1961.
Santos, Rosario (ed.). And We Sold the Rain: Contemporary Fiction from Central
America, New York, Seven Stories Press, 1996.
Terr, Lenore. El juego: por qué los adultos necesitan jugar, México, Ediciones Pai-
dós, 2000.
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El juego y la teología de la celebración 181
1. ¿Qué pistas, claves o sugerencias hermenéuticas nos aporta el autor para en-
riquecer la lectura de los textos, desde la perspectiva de la niñez?
Es importante recuperar esos conceptos o palabras, que nos posibiliten una mirada
desde los ojos de los niños y las niñas en la construcción de lo religioso.
El autor hace una serie de aportes y cuestionamientos, al tiempo que ofrece claves
para repensar el lenguaje religioso y la experiencia de la fe. Considere cómo se pueden
contextualizar sus aportes en las comunidades o iglesias en las que se está participan-
do.
¿Qué otros textos o imágenes se pueden utilizar además de los mencionados por el
autor en el esfuerzo de incorporar la perspectiva infantil al trabajo pastoral?
El autor plasma una serie de imágenes bíblicas en las que se devela el protagonismo
infantil en la historia salvífica.
A partir de las pistas de las lecturas sobre el razonamiento adultocéntrico y otros tex-
tos aportados ¿qué elementos hermenéuticos y teológicos podemos ir construyendo
para implementarlos en las prácticas pastorales en nuestras comunidades o iglesias?
En nuestra propia práctica personal, qué reflexiones podemos hacer desde la peda-
gogía de la ternura:
¿Qué es espiritualidad?
Al hablar de “espiritualidad” partimos con ciertas dificulta- Mirar...
des: el término “espíritu” contiene tradicionalmente un peso ¿Cómo conceptualiza el au-
significativo que puede llevar a interpretaciones equívocas tor la espiritualidad?
si no se lo aborda desde una perspectiva más amplia. ¿Qué
es, entonces, espíritu? Muchas veces se lo define como una Revisar...
substancia particular (una “cosa” o espectro), como manifes- ¿Qué elementos de esta
tación descarnada o deshistorizada de lo divino. Esto conlle- conceptualización encuen-
tro en el trabajo pastoral en
va, inevitablemente, a referir a las acciones del Espíritu y a la mi iglesia?
misma espiritualidad por parte de los y las creyentes como
proyecciones, muchas veces, poco vinculadas con los avata-
res y complejidades de la existencia histórica.
A partir de aquí hay tres elementos clave que propone Jon Posibilitar...
Sobrino4 como presupuestos básicos de la relación entre ¿Cómo podríamos recuperar
el espíritu del sujeto y la realidad, que servirán como fun- esa visión del sentido históri-
co del espíritu en las reflexio-
damento para determinar qué significa espiritualidad. En nes teológicas de nuestras
primer lugar, la honradez con la realidad, que implica ver la comunidades de fe?
posibilidad de que ella —en línea con lo expuesto por Jo-
hnson— puede reflejar la presencia y acción de Dios. En se-
gundo lugar, dicha honradez desemboca en una fidelidad a
lo real que reconoce y asume sus elementos negativos para
transformarlos en positivos desde la esperanza en el movi-
miento divino. Por último, esto nos desafía a ser llevados por
el “más” de la realidad, o sea, por la esperanza y la promesa
que radican en ella desde el mover del Espíritu.
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200 De juegos, fantasías y travesuras
Se invita al lector a retomar del texto las propuestas teológicas que hace el autor y
procurar una producción teológica desde la mirada de la niñez. Tomar en cuenta los
recuadros para la contextualización de esos aportes.
El trabajo del autor nos brinda una serie de críticas, pero a la vez de rutas, que pueden
orientar el camino hacia la consolidación de la participación de la niñez en las iglesias.
¿Qué acciones se podrían puntualizar a partir de las ideas clave que nos aporta este
capítulo?
1 Brasileña, pedagoga social. Trabajó por veinte años con la niñez en situación de calle en São Paulo,
Brasil. Actualmente es profesora en la Escuela Ecuménica de Ciencias de la Religión de la Universidad
Nacional de Costa Rica. Tiene una maestría en Pedagogía Social por la Universidad de São Paulo y una
maestría en Teología por la Universidad Nacional de Costa Rica.
2 Leonardo, Boff. “O cuidado essencial: princípio de um novo ethos”, Inclusão Social, vol. 1, n.° 1, 2005.
4. Consideraciones finales
Posibilitar... Iniciamos esta reflexión con el interés de señalar algunas
¿Qué elementos de la peda- perspectivas educativas y teológicas que sirvieran de sopor-
gogía del cuidado y cómo se te para los procesos de crianza hacia una saludable nutrición
podrían incluir en la nutri-
ción espiritual de la niñez en espiritual de la niñez. Evidentemente, los elementos aquí in-
las prácticas pastorales de dicados no agotan el asunto y tal vez provoquen aún más
nuestra iglesia o comunidad
de fe? inquietudes e interrogantes, lo que indicaría la continuidad
de un enriquecedor proceso de búsquedas y crecimiento.
¿Cómo podríamos superar
los retos que nos lanza la au-
tora como personas adultas Lo que nos parece importante reforzar es la relación intrín-
para revisar nuestras creen- seca entre la pedagogía del cuidado y la nutrición espiritual
cias y vivencias en la fe para
iniciar este cambio hacia la de la niñez. Para la construcción de prácticas educativas cui-
perspectiva de la niñez? dadoras, la conversación y el amor son posturas imprescin-
dibles y pueden ser aprendidas y reaprendidas para que se
vayan implementando en las relaciones educativas entre las
5. Bibliografía consultada
Boff, Leonardo. Saber cuidar. Ética do humano-compaixão pela terra, 15.ª ed, Pe-
trópolis, RJ, Vozes, 2008.
Fassoni, Klênia, Dias, Lissânder & Pereira, Welinton. Uma criança os guiará. Por
uma teologia da criança, Viçosa, Ultimato, 2010.
Segura, Harold. Un niño los pastoreará. Niñez, teología y misión, Alabama, Mundo
Hispano, 2006.
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220 Una perspectiva del cuidado en los procesos de crianza
Es importante recuperar esos conceptos o palabras que aporta la autora a lo largo del
texto, pues aportan a la reflexión teológica, pero también a la práctica pastoral.
Con estos insumos, se insta a iniciar procesos de reflexión y de acción para ir incorpo-
rando el tema de la niñez como sujeto en la producción simbólica religiosa a todo nivel.
Para ello, recordamos algunas pistas que venimos proponiendo desde el inicio desde la
pedagogía de la ternura:
Paulo Ueti
Introducción
En los últimos años hemos experimentado una intensa
efervescencia de movimientos sociales y populares que se
organizan y que forman redes de actuación, estudio, re-
flexión y, sobre todo, de praxis liberadora en la defensa de los
derechos de la Tierra y de la Humanidad atacada y maltrata-
da por los intereses economicistas y desarrollistas de grandes
grupos económicos y Gobiernos.
La historia del mundo como 1 VV.AA. A Leitura profética da história, Coleção Tua Palavra é Vida, vol. 3,
revelación de Dios. 2.ª ed. São Paulo, Brasil, CRB / Loyola, 1994, pp. 21-22.
2 “De Deo scire non possumus quid sit, sed quid non sit” (Suma
Theologica Index 9.3 introd.)
ii. Ser lámpara para los pies y luz para el camino (Sal.
119,105).
cio del espíritu de Dios. Vivir una vida nueva no era (y no es)
algo fácil de articular. Son muchas las fuerzas contrarias, son
muchos los compromisos y los conflictos que asumir. Y ob-
viamente estaban enfrentando conflictos culturales y religio-
sos enraizados en sus vidas y desafiados por la buena nueva
que fue, era, y para nosotros aún es, Jesús.
Mirar...
Mateo Marcos Lucas
2,9-21 5,21-24.35-43 1,5-45 Todos estos aportes que nos
hace el autor, de citas donde
9,18-26 7,24-30 1,57-66 queda clara la presencia de
la niñez y su rol fundamental
10,34-39 9,14-29 2,1-35 respecto al Reino y su carac-
11,25-28 9,42-50 1,41-52 terística de vulnerabilidad.
15,21-28 10,13-16 7,11-17
17,14-20 8,40-42.49-56
18,2-6 9,46-48 Revisar...
19,13-15 10,21-22 Estas “verdades teológicas
perturbadoras y trasgresoras
25,31-46 18,15-17 de la época de Jesús”. ¿Cuán
perturbadoras y trasgresoras
Jesús siempre toma la iniciativa de relacionarse con las siguen siendo para nuestra
iglesia y comunidad de fe
personas. Y los niños son una memoria fuerte y transgresora actualmente?
de este deseo relacional de Dios a través de Jesús. En una
sociedad (hasta hoy) en la que a los niños no se les considera
personas plenas y son tratados de forma muchas veces do-
minadora e inferior, Jesús tiene un mensaje muy particular
de su maestro.
bellas
y dirían que tienes el más suave perfume.
Para las mariposas, Tú serías una mariposa,
la más hermosa de todas, con los más brillantes
colores,
Y tu universo sería un jardín.
Los que tienen frío te llaman Sol…
Los que viven en el desierto,
dicen que tu nombre es Fuente de las Aguas.
Los huérfanos dicen que tienes cara de madre…
Los pobres te invocan como Pan y Esperanza.
Dios, nombre de nuestros deseos…
Tantos nombres cuantos son nuestras
esperanzas y deseos…33
Poema. Sueño. Misterio
Con este mapa conceptual se ha elaborado una ruta a partir de los apuntes, esperando que sirva para recuperar ideas globales del texto, pero
también que el lector tenga sus propias percepciones y las contextualice en su realidad.
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256 Glorificar a Dios en la defensa de la vida
Hay muchos conceptos, aclaraciones, pasajes y demandas que el autor nos explicita
en su escrito. Muchos de los cuales implican reflexiones, incluso transformaciones, en
las prácticas como iglesia y comunidad de fe.
Entre los aportes que nos brinda el texto hay demandas y críticas profundas que tie-
nen que ver con las nociones mismas de ser Iglesia.
3. ¿Qué líneas de acción se pueden establecer a partir de las reflexiones del tex-
to?
Siempre desde la pedagogía de la ternura se van a articular algunas ideas para en-
marcar la reflexión final de los aportes del autor.
El autor hace una serie de caracterizaciones de la niñez que son altamente valoradas
a nivel bíblico y en el mensaje de Jesús. Además, una serie de cuestionamientos respec-
to a la adultez y las posiciones hegemónicas.
La tarea que nos deja es cómo superar ese paradigma adultocéntrico y recuperar la
comprensión infantil de fe, de mundo y de su realidad, para desarrollarlo dentro de
las prácticas religiosas. Se propone hacer lecturas desde estas nociones infantiles que
enriquezcan el mundo adulto de concebir la fe.
A la luz de las palabras mismas de Jesús en los Evangelios, el autor nos hace
un llamado contundente a adentrarnos a ese universo infantil que parece no ser
relevante para el adulto. Nos dibuja un niño y una niña dotados con un valor y
protagonismo fundamentales en la experiencia de fe. Son el centro en el Reino
de Dios. Lo anterior, cuestiona fuertemente nuestra noción de niñez, a la luz
de la fe, y nos hace pensar el lugar que tienen dentro de la estructura eclesial,
teológica y pastoral.
¿Cómo darles ese espacio céntrico que Jesús enfatizó? ¿Cómo ponerlos
actualmente como modelos en nuestras estructuras eclesiales y nuestras
prácticas pastorales?
El autor nos habla del cuerpo y la aproximación del cuidado, así que
el lenguaje predominante en la propuesta que nos hace este texto es la
corporeidad del amor y del compromiso cristiano en la defensa de la niñez. La
caricia, en este sentido, es más física que verbal.
Conclusiones
* La danza que propuso Elizabeth Salazar Sanzana nos lleva de la mano a esa es-
peranza, a una celebración que podemos aprender de la niñez, a enlazarnos en
alegría para incluir, como sociedad, a esa población tradicionalmente excluida de
los espacios religiosos. Danzar de la mano es negarse a dejar que sea consumida
por la cultura de la prisa y la indiferencia. Se trata, más bien, de recuperar la his-
toria, la tradición, el sentido de pertenencia y de orgullo que albergan las familias
como nichos de amor para la niñez, tan urgida de la aceptación y de la inclusión
acogedora.
* Ruth Padilla apuntó directamente a la Iglesia y nos dejó muy clara la relación entre
la situación de la niñez latinoamericana y el mensaje de Jesús. El valor de la infan-
cia, en términos del Reino, es un elemento que nos remite a una búsqueda de la
justicia y a una comprensión de la lógica del reino que nos convoca a cuestionar
las estructuras que promueven la exclusión, la inequidad, la desnutrición y la ins-
trumentalización de la niñez.
* La lectura que nos ofreció Wilton Sánchez de la niñez en la Sagrada Escritura, es-
pecialmente en los evangelios, nos dejó claro que la niñez siempre ha tenido un
papel preponderante, que incluso amenaza el orden establecido. Por lo tanto, la
invisibilización tradicional de la niñez en las esferas religiosas no es nueva. El reto
que nos plantea el autor es romper esa situación de injusticia.
* Al final quedaron pautas para las iglesias, invitaciones, críticas, propuestas y mu-
chos insumos más desde perspectivas muy concretas y otras más amplias y lúdi-
cas. Cada iglesia y cada comunidad de fe deberá revisar, dentro de sus contextos,
lo que requiere su niñez y debe empezar a gestionar espacios de escucha y obser-
vación de las personas adultas, así como espacios de participación y protagonis-
mo de los menores de edad.
* Como cierra el salmo Paulo Ueti, el rostro de Dios es lo que anhelamos. Nos queda
por saber qué anhelan nuestros niños y nuestras niñas, y cómo es ese rostro de
Dios respecto a como lo pintamos desde nuestros deseos adultos.
La pedagogía de la ternura puede ser una estela en el mar que oriente suavemente,
sin imponerse, una posible ruta del viaje hacia la espiritualidad.